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Universidad Complutense de Madrid

Facultad de Ciencias Políticas y Sociología

SALUD MENTAL Y EXCLUSIÓN SOCIAL EN JÓVENES.


AYUDAS IMPARTIDAS EN EL BARRIO MADRILEÑO DE
ALUCHE.

Odalis Daniela Guachamín Tubón


Grado en Sociología, grupo 3.2
Estructura social de España
Olga Martínez Moure

RESUMEN

El presente trabajo tiene como objetivos determinar como es la relación de causalidad existente entre los
problemas de salud mental y el estado de exclusión social, centrándonos en los jóvenes; y exponer como ha
sido la actuación por parte de diferentes asociaciones y/o instituciones en el barrio madrileño de Aluche
frente a la vulnerabilidad que pueden presentar estos jóvenes excluidos con problemas de salud mental. Para
cumplir con los objetivos propuestos se realizó una metodología cuantitativa basada en la recopilación de
diversos documentos acerca de la relación entre salud mental y exclusión social, y sobre cómo se desarrolla
esta situación en los jóvenes; descripción de la misión, organización y de las actividades desarrolladas en dos
asociaciones del barrio de Aluche: Asociación SUYAE y Asociación Salud y Ayuda Mutua. Además, a una
voluntaria de esta última asociación se le realizó una entrevista cualitativa. Según los resultados la salud
mental puede ser causa y/o consecuencia de la exclusión social. Por otro lado, los jóvenes son uno de los
grupos que presentan mayor vulnerabilidad frente a esta situación, siendo en la etapa juvenil donde se
registran más casos de trastornos mentales graves. Por último, se destaca la importancia que tiene la
actuación de las asociaciones para poder aminorar los efectos negativos que pueden producir tanto las
enfermedades mentales como la situación de exclusión social en una persona.

ABSTRACT

The present work aims to determine the causal relationship between mental health problems and the state of
social exclusion, focusing on young people; and expose how the actions of different associations and / or
institutions in the Madrid neighborhood of Aluche have been in the face of the vulnerability that these
excluded young people with mental health problems may present. To meet the proposed objectives, a
quantitative methodology was carried out based on the compilation of various documents about the
relationship between mental health and social exclusion, and this situation develops in young people;
description of the mission, organization and activities carried out in two associations in the Aluche
neighborhood: Asociación SUYAE and Asociación Salud y Ayuda Mutua. In addition, a volunteer from the
latter association conducted a qualitative interview. According to the results, mental health can be a cause
and / or consequence of social exclusion. On the other hand, young people are one of the groups that present
greater vulnerability to this situation, being in the juvenile stage where more cases of serious mental
disorders are registered. Finally, the importance of the actions of associations is highlighted in order to
reduce the negative effects that both mental illnesses and the situation of social exclusion can produce on a
person.

ÍNDICE

1. Introducción…………..………….……….……….……….……….………………………..4
1.1 Justificación ……….……….……….……….……….………….….….….….….……4
1.2 Objetivos generales y específicos……….……….……….……………………………4
2. Marco teórico y conceptos previos ……….……….……….……….………………………5
2.1 Salud mental ……….……….……….……….……….……….………………………5
- Historia del concepto….……………………………………………………………..5
- Definición del concepto….……………………………………………………..……7
- Factores que determinan la salud mental………………….……….…………….…..8
2.2 Exclusión social….……….……………………………………………………………9
- Enfoques teóricos……………………………………………………………….……9
- Definición del concepto…..…………………………………………………………11
- Factores de exclusión social…….…………………………………………………..12
2.3 Antecedentes de estudio sobre salud mental y exclusión social …….……….………14
3. Metodología ……….……….……….……….……….……………………………………..17
4. Principales resultados…………………………………………………………….……..….19
4.1 Relación salud mental y exclusión social.…………………………………………….19
- Inclusión social en las personas con problemas de salud mental en Europa y en
España…….…….….….….….….….….….….….….….….….….….….….…….….21
- La importancia de este problema en la juventud……..….….….….….….….………24
4.2 Diagnóstico del barrio de Aluche………………..……………………………………25
- Índice de vulnerabilidad………….…………………………………………………..25
- Datos socio-demográficos……………………………………………………………26
- Inclusividad en el barrio………………………………………………………..,……27
4.3 Iniciativas en el barrio…………….………………………………………………..…28
- Asociación SUYAE……………………………………………………………………28
- ASAM……………..……………………………………………………………..……29
5. Conclusiones ……….……….……….……….……….……….…………………………….32
- Límites del trabajo……………………………………………………………………34
- Lineas futuras de investigación………………………………………………………35
6. Referencias ……….……….……….……….……….……….………………………………36
7. Anexos………………………………………………………………………………………..41

1. INTRODUCCIÓN

1.1 Justificación

El presente proyecto de investigación se enfocará en estudiar como pueden vincularse los conceptos
de salud mental y de exclusión social. Ambos conceptos han adquirido importancia de modo
individual, pero es poco frecuente que, en estudios recientes, el vínculo entre estos dos conceptos
obtengan una gran relevancia. Además, se ha querido destacar cómo afectan tanto los problemas de
salud mental como las situaciones de exclusión social en los jóvenes, ya que a menudo se relaciona
la etapa juvenil con un momento lúcido de la vida, sin tener presente que es en esta etapa donde
puede existir un mayor riesgo de padecer una enfermedad mental o exclusión. Es por todo esto que
en el presente trabajo se pretende mostrar cómo la salud mental y la exclusión tienen están
relacionados, lo que puede observarse en los ámbitos sociales, económicos, político y laborales; y la
importancia de su análisis posterior para tener un mayor conocimiento de la situación y así poder
ofrecer más ayudas al respecto. Además, se quiere destacar la labor que realizan diferentes
asociaciones en el barrio de Aluche, siendo este uno de los barrios más vulnerables de la
Comunidad de Madrid. Estas asociaciones son necesarias para que, tanto jóvenes como mayores,
puedan acceder a un apoyo psicosocial, el cual es esencial para que se aminoren los efectos
negativos que pueden causar una mal estado de salud mental y la presencia de exclusión social en
un individuo.

1.2 Objetivos generales y específicos

Para el presente proyecto de investigación se han planteado los siguientes objetivos generales:

- Determinar como es la relación de causalidad existente entre los problemas de salud mental y el
estado de exclusión social, centrándonos en los jóvenes.
- Exponer como ha sido la actuación por parte de diferentes asociaciones y/o instituciones en el
barrio madrileño de Aluche frente a la vulnerabilidad que pueden presentar estos jóvenes
excluidos con problemas de salud mental.

Para poder lograr estos objetivos se han buscado otros objetivos más específicos:

- Conocer el perfil socio-económico y el estado de salud mental de los jóvenes excluidos.


- Determinar los diferentes ámbitos en los que prevalecen problemas de salud mental o situaciones
de exclusión.
- Definir la vulnerabilidad que presenta el barrio de Aluche en comparación al resto de barrio
madrileños.
- Mapear las diferentes iniciativas que se han llevado a cabo en el barrio en cuestión con las que se
ha querido hacer frente al tema a tratar.

- Considerar cuales han sido las motivaciones presentes en los voluntarios de las diversas
asociaciones.
- Ver los efectos que tienen las ayudas en estos jóvenes.

2. MARCO TEÓRICO Y CONCEPTOS PREVIOS

2.1 Salud mental

Historia del concepto

El concepto de salud mental ha sido protagonista a lo largo de la historia desde la Segunda Guerra
Mundial. Desde entonces se han creado diferentes organizaciones donde el interés central se dirige
hacia la salud mental (Miranda 2018).

En Londres, en 1946, se creó la Mental Health Association con el fin de crear un espacio para
informar y aconsejar a personas con problemas de salud mental (MHA, s.f). Más tarde, en ese
mismo lugar, se celebró el Primer Congreso Internacional de Salud Mental, con el fin de
concienciar tanto a los trabajadores sociales, como a los psicólogos y psiquiátricos sobre la
importancia que tiene tratar los diferentes campos que abarca la salud mental para así lograr
establecer una sociedad más feliz y saludable (The British Journal of Nursing, 1948). Por su parte,
la OMS contó con una sección dedicada a la Salud mental desde su creación, en 1948, y en EEUU
destaca la creación del National Institute of Mental Health, agencia federal centrada en la
investigación sobre trastornos mentales (NIMH, s.f).

Por otro lado, la psiquiatría, el psicoanálisis, parte de la psicología y otros movimientos sociales o
políticos han contribuido a la formación de lo que hoy se considera como salud mental (Miranda
2018).

La salud mental aparece como continuación de lo que se conoció como psiquiatría moderna
(Agüero y Correa, 2018). En los servicios sanitarios usualmente se utiliza la expresión “psiquiatría
y salud mental” en donde la conjunción “y” nos da a entender que estos conceptos son distintos
(Miranda, 2018). La psiquiatría se centra en qué hacer con la desviación, sin embargo, la salud
mental se relaciona con la prevención y las acciones promocionales además de fijarse en las
conductas y los comportamientos de los individuos para estudiar cómo integrar a estas personas
(Agüero y Correa, 2018).

Dentro de la fisiología se le da una mayor importancia a la autonomía individual, a ese “equilibrio


interno” de las personas. Esto deriva en una concepción de salud mental basada en el
funcionamiento óptimo del individuo, dando relevancia a las cualidades propias de la persona, las

cuales son capaces de hacer que se llegue al punto más álgido de su desarrollo personal (Miranda,
2018).

Por otro lado, en el ámbito psicológico, aparece en Estados Unidos el conductismo, corriente que
basa su estudio en las leyes del comportamiento animal y humano. La percepción que se tiene aquí
sobre la enfermedad mental está ligada a conductas desadaptativas; por tanto, se da importancia al
entorno del individuo, concretamente a la capacidad que tiene o no una persona de adaptarse a
dicho entorno. Más tarde, la llegada de la psicología positiva añade una nueva vía que influye en la
salud mental, la del nivel de felicidad que posee un individuo. Así pues, en suma, la salud mental se
ha relacionado con la capacidad de adaptación y con el estatus de felicidad de una persona (Miranda
2018).

Con la psicología humanista, se adjudica la naturaleza de la persona y la capacidad de


autorrealización al individuo, como aspectos característicos de una vida saludable; por ello, la salud
mental termina desligándose de la importancia de lo social o de lo útil en una persona (Miranda
2018).

En otro sentido, el psicoanálisis se acercó a este concepto a través de Sigmund Freud, quien
compara la mente con un “aparato”. La diferencia que el psicoanalista ve entre salud y enfermedad
es meramente cuantitativa, es decir, que es una “cuestión de grados, de intensidades distintas”
(Soave et. al, 2018). Por otro lado, el psicoanalista Emiliano Galende, habla de las relaciones
sociales como objeto de estudio de la salud mental. Así pues, la manera en el que un individuo vive
su día a día, teniendo en cuenta sus sentimientos, valores, deseos, anhelos o habilidades, además de
la percepción que tiene ese individuo de si mismo y del resto de la sociedad, son aspectos que
pueden relacionarse con el concepto de salud mental (Macaya et. al, 2018).

Si nos adentramos en la esfera sociopolítica, aquí ya no solo estamos hablando de en que medida el
individuo ha logrado adaptarse en su entorno, como se ha mencionado anteriormente, sino que la
situación se invierte y es la sociedad la causante de que no pueda lograrse una adaptación. Por tanto,
las condiciones de vida influyen en la salud mental del individuo, en tanto que las consecuencias de
la aplicación de un determinado sistema social y económico pueden llegar a generar malestar en
ellos (Miranda 2018).

Por otro lado, Erich Fromm se centró en buscar una relación entre la sociología y el psicoanálisis,
por ello cuando este analizaba la salud mental de un individuo, estaba estudiando a este individuo a
la vez que estudiaba la sociedad en la que se encontraba. Ya que la sociedad es algo que va unido al
hombre y no se puede separar de él, la salud mental también está íntimamente relacionada con la
sociedad. Cabe destacar que se piensa que se tiene una buena salud y un equilibrio mental en el
momento en el que las necesidades y pasiones propias de los individuos son satisfechas (Macaya et.
al, 2018).

En definitiva, resumiendo, las diferentes concepciones de salud mental adoptadas a raíz de estas
disciplinas incluyen la naturaleza del individuo, sus conductas y sus percepciones, además de dar
importancia no solo a cómo es el entorno social del individuo sino también a cómo son las
relaciones que se dan en dicho entorno.

Definición del concepto

La salud y la salud mental son dos conceptos que están íntimamente unidos, ya que si no existe un
buen estado de salud, no se puede esperar que la salud mental vaya por mejor camino (Pacheco,
2003). “No hay salud sin salud mental” es el principio que se acepta mundialmente y que actúa
como núcleo en el Plan de Acción Sobre la Salud Mental 2013-2020 creado por la OMS (OMS.
2013). Tanto la salud, como la salud mental, se ven como un proceso dinámico, lo que quiere decir
que todos en algún momento podemos pasar gradualmente de un estado de salud a otro de
enfermedad (Pacheco, 2003).

La Organización Mundial de la Salud define la salud mental como: “un estado de bienestar en el
que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de
trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad. En este sentido positivo, la salud
mental es el fundamento del bienestar individual y del funcionamiento eficaz de la comunidad”.
Además añade que: “ se puede considerar que la promoción, la protección y el restablecimiento de
la salud mental son preocupaciones vitales de las personas, las comunidades y las sociedades de
todo el mundo” (OMS, 2018). La OMS también recalca que hablar de salud mental no significa
centrarse solamente en los trastornos mentales sino que se tiene que ir más allá (OMS, s.f.), es decir,
centrarnos en estados como la felicidad, la tranquilidad, el disfrute o la satisfacción (Pacheco,
2003).

La Federación Mundial de la Salud Mental (FMSM) relaciona la salud mental con tres aspectos:
cómo se siente con respecto a los demás, cómo responde el individuo a sus necesidades y cómo este
mismo individuo responde a lo que la vida le demanda. Así pues, se considera que una persona
mentalmente sana es aquella que está satisfecha con si misma, que se siente bien con los demás y
que sea capaz de responder a sus propias demandas. La definición que da la FMSM de salud
mental, citada por Pacheco (2003), es la siguiente: “estado que permite el desarrollo óptimo de
cada individuo en el orden físico, intelectual y afectivo, en la medida en que es compatible con el
desarrollo de otros individuos”. Por otro lado, recalca el papel que tiene la sociedad con estos
individuos, el cual consiste en permitir que se produzca este desarrollo, hecho que beneficiará al
desarrollo propio de la sociedad.

Diversos autores, como Soddy o Menninger, han relacionado el concepto de salud mental con el
equilibrio existente entre el hombre y el medio en el que habita, por lo cual, lo dinámico se

convierte en un aspecto digno de destacar, ya que, al ser esto así, el hombre debe ir adecuandose a
los cambios presentes en las condiciones de su medio y en las condiciones internas de las personas
que lo componen (Pacheco, 2003). También destacan la importancia de otro aspecto, el de la
cultura, la cual designa si algo es catalogado como “locura” o como “cordura”. Así pues, la
definición de salud mental difiere en cuanto a la cultura de la sociedad en la que nos encontremos,
hecho que puede dificultar el establecimiento de una definición general de salud mental (Macaya et.
al, 2018).

Factores que determinan la salud mental

Conocer los determinantes sociales que influyen en un individuo es vital si se quiere conocer su
estado de su salud mental, así pues, hay una larga lista de factores a tener en cuenta.

Marc Lalonde (abogado y pol tico con un puesto en el Ministerio de Salud P blica de Canad
(Villar, 2011)) elaboró un informe en el que ligaba la salud con varios determinantes: el ingreso y
gradiente social, desempleo y subempleo, el apoyo recibido, un buen desarrollo en la infancia, la
formación, el ambiente, el estilo de vida, el acceso a los servicios de salud, la cultura, el género, el
estrés, las adicciones y la exclusión social. Para la realización de este apartado se han reorganizado
estos factores quedando de la siguiente manera: factores dentro del ámbito económico y social,
ámbito laboral, ámbito relacional y ámbito sanitario.

El informe antes mencionado, junto con la Public Health Agency of Canada (Agencia de Salud
Pública de Canadá), explican más en detalle las características de estas dimensiones y todas ellas se
han expuesto en el TFM de Vanesa Marzo Vega (s.f), nuestra referencia central para relatar el
contenido de este apartado.

En el ámbito económico y social se puede observar que una persona tiene una mejor salud en el
momento en el que ocupa un rol en la sociedad, lo que significa que tiene capacidad de actuar sobre
su propia vida y tiene voz en la sociedad. Además, si a esto se le suma la obtención de una cantidad
de ingresos suficientes que le permita obtener los bienes básicos, como comida o casa, el estado de
su salud mental será aún mejor. También se ven influyentes aspectos individuales como la actitud,
los valores, el poder o la influencia que cada persona tiene y que la sociedad les asigna previamente
en función de su género. Según cómo se presenten cada uno de estos aspectos en un individuo,
pueden derivarse casos de exclusión social, lo que a su vez puede traer consigo enfermedades,
aislamiento, adicciones, entre otros, y que tiene mayor repercusión en niños y personas de la tercera
edad. Todos estos aspectos pueden causar un estado de mayor vulnerabilidad en los individuos y
una caída o recaída en enfermedades mentales como estados de estrés o esquizofrenia.

Por otro lado, la salud de un individuo que se encuentra en desempleo es notoriamente peor que, por
el contrario, una persona que si tiene oportunidades laborales. Esta situación de desempleo puede




tener consecuencias negativas en una persona traducidas en estados depresivos o de ansiedad. El
desempleo puede estar causado por una falta de formación educativa, ya sea por discriminación en
el acceso a instituciones educativas como por la mala percepción que la persona tiene de una misma
que hace que no crea en sus propias capacidades. El hecho de que una persona no termine los
estudios puede afectarle mentalmente llegando a padecer un declive cognitivo, depresión o
incidencia de patologías psiquiátricas como el Alzheimer o la demencia senil.

Es importante destacar la relevancia del apoyo social, como de parte de familia, vecinos o amigos,
que consiguen proteger a las personas vulnerables que están pasando por una situación mala de
salud mental. Así pues, siguiendo en la linea de la importancia de la familia, el papel de esta última
es merecedora de atención sobre todo en los primeros años de vida del individuo. En este sentido, el
hecho de que una persona haya crecido en un familia con economía precaria puede ser perjudicial
para esta; ya que, al no tener los suficientes recursos para cubrir las necesidades básicas como
comer, puede llevar a dicha persona a un estado de malnutrición, mal desarrollo físico y, como
consecuencia, una mala salud física y mental. Esta situación puede alargarse a años posteriores y,
además, verse influenciada negativamente por los malos hábitos que puede adquirir la persona;
como por ejemplo, fumar, beber alcohol, sedentarismo, mala alimentación, entre otros. Algunos
malos hábitos pueden convertirse en adicciones que, en un momento, las personas adictas pueden
ver como un “calmante” a su propia situación social pero que, en el fondo, lo que hacen es
perjudicarles aún más. Finalmente, mencionar que el apoyo social es fundamental para que se
pueden amortiguar los efectos estresantes que pueden aparecer tras el diagnóstico de una
enfermedad.

Por último, en el ámbito sanitario se observó que no siempre el acceso a los servicios sociales es
sencillo, lo cual puede ser un obstáculo para el buen estado de salud debido a que son estos
servicios sociales los que tienen la función de prevenir y restaurar enfermedades de todo tipo. Cabe
destacar que el estrés generado por determinadas circunstancias puede llevar a un aumento de
preocupación, ansiedad o de sentir que no eres capaz de hacer algo, entre otros.

2.2 Exclusión social

Enfoques teóricos

El término de exclusión social ha ido pasando por un largo recorrido a lo largo de los últimos siglos
y aún así, no se ha llegado a un consenso total entre los diversos autores de lo que implica realmente
este término, llegando a estudiarlo a través de distintos enfoques (Martín, 2011).

En un principio se hablaba desde un enfoque de autoexclusión, basado en una dimensión social-


relacional, en el que prevalecía la falta de motivaciones en los individuos como explicación a su
situación de exclusión. Esta carencia de incentivos podía ligarse al abandono que esos mismos

individuos sentían de parte de las instituciones sociales y políticas (Romero, 2013). En los países
anglosajones calificaron a los grupos de individuos con esas características como infraclase o
underclass, término que Bauman (1998) relaciona con aquellas personas rendidas ante la
posibilidad de que su vida cambie, de que en algún momento logren ser readmitidas en la sociedad.

El autor Charles Murray relaciona el crecimiento de la infraclase con la dependencia, así pues,
mientras exista un mayor estado de dependencia, la infraclase aumentará. Es por esto que Murray
critica a los programas sociales dirigidos a las personas excluidas ya que piensa que la ayuda
prestada es demasiado generosa, hasta tal punto que puede generar un mayor estado de dependencia
en dichas personas (Izcara, 2002).

Si queremos explicar la base conductual de estos individuos excluidos, teorías clásicas como la
etnometodología, el interaccionismo simbólico o la elección racional junto al utilitarismo pueden
ser de gran ayuda (Martín, 2011). La etnometodología hace referencia a cómo los actores actúan de
tal forma que construyen su propia realidad social a partir de los limites estructurales que se
presenten en su vida, limites que por esa misma actuación pueden verse modificados (Caballero,
1991). Por su parte, con el interaccionismo simbólico podemos observar la importancia del
concepto del self, compuesto por la percepción que tenemos sobre nosotros mismos (autoconcepto)
y por el nivel de estima derivada de esa percepción (autoestima). Esta percepción es la que se
transmite hacia el mundo exterior y este mismo mundo devuelve su propia percepción, la cual se
incluirá en el mundo interior del individuo (Martín, 2011). Finalmente, en la última teoría se habla
sobre cómo cada individuo es quien elige sobre su vida al actuar en base a sus necesidades (Vidal,
2008).

Tiempo más tarde, aparece el enfoque de discriminación activa donde el autor Wacquant es
esencial. Este autor, a pesar de que está conforme con la idea de que los determinantes del concepto
de exclusión social son multidisciplinares, quiere centrarse en uno de ellos: el sistema político e
institucional (Martín, 2011). A través de sus estudios llegó a la conclusión de que en las zonas
urbanas se ha implantado un “régimen de marginalidad urbana avanzada” por la que se marginaba a
una parte de la población (Hypotheses, 2020).

Por último, el enfoque de la desprotección y desadaptación es el que se tiene más presente a día de
hoy y se trata de una mezcla de los anteriores enfoques, es decir, aquí se relaciona el concepto de
exclusión social tanto con la escasez de protección social por parte del Estado de bienestar como
con la incapacidad propia de cada persona de adaptarse al resto de la sociedad. Para desarrollar este
enfoque es esencial mencionar el enfoque de las capacidades de Amartya Sen, basado en los
funcionamientos y las capacidades de una persona (Martín, 2011).

Sen, desde el concepto de las capacidades, evalúa la situación de desigualdad, pobreza o injusticia,
en definitiva, la situación de bienestar de la sociedad. Este autor no se centra en el nivel de

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satisfacción de la gente o en la cantidad de recursos con las que cuentan para tener un nivel de vida
u otro, sino en las capacidades reales que tiene esa gente para hacer o ser algo. Por otro lado, dentro
de los funcionamientos encontramos funciones como estar sano, no estar desnutrido, participar en lo
social, ser feliz, tener dignidad, entre otras. Sen pretende evaluar el propio bienestar de un
determinado individuo según las funciones que este posea (Urquijo, 2014).

El problema se encuentra en las personas excluidas, cuyos funcionamientos son muy limitados, lo
que trae como consecuencia la limitación de sus capacidades. Si estas limitaciones no existieran, las
personas en estado de exclusión social podrían desarrollarse como personas, lo que ayudaría a su
proceso de inclusión social. Sen expone además que los excluidos no son capaces de pensar en
cumplir deseos a largo plazo sino que sus deseos únicamente consisten en sobrevivir día a día y en
limitar sus necesidades con el fin de “minimizar los funcionamientos necesario en la vida diaria”
(Martín, 2011).

Si se tiene que relacionar este último enfoque de desprotección-desadaptación con teorías clásicas,
podemos relacionarlo con el concepto de habitus de Bourdieu, el realismo crítico y la teoría de
Giddens sobre la estructuración (Martín, 2011). Bourdieu se interesa por la vida cotidiana de los
individuos que, según este autor, está basada en una serie de disposiciones (adquiridas desde una
edad temprana en el procesos de socialización) con sentido práctico que permiten que los individuos
basen sus actuaciones en determinadas estrategias, en otras palabras, las disposiciones son las que
hacen a un individuo obrar, pensar o sentir durante la práctica social. Es a estas disposiciones a lo
que Bourdieu denomina como habitus (Beltrán, 2004). En cuanto al realismo crítico, en él se ve a la
estructura y a la acción como dos partes esenciales de la realidad social por las que una persona
puede hacer una elección gracias a las oportunidades que se les adjudica (Martín, 2011). Por último,
la teoría de la estructuración de Giddens expone que la estructura es un condicionante de la acción
de los individuos pero que, a la vez, hace que esa acción tenga lugar. Por tanto, la estructura podría
verse como una serie de normas y recursos que cada individuo tiene presente en el momento de la
interacción, pero esto no quiere decir que los individuos no puedan actuar fuera de esa estructura
(Beltrán, 2004).

Definición del concepto

Definir con precisión y de forma unánime el término de exclusión social ha resultado ser un trabajo
complejo. En mayor medida, esto se ha debido a la falta de consenso para establecer unos límites a
tener en cuenta para considerar a un individuo en situación de exclusión, además de que muchos
relacionan este concepto con el de pobreza, desigualdad o marginación, pero en realidad la
exclusión social tiene sus propias peculiaridades (Divulgación Dinámica, 2018).

La exclusión social puede definirse como aquel fenómeno por el que individuos o colectivos son
excluidos de manera parcial o total de la sociedad, lo que significa que no son partícipes de la vida

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social ni tienen los derechos o beneficios que cualquier individuo integrante de la sociedad tendría,
lo cual es indispensable para que se de el desarrollo humano (Martín Alfonso y Agost Felip, 2011).

En este fenómeno de la exclusión social destaca un carácter procesual, dinámico y en constante


expansión, es decir que existen diferentes grados de intensidad en función del lugar que ocupe una
persona en la sociedad. Así pues, los puntos extremos van desde el individuo más integrado hasta el
individuo con mayor estado de exclusión (Laparra, et. al, 2007). Además se habla de dinamicidad
debido a la gran cantidad de factores existentes que pueden hacer que se de o no la exclusión (F.
Cruz Blanca, 2019).

Se destaca también un carácter estructural, por el que la exclusión puede verse agravada según el
sistema social que predomine en la sociedad (Bel Adell, 2002). A día de hoy, la estructura y
organización social vienen determinadas por la existencia de una sistema basado en el fenómeno de
la globalización, y esto ha traído consigo una mayor acentuación de la exclusión social. Este
fenómeno aumentó la desigualdad económica hasta tal punto que la distinción entre ricos y pobres
se hizo más fuerte, a estos últimos se les conoce como los “perdedores” de este sistema y se han
convertido en un colectivo vulnerable (Pérez-Díaz y Rodríguez, 2016).

Por último, el carácter multidimensional de la exclusión social también tiene importancia. Esto
quiere decir que tiene influencia en diferentes ámbitos y muchos autores coinciden en que destacan
sobretodo tres: social, económico y político. (Camacho, 2014). Cuando se habla de lo social se está
haciendo referencia a la falta de vínculos sociales debido al estado de exclusión, situación que lleva
al aislamiento del individuo, por lo que, relacionarse se convierte en una tarea complicada. En lo
económico destaca la exclusión en la repartición de la cantidad salarial normalmente distribuida, lo
que da como resultado una precariedad económica o una situación de desempleo en los individuos
excluidos. Finalmente, en el área política, al presentar un estado de exclusión, los individuos dejan
de ser participes de la vida política o simplemente no desean hacerlo (pasividad política) por lo que
carecen de representatividad o poder y no forman parte de las decisiones que afectan al día a día en
una sociedad (Martín Alfonso y Agost Felip, 2011).

Factores de exclusión social

Los escenarios donde un individuo puede vivir una situación de exclusión son los siguientes:
ámbito económico, laboral, formativo, sociosanitario, residencial, relacional y ciudadanía y
participación. La distinción de estos ámbitos viene dada de parte del catedrático español, Joan
Subirats (2004), quien realizó un estudio junto a su equipo en el que destaca los principales factores
de exclusión. Además, menciona al sexo, la edad y el origen social como aspectos básicos
influyentes en el grado de exclusión social que puede darse en una persona.

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En el ámbito económico destaca la pobreza como factor esencial de exclusión. A pesar de que esta
pueda ser causante de exclusión, no significa que cualquier persona que se vea en situación de
pobreza se encuentre también en situación de exclusión. Cabe destacar la dificultad de establecer un
umbral con el que medir el nivel de pobreza entre los individuos. Además de la pobreza como factor
de exclusión existen otros dos factores: las dificultades en el sector financiero del hogar y la
dependencia económica de las prestaciones sociales (Subirats, 2004).

El hecho de que una persona esté inmersa en el mundo laboral es un aspecto importante, no solo
para poder obtener ingresos y así poder subsistir, sino también porque constituye una parte esencial
si se quieren mantener relaciones sociales. Es por esto que las personas sin un empleo son más
propensas a ser excluidas. Así pues, el desempleo y el subempleo surgen como formas de exclusión
social (Subirats, 2004).

La formación educativa es fundamental para que una persona adquiera determinadas competencias
y logre así acceder a una vida profesional y a un desarrollo tanto personal como social. Sin
embargo, el acceso al sistema educativo suele estar restringido para las personas excluidas; además,
por otro lado, el capital formativo de la persona, es decir, la capacidad que tiene para entrar en el
área sociolaboral suele estar condicionada por la percepción negativa de los demás hacia estas
personas (Subirats, 2004).

El ámbito sociosanitario es otro que presenta desigualdades. Por un lado, el acceso a los servicios
básicos de salud no está totalmente al alcance de las personas excluidas y, por otra parte, existe un
rechazo hacia las personas que presentan enfermedades duraderas o difíciles de revertir como por
ejemplo es el caso de las que padecen enfermedades infecciosas, tienen adicciones o padecen de
trastornos mentales graves, entre otros (Subirats, 2004).

Los problemas presentes en el ámbito económico y laboral de una persona pueden dar como
resultado la exclusión en el ámbito residencial. Por un lado, puede estar causada por la poca
accesibilidad a una vivienda pero también puede hablarse de exclusión en relación a la presencia de
malas condiciones de una vivienda, esto es por ejemplo, la falta de agua corriente (Subirats, 2004).

Un eslabón esencial en la vida de una persona excluida es la presencia de una familia. Los vínculos
que se establecen con ella pueden ayudar, aunque también perjudicar, a la situación de exclusión. La
falta de este tipo de vínculos pueden traer consecuencias en el terreno afectivo de la persona así
como en su desarrollo personal. Aún así, la familia puede ser también causante de agravar el estado
de exclusión, todo depende de la calidad de los vínculos que se formen con ella (Subirats, 2004).

Finalmente, en el ámbito de la ciudadania y participación, existen personas excluidas que no pueden


participar activamente en la vida política, dando a relucir cómo no se respetan los derechos y

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obligaciones que cualquier persona tiene. Es más, esta falta de participación política puede
traducirse en un aumento de la falta de cohesión en la sociedad (Subirats, 2004).

2.3. Antecedentes de estudio sobre salud mental y exclusión social.

En este apartado se pasará a recopilar los diversos estudios encontrados sobre la relación existente
entre la salud mental y la exclusión social, tema sobre el cual se quiere abordar el presente proyecto
de investigación. Estos estudios se han adquirido en su totalidad en diferentes revistas científicas y
se tratan tanto de artículos de investigaciones internacionales (realizadas fuera de España) como
nacionales (dadas en España).

En primer lugar, en la investigación titulada Inclusión social en salud mental: la concepción y el rol
de los trabajadores de salud mental, realizada por Paula Raimondi, María Victoria Alcoba y
Alejandro Todaro Kicyla (2012), en Buenos Aires, se pretende identificar y analizar las
concepciones que tienen los trabajadores en el sector de Salud Mental sobre el concepto de la
Inclusión Social. Para ello utilizaron técnicas cualitativas: investigación documental, entrevistas y la
observación no participante, y técnicas cuantitativas: recopilación de datos en diferentes unidades
de análisis como la Direcci n de Estad sticas e Informaci n en Salud, Ministerio de Salud de la
Naci n y la Direcci n Nacional de Salud Mental. En cuanto a la muestra seleccionada para las
entrevistas, se realizaron 7 entrevistas abiertas al personal y jefes residentes de tres Hospitales
Generales escogidos por su accesibilidad y aporte de riqueza y diversidad de información. Las
conclusiones que se obtuvieron tras la realización de este estudio fueron que muchas veces se
vincula la inclusión social con la rehabilitación, es decir, se le ofrece a los individuos con problemas
de salud mental la posibilidad de curarse en un ambiente “ficticio” como es un hospital, en lugar de
pensar en la necesidad de este individuo de involucrarse en la sociedad real. Así pues, no se tiene en
cuenta que donde hay que empezar a realizar cambios es en la misma sociedad, la cual puede estar
basada en vínculos que lleven a la exclusión social y no a la inclusión social.

En Colombia, el artículo denominado Revisión documental sobre orden social y salud mental,
escrito por Alix Mar a G mez Mart nez, Mar a Isabel Cardona Garc a y Mary Isabel Cubillos P rez
(2010), tenía como objetivo encontrar relación entre lo social y la salud mental. Se basó en la
recopilación de diferentes estudios en los que se relacionaban la salud mental con diferentes
categorías como el apoyo social, las transformaciones sociales, la pobreza, violencia, entre otros. La
categoría que más se destacó en los diferentes estudios fue el del apoyo social como influyente
indiscutible sobre la salud mental de las personas, así pues, mientras haya un mayor nivel de apoyo
central, existe menos riesgo de que aparezcan estados depresivos o de que se un deterioro
psicológico en la persona. Asimismo, la falta de cohesión social y de participación en la vida
política y social presente en un individuo (dados por una exclusión social) puede tener también
consecuencias en su salud mental. En definitiva, es importante que, para estudiar el estado de salud

14











mental, se tenga en cuenta tanto el espacio interior como el espacio social que conforma a un
individuo.

Exclusión social y salud mental en jóvenes de una comunidad urbano- marginal de Lima
Metropolitana fue el título del trabajo de investigación realizado por Yulliana de Lourdes Escudero
Villanueva, et.al (2017) en la capital de Perú, Lima. Su objetivo era encontrar relación entre la
exclusión social y salud mental en jóvenes centrándose en una comunidad urbano-marginal de
Lima. Dentro de la metodología usada encontramos la técnica cuantitativa de la encuesta por la que
se aplicaron dos cuestionarios, uno para medir la exclusión social y otro la salud mental. Estos
cuestionarios estuvieron dirigidos a una muestra formada por 100 pobladores con una edad de entre
18 y 29 años, todos ellos pertenecientes a la comunidad de Lomas de Zapallal. Las variables tenidas
en cuenta en los cuestionarios destinados a medir la exclusión social son las siguientes: relacional,
social, personal, residencial y espacial, económico y laboral. Por su parte, las variables que
aparecían en los cuestionarios para medir la salud mental fueron: actitud prosocial, satisfacción
personal, autocontrol, autonomía, resolución de problemas y autoactualización y habilidades de
relación interpersonal. En ambos casos se tuvo en cuenta la escala de Likert para la recopilación de
las respuestas en los cuestionarios. Estas respuestas reflejaron que el 46% de los encuestados se
encuentran inmersos en la exclusión social en un nivel moderado por las variables antedichas.
También se reflejó que el 48% de los participantes poseía un nivel medio de salud mental positiva y
un 33%, un bajo nivel de salud mental positiva. En definitiva, podría decirse que los jóvenes
presentaron un nivel medio de exclusión social y de salud mental y que la relación entre estos dos
conceptos es alta y significativa.

En el País Vasco (España) las autoras Loira Manzani y Maitane Arnoso (2014) escribieron un
artículo titulado Bienestar psicosocial en menores y jóvenes extranjeros sin referente familiar
adulto: factores de riesgo y protección. Su objetivo era reflexionar sobre la realidad de jóvenes
extranjeros sin referente familiar adulto y su salud mental. Esta reflexión surge de la experiencia de
la organización SOS RACISMO Gipuzkoa, en la que se presta atención al colectivo que se pretende
estudiar, previniendo la exclusión y malestar psicosocial y fomentando el desarrollo personal y la
insersión social. La metodología cuantitativa usada consistió en el análisis de testimonios de
jóvenes atendidos en esta organización. Estos jóvenes, al emigrar y llegar a un lugar completamente
nuevo para ellos, viven episodios de exclusión social causados por una población que tiene una
actitud hostil hacia las personas extranjeras “y un tratamiento mediático inadecuado respecto de
estos jóvenes”. Tras el análisis se expone que se debe dejar de “camuflar con pastillas y etiquetar
como problemas mentales y de conducta a aquellas dificultades que enfrentan nuestros/as nuevos/as
menores y jóvenes y potenciar aquellos aspectos psicosociales que mejoren su salud y bienestar
social”. Entre las consecuencias psicosociales que pueden presenciarse en estos jóvenes menores
tras sus viajes migratorios están los síntomas depresivos, estado de ansiedad, síndromes
confusionales, vivencias de culpa y vergüenza y el impacto en el sistema de creencias básicas, lo
cual dificulta aún más su madurez e integración social.

15

En un artículo realizado por Duncan Pedersen (2009), en Canadá, denominado Estigma y exclusión
en la enfermedad mental: apuntes para el análisis e investigación, al hablar sobre la exclusión
social en individuos con una mala salud mental también destaca un concepto importante en este
campo, como es el del estigma. La información tratada en este artículo se basó en una revisión de la
literatura. Goffman, citado por Pedersen, define estigma como la “presencia de un atributo personal
negativo y en extremo denigrante, que hace a una persona diferente de las demás”. Este estigma,
según cuenta el autor, se entiende como un concepto dinámico, fluido y contingente, producto de la
sociedad, relacionado con la institucionalización, y está muy presente hacia los individuos con
problemas de salud mental. En Canadá, el estigma y la exclusión social hacia personas con
enfermedades mentales están muy presentes tanto en los profesionales de la salud como en la
población en general, tanto que la tolerancia hacia las posibles actitudes violentas o calificadas
como “locas” es casi inexistente. Por todo lo antedicho, el estudio concluye con la afirmación de
que la integración social de las personas con mala salud mental es escasa, lo que deriva en la exigua
presencia de apoyo social, conflictividad en el núcleo de su familia, percepción negativa hacia su
persona, síntomas de depresión, elevada tasa de desempleo, escasos ingresos económicos y un
status social inexistente.

Celia Sanz Gómez (2018) dio a conocer la calidad de los cuidados que se dan a las personas con
algún trastorno mental, con el fin de prevenir su exclusión social, a través de su estudio La
exclusión social de las personas con enfermedad mental y de sus familias. Los cuidados de
enfermería que mejoran la situación, publicado por la Universidad de Valladolid, España. Al igual
que el anterior estudio, da importancia al estigma que una persona con un trastorno mental puede
padecer, ya que ello puede derivar en exclusión social al predominar en la ciudadanía el
pensamiento de que estas enfermedades pueden ligarse con actitudes violentas, peligrosas e
impredecibles. Para cubrir el objetivo de esta investigación se ha procedido a realizar una revisión
bibliográfica de artículos científicos tanto en español como en inglés. Los resultados reflejan que las
personas con algún trastorno mental presentan dos dificultades: el padecimiento de la enfermedad y
la opinión y exclusión social como resultado de la percepción que se tiene sobre dicha enfermedad.
Esto puede repercutir en la imagen que estas personas tienen sobre si mismas y, por tanto, también
en su posible recuperación. Es por todo esto, que la autora adjudica a las enfermeras un papel vital
para que esta situación cambie a través de su lucha conjunta por una mayor inclusión que permita
que estas personas con problemas mentales tengan derechos plenos como el resto de la sociedad.
Así pues, las actividades que ayuden a los pacientes mantener contacto con la sociedad pueden ser
una buena idea con la que conseguir un cambio de pensamiento y eliminar todo tipo de prejuicios.

Por último, citar el artículo titulado: Salud mental y exclusión social: estado de la cuestión, llevado
a cabo por Ararteko, defensoría del pueblo u Ombudsman del País Vasco, España (2010). Entre las
labores de Ararteko están el de velar que la actuación de las administraciones y políticas públicas
ayuden a preservar y atender los derechos básicos, principalmente el derecho de la salud. Es por
este motivo que se decidió escribir este artículo y, para ello, se ha pasado a analizar las quejas de los

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ciudadanos con respecto a este tema. Las diversas reuniones que ha mantenido esta organización
con afectados, familiares y colectivos de apoyo han ayudado a conocer más en profundidad los
problemas que rodean a las personas cuya salud mental se ha visto afectada. Este artículo se centró
en su totalidad a exponer la relación existente entre salud mental y exclusión social. Se habla sobre
cómo los problemas de salud mental pueden ser causa y consecuencia de exclusión social. La no
participación en la vida social, educativa y profesional de las personas con enfermedad mental
generan soledad, marginación, sufrimiento o aislamiento. Así pues, estas personas se convierten en
un colectivo vulnerable dentro de la sociedad y necesitan de atención tanto sanitaria como social
con el fin de conseguir una reinserción social, fin que las políticas públicas deben perseguir en todo
momento. El prejuicio y el estigma existente hacia este colectivo vulnerable se sabe que está muy
presente en la sociedad y solo podrá lograrse la integración social si esto desaparece y se da una
información más completa sobre lo que implica la salud mental, así se conseguiría una aceptación y
respeto por cualquier diferencia. Todo lo antedicho puede complementarse con datos. Se estima que
solo entre el 10 y el 15% de las personas con enfermedad mental tienen un empleo regular, mientras
que la tasa de inactividad alcanza el 70%. Esto es debido a la dificultad que presentan estas
personas a la hora de mantener un puesto en un empleo, la baja cualificación de estos y las
condiciones de precariedad en la que se desarrollan estos trabajos, además de que las empresas
muestran cierta reticencia a la hora de contratar a este tipo de personas. El artículo concluye
diciendo que, es por todo lo que se acaba de exponer, que se ve necesario incrementar la calidad de
respuesta de los servicios destinados a este colectivo.

En cada uno de los artículos expuestos existe coincidencia a la hora de relatar la importancia de
diversos aspectos en relación al tema a tratar. En todos puede verse que entre la salud mental y
exclusión social existe una relación. El estigma y el prejuicio hacia las personas con problemas
mentales son dos aspectos relevantes que, a día de hoy, siguen presentes entre la población, y cuya
causa suele ser la falta de información sobre la salud mental. Este hecho hace que la exclusión
social dada en lo que se ha denominado como colectivo vulnerable, sea aún más visible. La no
pertenencia de este colectivo en ámbitos sociales, económicos o políticos, hace que cada vez sea
menos probable que la integración social de estas personas pueda darse, lo que implica que tampoco
puedan conseguir un buen desarrollo personal y social. Asimismo, la ayuda hacia este colectivo por
parte de los trabajadores en sectores de salud es esencial para conseguir su rehabilitación y posterior
inserción social y, por ello, la innovación y mejora de estos sectores también es importante.

3. METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN.

Con el fin de lograr los objetivos propuestos en este proyecto de investigación, se ha decidido usar
una metodología cualitativa que nos permitirá recopilar una información bastante enriquecedora en
relación al tema a tratar. Se usó la técnica cualitativa de la entrevista abierta y la recopilación de
documentos. Por tanto, se pueden apreciar tanto fuentes primarias como fuentes secundarias.

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La diversa información obtenida relacionada con cómo la salud mental puede ser causa y
consecuencia de la exclusión social, fue recopilada a través diversos documentos de los cuales
fueron seleccionados los siguientes:

- De la exclusión a la inclusión: El camino hacia la promoción de la inclusión social de las


personas con problemas de salud mental en Europa. Un análisis basado en los informes
nacionales de los miembros de MHE de los 27 países de la UE. (Informe abreviado). (MHE,
2009).

- Promoción de la salud mental, prevención de los trastornos mentales y lucha contra el estigma.
Estrategias y recursos para la alfabetización emocional de los adolescentes, escrito por Rocío
Casañas y Lluís Lalucat (2018).

En segundo lugar, para realizar un diagnóstico sobre el barrio de Aluche, se utilizaron diversos
artículos, útiles para determinar el estado de vulnerabilidad, la situación socio-demográfica y el
grado de inclusión del barrio. Esos artículos a los que hacemos referencia son:

- Metodología para la elaboración del índice de vulnerabilidad territorial de barrios y distritos de


Madrid y ranking de vulnerabilidad, elaborado por la Universidad Carlos III de Madrid (2018).

- Diagnosis participada Aluche (Latina), realizado por Convivencia Intercultural (2019).

Por último, para obtener información sobre cómo se desarrolla la actuación de diferentes
asociaciones que prestan su ayuda a los colectivos más vulnerables del barrio, se ha recurrido al uso
de la técnica cualitativa de la entrevista abierta. Para escoger a quienes iban a ser entrevistados se
realizó una búsqueda previa sobre las diferentes asociaciones o instituciones cuya labor fuera
dirigida al barrio de Aluche.

Tras la búsqueda se ha encontrado, por un lado, la asociación SUYAE y, por otro, Asociación Salud
y Ayuda Mutua (ASAM). La asociación SUYAE se encargaba de realizar una intervención
socioeducativa dirigida a familias y jóvenes del Distrito de Latina (entre el que se encuentra el
barrio de Aluche) y centrándose especialmente en los jóvenes. Los campos en los que se dirigía su
actuación eran: el área de formación y empleo, el área de intervención social y el área de educación
social. Sin embargo, esta asociación cerró sus sedes en el año 2012, por lo que, solamente se podrá
aportar información diversa sobre su últimas iniciativas, pero no se ha podido realizar la entrevista
programada.

Por otro lado, la misión de ASAM es ayudar a los grupos vulnerables en riesgo de exclusión como
causa de diversas dificultadas relacionadas con su estado de salud mental. En esta fundación se
realizó una entrevista de forma anónima a una de las voluntarias, mediante la que se obtuvo

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información diversa sobre la asociación además del punto de vista de esta misma sobre la exclusión
social y la salud mental.

La entrevista realizada fue semi-estructurada, de forma anónima y online. Previamente se elaboró el


siguiente guión de preguntas:

Bloque 1: Preguntas relacionadas con el entrevistado:


• ¿A qué se dedica?
• ¿Desde hace cuánto tiempo está inmerso en esta organización?
• ¿A qué tareas específicas dedica su tiempo dentro de esta organización?
• ¿Qué motivaciones estuvieron presentes a la hora de decidir ayudar en este tipo de situaciones?

Bloque 2: Preguntas relacionadas con la organización:


• ¿Cómo se organiza esta asociación a la hora de prestar ayuda?
• ¿Qué vías se utilizan para que los jóvenes puedan ponerse en contacto con esta organización?
• ¿Cómo calificaría la ayuda que se brinda en esta organización? ¿Qué cree que se puede mejorar?
• ¿Tiene conocimiento de otro tipo de asociaciones, organizaciones y/o instituciones que colaboren
con esta causa en el barrio de Aluche?

Bloque 3: Preguntas relacionadas con el nivel de acercamiento que se tiene con los jóvenes:
• ¿Cómo definiría los vínculos que se forman entre los jóvenes que reciben ayuda?
• ¿Considera que en este barrio la presencia de jóvenes vulnerables es alta o baja?
• ¿Cuál diría que es perfil que más abunda entre estos jóvenes?

Bloque 4: Preguntas relacionadas con las ayudas externas y visiones de futuro:


• ¿Considera que las instituciones externas, como los Servicios Sociales, han colaborado para que
mejore la situación de estos jóvenes?
• En proyección a un futuro ¿cómo piensa que se irá desarrollando esta situación en el barrio?

4. PRINCIPALES RESULTADOS

4.1 Relación salud mental y exclusión social

La Mental Health Europe elaboró un análisis titulado De la exclusión a inclusión. El camino hacia
la promoción de la inclusión social de las personas con problemas de Salud Mental en Europa. Un
análisis basado en los informes nacionales de los miembros del MHE en los 27 países de la UE
(2009). En este análisis se refleja perfectamente cómo es la relación entre el concepto de salud
mental y el de exclusión social, y lo desarrollaremos en este apartado.

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El Mental Health Europe es una organización europea de redes no gubernamentales cuyo objetivo
es mediar por la salud mental, bienestar y los derechos de personas que padecen algún problema
mental, además de ayudar a sus cuidadores o familiares. Poner fin al estigma y la discriminación
son dos puntos importantes también para esta organización (MHE, s.f).

La salud mental puede verse como causa y consecuencia de exclusión social. Por un lado, los
problemas de salud mental pueden darse por diversos factores como desventajas socio-económicas,
desempleo, malas condiciones de vida, discriminación, entre otros. Y por otro, una vez que
aparecen los problemas de salud mental en una persona, esta puede terminar enfrentándose a un
ámbito socio-económico precario, aislamiento y exclusión social, debido principalmente a que en la
mayor parte de la población aún persiste un estigma hacia este tipo de enfermedades. Existe la
creencia de que las personas con mala salud mental son peligrosas para la sociedad, no hay
capacidad de verlas como personas “normales”.

El estigma es conocido como ese atributo negativo que se le asigna a una determinada persona y
que provoca que se de una intolerancia hacia un determinado colectivo. Como se ha mencionado, la
estigmatización hacia las personas con problemas de salud mental ha estado y sigue estando
presente en nuestra sociedad. Como consecuencia de esto, puede aparecer un auto-estigma por el
que estas personas llegan a sentir vergüenza de ellos mismos o culpabilidad por tener una
enfermedad mental.

En este análisis se cita un estudio del Eurobarometer (2003) en el que se menciona que en la Unión
Europea un 87% de las personas con enfermedad mental tienen menos posibilidades de encontrar un
puesto de trabajo o mejorar su educación, en comparación con el resto de la población vulnerable,
como los que poseen alguna discapacidad física, tienen una edad superior a 50 años o se les
discrimina por su etnia.

Los principales factores de desventaja social en los que se puede evidenciar con mayor claridad el
vínculo entre exclusión social y salud mental son tres: sinhogarismo, pobreza y desempleo.

Sinhogarismo: El hecho de tener una vivienda en buenas condiciones propicia a que se den unas
mejores condiciones de salud mental. En el caso de que una persona viva en un hogar precario
pueden derivarse enfermedades mentales en esa persona. Las enfermedades más frecuentes son
depresión, adicción a sustancias, esquizofrenia o el alcoholismo.

Pobreza: una economía precaria y la pobreza se vinculan normalmente a estados de estrés pero
también pueden desarrollarse problemas de salud mental graves. También es posible que suceda al
contrario, cuando una persona tiene alguna enfermedad mental, esta se presenta como un obstáculo
a la hora de querer mejorar su situación financiera o aumentar sus ingresos ya que, el conseguir un
trabajo puede volverse más difícil para estas personas por la presencia de estigmas.

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Desempleo: según este análisis el índice de las personas con alguna enfermedad mental y
desempleados es dos veces mayor que el índice de personas desempleadas sin ninguna enfermedad
mental. Asimismo, dentro de las personas con alguna enfermedad mental que poseen un empleo, se
observa una diferencia de ingresos de ellas en comparación con la población sana. Por ejemplo, en
Alemania se determinó que los ingresos de personas con discapacidad eran un 35 % más bajos que
los de las personas sin ninguna discapacidad.

La infancia es una etapa clave en este análisis. Se observó que muchas veces la exclusión podría
darse desde edades muy tempranas. Por ejemplo, los niños que tienen alguna enfermedad mental
normalmente no asisten al colegio debido a que las instituciones no suelen tener conocimiento sobre
como atender las necesidades de estos niños. Así pues, se ha observado también que los jóvenes con
una mala salud mental suelen abandonar sus estudios obligatorios. Como consecuencia a estas
situaciones, son muchos los jóvenes que no tienen aspiraciones para su futuro y esta falta de
formación educativa tiene su efecto también en el momento de acceder a una oferta de empleo.

Estas personas desempleadas, a causa de su salud mental, normalmente reciben ayudas económicas
como pensiones de incapacidad por su enfermedad además de subsidio de desempleo, aunque el
primero suele ser el más frecuente.

Aún así, hay un gran número de personas con algún problema de enfermedad mental contratadas en
algún trabajo, sin embargo, los salarios no son muy elevados e incluso llegan a ser menos que el
salario mínimo establecido.

Por último, a los medios de comunicación también hay que darles un papel importante en esta
situación ya que muchas veces aparecen noticias sobre diferentes casos dados en personas con
problemas de salud mental, los cuales suelen magnificarse, de tal modo que pueden aumentar el
estigma y la discriminación del resto de la población. Esto puede argumentarse con un estudio
realizado por la Facultad de Ps c logía de la Universidad Compl te se de Madrid publicado en
2006, citado por Acevedo Castillo, en el que se expone que en un alto porcentaje de noticias se
relatan casos de crímenes o actos violentos cuyos responsables eran relacionados con algún
problema de salud mental (Acevedo Castillo, 2017).

Inclusión social de las personas con problemas de salud mental en Europa y en España

El MHE (2009) destaca la importancia de lograr una inclusión social de las personas con problemas
de salud mental en Europa y en España en diferentes áreas: salud y servicios sociales, educación y
formación, trabajo, vivienda, actividades de tiempo libre y derechos civiles y humanos.

En el área de salud y servicios sociales, a nivel europeo, se ve importante mejorar la calidad de vida
y ayudar a la integración social de las personas con enfermedad mental; ya que, tras el análisis de

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varios informes de diferentes países europeos sobre este tema, se observó que muchos de ellos
carecen de sistemas de rehabilitación psicosocial y de una promoción de inclusión social necesarios
para atender debidamente los problemas de salud mental. Además, en muchas ocasiones, el diálogo
entre médicos, psiquiatras y trabajadores sociales es casi inexistente pero necesario.

En esta misma área, pero a nivel de España, se ve necesaria la mejora de coordinación de los
médicos y psiquiatras con los servicios sociales, en todos los niveles, para conseguir que las
personas con alguna enfermedad grave puedan ser incluidas socialmente en lugares como vivienda,
empleo o ayudas económicas.

En cuanto al área de la educación y formación, a nivel de Europa, se observó que la tasa de


abandono de los estudios de los individuos con problemas de salud mental es realmente elevada en
un número elevado de países europeos. Esto es debido al estigma, la falta de conocimiento sobre
esta situación a la hora de realizar un programa educativo o la inexperiencia de los educadores con
alumnos con problemas mentales. Aún así, existen muchos colegios especiales dedicados
exclusivamente a este tipo de alumnos, pero en realidad estos colegios lo que hacen es fomentar
más una exclusión social. La falta de formación de los más jóvenes influye en su posterior inserción
laboral lo que, a su vez, hace que la exclusión social siga aún más presente. La mayoría de los
programas existentes que quieren ayudar a la formación laboral de estas personas se encuentran en
manos de diversas ONGs, las cuales presentan dificultades debido a su débil soporte económico.

En España, los estudiantes con problemas de salud mental consiguen terminar sin mucha dificultad
los cursos obligatorios, pero los problemas se acentúan en la etapa universitaria, momento en el que
abundan más casos de enfermedades mentales debido a que no existe un asesoramiento de calidad.
Se ve necesario que existan programas de difusión de la importancia y de las diversas opciones
académicas a las que pueden acceder estas personas.

En lo referente al área del empleo, se ha visto que en los países europeos, el colectivo vulnerable
formado por personas con alguna enfermedad mental es donde se presencia un mayor desempleo.
Los jóvenes lo tienen complicado, tanto para obtener como para mantener un empleo. Esto se debe
a que en la mayoría de los países sigue presente el estigma, discriminación y, sobretodo, una gran
difusión de mitos de las enfermedades mentales entre las diversas empresas. Es por todo esto que la
única fuente de ingresos para estas personas son solamente las pensiones recibidas por discapacidad
mental. El problema es que estas pensiones son muy bajas.

En el territorio español se calculó que entre un 60% y un 90% de personas con problemas de salud
mental se encuentran desempleadas. Y los trabajos que consiguen el otro porcentaje restante son
normalmente esporádicos, a diferencia de los que presentan otra discapacidad que pueden obtener
trabajos más estables. Esto demuestra que las personas con alguna enfermedad mental son los más
vulnerables en el área del trabajo, tanto es así que en una encuesta se registró que un 31,78%

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aceptaría cualquier tipo de trabajo con tal de tener uno. España se ha encargado de promocionar el
empleo en personas con discapacidad, sin embargo, las personas con enfermedad mental no se
tienen en cuenta.

La vivienda es un aspecto básico en la vida de un individuo, pero no todas las personas con
problemas de salud mental tienen acceso a ella. Debido a una falta de ingresos, a estas personas les
resulta más complicado poder pagar un alquiler. Muchos países europeos carecen de leyes dirigidas
a la protección de las personas con problemas de salud mental frente a la discriminación que estas
sufren a la hora de querer adquirir una vivienda.

Por otra parte, se ha calculado que el 88% de los cuidados que se dan a una persona con problemas
de salud mental, en España, los reciben de parte de su familia. Pero, aunque el apoyo recibido por
parte de la familia les ayude en lo relacionado al tema de la exclusión social, se necesita mucho
más, ya que sus cuidados no durarán mucho tiempo, los familiares terminarán envejeciendo.

Las actividades de tiempo libre son esenciales para que los efectos causados por los problemas de
salud mental se vean disminuidos. Sin embargo, la mayoría de estas actividades, como ir al cine o al
teatro, resultan inaccesibles para las personas con problemas de salud mental por su precio.
Además, estas personas no suelen querer salir con frecuencia por el rechazo que podrían sentir por
parte del resto de las personas. Usualmente, en la mayoría de los países europeos, estas actividades
son organizadas por ONGs pero el limite de recursos termina siendo un problema para que se siga
adelante con estas actividades.

Finalmente, el ámbito de los derechos civiles y humanos de las personas con enfermedad mental
difiere dependiendo de en que país europeo nos encontremos. En algunos países existe una ley
relacionada con los derechos que tienen los pacientes de psiquiatría y en otros países se carece de
esta ley. Por otro lado, en la mayoría de los países europeos, las personas con problemas de salud
mental no son conscientes de los derechos que tienen, lo que les impide poder defenderse en
determinadas situaciones. En otros países, existe una ley en contra de la discriminación de personas
con discapacidad, sin embargo las personas con problemas de salud mental no se encuentran dentro
de este colectivo discriminado. Por último cabe destacar que a muchos países les preocupa el hecho
de que algunas personas con enfermedad mental sean tratadas legalmente frente a un delito del
mismo modo que a las personas que no tienen ninguna enfermedad.

Existe un grupo que presenta mayor vulnerabilidad compuesto por mujeres, niños, personas de edad
avanzada e inmigrantes, siendo estos últimos los que tienen más riesgo de padecer algún problema
de salud mental y de exclusión social.

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La importancia de este problema en la juventud

Antes de adentrarnos en como se desarrolla esta situación en los jóvenes, hay que hacer referencia
al rango de edad en la que podemos situar a una persona “joven”. La etapa juvenil de un persona se
ve implicada por ese paso de un estado de dependencia infantil a otro caracterizado por una etapa
más autónoma en la que la persona tiene que enfrenarse a sus derechos y deberes como persona
adulta. No existe aún una unanimidad por la que se puedan establecer unas edades entre las que se
comprenda esta etapa juvenil. Aún así, en el estudio de Sawyer (2018), citado en el artículo de
Rocío Casañas y Lluís Lalucat (2018), se ha dictaminado que la adolescencia puede concentrarse
entre las edades de 11 y 25 años, identificando en este rango de edad tres tipos de adolescencia:
adolescencia temprana entre los 12 y los 14 años; adolescencia media entre los 15 y los 17 años; y
la adolescencia tardía que estaría comprendida entre los 18 y los 25 años (Casañas y Lalucat, 2018).

La vulnerabilidad derivada de las situaciones que se han expuesto en los anteriores apartados se
presenta en mayor medida en jóvenes, en comparación con la gente de mayor edad. La vida de cada
joven está en constante movimiento, donde predominan los cambios emocionales, sociales y físicos,
lo que les convierte en un colectivo más vulnerable. Estos cambios pueden darse por mudanzas de
casa o instituto, indecisiones sobre su futuro (por ejemplo, qué estudiar), variaciones en el núcleo
familiar, diferentes tipos de amistades, entre otros muchos cambios (Casañas y Lalucat, 2018). La
OMS destaca factores que pueden dar lugar a la aparición de estrés durante esta etapa: deseo de
autonomía, la presión social, inspección de la identidad sexual y el frecuente uso de las nuevas
tecnologías (OMS,2020). Aunque la juventud este vista como una época álgida de la vida, es en esta
etapa donde se han registrado más casos de trastornos mentales graves (Casañas y Lalucat, 2018).
Así pues, la estigmatización, discriminación, marginación, falta de apoyo social o condiciones de
vida precarias pueden ser factores que hagan aparecer esos trastornos mentales. Otro dato
importante es que tanto niños como adolescentes son vulnerables a una violación sexual que, sin
duda, afecta a su salud mental. Los trastornos emocionales, trastornos del comportamiento infantil,
trastornos alimentarios, psicosis, suicidio y autolesiones o conductas de riesgo son los problemas
más frecuentados entre los jóvenes (OMS,2020).

Los trastornos emocionales pueden derivar, además de la ansiedad o depresión, en reacciones de


frustración o enfado, en cambios de ánimo continuos, o en dolores como el dolor de cabeza. Por
otro lado, la segunda causa principal por la que se da la morbilidad entre adolescentes es el trastorno
del comportamiento infantil. Dentro de este tipo de trastorno encontramos el trastorno de déficit de
atención o de hiperactividad. Los trastornos alimentarios, por su parte, son frecuentes en
adolescentes y en una etapa más adulta. Entre estos trastornos encontramos casos de bulimia o
anorexia, más frecuente en mujeres que en hombres. A veces, estos trastornos suelen venir
acompañados de ansiedad, depresión o abuso de sustancias. La psicosis, al igual que los trastornos
alimentarios, son más frecuentes en adolescentes y en la edad adulta. Esta psicosis trae consigo
síntomas como alucinaciones o delirios. El suicidio y las autolesiones son conocidos como

24

situaciones que tienen un alto nivel de gravedad. Estos casos resultan de una niñez llena de abusos,
la estigmatización, falta de apoyo o de recursos. En nuestra época actual, las redes sociales son un
alto influyente negativo en los más jóvenes. Finalmente, las conductas de riesgo como las
adicciones a sustancias perjudiciales o prácticas sexuales de riesgo suelen aparecen tempranamente
en los individuo. Entre esas sustancias perjudiciales destacan el cannabis, tabaco o bebidas
alcohólicas (OMS, 2020).

Todos estos problemas de salud mental que los más jóvenes suelen padecer les hace más
vulnerables a la discriminación, estigmatización y la exclusión social, lo que afecta a su formación
educativa o a sus oportunidades laborales, además de a su condición física y personal (OMS, 2020).
Si estos problemas no son detectados o tratados a tiempo, pueden influir muy negativamente en su
etapa más adulta (Casañas y Lalucat, 2018).

4.2 Diagnóstico del barrio de Aluche

Índice de vulnerabilidad

La Universidad Carlos III, para el Área de Coordinación territorial y Cooperación público social, ha
elaborado un índice de vulnerabilidad por barrios y distritos (2018). En esta elaboración se expone
que la vulnerabilidad se presenta en un lugar, en el momento en que se aprecian signos de riesgo o
desventaja que pueden transformarse en situaciones de exclusión. Además, añade que esta
vulnerabilidad no puede medirse solamente mediante el nivel de ingresos sino que hay que tener en
cuenta otras variables como las que se exponen a continuación:

- Variables relativas a la población: número de habitantes, tasa de inmigrantes, esperanza de vida


y nivel de estudios.
- Variables relativas al ámbito socioeconómico: renta media del hogar.
- Variables relativas a la actividad económica: tasa de paro, desempleados mayores de 45 años y
parados sin prestación social.
- Variables relacionadas con el desarrollo urbano: valor catastral de las viviendas.
- Variables relativas a las necesidades asistenciales: tasa de demanda de dependientes, tasa de
teleasistencia, tasa de servicios asistenciales a domicilio, familias perceptoras de renta mínima

(Universidad Carlos III, 2018).

Tras la aplicación de una metodología cuantitativa usada en la elaboración de este índice de


vulnerabilidad, los resultados que se obtuvieron fue que el distrito madrileño con el más alto índice
de vulnerabilidad ha sido Puente de Vallecas con un 0,0115 y el menos vulnerable resultó ser el
Retiro con un índice del 0,0059.

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En el caso del distrito de Latina, el índice de vulnerabilidad obtenido fue de 0,0090, ocupando el
puesto número 5 en el ranking de los 21 distritos de Madrid. Por su parte, el barrio de Aluche
(perteneciente al distrito Latina) se encuentra en el puesto 33 del total de 128 barrios madrileños
existentes. Por tanto, el barrio de Aluche se encuentra en un estado de vulnerabilidad relativamente
alto, muy cerca de obtener una vulnerabilidad muy elevada.

Datos socio-demográficos

A continuación pasarán a exponerse datos generales socio-demográficos importantes a tener en


cuenta sobre el barrio en cuestión, sacados del informe titulado Diagnosis participada Aluche
(Latina) (2019) realizado por Convivencia Intercultural. Este informe tiene como referencia los
datos recopilados del Padrón Municipal (2018).

Los datos demográficos nos relatan que Aluche es el barrio con mayor población en comparación
con el resto de barrios que conforman el distrito Latina, con una cifra de 65.961 habitantes. De entre
estos habitantes, el 11,46% son jóvenes, un porcentaje más bajo del que se registra en los datos del
distrito Latina (un 12,3%). Un 15 % del total de la población es extranjera proveniente de diversos
países, por lo que podemos decir que estamos ante un barrio multicultural. Adentrándonos en el
ámbito económico, Aluche se sitúa en el tercer puesto en el ranking de los barrios (dentro del
Distrito Latina) con mayor renta neta media por hogar con 30.155,74€. La población desempleada
del barrio alcanza el 24% del número total de desempleados en el distrito.

Por otro lado, se destaca la acción de los servicios sociales. En el barrio están presentes dos centros,
uno denominado Centro de Servicios Sociales los Yébenes y otro llamado Centro de Servicios
Sociales Fuerte de Navidad. La función de estos centros es atender a los problemas de las familias e
individuos que presenten vulnerabilidad social y/o económica.

Como en todo barrio, los centros de salud son totalmente necesarios para atender cualquier
patología. En el caso de Aluche, se cuenta con dos centros de salud: el Centro de Salud los Yébenes
y el Centro de Salud Maqueda. Asimismo, el Centro Municipal de Salud Comunitaria, situado en el
barrio de Puerta del Ángel (distrito Latina) está abierto para los habitantes del barrio de Aluche y
cuentan con diferentes actividades destinadas a promocionar la salud. El personal técnico de este
último centro de salud ha visto la necesidad de “hacer un mapeo de Aluche que pueda ligarse al
Mapeo de Activos en Salud promovido por Madrid Salud y donde el Centro Municipal de Salud
Comunitaria tiene un papel protagonista en Mapeando Latina”. Cabe destacar el papel fundamental
que tiene la Fundación ASAM en relación a la ayuda de los grupos vulnerables que presenten
problemas de Salud Mental.

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Inclusividad en el barrio

Tras una metodología basada en: un análisis sociodemográfico (parte del que se acaba de exponer),
entrevistas, observación participante y no participante y talleres participativos, en el informe de
referencia anteriormente mencionado, se han destacado diferentes aspectos sobre cómo se ha estado
desarrollando la convivencia inclusiva entre los vecinos del barrio de Aluche.

Se hace referencia a las diversas actitudes de los habitantes en relación a la inclusión de todo tipo de
personas. Los motivos más frecuentes de exclusión social que se han presenciado son: la
enfermedad mental, discapacidad, orientación sexual u origen. Otras variables como el desempleo,
situaciones de irregularidad en cuanto a documentación, precariedad económica o la situación de la
vivienda, han influido negativamente en las personas en riesgo de exclusión. Esta conclusión derivó
de diversas opiniones de diferentes entrevistados, como las que se muestran a continuación:

“Con la población diagnosticada en salud mental, a parte de los síntomas, lo que más les afecta es
el aislamiento que se produce, la falta de contacto con la sociedad, que a veces se ve muy limitada”

“Creo que los extranjeros no acuden a estos servicios de salud mental porque no tienen facilidad
para admitir este tipo de problemas, se puede decir que es una visión estigmatizada de la salud
mental por la falta de información y la falta de estos recursos en sus países de origen, porque por
aquí han pasado ecuatorianos y de república dominicana y nos encontramos este problema. Esta
población tiene otros problemas muy importantes como la falta de vivienda, de recursos
económicos, la falta de papeles, pues la salud mental pasa a un segundo plano, aunque sea muy
importante también”

El desconocimiento profundo sobre este tipo de situaciones o la falta de interacción con las
personas que las viven, son factores que implica un mayor rechazo o un posicionamiento reticente
hacia este colectivo vulnerable. Para argumentar este último punto, en el informe se ha adjuntado un
extracto de una de las entrevistas realizadas en las que se destaca una visión de un ciudadano que
dice que:

“Los políticos que más han preocupado por nuestra causa era porque tenían a alguien en su
familia con estos problemas, los profesores que más han ayudado a mi hijo son los profesores que
también conocían estos problemas de cerca, luego también hay gente que tiene una conciencia
social muy buena, pero por lo general cuesta mucho” .

Asimismo, otro entrevistado afirma que:

“El desconocimiento hace que la diversidad le dé miedo a la gente y como me da miedo, lo


rechazo”

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En definitiva, se ve importante hacer cambios en lo que se refiere a la sensibilidad y la


concienciación de los habitantes de este barrio para conseguir una mayor inclusión social. Por
último mencionar que, en el ámbito de la educación, aún hay mucho trabajo que hacer para lograr
una libre elección sobre el centro educativo en el que un persona en riesgo de exclusión social
quiera estudiar o en relación a infraestructuras y personal especializada en este tema.

4.3 Iniciativas en el barrio

En este apartado se pasa a recopilar la diversa información obtenida a través de páginas web de las
diferentes asociaciones encontradas en el barrio de Aluche que prestan ayuda a los colectivos
vulnerables, además de la obtenida por la entrevista realizada a una voluntaria de una de las
asociaciones.

Asociación SUYAE

Como se ha mencionado antes, la Asociación SUYAE actualmente (2020) no está realizando


ninguna labor como solía hacer tiempo atrás. Es por esto que, a continuación solo se relatarán las
diversas iniciativas que han quedado grabadas en las memorias (Asociación SUYAE, 2016) halladas
en su respectiva página web.

La misión de esta asociación se basó en “acoger, acompañar y orientar a los menores y jóvenes en
situación de vulnerabilidad, exclusión y conflicto social con la finalidad de promover su integración
social”. Su actividad se realizaba en diferentes barrios y distritos de Madrid entre los que se
encontraba el Distrito Latina (Asociación SUYAE, 2016, diapositiva 3).

El trabajo que realizaban se daba en diferentes áreas: empleo y formación, intervención social,
educación, proyectos europeos, actividades comunitarias y agrupaciones juveniles de calle
(Asociación SUYAE, 2016, diapositiva 4).

La asociación organizaba diferentes talleres para jóvenes que poseían capacidades sociales
necesarias para conseguir un empleo. Estos talleres formaban a los jóvenes en relación a sus
Habilidades Sociales, además de ayudarles en su desarrollo personal y emocional. El seguimiento
realizado a los jóvenes se hizo mediante acompañamientos tanto grupales como individuales,
mediaciones entre agrupaciones juveniles de calle, a los menores en centro de ejecución de medidas
judiciales o en centros educativos, y con formaciones para profesionales mediante diversos cursos
(Asociación SUYAE, 2016, diapositiva 6).

En cuanto a la intervención social, se ha seguido a los menores de forma individual mediante


entrevistas o un propio seguimiento familiar. Además de una intervención educativa (educación de

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calle y salidas de institutos) e intervención social, se han formado grupos de bailes urbanos o de
fútbol formados por menores de entre 13 y 17 años (Asociación SUYAE, 2016, diapositiva 12).

También los profesionales de la asociación participaban con un proyecto europeo con el que se
pretendía concienciar a estos jóvenes sobre sus derechos e informarse sobre los procedimientos
administrativos y judiciales (Asociación SUYAE, 2016, diapositiva 15).

En los últimos años aparecen registrados 5 trabajadores y 5 colaboradores que forman parte del
equipo humano SUYAE. Lo que tienen en común cada una de estas partes del equipo son que tienen
compromiso con las necesidades sociales y tienen confianza en la labor que realizan, además de
caracterizarles su profesionalidad y creatividad fundamentales para que los objetivos de la
asociación pudieran cumplirse (Asociación SUYAE, 2016, diapositiva 16).

En suma, se puede decir que esta asociación ha realizado una labor muy importante en el barrio de
Aluche, desde que se creó en el año 2008, gracias a los valores que la han conformado durante estos
años. Valores como el humanismo y la integración, la igualdad, la profesionalidad y creatividad, la
interculturalidad y el compromiso y confianza (Asociación SUYAE, n.d).

Asociación Salud y Ayuda Mutua (ASAM)

En la actualidad, la Asociación Salud y Ayuda Mutua (ASAM) sigue estando a pie del cañón en lo
que se refiere a la ayuda a las personas más vulnerables del barrio de Aluche. Su misión es “atender
las necesidades de colectivos vulnerables y personas en riesgo de exclusión social como causa de
múltiples dificultades en el ámbito de la salud mental, en todas las etapas vitales”. Sus lineas de
actuación son varias: vida independiente, inserción laboral, infanto-juvenil, personas vulnerables,
ocio saludable, orientación familiar, formación e investigación y en femenino (Asociación Salud y
Ayuda Mutua, 2020).

La diversa información que se expondrá a continuación tiene su origen en la entrevista realizada a


una voluntaria de ASAM (Ver anexo 1), quien ha dedicado parte de su tiempo a contar cómo surge
la asociación, su modo de actuación, qué actividades se desarrollan dentro de ella, haciendo un
mayor hincapié en la juventud a la que se da ayuda, así como los perfiles más abundantes, los
vínculos que se forman y el modo de contactación con esta asociación . Además, la entrevistada
expone el punto de vista general que tiene ASAM en relación a la salud mental y a la exclusión
social.

ASAM surge, según nos cuenta la voluntaria entrevistada, como un movimiento asociativo por
parte de padres. Sin embargo, actualmente la asociación cuenta con personas con experiencia en el
tema de salud mental. Ellos tienen conocimiento, desde una perspectiva más cercana, sobre lo que
los problemas salud mental pueden implicar en una persona y, por ello, las diversas necesidades que

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deben ser cubiertas. Es por esto que, las iniciativas desarrolladas en la asociación, pueden lograr
aminorar los efectos negativos de personas con problemas de salud mental. Esta asociación es
actualmente la única presente en el barrio. Colabora con un grupo denominado “Mapeando Latina”,
en el que, al igual que en ASAM, se realizan diversas actividades comunitarias con el objetivo de
prevenir problemas de salud mental.

Antes de relatar cómo es la actuación de la asociación, se ve necesario exponer brevemente en que


consiste la promoción de salud mental, según el artículo titulado Promoción de la salud mental,
prevención de los trastornos mentales y lucha contra el estigma, cuyos autores son Rocío Casañas y
Lluís Lalucat (2018). Según la OMS, esta promoción de salud mental se refiere a un conjunto de
actividades que dan lugar a que se consiga un desarrollo óptimo tanto en el ámbito psicológico
como en el psicofisiológico de las personas que padecen un problema de salud mental. Esta
promoción de salud mental se basa en diferentes objetivos.

En primer lugar, a nivel individual, se busca conocer las formas de pensar y de sentir de cada
persona, así como sus necesidades emocionales y afectivas. En segundo lugar, desde un enfoque
comunitario, lo que se pretende es lograr la inclusión social de los individuos con problemas de
salud mental, la participación activa en la comunidad, la mejora tanto en las relaciones
interpersonales como en la calidad de vida. Finalmente, desde una visión más general, el fin de la
promoción social es acabar con el estigma que está presente en mayor parte de la población, la
marginación o la discriminación, lo que ayudará a que el modelo social se convierta en un modelo
más participativo, solidario e inclusivo.

Por otro lado, existen diferentes tipos de intervenciones de prevención según el tipo de población al
que se dirija la ayuda. Por tanto, destaca la prevención universal, prevención selectiva y prevención
indicada. La prevención universal se basa en intervenciones que van dirigidas a una población
amplia donde el riesgo específico de padecimiento de una enfermedad mental no se ha identificado
del todo. La prevención selectiva está dirigida a aquellos individuos en los que se puede apreciar un
riesgo ligeramente elevado y notorio de desarrollar un tipo de trastorno mental. Finalmente, la
prevención indicada se basa en intervenciones dirigidas a personas con un alto riesgo de padecer un
trastorno y que presentan determinados síntomas, pero que no reúne los requisitos suficientes para
que se le pueda dar un diagnóstico en una clínica.

La entrevistada nos cuenta que la asociación basa su trabajo en una prevención selectiva. Dicha
asociación se fija en quienes tengan una mayor probabilidad de presentar algún tipo de enfermedad
mental que pueden verse reflejados, por ejemplo, en episodios de ansiedad, problemas de anorexia o
adicciones. Con estas personas se realizan diferentes actividades de ocio desde un enfoque
terapéutico.

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Las actividades que se realizan en la asociación son varias. Por ejemplo, hay talleres de búsqueda de
empleo, talleres para expresar emociones pintando o escuchando música, talleres de escritura,Tai
Chi, entre otras muchas actividades (Ver anexo 2). Además, disponen de un psicólogo que da
atención personalizada a aquellos que lo necesitan. La asociación pretende que todas las actividades
que se imparten son de gran interés y que motiven a quienes las realizan. Destacan las actividades
de ocio debido a que estas son necesarias para disminuir los efectos negativos que conlleva padecer
problemas de salud mental, ayudando así a que se eleve el grado de satisfacción o que la ansiedad
disminuya en las personas que los padecen (Asociación Salud y Ayuda Mutua, 2020).

En cuanto al proceso que se sigue para que un joven reciba ayuda en esta entidad, la entrevistada
dice que existen varias formas de toma de contacto: bien, el joven es consciente de que tiene un
problema de salud mental y, tras realizar una búsqueda por internet encuentra la asociación y se
pone en contacto con ella para recibir la ayuda, bien los padres perciben estos problemas en sus
hijos y buscan ayuda en esta misma asociación, o bien, es la propia asociación quien difunde su
labor en colegios, polideportivos…con el fin de dar a conocer a que tipo de señales hay que prestar
atención que signifiquen que puede derivarse en algún problema de salud mental.

La entrevistada se adentra en la experiencia de los jóvenes dentro de ASAM y cuenta que estos
presentan un alto vínculo de amistad. Se debe principalmente a que los jóvenes se encuentran en un
ambiente rodeado de personas que están pasando por una situación similar a la de ellos, hecho que
les hace sentirse menos solos, menos “raros”. Además, existe un grupo de WhatsApp entre ellos,
donde planifican alguna actividad que hacer fuera de la asociación. Asimismo, se creó otro grupo de
WhtasApp en el que algún colaborador está metido junto a los jóvenes. El fin de este último grupo
es poder aconsejar a los jóvenes frente las diversas inquietudes o situaciones que pueden surgir en
su vida.

En cuanto a las ayudas externas, cabe destacar que el apoyo con pensiones, ayudas económicas o
ayudas en el tema de inserción laboral solo va dirigido hacia personas que tengan en sus manos un
certificado de discapacidad. Es por esto que, este apoyo es difícil que lo obtengan los jóvenes ya
que, en la mayoría de los casos, no presentan tantos brotes psicóticos como para que lleguen a
ingresarse y obtener así un certificado de discapacidad.

En lo referente a los perfiles más abundantes que se han observado entre los jóvenes que han
visitado la asociación, la voluntaria cuenta que dentro de ASAM pueden encontrarse personas de
diferentes nacionalidades, distintas estructuras familiares, inmigrantes con problemas legales de
papeles, entre otros.

Entre las motivaciones que mueven a los voluntarios y colaboradores de esta entidad destacan los
relacionados con principios éticos, religiosos o humanos; mucha gente lo hace con el fin de sentirse

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útil en la sociedad. Además, la entidad da una formación gratuita que facilita el acceso al
voluntariado.

Salud mental y exclusión social visto desde el punto de vista de ASAM

Es cierto que el enfoque de salud mental ha ido evolucionando y mientras, tiempo atrás, se ligaba al
ámbito psiquiátrico, a día de hoy entra en un campo más comunitario, por lo que el enfoque de
salud mental termina por relacionarse con un enfoque de recuperación en el que toman
protagonismo las habilidades propias de la persona y los apoyos que les ayudan a conseguir
oportunidades.

Según la entrevistada, uno de los factores que afectan a la aparición de síntomas de padecimiento de
una enfermedad mental, es la carencia de vínculos afectivos desde una temprana edad, hecho que
genera, por ejemplo, episodios de soledad que pueden agravarse y terminar afectando incluso a su
ámbito educativo, donde pueden sentirse excluidos. Pero el factor que repercute más en alguna
enfermedad mental, sin duda, ha sido el bullying.

Siguiendo en la línea del ámbito educativo, se puede decir que la integración de las personas con
problemas de salud mental en este ámbito es muy complicada, y esto se vincula con el poco
esfuerzo que realizan las instituciones frente a esta situación además de la falta de diálogo con este
tipo de personas; y no se vincula con las capacidad propia de las personas que quieren tener acceso
a la educación. Según la entrevistada, es importante destacar que existe un mito de que todas las
personas que tienen problemas de salud mental son problemáticas, son violentas, lo que también
puede hacer más complicado el acceso a formación educativa de las personas con problemas de
salud mental. Aunque es verdad que, mientras la edad avanza en las personas, las capacidades se
ven debilitando, tanto jóvenes como mayores tienen dichas capacidades para poder ir a la escuela
sin ningún tipo de problema, y este es uno de los objetivos de ASAM.

Además, la voluntaria de ASAM, habla sobre la relación entre la exclusión social y la salud mental
y dice al respecto que la presencia de factores de riesgos de exclusión en una persona puede derivar
en problemas de salud mental, pero que eso no significa que se da así en todos los casos.

5. CONCLUSIONES

La salud mental y la exclusión social son dos conceptos íntimamente relacionados. Una persona que
presente alguna enfermedad mental puede experimentar situaciones de exclusión social,
discriminación o condiciones de vida precarias, debido a que el estigma hacia los problemas de
salud mental se encuentran muy presentes en nuestra sociedad. Asimismo, puede ocurrir que las
desventajas en el ámbito socio-económico, el desempleo, falta de apoyo, entre otros factores que

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definen la exclusión social, pueden traer como consecuencia problemas de salud mental. El área de
la pobreza, el desempleo y el sinhogarismo son las tres áreas más destacables en las que la salud
mental y la exclusión social presentan un vínculo. Los grupos más vulnerables por esta situación
están constituidos por mujeres, niños, personas de muy avanzada edad o inmigrantes.

El Mental Health Europe destaca la importancia de trabajar en la inclusión social en Europa y; en


concreto, en España, en los ámbitos sanitario, educativo, laboral, social, económico y legal. Una
mejor atención sanitaria desde un enfoque social y sanitario, mayor conocimiento por parte de las
instituciones educativas sobre como cubrir las necesidades de las personas con enfermedad mental
en el ámbito educativo, una mayor promoción del empleo en estas personas o el incremento del
apoyo social, entre otros, son aspectos fundamentales sobre los que hay que trabajar para conseguir
que las personas con problemas de salud mental y con riesgo de exclusión social se integren
debidamente en la sociedad.

Los jóvenes forman parte de uno de los grupos vulnerables frente a esta situación, debido a que esta
etapa de la vida se caracteriza por cambios constantes de tipo emocional, físico y social. En esta
etapa es donde más casos de trastornos mentales graves se han registrado. Entre los trastornos
mentales más frecuentes se encuentran trastornos emocionales, trastornos del comportamiento
infantil, trastornos alimentarios, psicosis, suicidio y autolesiones o conductas de riesgo. La
presencia de enfermedades mentales en los jóvenes los hace más vulnerables frente a la exclusión
social, estigmatización o discriminación. Es importante que estos problemas sean detectados a
tiempo para su posterior tratamiento, sino puede influir negativamente en la etapa más adulta de
estos jóvenes.

En este trabajo se ha querido destacar la actuación de diferentes asociaciones del barrio de Aluche,
cuya labor se centra en ofrecer ayuda al colectivo vulnerable en riesgo de exclusión social y con
problemas de salud mental. Este barrio, situado en el distrito de Latina, se posiciona en el puesto
número 33 de estado de vulnerabilidad de 128 barrios que conforman la Comunidad de Madrid, lo
que significa que es uno de los barrios más vulnerables. Aluche cuenta con dos centros de Servicios
Sociales y dos centros de salud, los cuales se muestran a favor de una promoción de la salud, con el
fin de mejorar este ámbito. En este barrio la exclusión social es frecuente hacia personas con
enfermedad mental, con discapacidad, con una determinada orientación sexual o de un determinado
origen. Este hecho se ve intensificado por la falta de información o la falta de acercamiento por
parte de la población hacia este colectivo vulnerable.

En Aluche se encontraron dos asociaciones: Asociación SUYAE y Asociación Salud y Ayuda Mutua
(ASAM). La primera cerró sus puertas en 2012, pero se ha querido destacar en este trabajo por la
labor que realizado durante años. Su objetivo era ofrecer ayuda social a los menores y jóvenes
vulnerables, con exclusión social y conflicto social; se pretendía conseguir su integración social.
Para conseguir esto último se realizaron diferentes actividades relacionadas con el empleo y

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formación, intervención social, actividades comunitarias, educación, grupos juveniles de calle y con
proyectos europeos. El equipo SUYAE estaba formado por trabajadores y colaboradores que tenían
en común la confianza en su trabajo, profesionalidad y creatividad. Los valores que han rodeado a
la asociación desde 2008 hasta 2012 fueron los de la igualdad, profesionalidad, creatividad,
interculturalidad, humanismo e integración, compromiso y confianza.

Por su parte, la Asociación Salud y Ayuda Mutua busca ayudar a los colectivos vulnerables y
personas en riesgo de exclusión social como causa diversas dificultades en la salud mental, dentro
de este colectivo se tienen tanto a personas mayores como a los más jóvenes. Esta asociación cuenta
con diferentes personas expertas en salud mental y exclusión social, por lo que estas personas guían
las actividades que se desarrollan dentro de la asociación. Dentro de estas actividades encontramos,
por ejemplo, diversos talleres de búsqueda de empleo, de dibujo, de escritura, de música, entre otras
tantas actividades que despiertan interés en las personas con problemas de salud mental y les ayude.
Las motivaciones más frecuentes entre los colaboradores de esta asociación, a la hora de ayudar,
tienen relación con lo religioso, lo ético o lo humano.

ASAM actúa bajo la prevención selectiva, es decir, que se dirige a aquellas personas que no tiene un
diagnóstico clínico pero si que hay tenido algunos síntomas que pueden apreciarse, por ejemplo, en
problemas de anorexia o adicciones. El modo de contactación es variado: los jóvenes observan que
necesitan ayuda y contactan con la asociación, los padres de estos jóvenes son los que se ponen en
contacto con ASAM o es la propia asociación la que difunde su labor en diversas instituciones para
que la gente tenga conocimiento de la importancia de prevenir y tratar los problemas de los
colectivos vulnerables. Entre los jóvenes que reciben ayuda se crea un vínculo muy estrecho, ya que
tener gente a su alrededor que puedan estar pasando por lo mismo que ellos les hacen sentir menos
“raros”. Finalmente, esta asociación ve una clara relación entre salud mental y exclusión social, y
da importancia a la prevención de la enfermedad mental y al cuidado y apoyo de los individuos que
se encuentran en situación de vulnerabilidad.

En suma, en el presente trabajo se ha determinado cómo la salud mental puede actuar como causa y
como consecuencia de la exclusión social, cómo los grupos de jóvenes son uno de los más
vulnerables ante esta situación y la gran importancia que tiene la existencia de apoyos sociales hacia
estas personas.

Limitaciones del trabajo

Este trabajo se ha encontrado con algunas limitaciones. En primer lugar, la muestra seleccionada
para la entrevista abierta no ha sido suficiente para poder contrastar y generalizar algunas opiniones
o información acerca del tema central del trabajo. El hecho de que solamente exista una asociación
en el barrio de Aluche que centre su labor en ayudar a las personas con problemas de salud mental y
exclusión social, ha complicado la realización del total del número de entrevistas requeridas para

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una información más completa. Por otro lado, tampoco se han encontrado suficientes artículos en
los que se exponga la relación entre salud mental y exclusión social, al igual que tampoco se
encontraron artículos en los que se centren en como se desarrolla esta relación en los jóvenes. Es
por esto que los resultados finales sobre este tema tampoco han podido ser totalmente contrastados
con una gran cantidad de artículos. Por otra parte, para la realización del diagnóstico de Aluche se
ha observado una falta de datos cuantitativos sobre el estado de vulnerabilidad, lo que no ha hecho
posible que pudiera utilizarse la técnica cuantitativa en el trabajo para así poder hacer un propio
informe de vulnerabilidad sobre el barrio. Finalmente, la presencia del Covid-19 a nivel mundial ha
condicionado, en parte, la elaboración de este trabajo; como es el caso de la entrevista cualitativa.
Esta ha tenido que realizarse de manera online por medidas sanitarias de seguridad, siendo esta una
desventaja ya que había mayor posibilidad de tener problemas de conexión, menos capacidad de
generar una situación de confesión o más probabilidad de que tanto entrevistador como entrevistada
se distraigan.

Lineas futuras de investigación

Uno de los factores más influyentes en las personas con problemas de salud mental y en estado de
exclusión social es la estigmatización por parte del resto de la población. Sería interesante explorar
más en profundidad el campo del estigma que se presenta tanto en los ciudadanos como en los
trabajadores de instituciones sociales y sanitarias; y, no solo hacia las personas con alguna
enfermedad mental o en situación de exclusión, sino que centrarse también en el estigma hacia las
personas que se hacen cargo de los cuidados de esas personas, ya sean familiares, amigos o alguien
perteneciente al cuerpo sanitario. Asimismo se ve importante determinar en qué medida el estigma
agrava el estado vulnerable de estas personas, en que aspectos psicosociales del individuo se
percibe que el estigma puede afectar más o menos.

Por otro lado, hasta el momento se ha observado que existe protección hacia gente que padece de
algún tipo de discapacidad, pero sin tener en cuenta que el efecto que genera una mala salud mental
en las personas o la exclusión social hacia un individuo, también necesita de una ley protectora
frente a las consecuencias negativas de este tipo de situaciones. Es por esto que también se podrían
estudiar nuevas políticas sociales cuyo objetivo sea conseguir una mayor integración social de las
personas con enfermedad mental o exclusión. Se necesitan explorar nuevas soluciones frente a los
problemas de integración social de este grupo vulnerable en los diferentes ámbitos sociales,
políticos, económicos y sanitarios.

Por último, futuros estudios podría enfocarse en estudiar en que medida la prevención de
enfermedades o estados de vulnerabilidad tienen efecto y determinar cuales serían esos métodos
preventivos necesarios para evitar la aparición de graves problemas de salud mental o de exclusión
social.

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7. ANEXOS

ANEXO 1 : Fragmentos transcritos de la entrevista realizada a una voluntaria de la


Asociación Salud y Apoyo Mutuo.

Visión de la “El enfoque de la salud mental […]al principio el criterio era más bien médico y luego vamos
salud mental pasando hacia un enfoque de abordaje comunitario…eh…se cierran los psiquiátricos, las
personas…viven en…en el medio de la comunidad, ya no es la persona que tiene que estar
encerrada[…] En este enfoque, es un enfoque de recuperación ¿vale? es un enfoque de primar las
habilidades que tiene la persona y los apoyos que necesita más que el diagnóstico en si”. “El
bullying está a la orden día también y es uno de los…los factores más importantes para…para que
tengan… muchos de ellos dicen que creen que la causa de su enfermedad mental ha sido esa”.“La
falta de calidad de los vínculos de cuidado que han tenido[…] Esa falta de supervisión…eh…tiene
las consecuencias de…de…de que el tiempo…el tiempo de ocio y tiempo libre se convierte en un
tiempo de riesgo[…]Esas son las principales características que vemos, un poco una soledad y
también luego que desde…a veces desde una determinada edad empiezan a aparecer algunos
síntomas y que…y que se van sintiendo excluidos del ámbito educativo”.
Ámbito “Al…al nivel educativo cuesta mucho integrarlos…eh…porque tampoco las escuelas se esfuerzan
educativo y demasiado en eso, en el sistema que vivimos, porque es verdad de que competencias suelen tener, al
salud mental principio sobre todo, luego es verdad que con las personas mayores sí que vemos de que van
perdiendo mucha actividad mental y muchas cuestiones”.“La inserción educativa sí que es verdad
que está en un punto complejo porque[…] no es tan fácil ver los apoyos que necesitan[…] se
necesita mucho un diálogo.Un diálogo permanente para eso …es verdad que, a veces, los colegios
que tienen menos ratio de alumnos todo eso…favorece ¿vale? el que tengan orientadoras en el
colegio, que hagan entrevistas y que vayan indagando un poco en los motivos ¿vale? Porque no es
que todos sean problemáticos, eso es uno de los mito…de que las personas con enfermedad mental
son violentas y todo eso”.
Relación “Nosotros lo que vemos es que al aumentar…los factores de riesgos digamos por las situaciones
entre salud de exclusión, las situaciones traumáticas vividas, es verdad de que hay…eh…mayor posibilidad
mental y de desarrollo de…de la enfermedad mental. Eso no quiere decirte que todas las personas que
exclusión viven en zona de exclusión vayan a tener…eh…más riesgos.Es verdad de que…mmm…según
social también lo que hagamos con factores de protección se puede…eh…colaborar, por ejemplo…ya
sean los Boy Scouts, asociaciones que trabajan en distintos…eh…barrios, digamos barriadas
marginales, sí que colaboran mucho en temas preventivos”.
Cómo surge “Al principio la asociación surgió…bueno…el movimiento asociativo por padres, pero ahora la
ASAM mayoría de las personas que están en la Junta Directiva y todo eso son personas con experiencia
propia de padecimientos de problemas de salud mental, entonces ellos son los que nos va
marcando el camino, lo que van necesitando, sus necesidades , por ejemplo ahora muchos plantean
la problemática de la vivienda, que es verdad que atraviesa todo el mundo, pero que..bueno…que a
ver cómo hacen para independizarse”.
Con quién “En el barrio de Aluche nosotros trabajamos más que asociaciones, trabajamos mucho dentro de
colabora y la un grupo que se llama "Mapeando Latina” en donde trabajamos con los servicios de salud
asociación comunitaria, y ellos también tienen actividades…eh…un poco de prevención de…de…de salud
mental ¿vale?….eh…en esa zona no, no hay otra asociación de salud mental, nosotros somos los
únicos”

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Cómo se “Nosotros trabajamos, para que te hagas una idea, hacemos lo que se llama…eh…prevención
organiza la selectiva[…] Trabajamos ya con personas que…eh… han tenido algún proceso de…ya sea
asociación conductual o por…eh…un vínculo dentro de…de su familia que esté muy…eh…deteriorado[…]
Entonces son personas que no…que a lo mejor no hay un diagnóstico pero ya nosotros sabemos de
que tienen…más posibilidades de desarrollar la enfermedad mental o han tenido algún inicio, es
decir…eh…han tenido que ir a urgencias porque no podían con la ansiedad[…] en el tema de
alimentación con problemas de anorexia, en el tema de adicciones ha habido chicos que no logran
tener nada de rutina porque se quedan toda la noche jugando a los videojuegos entonces son
incapaces de estar…eh…ya al día siguiente en clase[…]Entonces, con ellos se hace ya una
actividad de ocio pero ya enfocado a lo terapéutico ¿vale?”
Actividades “Tenemos…por ejemplo, búsqueda de empleo para la gente que necesita empleo, luego talleres que
en ASAM les ayudan a expresar sus emociones…eh…bueno desde emocionarte a través de…justamente de
[se ríe] dibujos o teatro, gente que va a música, gente que hace escritura creativa y gente que luego
hace deporte sin costuras ¿sabes? en la asociación. Cada uno va buscando, digamos, las
actividades que más le ayudan. Tenemos una chica que es voluntaria y que da Tai Chi, por eso te
decía yo que dentro de la Asociación hay mucho campo para colaborar en distintas facetas[…] La
cuestión es ofrecer a las gente actividades que le motiven e interesen ¿vale? y son son
actividades…normales[…] Dentro de la asociación también tenemos psicólogo, que realiza…
digamos esta atención más puntual cuando ellos lo necesitan pero también ellos pueden ir a su
centro de salud mental”.
Modo de “Hay de todo, hay jóvenes que se acercan directamente a la entidad porque…mmm….se observa
contactación que ellos por ejemplo hicieron una búsqueda solos, miraron por internet, buscaron asociaciones
que ayudan a problemas con… y entonces llaman por teléfono, ellos o sus padres generalmente
[…] en otros casos, nosotros hacemos un trabajo de difusión, dentro de la sensibilización, por
ejemplo en estas organizaciones: en los colegios, en…y les…les planteamos de que, a veces, todas
estas situaciones pueden tener detrás un problema de salud mental ¿vale? En los que hay….en los
polideportivos, en todas partes hacemos este tipo de formación”.
Vínculos que “Se generan muy buenos vínculos, generalmente ellos…eh…cuando se empiezan a conocer
se crean empiezan a tener su grupo de WhatsApp entre ellos para quedar fuera de las actividades de de la
dentro de la asociación también […] Hay mucha creencia de amistad y de relaciones sociales[…] ellos lo ven
asociación como eso, como…bueno al fin encuentro alguien que le está pasando algo como a mí, ya no soy el
único raro.[…]Hay muchos…muchos grupos de ayuda mutua también en donde bueno…uno de los
profesionales estamos[…]les vamos dando estrategias para que sepan afrontar esas situaciones”.
Perfil más “El perfil es muy variado[…] Tenemos…bueno gente en el barrio que son españoles, gente que es
abundante de origen extranjero, gente de…que tiene a los dos padres, gente que tiene solo la presencia de
una, algunos que tienen muchos problemas eso…con los papeles porque uno…de todo un poco, es
decir la forma…pero en general sí que se ve un avance y sí que se ve bien, vamos”
Ayudas “Los jóvenes lo tienen complejo porque a ver[…]para que le reconozcan la discapacidad tienen
externas que tener una trayectoria, es decir, varios ingresos[…] no es que de una vez tuvieron un brote
psicótico y ya le dan el certificado de discapacidad. Ya cuando tienen la discapacidad bueno hay
veces que si, que tienen apoyo de pensiones, ayudas económicas y de inserción laboral”
Motivaciones “Cuando…eh…empiezan a hacer una formación mínima con nosotros y empiezan a tener contacto
con ellos […] Las motivaciones de la gente son muchas, algunos, bueno, por principios éticos,
católicos, de humanidad, de decir necesito ahora dar un poco de mi tiempo para ayudar a
personas que han pasado por situaciones complicadas, y otros por qué…bueno..realmente también
les ayuda a sentirse útil dentro de esta sociedad, de decir bueno mira, esto que le está pasando a
esta persona me puede pasar a mí en cualquier momento […]En general la gente dice que es más
lo que recibe que lo que da “

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ANEXO 2: Tríptico informativo de las actividades que se desarrollan en la Asociación Salud y
Apoyo Mutuo.

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