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Responsabilidades disciplinarias, administrativas, civiles y penales de las autoridades

y trabajadores de la educación en el contexto de aislamiento social obligatorio para


prevenir el contagio por COVID 19.
Teniendo en cuenta que el Decreto Legislativo 593 de 24 abril de 2020, por el cual se imparten
instrucciones en virtud de la emergencia sanitaria generada por la pandemia del Coronavirus COVID-19,
Artículo 1. “Aislamiento. Ordenar el aislamiento preventivo obligatorio de todas las personas habitantes de la
República de Colombia…”, en estos momentos debemos ser muy cuidadosos al tomar decisiones
institucionales en materia de regreso a las aulas, pues estas podrían traer consecuencias de todo tipo que
debemos evitar, máxime cuando el gobierno nacional, más allá de los lineamientos y protocolos generales que
ha expedido, se ha cuidado muy bien de asumir las responsabilidades que a nosotros sí nos tocaría asumir en
caso de que la vida y la salud, de cualquiera de los miembros de la comunidad educativa, se vieran afectadas de
hecho; no obstante, sólo se trata de estar prevenidos y de actuar conforme al buen sentido en medio de esta
situación tan especial.

Las autoridades territoriales (Alcaldía, Secretarías de Educación y Salud) y el Comité de Alternancia debe,
por mandato Constitucional y legal, proteger la vida e integridad física de la comunidad educativa, decidiendo
que no habrá educación en modalidad de alternancia o presencial por el resto del año lectivo 2020; en la actual
estado de creciente crisis sanitaria en consecuencia la responsabilidad administrativa, civil, penal, disciplinaria,
laboral y/o prestacional, si se vulnera, por acción o por omisión, las medidas sanitarias establecidas poniendo
en riesgo la vida e integridad física de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes estudiantes al exponerlos al
contagio del COVID-19, recae entonces en las autoridades municipales, directivos docentes, funcionarios,
docentes y/o padres de familia de las instituciones educativas que convoquen y/o conciten a los integrantes de
la comunidad educativa a realizar actividades educativas presenciales o romper el “aislamiento preventivo
obligatorio que limita totalmente la libre circulación de personas y vehículos en el territorio nacional, con las
excepciones previstas” entre las cuales no está autorizada la movilización de estudiantes a recibir clases
presenciales.

La Constitución Política, norma de normas y las leyes prevalecen sobre decisiones circulares, directivas o
actos administrativos del orden institucional o personal. Así, entre otros prevalecen: Artículo 11. “El derecho a
la vida es inviolable”; Artículo 44. “Son derechos fundamentales de los niños: la vida, la integridad física, la
salud y la seguridad social, la alimentación equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener una familia y no ser
separados de ella, el cuidado y amor, la educación y la cultura, la recreación y la libre expresión de su opinión . …
La familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de asistir y proteger al niño para garantizar su desarrollo
armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos. Cualquier persona puede exigir de la autoridad
competente su cumplimiento y la sanción de los infractores. Los derechos de los niños prevalecen sobre los
derechos de los demás”; estas, son obligaciones que se desarrollan por ley y obligan por encima de
consideraciones o intenciones de tipo personal o institucional pues corresponden al mandato constitucional
incorporadas en el Título II de la Norma que consagra los derechos fundamentales de los ciudadanos.

Responsabilidades administrativas. La Ley 1098 de 2006 o Código de la Infancia y la Adolescencia


establece en su Artículo 17. “Derecho a la vida y a la calidad de vida y a un ambiente sano. Los niños, las niñas y
los adolescentes tienen derecho a la vida, a una buena calidad de vida y a un ambiente sano en condiciones de
dignidad y goce de todos sus derechos en forma prevalente”. Este mandato legal aplica y obliga en especial a
los trabajadores de la educación por ser responsables directos de nuestros estudiantes, al menos mientras se
hallan a cargo nuestro en las escuelas y colegios del país. Por su parte, el Artículo 44 establece: “ Obligaciones
complementarias de las instituciones educativas. Los directivos y docentes de los establecimientos académicos
y la comunidad educativa en general pondrán en marcha mecanismos para: … 4. Garantizar a los niños,
niñas y adolescentes el pleno respeto a su dignidad, vida, integridad física y moral dentro de la convivencia
escolar”, disposición que sería vulnerado en forma flagrante por quienes convoquen, conciten o promuevan, la
asistencia a clases presenciales ya sea en forma parcial, alternancia, institucional o residencial a los estudiantes,
pues nadie puede garantizar que no serán contagiados, o terminen siendo víctimas o vectores de contagio del
COVID-19.

Responsabilidad Civil. El Código Civil establece una clara responsabilidad de los padres de familia que
debe tenerse en cuenta; el Artículo 288 establece la definición de la patria potestad vinculante y sobre los
directivos docentes con el Artículo 2347. “Responsabilidad por el hecho propio y de las personas a cargo. Toda
persona es responsable, no sólo de sus propias acciones para el efecto de indemnizar el daño sino del hecho de
aquellos que estuvieren a su cuidado …”; Así, los rectores o directores de colegios y escuelas responden del
hecho de los discípulos mientras están bajo su cuidado.

Responsabilidades disciplinarias. En las actuales condiciones y normas de la emergencia sanitaria por


creciente contagió del COVID 19, ejercer la docencia en clases presenciales implica violentar el Artículo 39.
Sobre “Prohibiciones …33. Ejercer las funciones con el propósito de defraudar otra norma de carácter
imperativo” y el Artículo 55. “Faltas relacionadas con el servicio o la función pública …11. Adoptar decisión
administrativa o concepto técnico o jurídico con el fin de favorecer intereses propios o ajenos, en contravía del
bien común o del ordenamiento jurídico, u obligar a otro servidor público para que realice dicha conducta”; se
trata de las disposiciones establecidas en la Ley 1952 de 2019 o Código General Disciplinario, vigente para
todos los empleados públicos, aplicable en este caso específico a docentes y directivos docentes.

Responsabilidades penales. Los directivos docentes, docentes y padres de familia, como integrantes de
la comunidad educativa y en su condición de garantes de la vida e integridad física de los estudiantes a nuestro
cargo, en el contexto de prevención de riesgos por contagio del COVID -19, debemos tener en cuenta que el
Código Penal o Ley 599 de 2000, establece en el Artículo 25. “Acción y omisión. La conducta punible puede ser
realizada por acción o por omisión. Quien tuviere el deber jurídico de o que se le haya encomendado como
garante la vigilancia de una determinada fuente de riesgo, conforme a la Constitución o a la ley . Son
constitutivas de posiciones de garantía para las instituciones educativas: 2. Cuando exista una estrecha
comunidad de vida entre personas, (institución educativa, familia); 3. Cuando se emprenda la realización de
una actividad riesgosa por varias personas”, como, justamente ocurre al romper el aislamiento social
obligatorio y con las medidas sanitarias establecidas por el Decreto Legislativo 593 de 2020, para todas las
personas que habitamos Colombia.

Dado que las autoridades territoriales descartado las clases presenciales, orientado la educación mediante
trabajo en casa, queda claro que: Quiénes orienten, ordenen, promuevan, convoquen o desarrollen el ejercicio
docente en clases presenciales, asumen las responsabilidades concomitantes, puesto que a ellos no aplicaría el
Artículo 32 del Código Penal, que reza: “No habrá lugar a responsabilidad penal cuando: … 4. Se obre en
cumplimiento de orden legítima de autoridad competente emitida con las formalidades legales. Por el
contrario, el docente y/o directivo docente podría quedar incurso en vulneración al Artículo 368 “Al que viole
medida sanitaria adoptada por la autoridad competente para impedir la introducción o propagación de una
epidemia” o si, estando contagiado atiende estudiantes, podría ser inculpado por el Artículo 369 “ Propagación
de epidemia”.
Así también, por nuestra condición de funcionarios públicos, advertidos y conocedores de responsabilidad en la
protección debida a la comunidad educativa con el aislamiento social obligatorio podríamos incurrir en
violación al Artículo 414 sobre Prevaricato por omisión. “El servidor público que omita, retarde, rehusé o
deniegue un acto propio de sus funciones”, en este caso, aplicaría para la debida protección a la salud e
integridad física de nuestros estudiantes.
Responsabilidades laborales y prestacionales. El marco de la modalidad de educación con trabajo en casa,
en el tiempo que dure, se excluye el carácter laboral y las obligaciones prestacionales de los accidentes o percances
que ocurran fuera del ámbito circunstancial de la respectiva residencia del trabajador de la educación, además que
el magisterio no dispone de ARL Administradora de Riesgos Laborales, por tanto no hay quien responda por el
suministro de elementos de protección personal, instalaciones y equipos que refuercen medidas de limpieza,
prevención y autocuidado en los centros de trabajo materiales y equipos necesarios para la prevención la
infección por Coronavirus SARS-2, que no está reconocida como enfermedad profesional para los trabajadores de la
educación,

Compañeros docentes y directivos docentes: Mas por convicción que por obligación, hagamos uso de
nuestras libertades pedagógicas (enseñanza, aprendizaje investigación y catedra), la autonomía y la democracia
escolar vigentes para realizar en el Consejo Académico, por mandato del artículo 145 de la Ley General de
Educación, que es el órgano competente para modificar y ajustar el currículo, organizar el plan de estudios y
establecer los criterios de evaluación con la flexibilización pertinente para enfrentar la pandemia con
propuestas pedagógicas ceñidas al contexto real de cada institución educativa, con la responsabilidad y ética
que siempre nos han caracterizado, sin propiciar la presencialidad en las aulas ya que esta medida pone en
riesgo innecesario la salud y la vida de estudiantes, profesores, directivos, administrativos y padres de familia, y
de esta manera no demos margen a posibles responsabilidades disciplinarias, administrativas, civiles y penales
qué tengamos que asumir.

Germán Campos Gaona, Integrante CEID ADIH

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