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Hooke y Young
Hooke y Young
Cuando a un cuerpo (p. ej., una cuerda) se le aplica una fuerza, normalmente reacciona
contra esa fuerza deformadora, dado que tiende a tener una forma estable debido a su
estructura molecular. Estas fuerzas de reacción suelen llamarse elásticas, y podemos
clasificar los cuerpos según el comportamiento frente a la deformación. Muchos cuerpos
pueden recuperar su forma al desaparecer la acción deformadora, y los denominamos
cuerpos elásticos. Otros cuerpos no pueden recuperar su forma después de una
deformación, y los llamamos inelásticos o plásticos. Evidentemente, un material elástico lo
es hasta cierto punto: más allá de un cierto valor de la fuerza deformadora, la estructura
interna del material queda tan deteriorada que le es imposible recuperarse. Hablaremos por
tanto, de un límite elástico, más allá del cual el cuerpo no recupera la forma, y aún más, de
un límite de ruptura, más allá del cual se deteriora completamente la estructura del material,
rompiéndose.
Robert Hooke (1635-1703) estableció la ley fundamental que relaciona la fuerza aplicada y
la deformación producida. Para deformaciones que no sean muy grandes, es decir, que no
superen el límite elástico, se cumple que:
(1)
Es muy frecuente escribir la ley de Hooke teniendo en cuenta que la fuerza elástica Fe es
igual a la aplicada F pero cambiada de signo:
(2)
Las dos cantidades generales físicas que deben estar presentes para que ocurra el
movimiento armónico son la inercia, que es la tendencia de un sistema a continuar haciendo
lo que hace generalmente, y una fuerza restauradora que trata de devolver al sistema a su
equilibrio o posición de descanso natural. La fuerza de la fuerza restauradora es
directamente proporcional al desplazamiento del equilibrio; ésto es, entre más grande el
desplazamiento, más grande la fuerza restauradora. Este tipo de fuerza restauradora,
llamada una fuerza elástica, fue primero descrita por Robert Hooke en el siglo 17. La
proporcionalidad de la fuerza restauradora elástica al desplazamiento es llamada la Ley de
Hooke.
Existe una relación estrecha entre movimiento armónico simple y movimiento redondo . Si
se ve una mudanza del objeto a rapidez constante en un camino redondo de dentro del plano
de su movimiento (de manera que se vea el círculo en borde), el objeto parecería moverse
de un lado a otro en una línea recta, obedeciendo las reglas de movimiento armónico
simple. Se considera por consiguiente a un camino redondo como el camino de un objeto
sujeto a dos fuerzas restauradoras actuando en ángulos correctos el uno al otro. Cada fuerza
tendría la misma frecuencia y producirían el mismo desplazamiento máximo, pero estarían
180 deg afuera de la fase el uno con el otro (uno alcanza un mínimo cuando el otro está en
un máximo).
Esta ley establece que en una fuerza elástica sobre una partícula es directamente
proporcional a la deformación, y se introduce un término k, llamado constante de
elasticidad:
f e k r
La fuerza
es
f e k r k r 0
conservativ
a
r2
r2 r2
r
f e dr kr dr k r dr k2 r 2
W
r22 EC1 EElC 2trabajo
r2
k 2
12 2 1
r1
r1
r1
r1 de la fuerza
E r 1 kr 2 Energía
C 2
cinética
Módulo de Young
En la zona que más nos interesa, OH, donde se cumple la ley de Hooke, puede producirse
un fenómeno de histéresis, que consiste en un retraso entre la aplicación de la fuerza y el
hecho de la deformación. En realidad, este fenómeno de histéresis elástica se pone más de
manifiesto al cesar la fuerza deformadora, y se observa que la deformación tarda un cierto
tiempo en desaparecer totalmente.
El valor de la constante E se deduce del caso particular en el que D L=L y S=1, resultando
(5)
Puede observarse ya que la fuerza elástica de recuperación que puede proporcionarnos la
cuerda no depende del alargamiento absoluto ni de la longitud total, sino de su cociente:
(6)
(Dado que la fuerza aplicada y la elástica de recuperación son iguales en valor absoluto, no
las distinguiremos a partir de ahora salvo que pueda dar lugar a confusión.)
A fin de tener una cierta idea del valor del módulo de Young para algunos materiales, los
damos en la tabla adjunta, juntamente con la resistencia máxima a la tracción (carga de
ruptura).
El hormigón, sin embargo, aunque tiene el mismo módulo de Young en ambos casos,
presenta una resistencia a la tracción de 2 MN/m2, pero tiene una resistencia a la
compresión de 17 MN/m2.
Níquel 205
Bronce 90 0.370
Oro 81
Plata 80
Vidrio 70
Aluminio 70 0.090
Hormigón 23 0.002
Plomo 16 0.012
Hueso 16 0.200
Goma 15
Poliestireno 3
Caucho 0.001