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N11

¿Cuáles son los problemas o relaciones


que les interesan a los autores? ¿Cuáles
intereses, preguntas y análisis retoman
Steward, White y Sahlins del evolucionismo
"clásico", y cuáles son las divergencias o
innovaciones respecto a ese paradigma?
¿Cuáles son las diferencias entre las
perspectivas de los tres autores? ¿Cuáles
son los alcances y límites del
neoevolucionismo y la ecología cultural?
¿Encuentras lecciones en sus obras para
problemas o situaciones actuales?

Algo que puede identificarse en común entre los tres autores es su interés por plantear una posibilidad
de entender la cultura desde una perspectiva positivista en el sentido de establecer leyes que permitan
explicar los cambios y la manera de describirlas. Ante todo, arguyen, el centro sobre las culturas es un
interés empírico. Precisamente, esa es también una de las cosas que se resaltan es el aspecto plural de
las culturas, lejos de hablar de una cultura que, además, correspondiera con el evolucionismo unilineal
que colocaba a las civilizaciones en una línea de desarrollo compartida, en la que la sociedad industrial
europea marcaba el paso y las civilizaciones primitivas que, paradójicamente, se manifestaban de
manera sincrónica con aquella de la que provenían sus investigadores, manifestaban un estadio de la
evolución previo al que ya habían llegado las sociedades europeas, pero en el que alguna vez se
encontraron.

Por otra parte, existen algunas diferencias entre los tres autores, que podrían suponerse en la manera
de nombrar sus aproximaciones: a) ecología cultural, para Steward; b) culturología, para Leslie White; y
c) la distinción evolución general y específica, de Marshall Sahlins. Si bien una cuestión compartida está
en la relación entre tecnología, entorno/naturaleza y sociedad, los tres autores suponen una incidencia
un tanto distinta de estos tres elementos. Julian Steward propone el análisis de cómo el entorno incide
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en los comportamientos, las especializaciones, así como la tecnología sobre la manera de relacionarse
con este entorno.

Leslie White centra sus leyes de la evolución en la manera en que la cultura aprovecha la energía. En ese
sentido, propone tres subsistemas que pueden explicar la cultura: ideológico, tecnológico y sociológico,
de los cuales el tecnológico tiene preponderancia en tanto provee las cuestiones básicas para la
subsistencia: adquirir alimento, tener protección de los elementos naturales y de los enemigos. De ahí,
los sistemas ideológicos y sociológicos dan una especie de medio a través de los cuales se configuran los
sentidos y signfiicados. Esto es importante para la explicación de White, puesto que dice que el
aprovechamiento de la energía, que permite verificar la evolución, está en función de hacia donde se
dirige. De ahí que intuyamos que no es algo lineal, sino también una elección situada que también se
puede determinar por la jerarquización y organización social de distintas culturas, pues si un grupo
social en una jerarquía alta determina limitar cierta producción, entonces el sentido del
aprovechamiento de la energía también será limitado.

Por otra parte, Marshall Sahlins, en su intento de proponer leyes generales de la cultura, distingue, sin
embargo, de la propuesta unilineal del evolucionismo, la línea evolucionista general y específica para
identificar, en la primera, maneras en las que el progreso supone un cambio de complejidad en las
formas en que se utiliza la energía, se materializan los comportamientos y cómo se transforma la
cultura; la evolución específica es una adaptación relacionada con el entorno en situaciones específicas,
por eso, podemos hallar evoluciones específicas disímiles de acuerdo con el entorno en que ocurren (los
esquimales no tendrían la misma evolución que una cultura amazónica, en el mismo tiempo, dadas las
condiciones ambientales que cada una vive).

Algo que me parece que resalta de la apuesta de los tres autores es la posibilidad de pensar la relación
del entorno y del ambiente en los comportamientos y adaptaciones, quizás sin llegar a un anhelo
comparativo con la ciencia biológica. Eso abre marcos analíticos que generan otro tipo de interacciones
no sólo centradas en un sistema de significación centrado en la propia cultura que lo produce, sino en
una relación con el lugar y el espacio en que está situado. Esta posibilidad es todavía una oportunidad
epistemológica que no se clausura y, más bien, invita a plantear la actualidad de dicha perspectiva.

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