Se ven las torres de petroleras, Viajo contento, para mi pueblo, Las veo altivas, también esquivas, Porque San Pedro, llego de nuevo; Me llegan aires del Magdalena, Viajo contento, para mi tierra, Y en la distancia se ve mi Neiva, Porque hay golpes de tamboras, Que nunca duerme si es, día de San En mi corazón. Juan.
A solo un paso queda Silvania Llegan comparsas, improvisando,
Salto a Melgar, Anís del bueno de mano en mano, Me bajo en Flandes, Cuando ella canta; Vara un buen viudo, poder probar; No me moleste, siga alibando, De vez en cuando si abro los ojos, Después del puente se ven residuos, Sírvame un trago. del viejo puerto, Un Girardot que se va creciendo, en Espinal se oye un Sanjuanero, Cierro los ojos creo que alucino, El verde, verde se vuelve trigo, En copos blancos de algodonales, Sé que del Guamo llego a Saldaña, Y el valle ardiente me va anunciando Que a Natagaima voy a llegar.
Suelten el toro, viva la reina,
Calme la braza que el asado se está quemando; Venga la bailo, opita linda, Toma los bordes de sus encajes En sus manos finas.
Aquí me siento, como en Castilla,
La misma gente, halla la Palma; Lucen sombreros, de ala ancha, Y el paso criollo de pronto, Se volvió un danzar.
De aquí palante tomo mi apero para
seguir, Un anisado que ensancha el pecho para cantar, Por la vereda van anunciando Con alegría que ya San Juan se nos vino encima Que en Aipe hay fiesta de las mejores