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YO SOY EN VOSOTROS

(I AM in you; Neville Goddard; 30 de septiembre de 1968)

Como Pablo le dijo a Timoteo: «Por confesión unánime, grande es el misterio de nuestra
religión1».2 Las Escrituras no son Historia secular, ¡sino un misterio que es más importante de lo
que creemos!
Hablándole a sus discípulos, Jesús dijo: «En aquel día, vosotros conoceréis que Yo soy en
mi Padre, y vosotros en mí, y Yo en vosotros».3 La expresión «en aquel día» es una frase
escatológica que significa ‘al final del viaje’. En otras palabras, cuando esta era del César llegue
a su fin, experimentarás la verdad de las Escrituras y, entendiendo, dirás: «yo soy en el Padre, y
ustedes en mí, y yo en ustedes».
Es en ti, como persona, que la naturaleza de Dios mismo se revela en una serie de
experiencias sobrenaturales. Cuando éstas tienen lugar en tiempo presente y en la primera
persona del singular, todos los argumentos, dudas y asuntos relacionados con tu verdadera
identidad son acallados. De ahí en adelante, como Pablo, dirás: «Cuando Dios se agradó de
revelar a su Hijo en mí, no consulté con carne y sangre»,4 y «Mi evangelio no lo recibí ni aprendí
de hombre alguno. Vino por revelación de Jesucristo».5
Mientras estuve en Barbados este verano, mi hermana [, Daphne,] me preguntó si mi Cristo

1 La frase «el misterio de nuestra religión» aparece en algunas versiones de la Biblia, pero la frase original en
griego es «el misterio de la piedad», y que se refiere a la piedad divina, que es el proceso que comienza con la
encarnación de Dios como hombre («Él es manifestado en carne») hasta que es «recibido en gloria». Ciertamente,
desde el punto de vista de los sentidos externos y el razonamiento, es un misterio difícil, sino imposible, de
aceptar.
2 1Tim 3,16: Y, por confesión unánime, grande es el misterio de la piedad:

Él es manifestado en carne,
Justificado en el Espíritu,
Visto por los ángeles,
Proclamado a los gentiles,
Creído en el mundo,
Recibido en gloria.
Aunque en las diferentes versiones de la Biblia escriben «Él fue manifestado en carne…» (la razón de esto es
simple: la mayor parte de las confesiones religiosas entiende el relato bíblico como un recuento histórico, y no
como la exposición de verdades psicológicas eternas), he escrito «Él es manifestado en carne» (en tiempo
presente) porque el verbo en griego ἐφανερώθη, cuyo significado es ‘manifestarse’ está en tiempo aoristo,
indicando que es un hecho que no está limitado en el tiempo. No se trata de un evento puntual, sucedido en el
pasado, sino de un hecho atemporal. ¡Cuánta razón tiene Neville cuando afirma que las Escrituras son la
revelación de verdades imperecederas!
3 Jn 14,20.

4 Gál 1,15-16: Pero cuando Aquel que me separó desde el vientre de mi madre y me llamó por su gracia, se agradó

de revelar a su Hijo en mí para que lo proclamara entre los gentiles, no consulté enseguida con carne y sangre.
5 Gál 1,11-12: Porque os hago saber, hermanos, que el evangelio proclamado por mí, no es según hombre; pues no

lo recibí ni lo aprendí de hombre, sino por revelación de Jesucristo.


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fue alguna vez hombre. La respuesta que le di, indudablemente, fue la misma que Pablo dio
cuando le hicieron una pregunta similar. Le dije: «¡Fue? Es el hombre celestial». Entonces,
citando a Pablo, respondí: «Y así como exhibimos la imagen del hombre terrenal, exhibiremos
también la imagen del hombre celestial».6
No pienses en Cristo como un niño que nació de forma extraña hace dos mil años. Estamos
tratando con un principio cósmico, en el que Dios, ciertamente, se hizo hombre para que el
hombre pueda hacerse Dios.
El proceso ha empezado. La resurrección ha comenzado, pero no ha terminado. Aquellos
que enseñan que la resurrección terminó están confundiendo al hombre de fe, porque, al igual
que Pablo, todos pueden decir: «He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo
vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, quien me amó, y se
entregó a sí mismo por mí»7 y «En adelante, ya no percibo a nadie según criterios humanos; y si
aun a Cristo percibí según tales criterios, ya no lo percibo así».8
He estado en la presencia del Señor Resucitado. He visto al Anciano de Días, que está
reuniéndonos uno a uno en su cuerpo para ser un solo cuerpo, un solo Espíritu, un solo Señor,
un solo Dios y Padre de todos.
Tú, como persona, no serás menos que el Señor Resucitado, porque hay solo un Espíritu.
¡Solo hay un Señor, y tú mismo sabrás que eres Él! Nadie estará por arriba de ti. YO SOY el mismo
cuerpo, el mismo Señor, el mismo Espíritu, el mismo Dios y Padre de todos. Sin pérdida de
identidad, todos sabremos que somos esta única unidad del ser. ¡Sabremos, por experiencia, que
«YO SOY en vosotros, y vosotros en mí»!
Cuando le terminé de explicar esto a Daphne, no creo que estuviera más impresionada que
esa silla por allá. Toma tiempo, pero ¡es tan importante para ti dejar ir a todos los intermediarios
entre tú y Dios!
La Carta a los Gálatas de Pablo es el primer libro del Nuevo Testamento.9 En esta carta Pablo
declara su independencia de los hombres y su dependencia a Dios. Repudia toda autoridad,
toda institución, toda costumbre y toda ley que interfiera con el acceso directo del individuo con
su Dios. Pablo no tenía intermediario. Nunca conoció a un Cristo humano, solo al Señor
Resucitado, quien se le apareció como se me apareció a mí.
En mi caso, fui llevado en Espíritu a la presencia del Señor Resucitado, y, por extraño que
parezca, cuando me preguntó qué era lo más grande del mundo, respondí con las palabras de
Pablo.10 Así que te pregunto: ¿Quién es Pablo? ¿No es el primero de los escogidos que rompió

6 1Cor 15,49.
7 Gál 2,20.
8 2Cor 5,16: En adelante, ya no percibimos a nadie según criterios humanos; y si aun a Cristo percibimos según

tales criterios, ya no lo percibimos así.


9 Ciertamente, la Carta a los Gálatas es el primer libro de la Biblia, cronológicamente hablando.

10Probablemente se refiera al amor, pues, Pablo le da preminencia a éste por sobre otras virtudes. En 1Co
12,31-13,2 Pablo dice: Anhelad, pues, los mejores dones, pero aun os muestro un camino más excelente. La excelencia del
2
el sello y descubrió el misterio que le fue mostrado a Abraham?
Pablo persiguió a todo aquel que afirmaba ser un miembro del Camino,11 cuando
repentinamente la revelación estalló, haciendo que proclamara la verdad. Fue Pablo el que dijo:
«Porque si he sido unido a Él por una muerte semejante a la suya, también lo estaré por una
resurrección semejante».12
Pablo no afirmó que la resurrección había terminado. Declara que la crucifixión terminó,13
porque el ropaje de carne es usado por aquel que es crucificado. Dios te escogió en Él antes de
la fundación del mundo. Nos uniremos con Él en una resurrección como la suya, no por méritos
propios, sino porque escogió unirse a nosotros en una muerte como la suya.
Fuiste escogido en Él antes de que esta obra teatral que llamamos «mundo» comenzara. Y
cualquier sufrimiento que puedas atravesar aquí no significa nada. Pablo sabía esto y dijo:
«Considero que los sufrimientos del tiempo presente no son dignos de ser comparados con la
gloria que se ha de manifestar en nosotros».14
Ahora, el Nuevo Testamento nos dice: «En el principio era la Palabra, y la Palabra era con
Dios, y la Palabra era Dios»15 y «La Palabra se hizo carne y habita16 en nosotros17».18 El término

amor. Si yo hablara en lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como el bronce que resuena, o un címbalo
que retiñe. Y si tuviera profecía, y entendiera todos los misterios y toda la ciencia, y si tuviera toda la fe, de tal manera que
removiera montañas, y no tuviera amor, nada soy. Y en 1Co 13,13 afirma: Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor,
estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.
11Lucas llamaba al cristianismo «el Camino», y tal denominación es mencionada varias veces en el libro de
Hechos (Hch 9,2.19,9.23.22,4.24,14.22) en relación a los primeros seguidores de Cristo. Fue a hacer prisioneros a
hombres y mujeres que pertenecían al «Camino» (Hch 9,2.22,4) que Saulo de Tarso (después llamado Pablo) fue a
Damasco.
12 Rom 6,5: Porque si hemos sido unidos a Él por una muerte semejante a la suya, también lo estaremos por una
resurrección semejante.
13 Gál 5,11b: En tal caso, el escándalo de la cruz queda abolido.

14 Rom 8,18.
15 Jn 1,1. La siguiente es una paráfrasis en español de este verso, en la que se respeta el tiempo aoristo del verbo
«ser»: En principio ha estado siendo el Logos, y el Logos ha estado siendo ante Dios, y Dios ha estado siendo el
Logos.
16 Aunque el verbo «habitar» es usado en muchas traducciones de las Escrituras, el verbo más fiel al texto original

(εσκηνωσεν) es «tabernaculizar», que proviene del verbo griego skenóo. Tal vocablo, aunque no está registrado en
los diccionarios de nuestra lengua, se justifica por la necesidad de dar un sentido pleno a la frase. El tabernáculo
es un símbolo del cuerpo humano (es interesante el hecho de que el lapso transcurrido desde que Moisés subió al
Sinaí para recibir instrucciones sobre la construcción del tabernáculo hasta su inauguración fue de nueve meses).
«Tabernaculizar» transmite la idea de que Dios usa el cuerpo mismo del hombre como tienda, y que habita en él.
17 En el texto original en griego la frase es ἐν ἡμῖν /en 'emin/, y se puede traducir como «en nosotros», o «dentro

de nosotros». En griego koiné, la preposición locativa ἐν (Strong's G1722) significa ‘en’ o ‘dentro’.
18 Llama la atención que casi la totalidad de las versiones de la Biblia traducen este y una gran cantidad de pasajes

en tiempo pretérito («La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros»), cuando en griego koiné, idioma en el que
fue escrito la Biblia, no existe el tiempo pretérito. El tiempo usado en koiné para los verbos «hacerse carne» y
«habitar» es el aoristo, y este tiempo no se usa en castellano ni inglés, lo que hace que la mayoría de las
traducciones traicionen el mensaje original. El tiempo aoristo (palabra griega que significa ‘indeterminado’ o ‘sin
3
griego Logos (traducido como «Palabra») quiere decir 'sentido; plan; argumento; propósito'.
Aquí vemos que Dios tuvo un plan, un propósito, que fue darse a Sí mismo a ti al cien por ciento.
Esto ha hecho Él. Así que cualquier cosa que Él era antes de convertirse en ti, tú mismo lo sabrás
ser.
Es en ti, como persona, que la naturaleza del mismo Dios se revela. Esto lo sabrás cuando
experimentes la historia completa del Señor Jesucristo en primera persona y en tiempo presente.
Entonces, cuando les cuentes a aquellos que amas, no te creerán, porque conocen tus debilidades
y limitaciones.
Al saber que no has sido formado en Teología, no pueden ver la relación entre tú y aquél
del que se habla en el séptimo capítulo de Juan: «¿Cómo sabe éste letras, si no ha estudiado?»19
Como el Sanedrín, no entenderán de qué manera un hombre sin aprendizaje podría afirmar que
el Viejo Testamento se ha cumplido en él.
Los profetas predijeron el advenimiento de Dios, pero no dijeron cómo. Al asumir la
naturaleza humana, Dios despliega su naturaleza en el hombre, y el hombre se convierte en
Dios. Si Dios era un padre antes de escogerte, y se convierte en ti; ¿no eres tú un padre? Sí, pero
no hay manera de probar esto, a menos que el hijo de Dios aparezca para identificarte. Solo
cuando el hijo de Dios se revele en ti, sabrás que eres Dios.
Solo el Cristo Resucitado es consciente de su verdadera identidad. Es Él quien dice: «yo soy
en ustedes, y ustedes son en mí; por lo tanto, somos uno». El Cristo Resucitado es el eterno
hombre celestial, que es Dios. Tú eres un hombre. Aprende a adorar tu propia humanidad, que
es Dios. El hombre está buscando una fuerza impersonal para adorar, ¡pero Dios es el hombre!
Cuando estuve en su presencia, respondí su pregunta con las palabras de Pablo. Desde
entonces me he preguntado: ¿quién es Pablo? ¿No fue el iniciador de la fe cristiana? En nuestro
Nuevo Testamento hay registro de trece de sus cartas, todas escritas veinte años antes que los
evangelios.
En su primera carta a los Gálatas, dijo algo radical al declarar su independencia de toda
organización. En ese momento, a menos que fueras miembro de la sinagoga, no conseguías un
empleo. Sin embargo, Pablo se negó a aceptar cualquier intermediario entre él y el Señor
Resucitado, a quien había perseguido en su ceguera.
Un día el Cristo Resucitado te traerá a su presencia. Te incorporará a su cuerpo en un abrazo
desde el cual serás uno eternamente. Esto lo sé por experiencia.
Así que cuando les digo: «yo soy en ustedes», lo digo literalmente, porque soy uno con el
Cristo Resucitado. Estoy diciendo las palabras del Cristo Resucitado, no de Neville. Después de
que nos abrazamos, Él me envió; sin embargo, nunca se ha separado de mí. ¿Cómo puedo ser

límite’) implica una declaración de un hecho atemporal o indefinido en el tiempo, y no comunica el «cuándo»,
sino el estado de algo que «es». Una paráfrasis de este pasaje (Jn 1,14) sería: «En principio el Logos se hace carne,
y habita en nosotros, y vemos su gloria (gloria como la de unigénito junto a un padre) lleno de gozo y verdad».
19 Jn 7,15.

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uno con el cuerpo que me envió? Pues, «El que me ve, ve al que me envió».20
Limitados al concepto del espacio tridimensional, pensamos en ser enviados fuera de un
espacio, mientras que el que nos envió se queda, pero en el mundo espiritual del cual hablo,
cuando uno es unido al Señor, se llega a ser uno con Él en espíritu.
Mora en este ser que se convirtió en ti. Regresa al momento de ser escogido antes de que el
mundo fuese. Trata de recordar cuando te hizo conocer el misterio de su plan, que le da sentido
a tu vida, ese misterio que fue establecido en Cristo para el cumplimiento de los tiempos.
La Palabra —que da significado al mundo— era con Dios, y era Dios. Ese significado es
Cristo, un plan que no puede fallar en su propósito, el cual es desplegarse y revelarte como Dios.
Caminando sobre esta Tierra ahora mismo, tú eres la Palabra de Dios que avanza hacia la
realización.
Ahora, mientras estamos aquí esperando que el plan de Dios se despliegue, debemos
continuar aplicando la ley de Dios. Aquí tengo una historia sencilla. Una amiga escribió lo
siguiente: «Cuando mi hijo era bastante pequeño, en la familia llamábamos al catálogo de
Navidad de Sears “el libro de los deseos”. Nuestro hijo se pasaba horas viendo las páginas de
los juguetes, decidiendo qué iba a querer para Navidad. Hemos hecho esto durante los últimos
ocho años. Estoy adjuntando una tarjeta que promociona la edición actual del catálogo. Como
verás, ahora se llama “El Libro de los Deseos de Sears”».
Quienquiera que tenga esa cuenta pensará que esta es una idea original, pero mi amiga sabe
que ella es su creadora. Como puedes ver, no hay ficción. ¿Cómo puede haber ficción en un
mundo donde imaginar crea la realidad? Durante ocho años su hijo ha conocido el catálogo
como un «libro de deseos», y ahora se ha convertido en su nombre oficial. Si algo que has
imaginado se ha retrasado en manifestarse para ti, recuerda esta historia.
Sé que somos niños y queremos nuestros deseos inmediatamente cumplidos, pero los países
planifican para generaciones que aún no han nacido. Los padres con grandes posesiones
planifican no solo para sus pequeños en el presente, sino para la descendencia de su
descendencia. Tú y yo, sin embargo, estamos ansiosos y nos parece difícil esperar. Una y otra
vez, hay damas que me han dicho que querían casarse ya, solo para reconocer que aún no se
habían divorciado. Las he oído decir que solo había un hombre. Con ese hombre o sin él, lo cierto
es que se casaron con otro. Lo que realmente querían era estar felizmente casadas. Al afirmar
que tenía que ser ese hombre, les he preguntado: «¿y si él cayera muerto ahora mismo, aún
tendrías el deseo de compañía? Si lo tuvieras, entonces, él no es el único hombre».
Sabe lo que quieres en la vida y no lo condiciones. Si tu deseo es estar felizmente casado,
afirma que lo estás. Si quieres cierta casa, afirma que la tienes. No pienses que no la puedes
pagar. Simplemente juega el juego de los deseos.
Encuentra tu libro de los deseos de Dios. Hablándote a ti mismo mediante el deseo, haz que
el deseo se cumpla sintiendo su verdad. Ve el mundo desde su cumplimiento. Piérdete en el

20 Jn 12,45.
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sentimiento de posesión y dale todos los matices de la realidad. Cumple todo deseo mientras
caminas hacia la realización de tu verdadero propósito en la vida, que es despertar a Dios en ti.
No vas a convertirte en un pequeño dios para corretear con otros pequeños dioses, porque
solo hay un Dios. No olvides la gran Shemá: «Escucha, Israel: el Señor nuestro Dios,21 el Señor,
uno22 es».23 Estás destinado a despertar como ese único Dios y Padre de todos.
Cuando desperté dentro de esta simple y pequeña cosa llamada hombre, me pregunté cómo
este ser mortal podría asumir tal responsabilidad. Alojado en este ropaje de carne llamado
Neville, consciente de todas sus debilidades, el propósito de Dios se ha desplegado; aunque no
tengo manera de probárselo a nadie.
No puedo convencerte hasta que tengas fe. He compartido mis experiencias por escrito,
dando pasajes de las Escrituras para apoyarlas. Llegado el final del viaje, ahora sé, por
experiencia, que ingresamos en la Historia humana para cumplir las Escrituras.
Te digo: la historia de Cristo es una parábola representada, un relato contado como si fuera
verdad, para dejar que el que oiga (o lea) descubra los personajes ficticios y extraiga su
significado.
En la parábola, el actor toma a un pequeño niño en sus brazos y dice: «Este es el reino de los
cielos. A menos que aceptes el reino como un niño, no podrás entrar en él».24 Un día tú serás ese
actor, y el niño en tus brazos simbolizará tu entrada a los cielos. Es una señal del nacimiento de
Dios, no del vientre de una mujer, sino del cráneo del hombre, donde Dios es crucificado. Su
nombre es YO SOY, y cuando despiertes dirás: «YO ESTOY despierto». No mirarás alrededor
buscando a otros, porque estarás solo. Y desde ese momento las Escrituras se cumplirán en ti.
En un futuro no muy lejano dejarás este mundo para descubrir que la muerte te obligará a
modificar, o cambiar radicalmente, cualquier idea que hayas defendido aquí. Hoy recibí la
noticia de que mi buen amigo Randy murió. En 1952, mientras me recuperaba de una operación
delicada, Randy me vino a visitar al hospital. Era mi médico y amigo, pero no sabía lo que
enseño. Al ver la Biblia que tenía conmigo, me preguntó sobre mi interés por ella. Tomé la
historia de Esaú y Jacob, y le expliqué cómo Esaú representaba mi mundo circundante, que
podía cerrar mis ojos a ese mundo y vestir a Jacob (que simbolizaba lo que yo quería vestir en la
realidad externa) con las pieles de Esaú. Al creer en la realidad de lo que estoy haciendo, me

21 Esta gran declaración, que es parte del primer mandamiento dado a Moisés por Dios, en su traducción al
español, se pierden sutilezas que es conveniente aclarar para entender plenamente su significado: la primera de
ellas es que la palabra hebrea que se traduce como ‘Dios’ es Elohenu, que es una forma poética de Elohim, término
que expresa pluralidad, aunque se refiera a Dios (palabra en singular).
22 La segunda sutileza es que la palabra ehadh, traducido como ‘uno’, es específico en su significado, y se utiliza

con particular énfasis para definir un compuesto de partes unificadas, tales como: «la tarde y la mañana, un día»;
«los dos serán una carne»; «todos estos tienen un solo lenguaje», etc. Si la palabra «uno» se utiliza aquí en el
sentido de unificar, entonces el pasaje indica que YHVH (siempre en singular) nuestro Elohenu (siempre en
plural) es Uno. Es decir: pluralidad en unidad.
23 Dt 6,4.

24 Paráfrasis de Mt 18,3: De cierto os digo: Si no fuerais transformados y llegarais a ser como los niños, de ningún

modo entraréis en el reino de los cielos.


6
convenzo a mí mismo al aceptar que mi estado subjetivo es ahora una realidad objetiva.
Bien, para Randy eso no era religión. Para él religión significaba ir a la iglesia todos los
domingos por la mañana y pasar una hora allí. Era algo que había que hacer, como caminar con
un bastón porque tienes uno, y te sientes desnudo sin él. Su semana no estaba completa, a menos
que fuera a la iglesia los domingos. Randy ha dejado de ir desde hace unas semanas, e
indudablemente ahora está modificando sus creencias, pero tomará tiempo.
No despiertas allí como un sabio. Si eres tonto aquí, eres tonto allá. Si eres ladrón aquí, eres
ladrón allá. Si un hombre no es ladrón, independientemente de lo que pongas delante de él, no
lo tomará; por lo tanto, no hay tentación, no hay deseo de cambiar. Coloca todo el licor del
mundo ante alguien que no bebe, y no se verá tentado. Todo el tabaco del mundo no le interesará
al que no fuma; por lo tanto, no hay tentación.
Cuando un hombre es regenerado, no está más en el mundo de la generación. Todo el
mundo podría desvestirse delante de él y no sería tentado, porque sus energías han sido
elevadas a la regeneración.
Todos serán regenerados y vencerán sin esfuerzo, porque cuando las visiones ocurren tú
cambias. El cambio no ocurre antes de las visiones, porque la capacidad es la consecuencia (no
la condición) del reino de los cielos. No eres escogido por méritos. En el instante en que la visión
tiene lugar, la consecuencia ocurre.
Cuando leas las palabras de Cristo en el Nuevo Testamento, piensa en el Cristo Resucitado,
porque está hablando el hombre celestial. Todos estamos ascendiendo al único cuerpo de Cristo
sin pérdida de identidad. Te conoceré mejor y más íntimamente allí que lo que podría conocerte
jamás aquí, porque la máscara que usamos aquí establece una barrera entre nosotros. Pero en la
Nueva Era seremos íntimos y eternos hermanos, todos compartiendo el único cuerpo como el
único espíritu, el único Señor, el único Dios y Padre de todos.
Ahora entremos en el silencio.
(Traducción: Luis Natera)

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