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PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

FACULTAD DE COMUNICACIÓN Y LENGUAJE


CARRERA DE COMUNICACIÓN SOCIAL
MEDIOS Y OPINION PUBLICA

Trabajo entregado a: Andrés Torres


Trabajo entregado por: Kambiz Felipe Dominguez

Desmontando Wikileaks: El mundo detrás del mundo

En su libro Desmontando Wikileaks, Daniel Estulin nos muestra una versión despótica del
mundo, donde unos pocos toman las decisiones de la mayoría, donde las cosas pasan, dejan
de pasar, son y dejan de ser porque así lo quieren los miembros de una élite específica. Una
imagen incómoda y dura de digerir en a que la verdad ya no lo es, sino que es la que
aquellos que la moldean quieren que sea. Estulin nos muestra una realidad compleja en la
que, a través de la manipulación de la información y la verdad, unos pocos buscan
controlarlo todo.

En un mundo como lo describe Estulin, los medios de comunicación de masas juegan un rol
primordial, ya que son ellos los que transmiten la información, aquella que la élite cree
conveniente transmitir. En ese orden de ideas, una entidad como Wikileaks, que se suponía
luchaba contra el control de los medios y de unos pocos informando las cosas como
realmente son, resulta no ser más que un instrumento más dentro del juego de poderes de la
élite que controla el mundo, informando en vistas de intereses económicos y políticos.

Sin embargo, un modelo en el que la información que circula es aquella que unos pocos
creen conveniente no es algo nuevo en la historia del mundo. En efecto, hasta la
Revolución Francesa (y en algunos periodos posteriores también) la corona debía avalar lo
que se publicada en los periódicos y lo que circulaba en la opinión pública. Lo mismo
sucedía en la España de la Inquisición y en el régimen Nazi en Alemania.

Estulin afirma que “el mayor obstáculo hacia el descubrimiento no es la ignorancia; es la


ilusión del conocimiento”. Y está en lo cierto. A diferencia de los regímenes de Francia,
España o Alemania, con la reivindicación de la libertad de expresión y de prensa, los
dueños de los medios, aquellos poco que manejan el mundo han desarrollado una manera
de controlar a las masas mucho más efectiva que la de antaño: en vez de ocultar
información, lo que causa malestar en la sociedad y revoluciones, sueltan pedazos de la
información y la moldean a placer para crear en las personas la ilusión de que tienen acceso
y así no exista la necesidad de exigir.

Ahora bien, Estulin afirma que las cosas, si bien no son como parecen, no están perdidas,
no es tarde para solucionar el problema de la desinformación y la posverdad. Muchas
generaciones de periodistas han pasado y se han dado cuenta de esta realidad, todas se han
limitado a seguir su paso y obedecer, y los pocos que quieren luchas, terminan
corrompiéndose o silenciándose por falta de apoyo. El autor dice que hoy, la nueva
generación de jóvenes ha visto el mundo al que los han traído y se han dado cuenta del
estado deplorable en el que esta, pero han decidido no hacer parte de él, dejarlo pasar y
refugiarse en el ocio, el entretenimiento y el narcisismo. Sin embargo, es el deber de esta
nueva generación de jóvenes, de nuestra generación, hacer algo al respecto. Ahora más que
nunca tenemos las herramientas, las posibilidades. Un cambio en el régimen de la
información en el mundo sería tal vez el más grande en la historia del mundo.

Los cambios pueden resultar aterradores, sí, pero si se hacen de la manera correcta, resultan
en transiciones históricas y progresos sin igual. El cambio, en lo que al control de la
información se refiere, no se ha hecho correctamente en ningún momento, es hora de acabar
con el círculo vicioso.

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