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Queens and Kings Una Mirada A La Perform
Queens and Kings Una Mirada A La Perform
Feliciano Collazo
Queens & Kings: Una Mirada a la Performance Drag Entre lo (Est)ético y lo Político
Publicado en: Revista Cruce edición especial Orgullo 28 de junio 2019, pp. 27-33.
Disponible en: https://issuu.com/revistacruce/docs/cruce
“El organismo ya es eso: el juicio de Dios del que se aprovechan los médicos y del que obtienen
su poder. El organismo no es en modo alguno el cuerpo, el CsO (cuerpo sin órganos), sino un
estrato en el CsO, es decir, un fenómeno de acumulación, de coagulación, de sedimentación que
le impone formas, funciones, uniones, organizaciones dominantes y jerarquizadas, trascendencias
organizadas para extraer de él un trabajo útil.”
-Gilles Deleuze y Félix Guattari
binarios, divide el mundo en dos partes siempre jerarquizadas, nunca de manera dual. A raíz de
los antagonismos que se producen desde los discursos oficiales se jerarquizan las formas de vida
y se ejerce el poder sobre las personas y los cuerpos que no encajen con la norma o que buscan
subvertirla. En este escrito, se busca indagar en formas de oposición practica y epistemología que
quiebren esa epistemología binaria y eurocentrada que ha estructurado las formas en que
disidencia que sobre el cual se reflexionará en el presente ensayo, con el objetivo de arrojar luz
en formas alternativas de activismo performático. Es un intento de buscar nuevas armas para las
Estado Unidos que usualmente era hecho por hombres heterosexuales (Tylor, Rupp, Gamson,
2004: p. 108). Este espectáculo sé hacia principalmente para burlarse de los homosexuales hasta
que en 1920 este tipo de espectáculo fue apropiado y tomó importancia en la comunidad gay
década de 1950 y se empieza a practicar en algunas barras de San Juan para un publico de clase
acomodada y turistas (Laureano, 2016: p. 53). Es importante puntualizar que esta práctica no era
algo que la comunidad gay local había apropiado en su totalidad. No es hasta finales de la década
del sesenta despees de las revuelta de Stonewall que tanto en Estados Unido como en Puerto
Rico se empieza solidificar un movimiento de gay y lesbianas que desde ese entonces no ha
parado de crecer. Ya para los setenta en Puerto Rico el movimiento gay esta teniendo un
crecimiento en los espacios urbanos y van teniendo espacios (bares en su mayoría) para
socializar y para que la naciente escena drag se manifieste con los códigos culturales del
política como parte del repertorio táctico del movimiento LGBTTIQ por su capacidad de
deconstruir los géneros por medio del performance. De esta forma, va cubriendo un papel
finales de los setenta y principios de los ochenta surge el drag king, una nueva forma de
San Juan (Laureano, 2016) aunque hoy en día esta práctica se a generalizado por distintos
pueblos de Puerto Rico. Para efectos de ensayo me limitaré geográficamente solo al área de Río
Piedras ya que es una de las escenas más activas en Puerto Rico. Teniendo claro este resumido
shows en el distrito de Río Piedras. Me propuse observar reflexivamente los performances de las
dragas y los kings para tomar notas sobre su actuaciones, su estética y su puesta en escena. El
análisis fue llevado acabo mediante un marco teórico que permite analizar los datos observados
con cierta flexibilidad y de manera integral por la diversidad de ideas que manejaré para
antropología del performance permite arrojar luz a un fenómeno social desde el punto de vista de
la producción de sentido, ya que toma en cuenta el marco simbólico que estructura el quehacer
social de las personas (Biancotti & Ortecho, 2013: p. 122). A partir de esto, se plantea que el
dispositivo drag como performance cultural1 transforma su espacio social mediante la inversión
políticas y culturales- este funciona como una tecnología de desmontaje de las convenciones
sociales heteronormativas.
1 Victor Turner distingue dos formas de performance; el performance social que se trata de la puesta en escena de sí
en la vida cotidiana y la manera en que las personas se desenvuelven socialmente y el performance cultural que
alude a practicas estéticas como lo es el teatro y la la performance art. (Turner, 1988: p. 88)
Paralelo a esta noción antropológica del performance estaré dialogando con la noción un
poco mas filosófica de la performance de Bernat Tort. Este autor plantea que la performance mas
humana. Es decir, el performance sería la forma más abstracta e idealizada de relación ética con
el otro” (Tort, 2012).2 Esta conceptualización que ve la practica de la performance como ética-
experimental (Tort, 2011) es vital para enriquecer la teoría de Turner en el aspecto de los
performances culturales. En el sentido en que la mera noción del performance como un gesto
con su entorno social y los efectos que las acciones de esta pueda tener sobre el público.
Por otro lado, en la performance drag ocurren otras manifestaciones sociales y subjetivas
que solo las puedo llamar con el termino de “devenir” acuñado por Gilles Deleuze y Félix
Guattari. El dispositivo drag es una tecnología que propicia ese cruce constante de una
subjetividad a otra que caracteriza el devenir del sujeto. Deleuze y Guattari (1987) plantean que
el sujeto esta inmerso en un constante devenir-otro (p. 272). Es decir, la subjetividad y con esta la
identidad, no son elementos estáticos sino que por el contrario, son elementos variables que son
afectados por múltiples consideraciones sociales. A lo que estos autores proponen una serie de
devenires que alejen al sujeto de las tecnologías de subjetivación de la normativa del sistema.
Una de las transiciones que proponen estos dos autores es la de “devenir-mujer” (Deleuze &
Guattari, 1987: p. 276 ), eso se refiere a una descentralización de las construcciones patriarcales
de las categorías de “hombre y mujer” para abrir paso a un nuevo sujeto, un sujeto que se
2 Véase ponencia grabada en video “ Tort. Cuerpos que afectan: La experiencia (est)ética del performance como
intersubjetividad visceral saturada” Presentada el 11 de abril de 2012.
contradictorio que se tenga que devenir-mujer para alejarse de la “mujer” - es decir, de la
“But we believe to be physical and direct perception is only a sophisticated and mythic
construction, an imaginary formation, which reinterprets physical features (in
themselves as neutral as any others but marked by the social system) through the
network of relationships in which they are perceived. They are black, therefore they are
black; they are seen as woman, therefore, they are woman. But before being seen that
way, they first had to be made that way” (Wittig, 1981: p. 362).
En este sentido, vemos cómo la mujer (tanto como el hombre) se construye socialmente,
de esta forma, tanto Wittig como Deleuze y Guattari proponen el devenir-mujer (que no es más
constructo social que escapa de la lógica patriarcal. En su palabras: “Thus a lesbian has to be
something else, a not-woman a not-man, a product of society, not a product of nature, for there is
no nature in society” (Ibídem). Dejando esto claro se va analizar en el siguiente apartado este
proceso de devenir del sujeto drag como parte fundamental del performance drag queen/king, se
va a observar como un acto que deja de manifiesto la construcción performativa de los géneros y
2018: p. 9) que son apropiados por estas/os sujetos y descontextualizan sus significados
convirtiendo estos signos en autenticas herramientas subversivas. Cuando una draga en un show
que presencié en abril de 2018 comienza su performance con una música de Amy Winehouse y
femeninas. Ella utilizó la figura (el significante) de la cantante y su canción y la sitúa en otro
dispositivo drag, pero fundamentalmente, mediante el uso de hormonas (Preciado, 2008: p. 91)
transgresor que no se sitúa ni en los parámetros de un género ni del otro. Así se rompe con la
Las apropiaciones estéticas de las dragas y los kings van a cumplir una función de
estética campante3 de critica a las figuras masculinas y femeninas producidas por la cultura de
masas mediante las propias pautas culturales dominantes (Amícola, 2002: p. 167). De momento,
vemos a una draga parodiando la figura de alguna celebridad de la cultura de masas y este acto
tiene, según este análisis, una doble función subversiva. La primera seria la transgresión estética,
ética y moral que tiene en sí el travestismo cuyo potencial radica según Jarpa (2018) “en la
producción de efectos sobre la piel [que] se vuelven desafiantes precisamente por construirse en
la superficie de las esencias, las verdades biológicas y el sexo verdadero” (p. 18). La segunda,
física (Preciado, 2019, p. 116). Esto además de ser una transgresión a la estética neoliberal
3 Véase la noción de la estetica Camp en Amícola, J. (2002). Camp followers: Estética Camp y nueva
carnavalización. Celehis. Revista del centro de letras Hispanoamericanas 11(14), pp. 167-175.
heteropatriarcal es un mecanismo de producción de nuevas subjetividades transfeministas. Con
devenir-otro que se encuentra en el medio del rizoma de Deleuziano, en el cruce entre una
siguiendo el concepto de Bernat Tort - que se ubica fuera del código social heteronormativo y
desidentificación (Preciado, 2008: p. 258). Esta apertura a una epistemología transfeminista que
permite este tipo de performances, pavimenta el camino hacia una ética decolonial que desplaza
transformación simbólica del espacio que habita. Antes de iniciar cualquier performance las
personas se encuentran en el estado normal de las cosas y al momento que empiezan los
nuevos signos y la subversión de otros (Turner, 1988). En este sentido, también hay un devenir-
drag del público y el espectáculo se torna en un momento de ocio lúdico y al mismo tiempo en
El cuerpo de la draga o del king interpela los cuerpos que tienen al frente, los hace parte
de una transgresión colectiva. Esta dimensión política en el drag show permite que el dispositivo
drag sea una estrategia alternativa a los modos tradicionales de hacer política invaluable. El
juego simbólico que permite la producción de una nueva subjetividad, permite a su vez, crear
una ficción política para resistir las narrativas oficiales del poder (Preciado, 2019, p. 117). Para
combatir la lucha contra la barbarie que llega hace crear nuevas estrategias, resignificar espacios
dentro y fuera de los espacios queer y moverse en otro lenguaje que subvierta a la derecha
judeocristiana, pero también, que se resista las normas de la izquierda disciplinaria. En fin,
Amícola, J. (2002). Camp followers: Estética Camp y nueva carnavalización. Celehis. Revista
Deleuze & Guattari. (1987). A thousand plateaus: Capitalism and schizophrenia. University of
Jarpa, M. (2018). “Que se quede el infinito sin estrellas”: El devenir diva en la performance de
Laureano, J. (2016). San Juan gay: Conquista de un espacio urbano de 1948 a 1991. San Juan,
Preciado, P.B. (2019). Un apartamento en Urano: Crónicas del cruce. Barcelona: Anagrama.
Taylor, Rupp & Gamson (2004). Performing protest: Drag shows as tactical repertoire of the gay
and lesbian movement. Research in social movements, conflict and change (25), pp.
Tort, B. (2012). Cuerpos que afectan: La experiencia del performance como intersubjetividad
v=P59VYY3zADU
Tort, B. (2012). Tetas y terror. 80grados. Consultado en http://www.80grados.net/tetas-y-terror/
Tort, B. (2011). Violencia meta-física como ética de futuro: Un manifiesto para el performance.
Wittig, M. (1981). One is not born a woman. En E. Freedman (ed.) (2007). The essential feminist