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ÍNDICE

INTRODUCIÓN

RESUMEN

Sección 1. Dar relevancia a la historia

Sección 2. Actividades para el comienzo de clase

Sección 3. Entender la cronología

Sección 4. Actividades escritas

Sección 5. Actividades de escenificación

Sección 6. Usar las tecnologías de la información y la comunicación

Sección 7. Usar fuentes primarias

Sección 8. Ser creativos

Sección 9. Destrezas de pensar históricamente

Sección 10. Juegos de historia

Sección 11. En exteriores

Sección 12. Arqueología

Sección 13. Actividades para el final de la clase y tareas para casa

Sección 14. Listas imprescindibles para la enseñanza de la historia

Sección 15. El valor del dinero a lo largo de los siglos

CONCLUSIONES Y VALORACIÓN CRÍTICA


INTRODUCIÓN

El amplio resumen que he realizado a continuación no es más que las características más importantes
que ha escrito Julia Murphy, autora del libro “Más de 100 ideas para enseñar historia”.

Libro que nos explica una forma fácil mediante actividades e ideas para la enseñanza de historia en
primaria y secundaria.

La historia es una materia extensa con numerosos nombres de personajes y fechas de


acontecimientos que han ido marcando el tiempo hasta nuestros días. Para que el alumnado aprenda
bien la materia de forma activa sin aburrirse al estudiar la asignatura, la autora pone a mano a los
docentes este libro con recursos educativos para la enseñanza y aprendizaje de dicha materia.

Estos recursos y consejos ofrecen ejemplos prácticos a la hora de incorporar las ideas dentro de los
temas que se estén estudiando en el aula. Son técnicas y ejercicios que permiten que el alumno
desarrolle ciertas habilidades que puede ejercer en otras asignaturas o cursos como la redacción de
un tema, aprendizaje de vocabulario,…
Sección 1. Dar relevancia a la historia.

Una de las preguntas más comunes que puede oírse de la boca de un alumno es: “¿Por qué
estudiamos historia?”. Numerosas son las razones que un maestro puede dar a su alumnado, entre
otras: Porque así aprendéis cómo eran las cosas en el pasado, porque os permite aprender a pensar,
porque así conocéis más cosas sobre lo que hoy sucede en el mundo, porque ponéis en práctica
habilidades que necesitáis para otras asignaturas o porque os convierte en personas mejor
informadas.

Los murales en el aula tal crean en el espacio de clase un entorno de trabajo agradable y relevante.
Elija un tema para cada medio semestre, podría ser el tema en cuestión el que se esté estudiando en
ese momento. Esto sirve a menudo para cautivar la imaginación de los alumnos de cursos menos
avanzados que mantienen un alto nivel de entusiasmo en torno a la asignatura. Puede incluir también
trabajos llamativos y coloridos que haya producido el alumnado. Si van de excursión a un monumento
o lugar histórico, asegúrese de llevar una cámara digital, podrá crear un registro de imágenes de su
visita y exponerlo en la pared del aula. Puede crear murales o exposiciones que tengan relevancia
para aquella época del año en concreto.

Las líneas temporales constituyen una forma fantástica de mostrar y explicar una cronología. Para el
alumnado de cursos más avanzados empiece recopilando citas en las que celebridades y
personalidades importantes hagan mención de lo mucho que les gusta de lo mucho que les gusta la
historia o de la parte de ésta que les interesa especialmente.

Un día como hoy en la historia…. Es una manera estupenda de mostrar con una cierta regularidad el
cambio y la continuidad a los alumnos y las alumnas. Un buen detalle es el consistente de integrar los
cumpleaños de los miembros de la clase en esta actividad. Lo único necesario será un reservado en la
pared del aula con el título “Un día como hoy en la historia…”. Puede pedir a un miembro de su clase
que investigue sobre un acontecimiento que tuvo lugar años atrás. La información sobre el
acontecimiento en cuestión puede estar expuesta en su mural como una simple curiosidad o puede
ser usada como punto de partida para un debate adicional.

Otra forma de mostrar que la historia es más que los temas tratados en las lecciones son los recortes
periodísticos, pues muchos artículos están ligados con los periodos y sucesos que ya estudian en
clase. Los diarios locales suelen informar de nuevos descubrimientos arqueológicos y sus páginas
recogen abundantes fotos antiguas de la localidad. Todas estas fotografías reproducidas en las
paginas de los diarios son una autentica mina de ideas e información para aproximarse a la historia
local.

El reto de las figuras históricas, es una actividad extracurricular, ideal para unas clases de refuerzo o
para un “club” de historia. Exponga una imagen de una figura histórica famosa que se esté utilizando
en ese momento en alguna campaña publicitaria, serie o película. Puede traer imágenes de alguna
personalidad notable que tenga una estatua en la localidad. Organice una investigación para descubrir
mas cosas sobre esa figura histórica y cuelgue los resultados en el mural. También podría organizar
este ejercicio a la inversa, exponiendo una figura en negro con una interrogación y dejando pistas de
la identidad de la persona en cuestión en torno a dicha figura.

Si dispone de espacio, dedique un rincón del aula a objetos viejos o antiguos que puedan ser
significativos. Los alumnos pueden traer instrumentos antiguos para que formen parte de una
investigación. Ese rincón puede simular una especie de museo donde podrán usar los objetos con
fines diversos: compararlos, mostrar cambio y continuidad o ubicarlos en una línea temporal.

Sección 2. Actividades para el comienzo de clase.

Hoy en día la historia consiste en mucho más que aprender hechos y cifras de memoria. El alumnado
debería desarrollar habilidades de pensamiento como la capacidad de análisis. Las actividades
iniciales de cada lección permiten que su alumnado se calme y se centre en el tema. Una actividad de
inicio da al alumno tiempo para recordar lo que aprendió en la anterior clase de historia. También
facilita a los alumnos ponerse al día de las lecturas que necesitan hacer.

Secuenciar el pasado es una actividad para reforzar la comprensión cronológica. Seleccione cuatro o
cinco imágenes basadas en acontecimientos que hayan estudiado previamente. Reparta fotocopias de
las mismas entre los alumnos o expóngalas en la pizarra. Los alumnos deberían poner esas imágenes
en orden. Puede usar sucesos escritos en la pizarra en lugar de imágenes para que de igual forma los
ordenen cronológicamente.

Un modo muy útil de reforzar las palabras aprendidas en la lección anterior es el consistente en
comenzar con un juego de bingo. Puede usar una lista de diez o quince palabras relacionadas con la
unidad que estén estudiando en ese momento. El vocabulario nuevo debería ser introducido
gradualmente. En cuanto haya dado a sus alumnos una lista de palabras dígales que escriban seis de
ellas en una hoja. Este será su cartón de bingo. Cuando elija una palabra léala en voz alta para que los
alumnos que contengan esa palabra puedan tacharla de su cartón. Gana el alumno que tache primero
todas las palabras. También se puede jugar al bingo con fechas históricas importantes.

Puede facilitarles a sus alumnos un conjunto de décadas, años, meses o incluso fechas concretas
entre las que tengan que elegir. El profesor deberá describir un acontecimiento y los alumnos
deberán ver si la fecha de ese acontecimiento está en su cartón.

Los bocadillos de texto es una actividad que requiere un retrato o foto con dos o más personajes
referidos en la lección previa. Fotocópiela y dibuje unos bocadillos de texto vacíos saliendo de sus
bocas. La idea es que el alumno rellene esos bocadillos con palabras apropiadas aprendidas en la
lección.

Para probar los conocimientos de términos clave por parte del alumno, cree y muestre anagramas con
algunas palabras aprendidas en la anterior lección. Escriba cuatro o cinco de dichos anagramas en la
pizarra y vaya pidiendo a sucesivas parejas de alumnos que los resuelvan.

Para preparar un debate organice a sus alumnos por parejas durante los primeros cinco minutos de la
clase. Pídales que busquen los cinco puntos clave más importantes de la última lección y dígales que
estén preparados para debatirlos con el resto de la clase.

Puede que tenga que introducir un tema nuevo, en este caso, esta actividad con concreto de trabajar
con imágenes funcionara bien si su lección se centra en fuentes pictóricas o fotográficas. Deje que los
alumnos contemplen una imagen durante uno o dos minutos. Retire la imagen y pida a los alumnos
que escriban una lista de detalles de la foto o pintura que han visto. Deje seguidamente que vuelvan a
ver la imagen así centrarán la atención a ella y que vean en qué no se han fijado y en qué sí.

El bueno, el feo y el malo es un ejercicio en el que divide la clase en dos mitades. Dé a los alumnos de
una mitad un conjunto de fuentes sobre una persona o acontecimiento. A la otra mitad otro conjunto
de fuentes. Una vez que hayan hablado sobre un acontecimiento podrán ver los alumnos que hay
diferentes puntos de vista para diferir una fuente.
Basándose en el famoso concurso Jeopardy usted puede dar una respuesta a la clase y ésta tiene que
formular la pregunta correcta para esa respuesta. A fin de conseguir que todos y todas se impliquen,
quien diga la pregunta correcta puede entonces proponer una respuesta para que alguien que no
haya jugado aun aventure una pregunta correcta.

Se puede recurrir a actividades de inicio mas breves para reforzar determinados puntos de una
lección o para motivar a los alumnos. He aquí algunos ejemplos:

 Elija a un alumno para que haga el papel de descriptor y dele una palabra o acontecimiento
clave. El elegido tendrá que describirlo sin utilizar el término o la expresión prohibida.
 Cree una sopa de letras sobre el tema que desee.
 Elija a una personalidad o acontecimiento clave que esté estudiando. Diga a sus alumnos que
tienen veinte oportunidades para averiguar de quien o que se trata, pero usted solo podrá
responder con un si o un no.
 En la pizarra un alumno escribe tanta rayas como letras tenga la palabra o expresión que haya
que adivinar y luego los demás van diciendo letras que crean que estén incluidas en la palabra
escondida.
 Muestre a sus alumnos cuatro palabras, objetos o imágenes, de manera que una de ellas no
encaje con el resto. Pídales que escojan cual desentona y que expliquen por qué.

Antes de que empiece un tema nuevo, vale la pena que pregunte a los alumnos sobre lo que ya saben
del período histórico en cuestión. Recopile todos sus conocimientos previos en la pizarra y si ve
errores puede decirles que volverán a esa lista cuando hayan acabado de estudiar el tema para que
vean que sabían y que no.

Sección 3. Entender la cronología.

Se pueden crear líneas del tiempo que son muy útiles para que los alumnos comprendan mejor el
flujo y las subdivisiones del tiempo. Al principio, las líneas pueden estar relacionadas simplemente con
los propios estudiantes, mostrando lo que estos hacen en un dia normal. Luego durante toda la
semana y después desde que nacieron. Las líneas del tiempo pueden hacerse mas complejas a partir
de ahí introduciendo las nociones antes y después de Cristo. Para hacerlas mas sencillas se puede
escribir una serie de momentos o fechas en trozos de papel y entregárselos a los alumnos para que
los organicen por orden cronológico.

Las líneas del tiempo pueden servir para componer murales o exposiciones.

Puede colocar en la pared una línea temporal en blanco con marcas correspondientes a los años que
se abarcaran. A medida que los alumnos vayan realizando trabajos y dibujos relacionados, podrá ir
pegando los mejores en los lugares correspondientes.

Al hablar de cronología tal vez le interese explicar que la manera de medir los años en el sistema
británico por ejemplo es distinta al de otras culturas. Estudiar numeraciones de otros posibles
calendarios podría ser un modo de incorporar nociones elementales de aritmética a la historia.

El estudio de familias puede ser muy complejo por ello para estudiar los árboles genealógicos se
puede comenzar utilizando una familia de ficción como por ejemplo Los Simpson. Puede imprimir
algunas imágenes de dicha familia y formar grupos.

Estos pueden ordenar correctamente las imágenes, para empezar y luego dibujar un árbol
genealógico aplicando las convenciones que usted les muestre. Cuando lo hayan entendido bien
puede pedirles que completen sus propios árboles genealógicos.

El uso metafórico de un árbol constituye un buen modo de enseñar hasta qué punto dependemos del
pasado. Confeccione cuadrículas o planillas como las utilizadas para las estadísticas deportivas,
escribiendo en la parte superior su tema central de estudio. Ponga a sus estudiantes en marcha
pidiéndoles que asignen una puntuación a la importancia de cada motivo enumerado. Usted podrá
luego iniciar junto a sus alumnos una investigación sobre un tema en concreto, hacer que escriban
trabajos al respecto en los que dediquen un párrafo.

Las cuadrillas, planillas,… les será útil cuando desee mostrar la existencia de cambios a lo largo de un
cierto periodo de tiempo. Su tabla necesitara dos columnas, una para la situación y otra para situación
posterior. Puede facilitar a sus alumnos categorías en la que fijarse.
Sección 4. Actividades escritas.

El trabajo relacionado con la historia puede resultar desalentador para algunos alumnos. Usted tiene
la posibilidad de añadir algo de variedad a las actividades escritas incluyendo en cada tema algunas de
las sugerencias que ponen a prueba las mismas habilidades que el habitual trabajo basado en la
fórmula de preguntas y respuestas. Plantean algunos vínculos curriculares con la lectoescritura. Un
buen número de estas sugerencias incorporan oportunidades para que los alumnos establezcan lazos
de empatía cono personas del pasado.

La introducción de entradas de un diario es un ejercicio que exige de su alumnado unas grandes dosis
de empatía, un método para que piensen desde la perspectiva de otra persona y para que se imagine
cómo era la vida en el periodo que están estudiando. Puede pedir a los alumnos que escriban una
entrada en el hipotético diario de una figura histórica como si estuviesen presentes en un
acontecimiento determinado. Otra alternativa es la escritura de cartas, como oportunidad para que
su alumnado muestre que puede recordar y explicar acontecimientos. Una versión mas abreviada es
la elaboración de una postal. Para esta tarea los estudiantes no solo deberán realizar la parte escrita
sino que también estarán obligados a elegir una imagen que la acompañe en el anverso.

La realización de un libro de historia para niños más pequeños es un modo de que sus alumnos
demuestren que han entendido el tema, y de asegurarse que elijan sus propias palabras para expresar
esa información. Puede tratarse de una tarea muy apropiada después de que hayan realizado deberes
en casa basados en algún tipo de investigación: una tarea que les obligue a usar y adaptar la
información que han traído consigo a clase. Dígales que tienen que explicar lo que han aprendido a
niños más pequeños asegurándose de que aclaren las palabras difíciles o de que utilicen alternativas
más sencillas.

Otra forma de exponer información es haciendo que los alumnos creen paginas propias para un
hipotético libro de texto. Este trabajo puede llevarse a cabo individualmente o por parejas en una
hoja de tamaño Din-A3. Pueden formular títulos en forma de pregunta e incluir elementos como
recuadros, listados, narraciones, tablas y gráficos.

Diseñar una página web en papel es una alternativa que puede convertirse en un ejercicio de
prácticas con las TIC, en colaboración con el departamento de informática. Diga a su alumnado quién
será su público para que realicen trabajos conjuntos entre diferentes grupos que se dediquen a un
área en común. El resultado final es en el papel, deberá tener un aspecto similar al que tendría si
fuera una página web vista en el ordenador.

Aunque las reconstrucciones de recetas y menús antiguas no sea posible, si se pueden investigar los
hábitos alimenticios del pasado. Se trata de una actividad divertida cuyo uso más adecuado
probablemente sea el de tarea de final de semestre.

Recopile una lista de todos los productos comestibles de los que disponían las gentes del periodo que
han estudiado y diseñen un menú para una comida especial o para otra mas corriente. Pueden
escribirlo en un tablero como los de los puestos de los mercados o en un pergamino para un
banquete.

Redactar un anuncio para una inmobiliaria, tanto si se trata de un castillo como de la vivienda de un
mercader es otra manera de hacer que se interesen por los edificios de la época que estudian.
Explique a sus alumnos que no todas esas casas se hubiesen vendido o comprado como hoy en día
pero que en cualquier caso que preparen un anuncio de venta de un edificio. Usando publicidad real
para que vean el formato que deben utilizar.

Las portadas de los periódicos puede ser una actividad que se trata de una tarea exigente dirigida a
obtener el máximo de su alumnado. Esté preparado para enseñarles ejemplos de diarios de verdad.
Esta actividad será un mecanismo ideal para que produzcan textos sesgados o tendenciosos. Sería
divertido imaginarse nombres de periódicos y titulares.

Los alumnos de primaria pueden hacer sus pinitos en la redacción de trabajos sobre temas concretos
utilizando pautas de escritura que les guíen en el proceso. La redacción de trabajos es una actividad
que no suele introducirse por primera vez hasta las clases de secundaria. Pueden formarse grupos
que recojan datos sobre un tema y usen esa información para producir sus propios trabajos. Pueden
emplear analogías para mostrarles en qué debe consistir un trabajo escrito, como es el de la
hamburguesa para explicar que un pan seria la introducción, la carne el relleno central de la redacción
y el otro pan la conclusión final.

Si han estudiado alguna figura histórica y quiere que sus alumnos demuestren que han entendido los
principales acontecimientos de las vidas de aquéllas o las principales contribuciones que hicieron,
tienen la posibilidad de exponer esa información en forma de esquela u obituario. Esta actividad
permite que los estudiantes evalúen posibles fuentes de sesgos o tendenciosidad. Un método
abreviado realizar este mismo tipo de tarea es el consistente en escribir epitafios para las tumbas de
las figuras históricas.

Cuando quiera animar a sus alumnos a que estudien las fuentes y que comiencen a evaluarlas, escribir
informes es un buen método de conseguirlo. Un ejemplo seria una complicación para un informe
sobre los monasterios dirigidos a Enrique VIII. Los informes pueden ser objetivos y equilibrados.

Siempre habrá estudiantes que acaben antes el trabajo por lo que necesitan tareas adicionales. Puede
inspirarse en materiales de etapas clave posteriores o de niveles de estudio posteriores. Asegúrese
que el trabajo de ampliación se algo que los implique y los motive. El acceso a ordenadores o la
redacción de un trabajo son tareas que le permitirán seguir con el tema cuando haya terminado las
tareas de clase.

Sección 5. Actividades de escenificación.

La escenificación puede ser muy beneficiosa para el aprovechamiento de las lecciones de historia.
Cualquier actuación de este tipo será lo que mas permanezca en la memoria de sus alumnos mucho
tiempo después. Las actividades escenificadas suelen ser más ruidosas por lo que será muy útil
disponer de una señal preacordada con su alumnado para que sepan cuando callar. Los alumnos
pueden hacerse una mayor idea de como eran las vidas de las personas del pasado adoptando el
papel de un personaje en una breve pieza teatral inventada por ellos mismos. Puede estar basada en
una situación que usted les haya indicado a tal efecto. Algunas de estas actividades escenificadas
precisaran de mas estructuración o de mayor información adicional sobre sus respectivos personajes.
Puede elaborar unas tarjetas con algunos datos básicos sobre los que les gusta y lo que no ,
preferencias y creencias. Cuando los alumnos estén en plena representación, usted puede seguir
añadiendo nuevas situaciones a escenificar. Pueden también representar a figuras históricas famosas.
De lo que se trata es de improvisar cómo reaccionarían los personajes antes las situaciones
planteadas.
La silla de la verdad es un ejercicio en el que usted o un alumno adoptan el papel de un personaje
histórico y responde a las preguntas que le formula el resto de la clase. La persona sentada en la silla
tiene que saberse bien su tema y ser capaz de ceñirse al su personaje. No tiene que ser un personaje
famoso, puede ser simplemente alguien que fuera testigo presencial en un hecho histórico. Pida a sus
alumnos que se apunten una o dos preguntas que les gustaría hacer a esa persona. Si quisiera que de
esta actividad saliera algún resultado escrito, puede pedir a sus alumnos que escriban lo que han
aprendido en forma de entrevista para el periódico o revista hipotéticos de la época en cuestión.

Otra actividad que motiva a los alumnos es la creación de un guion que pueda ser puesto en práctica
por los alumnos. Es útil si incluye mucha información que se olvidaría en una mera interpretación de
papeles. Hay numerosas obras de contenido histórico ya escritas que pueden interpretar incluso
adaptadas para alumnos con necesidades educativas especiales.

Divida a su clase en grupos para que dentro de cada uno de ellos, decidan quien hará de presentador
y que otros personajes necesitan. Los programas de debate brindan una buena oportunidad para que
cada personaje sea entrevistado a propósito de su papel en una determinada situación o
acontecimiento histórico. También es habitual que ayuden a que los espectadores saquen sus propias
conclusiones acerca de quién tuvo la culpa o de qué se puedo haber hecho de otro modo.

Si sus alumnos pueden llegar a organizar gran bullicio mantenga una estructura firme para el
funcionamiento de la lección. Dele horarios muy estrictos con los que trabajar, bien para elegir sus
papeles o bien para la elaboración de un guión.

Hay otras formas de incorporar las actividades dramatizadas a sus clases.

Produciendo un noticiario radiofónico. Elaborar un reportaje o una información directa de uno de los
acontecimientos que hayan estudiado. Podría pedir a diferentes grupos de alumnos que sean
emisoras de radio de diferentes países, eso le permitiría acabar teniendo ejemplos directos de
informaciones tendenciosas o sesgadas. Otra variante consiste en hacer que sus grupos trabajen en la
elaboración de noticias sobre un acontecimientos, en momentos sucesivos de la clase, usted les ira
revelando nueva información que tendrán que incorporar a sus boletines. Cuando cada grupo
exponga su noticiario ante el resto de la clase, los demás podrán tratar de averiguar qué sabía ese
grupo que ellos ignoraban.
Los discursos son otra actividad en la que sus alumnos se mantienen sentados y pude derivar a
trabajo escrito. Cuando ellos estén defendiendo o criticando un punto de vista determinado, usted
tendrá la opción de desarrollar esta actividad hasta convertirla en un debate en clase. Cada grupo de
debate puede prepararse un discurso de dos minutos con pruebas y datos que convenzan al resto de
la clase.

La imagen congelada consiste en mostrar imágenes o fotografías y pidiendo a los alumnos que
recreen la escena que ven en ellas. Cuando usted diga ¡quietos!, deberán mantener la pose. El resto
de la clase dirá ideas acerca lo que creen que cada uno de los personajes está pensando o está a
punto de decir.

Cada grupo muestra su actividad escenificada, contamos con métodos diversos para mantener la
atención de los allí presentes. Decirles que cada uno de ellos tiene que preparar una pregunta para
uno de los personajes. Otro método es que daca grupo deberá recibir una puntuación de los
espectadores con arreglo a unos criterios predeterminados. Esto también ayudará a que los alumnos
y alumnas sean más reflexivos con respecto a la intervención de su propio grupo y a que mejoren para
la próxima vez.

Sección 6. Usar tecnologías de la información y la comunicación.

El gobierno recomienda que el profesorado de historia utilice las TIC en su activad docente y que en
concreto: se use internet, los discos cd-rom, correo electrónico, se desarrollen bases de datos, se
clasifique la información en pantalla y el alumnado sea capaz de presentar sus hallazgos y
conclusiones empleando esas tecnologías.

Si usted tiene prevista una clase basada en el uso de las TIC asegúrese siempre de que cuenta con un
plan de apoyo en caso de que el equipo no funcione. Los ordenadores pueden ayudar a los menos
avanzados en el tema y a quienes más dificultades están teniendo con las exigentes labores de
escritura.

Los CD-ROM puede resultar una inversión cara para un departamento, aunque tienen varias ventajas
sobre internet. Por ejemplo que toda la información está contenida en un solo lugar y puede
concebirlos con algunos elementos adicionales como cuestionarios, animaciones, secuencias,… Con
un CD-ROM no tendrá que preocuparse de si la red de la escuela esta conectada o no a internet o que
si el sitio web esta inaccesible. Este material no suele retrasar la clase por problemas con las
búsquedas.

Poco tiene de novedoso el hecho de mostrar un video en clase, para aprovechar al máximo ese
visionado, asegúrese de que sus alumnos estarán atentos entregándoles una serie de preguntas que
tengan que ir respondiendo mientras ven el video. Las preguntas de elección múltiples son las que
funcionan mejor. Prepare dos hojas de pregunta para la clase y evitar así que copien las respuestas.

Los programas de autoedición suelen incluir una serie de plantillas. También pueden emplearse
programas de procesamiento de textos para este tipo de actividad.

Cuando sus alumnos producen algo de esta forma, tienen la oportunidad de ver lo profesional que su
trabajo puede llegar a parecer. Cuenta con diversas herramientas de ayuda que pueden encenderse o
apagarse cuando quieran, como son los correctores ortográficos. También pueden utilizarse para
producir publicaciones como un cartel publicitario.

Si no está seguro de las habilidades en materia de TIC de sus alumnos hágales una breve introducción
a las teclas y los iconos que más necesitarán para la clase antes de pasar al hardware en sí. Cuando
sus alumnos estén ya ante los ordenadores puede proporcionarles instrucciones orales o escritas para
que todos sigan los pasos. Existen infinidad de sitios web que pueden emplearse en las clases de
historia. Puede visitar algún sitio web pensado para el profesorado de historia y que se actualice
regularmente con nuevos enlaces. Los sitios web pueden variar considerablemente en cuanto a su
calidad, pues cualquiera puede escribir y publicar uno de ellos. Cuando haya encontrado un sitio web
que vaya a resultar útil para su clase, asegúrese de analizar atentamente todas las páginas que vaya a
usar del mismo.

Cuando esté seguro que puede utilizarle en clase, comience dándoles instrucciones precisas para que
accedan a la página correcta y deles una lista de preguntas basadas en los contenidos que allí hallarán
para ayudarlos a centrarse en ellos. Algunos sitios web tienen cuestionarios y actividades interactivos
que pueden realizar en línea para poner a prueba los conocimientos de los alumnos.

La mayoría de los museos cuentan actualmente con algún tipo de presencia en internet que varía
desde los sitios web con información muy básica hasta otros sitios de grandes dimensiones que
incluyen ejercicios interactivos y colecciones visibles desde cualquier ordenador externo.
Power Point puede ser un programa muy útil tanto si lo que le interesa es enseñar una presentación
ya preparada y descargada de internet, como si es usted mismo quien prepara una serie de
diapositivas para que sus alumnos las ordenen.

Permite que los usuarios creen una serie de filminas que pueden ser luego mostradas en forma de
pase. Las diapositivas pueden reorganizarse en cualquier orden. Otra forma de utilizar este programa
para una presentación es teniendo la pantalla del ordenador o la pizarra o pared donde proyecte esta
en un lugar que solo sea visible a quienes expongan para que utilicen las diapositivas como apuntes
para un discurso.

Sección 7. Usar fuentes primarias.

La autoridad educativa o los museos locales disponen de un servicio de préstamos de objetos o


enseres antiguos. Hay empresas especializadas en fabricar réplicas y suelen anunciarse en las
publicaciones del ámbito educativo. A los alumnos les gusta manejar objetos que sólo hayan visto en
libros. Una manera de incorporar las antigüedades a las clases es pidiendo a sus estudiantes que se
imaginen que son los conservadores de su propia colección: su museo del aula, organiza una
exposición sobre el tema que están estudiando en ese momento y donde puede incluir también
algunos fotografiados en libros.

Los libros de texto deben contener diversas fuentes primarias que su clase pueda examinar. Recopile
usted mismo sus propias selecciones apropósito de un tema cualquiera y vera hasta que punto
pueden variar entre sí. Busque periódicos viejos, ya que éstos a veces reimprimen ejemplares de
algunos de sus números históricos para celebrar una efeméride. Los diarios locales son una fuente
muy útil de fotos y mapas antiguos de la zona.

Vestirse de época no sólo constituye una divertida actividad que sus alumnos recordaran mucho
tiempo sino que también aportara una dimensión de comprensión practica a la historia. Muchos
departamentos históricos disponen de trajes de época para ataviar a quienes colaboran
voluntariamente en tales instituciones.

Demostrar cómo se llenan los vacíos en la narración histórica es una forma de mostrar cómo los
historiadores alcanzan diferentes interpretaciones a partir de las mismas fuentes. Lea a su clase una
versión breve de un acontecimiento cualquiera.
Pida a sus alumnos que escriban esa historia desde el punto de vista de un personaje.

Dígales que sólo podrán incluir lo que él podían saber a partir de sus propias experiencias individuales.

Reproducir música del periodo que estén examinando puede crear un ambiente de autenticidad en el
aula, si suena de fondo mientras los alumnos producen un trabajo, mejor. Existe asimismo la
posibilidad de incluir ejemplos de la literatura del periodo que estén estudiando, algo que puede estar
claramente justificado como fuente de primaria histórica adicional.

Para explicar el sesgo recurriendo a la analogía es una manera de que los alumnos comprendan el
significado de esta palabra. Puede usar analogías con equipos de futbol o grupos de rock que le
ayuden a explicar el sesgo de la historia. Facilíteles un relato del desarrollo básico de un partido o un
concurso de cantantes según el ejemplo que hayan tomado y que se preparen para escribir una
crónica. También se puede explicar el sesgo recurriendo a ejemplos históricos. Puede preparar pares
de titulares de corte periodístico referidos al acontecimiento o la figura que estén estudiando en ese
momento.

Sus alumnos podrían clasificar titulares de ese tipo distinguiendo entre los favorables y los no
favorables y luego elegir qué palabras son las sesgadas antes de elaborar sus propios titulares.

La propaganda es aquella información que se emite de un bando o causa para obtener apoyo para sí
mismo. Cada bando tratará de mostrarse como justo y bueno, e intentara que el otro aparezca como
injusto. La propaganda por tanto está sesgada. La sátira es una forma de escritura o dibujo que
retrata los defectos de los individuos, las sociedades o las ideas ridiculizándolos o burlándose de ellos.
Podría introducir la idea jugando a hallar las diferencias entre la foto o el retrato de una persona y su
caricatura.

Sección 8. Ser creativos.

Cuando quiera ser creativo en historia, le servirá de gran ayuda contar con ciertos recursos. El trabajo
creativo hace que la historia resulte más accesible a aquellos alumnos que aprenden conforme a
métodos más prácticos y a quienes tienen más problemas cuando la carga en ejercicios escritos es
mayor. Lo normal es que cualquier alumno sea cual sea su nivel de aptitud, disfrute haciendo algo un
poco distinto. Si debe organizar una tarde temática en la que no solo el suyo, sino también otros
departamentos de su centro trabajen sobre un tema histórico determinado, puede hacer que los
alumnos se diviertan aprendiendo en todos los ámbitos. Estas ideas transcurriculares son fáciles de
trasladar cualquier período histórico como puede ser Roma, Egipto, los aztecas, …

Las actividades de secuenciación son útiles porque los alumnos pueden mostrar en ellas que
comprenden la cronología y que saben ordenar la información conforme a su prioridad relativa. Para
poner a prueba los conocimientos pegue cada una de sus fuentes o imágenes sobre un trozo de
cartulina. Coloque cada una de ellas en un sobre y déselo a los alumnos para que las coloquen. Su
alumnado puede ordenar motivos y causas recolocando tarjetas o cartas en las que ya figuren escritas
dichas razones. La ventaja de usar las cartas, dentro del grupo, cada estudiante puede exponer sus
argumentos para defender un determinado orden de causas. La inclusión de información en estas
tarjetas puede ser usada luego para emparejar cada causa con una consecuencia y para animar a su
alumnado a pensar en posibles vínculos causales entre acontecimientos.

La historia puede parecer en ocasiones dotadas de un lenguaje propio. Anime a sus alumnos a
preguntar acerca de aquellas palabras que no entienda y a que dediquen la parte central o final de sus
cuadernos a escribir un glosario de términos de historia que vayan actualizando con cada lección, así,
tendrán los significados a su alcance.

Si sus estudiantes han estado redactando un artículo de periódico un obituario, puede que les agrade
la idea de darle un aspecto envejecido y desvaído. Podría quemar los bordes del papel para crear unos
márgenes y esquinas recortados semejantes a los de los mapas antiguos. Puede conseguir ese mismo
efecto coloreando de marrón los bordes y arrancándole las esquinas. Puede frotar después
suavemente el papel con bolsitas de té usadas para tintarlo de un tono sepia. Una alternativa más
segura para los sellos de cera auténtica es el uso de masillas reutilizables o plastilina donde se puede
escribir con un palillo.

La elaboración de modelos y maquetas es una forma divertida de ayudar a que los niños visualicen lo
que solo hayan visto en las páginas delos libros. Muchos libros dirigidos al alumnado de primaria
contienen actividades con plantillas que permiten que los niños construyan todo tipo de modelos.

Sus alumnos pueden intentar confeccionar un calendario cuando usted quiera explicarles algo
relacionado con el tiempo, las estaciones del año, las diferencias de fechas… Podría aprovechar esta
actividad para mostrar las diferencias estacionales en otras zonas del mundo o rellenar un calendario
marcando en él los sucesos o hechos destacables en un año determinado.

Si han estado estudiando un tema como el de juguetes o modas, sus alumnos pueden elaborar un
catálogo con dibujos de los ejemplos que han visto y con una lista de las características de éstos.
Probar diferentes tipos de escritura puede suponer todo un reto. Tras mirar algunos manuscritos
medievales por ejemplo, sus alumnos pueden intentar decorar la letra inicial de sus nombres
siguiendo un estilo similar. Cuando estudien las diferentes civilizaciones podrán observar que existen
numerosos ejemplos de arquitectura funeraria, como alternativa los estudiantes podrían dibujar
lápidas en las incluyan información sobre personajes de los que hayan leído en alguna parte. Y
refiriéndonos al arte del pasado los alumnos podía diseñar sus propias estatuas de los dioses de
pasadas civilizaciones, o retratos según la época que estén dando.

Referente al urbanismo los alumnos pueden diseñar una aldea o ciudad en la que incluyan aquellos
edificios y elementos que deben tener en cuenta. Para mostrar el cambio producido a lo largo de un
periodo, recubra sus dibujos o imágenes con acetato y pida a sus estudiantes que dibujen o señalen
las diferencias.

Sus alumnos pueden elaborar tiras gráficas como forma de mostrar un acontecimiento. Si tiene
algunos estudiantes que no se defienden en arte, facilíteles una selección de imágenes entre las que
puedan escoger unas cuantas y anímelos a completarlas. También pueden diseñar sus propios
escudos, monedas o incluso vidrieras de las catedrales en papel de seda, haciendo conexión aquí con
el estudio de la religión.

Si una obra literaria enlaza con el tema que están abordando pueden leer en clase un extracto de la
misma. Puede pedirles que hagan descripciones sobre personajes o monstruos que hablen los relatos
y lea después esas descripciones.

Sección 9. Destrezas de pensar históricamente.

Diversos organismos han clasificado las destrezas de pensar históricamente en las categorías
siguientes:

 Destrezas de procesamiento de la información.


 Destrezas de razonamiento.
 Destrezas de indagación.
 Destrezas de pensamiento creativo.
 Destrezas de evaluación.

El viajero en el tiempo es una actividad que pone a prueba las habilidades de razonamiento y las de
pensamiento creativo. Puede ayudar a que el alumnado sienta empatía con personajes y situaciones
de la historia y a que comprenda mejor las nociones de causa y efecto. Cuando hayan introducido un
tema o lleven ya algún tiempo estudiándolo, puede decir a sus alumnos que es hora de subirse a la
“máquina del tiempo” para viajar a la fecha o al periodo que usted especifique. Fije una fecha de
destino o pídales a ellos la fecha correcta cuando les haya explicado la tarea. Cuando la máquina les
lleve a ese momento pregúnteles sobre cómo resolverían un conflicto o que den ideas o estrategias
ante el acto histórico que están visitando.

La actividad de imágenes imperfectas es un ejercicio donde usted proporciona a sus alumnos una
imagen en la que algo no encaja. La imagen podría ser una fuente o una ilustración de un periódico en
la que se hubiera incluido algún elemento anacrónico. Identificar los objetos o los ropajes que están
fuera de lugar puede ayudar a los alumnos a explorar más a fondo la cronología. También puede
repartir imágenes que introduzcan algún tipo de misterio que sus alumnos tengan luego que resolver.
A la hora de introducir un tema nuevo, si es uno relacionado en algún sentido con la muerte o un
asesinato, convierta el aula en la escena imaginaria de un crimen. Podría incluso utilizar tiza para
dibujar la silueta de un cadáver en el suelo y repartir pistas.

Las pistas pueden ser fuentes tomadas de libros o periódicos, direcciones de web, piezas de
imágenes… Para que la actividad funcione de la manera más fluida posible, organice a sus estudiantes
en grupos y haga que éstos vayan rotando de manera que cada uno tenga diez minutos, para visitar
un sitio web, después pase a la tarea de componer puzles de imágenes durante otros diez minutos y
así sucesivamente.

Hacer un programa de televisión es una excusa para que los alumnos usen videocámaras analógicas o
digitales y programas de edición de vídeos. Cuando estén estudiando un tema determinado,
desglóselo en diversas categorías. A cada grupo se le da una categoría diferente para que la investigue
y la exponga. Su tema debería llenar cinco minutos de un programa televisivo. Los propios alumnos
pueden decidir qué forma deber adoptar su presentación.

El top-trump es un juego de cartas. Un mazo de estas cartas debe estar formado por una treintena de
cartas que pueden elaborar los propios alumnos. Cada carta debería describir un elemento o un
aspecto del tema en cuestión. Usted podría pedir a los alumnos que crearan las categorías y que
escogieran cuatro o cinco para usarlas con toda la clase. Puntuando las cartas de este modo, las cifras
elegidas no son más que relativas, pero servirán para estimular un vivo debate entre los grupos.

Cuando las cartas estén hechas y duplicadas, sus alumnos podrán jugar a top- trump.

Aprendemos con la experiencia y recordamos mejor cuando somos nosotros quienes nos movemos
por un espacio, así que introduzca algunas actividades en sus clases donde el aula se convierta en una
especie de plano de batalla, o de una aldea medieval por ejemplo. Elija a unos alumnos para que
ejerzan de figuras móviles y a otros para que dirijan las maniobras de aquéllas. Estos últimos deberán
ir situando en el mapa a los figurantes móviles y dirigir sus acciones.

Muchas de las preguntas que hacemos pertenecen a la primera categoría, la del conocimiento, pero
hay también otras categorías importantes.

Categorías de conocimiento: recordar información específica, de comprensión: entender lo que se ha


leído, de aplicación: convertir un contenido abstracto en situaciones concretas, de análisis: comparar
y contrastar el contenido con las experiencias personales, de síntesis: organizar pensamientos, ideas e
información generados a partir de un contenido, y de evaluación: juzgar y evaluar personajes,
acciones , resultados,… para la reflexión y la comprensión personales.

Prepare una treintena de tarjetas o cartas que representen acontecimientos o hechos del periodo que
estén estudiando en ese momento. Los alumnos pueden ser quienes generen el contenido de dichas
tarjetas. Pida a cada uno de ellos que escriba cinco acontecimientos. Cuelgue las ideas de sus alumnos
y alumnas por las paredes de la clase u ordene a sus estudiantes por grupos que seleccionen quince y
treinta de los acontecimientos anotados por todos ellos. Usted podría ofrecerles acontecimientos
adicionales que ellos no hayan incluido en sus lista para cambiarlos por algunos de los que sí estén en
ella.

Sección 10. Juegos de historia.


La arqueología fascina a muchos niños gracias a ciertos programas de televisión, películas e incluso
juegos de ordenador. Pero el énfasis en esas producciones suelen recaer más en la búsqueda y el
hallazgo de objetos y reliquias que en mostrar al público lo importante que puede ser el contexto. Si
quiere dar a su clase una introducción a las excavaciones como actividad arqueológica e histórica,
puede jugar con sus alumnos al juego del “cubo de la basura”. Necesitará un cubo de basura de
verdad o un diagrama o gráfico que represente uno. Podrá usar el cubo para explicar la estratigrafía:
las capas del terreno. Podría preguntar a su alumnado qué basura es más antigua. Haga que sus
estudiantes estudien qué basura se descompondrá antes. Pídales que supongan que los dueños del
cubo no han oído hablar del reciclaje e incluya entre los restos una gran variedad de desperdicios:
envases de plástico, sobras de basura, … Puede enlazar esta actividad con el periodo que estén
estudiando en ese momento. Las gentes del pasado tal vez no tuvieran cubos de basura pero sí había
fosas o a los alumnos que analicen las imágenes y que deduzcan qué clases de personas eran aquellas
a partir de sus basuras.

En la creación de un juego de mesa sobre el tema que se está estudiando, se debería contemplar la
compilación de una serie de preguntas con sus correspondientes respuestas. Tales juegos pueden
consistir en algo tan sencillo como una cuadrícula dibujada sobre una lámina de cartón o de cartulina
para que los jugadores puedan mover sus fichas. Esta actividad puede ser adaptada a cualquier
periodo que estén estudiando.

Tras leer un apartado de texto, pida a sus estudiantes que ideen un determinado número de
preguntas como las de los concurso en lo que acaban de leer.

Una vez finalizada la lectura y cuando ya hayan escritos las preguntas en unas hojas, recójalas y
seleccione varias de todos los grupos para formularlas a la clase en su conjunto. Sus alumnos tendrán
que responderlas individualmente o repartidos en grupos pequeños. Los ganadores pueden ser
recompensados con el incentivo de ser los primeros en marcharse cuando suene el timbre del final de
la clase.

Sección 11. En exteriores.


En ocasiones existe la posibilidad de llevarse a toda la clase a ver una excavación arqueológica por
ejemplo donde los alumnos pueden observar cómo lavan, clasifican y etiquetan los hallazgos y que a
lo mejor lleguen a filtrar la tierra descartada para ver si se ha pasado algo por alto. Incorporar la
historia local puede significar simplemente salir del aula media hora para contemplar edificios o
estatuas cerca. Si es difícil sacar a los alumnos del aula, puede hacer que la historia vaya al aula. Tome
una serie de fotos de detalles de la historia local que los alumnos reconozcan y realice copias
ampliadas para estudiarlas. Las fotos permiten centrarse en los rasgos significativos, y los alumnos
pueden probar a colocar los edificios u otros elementos en orden cronológico o a emparejar una
ventana con su edificio correspondiente. Si hay algún edificio o escenario histórico cercano a la
escuela, usted podría convertir la visita al mismo en una tarea o ejercicio para casa. Muchos centros
educativos forman parte de la historia de la zona por lo que si investigan los elementos históricos
presentes en su propio edificio o en sus instalaciones, tal vez fomente una mayor apreciación de sus
alumnos ay alumnas por su entorno.

Los centros de información, museos, exposiciones o parques históricos nacionales, están pidiendo
visitas organizadas. Usted encontrara folletos informativos en su propio departamento de historia.
Muchas disponen de hojas de ejercicios o programas para niños de diferentes edades. Si va a llevar a
su clase de visita a algún sitio, trate de ir antes personalmente allí. Compruebe que los detalles
prácticos son apropiados para su clase. Si tuviera algún alumno con necesidades educativas
especiales, observe en esa primera visita que dichas necesidades vayan a estar atendidas cuando
llegue el momento. Algunas de esas instalaciones cuentan con servicios de formación para maestros
pensados para que por un lado, les muestres los beneficios de hacerles una visita con sus alumnos y
les enseñen cómo incluir esa excursión en el trabajo de adicional que realice con sus estudiantes ya
de vuelta en la escuela.

Algunos museos locales ofrecen como servicio una visita de su encargado de educación a su centro
para dar una charla. También puede invitar a su clase a recreadores de acontecimientos o periodos
históricos, que pueden venir con sus propios objetos y vestimentas de época.

Sección 12. Arqueología.


La arqueología es el estudio del pasado a través de su cultura material, más que de sus textos. Su
presencia es inherente a la enseñanza de la historia.

La arqueología suele ser vista como algo muy distinto de la historia, pero en primaria y secundaria
puede servir para añadir otra dimensión a la historia como asignatura. A muchos alumnos les fascina
la idea de excavar en busca de un tesoro. La arqueología aparece representada con frecuencia en la
cultura popular: desde grandes éxitos de pantalla como películas y series. Los alumnos de menor edad
pueden adquirir un interés de por vida por la historia ante la apasionante perspectiva de buscar y
encontrar algo que llevaba mucho tiempo enterrado en el suelo, otros estudiantes de más edad,
pueden analizar más objetivamente la arqueología popular y reflexionar sobre la ética de “saquear
tumbas”. Incluso entenderán lo controvertido de semejante idea si estudian el Antiguo Egipto y
descubren los grandes esfuerzos que se tomaron los constructores de las pirámides para impedir que
los tesoros de los faraones fueran robados.

El “Club de los jóvenes arqueólogos” es una organización británica para niños, niñas y adolescentes
que estén interesados en la arqueología. Son actividades que tienen lugar fuera de la escuela, pero
usted podría aprovechar alguna de sus ideas para organizar su propio Club de arqueología dentro del
centro educativo.

Cada año el “club de jóvenes arqueólogos” convoca un concurso para elegir al joven arqueólogo del
año. En él se anima a los alumnos a que presenten trabajos, que pueden estar normalmente
vinculados al estudio de la historia local. Es posible que su museo o su monumento histórico local
organicen actividades especiales con motivo de esas celebraciones, entre las que tal vez se incluyan
excavaciones de prueba en las que cualquiera puede probar a escarbar, registrar y manejar hallazgos.

En internet, hallara todo un mundo de información al alcance de su mano, pero siempre puede
resultar un tanto confuso decidir un lugar pro el que empezar. Muchas organizaciones ofrecen videos
y DVD en préstamos gratuitos. Para temas más concretos pruebe en los sitios web de museos
especializados. Usted tiene asimismo la posibilidad de ponerse en contacto con su centro o unidad
arqueológica local para invitar a un arqueólogo a dar una charla antes sus alumnos: un verdadero
recurso vivo que no sería de extrañar que les enseñara algunos hallazgos y algunas herramientas
propias del oficio.
La enseñanza de la arqueología no se limita simplemente a explicar lo sucedido en el pasado, sino
también a entender qué hacen los arqueólogos para descubrir lo que ocurrió.

Diferentes técnicas arqueológicas son: excavación, trabajo y análisis de campo, arqueología


submarina, técnicas científicas y arqueología experimental. Sobre conservación y medio ambiente la
arqueología se encarga de la conservación de edificios, monumentos y el medio ambiente.

Si los alumnos están muy interesados en el tema de la arqueología puede usted simular una
excavación en el aula. Existen kits baratos de excavación donde una pieza viene escondida dentro de
un molde de escayola, suelen ser monedas, huesos de plástico,… Pero siempre resulta mejor que haga
su propia “miniexcavación “. Es una actividad a la que usted puede imprimir una orientación
netamente educativa.

Necesitará una caja de plástico transparente o un acuario. Puede utilizar tierra de diferentes colores
para crear capas diferenciadas dentro de la caja que sean visibles a través de sus paredes. Cada capa
puede atribuirse a un periodo de tiempo diferenciado, que dependerá de los temas que hayan estado
tratando recientemente.

Pregunte a sus alumnos qué tipo de cosas podría haber sobrevivido hasta nuestros días desde aquel
entonces y cuáles se habrán descompuesto ya. Podrán fabricar reproducciones de objetos de la época
en cuestión en arcilla modelada para que las entierren en la capa correcta.

Sección 13. Actividades para el final de la clase y tareas para casa.

Muchas de las actividades para el inicio de clase pueden ser adaptadas para su uso final de la misma,
con el incentivo añadido de que los miembros del grupo con las mejores respuestas podrán ser los
primeros en irse de clase. Si tiene que asignar a sus estudiantes tareas o deberes para que los hagan
en casa, es mejor que los comenten antes de que lleguen los minutos finales de la lección. Buena
parte de ésta va encaminada a la realización de una tarea para hacer en casa, así que explique los
deberes que asignará y hágalo al poco de comenzar la clase. No deberían consistir únicamente en una
idea de último momento al calor de lo dicho ese día en la lección.

Las tareas para hacer en casa suponen una oportunidad para que sus estudiantes muestren cuánto
han aprendido y comprendido cuando no tienen a su profesor cerca para ayudarles. Constituyen
también una ocasión para que usted compruebe si le han estado prestando atención. Los deberes
pueden ser un buen momento para que su alumnado prepare una próxima lección llevando a cabo
una investigación del tema por su cuenta.

Examine de modos diversos los conocimientos y la comprensión de la lección que tienen sus alumnos.
Hágales preguntas en forma de cuestionario, o pídales que se esfuercen en resumir los puntos clave
de la lección. Para demostrar la imparcialidad de sus métodos, escriba en nombre de cada alumno en
un pedazo de papel, cada vez que quiera elegir a algún miembro de la clase, baraje esos papeles y
pida a un voluntario que saque un papel con un nombre escrito. Cuando haya salido un alumno no
vuelva a introducir el papel con su nombre con el resto de papeles hasta que hayan salido todos los
alumnos. Si de verdad quiere mantener la atención de su alumnado, formule el ejercicio antes de
extraer una tarjeta para que todos prueben a resolverlo por su cuenta por si su nombre sale elegido.

Otro método es el que consiste en escoger a un alumno para que haga de profesor durante los cinco
último minutos finales de la clase, en los que tendrá que exponer un resumen ante el resto de
compañeros. Dejarles usar pizarra y la mesa del profesor suele ser un incentivo suficiente para
animarlos a hablar ante toda la clase.

La clase consistiría en una recopilación de pruebas e información, y en un análisis de fuentes, que


pudieran ser luego usadas en la tarea de realzar en casa. Vaya guiando a sus alumnos mientras
trabajan con las fuentes y muéstreles cómo podrían ser útiles para los deberes que les pedirá. Los
deberes pueden consistir en algo tan simple como entregar a sus alumnos una serie de preguntas que
deban contestar. Si sus alumnos comienzan a mirar esas preguntas en clase, no sería de extrañar que
luego necesitara asignar algún trabajo de ampliación para los alumnos, pues tenderán a trabajar más
deprisa y por lo tanto, a tener menos tareas pendientes para casa.

No presuponga que todos los alumnos tendrán acceso por igual a ordenadores fuera de la escuela. Tal
vez su centro disponga de una sala de informática que los estudiantes pueden usar. Si quiere qee le
entreguen unos deberes mecanografiados, tendrá que prever y facilitar el acceso a ordenadores que
aquellos alumnos que no dispongan de ellos en casa.

Promueva el aprendizaje independiente aprovechando al máximo la biblioteca de su centro escolar.


Asignar como deber un ejercicio de investigación tiene la ventaja añadida de que no tendrá que
puntuarlo con una nota, aun así, sus alumnos deberán responder de su realización y demostrar que
han hecho todo lo que se les pedía. Usted podrá comprobarlo oralmente, pidiéndoles que muestren y
expliquen lo que han descubierto o averiguado, pidiéndoles que escriban una especie de informe
sobre cómo investigaron el tema, con los métodos que emplearon y qué hará la próxima vez para
llevar a cabo la investigación de un modo más eficiente.

Hábleles desde el primer momento de la validez de la información obtenida de internet y de la


necesidad de leer y entender la investigación que lleven a cabo. Para evitar casos de plagio, pídales
que presenten su investigación con un formato diferente. Otra forma de incluir la investigación como
deberes es proporcionándoles una lista de preguntas para las que daban buscar respuestas correctas.

Sección 14. Lista imprescindibles para la enseñanza de la historia.

Cada alumno debería avanzar en la acumulación de conocimientos y en la adquisición de destrezas


transcurriculares. Las siguientes son preguntas que vale la pena formularse y responder a la hora de
planificar las clases de historia:

¿Qué sabe de los progresos y aprovechamiento previos de sus alumnos?

¿Qué ideas y conceptos de sus lecciones dependen de una buena y sólida comprensión de otras ideas
y conceptos?

¿Cómo se puede ordenar una buena secuencia de unidades durante el curso y a lo largo de toda una
etapa clave para que el trabajo que se vaya realizando el camino para el que se realice después?

¿De dónde pueden sacarse oportunidades para repasar y reforzar las ideas y los conceptos más
difíciles que necesitan ser asimilados por sus estudiantes?

El profesorado ha sido formado para enseñar, por lo que no siempre le resulta fácilmente accesible la
oportunidad de descubrir qué es lo que aprende el alumnado de menor o de mayor edad que el suyo
propio. Esta idea de cada clave podrá aprovechar cuando planifique lecciones y contenidos que
abarquen más de un curso académico y en periodos transicionales entre etapas clave y entre centros
de diferente nivel.

Etapa clave 1. Los alumnos estudian la vida de personas conocidas del pasado reciente y de personas
y acontecimientos famosos del pasado más distante, incluidos los de la historia de su país.
Etapa clave 2. La experiencia ha demostrado que éste es un momento crucial para que los estudiantes
se apasionen por la historia. Se formulan las principales ideas preconcebidas sobre esta materia y
éstas perduran hasta bien entrada la etapa clave 3.

Los alumnos estudian personalidades y acontecimientos importantes, así como diversos aspectos de
la evolución producida en tiempos recientes en su comarca, país u otras partes del mundo.

Etapa clave 3. Los alumnos estudian individuos y hechos significativos en la historia de su país, desde
la Edad Media hasta el siglo XX. También estudian aspectos clave de la historia europea y mundial.

Etapa clave 4. Cada junta de exámenes ofrece unidades de estudio optativas como pueden ser
historia de la medicina, historia de Alemania,… Cualquiera de estas asignaturas y lecciones deberían
proporcionar a los estudiantes la oportunidad de adentrarse en el estudio de temas, hechos, cambios
y personalidades clave de la historia, o la historia en profundidad

Sección 15. El valor del dinero a lo largo de los siglos.

En la normativa estatal oficial se sugiere la posibilidad de desarrollar las competencias económicas de


los estudiantes a través del estudio de la historia. Es habitual que las fuentes mencionen cantidades
de dinero y que no sea fácil calcular si son elevadas o bajas para quien no esté especializado. Como
bien saben los historiadores, no se trata de traducir la suma en cuestión a si equivalente en precios
actuales, pues en el pasado, el dinero tuvo diferente significado e importancia entre diversos grupos
de personas. Tenga en cuenta que las cifras son generalizadas calculadas para un nivel de historia
como el que se enseña en primaria y secundaria.

Existe un sinfín de webs de universidades, sociedades históricas y académicas aficionados al tema.

Sus estudiantes querrán saber en un momento determinado el precio de algún objeto en la época que
estén estudiando. Puede seguir estas anotaciones para responderles: En Grecia se acuñaban
monedas, con anterioridad se usaban puntas de hierros o clavos como instrumentos monetarios.
Después monedas de bronce o algunas bañadas en plata. Antes que los griegos, en Egipto se usaba el
cereal como una forma de dinero, además de metales preciosos. Los romanos se establecieron en
Hispania, a medida que avanzaba la influencia romana las poblaciones íberas pasaron al sistema
romano, cuyo sistema monetario tuvo una enorme influencia en toda Europa. La circulación de la
moneda fue reduciéndose durante el siglo VII, a medida que se ruralizaba la sociedad y disminuía el
comercio hasta casi desaparecer en el momento de la conquista musulmana, que llevaron a la
península gran variedad de monedas.

CONCLUSIONES Y VALORACIONES CRÍTICAS

La historia es una asignatura muy densa con muchos textos, nombres de personajes históricos,
hechos históricos como batallas, leyes, fechas,… que pueden resultar muy difíciles de enseñar a los
alumnos. Aunque quizás, la dificultad reside más en captar la atención de los alumnos y motivarlos
para que ellos mismos quieran aprender historia o al menos sientan interés por algunos aspectos de
ésta.

El libro del cual he realizado el resumen anterior, nos explica numerosos métodos e ideas para que los
maestros puedan enseñar dicha asignatura de manera más fácil para que los estudiantes aprendan.

Estas ideas expuestas con ejemplos incluidos hacen que al preparar una clase de historia podamos
utilizar varios recursos didácticos como fuentes primarias, imágenes, fotografías, libros de textos,
periódicos,… y así hacer que la clase de historia sea divertida y gane el interés del alumnado.

En mi opinión es mucho más fácil trabajar un tema con alumnos motivados que muestren
participación activa en las clases. Con la utilización de recursos didácticos, la elaboración de un mural
para la comprensión de la cronología o el uso de las TIC, un maestro puede hacer que los niños y niñas
aprendan la materia y recuerden lo aprendido para posteriores lecciones o cursos.

Entre todas las ideas que hemos visto, se puede observar la parte de exteriores donde nos explica la
autora que se puede recurrir a visitas a museos o lugares históricos de interés y así practicar algo
diferente con los alumnos y enseñarles que la historia reside en todos los lugares.

La parte de escenificación o debates en el aula también ayuda los alumnos a divertirse aprendiendo
de tal forma que lo que comprendan se mantendrá mas tiempo en sus mentes.

Todas estas formas que nos aconseja la autora del libro para poder realizar una clase amena no sirven
únicamente para el aprendizaje del alumnado sino para que los niños y niñas aprendan a interactuar
entre ellos mismos, con el profesor o incluso con alguien que de una charla sobre algún hecho
histórico en el aula. Estas interacciones pueden hacer que los niños más tímidos y retraídos vayan
poco a poco abriéndose más a los demás y expongan sus ideas, incluso la participación en pequeñas
obras teatrales pueden hacer que pierdan el miedo a hablar ante los demás.

Al mismo tiempo dichas ideas también son de utilidad para despertar la imaginación en los alumnos y
que ellos mismos puedan exponer ideas propias en el aula como la invención de un juego sobre el
tema que se esté estudiando o la propuesta de hacer alguna visita guiada a algún museo de la
localidad.

La participación activa de los alumnos es muy importante para el aprendizaje de la materia ya que
ellos mismos, con ayuda de los maestros, pueden despertar su curiosidad y deseo de aprender más
sobre la historia y poder comprender que ellos mismos podrían ser parte de la historia.

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