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“Todos estamos condenados a la libertad”.

Esta frase lo que me enseña es que habla que


nosotros mismos elegimos en todo momento. Es una condena porque implica una
profunda responsabilidad. Es una paradoja. La libertad es un privilegio, un honor, pero Sartre
la plantea como una condena porque tiene consecuencias y nos tenemos que hacer cargo.
Sartre habla que la existencia precede a la esencia. Lo que esto simplemente quiere decir, es
que en cada momento el hombre se crea a sí mismo desde su libertad, está condenado
porque no se ha creado a sí mismo, y elige. Eso lo hace responsable de todo lo que hace,
piensa, crea y manifiesta.
En pocas palabras… no podemos echarle la culpa a nadie de lo que somos, hacemos o
sentimos porque tenemos la condena de elegirlo. Pero cuando somos conscientes de esto,
yo digo que no es una condena, es un verdadero privilegio.
Inclusive Viktor Frankl, el fundador de la logoterapia, decía que el mismo podía elegir sus
emociones y sentimientos durante su vivencia del campo de concentración, durante la
Segunda Guerra Mundial. A pesar de estar atrapado en el campo de concentración, mantenía
su libertad en sus emociones y sentimientos… ¿Y a ti? ¿Quién o qué te condena? ¿Por qué
no mejor eliges otra cosa?

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