Cuatro días mas tarde nadie se ha puesto en contacto con ningún
trabajador que ha tenido contacto con el interno que ha dado positivo en la prisión. Abandono es la sensación que siente la plantilla al completo del centro penitenciario. En días anteriores los sindicatos emitían una nota de prensa con las supuestas medidas adoptadas por la administración penitenciaria y con las reivindicaciones de los trabajadores. Pues bien, después de cuatro días desde que se tuvo conocimiento del positivo, ni la sanidad cántabra, ni los servicios de prevención de riesgos de instituciones penitenciarias, ni la dirección del centro se ha puesto en contacto con los funcionarios que han estado en contacto con el interno afectado. ¿Los trabajadores penitenciarios no tenemos derecho a rastreadores? ¿No tenemos derecho a la realización de test PCR? ¿No contagiamos a nuestras familias, ni amigos, ni lo transmitimos a la sociedad? Desde el día 28 de julio que ingreso el interno alrededor de 50 profesionales penitenciarios han tenido algún tipo de contacto estrecho con el afectado y nadie se ha interesado en hacer pruebas ni se ha preocupado por la salud de los trabajadores. Compañeros que le atendieron al ingreso en la toma de datos, fotos, huellas dactilares; profesionales que le entrevistan al ingreso en un cuarto sin separación material como son los servicios médicos o trabajadores sociales durante un periodo no inferior a 15min.; compañeros que realizan servicio durante 13 horas consecutivas en el módulo donde habita el interno…. Con una salvedad, el ATS que le atendió en un primer momento, permanece en su casa en cuarentena por decisión del servicio de prevención del centro. No existe esa misma deferencia con el resto de funcionarios afectados. Todos estos profesionales continúan trabajando con el riesgo que supone para el centro y para la sociedad cántabra. NADIE ha preguntado, ni ha realizado un estudio de contacto, incluso los delegados sindicales de Acaip - UGT y CSIF, del centro se ha comunicado tanto con los delegados de prevención de la administración como con la empresa de salud encargada de la investigación (Aspy), la cual nos comunican que no tienen conocimiento de ningún estudio, hecho incierto puesto que por parte de los delegados nos consta que si se les envió dicha información y que además a partir del 10 de agosto al 7 de septiembre están de vacaciones. Curioso resulta que la administración penitenciaria quiera quitarle hierro a este asunto sacando una nota de prensa diciendo que este interno no ha tenido contacto con otros internos cuando es absolutamente falso. Si que ha tenido contacto con otros internos que estaban en cuarentena como el afectado, comiendo y disfrutando de patio, siempre en el módulo reservado para los internos que venían del exterior. A su vez esta falta de aparente preocupación choca frontalmente con la rapidez con la se han dado para realizar test serológicos a todos los internos con los que convivió el positivo, y que les volverán a repetir en diez días una vez tengan los resultados de las primeras pruebas. Está claro donde ha decidido invertir nuestros impuestos la administración. Por su parte Instituciones Penitenciarias, a pesar de la repetida petición por parte del centro de suspender conducciones, hace caso omiso y continua llenando el departamento de ingresos, dándose la situación que ahora mismo en dicho modulo ya hay internos que vienen del exterior (posibles positivos) que lo comparten con internos que viven en él. Sobra decir que no hay espacio y se está a su vez generando otro problema de hacinamiento. Gracias a los profesionales del centro el virus no llegó a entrar en los peores momentos de la pandemia, siendo los únicos que podían introducirlo, velando por la seguridad de internos y del centro. Ahora que es necesario la realización de test a los funcionarios por contacto con un positivo nadie se preocupa lo mas mínimo ni de hacerles pruebas ni de hablar con ellos para informarles. No solo esta en peligro el centro, también la sociedad puesto que los funcionarios de prisiones son miembros de la misma y pueden contagiar. Seguimos trabajando a pesar del menosprecio de la administración y sus responsables.