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Explora aquello por lo que se burlan de ti cuando quieres explorario, ANONIMO: N la primavera de 1990, dandome cuenta de que necesitaba un espacio especial donde llevar a cabo nuevas investigaciones sobre la observacién del espejo, decidi, como he explicado anteriormente, construir en mi viejo molino unas instalaciones al efecto. Lo llamé «el Teatro de la Mente». En el Teatro se han combina- do diversos elementos (artes plasticas, musica, juegos, rela~ jacién, actividades creadoras, ejercicios fisicos, naturaleza, estados hipnagdégicos, ilusiones de percepcidn, estimulos intelectuales y humor) para crear un ambiente que conduce de manera natural a la creacién de estados alterados de la conciencia. El teatro es tan polifacético que es, a la vez, un templo, la consulta de un vidente, un centro de retiros espirituales, un museo de arte, una escuela, una biblioteca y un centro de esparcimiento, Ademas de todo ello, recupera algunas de las instituciones olvidadas del mundo antiguo, tales como 108 REENCUENTROS los ordculos griegos de los muertos, los templos de incuba- cién de suefios de Esculapio, y el museion, antepasado de nuestros propios museos, donde acudia la gente para solici- tar inspiracién a las musas. Todo esto se combiné con la intencién de crear un entorno donde pudieran producirse encuentros visionarios. FACTORES QUE POSIBILITAN LOS ESTADOS ALTERADOS Mi estrategia ha consistido en incorporar en la medida de lo posible todos los factores que sabemos que facilitan nuestra transicién a los estados alterados de la realidad. Los propésitos generales del Teatro de la Mente son la educacién, la diversién, el desarrollo espiritual y la terapia del dolor por la pérdida de seres queridos por medio de los estados alterados de la conciencia. Los factores siguien- tes contribuyen a alcanzar estos estados alterados de la conciencia: LA BELLEZA DE LA NATURALEZA Las maravillas de la naturaleza pueden provocat expe riencias misticas y otros tipos de experiencias espirituales. La belleza natural conmueve poderosamente algo muy PR fundo dentro de los seres humanos. ee Pare ofrecer una i naturaleza, el Teatro ALTERACIONES EN EL SENTIDO DEL TIEMPO Las personas que experimentan estados alterados de la conciencia suelen apreciar distorsiones en su sentido del tiempo durante estos episodios. Para ayudar a los sujetos a perderse en el tiempo, les pido que no Heven relojes. Tam- bin procuro que no haya relojes visibles. Algunas veces monto un reloj de sol en el patio, como sutil recordatorio de un método mas primitivo de medir el tiempo. Este reloj no es el tinico elemento anacrénico del lugar. También lo es la decoracién. Todo el mobiliario es antiguo, y una extensa coleccién de tarjetas postales estereoscépicas es una especie de ventana que permite asomarse a una época pasada. Todo esto, combinado con el propio molino, que fue construido en 1839, tiene el efecto de desorientar a las men- tes conscientes e inconscientes, y de hacer volver al visitante a una época mas antigua. Los sujetos dicen que experimentan una sensacién de vivir en el pasado. Algunos dicen que es como si una mé- quina del tiempo los hubiera sacado de la era de la tecnolo- gia y los hubiera hecho retroceder cien anos. LAS ARTES Y EL ESTADO ALTERADO Las artes de todo tipo pueden inducir estados alterados. Una psiquiatra italiana ha identificado lo que ella lama «el sindrome de Stendhal». Esta extrafia afeccién es semejante a una depresiGn nerviosa, y tiene lugar cuando las personas son expuestas a la contemplacin de grandes obras de arte. El sindrome de Stendhal se aprecia sobre todo en Florencia no REENCUENTROS (Italia), y afecta basicamente a turistas procedentes de pai- ses caracterizados por una poderosa ética del trabajo. Cuan- do legan por fin a Florencia, la emocién de contemplar las grandes obras de arte de esa ciudad los abruma. Algunos tienen verdaderas depresiones nerviosas a escala reducida. Después de varios dias de tratamiento médico, los turistas se recuperan. Esta claro que la contemplacién del arte des- pués de la privacién sensorial a consecuencia del trabajo duro provoca en el cerebro una especie de sobrecarga El concertista de piano Erik Pigani también ha descrito casos de estados alterados de la realidad entre musicos. Ciertos concertistas célebres con los que ha hablado perso- nalmente han atravesado profundas experiencias espiritua- les mientras ejecutaban grandes obras musicales. Algunos describieron una sensacién de estar bafiados en luz El propio Pigani se interesé por los estados alterados entre los musicos cuando él mismo tuvo una experiencia extracor- pérea durante un concierto: de pronto, se encontré flotando sobre el escenario, contemplando su propia actuacion. Todo esto me hace creer que las artes y la musica esti- mulan muchos estados alterados de la conciencia, tales como las experiencias extracorpéreas En el Teatro de la Mente se ha procurado contribuir a la creacién de estados alterados por medio del arte. En todo el edificio se exhiben pinturas y dibujos provocadores y poco comunes. Hay libros de arte al alcance de la mano en las zonas comunes, donde los sujetos pueden hojearlos con libertad. Las obras de arte y la decoracién no sélo se han elegido por su belleza, sino también con la intencién de provocar sor presa, asombro o sensaciones de incongruencia. En general Jas cosas no casan entre si en el Teatro, pues los de madera que representa a un indio junto a spara modelo Tiffany. Los cuadros van desde carteles Maxfield Parrish con imagenes de angeles hasta escenas “elasicas de las historietas del Pato Donald. Todo esto tiene el “efecto de mantener ocupado al inconsciente con estimulos novedosos y er un estado constante de asombro. ESTIMULO POR EL CONOCIMIENTO Y POR EL HUMOR Tengo una extensa biblioteca de libros y otros materiales. sobre estados alterados de la conciencia, fenénemos para- normales y temas espirituales. Dado que el conocimiento ha sido un canal importante a través del cual las personas han buscado orientacién espiritual e iluminacién, yo animo a los sujetos a que hojeen los libros. Procuro evitar que los aspectos intelectuales de nuestro programa se sobrepongan a la diversion. Al fin y al cabo, el humor esta asociado poderosamente con la creatividad. La risa misma bien puede ser considerada un estado alterado de la conciencia, pues las deliciosas sensaciones que provo- ca tienen un efecto intoxicante y relaja directamente los musculos del cuerpo. Las incongruencias del humor suelen traer consigo nue- vas percepciones, e incluso una nueva autocomprensién. El humor también sirve para mantener tranquilo al sujeto sobre la experiencia que le espera: la de ver a un ser querido fallecido. CREACION DE UN SENTIMIENTO LUDICO Algunas personas consideran que el juego ¢s una etapa que debemos superar en nuestro camino para llegar a con- n2 REENCUENTRGS vertirnos en adultos. Muchos adultos han olvidado el arte de jugar, y en lugar de ello han desarrollado un plantea- miento serio de la vida. Estas personas suelen tener dificultades a la hora de acceder a estados alterados de la conciencia. No son capaces de advertir que existe un vinculo claro entre el juego y lo paranormal. Pero yo he descubierto que la parapsicologia y lo paranormal estan relacionados con las esferas del juego, el humor y la diversion, por lo menos tanto como con la esfera de la investigacién cientifica. No pretendo con esto descalificar la parapsicologia ni ridiculizarla. De hecho, creo que, aceptando este concepto, podria aportarse mucho al estudio de la parapsicologia. A pesar de la tendencia de ciertos personajes graves a quitar importancia al humor, al juego y a las diversiones, éstas se cuentan entre las actividades humanas mis significativas. Por afiadidura, el juego creativo es una fuente importante de descubrimientos. Yo opino que el hecho de proclamar las relaciones de la parapsicologia con la diversion libera de un modo nuevo dicho terreno de estudio, permitiéndole desempenar con mayor elegancia un papel valioso en los asuntos humanos. Diversas obras de arte (que, al fin y al cabo, también son formas de diversién), ya sean obras de poesia, musica, pin tura, escultura o teatro, han servido desde hace mucho tiempo para aclarar, o incluso para hacer progresar la vida la Ce on sis- la practica, la parapsicologia es una investigaci tematica de lo paranormal. La parapsicologia, como las tiene lugar la primera sesién «para conocernos», los se sientan en grandes sillones tipo hamaca que cuel- del techo. Si no se encuentran comodos en éstos, pue- " den sentarse sobre grandes cojines tipo saco que estan idos por el suelo. Siempre tienen al alcance de la mano juguetes que pue- den suscitar el interes de los adultos tanto como el de los niftos. Entre ellos hay calidoscopios, rompecabezas, juegos de magia, libros de estampas de vivos colores, y otra varie- dad de juguetes. También hay espejos en lugares destacados de todo el edificio, como simbolo de la biisqueda de la autocompren- sién. Al mismo tiempo, los espejos son un punto focal fre- cuente de las supersticiones; de aqui que su presencia pro- voque reverberaciones en un nivel primitivo de la mente. La observacién del espejo puede servir de oportunidad para practicar el autoandlisis y la autocomprension, Tengo montados algunos espejos normales, asi como otros espejos deformantes, que permiten a los visitantes observar distor- siones de su imagen corporal, reduciendo asi mds todavia su conexién con la vision ordinaria de la realidad. UNA PUERTA DE ENTRADA A LA PSIQUE El efecto que se pretende conseguir con todos estos ele- mentos no es el de inspirar en los participantes una actitud de frivolidad ni de hilaridad, sino abrir una puerta de entrada a su propia psique, permitiéndoles explorar otras dimensiones de sus mentes a base de hacerles abandonar 14 REENCUENTROS sin peligro algunas de sus inhibiciones mas persistentes. Como dijo cierto sujeto al describir esta experiencia: «Fue como atravesar una especie de barrera del tiempo y entrar en otro mundo. Me hizo sentirme como si el tiempo fuera irreal.» El establecimiento del Teatro de la Mente, en el que se daba una importancia prioritaria a las artes, las antigieda- des, la naturaleza, la diversian y los juegos, no sdlo mejor6 la cantidad de las apariciones que tenian las personas, sino también su calidad. Esta mejora de los resultados me hizo ver el poderoso papel que puede desempefar el estado de 4nimo en la medicina, sobre todo en ese terreno difuso Ila- mado psicologia humana. En el caso de la observacién del espejo, el estado de 4nimo viene establecido por el entorno en que se practica dicha observacién. Este entorno puede ser considerado ritualista en el sentido de que marca unos patrones de con- ducta que conducen a una relajacion profunda. Sélo después de conseguirse esta relajacién se conduce al sujeto a la camara de las apariciones, donde éste observa el espejo donde tienen lugar las visiones. Lievo realizando investigaciones sobre la observacién del espejo en el Teatro de la Mente desde 1990. En este periodo he observado a mas de trescientos individuos del espejo y después he ‘Muchas personas se encuentran con una persona falle- diferente de aquella para Ja que se habian preparado. Jos sujetos se preparaban para ver a una persona con- . Pero aproximadamente una cuarta parte de los sujetos yieron a un pariente fallecido distinto. Las apariciones no se limitaban al espejo. En cerca de un 10 por 100 de los casos, parecia que las apariciones salian del espejo al entorno que lo rodeaba. Los sujetos solfan rela- tar que la aparicion los habia «tocado», o que habian podido sentirla de pie junto a ellos. Yo debi haber esperado que se produjera este fenémeno, pues el doctor Dee ya habia escri- to en sus diarios originales sobre sus experimentos de observacién que las apariciones salian de su espejo. En cier- to caso, no obstante, una aparicién de una persona fallecida prohibid expresamente al sujeto que la tocase. También se produjo la situacién inversa. Cerca de un 10 por 100 de los sujetos dijeron haber viajado al interior del espejo, donde se encontraron con parientes fallecidos. «SALIO COMPLETAMENTE DEL ESPEJO» Un ejemplo de ambos fenémenos, del encuentro con una persona inesperada y de la aparicién que sale del espejo, es el caso de un hombre de negocios que se consideraba a si mismo «escéptico pero interesado». Habia acudido al Teatro de la Mente para intentar mantener una reunion visionaria con su padre, que habia muerto cuando el sujeto sélo tenia doce anos. Habia admirado mucho a su padre, y decia que sélo en los liltimos veinte afios habia sido capaz de enfrentarse a la sensa- cién de abandono que lo habia invadido tras de su muerte. 16 REENCUENTROS Pasamos una larga jornada de trabajo preparandolo para la reunién, repasando retratos de familia y fotos de muebles que su padre habia construido. Habia recuerdos queridos de visitas de infancia al parque y de excursiones a la casa de una abuela en el campo. Al anochecer, entré en la cabina de las apariciones. Cuando salid, relato una expe- riencia sorprendente: Pasé un rato sentado en la cabina antes de acostum- brarme. Es tal como me dijo usted: si uno intenta pro- vocarlo, o si se queda alli sentado esperando que pase algo, no pasa nada. Lleg6 un momento en que estuve a punto de levantarme y de volver aqui, pero pensé: «Me quedaré un rato mas», y me puse comodo. Creo que todo empez6 por haberme puesto asi de c6modo; en el mismo momento en que ya no me estaba preocupando por si sucedia algo o no fue cuando empezs todo. Vi alli una niebla y, a decir verdad, crei por un momento que usted iba a tener que llamar a los bom- beros, porque a mi me dio la impresién de que era humo. Vi por tiltimo que estaba en el espejo, pero por un instante crei que era humo. Después, vi colores por todo el espejo, manchas de color, y empecé a ver esce- nas. Algunas eran de mi infancia. Eran muy realistas. Yo estaba completamente rodeado de escenas en tres dimensiones. Reconoci algunas de ellas como cosas de mi vida, pero otras no las reconoci. Una era de mi padre, hace mucho tiempo, sentado “en la realidad, de modo que aquello no era mas que un recuerdo, pero un recuerdo nitido, que estaba mio. Casi podia tocarlo, Oa mi me daba esa menos. Pero yo no sentia que ¢1 estuviert un recuerdo en el espejo staban ni qué era esto, pero me puse a pensar que las escenas me rodeaban por todas partes, de modo que yo _ Desde el momento en que entré en el espejo, me refrescado, como si fuera una nueva persona. Sabia que habia alguien conmigo, pero no tenia idea de quién. Luego, vi una forma, como de una persona que se formaba en el espejo. La veia formarse poco a poco. Me parecia que estaba saliendo a la huz. Y bien, lo que voy a decir puede parecer raro; el caso es que yO pensé que yo era el que estaba en el espejo y que él era el que salia de la sala de. las apa- riciones. Decididamente, el hombre que se estaba haciendo visible estaba en la sala de las apariciones. Por un momento, cref que yo estaba en el espejo, pero después volvi también a la sala de las apariciones, y aquel hom- bre, poco mas © menos de mi estatura, estaba alli con- migo. Se movié.con un movimiento ininterrumpido, Se fue hacia la luz y salié directamente del espejo a la sala de las apariciones con un tinico movimiento. Salté directamente. Durante unos momentos, yo era el que me movia hacia delante y hacia atras, entrando y sa- liendo del espejo, hasta que me quedé definitivamente en la sala, sentado de nuevo en mi sillén. Debi de dar un salto, porque cuando fui capaz de ver quién era, resulté que era mi antiguo socio en el negocio, Era unos dos afios mas joven que yo, y habia- mos trabajado juntos durante quince afos. Hasta que, un dia, su mujer llegé a casa y se lo encontré en la ducha, muerto de un ataque al corazon. Era un hombre joven, de treinta y ocho afios, y tenian cuatro hijos. Es curioso: durante el tiempo que trabajamos juntos, yo no lo consideré un buen amigo mio. No éramos mas que socios, Pero, cuando murié, yo me vine abajo. Mi 118 : P a él lo que debia hacer, ¥ REENCUENTROS mujer me dijo, mds adelante, que habian tenido miedo de tener que internarme durante una temporada. En todo caso, cuando entré en la cabina de las apa- riciones, yo lo vi con claridad. Estaba a unos sesenta centimetros de mi. Yo estaba tan sorprendido que no sabia qué hacer. Era él, y estaba alli mismo. Tenia mi misma estatura, y yo lo veia de cintura para arriba. Tenia formas sélidas, y no era transparente. Se movia, y cuando lo hacia, yo veia moverse su cabeza y sus brazos, todo ello en tres dimensiones. Tenia el mismo aspecto que en la época de su muer- te, aunque quizas estaba un poco mas joven. Daba la impresion de que se le habian quitado todos los defec- tos, ¥ estaba muy animado. Estaba contento de verme. Yo estaba asombrado, pero él no parecia asombrado. El sabia lo que estaba pasando, o eso me parecia a mi. Queria tranquilizarme. Me decia que no me preocupase, que él estaba bien. Se que él pensaba que volveriamos a estar juntos. 5u mujer también ha muerto ya, y él me estaba transmi- tiendo el mensaje de que ella estaba con él, pero por algun motivo yo no debia veria. No of ningtin tipo de palabras ni de sonidos. Todo esto eran pensamientos que se transmitian entre los dos; las palabras eran innecesarias. Le hice algunas preguntas. Quise saber algunas CO sas que siempre me habian preocupado acerca de su hija. Yo me habia mantenido en contacto con tres de sus hijos, y les habia echado una mano. Pero con j hija segunda habia tenido ciertas tensiones. Yo querla culpa de la muerte de su padre, Cuando se hizo may S él me Después de aquello, se desvanecié répidamente, y yo me levanté de ese sillon. Temblaba un poco al salir porque estaba emocionado. Sentia que era él. Era exac- tamente como si é] hubiera estado alli, por lo que a mi No tuve ninguna sensacién de que mi padre hubie- ra estado alli, pero, desde luego, mi socio sf que estu- vo. Yo no sabia qué hacer ni cé6mo comportarme. Pero si siento que he hecho las paces con mi socio. Este hombre insistia en que la aparicién en la cabina no era tal aparicién, sino que se trataba verdaderamente de su antiguo socio. Basaba esta impresién en las respuestas que recibié a algunas de sus preguntas. Eran respuestas que llevaba varios afios buscando por su cuenta. Por ultimo, después de pasar algunos momentos con la aparicién de su socio, encontré las respuestas que habia estado buscando. —Todavia quiero ver a mi padre —me dijo—. Pero, al parecer, la necesidad que tenia de ver a mi antiguo socio era mayor de lo que yo crefa. Unos seis meses mas tarde, este hombre me dijo que la experiencia que habia tenido en el psicomanteo seguia teniendo un gran impacto sobre él. Me reiter6 su afirmacién de que le habia permitido «hacer las paces» con su socio, y me dijo también que se habian «aliviado» sus antiguas preocupa- Clones sobre la familia del socio. Tuvieron lugar conversaciones reales. A lo Jargo de mis investigaciones no llegué a imaginarme que mis sujetos podrian comunicarse con las presencias que los visitarian en el psicomanteo. Pero resulté que en casi un 50 por 100 de los casos se describieron comunicaciones complejas. Estas iban desde unas pocas palabras de dnimo y de amor hasta Comunicaciones largas y complicadas, e incluso conversa- ciones con preguntas y respuestas. 120 REENCUENTROS En cerca de un 15 por 100 de los casos, los sujetos dije- ron que habian oido verdaderamente la voz de la persona fallecida. No quiero decir que la oyeran como oimos nues- tros pensamientos. Quiero decir que la oyeron como si fuera un sonido audible. Otros describen la comunicacién como una especie de telepatia, como si las apariciones y los suje- tos entendieran inmediatamente sus pensamientos y senti- mientos mutuos sin necesidad de hablar. Algunas apariciones aparecen mas tarde. Cerca de un 25 por 100 de las personas que aspiran a mantener reunio- nes no las tienen hasta después de haber abandonado el psicomanteo. Es decir, que ven a su ser querido fallecido cuando han regresado a su habitacién del hotel o a su casa, 0, en mi caso, al entrar en otra habitacién. Normalmente, estas reuniones tienen lugar en las primeras veinticuatro horas. «ME DI CUENTA DE QUE ESTABA TENIENDO UNA APARICION» Por ejemplo, una periodista conocida, de poco mas de sesenta afios, acudié al Teatro de la Mente con la esperan- za de ver a su hijo, que se habia suicidado hacia cerca de un afio. ‘Como se ver en su notable relato, no sucedié nada durante varias horas, hasta que ella abandond el psico- Ja por la jornada que habia pasado en el Teatro de la Mente y queria ponerme en contacto con mi casa. Des- pués, me met en la cama y me quedé profundamente dormida. No sé exactamente qué hora era cuando me desper- ; té pero cuando lo hice senti en la habitacién una pre- 7 sencia, y habia un joven de pie en la habitacién, entre el televisor y el armario. En un primer momento estaba bastante inexpresi- vo, y me miraba. Yo tenia tanto miedo que mi corazon latia a cien por hora, Me alegro de haber estado en una cama grande, porque creo que de otro modo me hubie- ra caido al suelo, de miedo que tenia. La idea que me pasaba por la cabeza era: «|Dios mio, la habitacién debe de tener otra entrada!» Tan real parecia, alli de pie. Esto no era un suefio. Yo estaba completamente despierta. Lo vi con claridad, todo su cuerpo; pero no le vi los pies. Lo miré y me miré. No sé cuanto duro aquello, pero dur6 lo suficiente como para que yo me asustara, y no soy persona que se asuste facilmente. Pero entonces me di cuenta de que estaba teniendo una aparicién, de que éste era mi hijo. No se le parecta en un principio, pero, después, atando cabos, me di cuenta de que era él, De hecho, tenia exactamente el aspecto que habia tenido hacia unos diez anos. Yo me quedé muy sosegada después de aquello. Me tranquilicé mucho con respecto a mi hijo, sabiendo que esté bien y que me quiere. Fue un giro radical para mi. Fue una experiencia maravillosa. Las reuniones se consideran «reales». Descubri con Sorpresa que las reuniones visionarias se estaban experi- mentando como sucesos reales, no como fantasias 0 suefios. el a.” | iephstier a ‘j ee 12 REENCUENTROS Hasta el momento, casi todos los sujetos han afirmado que sus encuentros fueron completamente reales, y que se habi- an encontrado verdaderamente en presencia de seres queri- dos de los que habian sido separados por la muerte. Esta experiencia afecta poderosamente a la persona que la ha experimentado. Aunque el sujeto atraviesa esta experiencia de manera dirigida y en un entorno controlado, creo que ésta tiene para él un caracter espiritual positivo y transformador. Todos los indicios lo sefalan asi: * Tiene lugar un suceso paranormal que sacude los ci- mientos de la realidad para el sujeto. * Es una experiencia positiva, que se dirige a una nece- sidad espiritual profunda. * Modifica la visién del sujeto sobre el significado de la vida. Mis observaciones ¢ intuiciones me indican que los cam- bios que tienen lugar en la persona que practica la observa- cién del espejo son semejantes a los que tienen lugar en la persona que ha atravesado una experiencia proxima a la muerte. Estas personas se vuelven mas amables, mas com- prensivas, y pierden el miedo a la muerte. «EST: TAN CONTENTA, QUE atral incapaz de pedir ayuda en sus ditimas ho “También ella viajé al interior del espejo en su reunion: Me sentia nerviosa alli dentro [en la sala de las apa- riciones| al principio, pero me tranquilicé casi da. En realidad, no esperaba que fuera a dar resultado en mi caso, Ya se sabe: son esas cosas que sélo pasan a jos demas. Pero, sabe usted, en realidad empezé a pasar enseguida. Las visiones, si eso es lo que eran, parecian claras como la luz del dia. No tenian nada de irreales; aunque esto es dificil de explicar. Primero vi visiones en el espejo, bueno, al principio eran formas de colores y pequefias manchas o chispas que relucian. Vi una gran neblina que se levantaba y Hlenaba todo el espejo, como una gran niebla que entra- se por la ventana; y después de la neblina hubo una luz brillante. Vi una luz muy a lo lejos, y escenas, pe- quefas escenas breves; pero lo que me atrajo la aten- cién fue un camino, y supe que tenia que seguir ese camino o moverme en ese sentido. Segui el camino, No puedo asegurar que entrase en el espejo, pues no adverti haberlo atravesado, pero estoy segura de que estaba en otra dimensién. Estaba rodeada por todas partes de luz y de otras escenas, pero no les presté ninguna atencion porque tenia que seguir aquel camino. Segui avanzando, y vi a tres personas cerca de mi, a mi izquierda; me aproximé a ellas, y, cuando llegué, vi que se trataba de mi abuela, mi tia favorita, Betty, que habia muerto, y de otra persona a la que no reconoci; pero se trataba claramente de una mujer. Mi tia Betty me indicd, en cierto modo, que esta persona era mi bisabuela Harriet; entonces la reconoci, pues habia visto fotos suyas. Pero en realidad no esta- ba igual que en las fotos. Tenia un aspecto mas activo 124 REENCUENTROS, que en las fotos que yo habia visto o de lo que yo habia imaginado. Parecia muy joven, aunque habia muerto muy vieja. Desde que yo era nifia, siempre habia oido hablar de ella a la familia. Esta mujer era una presencia verdaderamente fuerte. Yo estaba tan contenta que tenia ganas de gritar. Era magnifico ver a la tia Betty y a mi abuela. Parecia que ambas entendian muchas cosas, no sé si me exph- co. Que comprendian mucho mas que cuando vivian. Yo no cabia en mi de gozo durante toda esta reu- nin. Estaba contentisima. No tenia la menor duda de que ellas estaban alli, y de que yo las veia, y era una experiencia tan real como reunirse con cualquier per- sona. Desde donde yo estaba no alcanzaba a tocarlas. Me dijeron que todo iba bien, y que ellas también estaban bien. Eso represent6 un gran alivio para mi. Ahora puedo decir que no estoy preocupado por ella. Parecia verdaderamente relajada y tranquila. Ojala pudiera describirle aquella luz. Nunca he visto nada igual. Yo no llegué a entrar del todo en la luz. Veia todo a cierta distancia No oi ninguna vo2; simplemente, sabia lo que querian decirme. Se parecia més a lo que he oido Hamar ‘«dectura del pensamientor También dediqué cierto tiempo a mi abuela. Yo fui uno de sus primeros nietos, de modo que estabamos unidos por un vinculo especial. Ella también me decia que estaba bien. Aquella fue una reunion feliz en todos dado mucho en qué pensar, Pero no cabe ninguna ‘duda de que era real. Estaban alli, de mi, eran ellas. ‘ -_atorce meses después de su visita, esta mujer me dijo que habia tenido otros dos breves encuentros con aparicio- nes de su tia Betty. Ninguna habia sido tan compleja como Ja que habia tenido en el psicomanteo, pero en ambos casos habia sentido la presencia de su tia. Su visita al psicomanteo sus consecuencias han cambiado su manera de pensar acerca de lo paranormal. Anteriormente, ella dudaba de la existencia de la otra vida, pero ahora esta convencida de que hay una vida tras la muerte. ;Duran mucho tiempo estas transformaciones? No lo sé, pues todavia tendré que observar durante varios afios a las personas que han practicado la observacién del espejo. De momento, puedo decir que una aparicién facilitada con éxito transforma la personalidad, aunque s6lo sea a corto plazo. +e. VARIEDADES DE LA EXPERIENCIA Los andlisis que he presentado de los diversos fenome- nos, v los porcentajes de reuniones visionarias facilitadas, se fueron desarrollando gradualmente, al ir acudiendo los visi- tantes, unos tras otros, al psicomanteo. Yo lo recuerdo como el fluir de un tiempo memorable, pasado junto a personas sensibles y realizadas. Ha sido fascinante para mi oir a personas razonables relatar sus experiencias directas de lo que a ellos les parecian ser sucesos de una naturaleza muy poco comun. Al repasar estas narraciones, me parecen inolvidables. 126 REENCUENTROS «ESTABAN ESPERANDO A ALGUIEN» Uno de mis primeros sujetos fue un hombre de poco mas de setenta afios, que habia tenido una larga y distingui- da carrera profesional como psicoterapeuta. Si menciono esto es para hacer notar que esta persona tenia una com- prensién profunda y bien formada de la mente humana. Nos preparamos durante todo el dia, con la esperanza de que pudiera recibir aquella noche la visita de su padre, que habia muerto hacia tres décadas. Contemplamos juntos viejas fotos y repasamos papeles antiguos. Hablamos de los recuerdos de su padre: de los agradables y de les no tan agradables. Hacia el anochecer, lo acompané a la camara de las apariciones. Cuando salid, cerca de una hora y media mas tarde, estaba visiblemente conmovido, pero estaba muy contento por el asombroso viaje que habia realizado a través del Reino Medio. Pasé alli algiin tiempo antes de que empezare a suceder algo; no sé cuanto tiempo. Al cabo de un rato, parecié que el espejo se oscurecia, cubriéndose de nie- bla, como si fueran remolinos de polvo fino. Y todo aquello desaparecié, y vi unas formas como dise! geométricos que flotaron por allf durante un momento. Senti una especie de sacudida o de temblor, un vertiger como si me fuera a marear; pero no me mareé. Me movi hacia delante; no con un salto, un movimiento regular, casi como si flotara. sino con @ a aS &, “Me recordé al andén de las estaciones de ferrocarril, donde hubiera gente que esperase la Hegada de alguien en el tren, iluminade todo ello por aquella huz suave, clara o blanca amarillenta. Yo seguia desplazandome hacia aquella platafor- ma, intentando discernir lo que era y preguntandome qué diablos estaba pasando; pero, entonces, vi a dos personas en la plataforma, mirando a lo lejos, como si estuvieran esperando a alguien. Después, al acercarme, reconoci a mis dos primos, Harry y Ruth, con los que yo habia estado tan unido. De pronto, yo estaba caminando, o senti que estaba caminando, por aquella plataforma, y, cuando lo hice, ellos se iluminaron y se aproximaron a mi, pero sélo llegaron hasta una distancia determinada. No sé cémo expresarlo, pero el caso es que existia durante todo el tiempo una especie de barrera, o de escudo quizas, entre ellos y yo. Yo no vi nada, pero sentia la presencia de un obstaculo alli. Me vino a la cabeza la idea de que yo no debia superario ni atravesarlo, ni ellos tampoco. Ambos me reconocieron al momento. Cuando los vi por primera vez, parecia que estaban esperando a alguien, y me dio la impresion de que me estaban esperando a mi. No me saludaron de palabra, pero desde luego que nos saludamos. Sabian plenamente que yo estaba alli. Me senti muy alegre. Parecian mucho mas jévenes que cuando habian muerto; su aspecto era mas bien el que habian tenido en nuestros afios de juventud, cuan- do todos éramos buenos amigos. Con todo, existia una diferencia. Parecian algo diferentes: podria decirse que 128 REENCUENTROS mas jovenes, © que aparentaban tener mucha energia, mucha vida. Comprendi que querian decirme que estaban bien, que se alegraban de verme, y que volveriamos a estar juntos algdn dia. Pero no of ninguna palabra. Todo fue a base de comunicaciones de pensamientos. Yo me sentia feliz, y sé que ellos también se sentian asi. Después, de pronto, fui arrastrado hacia atras; los vi perderse a lo lejos de nuevo y me encontré sentado otra vez en el sillon. Cuando le pregunté la sensacién que le habia producido el encuentro, dijo que no se parecia en absoluto a un sueno. Le parecia tan veridico, que estaba convencido de haberse hallado en la presencia de sus primos. Me comentdé al menos en dos ocasiones que cuando los vio por primera vez le habia parecido que lo estaban esperando. Esta historia tiene un epilogo triste. Pocos meses mas tarde, un amigo de este hombre se puso en contacto conm- go para informarme de que habia muerto en wh accidente de automovil. Ahora que preparo estas notas sobre su cas0 para el libro, no puedo dejar de preguntarme si Ia vision de sus primos esperandolo con impaciencia era de algun un presagio de su muerte. «LO ESTABA VIENDO A MI LADO» Una mujer de algo menos de cincuent anos, ¥ -ver a su difunto padre, describid un se tratase de la sensacién de que habia lle- por fin el momento. ; then Mientras estabamos en el estudio, repasando los yecuerdos de mi padre, yo habia sentido que me domi- naba una especie de certidumbre; ya entonces sabia lo veria. Fue como si hubiera sabido todo el rato que estaria alli. Cuando le estaba mostrando a usted el jovero que mi padre me hizo para mi cumpleafos, senti que era cosa segura. Pero el hecho de entrar en la cabina de las aparicio- nes me asusté un poco. Al fin y al cabo, esto que estaba haciendo era una cosa extrafia. Mis compafieros de ofi- cina jams se creerian que yo pudiera estar haciendo algo asi. Yo misma casi no me lo creo, si no fuera por- que tenfa tantos temas pendientes que aclarar con papé que lo he tenido en la cabeza casi constantemente desde que murid. Desde el momento en que entré en la sala, creo que no pasé mucho rato antes de que empezara a ver cosas. Al principio habia colores, sobre todo, y nubes muy bonitas, y de vez en cuando veia una rafaga de una escena pasajera. Recuerdo que vi un pueblo pequefio, que parecia como si fuera de Inglaterra, 0 quizas de Francia, pero antiguo; era un lugar muy antiguo. Me daba la impre- sion de estar asomandome a una época pasada. Las gentes que andaban por alli llevaban ropas antiguas. Yo diria que medievales, o mas antiguas todavia. Vi pasar a mi lado un hombre, ante mis pro- pios ojos, que iba guiando un hato de vacas. Tenia una expresién de preocupacion en el rostro. No tengo idea de dénde me venia todo esto. Yo no soy una mujer de campo. Todas estas pequefias escenas pasaron deprisa, pero cuando mi padre aparecié en el espejo, todo fue diferente. No era una réfaga como lo demas. Simple- 130 - superior de su abdomen. No era todo su cuetP® REENCUENTROS mente, aparecié de pronto, y yo me encontré miréndo- lo a la cara. Me hablé, y estaba de broma, como siempre lo habia estado. Me pregunto: «Por qué demonios quie- res hablar conmigo, muchacha?» No digo que yo oyera una voz como la oigo cuan- do usted me habla, pero era algo mas fuerte que los simples pensamientos. No digo tampoco que necesita- semos palabras. Simplemente, yo sabia lo que él queria decirme. El siempre daba la impresién de estar enfurrufado, pero con humor. Siempre estaba gastandome bromas, © siempre tenia algo divertide que hacer. De modo que estaba como siempre. Cuando lo vi, tenia una gran sonrisa en el rostro, Parece raro decirlo, pero estaba alli mismo, en esa habitacién, conmigo. Sé que estaba. A mi me parecia que estaba a unos noventa centi- metros de distancia, pero después se aproximéd. Yo no lo veia en el espejo; lo estaba viendo a mi lado. Alli conversamos sobre cosas muy personales, sobre todo acerca de mi madre; pero también habla- mos de otras cosas de familia. Me parecia la cosa mas natural del mundo, como las conversaciones que tenia- mos en el cuarto de estar cuando yo era adolescent®, o incluso después de casarme. Sdlo que jahora él muerto! No veia mas que su cabeza, su pecho y la parte Jo que veia lo veia tan claramente como lo esto¥ do a usted ahora, que existia ici yo'era ‘unl nepal a haber con él entonces, en lugar de es yar a morirme yo misma y pasar a su lado. Esto era un _ cambio de papeles, porque antes yo siempre habia sido la mas paciente, y él siempre era el que queria que las cosas sucedieran enseguida, y el que andaba siempre con prisas. Cuando lo pienso, me parece que quizds se estuviera burlando de mf por ser impaciente, como me habia burlado yo de él en vida por serlo. Hablé con él mucho tiempo: media hora, quizas. Pero pasé muy deprisa. Lo ultimo que me dijo fue: «Ahora, sigue adelante y disfruta de tu vida.» Me senti muy bien cuando él dijo aquello. Me senti invadida por una oleada de ali- vio y de sentimientos agradables. No creo haberme sentido nunca tan bien desde que él murié. Era como si se cerrara algo, y el dolor que me habia provocado su muerte habia cesado. Después, desaparecié, y sdlo qued6 el espejo. En ciertos aspectos, el encuentro de esta mujer tiene grandes paralelismos con otra aparicién facilitada, descrita por una mujer de unos cincuenta y cinco afios. Observemos las semejanzas: MI MADRE SALIO DEL ESPEJO Yo ya habia tenido una visién de mi madre hace varios afios, antes de haber intentado siquiera la obser- vacién del espejo. Ella se suicidé en 1975. Mi abuelo, su padre, habia sido pastor protestante, asi que a mi me inculcaron la idea de que el suicidio era el mas imperdonable de todos los pecados. De modo que, cuando ella murié, yo me quedé muy afectada por 132 REENCUENTROS haberla perdido, pero mas todavia por pensar que la habia perdido para siempre. Cuando Hegué a la capilla donde se celebraba el funeral, estaba verdaderamente dominada por el dolor que me producia todo ello. Pero oi una vocecita (yo digo que es una vocecita de Dios) que me hablaba; miré a mi derecha y vi arriba, cerca del techo, una visién de mi madre con Cristo; ambos caminaban juntos asidos de la mano, alejandose de mi. La imagen tenia todos sus colores naturales, y era tan natural como la vida misma. Ambos volvieron la vista atras por encima del hombro, me sonrieron y desaparecieron. Aquello fue lo que me hizo emprender mi buisque- da espiritual. En aquel preciso instante supe que muchas de las cosas que me habian contado no eran verdaderas. Algo menos de un ano mas tarde, mi esposo, Bill, se maté. Llevabamos diez afios casados. Aquélla fue, decididamente, mi noche oscura del alma. Desde entonces sigo un camino espiritual. He dedicado largos ratos a la meditacion, ¥ he intentado alcanzar un nivel profundo de meditacion para comunicarme con mi esposo; por eso, estaba tran quila cuando entré en la cabina de las apariciones. No sé cuanto tiempo pasé alli antes de que su ra algo; quizas diez o quince minutos, tal vez algo menos. Pero, al cabo de un tiempo, perdi de vista el espejo y, en lugar de él, vi a mi madre. Primero Era como si estuviera alli mismo. Tenia una expresién maravillosa en el rostro. Estaba radiante. Yo empecé a sentir mucho calor; no sé si se debia a lo emocionada que estaba, o si era la energia que la rodeaba a ella. Su voz no sonaba igual que una conver- sacién normal entre usted y yo. Para intentar deseribir- la, le diré que yo he trabajado varios afios como opera- dora en la compaiiia telefonica y me ocupaba de las conferencias internacionales. Cuando conectdbamos via satélite, el sonido de la voz tenia un timbre distinto. Asi es como sonaba la voz de ella. Lo que sucedi6 no fue imaginade. Fue tan real como la realidad misma, y estuvo cargado de reverencia. Lo curioso fue que mi madre estaba tan cerca de mi que yo podia haberla tocado. No sé qué habria sucedi- do si lo hubiera intentado. Sencillamente, yo estaba tan subyugada, y me estaba concentrando tanto en lo que ella me decia, y en mantener el contacto ocular con ella, que no se me ocurrié extender la mano. Ojala lo hubiera intentado, para saber lo que habria sucedido. Creo que no hablé con ella en voz alta. Creo que simplemente le decia las cosas con la mente, pero no puedo estar segura de ello. Ella me respondi6 tan apri- sa que creo que yo no tenia tiempo de pensar. Parecia sobre todo una conversacién en un solo sentido, de ella hacia mi. Era como si yo estuviera en una especie de limbo, mas asombrada que otra cosa, y observando ie ba. ae eo pain pasé en la cabina duro tal vez entre treinta y cuarenta minutos. Al final, toda la imagen se convirtié en una neblina tenue, y ella desaparecié. 1s REENCUENTROS Esta experiencia cambié positivamente la vida de esta mujer. Se ha vuelto mas relajada y mas agradable con los que la rodean. En los momentos de tensién es capaz de ver de nuevo a su madre en meditacién. «Normalmente, veo a mi madre cuando me enfrento a problemas diffciles. Me anima diciéndome: “Todo va bien”, 0 “saldras adelante”. Es agradable poder contar con ella.» «PARECIA QUE TODOS ELLOS FSTABAN VIVOS» Un hombre joven, de veintiséis afos, que se encontré rodeado de apariciones de parientes suyos fallecidos, si intenté tocarlos. Habia acudido al psicomanteo con la espe- ranza de ver a una hermana suya que habia muerto. He aqui su relato con sus propias palabras: Yo estaba alli sentado, y de pronto parecié que tres personas aparecian en la habitacién, a mi alrededor. Parecia que habian salido del espejo, pero Ye pense que una cosa asi era imposible, de modo que me impresioné. No sabia qué estaba pasando Pensé por un momento que usted me pretendia gastiF una broma. De modo que extendi la mano raj intentando tocarlos; y, al hacerlo, mi mano dio en la cortina, Segui viéndolos. Observé a los tres. Allf estaba mi hermana jill, pero también estaban otros dos: mi aii odos ellos : Todd y mi abuelo. Parecfa que rt despd ee ‘normal. Estaban iluminados. Parecian muy felices, ‘Jodo ello era completamente real. También senti su . Era exactamente como si estuvieran en la habitacién conmigo. Este joven bien puede comprender la frustracién que siente Ulises cuando intenta abrazar a su madre, Desde entonces, ha dado en preguntarse cémo habria sido la expe- riencia si no hubiera intentado tocar a las apariciones. Ahora piensa repetir la experiencia, pero permitiendo esta vez que la visin siga adelante. VISIONES PARA LLEVAR A CASA Una mujer de cuarenta y cuatro afios acudié al psico- manteo para ver a su esposo, que habia muerto dos aos antes. Preparamos la experiencia durante todo el dia, comentando sus relaciones. Al anochecer, ella entré en la cabina de las apariciones. Sali una hora mds tarde, y conté desilusionada que s6lo habia visto algunas formas desdibu- jadas de algo que podia ser un hombre. No mantuvo ningu- na comunicacién, y la imagen desaparecié rapidamente. Pero lo mas interesante en el caso de este sujeto no es lo que sucedié dentro de la cabina. Como algunos otros suje- tos, esta mujer tuvo una vision «para llevar a casa», una aparicion que se manifesté en un momento posterior. He aqui su relato: Cuando estaba alli dentro, no dejaba de pensar que veia algo a la derecha, en el espejo. Cuando miraba al espejo e intentaba enfocar la vista, la imagen desapare- cia. Después, me puse otra vez a observar el fondo del espejo y vi algo que parecia estar junto a mi hombro 136 REENCUENTROS derecho. Cuando me volvi para mirarlo, desaparecig. Si, parecia una persona, pero no podria decirle quien era. Luego vi otra imagen. Supe que era un hombre, pero no tuve la menor idea de quién podria ser. De hecho, crei en un primer momento que se trataba de usted mismo, que habia venido para ver cémo me encontraba. Este hombre estaba dentro y fuera del espejo a la vez. Sali6, y por eso me volvi y miré a mi derecha. No parecia un reflejo, Era una forma real que salié del espejo, pero cuando me volvi a mirarla de nuevo habia desaparecido. Entonces decidi darme por vencida y bajar al salon. Me sentia verdaderamente desilusionada, porque pen- saba que no habia dado resultado. Después, me marché a mi casa. Aquella primera noche empecé a tener una clara sensacién de que habia alguien por alli. Me dorm, y era como si sintiera que habia alguien en el dormitorio. Me despertaba sintien- do todavia que habia estado alguien conmigo, pero ye no sabia de quién se trataba. A la segunda noche me desperté con una poderosa sensacién de la presencia de mi padre en la habitacion. Yo sabia que é1 intentaba hablarme, pero no sabia lo que me decia. Después de despertarme aquella vez, #° pude volver a dormirme. A la noche siguiente volvié a suceder. Fue la tercera noche seguida en que me quedé dormida y me car cama, pero me puse de pie y me acerqué a él. Me quedé a cuatro pasos de él. Tenia el mismo aspecto de mi padre, pero no tenia el aspecto de enfermo que habia tenido antes de morir. Lo veia de cuerpo entero, y parecia mas entrado en carnes que cuando habia muerto. Tenia un aspecto de integridad, de que todo F era maravilloso. } No of su voz, pero comprendi lo que me decia. i Tuve la clara impresion de que me decia que todo iba ' bien. A mi me habia hecho sufrir mucho el hecho de que mi padre hubiera muerto solo. No habia estado nadie a su lado, y, cuando murié, surgieron muchos proble- mas, como la duda de si le habian dejado oxigeno sufi- ciente para pasar la noche. Eso me habia hecho sufrir mucho, porque yo soy hija tinica, y mi padre y mi madre estaban separados. Pero, al verlo aquella noche, tuve la clara impresién de que estaba bien y de que me decia que no me debia preocupar por él, que todo estaba bien. Sencillamente, yo conocia sus pensamientos y él conocia les mios. Y, después, simplemente desaparecié. Yo me quedé despierta mucho rato. Sentia que me habia encontrado verdaderamente en su presencia, y no queria perder aquella sensacién. Esta mujer se qued6 algo perpleja por la experiencia. Se habia preparado para ver a su difunto esposo, y habia visto, en cambio, una aparicién de su padre. Ahora se da cuenta de que posiblemente no podamos ser tan selectivos al prac- Hear la observacion del espejo. —Era como si tuviera una gran sartén delante de la cara —me dijo— y hubiera abierto en ella un agujerito, diciendo: «Quiero ver a mi esposo.» En lugar de ello, tenia que quitar- me la sartén de delante, y estar abierta a quienquiera que viniera a mi. 138 REENCUBNTROS A partir de su experiencia de observacién del espejo, esta mujer se ha sentido muy tranquila con respecto a su padre. Ya no siente culpabilidad ni angustia cuando piensa en él. «Ahora tengo una sensacién limpia cuando pienso en él (dice). Una verdadera conexion.» Este tipo de experiencia, que recuerda a la incubacién de suefios, se ha presentado con regularidad entre los visitan- tes del psicomanteo. Es tipico que suceda a personas a las que no ha sucedido nada o casi nada en la cabina de las apariciones; sin embar- go, reciben una visita espectacular al regresar a sus casas. «JANE ESTABA ALLI, JUNTO A LA CAMA» Otra visién «para llevar a casa» la tuvo un hombre de algo menos de sesenta afios que habia perdido a su hija cinco afios antes, en circunstancias muy tragicas. Acudio 4 solicitar mis servicios porque se habia sentido incapaz de resolver su dolor desde la muerte de ella. No la vio en la cabina de las apariciones. Pero dos dias mis tarde recibf una llamada telefénica suya en la que me describié un encuentro fascinante que habia tenido en la noche anterior. Me acosté hacia las once y media, después de Ver las noticias de la noche en la television, y me Yo no of su voz, ni un solo sonido. Pero ella me dirigia aquellos pensamientos, y los pensamientos eran tan fuertes que era casi como si oyera los sonidos. Entraba la luz de la calle a través de las persianas, y yo podia verla bien. Ahora bien, debo decirle que yo estuve completamente despierto todo el tiempo, sin duda alguna. Y usted ya sabe que no soy persona dada a imaginarme cosas. Era mi hija. Me decia que todo iba bien, que ella estaba bien. Yo senti, o ella me dijo, que la muerte no es ni mucho menos como yo me imaginaba, Estaba contenta, y sonreia. No dejaba de decirme: «Tranquili- zate. No puedo quedarme mucho tiempo, pero no tie- nes de qué preocuparte. Estoy bien.» Y eso fue todo. Dijo: «Adiés, de momento», y desa- parecié. La experiencia duré cuatro minutos, segun el reloj, y la desaparicién de la muchacha fue instantanea, «como cuan- do se apaga una luz con el interruptor». Este hombre esta convencido de que lo que le sucedio no fue una aparicién, sino que se trataba verdaderamente de su hija. En consecuencia, se ha aliviado una buena parte de su tristeza por la pérdida repentina de ésta. «No fue un suefio; fue una experiencia como la que se puede tener con cualquier ser humano —me dijo—. No tengo la menor duda de que volveré a verla algun dia.» 140 REENCUENTROS APARICIONES BAJO MUCHAS FORMAS Debido a estas experiencias, he adoptado la politica de informar a los visitantes del psicomanteo de que es posible que experimenten apariciones al volver a sus casas. De hecho, cada nuevo visitante que acude al Teatro de la Mente me ensefia algo nuevo sobre el modo de evocar apa- riciones de las personas fallecidas, y sigo revisando los pro- cedimientos en consecuencia. También explico a las personas que aspiran a tener apa- riciones, que las apariciones espontaneas se presentan bajo muchas formas, y que pueden ser percibidas, asimismo, a través de cualquiera de los sentidos. La mayoria son visua- les: son los casos en que la persona ve realmente una apari- cién de una persona fallecida. Un alto porcentaje de las apa- riciones son auditivas (un 27 por 100, seguin cierto estudio); a éstas les siguen en frecuencia las tactiles (un 13 por 100). Los tres casos siguientes son ejemplos de experiencias auditivas. «LE DA VERGUENZA HABLAR» Una psiquiatra de algo menos de cuarenta anos acudié al psicomanteo con la esperanza de ver a su padre, que, = sus tiltimos afios de vida, habia dirigido a algunos mieme signin Se aia El padre y en sus diltimos afios de ambos habian 4 pase bastante rato allf sentada sin que sucediera nada. Vi en el espejo varias imagenes, formas y colores; sobre todo, formas geométricas. Después, al cabo de cierto tiempo, of de pronto, con sorpresa, que me ba mi abuela, Oi claramente su voz, que no habia pido desde que ella murié hace varios anos. jEres tu, abuela? —dije- Si, soy yo —dijo ella, Después anadio: —Estoy aqui con Howard y Kathleen [mi tia y mi tio, ambos fallecidos}, y tu padre también esta aqui. —;Puede venir a hablar conmigo? —pregunté yo. —No —dijo ella—. Le da vergiienza hablar. Yo estoy segura de que mi padre estaba avergonza- do por la frialdad con que habia tratado a sus hijos en los ultimos ocho aftos de su vida. También creo que tenia ciertas ideas paranoicas y erréneas sobre sus seres queridos. En cierto modo, se sentia perseguido por nosotros. Me parece evidente, por la conversacién que tuve con mi abuela, que él sabe que nosotros no éramos asi, y que seguramente se siente avergonzado por cémo se comporté y por algunas cosas que dijo, que eran terribles. Por lo que respecta a la experiencia propiamente dicha, diré lo siguiente: He visto a muchos pacientes esquizofrénicos que dicen que oyen voces; pero suelen describir voces que les dan ordenes o que los critican, 0 bien simples murmullos 0 zumbidos. La voz de mi abuela no era de ninguno de estos tipos. Sonaba exactamente igual que su voz verdade- ra. Yo no la esperaba, ni mucho menos, pero tuve la sensacién de que ella estaba allf mismo, en la cabina, conmigo. 142 REENCUENTROS «ERA EXACTAMENTE COMO SI ELLA ESTUVIERA ALLI» Otro visitante de mi oraculo de los muertos que oyé una voz preternatural era un hombre de unos veinticinco aftos, que vino con la intencién de ver a una amiga suya que habia muerto accidentalmente cuando ambos eran adoles- centes. Aunque no Ilegé a ver a la muchacha, la experiencia no dejé de ser gratificante: Al cabo de un rato, creo que no pasé de cinco mi- nutos, empecé a oir la voz de aquella amiga mia que murié en un accidente mientras navegaba. Era ni mas ni menos que si me estuviera hablando. No estoy hablando de pensamientos, de suefos ni de imagina- ciones. Nunca habia oido nada semejante. Simplemente, me hablo, y me dijo que estaba maravillosamente alli donde estaba. Yo ofa cada palabra clara y distintamente. Tenia un timbre espe- cial, creo que como un eco, como si me estuviera hablando por un tubo de hojalata. Pero era su voz, sin duda. Su muerte me habia entristecido mucho. A todos nuestros amigos también. Yo no habia conocido hasta entonces ninguna muerte entre mis amigos en mi familia, de modo que era la primera vez que me sucedia algo asf. Yo deseaba haber podido des- motene de ella, o haberle dicho que pensaba en _ De modo que ésta fue una maravillosa: absolutamente \ gE UN CONTACTO EMOCIONAL DIRECTO» Me interesaba especialmente Hevar a cabo una aparicién 4fitada con el sujeto, que describiré a continuacién, pues Ja primera vez que trabajaba con una persona que habia sufrido una experiencia cercana a la muerte. La historia de “esta mujer era triste. Pocos meses después de que su herma- a menor se matara en un accidente de automévil, ella misma también estuvo a punto de matarse en otro accidente de automdvil. A consecuencia de éste accidente, tuvo una experiencia cercana a la muerte en la que vio a su difunta hermana. Este contacto tuvo lugar después de haber aban- donado el cuerpo, y le produjo una experiencia emocional profunda de un tipo que ella jamds habia conocido antes. Fila lo describié asi: «Descubri que el cuerpo fisico verdade- ramente cierra el camino de entrada a las emociones. Cuan- do yo estaba fuera de mi cuerpo, mis emociones estaban al desnudo. Cuando estaba fuera de mi cuerpo, era como si mis emociones se reunieran con las emociones de ella. Fue un contacto emocional directo.» Me interesaba la oportunidad de facilitar una aparicién a esta persona, pues eso me permitiria comparar los resulta- dos de la observacién del espejo con una experiencia cerca- na a la muerte. He aqui su aparicién facilitada tal como ella la describid: Al principio, vi que el espejo subia. No dejaba de subir. Después, vi que salfan imagenes: formas y deste- Nos de luz. Luego, vi una luz roja con una neblina verde en el centro. Y, a continuacién, of a mi hermana menor, que decia: «Estoy aqui.» Dije mentalmente: «Me gustaria verte.» Y ella dijo: «Bueno, aqui estoy.» : De modo que intenté relajarme, pero no fui capaz de verla fisicamente. Pero jla toqué! Sentf que me besa- 144 REENCUENTROS ba en la mejilla, como siempre habia hecho cuando vivia. ¥ después la of decir: «Estoy aqui.» No podia verla, pero sabia que estaba alli. Podia sentir el amor de su presencia. También vi unas breves escenas del pasado. Vi que estabamos las dos juntas en su cuarto, escuchando discos. También vi que estdba- mos practicando juntas pasos y gritos de animacién, pues ella queria ingresar en el equipo de animadoras deportivas, cosa que consiguiéd mas tarde. En ese mo- mento senti amor, el mismo amor que sentia cuando habian pasado realmente aquellas cosas. Pedi a esta persona que comparase la visién en el espejo con su experiencia cercana a la muerte. En la ECM habia visto a su hermana, mientras que en la cabina de las apari- ciones sélo la habia visto y tocado. Pero ella dijo que a nivel emocional la diferencia habia sido pequefia. «Era como oir una voz fisica. La of hablar. Era como si estuviera junto a mi, hablandome al ofdo.» POR EL DOLOR Y POR EL CONOCIMIENTO La palabra psicomanteo, literalmente, da a entender que Se convoca a los espiritus de los muertos como medio de adivinacién para poder formularles preguntas sobre el a futuro o sobre otros conocimientos ocultos. Los aor . alegaran que las instalaciones que preparé para este est: dio no son un verdadero satmentedon. pues lo que preten diamos ; tos para practicar la adi- 0 que coinciden en cuanto a su funcionamiento mi trabajo con las apariciones facilitadas, he llegado ois vais hucane ldots por a pandlas Oe ocu pee ‘en la vida humana el dolor por la de seres que- » idos. El historiador griego Plutarco nos refiere un relato eonmovedor que ilustra precisamente esta cuestién. Elisio, hombre rico e importante, estaba obsesionado por la idea de que quizas su hijo, que habia muerto joven, hubiera sido asesinado con un veneno. Atormentado, Elisio viajé a un psicomanteo que estaba en Io que ahora es el sur de Italia, y donde al parecer se practicaba cierto tipo de incubacién de suefios. Después de seguir los ritos prescritos, Elisio quedé dormido y tuvo una visién. Se le aparecié su padre, que se dirigia hacia él. Elisio conté a su padre todo lo que le habia sucedido, y le suplicé que descubriera la causa de la muerte del muchacho. Tras el padre de Elisio venia un joven. Tal como ha sucedido varias veces en mi propio psicomanteo, Elisio no reconocié en un principio a esta persona, que resulté ser su hijo. Cuando resulté evidente la identidad del joven, éste aseguré a su padre que su muerte se habia debi- doa causas naturales. Creo que nuestros motivos para interesarnos por las reu- niones visionarias no difieren de los que tenian los antiguos griegos. Estoy seguro de que, tanto entonces como ahora, la mayoria de los visitantes del psicomanteo no buscaban en él conocimiento, sino aventura, consuelo, realizacién, e inclu- so diversién. i Como crear su propio pstcomanteo oF Un lago es el elemento mds importan- te y destacado de un paisaje. Es el ojo de la tierra, donde el espectador, mirandolo con los suyos, sondea la profundidad de su propia naturaleza. HENRY DAVID THOREAU A observacién del espejo es una forma de autoexplo- racién. Y, como en cualquier otra exploracién, es preciso tener un estado de animo adecuado y contar con el material conveniente para que sea posible emprender un viaje satisfactorio. : : Mi entorno neces para Ja practica de la observacion del espejo es una reproduccion del entorno de — psi- comanteos de la historia. Desde la antigitedad 8 —. = el hombre ha comprendido cannes — rol estas visiones depende = - pages La gene aa a la superficie el drama del que pueda hacerse aflorar en inconsciente. ial en toques Esta necesidad de un entorno as : — psicomanteo de E crear, eh: Comee: a los guardianes del 162 REENCUENTROS plejo de estructuras subterraneas. Era en este laberinto de cuevas y de salas mal iluminadas donde se hacia visible el inconsciente, cuando los consultantes de apariciones eran conducidos por fin a la camara de las apariciones y se les permitia observar el caldero brunido lleno de agua. La casa donde John Dee se comunicaba con los angeles contenia una habitacién especial que podriamos describir como una cémara de apariciones. Era c6moda; estaba poco iluminada, y contenia diversos espejos, desde el famoso espejo de obsidiana de Dee hasta espejos corrientes. La camara de Dee se parecia a muchas otras que la precedie- ron. Todos los consultantes de apariciones de todas las cul- turas, desde la griega hasta la de la Inglaterra de Isabel |, realizaron sus intentos de suscitar los espiritus en salas cui- dadosamente diseftadas y equipadas. Los arquitectos y los operadores de todas estas instala- ciones sabian algo que yo también he acabado por descu- brir. Se daban cuenta de que unos encuentros con tanta carga espiritual y emocional debian tener lugar en un entor- no preparado de acuerdo con ciertos principios fisicos, psi- colégicos y estéticos. Esto debe ser asi al menos por dos razones: * Es justo y adecuado que la persona que vive una experiencia espiritual transtormadora se encuentre en —— pueda recordar como agradable y ele- SR ee aie disponer los elementos de un entorne de. subterranea de las instalaciones, por ejemplo, bastaba para crear un ambiente que tenia efectos extrafios sobre ja psi- . Basandose en el mismo principio, los nkomis hacian uso del aislamiento sensorial y social; en la secta bwiti se utilizaba la falta de sueno y las drogas. En los tres cultos se utilizaba la observacion del espejo como medio para ver a jos espiritus. COMO PRODUCIR EL ESTADO DE ANIMO ADECUADO Yo opté por seguir un planteamiento multiple al disefiar mi psicomanteo moderno, procurando especialmente reco- nocer las relaciones de parentesco entre lo hidico y lo para- normal. Fomento la risa como parte integral de mi progra- ma, pero no pretendo obligar a los participantes a adoptar actitudes frivolas o de hilaridad. Lo que pretendo, mas bien, es permitirles liberarse, de una manera cémoda y libre de peligros, de algunas de sus inhibiciones, potenciande asi sus probabilidades de alcanzar un estado alterado de la concien- cia. Los pacientes, cuando ven comedias en video, o incluso cuando leen historietas de humor, no estan quitando impor- tancia a la experiencia que estén a punto de tener, y que con- Siste en conjurar el espiritu de un pariente suyo fallecido. No: lo que hacen es facilitar la aceptacion de lo que esta a Punto de suceder. En este sentido, el humor es la puerta Principal de acceso a lo paranormal para algunas personas. Mi estrategia también ha consistido en incorporar en este entorno un maximo de los factores conocides que facili- 164 REENCUENTROS tan el paso a los estados alterados de la conciencia. Entre estos factores, ademas del humor, se cuentan la naturaleza, las alteraciones del sentido del tiempo, las artes, y los esti- mulos intelectuales; y, por supuesto, las superficies cristali- nas, como son los espejos. Ya he descrito en un capitulo anterior los modos en que incorporé todos estos factores en el Teatro de la Mente. Pero, por si usted se pregunta qué podria hacer exactamen- te para producir el estado de animo necesario para facilitar las apariciones, voy a repasar cada uno de estos componen- tes, ofreciéndole algunas sugerencias: La naturaleza. Dado que el Teatro de la Mente esta situado en una zona rural del sur de los Estados Unidos, a mi no me resulta dificil rodear a mis sujetos de un entorno natural relajante. Estamos rodeados de bosques y de tierras de cultivo, por donde es agradable pasear. El arroyo que corre junto a la casa, que es un antiguo molino, esta Ileno de tortugas y de serpientes, y ofrece el sonido tranquilizador del agua que fluye. En los entornos mas urbanos es dificil encontrar la natu- raleza. Si usted vive en un ambiente de este tipo, podria intentar imitar la naturaleza con medios artificiales. En la mayoria de las tiendas de productos naturales se ofrecen cintas con grabaciones de sonidos de la naturaleza. Estas cintas contienen, por ejemplo, el sonido de las olas que bafian la costa, o el de la Huvia en un bosque tropical. He descubierto que escuchar estas cintas con unos auriculares mientras me paseo por un parque, o incluso por una calle de la ciudad, me ayuda a alcanzar la relajacién profunda que busco. é Alteraciones del sentido del tiempo. En el Teatro: la Mente se pide a los sujetos que no lleven relojes de puls? a ‘os roden no fg gj usted no dispone de una habitacion dedicada a las antigtiedades, yo le reco- miendo que establezca este ambiente hojeando un libro de fotogratias antiguas, o de ilustraciones sobre la vida en épo- cas anteriores, Si verdaderamente quiere sentirse arrastrado hacia una época mas antigua, busque en una tienda de anti- ades un visor estereoscépico con sus tarjetas corres- pondientes. Este método olvidado de contemplar fotografias es como una ventana por la que podemos asomarnos a una época pasada. También es importante ocultar la esfera de los relojes visibles, tanto para fomentar la ilusién de reunién con el pasado como para anular la conciencia del tiempo propia de la vida actual. Si es necesario controlar el paso del tiem- po, sugiero medir la duracién de las sesiones de observa- cién del espejo con un reloj de arena: es un método arcaico, pero eficaz. Las artes, A muchas personas les basta con contemplar obras de arte para alcanzar estados alterados. He hablado anteriormente del sindrome de Stendhal, un tipo de depre- sién nerviosa que sufren muchas personas que contemplan grandes obras de arte. También he dicho que algunos musi- cos han sufrido experiencias paranormales, entre ellas la sensacién de abandonar sus cuerpos mientras ejecutaban grandes obras musicales. En vista de todo ello, he ee ne —- como las artes plasticas abrir las mentes perso- Meo cata tacentia alterada. Se exhiben obras de arte en todo el edificio, y no sdlo se trata de obras «bonitas». Se han 166 REENCUENTROS elegido obras sorprendentes, chocantes, divertidas, inquie- tantes: todas ellas con el fin de estimular el cerebro en modos a los que no esté acostumbrado. No es dificil reproducir en el propio hogar estos efectos del arte. Se puede conseguir modificando el estilo de las obras de arte que tiene usted colgadas ahora mismo en sus paredes. O, ahorrandose gastos y trabajo, puede conseguir el mismo efecto hojeando libros sobre arte. Las obras de Sal- vador Dali, Max Ernst y Pablo Picasso se pueden contem- plar facilmente en bonitos libros a todo color, y tiendena = estimular la psique profunda de la mayoria de las personas. = A mi también me parece especialmente vivificante el artede = los dibujantes de historietas, sobre todo las obras de Cari Banks, el dibujante que creé al Tio Gilito, pariente del Pato Donald El efecto tranquilizador de la belleza no es mas que una parte del motivo por el que se utiliza el arte como prepara- cién para la observacién del espejo. También es importante dejarse sorprender e impresionar, e incluso tener una sensa- cién de estar fuera de lugar. Por otra parte, la apreciacion estética es, por si misma, una especie de estado alterado de la conciencia. El efecto que buscamos es un estimulo nuevo que le produzca a usted una sensacién de asombro con res~ pecto al mundo de la percepcién, Estimulos intelectuales. La busqueda del conocimien- to siempre ha sido un canal importante a través del cual los seres humanos han buscado orientacién espiritual ¢ ihumi- nacién. Como dije mas arriba, tengo en el Teatro de la Mente una extensa biblioteca llena de libros sobre los esta dos alterados de la conciencia, fendmenos paranormales ¥ temas espirituales, Usted puede reunir otra en su hogar, pues la mayoria de estos libros se encuentran fécil- Jos estimulos intelectuales se _ inne cRbAR AU PROPIO PSICOMANTHO 7 : una actividad visual, a algunas personas les parece F Freterble — sus estimulos oaeruies en un medio visual, sobre en un medio que les brinde la oportuni- dad de dejar vagar la mente. Una manera de conseguirlo es dedicar cierto tiempo a mirar por un microscopio. He instalado recientemente un microscopio de manejo sencillo, que permite a mis sujetos emprender una excursién por el reino de Jo microsc6pico que representa para ellos un estimulo mental, El reino de lo macroscépico también tiene sus posibili- dades. Cierto astronomo me hablé hace poco de un articulo que se habia publicado en una revista de astronomia sobre el elevado numero de astrénomos que tienen experiencias extracorporeas mientras contemplan con sus telescopios los anchos espacios interplanetarios e interestelares. Esto no me indica mas que la capacidad que tiene el uni- verso que nos rodea para ampliar nuestras mentes, y los modos magicos en que el contacto estrecho con él puede afectar a nuestros sentidos. Recuerdos personales. Por ultimo, si usted aspira a ver a un ser querido fallecido, es importante que se grabe firmemente en la mente a aquella persona. Esto no tiene por qué ser dificil. Yo he descubierto que las fotografias son el medio mas eficaz para conseguirlo, Un album familiar lleno de grandes recuerdos agita tanto la mente consciente como el inconsciente. Las peliculas familiares, en cine o en video, tienen el mismo efecto. Otro modo de suscitar los sentimientos sobre una perso- na querida fallecida es por medio de los objetos que sirven de recuerdo suyo. Han acudido a mi personas que trafan prendas de ropa relacionadas con la persona. Otras han trai- do cafias de pescar, herramientas de carpinteria, juegos de ajedrez, pipas, gafas, cartas antiguas, etcétera. Cualquier cosa relacionada con Ia persona es eficaz para suscitar recuerdos y sentimientos. 168 REENCUENTROS COMO COMBINAR ESTOS FACTORES Lo que se pretende con todos estos factores es reducir el nivel de inhibiciones que usted podria tener con respecto a la observacién del espejo, ademas de establecer un estado de 4nimo que facilite la entrada en las otras dimensiones de la mente. Me gustaria ofrecerle directrices concretas sobre el tiem- po que usted deberia dedicar a cada una de las disciplinas que acabo de citar, pero no puedo hacerlo. A algunas perso- nas, un periodo de una hora en comunién con la naturaleza les pareceria demasiado largo, mientras que un rato de media hora mirando fotografias antiguas les resultaria demasiado corto. Cuando yo dirijo una de estas sesiones, normalmente me puedo guiar por el grado de entusiasmo del sujeto para determinar cuando ha Ilegado el momento de pasar a otra cosa. El consejo que le ofrezco si quiere ensayarlo por su cuen- ta es sencillo: no se aburra. Si después de un cuarto de hora de contemplar obras de arte ya le parece que ha visto bastan- te, entonces es que verdaderamente es bastante. Si quiere dedicar una hora entera a pasear por la naturaleza, hagalo sin dudarlo. Lo mismo puede decirse de los recuerdos perso nales. Si mirar fotos antiguas durante media hora le parece suficiente, es que probablemente lo es. Mientras usted se sienta estimulado y lo que hace no le aburra, todo ira bien. El estado mental asociado a la observacion de visiones es sutil. Est4 claro que la experiencia se bloquea cuando se _ trantiene una actitud de expectativa tensa. Por otra: parte: 7 de que se apa metales brumtidos; los recipientes o copas Henas de agua, de tinta, de sangre o de vino; las limparas brufiidas; los lagos, etcétera. Casi cualquier objeto que presente una profundi- dad despejada tiene posibilidades a la hora de practicar la observacién del espejo. En la antigiedad se suponia que las visiones en el espejo eran producidas por poderes magicos que emana- ban del propio espejo. Estas creencias todavia existen, incluso en nuestros tiempos. De vez en cuando me he encontrado con vendedores de objetos de cristal que me aseguraban que las bolas de cuarzo auténtico son mejores. para practicar la observacién porque contienen poderes magicos. En general, las diversas sustancias que se utilizan como medios fisicos para la practica de la observacién pueden suscitar diversas asociaciones emocionales. Por ejemplo, ia hidromancia, que ha sido una forma comtn de observa- cién del espejo a lo largo de los siglos, se asocia con la mitologia del agua, que es uno de los simbolos de la mente inconsciente. El cristal de roca, por su parte, es una imagen inconsciente comtin del yo. Y las piedras, que se utilizan a veces pulidas para practicar la observacién, suscitan una imagen inconsciente de la idea de permanencia. También estan relacionadas con las busquedas espirituales e intelec- tuales de la humanidad: se dijo que Cristo habia construi- do su Iglesia sobre una roca; los musulmanes visitan la Piedra sagrada de La Meca; la piedra de Rosetta fue la clave que permitié desvelar los secretos de antiguas len- guas, y John Dee llamaba a su espejo de obsidiana «la pie- dra sagrada». 170 REENCUENTROS El tipo de espéculo elegido puede tener cierta importan- cia en este sentido. Kenneth MacKenzie, escocés, que practi- caba la observacién en el siglo XV, afirmaba que su piedra de observacién le habia caido en el pecho mientras dormia. John Dee aseguraba que su «piedra de mirar» habia legado a su poder mientras recibia la visita de unos angeles. Muchos observadores del espejo de nuestros tiempos han contado relatos similares sobre el modo en que recibieron SUS espejos. Los objetos que reflejan el yo interior pueden llegar a ser tratados como una parte del yo. De hecho, cuanto mas profunda sea la busqueda del yo, mas probable es que suceda esto. Se convierte en simbolo de la busqueda del autoconocimiento. Una prueba mas de que la bola de cris- tal se considera un simbolo del yo nos la ofrecen los humo- ristas, que dicen que la bola de cristal esta «estropeada» cuando el adivino al que consultan ve una imagen que a ellos no les agrada. En ultimo extremo, es la mente del observador, y no nin- guna esencia oculta del espejo, lo que constituye la base de las visiones en el espejo. El medio de cristal es, en la practi- ca, un espejo del alma. El hecho de que no seamos plena- mente conscientes de este hecho mientras practicamos la observacion del espejo es un factor que carga toda la expe- riencia de un ambiente sobrenatural, Unos procesos interio res de la mente se revisten de una aureola de misterio al atribuirles una ubicacion espacial aparente dentro del pro- pio espejo. Teniendo en cuenta todos los factores, yo creo que & importante utilizar un con el que usted se sient verdaderamente c¢ o. Yo prefiero usar un i Usted puede optar par alguno de los otros medios citados- a No importa cual utilice. Lo anico que importa 5 ae resultado. t fates a # pre un letrero que diga NO MOLESTEN si le parece necesa- tio. Es importante encontrar un lugar cémodo donde pueda yelajarse verdaderamente. La postura es importante. Siéntese en un sill6n oémodo donde pueda apoyar la nuca aun estando completamente relajado. Disponga la silla y el espejo o medio reflectante de tal modo que pueda observarlo sin tener que dirigir los ojos en un Angulo forzado. La luz tenue desde atras suele dar los mejores resulta- dos, aunque usted tendra que hacer experimentos para encontrar la iluminacién ideal. He descubierto que es ttil trabajar con luz de velas, verdaderas o eléctricas, sobre todo al principio. También se suele coincidir en que la mejor hora para practicar la observacidn del espejo es el anochecer; parece ser que es una hora que inspira estados alterados a muchas personas. Mas adelante, cuando domine mejor el proceso, descubrira que es posible practicar la observacién del espejo incluso con luz fuerte. La técnica de la observacién del espejo propiamente dicha es notablemente sencilla. Sentado comodamente, rela- jese y observe la profundidad despejada del espéculo sin intentar ver nada. Algunas personas lo comparan con el acto de dejar perder la vista en la lejania. Si se relaja debida- mente, sentira los brazos muy pesados, y las puntas de los dedos le hormiguearan como si estuvieran ligeramente car- gadas de electricidad. Este hormigueo indica casi siempre el Principio del estado hipnagdgico. Lo mas probable es que el espéculo adquiera un aspecto nuboso en este punto. Algunas personas hablan de una imagen parecida a la del cielo en un dia nuboso. Otros dicen 172 REENCUENTROS que el espejo se vuelve mas oscuro. Sea como fuere, este cambio de la claridad del espejo le indica que las visiones estan a punto de aparecer. DEJE FLUIR LAS IMAGENES La gente suele preguntarse si es mejor formular una pre- gunta concreta cuando aparecen las visiones, 0 si conviene mas observar pasivamente como se desarrollan. Como regla general, yo creo que en un principio es mejor no dirigir la experiencia. En vez de ello, limitese a dejar fluir las imagenes. El hecho de intentar dirigir las imagenes afade un nuevo estrato de complicacién, que reduce la probabilidad de que se vean imagenes en el espéculo. Cuando usted haya conseguido dominar mejor la practica de la observacién del espejo, puede ser muy util formular mentalmente preguntas concretas artes de entrar en el estado de trance, sobre todo si lo que usted busca es la autoexploracion o la autocom- prensin. Cuando se intenta dirigir las imagenes despues de que hayan empezado a manifestarse, normalmente lo tinico que se consigue es hacer que se disipen. No estoy seguro de la explicacién de este fendmeno, pero sospecho que el pen- samiento consciente nos hace salir del estado hipnagdégico de la mente donde se producen estas imagenes. Cudnto tiempo duran las imagenes? Normalmente, menos de un minuto, sobre todo en las personas ineapaces de permanecer relajadas. Algunos de mis sujetos han sido oo on concreto sin llegar a ver nada. Y, como ya sabe el lector de este libro, se puede tener la sensacién de pasar al espejo, 0 las imagenes pueden Ilegar a salir del mismo. Sea como fuere, el comienzo y el final de la experiencia visionaria serin evidentes. LLEVE UN REGISTRO DE LA EXPERIENCIA Le recomiendo que registre la experiencia inmediata- mente después de la sesién. Andtela con todos los detalles que pueda. Incluya las sensaciones anteriores a la experien- cia visionaria, lo que vio o sintié durante la misma, y qué fue lo que sucedié para hacerlo salir de la misma. Un registro cuidadoso de los datos le permitira saber lo que puede esperar la préxima vez que practique la observa- cién del espejo. También le permitira apreciar las diferencias entre unas sesiones y otras, y con el tiempo le dard a cono- cer el modo de aprovechar al maximo su experiencia de observacién del espejo. El hecho de registrar sus experiencias también le ayuda- r4 a recordarlas tal como fueron. Anote el caracter de su visién, indicando qué o a quién vio y oy6, e incluso cémo se sentia usted mientras transcurrian los hechos. Esto le servi- rd para recordar mas adelante la experiencia concreta. NO LO INTENTE CON DEMASIADA DEDICACION Si las visiones no se presentan en una sesi6n, 5 preciso considerar algunos de los posibles factores a los que puede deberse. 174 REENCUENTROS: El motivo més comun por el que no se consigue ver nada es el hecho de haberlo intentado con demasiada dedi- cacion. ‘Los sujetos cuentan a veces que las visiones comien- zan milagrosamente cuando acaban de darse por vencidos, o, por lo menos, cuando estan pensando en la posibilidad de darse por vencidos. En cierta ocasién dirigi un seminario al que asistian ocho personas, y S€ daba la circunstancia de que todas ellas eran antiguos alcoholicos en fase de recuperacién. Slo dos de ellas experimentaron algun tipo de vision durante la sesién de observacién del espejo. Como posible explicacion de ello, me dijeron que los alcohdlicos son unos «fanaticos del control», y que, en consecuencia, no eran capaces de relajarse ni de dejar vagar la mente. Les recomendé que la proxima vez se limitaran a «darse por vencidos» y s€ que- daran alli sentados algtin tiempo més, pues la idea misma de dejarlo podia relajarlos. En algunos sentidos, el estado mental adecuado pata las experiencias visionarias es el opuesto al estado mental que mantenemos cuando intentamos conscientemente hacer algo. Pero, al mismo tiempo, el hecho de mantener una acti- _ecngs cmbAK Se PROPHO PSIC OMAN TRO 5 : Soiacalande comin tends n poner a lus personse aeaiaean do nerviosas. También se han relacionado la aparicién de imagenes efectivas con un régimen alimenticio rico en pota- sio. Por otra parte, las personas que consumen grandes can- fruta y vegetales y menos productos lécteos el dia anterior a la practica de la observacién del espejo. También quisiera sefalar que el ejercicio es un compo- nente importante de la relajacion. La mayoria de las perso- nas estan mucho mas relajadas después de hacer ejercicio, aunque sea suave; esto se demuestra observando que les baja la presién arterial y se les reduce el ntimero de pulsa- ciones por minuto. Si a usted le cuesta trabajo relajarse o dejar vagar la mente mientras pactica la observacién del espejo, ello puede deberse a una falta de ejercicio. El ejerci- cio es uno de los mejores métodos que he descubierto para inspirar la relajacién muscular profunda que facilita la entrada en el estado visionario. Por supuesto, deberd con- sultar a su médico antes de emprender cualquier programa de ejercicios. Otro motivo por el que algunas personas no consiguen ver visiones es el dolor fisico. El dolor de espalda, especial- mente, puede impedir a ciertas personas mantenerse senta- das, y mucho menos relajarse y practicar la observacién del espejo. En ese caso, no hay nada que impida tumbarse para observar el espejo. En algunos casos, simplemente es una cuestién de dedi- car mucho tiempo o de intentarlo muchas veces hasta que se tiene una experiencia visionaria. Es posible que usted se sienta completamente cémodo con el proceso pero, con todo, que no tenga visiones. Yo le invito a que persevere y a que lo intente varias veces. Seguin mi experiencia, algo mas de la mitad de las personas que lo intentan tienen una visién la primera vez. Del resto, son bastantes los que tie- 176 REENCUENTROS nen una visién al segundo intento 0 al tercero, o incluso al cuerto. {Por qué hay personas que vuelven a intentarlo despues de fracasar la primera vez? La respuesta a esta pregunta estriba te en los otros placeres que trae consigo la practi- ca de la observacién del espejo. Muchas personas dicen que jamas se habian sentido tan relajadas en toda su vida. Exsten, incluso, algunas que practican Ja observacién del espejo princi- palmente como medio de relajacién; para ellas, las visiones no son mas que un resultado interesante, pero secundario. MANTENGA UN ESPIRITU LUDICO Si le da la impresién de que todo esto tiene mas de juego que de ciencia, entonces es que he conseguido lo que me proponia. En algtin momento, la parapsicologia se ha vuelto abs- tracta e intelectualizada, y casi parece que ha renegado de su relacién con el alma. Intenta ser una ciencia seria, de tal modo que suele defraudar a las personas que acuden a ella en momentos de tristeza y de pérdida personal. La parapsicologia, en uno de los estilos que adopta, 5° asemeja a la ciencia. Yo propongo que también se asemeje a cia de la vida tras la muerte, s{ puede darnos esperanzas. No quiero dar a entender, de ningan modo, que los (entre los que se cuenta usted cuando practi- a observacion del espejo) estén dispuestos a conformarse con algo menos que un respeto escrupuloso de la verdad. Debemos amar la verdad tan profundamente como la aman los cientificos, aunque no podamos buscarla de una manera tan sistematica como ellos. ENCONTRAR LA FRONTERA El efecto que se pretende conseguir con el juego mutuo de todos estos elementos que intervienen en la observacién del espejo es abrir una puerta a otras dimensiones de la mente. Por eso, resulta agradable oir la confirmacién en boca de los visitantes, que comparan la experiencia con «pasar a otro mundo». Diversas personas que han seguido las técnicas que yo he desarrollado han descrito con frecuencia sorprendentes manifestaciones de fenémenos que tradicionalmente se han calificado de paranormales. Pero todo ello se ha conseguido por medio de unos planteamientos que no pretenden en absoluto atribuir a estas experiencias un cardcter parafisico. Se insta a los sujetos a determinar por si mismos la reali- dad y el significado de sus experiencias. Dentro de este entorno (un entorno que usted puede preparar facilmente en su propio hogar) puede emprender viajes hasta las regio- nes mas remotas de la conciencia humana.

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