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Curso Académico
2014-2015
De la guerra de movimientos a la trinchera: Tácticas de la I Guerra Mundial,
trabajo fin de grado
de Santiago Pascual Nicolás, dirigido por José Miguel Delgado Idarreta (publicado por la
Universidad de La Rioja), se difunde bajo una Licencia
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
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© El autor
© Universidad de La Rioja, Servicio de Publicaciones, 2016
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Resumen
El presente trabajo hace referencia a la aplicación y evolución de las diferentes
tácticas militares terrestres utilizadas por las distintas facciones durante la Primera
Guerra Mundial, centrándose en el frente occidental en las batallas entre Alemania y
Francia e Inglaterra y en el frente oriental en las disputadas entre Alemania y Rusia,
mencionando también las intervenciones más destacadas de los ejércitos austrohúngaros
y estadounidenses. Aquí veremos cómo se comportaron los ejércitos y los generales
para superar a sus enemigos durante las diferentes fases del enfrentamiento,
adaptándose a las circunstancias cambiantes y a los nuevos ingenios surgidos al calor
del conflicto.
Abstract
This paper refers to the implementation and evolution of the different land
military tactics used by the various factions during the First World War, focusing on the
Western Front in the battles between Germany and France and England and on the
Eastern Front in the disputed between Germany and Russia, also mentioning the most
important activities of the Austro-Hungarian and American armies.Here is how the
armies and generals behaved to overcome their enemies during the different phases of
the conflict, adapting to changing circumstances and new mills emerged in the heat of
conflict.
Key words: First World War, military history, tactics, tank, Hindenburg,
Ludendorff, Falkenhayn, Haigs, Pétain
1
2
Índice.
1. Introducción.------------------------------------------------------------------------------5
1. Estado de la cuestión. ----------------------------------------------------------- 5
2. Objetivos del trabajo. ----------------------------------------------------------- 8
3. Metodología. --------------------------------------------------------------------- 8
2. Planteamientos iniciales.----------------------------------------------------------------9
3. Ofensiva de las potencias centrales.-------------------------------------------------- 11
1. El ataque alemán. -------------------------------------------------------------- 11
2. La respuesta rusa.-------------------------------------------------------------- 14
4. La guerra de trincheras.---------------------------------------------------------------- 17
1. Sobre cómo tomar y defender la trinchera.--------------------------------- 18
2. La jornada más sangrienta.---------------------------------------------------19
5. Ofensiva aliada.------------------------------------------------------------------------- 22
1. Ofensiva Nivelle.-------------------------------------------------------------- 22
2. El carro de combate como arma resolutoria.------------------------------- 25
3. La situación en Rusia.--------------------------------------------------------- 28
4. Último intento germano.------------------------------------------------------ 29
5. El fin de la guerra.------------------------------------------------------------- 32
6. Conclusiones.--------------------------------------------------------------------------- 35
7. Índice de figuras. ----------------------------------------------------------------------- 37
8. Bibliografía y Web.-------------------------------------------------------------------- 38
3
4
1. Introducción.
El año pasado se celebró por toda Europa el centenario del inicio de La Gran
Guerra, la que se suponía que era “la guerra que iba a acabar con todas las guerras”2. Y,
aunque esta idea se quedó en nada unos veinte años más tarde, es comprensible que los
coetáneos no pudieran imaginar que algo de ese calibre pudiera repetirse jamás. Nunca
antes se habían enfrentado tantos países y ejércitos tan masivos en batallas tan
intensas; nunca habíanmuerto tal número de hombres en combate; nunca se habíanvisto
armas tan poderosas ni tal cantidad de destrucción. En definitiva, nunca antes el hombre
se había hecho tanto daño a sí mismo.
Las consecuencias de esta guerra se han dejado sentir con una fuerza tremenda
hasta nuestros días, no sólo en las cuestiones geopolíticas como pueden ser el fin de los
imperios y del colonialismo, el surgimiento de la URSS,laentrada de los EE.UU. entre
las primeraspotencias mundiales o la creación de nuevos estados; sino también en las
cuestiones militares. Lo que debía ser una rápida guerra de movimientos se convirtió en
una larga y estática pesadilla debido a unos avances técnicos que los viejos generales,
salvo excepciones, no supieron entender. Solo cuando la creación del arma estrella de
los ejércitos terrestres hasta la actualidad marcó el punto de inflexión en el que la
carrera tecnológica ofensiva superó a la defensiva, se pudo dirimir un vencedor. El
tanque, junto al invento del submarino y al nacimiento de la guerra aérea, trajo consigo
un nuevo tipo de combates que no se había visto antes. Tras la Primera Guerra Mundial,
el arte de la guerra cambió para siempre.
1
Fragmento del poema En los campos de Flandes del teniente coronel canadiense John McRae. Tal vez
el poema más conocido de su tiempo, fue utilizado tanto para insuflar valor y compañerismo a los
soldados como para vender bonos en EE.UU.
2
STONE, N., Breve historia de la primera guerra mundial, p. 23.
5
1.1. Estado de la cuestión.
6
y su obra, La primera guerra mundial, encuadra el conflicto en el contexto de las
pugnas políticas, pero dedica la mayor atención a los propios combates. En cuanto a
Breve historia de la primera guerra mundial, de Norman Stone, es precisamente esta
brevedad de la que habla su título lo que convierte a esta obra en un inmejorable punto
de partida para acercarse a la Primera Guerra Mundial, proporcionando un enfoque
claro y conciso.La gran guerra de John Howard Morrow ataca al conflicto desde el
estudio sociopolítico y geoestratégico de finales del siglo XIX para, después de estudiar
su estallido y su desarrollo en todo el mundo, concluir con un gran análisis sobre sus
consecuencias. Hew Strachan, uno de los mejores conocedores de la historia de la Gran
Guerra, nos deja La primera guerra mundial, una obra que abarca todos los frentes y
teatros de operaciones y que destaca, además, por incluir las primeras fotografía en
color tomadas por los franceses en los campos de batalla. Pero si tenemos que citar una
obra por su calidad gráfica esa es La primera guerra mundial de Hedley Paul Willmott,
que sobresale por contar en sus 319 páginas, con, entre otras cosas, 31 tablas, 42 mapas,
56 cartas, comentarios y frases, 92 cuadros descriptivos y más de 540 fotografías.
En el panorama nacional, tenemos Todo lo que debe saber sobre la Primera
Guerra Mundial: 1914-1918. Las campañas, personajes y hechos clave del conflicto
bélico que cambió la historia del Siglo XX, de Jesús Hernández. Éste es un manual
ameno, sencillo y repleto de múltiples anécdotas y datos poco conocidos sobre la
contienda que hacen que su lectura sea muy entretenida. Por último, mención especial al
libroEl mar en la Gran Guerra (1914-1918), del gran historiador naval español Luis de
la Sierra, recientemente fallecido. Su obra es una grandísima fuente de información
sobre la lucha por el dominio del mar, que a punto estuvo de decantar la victoria del
lado germano gracias a sus nuevos ingenios submarinos.
3
Jonathan Martin, Reino Unido, 2003.
4
Jean-François Delassus, Francia, 2008.
7
mejor documental bélicojamás filmado:Apocalipsis: La primera Guerra
Mundial,deDaniel Costelle eIsabelle Clarke,una serie de 5 documentalesrealizada a
partir de más de 500 horas de archivos cinematográficos que nos lleva tanto al campo
de batalla como a la vida cotidiana de los civiles y nos ofrece una visión estratégica y
global inmejorable.
1.3. Metodología.
8
2. Planteamientos iniciales.
En 1905 Alfred von Schlieffenideó el que sería el plan de guerra germano nueve
años después. Este “Plan Schlieffen”, como se denominó oficialmente, era fiel a la idea
alemana que “propugnaba como resolutiva la maniobra envolvente, descargando el
golpe decisivo sobre el punto más débil”5. En este caso el punto más débil era Bélgica, a
través de la cual los ejércitos alemanes debían avanzar hasta llegar a París a la vez que
se retirarían lentamente en el centro, haciendo avanzar a los ejércitos franceses para
favorecer su envolvimiento. De este modo aplastarían a los galos y asegurarían el frente
occidental rápidamente para poder dedicarse en exclusiva a Rusia, a la que se
consideraba el principal enemigo pero cuya movilización total sería mucho más lenta.
Este plan tuvo, como se descubrió luego, errores importantes, entre los que destacan la
subestimación del ejército francés, la extrema velocidad que se requería para que las
tropas a pie avanzasen por el Norte o incluso la esperanza, infundada, de que Gran
Bretaña no iría a la guerra por Bélgica.
Los planes de Austria-Hungría se reducían a conquistar Serbia a la vez que
vigilaban una posible intervención rusa. Para ello se elaboró el Plan B, que preveía que
tres ejércitos invadieran Serbia rápidamente para poder unirse a los otros tres que
vigilaban la frontera con Rusia. Este plan fue sustituido ya en 1914 por el Plan R, que
disponía dos ejércitos para Serbia y cuatro para la frontera.
Otro plan destacado era el francés, conocido como Plan XVII, totalmente de
naturaleza ofensiva y cuyo principal objetivo era la reconquista del territorio de Alsacia
y Lorena. Hacía hincapié en el “élain” francés 6 y consistía en que cuatro ejércitos
avanzaran por el centro del frente, mientras que uno solo se encargaría de proteger el
Norte ante una posible entrada alemana por Bélgica. Entre los errores de este plan
destacan la sobrestimación del “élain”, así como la subestimación de las defensas
germanas. Aun así, ese único ejército del Norte7, junto con la sorprendente resistencia
belga, bastó para dar al traste con el plan Schlieffen, como se ve en el mapa 1.
5
QUERO RODILES, F., Historia militar de la Primera Guerra Mundial: De la caballería al carro de
combate, p. 64.
6
Una especie de “espíritu de conquista” o “ímpetu combativo” que se suponía haría imparables a los
soldados franceses en combate.
7
Con el que los planes anteriores no contaban por considerar que Alemania no se arriesgaría a que los
ingleses les declarasen la guerra por violar el tratado de Londres.
9
Mapa 1: Plan Schlieffen alemán y Plan XVII francés, con los avances planeados así
como los campos fortificados de ambos contendientes.
Fuente: http://www.firstworldwar.com/maps/graphics/maps_02_warplans.jpg
(consultado el 15/5/2015).
10
3. Ofensiva de las potencias centrales.
Los ejércitos se colocaron acorde a sus planes y todo se dispuso para que 1,5
millones de alemanes en siete ejércitos se enfrentaran a 1,25 millones de franceses,
120.000 belgas y 70.000 ingleses. Como estaba previsto, los alemanes empezaron
penetrando en Luxemburgo con el 4º ejército el 2 de agosto de 1914, sin oposición
local. El día 4 los ejércitos 1º, 2º y 3º cruzaron con 120.000 soldados la frontera belga y
se encaminaron hacia Lieja, defendida por 35.000 hombres y doce fuertes y punto
estratégico pues sus puentes permitían cruzar el río Mosa. Antes, había ofrecido un
ultimátum a Bélgica, que esta rechazó, ganándose el apoyo de Gran Bretaña, que
finalmente desembarcó a su Cuerpo Expedicionario con otros 120.000 soldados el día 7.
Ese mismo día cayó la ciudad de Lieja, aunque los alemanes no pudieron apoderarse de
todos los fuertes y por tanto atravesar el río Mosa hasta el día 16. “La firme resistencia
del hasta entonces apenas valorado ejército belga constituiría un ejemplo inspirador para
las tropas aliadas durante las traumáticas semanas siguientes” 9. Al día siguiente, los
rusos penetraron en Polonia, por lo que Alemania ya se encontraba en la situación que
había intentado evitar a toda costa: la guerra en dos frentes. Los alemanes siguieron
avanzando a duras penas por Bélgica, con los locales refugiados en los fuertes y
ofreciendo una oposición del todo inesperada. El día 20 cayó Bruselas, pero la última
8
Por el Tratado de Londres de 1839 las potencias europeas (Gran Bretaña, Austria, Francia, Prusia, Rusia
y los Países Bajos) reconocieron oficialmente la independencia de Bélgica y su neutralidad y se obligaban
a resguardar dicha neutralidad.
9
HART, P., La gran guerra (1914-1918): Historia militar de la Primera Guerra Mundial, p. 58.
11
resistencia belga en Amberes y Ostende no fue reducida hasta el 9 de octubre. Alemania
había perdido demasiado tiempo en la conquista de Bélgica y todo su plan inicial habría
de ser irremediablemente alterado. Los franceses y británicos habían tenido tiempo de
fortificarse mientras que los rusos avanzaban por Polonia amenazando el frente oriental.
Tras la invasión inicial de Bélgica, los franceses pensaron que el centro del
frente alemán habría de ser más débil, por lo que, siguiendo su Plan XVII, decidieron
atacar por esa zona con el objetivo de recuperar Alsacia10. El general alemán Moltke era
consciente de los planes franceses, así como de que si éstos tenían éxito la maniobra
envolvente sería inviable. Los ejércitos 4º y 5º franceses, junto al Cuerpo
Expedicionario Británico y el apoyo del 3º francés, retendrían a los ejércitos 1º, 2º, 3º y
4º alemanes en el norte, mientras que el 1º, el 2º y el recién creado ejército de Alsacia se
enfrentarían al 5º, 6º y 7º alemanes en el centro y Sur. Así, el mariscal Joffre ordenó un
ataque general el 22 de agosto, que fue rechazado por los alemanes. Estos respondieron
con un contragolpe que, a su vez, fue detenido por los franceses. La situación en el
centro fue una constante de ataques y contraataques que no llevaron a ninguna victoria
decisiva, por lo que el frente se estancó. “El día 1 de septiembre la realidad imponía una
impresión general de doble fracaso: alemán, por su incapacidad para romper el frente
aliado; y francés, por la suya de detener el avance alemán”11.
Mientras tanto, en Bélgica, los alemanes seguían avanzando lentamente por dos
razones: la primera, ya expuesta, era la inesperada resistencia belga, que obligaba a los
alemanes a dejar una gran número de soldados en la retaguardia para batir las plazas aún
en manos belgas mientras el ejército principal avanzaba, debilitándolo; la segunda era
que, además de a los belgas, debían enfrentarse a franceses y británicos, que
demostraron una gran habilidad de repliegue, consiguiendo que nunca se pudiera
producir el desbordamiento alemán. Aun así, los alemanes avanzaban y se encontraban
cerca de la retaguardia francesa, lo que produjo una sensación de seguridad en el mando
teutón, que desvió parte del ejército12 hacia el frente oriental, en serios problemas. A su
vez, el mando francés retiró sus tropas hasta formar un nuevo frente desde el campo
fortificado de París por el rio Marne hasta Verdún, mientras que el frente en Alsacia
permanecía inalterable. Para esa fecha, la capital gala ya había sufrido bombardeos por
10
Desde el tratado de Fráncfort de 1871, que puso fin a la guerra de franco-prusianoe incluía la cesión a
Alemania de los territorios franceses de Alsacia y Lorena, esta zona se había convertido en una fuente de
constantes roces entre ambas potencias.
11
QUERO RODILES, F., Historia militar de... op. cit., p. 97.
12
Lo que sumado a los soldados retenidos en las plazas fuertes de Bélgica dejaba al ala derecha alemana
reducida a un tercio de su capacidad.
12
el monoplano Taube, que “ya se consideraba anticuado en 1914 pero que tanto alemanes
como austriacos utilizaron como avión de reconocimiento principal durante los
primeros meses de la guerra”13.
Fuente: QUERO RODILES, F., Historia militar de... op. cit., p. 105.
13
WILLMOTT, H. P., La primera guerra mundial, p. 51.
14
Vid HERNÁNDEZ, J., Todo lo que debe saber sobre la Primera Guerra Mundial: 1914-1918. Las
campañas, personajes y hechos clave del conflicto bélico que cambió la historia del Siglo XX, p. 58.
13
alemanes. Este primer ejército alemán pudo haber destruido completamente a los
franceses pero la brecha era demasiado peligrosa y no podía arriesgarse a agrandarla.
Los británicos reforzaban a los ejércitos 6º y 5º franceses, pero no lograban avanzar,
mientras que los ejércitos franceses parecían perder sus duelos con los alemanes. Justo
cuando los alemanes se disponían a atacar en el centro francés al ejército 9º, el más
debilitado, los británicos consiguieron penetrar en la brecha, por lo que el mando
alemán ordenó la retirada el día 9 de septiembre. El día 11, habiendo perdido varios
kilómetros, la iniciativa y la ocasión de vencer a Francia rápidamente, el general Moltke
fue reemplazado por Falkenhayn, hasta entonces ministro de guerra. Por su parte, el
mariscal Joffre pasó a ser un héroe local, y “el milagro del Marne” dio fuerzas y
esperanzas a los aliados. Tras esta batalla, terminó la guerra de movimientos en el frente
occidental para dar paso a la guerra de trincheras, situación que no cambiaría en los
próximos cinco años.
15
Ascendido a general en la toma de Lieja.
14
ventajas en donde antes solo se veían problemas. Creyendo que los alemanes estaban
acabados, el 2º ejército ruso inició un avance temerario pensado que la zona pantanosa
de los lagos de Molosia les serviría como protección, abriendo una gran brecha con el 1º
ruso. En ese momento los alemanes pasaron a la ofensiva apoyados por los refuerzos
sacados de Francia y el conocimiento del terreno de sus oficiales. Con unidades móviles
fijaron al primer ejército ruso, mientras que con todo lo demás atacaron al 2º
aprovechando la brecha, rodeándolo y destruyéndolo completamente el día 31 de
agosto. El 1º ruso, en vez de ayudar al 2º, decidió retirarse, y el ejército alemán, de
nuevo reforzado desde Francia, optó por atacarle. Este ataque fue también un éxito y los
rusos fueron expulsados de Prusia en torno al 9 de septiembre. Con éstas dos victorias,
los alemanes impidieron que los rusos tomaran Prusia y alejaron la amenaza durante un
tiempo, además, como consecuencia, “el sentimiento de inferioridad de los rusos ante
los alemanes iba a ser una constante ya a lo largo de toda la contienda”16.
En Galitzia, los austríacos se veían incapaces de detener a los rusos y pidieron
ayuda a Alemania, que finalmente respondió enviando al 9º ejército. El plan austríaco
consistía en atacar para cortar las comunicaciones rusas, y así lo llevaron a cabo el 21 de
agosto. Los ejércitos 1º y 4º avanzaron mientras el 2º y 3º cubrían el ala derecha,
consiguiendo un éxito inicial, pero abriendo una brecha entre ambos grupos que fue
aprovechada por el 3º y 8º rusos para penetrar y atacar Lemberg. En la batalla de
Lemberg del 26 de agosto los austriacos sufrieron una gran derrota17, lo que unido a la
llegada de un nuevo ejército ruso, el 9º, les obligó a retirarse a los Cárpatos. Ahora, solo
dos plazas, Przmezyl y Cracovia, resistían, aunque sitiadas, y la frontera austro-alemana
quedó en peligro.
El 14 de septiembre el general Hindenburg fue designado jefe de operaciones
conjuntas, con el objetivo de planear el ataque en Prusia y los Cárpatos y servir de
contrapeso al mando austriaco. El 9º ejército alemán avanzó hacia Varsovia mientras los
austríacos recuperaban el terreno perdido, siguiendo el plan de fijar al 1º ejército ruso
con tropas de reserva, atacar Varsovia con el 8º y 9º alemán y cubrir todo lo demás
hacia el sur con tropas austríacas. El 12 de octubre los austríacos liberaron Przmezyl y
el 7 de noviembre los alemanes atacaron al 2º y 5º ejércitos rusos, obligándoles a
compartir terreno y por tanto reduciendo la ventaja que su mayor número les
15
proporcionaba. Los rusos decidieron contraatacar con el 1º por Prusia y el 2º, 4º y 5º por
el centro, pero Hindenburg, conocedor del plan ruso, decidió que el 9º atacaría al 2º
mientras que todos los demás aguatarían en posición defensiva. Así, el 13 de noviembre
el 9º alemán rompió la línea rusa y cercó al 4º ruso el 21 de ese mes, pero éste consiguió
escapar. Finalmente, tras varios días de combates la línea en el Este quedó fijada el 17
de diciembre, mostrándose tanto rusos como alemanes pesimistas con el resultado.
Durante el año 1915 se produjeron batallas de menor importancia debido a que
la entrada de Turquía en la guerra del lado de las potencias centrales había obligado a
Rusia a desviar parte de sus tropas. Estas batallas tuvieron como punto culmen la
ofensiva Gorlice-Tarnow, en la que se hicieron patentes todos los problemas del ejército
ruso. Tras ser este aplastado, Varsovia fue evacuada y cayó en manos del 12º ejército
alemán el 4 de agosto, encontrándose para finales de mes Polonia completamente bajo
control austro-alemán.
Pero no era una victoria decisiva, “Falkenhayn no había pensado nunca que lo
consiguieran; para él no era más que un escenario secundario. No podía contemplar
ninguna circunstancia en la que el número de hombres perdidos obligara a los rusos a
rendirse; y tampoco podía imaginar qué objetivos tácticos o qué ciudades habría de
conquistar para hacer que los rusos se rindieran. Sus tropas habían tomado Varsovia sin
que en los rusos se percibiera ni una pizca de derrotismo. Como especialista en historia
militar (...) sabía que no debía seguir avanzando hacia Moscú; por esa vía lo único que
cabía esperar era la locura y la derrota”18.
Al año siguiente, la ofensiva Brusilov tenía como objetivo desviar soldados
alemanes de la batalla de Verdún, cosa que consiguió. Además significó el principio del
fin ejército austro-húngaro y la entrada de Rumania en la guerra. Los rusos habían
planeado bien el asalto a las líneas germanas pero no se dieron cuenta del potencial real
de las tropas de asalto, que copiarían los alemanes para sus Sturmtruppen. Pese a su
éxito, consiguiendo destrozar a los austriacos, la rápida derrota rumana abrió un nuevo
frente para los rusos, que les obligó a detener la ofensiva. Además, significó también el
principio del fin del ejército ruso, afectado por sus grandes pérdidas19.
18
HART, P., La gran guerra...op. cit., p. 187.
19
La ofensiva Brusilov fue la que más bajas contó de toda la guerra, estimadas en 1.600.000 hombres
entre ambos bandos, seguida de cerca por la batalla del Somme, con 1.200.000.
16
4. La guerra de trincheras.
Mapa 2:Trincheras excavadas en el frente occidental por los aliados (rojo) y los germanos (azul)
durante el transcurso de la guerra.
20
STRACHAN, H., La primera guerra mundial, p. 168.
17
4.1. Sobre cómo tomar y defender la trinchera.
La táctica para tomar las trincheras permaneció inalterable casi toda la guerra y
solo la entrada en escena de los carros de combate varió la mentalidad de los generales
con respecto a ellas. La estrategia, de extraordinaria simpleza, consistía en atacarlas con
una lluvia de bombas de artillería, reforzada más tarde con gas, para luego conquistarlas
con la infantería. Pero enfrente se encontrarían a unos defensores que cada vez cavaban
más abajo, lo que les protegía mejor de las bombas, y que aparecían raudos con las
ametralladoras dispuestas para frenarles en seco. Además, éstos irían recibiendo
refuerzos a través de la red de trincheras, siempre a cubierto, mientras que los atacantes
irían perdiendo efectivos y sus refuerzos llegarían a través de la expuesta tierra de nadie.
Y aun cayendo la primera línea de trincheras, solía haber varias líneas más, intactas y
con enemigos deseosos de contraatacar.
Los atacantes contaban con una serie de armas destinadas a ayudarles en esta
tarea. La principal arma de la guerra era el fusil, tanto el Lee-Enfield británico como el
Máuser alemán, pero éste perdía eficacia cuando se trataba de asaltar una trinchera. Su
puesto lo ocupaban las armas blancas. Desde la bayoneta, cuyos 50 cm la convertían en
un arma aterradora pero poco manejable en las angostas trincheras, hasta cuchillos,
mazas, porras, palas y, en definitiva, cualquier cosa que pudiera cortar o golpear.
Cuando las líneas de trincheras estaban especialmente juntas, las granadas Mills
británicas o las mejoradas Modelo 24 alemanas se usaron también con frecuencia 21 .
Otras armas como la bayoneta, con terribles efectos psicológicos pero menores efectos
prácticos, fueron el lanzallamas y el gas. El primero solo podía ser utilizado dentro de la
trinchera para evitar que una bala impactara en el depósito y lo hiciera estallar, lo que lo
limitaba mucho. Los gases fueron empleados por primera vez por los alemanes en la
batalla de Ypres el 22 de abril de 191522, donde se utilizaron 140 toneladas de cloro23.
Una nube de 30 metros de alto avanzó hacia la trinchera inglesa, donde los defensores,
estupefactos, permanecieron inmóviles y allí murieron, permitiendo una entrada fácil
del ejército teutón. A pesar de este éxito, no fue utilizado demasiado puesto que
dependía completamente de la orografía y el viento y su comportamiento era
21
Mejoradas en cuanto a que, además de ser más ligeras, concentraban el peso en un extremo, por lo que
eran más fáciles de lanzar incluso al doble de distancia que sus pares inglesas.
22
A lo largo de la guerra se dieron cuatro batallas en Ypres, este ataque con gas dio inicio a la conocida
como “segunda batalla de Ypres”.
23
Además del cloro se utilizó el fosfeno desde diciembre de 1915 y el gas mostaza desde julio de 1917.
18
impredecible24. “Pese a su eficacia relativa, el gas venenoso contribuyó a hacer de los
campos de batalla de la Primera Guerra Mundial el paisaje más apocalíptico que quepa
imaginar. Hoy resulta casi imposible concebir un lugar tan impregnado de muerte y
destrucción”25 .
Los defensores, por su parte, también contaban con una serie de apoyos para
rechazar el ataque. El primero era la ametralladora, el arma más decisiva de la
contienda. La MG 08 alemana podía disparar 500 balas por minuto y sus inventores
desplegaron más de 12.000 por todo el frente ya en 1914. Sus pesados 45 kilos fueron
reducidos a 18 con la MG 08/15, de la que llegaron a fabricar 140.000. Su equivalente
aliado sería la Lewis inglesa, de 13 kg pero con un tambor de solo 37 balas. Otra a
destacar es la M1907/12 austriaca, conuna cadencia de 580 disparos/minuto y que al
constar solo de diez partes operantes principales se convirtió en un arma muy fiable
utilizada a menudo por los soldados rusos e italianos que lograban capturarlas. Pero
había un arma que sumaba lo psicológico y lo práctico: el alambre de púas. Inventado
en 1872 por un granjero americano, se reveló como el obstáculo perfecto para proteger
las trincheras. Los alemanes formaron marañas con hasta 10 cinturones de alambre
separados 45 metros de las trincheras. Para romper estos cinturones había que recurrir a
la artillería, que nunca conseguía destruirlo completamente, siendo muchas veces el
desordenado laberinto de alambre resultante aún más peligroso que los cinturones
originales. Las tropas de avanzadilla solventaron el problema llevando cizallas de
diversas formas y tamaños, pero el tiempo que dedicaban a cortarlo era tiempo que
estaban expuestos a tiro del enemigo.
Si hay una batalla que resume lo que era la guerra de trincheras, esa es la batalla
del Somme y en especial su primer día, el 1 de julio de 1916, donde 200.000 soldados
británicos y franceses se apelotonan en un frente de 37 km. Tras varios días de intenso
bombardeo26 por fin había llegado el momento de asaltar la trinchera alemana. En los
24
El 25 de septiembre de 1915 los ingleses vieron cómo, en su primer ataque con gas, éste se daba la
vuelta empujado por el viento hacia sus propias filas.
25
HERNÁNDEZ, J., Todo lo que debe saber...op. cit., p. 122.
26
Más de 1.500 cañones y obuses dispararon 1.732.837 proyectiles, contando solo en la última hora
250.000 proyectiles a un promedio de 3.500 por minuto.
19
diez minutos previos habían hecho explosión poderosísimas minas27 colocadas bajo el
enemigo que deberían dar tiempo a los atacantes a tomar la primera línea alemana antes
de que éstos se recompusieran. Pero la línea estaba muy lejos y el pesado macuto de
más de 30 kg que portaban los asaltantes les retrasaba mucho. Aun así, el buen ánimo
de los soldados aliados, seguros de su victoria, les hizo salir de las trincheras sin dudar a
las 7:30 h.
Mapa 3:Batalla del Somme, con los pequeños avances por días de los ejércitos y cuerpos de
ejército aliados (azul) sobre las líneas germanas (rojo).
Fuente: http://www.firstworldwar.com/maps/graphics/maps_34_wfront_somme.jpg
(Consultado el 15/5/2015).
Lo primero que se encontraron fue que la alambrada no había sido destruida por
los bombardeos, por lo que sin dilación se dispusieron a cortarla manualmente. Los
alemanes, perfectamente protegidos de la artillería en sus profundas trincheras, salieron
rápidamente para ocupar los cráteres dejados por las minas. Enseguida comenzaron a
sonar las ametralladoras y las nutridas filas inglesas comenzaron a caer “como espigas
27
La mayor tenía dos cargas de 36.000 y 24.000 libras (unos 22.600 kg en total) de amonal y produjo un
cráter de 91 m de diámetro con una profundidad de 27 m, lanzando la tierra a más de 1 km de altura.
20
maduras bajo una implacable guadaña” 28 . Pero esto no frenó a los británicos, que
mandaron una segunda oleada de soldados a la batalla. Esta vez muchos de ellos no
llegarían ni a salir a la superficie, siendo derribados por balas germanas nada más
asomaron la cabeza. La precariedad de las comunicaciones impidió al general Haig
conocer el estado de sus tropas y la situación del ataque, por lo que la orden de detener
la inútil sangría inglesa nunca se produjo. En algunos casos los ingleses lograron
penetrar en las trincheras alemanas, pero siempre en un número muy bajo como para
hacer daño. Los franceses, más experimentados en este tipo de combates, sí que
consiguieron sus objetivos, aunque la ofensiva resultó un fracaso general, como se
puede ver en el mapa 3.
Las consecuencias en hombres de este ataque para los británicos fueron de
19.240 soldados muertos, 35.493 heridos, 2.152 desaparecidos y 585 prisioneros para
un total de 57.470 bajas. Todo ello para nada, puesto que no lograron los objetivos
marcados. Las bajas de los defensores alemanes, en comparación, se contabilizan en
unas 7.00029, lo que significa una relación de ocho a uno. Esa misma noche, al amparo
de la oscuridad, los camilleros salieron a la tierra de nadie a rescatar a los heridos, pero
su gran número hizo que no todos pudieran ser transportados. Algunos tuvieron que ser
dejados allí un día más y “sus gritos de dolor y pidiendo ayuda, audibles en las
trincheras de ambos lados, amigas y enemigas, desgarraban el día y la noche” 30. Tras
este fatídico día, en el que cada segundo 500 ingleses fueron muertos o heridos, la
batalla del Somme continuó hasta el 21 de noviembre, fecha en la que terminó con unas
ganancias territoriales mínimas pero con un gran desgaste para ambos ejércitos.
28
HERNÁNDEZ, J., Todo lo que debe saber...op. cit., p. 137.
29
Los germanos hacían recuentos de bajas cada 10 días de modo que esta cifra es una estimación.
30
GILBERT, M., La batalla del Somme: La batalla más sangrienta de la primera guerra mundial, p.
134.
21
5. Ofensiva aliada.
31
MORROW, J. H., La gran guerra, p. 397.
32
Gracias a la ocupación de Noyon, los teutones se colocaron en posición de amenazar directamente la
capital gala.
33
QUERO RODILES, F., Historia militar de... op. cit., p. 408.
34
Como parte de la estrategia defensiva para el frente occidental, se planificaron cinco posiciones
defensivas además de la Siegfriedstellung o línea Sigfrido: Flandernstellung, desde la costa belga hasta
Lille; Wotanstellung, de Lille a Sailly; Hundingstellung de Péronne a Etain; y Michelstellung de Etain de
Pont-à-Mousson detrás del saliente de St. Mihiel. Wotan, Alberich, Brunhilde y Kriemhilde formaban la
Línea Hindenburg, que a lo largo de 160 km servía de defensa alemana en el frente occidental.
22
Saint Gobain en el centro, como se ve en el mapa 4. Además, el plan de devastación o
plan de tierra quemada fue aplicado de manera sistemática, perjudicando gravemente los
planes aliados en cuanto a la obtención de recursos y la ejecución de maniobras y
ataques. Ahora, las tropas francesas debían avanzar por “terreno desprotegido y
estragado para asaltar las fortificaciones más poderosas que se hubieran construido en
ninguno de los frentes durante la guerra”35.
Mapa 4: Frente occidental y la línea Hindenburg en 1917, con las dos principales
batallas de la ofensiva Nivelle.
35
MORROW, J. H., op. cit., p. 401.
23
al mal tiempo, y este llegó a presentar su dimisión, que fue rechazada 36. Pero el daño ya
estaba hecho, había perdido la autoridad y la confianza de sus subalternos, que incluso
llegaban a indisciplinarse. En estas condiciones se ejecutó el plan, en el que
participarían unos 300 carros de combate, el día 7 de abril de 1917.
Siguiendo la estrategia de Nivelle, los británicos, tomaron como objetivo el alto
de Vimy, donde ya habían fracasado antes varios intentos de conquista y que los
alemanes consideraban inexpugnable. Estas alturas eran la llave de toda Bélgica y el
punto de apoyo en el norte de la defensa alemana, si caía, estos se encontrarían en grave
peligro de ver desmoronarse toda su línea. Aun así, el objetivo británico se limitaba a
tomar Vimy y distraer a los alemanes para que no pudieran mandar refuerzos más al sur.
El 9 de abril, bajo lluvia y nieve, los británicos atacaron y penetraron en la línea,
obligando a los alemanes a retroceder. El ataque británico fue un éxito, tomando Vimy y
varias plazas de importancia estratégica así como 20.000 prisioneros y abundante
armamento, pero se perdió la oportunidad de asestar un golpe definitivo a la línea
alemana. El día 5 de mayo la ofensiva se dio por finalizada con unas ganancias
territoriales insignificantes, los germanos se habían retirado a una nueva línea defensiva
y la línea Sigfrido no ofrecía síntomas de desmoronamiento. “Después de esta ofensiva,
que colmó de orgullo al grupo de ejércitos británico, el general Haig tomó la decisión de
no volver a poner su gran unidad bajo el mando de un general francés, decisión que
traería malas consecuencia para los aliados en el futuro, porque llevó aparejada la falta
de unidad de mando”37.
Los galos, por su parte, tenían la intención de atacar por separado en el centro y
sur de la línea Sigfrido, pero la retirada alemana en el centro hizo caer en vacío ese
ataque. Ahora, todos los esfuerzos se concentraban en el Sur y en los altos de Craone,
considerados también inexpugnables por los alemanes. Tras nueve días de preparación
artillera, el 16 de abril los ejércitos 6º y 5º franceses comenzaron el ataque, contando
con 48 y 80 carros de combate Schneider CA-I respectivamente. Estos carros de
combate “eran denominados «cañón de asalto», lo que pone claramente de manifiesto
que era considerado una pieza de artillería acorazada”38. El ataque del 5º ejército resultó
un rotundo fracaso mientras que el 6º tampoco conseguía progresos, de modo que se
optó por reforzar la ofensiva con el 4º ejército. Pero dado que no se avanzaba y no
36
Los mandos franceses creían que la retirada de Nivelle del cargo antes de cumplir sus promesas tendría
efectos devastadores en la moral de los combatientes.
37
QUERO RODILES, F., Historia militar de... op. cit., p. 420.
38
Ibid., p. 422.
24
dejaban de llegar refuerzos de líneas posteriores, se produjo en la vanguardia un
considerable aumento de la densidad de tropas, haciendo mucho más fácil el blanco
alemán. Casi la totalidad de los carros de combate fueron destruidos en esta
circunstancia y los muertos y heridos ascendían a cifras desorbitadas, a la vez que
empezaban a darse los casos de indisciplina. Aun así, Nivelle decidió continuar su
ataque y el 4 de mayo por fin tomó los altos de Craone. Pese a este éxito, la operación
se consideró un fracaso porque el coste en términos de bajas fue excesivo y no se llegó a
romper el frente enemigo. “La caída de Nivelle probablemente fuera inevitable. Bajo su
mandato, el ejército francés había llegado al límite de su resistencia. Demasiados
franceses habían muerto por su país y, si la guerra continuaba, muchos más iban a correr
la misma suerte”39. El general Nivelle fue destituido el 15 de mayo y el mariscal Pétain
ocupó su lugar.
39
HART, P., La gran guerra...op. cit., p. 367.
40
El telegrama Zimmerman había decidido finalmente a los americanos a poner fin a su neutralidad y a
apoyar a los aliados.
41
Esta preparación tuvo un gran éxito gracias a que la inteligencia había conseguido localizar la práctica
totalidad de baterías, posiciones y nidos de ametralladoras enemigos.
42
HART, P., La gran guerra...op. cit., p. 374.
25
línea, con el centro en Passchendale, al Este. Entonces el avance inglés hubo de
suspenderse por el mal tiempo hasta el 15 de septiembre, cuando los carros de combate
estuvieron a punto de participar esta vez como apoyo de la infantería. “Eran un invento
harto espectacular, un monstruo de metal que avanzaba gracias a unas orugas y que era
impenetrable al fuego de las armas pequeñas (...) pero el motor de combustión interno
no estaba lo suficientemente desarrollado (...), se averiaban con facilidad, sus
movimientos eran lentos y (...) un proyectil certero podía dejarlos fuera de combate”43.
De modo que, viéndose incapaz de combinar la infantería y los tanques, Haig decidió
finalmente prescindir de estos. Sin ellos, el 5º y el 2º ejército se reunieron y
prosiguieron el ataque hasta que definitivamente Passchendaele cayó tras una dura
batalla después de tres meses de combate.
Ésta, la conocida como tercera batalla de Ypres, “supuso a los aliados la pérdida
de 400.000 hombres, mientras que los alemanes contabilizaron 60.000 bajas. El impacto
de la batalla de Passchendaele sobre la opinión pública británica fue enorme. (...) Un
soldado que había luchado también en el Somme aseguró que, en comparación con
Passchendaele, aquella batalla «había sido una comida campestre». Otro soldado, más
proclive a las frases ampulosas, afirmó que en Passchendaele «habían muerto la fe y la
esperanza». Pero el dato más escalofriante dejado por esta batalla es que 40.000
soldados, que constan como desaparecidos, no fueron encontrados nunca. Muchos de
ellos, como si de una película de terror se tratara, fueron simplemente engullidos por el
lodo. Todavía hoy, los agricultores belgas, al arar la tierra, se sobresaltan cada cierto
tiempo cuando afloran a la superficie los cadáveres de aquellos que no pudieron escapar
del infierno de barro de Passchendaele”44.
En Cambrai el plan requería de muchísima mayor velocidad de ejecución. Haig
pensó en un nuevo tipo de ataque, con una preparación artillera muy corta y empleando
carros de combate en masa, convertidos en los elementos principales del ataque, no
meros apoyos como en Ypres o Craone. “La opinión de los expertos en tanques tuvo
cierto peso. Habían afirmado que éstos podían resultar útiles solo si avanzaban juntos,
en masa y sobre un terreno duro, y si contaban con el apoyo adecuado de la artillería” 45.
El plan consistía en tomar en 48 horas las alturas del Norte y Sur de la línea teutona en
Cambrai y, apoyándose en ellas, dirigirse rápidamente con la caballería a explotar la
43
STONE, N., Breve historia de...op. cit., p. 85.
44
HERNÁNDEZ, J., Todo lo que debe saber...op. cit., p. 271.
45
STONE, N., Breve historia de...op. cit., p. 115.
26
ciudad. La madrugada del 20 de noviembre, los 476 carros de combate Mark I del Royal
Tank Corp avanzaron entre la niebla sembrando el pánico en la línea germana y
penetrando 10 km el primer día. La reacción alemana fue rápida, destruyendo los
puentes sobre el río Escalda, su última línea de defensa, y con ello deteniendo el avance
británico. Haig sabía que los refuerzos alemanes llegarían prontamente, pero en vez de
retirarse decidió adoptar posiciones defensivas, que fueron superadas por el
contraataque alemán a cargo del 2º ejército el día 30, empujando a los británicos a las
posiciones iniciales, como muestra el croquis 2.
Fuente: QUERO RODILES, F., Historia militar de... op. cit., p. 439.
27
aquella nueva arma. En consecuencia (...) determinaron emplearla de un modo masivo
en futuros ataques siempre que fuera posible”46.
Los franceses, tras solucionar los problemas de indisciplina que les mantuvieron
alejados del combate durante varios meses 47 , se decidieron a librar batallas que
recuperaran la moral de sus tropas. Una de estas fue la ofensiva de La Malmaison. El
objetivo era tomar un pequeña porción de terreno que los alemanes ya habían
considerado abandonar por su mala situación, con dos líneas de agua a su espalda. Con
unos medios desproporcionados48, el 22 de octubre iniciaron una preparación de 6 días
tras la cual avanzaron 80 carros de combate Schneider CA-I y Saint Charmond. Gracias
a la movilidad de dichos carros de combate y a la poca disposición germana a defender
un terreno de escaso valor, los franceses consiguieron sus objetivos tácticos para el día 7
de noviembre de 1917. Además, recuperaron la moral de los hombres y aprendieron de
la capacidad de maniobra que les proporcionaban los nuevos medios acorazados.
46
MORROW, J. H., op. cit., p. 424.
47
De hecho, en la batalla de Ypres, su tarea como apoyo al ataque británico quedó reducida a una labor
meramente presencial por éstos problemas.
48
Los franceses dispusieron 1.900 piezas de artillería, una cada 5 metros, en una proporción de 10 a 1 con
sus pares alemanes.
49
QUERO RODILES, F., Historia militar de... op. cit., p. 464.
28
germana y no siendo detenidos hasta el día 10. Entonces se produjo el contundente
contraataque germano que recuperó parte del terreno perdido para el día 25. Mientras, el
7º y 1º austriacos atacaron de frente al 4º ruso, que aunque fue llevado al límite,
consiguió abrir una brecha que obligó a los austriacos a retirarse y abandonar Lemberg.
A su vez, los ejércitos rumanos habían conseguido avanzar varios kilómetros, aunque se
vieron frenados por la inactividad del maltrecho 4º ruso.
Los alemanes sabían que debían centrar sus esfuerzos en Rusia, puesto que una
vez caída ésta, su aliado, Rumania, se desmoronaría por sí solo. Su objetivo sería la
ciudad de Riga, defendida por el 12º ejército ruso, que ya había rechazado ataques
anteriormente. El 1 de septiembre se inició el ataque sobre la línea rusa, que fue
abandonada desordenadamente por sus soldados, siendo ocupada la ciudad el día 3, con
el ejército ruso en desbandada. “La línea del frente se estabilizaría después de esta
acción apenas 30 km al Noreste de Riga y de este modo la cuarta ciudad más grande de
Rusia, fue ocupada con una facilidad inquietante”50. Solo en esta operación, en tres días,
los alemanes capturaron 200.000 prisioneros y se situaron en condiciones de amenazar
San Petersburgo. En noviembre los bolcheviques tomaron el poder e inmediatamente
pidieron el armisticio a Alemania, concretado en el tratado de Brest-Litovsk el 3 de
marzo de 1918.
29
era fundamental: hicieran lo que hiciesen, había que hacerlo rápido. Tenían seis meses
para cambiar el curso de la guerra. Y esta circunstancia sería definitiva en la historia de
los hechos de 1918”54.
Fuente: QUERO RODILES, F., Historia militar de... op. cit., p. 527.
54
HART, P., La gran guerra...op. cit., p. 440.
30
para profundizar lo máximo posible con el objetivo último en París. El 21 de marzo se
inició el ataque, basado en la sorpresa55, que resultó en el avance más importante desde
el principio de la guerra, apresando además 70.000 hombres y mil piezas de artillería.
En pocos días los ejércitos 5º y 6º británicos, encargados de proteger el sector, fueron
casi destruidos y “la brecha abierta entre las fuerzas inglesas y francesas alcanzó la
preocupante amplitud de 20 km, configurándose la grave amenaza sobre París”56. Los
ejércitos 3º y 1º franceses se unieron a la lucha y finalmente se consiguió taponar la
brecha el 30 de marzo, para fijar el frente el 9 de abril.
Ya que el éxito en la Picardía no fue tan grande como el esperado, el mando
alemán decidió continuar la ofensiva en un nuevo lugar, en Flandes, aprovechando que
los británicos habían desviado tropas para defenderse del anterior ataque. Ese mismo 9
de abril, el 6º ejército alemán atacó al 1º británico, abriendo una brecha y obligándole a
replegarse. Al día siguiente el 4º alemán se sumó a la lucha, atacando Ypres y
consiguiendo arrebatar a los británicos para el día 17 todas las ganancias territoriales
que habían hecho en 1917. El 25, los alemanes, agotados, fueron detenidos en los
montes de Flandes por el 10º ejército francés, por lo que no lograron su objetivo de
llegar a la costa. En este ataque, los teutones avanzaron 20 km en la línea aliada y
capturaron 30.000 prisioneros, consiguiendo unos resultados muy importantes aunque
inferiores a los obtenidos en la Picardía y no resolutorios como pretendía el mando
alemán.
Estos dos ataques habían obligado a los aliados a desplazar muchas de sus
tropas, que dejaron el sector de Reims bastante desprotegido, confiando en su fortaleza
natural. Los alemanes no iban a desaprovechar la oportunidad. El 27, solo dos días
después de ser detenidos en Flandes, iniciaron el ataque, de nuevo basado en la
sorpresa, y lograron avanzar 15 kilómetros en apenas 7 horas. Los ejércitos 7º y 1º
penetraron haciendo retroceder al 6º y 5º franceses y abriendo una brecha, que más tarde
el 18º uniría con el avance conseguido en marzo, expulsando al 5º británico. Los
germanos pensaron en continuar avanzando, pero un retraso de dos días dio tiempo a los
aliados para prepararse. El 10º, 5º y 6º ejército francés junto al 5º británico detuvieron a
los alemanes el 11 de junio a solo 65 km de París. La cercanía a la capital gala permitió
55
Las reservas y campos de aviación se colocaron muy lejos, se limitó la circulación de tropas y
vehículos, que se llevaba a cabo solo de noche, se produjeron simulacros en otros sectores para distraer la
atención, y todo ello culminado con un uso de fuego de artillería y de gases de manera muy intensa pero
breve.
56
QUERO RODILES, F., Historia militar de... op. cit., p.532.
31
a los germanos bombardearla incluso con artillería en lo que sería un anuncio de los
bombardeos de Londres por las arma V-1 y V-257 en la Segunda Guerra Mundial. “Los
resultados obtenidos por este primer ataque alemán fueron superiores a los conseguidos
por los aliados durante más de 3 años. En poco más de ocho días habían conseguido
profundizar unos sesenta kilómetros (...) pero no habían alcanzado el objetivo previsto.
La moral de los aliados experimentó un nuevo golpe ante la insospechada potencia que
demostraban todavía las fuerzas alemanas, después de casi cuatro años de bloqueo y
duros combates”58.
Para julio de 1918 la presencia norteamericana ya se había hecho notar gracias a
los 250.000 soldados que llegaban de media a Europa cada mes 59 , y las fuerzas en
combate se cifraban en 3.500.000 aliados por 3.270.000 alemanes, de modo que estos se
lanzaron casi a la desesperada a una nueva ofensiva. Se eligió el sector de la
Champagne, continuando el avance conseguido en la Picardía y Reims. Los ejércitos 7º,
1º y 8º germanos atacarían por ambas orillas del Marne y en dirección sur, con objetivo
último en París, mientras que el 9º cubriría el Norte. Pero el mando aliado conocía los
planes gracias a un golpe de mano y dispuso 4 ejércitos franceses (6º, 10º, 5º y 4º) para
contener el avance. El 15 de julio comenzó el ataque del 1º y 3º, que cayó en el vacío
por la ordenada retirada del 4º galo. El 7º sí que tuvo éxitos iniciales, avanzando unos
10 km hasta que la resistencia francesa le obligó a detener el ataque el día 17. Pero éste
saliente era fácilmente atacable y los galos no desaprovecharon la oportunidad. El 18, el
10º y 6º ejércitos franceses atacaron, por sorpresa, sin preparación artillera y con 700
carros de combate, al 9º y 7º alemanes, que se vieron obligados a recular. Este avance
fue detenido al día siguiente, pero los mandos germanos ya se habían dado cuenta de
que todo nuevo esfuerzo ofensivo sería inútil. En consecuencia, abandonaron el saliente
y el 4 de agosto se estableció una nueva línea, que además señaló el radical cambio de
situación, ya que la superioridad y la iniciativa pasaron a manos aliadas.
57
El V-1 fue el primer misil guiado de la historia y el precursor de los misiles de crucero de hoy en día.
El V-2 fue el primer misil balístico de combate de largo alcance del mundo y el primer artefacto humano
conocido que realizó un vuelo suborbital, así como el padre de todos los cohetes modernos.
58
QUERO RODILES, F., Historia militar de... op. cit., p. 537.
59
MORROW, J. H., op. cit. p 537.
32
materiales, armas y servicios, en los grandes grupos aliados, aun con las objeciones del
general americano Pershing, el máximo mando del ejército estadounidense en Europa60.
El plan ideado por los franceses consistiría en eliminar los entrantes ganados por
Alemania los meses inmediatamente anteriores para después realizar un ataque general
en todo el frente. Para ello, Pétain contaba con un ejército menor que el que había
comandado Joffre en 1914, pero, a diferencia de él, “disponía de más de 2.500
aeroplanos, 3.000 carros de combate y 13.000 piezas de artillería, lo que, en octubre, lo
llevó a describirse como un poderoso industrial que pone su fábrica a producir a pleno
rendimiento” 61 . Además de la inestimable ayuda de británicos y americanos, ahora
totalmente involucrados.
Precisamente a cargo del general británico Haig se dejó la primera fase de la
operación, en Picardía, que buscaba alejar a los teutones de París. El 8 de agosto el 4º
ejército británico junto al 1º y 3º franceses consiguieron desbaratar los ejércitos 18º y 2º
alemanes con muy pocas bajas gracias a un ataque rápido y sorpresivo. “Más tarde,
Ludendorff denominaría el 8 de agosto como «el día negro del ejército alemán», a causa
del número de subordinados que se rindieron”62 y, al echarle la culpa de ello al frente
civil, crearía una leyenda que adquirió más tarde gran popularidad: el Dolchstoß63. Sea
como fuere, éste iba a ser el principio del desmoronamiento de todo el frente alemán. En
septiembre, los ejércitos 1º británico, que atacó e hizo retroceder al 6º alemán al Norte;
3º británico, que hizo lo propio con el 17º alemán; y 10º francés, enfrentado al 9º
alemán; consiguieron hacer recular a los teutones hasta la línea Hindenburg. De este
modo, el día 25 se dio por finalizada la primera fase, con el saliente neutralizado y los
alemanes establecidos en dicha línea. En este contexto, nos encontramos con la primera
operación individual de los soldados norteamericanos, cuyo general Pershing consiguió
reunir en el ejército 1º. Su misión era reducir el entrante de Saint Mihiel, que los
alemanes estaban abandonando ya poco a poco. De modo que, atacado por ambos
flancos el 12 de septiembre, fue reducido en solo tres días, convirtiendo el estreno
americano en la guerra en todo un éxito.
60
Tanto él como el presidente Wilson creían que el sistema de mando, los conceptos operativos y el
adiestramiento aliados eran de muy dudosa eficiencia.
61
MORROW, J. H., op. cit., p. 551.
62
Ibid., p. 540.
63
Esta teoría atribuye la derrota de Alemania a que el pueblo teutón no supo responder en el momento
crucial de la guerra y a que algunos elementos, identificados porHitlercomo judíos e izquierdistas, habrían
saboteado el esfuerzo bélico.
33
Croquis 4: Disposición y avance final aliado, se pueden observar también tres de las
líneas defensivas montadas por los alemanes.
Fuente: QUERO RODILES, F., Historia militar de... op. cit., p. 568.
64
La Hundig-Brunhilde.
65
Que comprenden el conjunto de paces de Versalles, Saint-Germain-en-Laye, Sévres, Trianon y Neuilly;
firmadas entre los aliados y Alemania, Austria-Hungría, Turquía, Hungría y Bulgaria respectivamente.
34
6. Conclusiones.
No se puede evitar citar los desastres demográficos que trajo consigo la guerra:
más de nueve millones de muertos en total, un 40% de los soldados movilizados fueron
heridos, casi la mitad de los que sobrevivieron sufrieron trastornos psicológicos... 66 .
Pero tampoco se pueden obviar los avances e innovaciones tecnológicas que se dieron
en esta época y que han convertido el mundo y la guerra en lo que conocemos hoy en
día. Hemos hablado delos tanques, que resultaron decisivos pese a ser seguramente
infrautilizados; y de las armas químicas, demasiado peligrosas como para emplearse de
manera habitual; pero también se produjo en esta contienda el nacimiento de la guerra
aérea, con los primeros ases de la aviación; y se dotó por primera vez de tres
dimensiones al mar con los submarinos. Tanto la guerra aérea como submarina merecen
un estudio aparte, pero podemos enmarcarlos dentro de éste en el sentido que se
aprovecharon, por primera vez en la historia, todos los escenarios posibles para luchar:
en tierra, sobre ella, en el mar, y bajo él.
66
Vid. MORROW, J. H., op. cit, pp. 615-618
35
para abrazar el nuevo tipo de guerra que tenían ante ellos, se produjo el salto cualitativo
que convirtió a esta guerra en la madre de la guerra moderna. Y es que no hay que
olvidar que ésta fue, durante mucho tiempo, simplemente, la Gran Guerra.
36
7. Índice de figuras.
Mapas:
Mapa 1: Plan Schlieffen alemán y Plan XVII francés, con los avances planeados así
como los campos fortificados de ambos contendientes.------------------------------------ 10
Mapa 2: Trincheras excavadas en el frente occidental por los aliados (rojo) y los
germanos (azul) durante el transcurso de la guerra. ----------------------------------------- 17
Mapa 3: Batalla del Somme, con los pequeños avances por días de los ejércitos y
cuerpos de ejército aliados (azul) sobre las líneas germanas (rojo). ---------------------- 20
Mapa 4: Frente occidental y la línea Hindenburg en 1917, con las dos principales
batallas de la ofensiva Nivelle. ---------------------------------------------------------------- 23
Croquis:
Croquis 4: Disposición y avance final aliado, se pueden observar también tres de las
líneas defensivas montadas por los alemanes.------------------------------------------------ 34
37
8. Bibliografía y Web.
GILBERT, M., La batalla del Somme: La batalla más sangrienta de la primera guerra
mundial, Barcelona, Ariel, 2009
GILBERT, M., La primera guerra mundial, Madrid, La esfera de los libros, 2004
HERNÁNDEZ, J., Todo lo que debe saber sobre la Primera Guerra Mundial: 1914-
1918. Las campañas, personajes y hechos clave del conflicto bélico que cambió la
historia del Siglo XX, Madrid, Nowtilus, 2007
NETZ, R., Alambre de púas: una ecología de la modernidad, Madrid, Clave intelectual,
2015
STONE, N., Breve historia de la primera guerra mundial, Barcelona, Ariel, 2008
38