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Concepto 00080322 del 6 de diciembre de 2000

Bogotá, D.C., 010/

ASUNTO: Número 00080322


Trámite 113
Actuación 440
Folios 003

Estimado doctor:

Con el alcance previsto en el artículo 25 del código contencioso administrativo,


damos respuesta a su consulta radicada bajo el número de la referencia,
manifestándole lo siguiente:

1. Declaratoria de inexequibilidad de la ley 563 de 2000

La Corte Constitucional mediante sentencia C – 1338 de octubre 4 de 2000,


declaró inexequible en su totalidad la ley 563 de 2000, por la cual se
reglamentaron las veedurías ciudadanas, considerando que como mecanismo de
participación democrática, éstas deben ser reguladas a través de una ley
estatutaria, condición que la citada ley 563 no cumplió por tratarse de una ley
ordinaria. En consecuencia, se señaló que el derecho ciudadano de ejercer el
control sobre la gestión pública a través del mecanismo de las veedurías
ciudadanas, no podrá ejercerse mientras el Congreso no expida la
correspondiente ley estatutaria, la cual deberá determinar, entre otros aspectos,
las personas que pueden conformar las veedurías. [1]

Ahora bien, debe tenerse en cuenta que las veedurías ciudadanas fueron creadas
por la ley 134 de 1994 como “ formas democráticas de representación que
permiten a los ciudadanos o a las diferentes organizaciones comunitarias ejercer
vigilancia sobre el proceso de la gestión pública frente a las autoridades
administrativas, políticas judiciales, electorales y legislativas, así como de las
entidades públicas o privadas encargadas de la ejecución de un programa,
proyecto, contrato o de la prestación de un servicio público.” [2] De conformidad
con lo anterior, en la medida que las cámaras de comercio son por naturaleza
entidades de carácter privado, las cuales por expresa autorización de la ley y de
manera excepcional, ejercen funciones públicas, consideramos que una veeduría
ciudadana sobre su gestión, únicamente podría tener por objeto la vigilancia del
adecuado ejercicio de esas funciones públicas y no sobre la esfera privada de las
cámaras. [3]

Se concluye de lo expuesto que con la declaratoria de inexequibilidad de la ley


563 de 2000 y hasta que se expida la correspondiente ley estatutaria, no puede
utilizarse la figura de las veedurías ciudadanas como mecanismo de control social
de la administración. Así mismo debe tenerse en cuenta que la función de las
veedurías debe ser la de ejercer control sobre la gestión pública, en consecuencia,
una vez se reglamenten y a través de estas se quiera ejercer control sobre una
cámara de comercio, deberá tenerse en cuenta que dicho control únicamente
podrá versar sobre la actividad pública que ésta desarrolle.

Finalmente, es necesario reiterar, tal y como lo indicó la Corte Constitucional en la


citada sentencia C-1338 de 2000, que la declaratoria de inexequibilidad de la ley
563 de 2000 de ninguna manera priva a los ciudadanos de ejercer control sobre la
gestión pública, solo que mientras el Congreso no expida la correspondiente ley
estatutaria, dicho ejercicio no podría llevarse a cabo a través del mecanismo de
las veedurías ciudadanas.

2. Revelación de información confidencial por miembros de la junta directiva de


una cámara de comercio

Tal y como lo ha señalado la Superintendencia de Sociedades, basada en la


enunciación de los deberes de los administradores contenida en la ley 222 de
1995, [4] estos tienen el deber de desarrollar su gestión limitados por los principios
de buena fe, lealtad, diligencia y por los intereses de la entidad que administran.[5]
Es así como la citada ley establece como uno de los deberes de los
administradores guardar y proteger la reserva comercial e industrial de la
sociedad.

Ahora bien, no obstante no existe dentro del ordenamiento jurídico colombiano


una norma que obligue a los administradores de las cámaras de comercio a
guardar reserva sobre la información confidencial que conozcan con motivo del
desempeño de sus funciones, consideramos que la citada norma del artículo 23 de
la ley 222 de 1995 le es aplicable a este caso por analogía y en consecuencia, los
miembros de la junta directiva de las cámaras de comercio están obligados a
guardar la reserva comercial e industrial establecida por la ley.

3. Facultad del Superintendente de Industria y Comercio en relación con los


miembros de las juntas directivas de las cámaras de comercio

Al tenor del decreto 2153 de 1992, el Superintendente de Industria y Comercio


tiene la facultad de solicitar a las juntas directivas de las cámaras de comercio la
remoción de sus dignatarios y empleados, cuando lo considere necesario para la
buena marcha de las mismas. [6]En consecuencia, el Superintendente podría,
previa investigación, en caso de considerar que una conducta como la descrita, de
un miembro de la junta directiva de una cámara de comercio afecta la buena
marcha de la misma, solicitar a dicha junta directiva la remoción de ese dignatario.

Atentamente;

NATALIA ALVIS RODRIGUEZ


Jefe Oficina Asesora Jurídica (e)
________________________________________
[1] Corte Constitucional, sentencia C – 1338 de octubre 4 de 2000. M.P. Cristina
Pardo Schlesinger.

[2] Corte Constitucional, sentencia C – 1338. cit..

[3] Ley 563 de 2000 “por la cual se reglamentan las veedurías ciudadanas”.
Artículo 1. “Definición. Se entiende por Veeduría Ciudadana el mecanismo
democrático de representación que le permite a los ciudadanos o a las diferentes
organizaciones comunitarias, ejercer vigilancia sobre el proceso de la gestión
pública, frente a las autoridades administrativas, políticas, judiciales, electorales y
legislativas, así como la convocatoria de las entidades públicas o privadas
encargadas de la ejecución de un programa, proyecto, contrato o de la prestación
de un servicio público. Dicha vigilancia , de conformidad con lo dispuesto en el
artículo 270 de la Constitución Política y el artículo 100 de la ley 134 de 1994, se
ejercerá en aquellos ámbitos, aspectos y niveles en los que en forma total o
parcial se empleen los recursos públicos con sujeción a lo dispuesto en la
presente ley.”

[4] Ley 222 de 1995, artículo 23.

[5] Superintendencia de Sociedades, circular externa 9 de 18 de julio de 1997.

[6] Decreto 2153 de 1992, artículo 4. “Funciones del Superintendente de Industria


y Comercio. Al Superintendente de Industria y Comercio, como jefe del organismo,
le corresponde el ejercicio de las siguientes funciones:
(...)
3. Solicitar a las juntas directivas de las cámaras de comercio la remoción de sus
dignatarios y empleados, cuando lo considere necesario para la buena marcha de
las mismas.”

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