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Derecho Altenativos
Derecho Altenativos
2- Principio de oportunidad
El imputado haya sufrido, como consecuencia directa del hecho, un daño físico o
psíquico grave, que torne desproporcionada la aplicación de una pena o cuando en
ocasión de una infracción culposa haya sufrido un daño moral de difícil superación.
La pena que corresponde por el hecho o calificación jurídica de cuya persecución se
prescinde carece de importancia en consideración a una pena ya impuesta, a la que
corresponde por los restantes hechos o calificaciones pendientes, o a la que se le
impondría en un procedimiento tramitado en el extranjero.
3- Denominación
Los derechos de denominación son una técnica publicitaria por la que una entidad adquiere
derechos para poner nombre a un recinto o un determinado evento durante un periodo
concreto de tiempo.
Se trata de una denominación que se utilizaba en su versión inglesa, pero que se ha ido
adaptando al español sin dificultad y sin perder matices de lo que supone su significado
real. Una empresa a través de una serie de derechos que adquiere refleja su nombre en un
evento, o recinto. Esa es la principal función de esta técnica de publicidad.
5- Criticas
6- Ámbito de aplicación
Su ámbito de aplicación y, en consecuencia, sus limitaciones. Cabe mencionar que algunos
artículos de la Ley nos ayudan a vislumbrarlo, como lo son el artículo 4o. en la parte en la
que define qué es un acuerdo y un convenio, estableciendo que el primero se aplica a la
materia penal y el segundo a la materia civil y familiar; luego tenemos el artículo 30, que se
refiere al procedimiento, en una lamentable redacción del mismo, establece que el proceso
se puede iniciar a petición de parte o por derivación de los jueces en materia civil, familiar y
penal. Con base a lo anterior, se puede inferir que el ámbito de aplicación de la Ley es la
materia civil, familiar y penal; sin embargo, en lo que respecta a las limitaciones, es decir,
qué ámbitos quedan excluidos en la aplicación de la Ley, la normativa es completamente
omisa, lo cual nos parece bastante grave, ya que crea inseguridad jurídica.
Por lo tanto, ante una evidente falta de técnica legislativa al respecto surgen dos
interrogantes, a saber: ¿por qué se dejó de lado la materia mercantil?, y la segunda ¿por qué
se incluyó la materia penal? Como ya se mencionó, la Ley Orgánica del Poder Judicial señala
claramente, que el Instituto de Justicia Alternativa tendrá competencia para resolver
controversias en materia civil, mercantil, familiar y penal, siempre y cuando “no se
contravengan disposiciones de orden público o se trate de derechos irrenunciables y no
afecten a terceros”, ya sea a solicitud de las partes interesadas o que sean encomendados
directamente por los órganos jurisdiccionales. Lo más lógico es que la redacción normativa
contemplara un artículo que señalara el ámbito de aplicación de la ley y sus limitaciones en
los términos del artículo 176 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, pero no lo hizo.
Ahora es importante recordar que, tras la reforma constitucional del 18 de junio de 2008, en
la que se modificó el sistema penal mexicano, como ya se apuntó, al artículo 17 se le
adicionó el párrafo tercero, el cual señala: “Las leyes preverán mecanismos alternativos de
solución de controversias. En la materia penal regularán la aplicación, asegurarán la
reparación del daño y establecerán los casos en que se requerirá supervisión
judicial” (énfasis añadido).
7- Procedimiento de efectos
La extinción puede llevarse a cabo sólo después de que haya sido establecida una respuesta
o una asociación utilizando condicionamiento pavloviano o instrumental. El objetivo es
revertir los efectos de la adquisición, pero raramente se alcanza y en la mayoría resultan
imposible. Fenómenos como la recuperación espontánea, la renovación y el
restablecimiento muestran que la extinción no elimina lo que se aprendió de forma original.
Los estudios sobre devaluación del reforzador sugieren que la extinción no tiene
virtualmente ningún impacto sobre las asociaciones E-C o R-C. Parece implicar el nuevo
aprendizaje de una asociación E-R inhibitoria que se superpone a lo que se aprendió con
anterioridad.
La inhibición surge de los efectos de la frustación y esta falta inesperada de recompensa es
responsable de una serie de efectos “paradójicos” de la recompensa, incluyendo el efecto
del reforzamiento parcial en la extinción.
En el proceso judicial, el drama de la vida se sustituye por una liturgia en la cual los actores
originales son reemplazados y representados por profesionales del rito(BARATTA) El
derecho a imponer una pena es hoy día un derecho reservado al Estado, quien, según el
decir de CHRISTIE, le ha “robado” el conflicto a las partes, vaciando al proceso penal de su
contenido vital. Pero si el Estado le prohíbe al individuo tomar la justicia por sus propias
manos, debería ofrecerle mecanismos efectivos para brindarle protección y buscar una
solución para su problema, no relegarlo dentro del proceso y con ello profundizar su
impotencia. Esa fue hasta hace no poco tiempo una “asignatura pendiente” del sistema
penal.
La ley establece que la acción penal es pública o privada. La primera se ejercita a nombre de
la sociedad para obtener el castigo de todo delito que deba perseguirse de oficio; la
segunda solo puede ejercitarse por la parte agraviada. La acción penal pública puede ser
ejercida por toda persona capaz de comparecer en juicio, siempre que no tenga especial
prohibición de la ley y que se trate de delitos que deban ser perseguidos de oficio.
Conjuntamente con estas disposiciones, los oficiales del ministerio público tienen obligación
de ejercer la acción pública con respecto a todo delito que deba perseguirse de oficio. Si el
delito es de aquellos que, para ser perseguidos, necesita denuncia o requisición previa de la
persona ofendida, la acción pública deberá ponerse en ejercicio tan pronto como se
presente la denuncia o requisición.
Cuando el ejercicio de la acción pública depende de una instancia privada el ministerio
público sólo está autorizado a ejercerla con la presentación de la instancia y mientras ella se
mantenga. Sin perjuicio de ello, el ministerio público debe realizar todos los actos
imprescindibles para conservar los elementos de prueba, siempre que no afecten la
protección del interés de la víctima. La instancia privada se produce con la presentación de
la denuncia o querella por parte de la víctima.
Se considera desistida la instancia privada cuando quien la presenta, citado legalmente y sin
justa causa, no comparece a realizar una diligencia procesal que requiera su presencia, a
prestar testimonio, a la audiencia preliminar o al juicio. El ministerio público la ejerce
directamente cuando el hecho punible sea en perjuicio de un incapaz que no tenga
representación o cuando haya sido cometido por uno de los padres, el tutor o el
representante legal. Una vez presentada la instancia privada queda autorizada la
persecución de todos los imputados.
1) Vías de hecho; 2) Golpes y heridas que no causen lesión permanente, salvo los casos de
violencia contra niños, niñas y adolescentes, de género e intrafamiliar; 3) Amenaza, salvo las
proferidas contra funcionarios públicos en ocasión del ejercicio de sus funciones; 4) Robo
sin violencia y sin armas; 5) Estafa; 6) Abuso de confianza; 7) Trabajo pagado y no realizado;
8) Revelación de secretos; 9) Falsedades en escrituras privadas; 10) Trabajo realizado y no
pagado”.
El hombre de hoy enfrenta ciertamente una paradoja, el juez y el Ministerio Público, ven
ampliados su campo de acción, mientras que las nuevas tendencias buscan la
desjudialización de ciertos conflictos, porque se parte del presupuesto de que el ingreso al
sistema de control social supone un impacto negativo para la persona.65 Así, se afirma que
el aparato judicial implica “riesgos” que no se pueden evitar, y que, por lo tanto, es mejor
evitar el ingreso de una persona al sistema que esperar al momento “definitorio” o de la
sentencia. La “desjudicialización” llamada inglés “diversión, según nos narra KEMELMAJER,
fue utilizada por primera vez en un informe norteamericano de 1967 y se consagró a
consecuencia del tratamiento empleado por Lemert en su ensayo “Instead of Court.
Diversion in juvenile justice” (1971)67. Según PATANÉ la diversión implica la “no
continuación de la acción penal, o su suspensión anterior al debate, con la eventual
posibilidad de sustituir la sanción penal con formas de tratamiento sociorehabilitativas y
comunitarias con el resultado de determinar una desviación del proceso hacia un epílogo
no judicial, o de algún modo extraño a lógica del juicio y a la sentencia de mérito”68 No
obstante, el XIII Congreso Internacional de Derecho Penal (El Cairo, 1984), definió el término
en un sentido amplio como “todo desvío o desviación de la secuencia de los actos normales
del proceso penal antes del pronunciamiento sobre la imputación”69 En este sentido amplio
es equivalente a “diversificación” o “desjudicialización” que tiene dos caras: a) es un proceso
que minimiza la entrada del ofensor al sistema de justicia penal, porque se supone que éste
implica en sí mismo un riesgo según los postulados de la teoría del “etiquetamiento” y, b) es
a la vez una alternativa para quien entra al sistema, de manera tal que el ofensor que
ingrese al sistema tenga la opción de ser trasladado a uno alternativo, aminorando así el
factor “criminógeno” implícito en el sistema. A su vez, la doctrina apunta lo siguiente: “La
desjudicialización requiere dar respuesta, entre otras, a dos cuestiones fundamentales: (I)
Momento y autoridad a la que se le faculta para poner fin a la intervención penal , y (II)
Supuestos reglados en los que puede ser utilizado este recurso.
ARTICULO 1.-
Todo conflicto entre dos o más partes derivado de una relación contractual o no, puede ser
dirimido a través de los procedimientos establecidos en el presente Reglamento, siempre y
cuando sea legalmente susceptible de transacción.
1.2.- Las partes pueden accesar a la conciliación y a la mediación, en virtud de una cláusula
incluida en su contrato o por solicitud directa de una de ellas. En este último caso, la otra
parte deberá expresar su aceptación.
1.3.- Las partes, desde el momento en que consienten someter sus diferencias a
conciliación o mediación deberán respetar su carácter confidencial y privado. Las
informaciones y documentos que se presenten en tales procesos y que las partes hayan
expresamente reservado como pertinentes solo a los fines de la conciliación o la mediación,
no podrán ser utilizados por la otra parte como evidencias en un posterior proceso arbitral
o judicial. El conciliador, como el mediador. No podrán ser obligados a declarar como
testigos o a divulgar las informaciones que las partes les hayan confiado.
ARTICULO 2.
2.1.- Conciliación: Es el proceso mediante el cual las partes de mutuo acuerdo deciden
poner sus diferencias en manos de un tercero imparcial, con facultad para sugerir y
proponer alternativas, a fin de hacerlas llegar a una solución satisfactoria para ambas.
3.1.- Las solicitudes de conciliación y de mediación, deberán ser dirigidas a la Secretaría del
CCA, las cuales deberán contener:
a) Las generales completas de la parte o de las partes con las cuales se desea conciliar o
mediar, así como teléfono y fax.
Uno de los mecanismos que tiende a reparar el tejido social dañado por el delito y a
devolver a la víctima el papel protagónico que hasta ahora se le había quitado, es
precisamente la suspensión condicional del proceso (en adelante la “suspensión”). En
este sentido, el citado instituto constituye una de las transformaciones introducidas
por las modernas tendencias que intentan paliar la crisis que enfrenta la justicia
penal. Se ha afirmado con acierto que: “la suspensión del proceso a prueba tiene su
base, entre otros aspectos, en los principios de proporcionalidad y de racionalidad
de la reacción estatal, al estimarse indispensable realizar algún tipo de selección y no
aplicar la sanción penal frente a una persona que ha cometido un hecho delictivo de
poca relevancia, y que hasta ese momento no había delinquido antes, siempre que
se pueda sustentar de alguna manera la probabilidad de que se comportará
correctamente al dársele una segunda oportunidad sin enviarlo a la cárcel.
La reforma tiene, al igual que otras naciones del continente, como antecedente el
movimiento en torno al Código Procesal Modelo para Iberoamérica, art. 231, en el
que se le denomina “suspensión del proceso a prueba, así como la Ordenanza
Procesal Penal Alemana, cuya disposición 153a establece el “archivo del proceso en
caso de cumplimiento de condiciones y mandatos”, al que denomina también
“archivo condicional del procedimiento”86. Vale aclarar que pareciera más preciso
denominarla “suspensión condicional del proceso” y no del “procedimiento”, ya que
el término procedimiento no es exclusivo del ámbito jurisdiccional (hay
procedimientos administrativos, legislativos, etc.), siendo que “jurisdicción y proceso”
son realidades correlativas e interdependientes conceptualmente: sin proceso no hay
ejercicio de la actividad jurisdiccional, aunque para algunos tratadistas
(especialmente del Derecho Administrativo) el proceso - como institución jurídica -
tiene naturaleza administrativa. Lo que sí resulta cierto es que todo proceso se
desarrolla formalmente a través de uno o varios procedimientos.
Los principales fines de este instrumento político criminal son: a) una reasignación
eficiente de los recursos del sistema penal de acuerdo con criterios razonables y
controlables de persecución penal; b) disminuir la criminalización secundaria y evitar
el etiquetamiento formal de la persona condenada por el sistema penal, c) un
relevante descongestionamiento del sistema judicial, y d) propiciar la solución del
conflicto social e interpersonal provocado por el hecho delictivo.
Según lo que establece el código, hasta antes de que se ordene la apertura a juicio.
el Ministerio Público o la Defensa, pueden solicitar la aplicación del juicio abreviado.
El acuerdo sobre el juicio abreviado puede ser pleno o bien parcial. En el primero,
cuando se trate de un hecho con pena máxima inferior a cinco años de privación de
libertad, y el imputado admita el hecho (previa acreditación del consentimiento por
parte del defensor), el Ministerio Público acusa indicando una pena concreta – la cual
no puede superar el juez en su resolución. Condición para que se condene mediante
la aplicación de esta figura es que la prueba reunida en la investigación sea idónea
para esos efectos, de allí la facultad del juez de “absolver o condenar, según
proceda” (art. 364 párrafo 3º). El juez debe ser especialmente cuidadoso al realizar el
examen formal y sustancial del acuerdo. Si no se cumplen los requisitos de ley para
la admisibilidad de la medida, el juez debe ordenar que continúe el procedimiento,
en cuyo caso la aceptación de los cargos no podría ser incorporada al juicio oral y
público que se realizará, ni tampoco vincula al Ministerio Público su requerimiento
sobre la pena (art. 365 C.P.P.).