IES Luis Carrillo de Sotomayor

1º SMR
REDES LOCALES

CÓMO PASAR UN DIAGRAMA

ENTIDAD-RELACIÓN A TABLAS
El modelo Entidad-Relación (E-R) puede ser bastante complicado, incluyendo conceptos avanzados como
“entidades débiles y fuertes” o “agregación”. Nosotros nos hemos conformado con un nivel básico del
modelo E-R, absolutamente válido para un gran porcentaje de situaciones reales, siempre que no sean
demasiado complicadas. Ahora que ya sabemos crear diagramas E-R, vamos a ver cómo se traducen
dichos diagramas en tablas relacionales.
Para describir una tabla, se utiliza la siguiente notación:
nombre-de-tabla (campo1, campo2, campo3, campo4, campo5, ...)
Como puede verse, se subrayan los campos que forman parte de la calve principal, y no se indica en
ningún momento el tipo de datos que corresponde a cada campo ni ninguna otra consideración:
únicamente el nombre del campo y si es o no parte de la clave principal. Si algún campo es una referencia
externa 1 (a la clave principal de otra tabla), se indica poniéndolo en cursiva.

Éstas son las normas que hay que seguir:

1. Cada entidad se convierte en una tabla.
‰ El nombre de la tabla será el nombre de la entidad.
‰ Cada atributo de la entidad será un campo de la tabla.
‰ Los atributos que definen la clave principal serán, también, la clave principal de la tabla.
‰ Ejemplo:
a1 a2 a3

A A (a1, a2, a3)

2. Para convertir las relaciones a tablas, hay que tener presente su cardinalidad. Así, tenemos tres
casos posibles:
a) N a M:
a1 a2 a3 r1 b1 b2 b3

A (a1, a2, a3)

N M
A R B B (b1, b2, b3)
R (a1, b1, r1)

Aparte de las dos tablas generadas por las dos entidades (A y B), crearemos una tercera
tabla cuyo nombre es de la relación, y consistirá en los campos clave de ambas tablas
(que, combinados, serán su clave principal), más los atributos de la relación, si los tiene.

1
Una referencia externa es un campo que sólo puede contener valores que ya aparecen en otro campo de otra tabla (el campo
referenciado), tratándose siempre del campo clave. Por ejemplo, si tenemos una tabla llamada “Provincias”, donde cada provincia
tiene un campo clave “código-prov” (14 para Córdoba, 28 para Madrid, etc.), y tenemos otra tabla llamada “Clientes”, donde
aparece el campo “provincia”, éste será una referencia a “código-prov”, y sólo admitirá valores que ya existan en el campo “código-
prov” de la tabla “Provincias”.

1
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b) 1 a N:
a1 a2 a3 r1 b1 b2 b3

1 N A ( a1, a2, a3)

A R B
B ( b1, b2, b3, a1, r1)

La clave principal de la primera tabla (A) se añade a la segunda (B) como referencia
(obsérvese la cursiva en a1), junto con los atributos de la relación, en caso de que los
tenga. Esto se hace así porque separar la relación R en una tabla aparte, como en el caso
anterior, no aporta ninguna ventaja, sino más bien redundancia de datos.
c) 1 a 1:
a1 a2 a3 r1 b1 b2 b3

1 1
A R B

A (a1, a2, a3, b1, b2, b3, r1)

Este caso es el más especial de todos, pues hay que crear una única tabla formada por
todos los atributos de la relación (R) y de las dos entidades implicadas (A y B). En una
relación 1 a 1, no es necesario separar los datos en varias tablas pues nunca se va a
producir redundancia de datos. Este tipo de relación, en realidad, no existe, pues
demuestra que se ha realizado un mal diseño del diagrama E-R: lo que hemos separado
en dos entidades relacionadas, en realidad se trata de una única entidad con todos los
atributos.
3. En los casos de relaciones terciarias, las tratamos como dos relaciones independientes. Por
ejemplo:
c1 c2 c3

C
a1 a2 a3 b1 b2 b3

A R B

r1

Esta relación deberá tratarse como si existiesen las relaciones A←R→C y B←R→C. Lo mismo
hay que hacer si la relación es cuaternaria o, en general, N-aria.
Como puede apreciarse, el único caso en el que una relación genera una tabla independiente es el de las
relaciones muchos a muchos (es decir, con cardinalidad N a M).