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Abogados militares

Cada idea que F. Lee Bailey expone es explicada con un ejemplo basado en su experiencia, lo cual
denota la gran sabiduría que él ha adquirido en el ámbito jurídico y que es muy enriquecedora para
nosotros que estamos cuasi concluyendo en lo que va a ser nuestro trabajo permanente en nuestra vida,
lo que nos va a sostener económicamente y que debemos de desempeñar de la mejor manera.
El autor en mención Vivencio una experiencia interesante y novedosa en muchos aspectos. En razón de
ello el autor señala que si uno está a punto de decidir su futuro y le atraen igualmente la carrera de
abogado y la de militar debe de saber que una no excluye a la otra. El autor habla de ello porque fue en el
Cuerpo de Marina de los Estados Unidos donde aprendió a litigar a la edad de veintiún años. Él no sabía
nada de derecho, ni de cortes marciales, pero eran los tiempos de guerra y no había suficientes
profesionales para cubrir todos los casos juzgados en las cortes marciales. Entonces el Cuerpo de la
Marina recurrio a un sistema interesante, el de designar voluntarios, a él lo admitieron en ese programa
como voluntario y muchas de las cosas tratadas en este libro las pudo aprender antes de ingresar a la
facultad de derecho. Desde su época a la actualidad lógicamente que , el sistema ha cambiado. Ahora el
manejo de los casos en las cortes marciales está a cargo de los profesionales que son miembros del
colegio de abogados de algún estado de EE.UU.
Expresa que Un juicio de la corte marcial a diferencia de los que se ventilan en los demás tribunales de
los EE.UU., es una experiencia interesante y novedosa en muchos aspectos, sobre todo desde el año
1951, en que se definieron sus procedimientos y el Código Uniforme de Justicia Militar se convirtió en
ley.Las normas para la toma de la declaración preliminar y para los procedimientos de instrucción son las
mejores y las más completas de cualquier sistema, con lo cual se reduce el riesgo de que algún
testimonio o prueba nuevos le sorprendan a uno en el curso del juicio. Además, por existir el derecho a
conocer la documentación completa de la causa del fiscal le ayuda al abogado defensor prever cuál será
el resultado de un juicio, elegir la táctica más adecuada y proponerla a su cliente o si el caso lo amerita,
aconséjARle una defensa de descarga u otra alegación. En las cortes marciales, el jurado casi siempre
está compuesto de oficiales . Si el acusado de violar el código militar es un simple soldado, le
corresponde el derecho de pedir que una tercera parte del jurado esté compuesta por sus iguales, pero
son raros los casos en que se hace esta solicitud. En eeuu en lo q se refiere a justicia militar el jurado
consta de un mínimo de cinco y un máximo de once miembros, y no existe el requisito de que el veredicto
sea unánime; si dos terceras partes o más votan por la condena, entonces habrá una condena; si dos
terceras partes del jurado o más votan culpable, entonces el acusado será absuelto.
No hay jurados en desacuerdo, y por lo general los veredictos se emiten con rapidez. los jurados
militares son los que dictan la sentencia, que es una función reservada únicamente al juez; en todos los
tribunales federales y estatales de los EE.UU.
Aunque en el ejército, se puede renunciar al derecho de un juicio por jurado y ser juzgado por un juez, el
autor solamente ha tenido la ocasión de ejercer en uno de estos juicios, en los veintiocho años de
práctica en cortes marciales. La experiencia que se adquiere en las cortes marciales está limitada a los
casos penales pero abarca toda clase y grado de delitos y representa una preparación excelente para un
joven penalista.
Sección de litigios en las grandes firmas jurídicas
La mayor parte de ellas tienen un departamento de litigios y expresa que el lector que sepa adaptarse al
ambiente complejo de estos bufetes con su administración compleja y jerarquizada, normas de trabajo y
políticas internas, encontrará allí muchas oportunidades para desarrollarse .
Es probable que la mayor parte de los litigios sean de carácter civil, y que muchos de ellos sean largos y
complejos, de modo que podría usted terminar trabajando en un solo caso durante un año o dos.
También es probable que los ascensos sean lentos al principio, pero si usted se ha preparado bien para
su trabajo, aprovechando los consejos ofrecidos en este libro, y logra demostrar en el foro que tiene un
buen juicio y algo de talento, podría acelerar su progreso.
Lo mismo que en cualquier organización grande, nos dice que uno tendrá que sujetarse a las políticas de
la compañía y, si ello no le agrada, entonces éste no es el camino que debe seguir. Por otra parte, el
hecho de haber trabajado en un bufete de renombre puede serie muy útil el día en que decida
independizarse y establecer su propio bufete, porque usted habrá aprendido mucho sobre la forma de
atraer y satisfacer al tipo de clientela que exige sólo lo mejor y que está dispuesta a pagar por ello, o sea,
a las empresas importantes.

Diversos.
En este punto aborda la existencia muchas áreas de trabajo abiertas a los abogados litigantes aparte de
las incluidas en Ia clasificación anterior. Comenta que en eeuu en todas las oficinas del gobierno ya sea
federales o estatales se necesitan abogados litigantes; muchas de ellas tienen su propio departamento
legal con abogados litigantes, en tanto que otros dependen del personal del ministerio Público. Algunas
de las grandes compañías que frecuentemente están en litigio también tienen su propio personal para
esos asuntos aunque la mayor parte de ellas prefieren pasarlos a los grandes bufetes jurídicos ya
mencionados.

En pocas palabras, hay oportunidades más que suficientes para cualquier joven abogado que elige como
carrera, la de litigante. Para alguien que esté decidido a destacarse, y esté dispuesto a hacer todo lo que
se le estaba recomendando en este libro, el campo amplio está abierto. Sin embargo éste es un arduo
camino y el avance es lento. La mayor parte de los abogados litigantes de más prestigio y éxito por lo
general alcanzan esta posición a sus cuarenta y tantos años y gozan de ella los siguientes veinte años,
aproximadamente. Esta larga espera se debe a que se comienza tarde; o sea, que la mayoría de los
graduados salen de la escuela de leyes, sin tener una idea de qué es, en concreto un litigio y; antes de
empezar una práctica independiente, tienen que trabajar algunos años como "'aprendices", a fin de
adquirir los· conocimientos que se les debieron haber impartido.
En este campo, simplemente no hay atajos. Hay cierta cantidad de cosas que deben aprenderse, y
cuanto más pronto uno comience como nos recomienda nos convertiremos en todo un litigante, es decir:
un profesional listo para asumir las responsabilidades del abogado principal de la defensa en causas
graves, complejas y difíciles.
Recomienda que el lector, al planear su futuro, podría fijarse como objetivo, el de ser capaz de actuar
como abogado principal de defensa en casi cualquier tipo de causa para cuando cumpla los treinta años.
Y no se desanime si su preparación y talento no logran el reconocimiento que merecen, el día en que
usted finalmente los demuestre.
Antes de despedirse el autor hace unas últimas observaciones. Nos ha tratado de dar una idea del
mundo del abogado penalista, sobre lo que hace, y cómo tiene que aprender a hacerlo, si espera ser uno
de los mejores. Como yo lo indicara al principio, el día en que lleguemos a ser abogado litigante,
tendremos en las manos el tremendo poder de influir en las vidas de las demás personas.
Sostiene que el poder es una experiencia placentera; pero también puede llevarle por el mal camino, a
menos que sea equilibrado con una integridad personal sólida cual una roca. Nos pide tomar en cuenta
que:
Cuando hablemos, seamos francos y honestos. Eso simplifica mucho la vida, y le merecerá una
reputación de honradez que usted necesita para el trato diario y eficiente con los tribunales con otros
abogados y con los clientes.
Seamos muy suspicaz cuando le ofrecen unos honorarios desproporcionadamente altos para el caso y le
piden que usted lo maneje.

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