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Resiliencia
C.I: 31.357.365
Para comenzar la resiliencia es la resistencia frente a la adversidad y la
capacidad de reconstruirse, es una actitud vital positiva a pesar de las
circunstancias difíciles. Consiste en saber aprender de la derrota y transformarla
en oportunidades de desarrollo personal. La resiliencia es un té rmino que deriva
del verbo en latín resilio, que significa saltar hacia atrás, rebotar. La resiliencia
invita a encontrar la ventaja a las desventajas, La resiliencia es una aptitud que
adoptan algunos individuos que se caracterizan por su postura ante la superación
de una adversidad y de mucho estrés, con el fin de pensar en un mejor futuro.
Además el resiliente sabe que aferrarse es más doloroso, hay que soltar aunque
duela. El resiliente se pregunta para que no porque, de esta forma le encuentra
sentido a su sufrimiento, el resiliente es flexible se acomoda, se adapta y abraza
los imprevistos, el resiliente mira el lado bueno de las cosas no intenta cambiar
las situaciones, ni a las personas sino las perspectivas con las que las mira,
también se ríe ante los infortunios. Algunas de las características de las personas
resilientes pueden ser entrenadas y mejoradas, como la autoestima y la regulación
de las propias emociones.
Así mismo la resiliencia puede ser innata o adquirida. Aunque algunas personas
parecieran traer desde su nacimiento cierta capacidad de tolerancia a las
frustraciones, dificultades o enfermedades, también es posible aprenderlas, a
partir de la incorporación en el repertorio personal de nuevas manera de pensar y
hacer. La resiliencia puede verse como una capacidad que ampliada, podría incluir
cualidades como esperanza, tolerancia, resistencia, tolerancia, adaptabilidad,
recuperación o superación de contingencias, autoestima, solución de problemas,
toma de decisiones, y ecuanimidad ante presiones considerables.
Por otro lado los hábitos que tiene son los siguientes, reconocen su situación
actual, y las acciones que pueden realizar hoy para que sus respuestas sean
proporcionales y eficaces. Un paseo para pensar en nosotros siempre aclara las
ideas a las personas resilientes. Si no somos conscientes de nuestros
sentimientos, difícilmente podremos afrontar correctamente una situación.
Debemos conocer nuestras debilidades y fortalezas para intentar mejorar. Son
flexibles, Se adaptan como pueden a cada situación. También tienen resignación
antes situaciones que no dependen de ellos.
También hay personas que dicen que tienen suerte, pero lo que no ven es el
trabajo que les ha llevado a esa situación, expresiones como: “Quien no arriesga,
nunca gana” o “nadie regala nada” nos pueden dar una idea de cómo llegan a
veces las cosas a la vida de las personas, “no todo es suerte”. Tienen una visión
global, Las personas resilientes tienen una visión global de su vida, diferenciando
su familia, trabajo, ellos mismos, amistades, tiempo libre, por lo que es muy difícil
que todo esté mal en un momento concreto.
Del mismo modo se rodean personas positivas o que aporten algo, muchas
veces lo realizamos de forma inconsciente y llamamos a la persona que sabemos
que nos va a apoyar en cada momento, para poder sacar lo mejor de nosotros y
solucionar de la mejor forma posible cada situación. También tienes que tener
cuidado de no rodearte de personas que no te aporten y que siempre están de
acuerdo contigo en todo. Agradecen cada día lo que tienen, lo que han
conseguido, recuerda el mejor momento del día, aunque no sea significativo, pero
que ha sido importante para ti y te ha hecho sonreír.
Por ultimo existe un vínculo entre la resiliencia y saber vivir el momento presente
con la creatividad, con la inteligencia emocional y con la felicidad, por tanto, si
potenciamos todas estas habilidades estaremos entrenándonos en resiliencia.
Aunque es cierto que unas personas son más resilientes que otras, la resiliencia
no es algo que unos tengan y otros no. Por eso es importante aprender a
reconocer las emociones y no huir de los problemas, sino afrontarlos y buscar
soluciones, tomándote el tiempo que necesites para descansar, siendo consciente
de lo que te puedes exigir y cuándo debes parar.