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TTO EYACULACION PRECOZ

1. Focalización sensorial no genital


Esta primera fase del programa se basa en la realización de masajes
eróticos, sin estimular en ningún momento los genitales. Ambos
miembros de la pareja se irán turnando, de tal manera que ambos vayan
alternando entre un rol más activo y otro más pasivo/receptivo, al menos
tres veces y recorriendo todo el cuerpo. El masaje puede darse con
diferente partes del cuerpo, y en diferentes localizaciones,
incluyendo cama y ducha.

La persona que recibe el masaje y las caricias puede indicar si le gusta o


no, guiar a su compañero o compañera e incluso conducir su mano. Pero
en esta fase nunca se puede estimular el área genital de la pareja, ni se
va a buscar la penetración o el orgasmo. El objetivo es aprender a
focalizarse en las sensaciones corporales, además de aprender que el
encuentro sexual no es únicamente el momento del orgasmo. También
ayuda a refrenar los impulsos.

2. Focalización sensorial genital


Esta segunda fase es probablemente la más compleja, y es en esta en
la que se introducirán las técnicas específicas para el caso de la
eyaculación rápida o precoz.

Del mismo modo que en la fase anterior se realizan masajes variando la


persona que los da y los recibe, al menos en tres ocasiones. En este
caso, sin embargo, sí que se permite el contacto con los genitales y la
consecución del orgasmo, pero no la penetración.
3. Contención vaginal
La tercera fase del programa básico es una continuación del
anterior pero en este caso realizando las caricias a la vez. En esta
ocasión se permite la penetración. Sin embargo deberá realizarse
contención (con las técnicas específicas que se explicarán
posteriormente) en tres ocasiones como mínimo antes de llegar al
orgasmo, que además habrá de ser fuera del cuerpo de la parte
receptora (sea vagina, ano o boca).

Se utilizarán posturas en que la persona que recibe la penetración esté


encima o situada de forma lateral.

4. Contención vaginal en movimiento


La última de las fases del programa básico es una ampliación de la
secuencia anterior, en el que además se irán probando diferentes
posturas y tipos de práctica sexual.

Técnicas específicas para retrasar la


eyaculación
A lo largo de la secuencia anterior hemos mencionado en varias
ocasiones la aplicación de técnicas específicas según el tipo de
problemática sexual que pueda existir. En el caso de la llamada
eyaculación precoz, este tipo de técnicas se basan en que la persona
que la sufre vaya adquiriendo poco a poco mayor conciencia
corporal de sus sensaciones a la par que aprende a mantener un mayor
control sobre ellas.
En este sentido a continuación se mencionan dos de las técnicas
específicas más habituales, las cuales pueden ser entrenadas tanto en
pareja como en masturbación (es posible empezar en masturbación en
solitario y luego incorporar a la pareja) si bien por lo general se idearon
para la práctica en pareja. Lo ideal es realizarlas en masturbación hasta
lograr cierto control, y en ese punto empezar a incorporarlas en
relaciones con penetración.

1. Técnica de la parada y arranque


Una de las técnicas específicas más habituales y conocidas es la técnica
de la parada y arranque. Esta técnica se basa en estimular el pene hasta
alcanzar el punto o momento previo a la eyaculación, momento en el que
debe pararse de estimular el pene. Se realiza una parada de alrededor
de dos minutos de duración. Tras ello se vuelve a repetir la misma
técnica hasta en tres ocasiones. En la última de las ocasiones se puede
proseguir hasta eyacular.

Con esta técnica se busca que la persona se entrene en reconocer


las sensaciones peneanas y en empezar a establecer un cierto
control sobre ellas, algo que con el tiempo podrá traducirse en un
aumento de la duración de la penetración. Puede hacerse en
masturbación o durante la penetración, y suele ser la más recomendada
en la fase de contención vaginal con movimiento.

2. Técnica de la compresión
La segunda técnica específica más habitual y conocida es la técnica de
la compresión, en la cual se busca llegar a través de la estimulación al
punto previo a la eyaculación para en ese momento comprimir el glande
con los dedos, durante entre quince o veinte segundos. Este ejercicio
debe repetirse hasta tres veces antes de finalmente eyacular

Una variante es la técnica de la compresión basilar, en la que la parte


del pene que se comprime no es el glande sino la base del tallo del pene,
alrededor del punto en que se une con los testículos. Suele ser más
recomendable en la contención vaginal sin movimiento, o bien en
masturbación.

Otras técnicas a tener en cuenta


Más allá de las anteriores, las personas que padecen eyaculación rápida
o precoz pueden beneficiarse de otras técnicas, no tan directamente
vinculadas a la relación sexual en sí.

En primer lugar destacan las de relajación, en aquellos casos en


que existe gran ansiedad. También puede ser necesaria educación
sexual y psicoeducación para combatir mitos y creencias que pueden ser
disfuncionales y dificultar el afrontamiento de la dificultad. Otro elemento
a tener en cuenta es la terapia de pareja y el trabajo en comunicación
entre sus componentes.

Asimismo, también pueden valorarse en algunos casos la aplicación de


fármacos y elementos como cremas anestésicas que reduzcan la
sensibilidad, si bien estas deben estar pautadas por un profesional y no
siempre resultan recomendables.
Referencias bibliográficas:

 Althof, S.E., McMahon, C.G., Waldinger, M.D., Serefogba, E.C.,


Shindel, A.W., Adaikan, P.G., Becher, E., Dean, J., Giuliano, F.,
Hellstrom, W.J.G., Giraldi, A., Glina, S., Incrocci, L., Jannini, E., McCabe.
 M., Parish, S., Rowland, D., Segraves, R.T., Sharlip, I. & Torres,
L.O. (2014). An Update of the International Society of Sexual Medicine’s
Guidelines for the Diagnosis and Treatment of Premature Ejaculation
(PE). Journal of Sexual Medicine, 11: 1392-1422.
 Leiblum, S.R. (ed.) (2006). Principles and Practice of Sex Therapy.
New York. Guilford Press. (4th ed.).

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