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Segunda actividad tercer corte: 10 pts

Reconocerlos principios y valores adquiridos en el ámbito educativo para su


aplicación a lo profesional

Reconocer los principios y valores familiares o institucionales en el campo laboral


y personal

El acelerado avance científico y tecnológico genera nuevas complejidades en las


organizaciones y sistemas productivos, las cuales producen transformaciones en
todos los ámbitos y sectores de la sociedad, originando un cambio social y cultural
irreversible. Costumbres arraigadas se debilitan, normas y modelos de conductas
se transforman con relativa celeridad hacia nuevas relaciones sociales que es
preciso afrontar con valores y actitudes que den respuesta al cambio orientándolo
hacia el progreso humano.

De lo anterior se deduce que la universidad tiene que formar un profesional con


capacidad para enfrentar el reto de la época contemporánea, con conocimientos
científicos y técnicos idóneos, portador de valores humanos para un óptimo
desempeño como miembro de la sociedad, con una proyección vivencial y laboral
que combine las competencias laborales con las cualidades personales.

La educación en valores en la Educación Superior debe encaminarse


fundamentalmente a la formación y al desarrollo de valores profesionales,
entendidos éstos como los valores humanos contextualizados y orientados hacia
la profesión. Sus significados se relacionan con los requerimientos universales y
los particulares de la profesión. Constituyen rasgos de la personalidad profesional
y contribuyen a definir una concepción integral del ejercicio de la profesión.

Algunos de los valores más importantes que se deben ser transmitidos y las
escuelas y universidades son por ejemplo:

CULTURA DEL ESFUERZO  

Es necesaria para formar con profesionales con gran capacidad de trabajo,


esfuerzo y superación, lo cual garantiza resultados a medio y largo plazo. Para
que la cultura del esfuerzo penetre en todos los niveles de la organización, hemos
de transmitirla con el ejemplo.

COMPROMISO

Un profesional debe comprometerse a ser leal desde el inicio y a tiempo


completo, a compartir y difundir el conocimiento adquirido con el resto de la
organización, evitando arrogarse como éxito personal el trabajo colectivo, sin
incurrir en una gestión aislada de su función o departamento, a ser transparente y
explicar el por qué de sus decisiones con visión de conjunto.
 
En ocasiones el compromiso conlleva a asumir riesgos en la toma de decisiones o
a colisionar con otras visiones e incluso intereses particulares. El coraje del
profesional fiel a unos principios debe ser puesto en valor en aquellas
organizaciones basadas en retener a los mejores profesionales.

ÉTICA 

La ética pertenece a los individuos, no a las empresas. Son las personas quienes
representan a las empresas. La ética es la misma en el entorno familiar que en el
laboral. La escala de valores no se aprende en las escuelas de negocios, viene
con la persona, con su educación. Sin embargo, la cultura dentro de las
organizaciones debe potenciar un comportamiento ejemplar de sus trabajadores,
censurando comportamientos impropios. Un profesional no debe refugiarse en los
intereses de su empresa para comportarse de manera poco ética, con el fin de
lograr un objetivo, sea cual fuere. Un profesional debe ser honesto, cumplir con
sus obligaciones, ser congruente entre cómo piensa y cómo actúa, y su labor al
frente  suponga un activo profesional y personal que permita abrir camino a la
empresa para la cual trabaja.

EDUCACIÓN Y RESPETO           

Cuidar la forma en cómo nos dirigimos, en el trato personal o por escrito, con
especial mención en las relaciones entre trabajadores de distinta escala de
responsabilidad. Ser puntual, abstenerse de comentarios personales inapropiados,
cumplir con la confidencialidad de la información dentro y fuera de la empresa,
aceptar los métodos de  trabajo acordados y otras muchas normas de convivencia
que nos capacitan para el desempeño del trabajo en equipo y marcan las
diferencias entre las organizaciones. 

ADAPTABILIDAD AL CAMBIO   

Un profesional que marca la diferencia en un equipo. Escucha y respeta a aquellos


que piensan diferente. Es consciente del dinamismo del mercado, se muestra
flexible, abierto, observador, en constante aprendizaje. Se cuestiona los viejos
paradigmas que existen dentro de su organización, huyendo de la comodidad y
esta preparado para los nuevos retos que le depare su organización. 

LIDERAZGO       

Poder y autoridad son cuestiones distintas. El cargo en la compañía otorga el


poder, pero no reconoce a un líder. El directivo debe ser ante todo un líder,
basarse en los méritos e ir por delante sacrificando su confort. Ser líder no
significa que siempre acierte. No debe tener miedo a confundirse e incluso al
fracaso.
 
El líder debe ser un profesional con carisma, empático, tenaz, persuasivo y con
gran sentido común. Siempre cuenta con su equipo para contrastar sus decisiones
y acepta las críticas frente al pensamiento único. Su mejor aval es rodearse de los
mejores, permitiéndoles desarrollar todo su potencial y visibilidad en la
organización.
 

Valores familiares

Respeto: es la consideración de que alguien o incluso algo tiene un valor por sí


mismo y se establece como reciprocidad: respeto mutuo, reconocimiento mutuo,
además de un fuerte lazo de compañerismo al momento de afrontar un trabajo o
problema.

Honestidad: Es el valor de decir la verdad, ser decente, recatado, razonable, justo


u honrado, también se refiere a la cualidad con la cual se designa a aquella
persona que se muestra, tanto en su obrar como en su manera de pensar, como
justa, recta e íntegra.

Responsabilidad: Es un valor que está en la conciencia de la persona, que le


permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus actos,
siempre en el plano de lo moral.

La lealtad: La lealtad surge cuando se reconocen y aceptan vínculos que nos unen
a otros, de tal manera que se busca fortalecer y salvaguardar dichos vínculos así
como los valores que representan. La aceptación y el reconocimiento de este
vínculo no se centra hacia el futuro

La Responsabilidad: La responsabilidad supone asumir las consecuencias de los


propios actos, no solo ante uno mismo sino ante los demás. Para que una persona
pueda ser responsable tiene que ser consciente de sus deberes y obligaciones, es
por ello, de gran importancia que los hijos tengan sus responsabilidades y
obligaciones muy claras.

El respeto: El respeto hacia los demás miembros es otro de los valores que se
fomentan dentro de la familia, no sólo respeto a la persona misma, sino también a
sus opiniones y sentimientos.
Compromiso de organización: Es el grado en el que un empleado se identifica con
la organización y desea seguir participando activamente en ella.

Involucrarse con el trabajo: Es el grado en que los empleados se sumergen en sus


labores, invierten tiempo y energía en ellos y conciben el trabajo como parte
central de su existencia.

Colaboración: involucre el trabajo de varias personas en conjunto tanto para


conseguir un resultado muy difícil de realizar individualmente como para ayudar a
conseguir algo a quien por sí mismo no podría

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