Está en la página 1de 1

Hay una urgencia de la sociedad en no tener un niño “prolongado” y luego hay un interés en que

rápidamente pase s la vida adulta. Sin embargo, así como en los primeros días de nacido, el niño es
sumamente vulnerable, así también en la adolescencia, donde todo lo que escuche sobre él, sobre todo
las críticas, serán de gran importancia en la relación que el adolescente establezca con la sociedad. En
esta etapa de extrema fragilidad se defienden con la depresión o bien con un estado de negatividad que
acentúa aún más su debilidad.

Los educadores deberían empezar a dar la voz a los jóvenes, pues es el momento oportuno, incluso a
quienes parecen no tener voz, los más callados. Suelen ser muy agradecidos con los educadores que
hacen cosas positivas por ellos, aunque no siempre lo manifiesten inmediatamente, por lo que hay que
tener paciencia.

El riesgo del primer amor es que es experimentado como la muerte de la infancia, he ahí que sea una
edad de riesgo para el suicidio.
El hecho trascendental que marca la ruptura con la infancia, es la posibilidad de disociar la vida
imaginaria de la vida real. Antes de que se enfrente al cuerpo en la pubertad, hay un fortísimo
componente imaginario, al enamorarse de alguna figura modelo, ídolos de masa. Contraste de alguna
forma, el mundo imaginario con el real, por eso forma parte de los grupos y de actividades que antes
estuvieron sólo en la imaginación.

El fin de la adolescencia es cuando los hijos pueden estar sin la influencia de los padres y sin la angustia
que éstos puedan producirles en la toma de decisiones. Sin embargo, la sociedad no permite que sea
antes de los dieciséis años, pues se requiere que ellos puedan valerse por sí mismos de manera
económica, lo que obliga a muchos jóvenes a prostituirse o a buscar una vida cerca de alguien que
pueda mantenerlos.

Entonces el fin de la adolescencia actualmente se traduce en términos de independencia económica, de


potencialidad creadora y de aprendizaje que permita adaptarse, insertarse en un grupo social.

También podría gustarte