El cura del pueblo, Pedro Pérez. Licenciado en la Universidad de Sigüenza y
amante de los libros de caballerías. (Cap. I). El ama de llaves, que pasaba de los cuarenta años. (Cap. I). La sobrina, Antonia Quijana, que no llegaba a los veinte. (Cap. I). Un "mozo de campo y plaza", que frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años. (Cap. I). Maese Nicolás, el barbero del pueblo. (Cap. I). Un ventero y dos "doncellas" (rameras, que le dijeron a Don Quijote le servirían de por vida). (Cap. II). Un labrador, Juan Haldudo, y su criado Andrés (Cap. IV). Unos mercaderes. (Cap. IV). Pedro Alonso, labrador vecino, que lo rescata de su primera aventura y accidente. (Cap. V). El Sabio Frestón, que le robó los libros y el aposento a Don Quijote. También, para su desgracia, tornó los "gigantes" en molinos (Cap. VII). Sancho sale sin despedirse de su mujer, Juana Panza (también llamada Teresa), e hijos (Sanchica, una hija nombrada en la obra) (Cap. VII).