Está en la página 1de 5

ENSAYO

La responsabilidad Social como herramienta de gestión

Patricia Andrea Nayar

DESARROLLO

La trampa de los conflictos sociales. Contribuciones a la teoría del desarrollo.

Introducción

La Sociedad, el Estado y la Economía, cuentan con características y prioridades de


naturaleza similares, no obstante, pareciera que la entidad otorgada a la “Economía”, ya
sea por las mismas teorías que la sustentan como por el imaginario colectivo, supera toda
apreciación objetiva sobre los fines para los cuales la misma funda su existencia.

Esta percepción podría encontrar su justificación bajo el análisis de los sucesos críticos,
históricamente acaecidos, en donde la culpabilidad de los males sociales, (léase
desigualdades), es atribuído a una Economía en Crisis, como si tal entidad obedeciera a un
tercero ajeno a las realidades de las regiones principalmente afectadas.

Nos encontramos bajo un contexto de la existencia de una Sociedad redimida ante esa
entidad, y no por una ciencia abocada a la consecución de los objetivos de satisfacción de
necesidades sociales.

Por ende y desde antaño, le debemos fidelidad a esa Economía, esperando que la misma
repare en motorizar sus mecanismos a efecto de incentivar el desarrollo, (Así recomendaría
Rostow, pacientemente, a través de los años).

Justamente, las teorías económicas neoliberales, favorecieron la institucionalización


doctrinaria de la supuesta equidad entre crecimiento económico y desarrollo.

La confusión de las teorías anteriormente referenciada (desarrollo y económica), podría


tildarse de ”conveniente” ante la defensa de las mismas por quienes detentan el poder y
ejercen influencia en las decisiones económicas.

En el presente trabajo, se tratará de desarrollar algunos de los factores determinantes de


las crisis económicas - financieras internacionales, ahondando sobre los roles del Estado y
del sector privado, sin dejar de lado el contribuir con algunos aportes a la construcción de
las nuevas teorías del desarrollo.

Desigualdades

Según Kliksberg, en referencia a las desigualdades en América Latina, “La dimensión más
difundida de la desigualdad latinoamericana es la que se da en la distribución de los
ingresos, pero no es la única, ni la más grave. La desigualdad se halla presente en todas

Página 1 de 5
las dimensiones centrales de la vida cotidiana de la región”1, es decir, acceso al crédito, a
la educación, tecnología, entre otras.

Las desigualdades resultan ser el producto final de un proceso de promoción al “lío de


proporciones colosales”2.

La Historia del pensamiento social nos conduce a sostener, entre la relación causa efecto,
que ese lío resulta devenir del fruto de la aplicación de malas políticas organizacionales y/o
gubernamentales, desde la transición del Estado monárquico al democrático, a través del
tiempo.

Pero, tal vez, otra mirada crítica nos conduciría a indagar sobre la conveniencia de algunos
sectores de promover los conflictos que se generan entre “pares”, definiendolos como a los
miembros de una sociedad que no forman parte de los sectores dominantes tanto político,
social y económico.

Con lo anteriormente descripto, las teorías neoliberales y, por consiguiente, los aportes de
Rostow a las teorías del desarrollo, se ve desvirtuada por la inobservancia de los intereses
contrapuestos de capitales extranjeros con la identidad propia de las regiones en donde
realizan sus explotaciones financieras y comerciales.

El conflicto social, no genera desarrollo, ni el desarrollo genera conflictos sociales.

Sobre los roles institucionalizados por teorías neoliberales:

1) El Estado
El Estado tiene la obligación de procurar la satisfacción de las necesidades básicas sociales,
si falla en esta tarea, es responsable por los impactos que genera ante su inobservancia,
impedimento o ineptitud.

Los impactos negativos de tal gestión, al no ser neutrales3, reclaman una decisión inmediata
de índole estatal para redimir o resarcir los derechos sociales afectados bajo el dominio de
su jurisdicción, el no hacerlo no tan sólo coloca en jaque la continuidad de la
representatividad de los sectores sociales, sino también potencia la duda sobre el ejercicio
soberano de tales decisiones ante una mirada expectante internacional.

2) Sector privado:

Milton Friedman, premio nobel de Economía 1976, aseguraba que la única responsabilidad
de la empresa consistía en maximizar sus rentabilidades, ante esta expresión cabe
preguntarse ¿A cualquier costo?.

Es decir que en el pleno auge del capitalismo global, facilitado por el supuesto fin de la
Guerra fría, a su vez potenciado por la necesidad de financiar el desarrollo y bajo el estigma

1
¿Cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad?. Biblioteca Kliksberg
2
Alusión a Keynes en: “Economía de la depresión” Por Paul Krugman - Premio Nobel de Economía.
3
NUNCA HAY NEUTRALIDAD EN LAS ACCIONES, TAMPOCO EN LOS IMPACTOS Por Dra. Alessandra Minnicelli, El rol del
Estado en la Economía con Rostro Humano. Suplemento responsabilidad social, Diario Tiempo Argentino
Página 2 de 5
de generación de pobreza, el sector privado sólo debía contemplar como responsabilidad,
bajo una mirada miope , la creación de riqueza.

Sin tratar de responsabilizar a un reconocido aliado de las teorías neoliberales, una vez más
la historia nos cuenta que, bajo la creciente dependencia al libre juego de la oferta y la
demanda, el Estado acepta el gobierno del pragmatismo liberal, como política estatal, sobre
la exclusión del sistema a los menos favorecidos.

Sobre el Desarrollo

Tomando como referencia el Consenso de Washington, década de los 80, el retraimiento


del Estado en la Economía y en la Sociedad, representó una exclusión manifiesta para
quienes tienen la obligación de tutelar los derechos que puedan verse afectado en la carrera
del desarrollo, bajo el pragmatismo liberal ut supra referenciado.

Este suceso histórico, nos muestra una clara tendencia a definir al desarrollo, según una
concepción neoliberal, como crecimiento económico en donde el medio de desarrollo es la
Sociedad.

Marx ya nos adelantaba las razones de su llamado a la revolución obrera, en donde el


trabajador era considerado un bien de cambio para luego formar parte del bien de uso de
una fábrica, sometido a un proceso de depreciación y posterior deshecho ante su
inutilización. El Consenso de Washington permitía ver a la Sociedad como este instrumento
de desarrollo, y no como el desarrollo en sí mismo.

Solow, demarcaba la tarea de tutelar las habilidades futuras de satisfacer necesidades,


cuando se refería a la sustentabilidad, como marco referencial a las teorías de crecimiento
económico.

Este último autor, entre otros, con destacadas críticas a la concepción de personas como si
fuesen pacientes sin juicios y valores, permitió retroalimentar futuras definiciones y
condiciones del desarrollo.

Según Amartya Sen, “La sustentabilidad significa la existencia de condiciones económicas,


ecológicas, sociales y políticas que permitan su funcionamiento de forma armónica a lo largo
del tiempo y del espacio. En el tiempo, la armonía debe darse entre generaciones actuales
y las venideras, en el espacio la armonía debe generarse entre los diferentes sectores
sociales, entre mujeres y hombres y entre la población con su ambiente”4

Lo que permite secuenciar la teoría del desarrollo de una manera más acabada en donde:
Satisfacción de necesidades + Desarrollo = Teoría de Desarrollo.

Según estas premisas, el Desarrollo tiende a promover las habilidades de la sociedad,


siendo el medio de desarrollo el crecimiento económico, que coloca a disposición de la
sociedad medios materiales e inmateriales para su posterior utilización.

4
Desarrollo como libertad. A. Sen, Ed. Planeta.
Página 3 de 5
La sociedad es el desarrollo en sí mismo, los bienes materiales e inmateriales representan
el medio adecuado para procurar, siendo el Estado el principal responsable de asegurar que
el acceso a los medios o instrumentos de desarrollo sea posible tanto para las generaciones
presentes como para las futuras.

La trampa de los conflictos sociales

La trampa de los conflictos sociales, podría definirse como la estrategia en la cual los
sectores más favorecidos potencian las desigualdades para verse apalancados, aplicando la
técnica milenaria: divide y triunfarás. ( Fuente de elaboración propia)

A las Empresas transnacionales (capitales extranjeros), les resulta más rentable invertir en
países como América Latina, con altos niveles de pobreza, en donde la dependencia al
capitalismo es un tendencia tan marcada que la división y la falta de cohesión social hace
tentativo el ingreso de capitales especulativos.

Las Crisis Éticas, se dieron, justamente, en contextos especulativos, ante el retraimiento


del Estado en las decisiones de control y gestión, generando así conflictos sociales. Un
ejemplo renombrado es el Caso Enron, en donde se destacó la realidad de una Empresa
pobre, con propietarios ricos.

Si nos preguntamos ¿Y el Congreso de E.E.U.U.?, la respuesta sería, “muy bien, gracias”.

Desde 1929 hasta el año 2008, se repitieron todos los errores posibles, en donde la
especulación y un Estado inerte, representaron fielmente a los factores principales que
dieron origen a las llamadas Crisis Económicas.

Otro punto en común, que no debe dejarse de lado, es el contexto del Mercado de Valores,
en donde la discrecionalidad, la asimetría de información, la existencia de sociedades
calificadoras poco comprometidas, señalización de la información, entre otros aspectos,
favorecieron y siguen favoreciendo al manejo de los hilos de la trampa de los conflictos
sociales.

¿Cómo puede verse apalancado el paradigma de las nuevas teorías de desarrollo


en América Latina?

Mohammad Yunus, en su libro Empresas Sociales, llama a la construcción de un nuevo


modelo de capitalismo, un capitalismo social.

No busca destruir al capitalismo, pero es indudable la reconstrucción de modelos


económicos pensados desde adentro, para poder construir un perfil país que pueda ser
apreciado desde afuera.

El Estado es quien debe velar por la construcción de los valores que van a definir a las
nuevas teorías de desarrollo y, a su vez, cada región tendrá su particularidad que permita
priorizar o redirigir sus esfuerzos en la aplicación de las mismas, sin resignar soberanía ni
menos identidad.

Página 4 de 5
A los efectos enunciativo, se esbozan algunas acciones que América Latina podría coordinar
en sus alianzas estratégicas:

●Gasto Público: Pobreza e inequidad traban al desarrollo5, el Gasto Público es la única


herramienta para atacar ese problema, máxime cuando se estima que en América
Latina más del 50% se encuentran por debajo de la línea de la pobreza e indigencia.
Pero hay que prestar especial atención a esta solución en pos del desarrollo, las políticas
sociales de corto plazo deben ser coordinadas con las medidas a largo plazo, por ende, el
sacrificio presente, debe acompañar a consecución de los objetivos de la inversión social
cuyos efectos se esperan a largo plazo.

En otras palabras, el mayor gasto afrontado en el presente debe promover rentabilidades


sociales a largo plazo, porque si eso no sucede, no podemos estar ante una situación de
inversión social, sino de programas pocos transparentes y menos efectivos.


Aportes Legislativos: Continuación con el proyecto de Ley de Balance Social a nivel
nacional, buscando cooperación a nivel internacional, Sanciones de leyes especiales
de transparencia y gobernabilidad a nivel nacional y provincial, royecto de ley
especial de Responsabilidad Social nacional e invitación a que las provincias adhieran
o promuevan.
● Continuar con la construcción y mantenimiento del “alero6” de América Latina,
UNASUR, rediseñando sus políticas fundacionales, mediando en los conflictos
nacionales de los países que la conforman, afianzando así las instituciones
democráticas.
● Modificación de la ley de entidades financieras, en donde pueda contemplarse y
tutelarse a las ONG en la actividad microfinanciera.
● Políticas agresivas en el manejo de los servicios públicos, el contrato social es
prioritario ante la existencia de diversos contrato de concesiones empresa - Estado.
● Estricto control de la aplicación de ley de usura, no debe recargarse a la justicia un
rol indiscutible de los organismos de contralor nacional y provincial.
La comunicación es el principal componente de las relaciones nacionales e internacionales,
como así también toma relevancia la búsqueda de involucrar a todos los sectores en las
mesas de negociaciones.

Poco probable sería ver a un pobre sentado en la mesa de la ONU, pero a América Latina le
cabe tal responsabilidad.

Esta región debe procurar de no enviar más a sendos mensajeros en la relaciones


diplomáticas, que sólo aportan décadas de análisis discursivos, sino de llevar resultados a
tales reuniones protocolares. Es por ello que la soberanía no tan solo se ejerce, sino también
se participa mediante acciones reales en la construcción de las nuevas teorías del desarrollo.

5
Hacia una gerencia social eficiente. B. Kliksberg
6
Expresión de Mujica, ex presidente de Uruguay.
Página 5 de 5

También podría gustarte