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Mec 3 de la tablada
INTRODUCCION
Egresé "Prematuramente" del Colegio Militar de la Nación como subteniente del arma de
infantería en octubre del año 1978 siendo destinado al Regimiento de Infantería 19, con asiento
en la ciudad de Tucumán. A los pocos días de arribado al destino, fuimos movilizados a la
frontera con Chile en la zona de paso Socompa donde permanecimos 64 días preparándonos
para la casi guerra con el vecino País en defensa de la soberanía e intereses Nacionales con
motivo del conflicto desatado por la cuestión de limites en el canal de Beagle.
Desarrollé mis primeros pasos como oficial en ese destino hasta el año 1982 en que junto con
el ascenso al grado de Teniente, me salió el traslado al Regimiento de Infantería Mecanizado 3
"Grl Belgrano" con asiento en La Tablada (Provincia de Buenos Aires). Con esta gloriosa Unidad
que remonta su participación en defensa de la Patria a la época de la Independencia y la
Revolución de Mayo, me tocó concurrir a la guerra de "Malvinas".
A partir de ese momento no dejábamos de escuchar las noticias para seguir el desarrollo de los
acontecimientos, hasta llegar al 09 de abril, fecha en que luego de la decisión política de
desplegar mas fuerzas en las Islas para enfrentar a los Ingleses, recibimos la noticia que
deseábamos ""Nuestra unidad concurriría a Malvinas"".
Nos trasladamos al cuartel donde ya se convocó a los soldados de la clase vieja dados de baja y
comenzamos a reorganizar la unidad para partir por vía aérea el 11 de abril con destino a Río
Gallegos y desde allí a Puerto Argentino.
Arribados a las Islas iniciamos una marcha a pie con todos nuestros equipos y armamentos
haciendo una escala el primer día en proximidades del aeropuerto para luego desplazarnos al
sector este de Puerto Argentino donde ocupamos nuestras posiciones defensivas.
PRIMER ATAQUE
La primer apertura de fuego de la artillería propia se efectúo en la noche del 01 de Mayo justo
detrás de nuestras posiciones por parte del Grupo de Artillería 3 que efectúo algunos disparos
hacia barcos Ingleses que se habían aproximado desde el este a unos 20 Km de Puerto
Argentino. Luego comenzaron los ingleses a bombardear el aeropuerto y el sector del cerro
Supper Hill donde la Fuerza Aérea tenía posicionado un radar de largo alcance. Nuestra artillería
no estaba en alcance y suspendió el fuego.
Esta fue la primer sensación IMPACTANTE de la guerra. Por lo sorpresivo del fuego
de la propia artillería y porque era DESESPERANTE Y DESMORALIZANTE ver como
caían los proyectiles ingleses en las posiciones argentinas donde uno había
observado horas antes a sus compatriotas realizando alguna actividad en esos
lugares. Parecía que todo era destruido y todos eran muertos. Sin embargo luego se
comprobaría que no eran tan efectivos esos ataques (el aeropuerto y el radar
seguirían operando).
Durante la mañana y tarde del 01 May continuaron los bombardeos ingleses con el
agregado de incursiones aéreas de los aviones Sea Harrier sobre las posiciones
argentinas.
Se estableció el bloqueo de 200 millas a la redonda de las islas, lo cual impedía que lleguen los
aviones desde el continente con los abastecimientos, correspondencias, encomiendas, etc. Ello
originaría que empezaran a racionalizarse los abastecimientos disponibles en la Isla y a
reducirse las raciones de comida hasta llegar a tener un solo plato de guisos o sopas raleadas.
Los ingleses tenían la intención de desembarcar por el NE para recapturar Puerto Argentino,
decisión que luego revirtieron ante lo inexpugnable que les resultaría hacerlo por ese sector
debido a la férrea defensa organizada por las fuerzas argentinas allí.
Se inició entonces una serie de continuos y sistemáticos ataques hasta el final de la guerra
que buscarían desgastarnos y desmoralizarnos, a saber:
Bombardeo desde los buques "CASI TODAS !!! las noches, a distintas horas entre 25 a
30 proyectiles por objetivo" ( aeropuerto, cerro Supper Hill, radares de largo alcance y
otros). Siempre se ubicaban a 25 Km aproximadamente, fuera del alcance de la artillería de
campaña nuestra. Cuando se desplegó en las islas a los cañones Sofman y misiles exocet, se
revirtió un poco la situación.
Anécdota: Cada ves que ellos llegaban y comenzaban los bombardeos, mi encargado de sección
me decía "Jefe !!!… tenemos visitas". Con el pasar de los días, de los bombardeos, y del
escuchar el sonido de la trayectoria de los proyectiles, uno iba sabiendo si los mismos caerían
cerca o no de nuestras posiciones.
Bombardeo aéreo desde los aviones Vulcan. Estos se producían casi todas las noches con estos
aviones que volando a gran altura y haciendo un gran ruido en el cielo, arrojaban tremendas
bombas de 500 y 1000 libras casi siempre sobre el aeropuerto buscando destruir la pista de
aterrizaje; "La tierra parecía partirse en cada explosión de estas bombas". Lo lograron a
medias.
Incursiones aéreas de los Sea Harrier sobre las posiciones argentinas. Estas tendrían un gran
costo inicial para los ingleses ante la eficacia del fuego de la artillería anti aérea propia contra
aquellos aviones que ingresaban en los corredores aéreos dentro del alcance de los cañones
Oerlinkon Bi Tubo de 35 mm (6000m). Ello obligó a los ingleses a atacar fuera del alcance de
estos cañones restando eficacia a sus incursiones en la zona de Puerto Argentino.
Intentos de infiltración desde la costa. Lo hicieron de hecho y simulados por las costas que
defendíamos al este de puerto argentino, generalmente durante la noche y teniendo éxito en
algunos. Ejemplo de ello fue reconocer luego de la rendición a personal del correo u otros
aparentemente kelpers, vestidos de uniforme en la ciudad.
A este accionar enemigo había que sumarle las malas condiciones climáticas que se hacían mas
rigurosas mientras mas pasaban los días ( lluvia, llovizna permanente y mucho frío). Esto
motivaba que la ropa y los equipos estuvieran siempre mojados sin tener donde y como
secarlos; que las posiciones se llenaran de agua y que tuviéramos que permanecer fuera de
ellas, excepto cuando había alguna alerta roja (significaba ataque aéreo) o recibíamos
bombardeos desde los buques en el mar.
Los Ingleses luego de desistir atacar directamente Puerto Argentino desde el este, finalmente
desembarcaron en San Carlos el 21 de mayo, e iniciaron su ataque desde ese sector hasta
llegar por tierra en su avance al cerro Dos Hermanas (Two Sister) distante a 10 km de la
ciudad, luego de haber superado la resistencia enemiga argentina en Darwin, Good Green,
monte Kent y otras.
Debido a que los pocos camiones disponibles no podían trasladarnos porque patinaban en el
hielo que había sobre las calles; el movimiento se realizó a pie (8 Km) solamente con el
armamento individual, los morteros, el llamado sobre (manta y capa poncho) y algunas
raciones de combate; dejando el resto del equipo en la anterior posición.
Cuando nos dirigíamos a ocupar las posiciones nos cruzábamos con integrantes del Regimiento
de Infantería 4 de Monte Caseros que se replegaban desorganizadamente hacia puerto
argentino luego de haber defendido el monte Dos Hermanas (Two Sisters). Ante esta situación
mi jefe de compañía reorganizó dos grupos de tiradores de esa unidad y los agregó a mi
sección.
Ocupamos la posición en la ladera oeste del cerro en la mañana del 11 de junio, a continuación
de la compañía A del Regimiento de Infantería Mecanizado 6 (a cargo del Capitán Jaimet). Allí
solo pudimos organizar las posiciones en forma ligera en función a que lo tuvimos que hacer
bajo el fuego de la artillería enemiga, con muy poco tiempo disponible, en una zona muy
rocosa, árida y sin cubiertas, lo cual no permitió casi ningún trabajo de tierra (Pozos de zorro).
En ese lugar y circunstancias soportamos un intenso fuego de artillería y naval desde distintos
sectores, mientras el enemigo avanzaba sobre los cerros Harrier y Longdon.
Al estar los ingleses al alcance de las armas livianas sobre el monte Harrier (sector defendido
por la Ca A RI Mec 6 donde veíamos las trazantes de los proyectiles de las ametralladoras
enemigas y propias pasar a nuestra espaldas) y habiendo progresado el ataque principal Ingles
sobre el Monte Longdon luego de la intensa resistencia que opuso en ese lugar el Regimiento
de Infantería Mecanizado 7 (fue la Unidad que mas bajas tuvo en la guerra); el Comandante de
las fuerzas terrestres ordenó un contraataque sobre Monte Longdon con la finalidad de detener
al enemigo y mantener esa posición.
Recibimos la orden del Jefe de Compañía (Capitán Zunino) de realizar el contraataque hacia las
posiciones del RI Mec 7 en Mte Longdon a las 02 Hs del 14 de junio. Ello implicaba reunir la
sección, impartir la orden y efectuar una mínina coordinación con el jefe de la sección apoyo. La
actividad fue bastante complicada de concretar, por el intenso fuego enemigo, la dificultad para
comunicarme con los jefes de grupos (solo estafetas y a viva vos), las horas de oscuridad y las
características adversas del terreno.
En virtud de que pasaba el tiempo y no lograba reunir a la totalidad de los grupos e integrantes
de la sección, decidí iniciar el contraataque con solo 25 efectivos (encargado de sección, el
pelotón comando, el grupo apoyo y algunos soldados del 3er grupo de tiradores). Realizamos
un movimiento de 2000 metros bajando la ladera del monte Tumbledown, cruzando el riachuelo
de Moody Brook y zona de arrozales próximos al cuartel de los ingleses y subiendo la ladera del
Monte Longdon. Todo ello de noche y en las siguientes circunstancias:
Bajo un intenso y permanente fuego cruzado de las artillerías propia (Grupo de Artillería
Paracaidista 4) y enemiga, que batían la zona por donde nosotros avanzábamos.
Bajo el fuego de armas automáticas enemigas que lograron aferrar en su avance a las otras dos
secciones de la compañía en la zona de Mody Brook.
Bajo el fuego de los morteros propios (81 mm) de la sección Apoyo de mi compañero Tte
Dobroevic, que por las características del terreno (una ladera), la poca visibilidad nocturna y el
alcance de sus armas, hacían muy confusa la observación de sus fuegos y de nuestro
desplazamiento.
Bajo una intensa y permanente iluminación del campo de combate por parte de los Ingleses,
que nos obligaba a tomar cubiertas a cada rato haciendo muy lento nuestro avance.
Debiendo cruzar una zona de arrozales y bañados.
TODO ello hizo muy dificultoso y lento el avance, no obstante llegamos hasta la línea de
coordinación final LCF (casi en la cresta del cerro) sin haber abierto el fuego y sin ninguna baja.
El Objetivo eran las ametralladoras y lanza cohetes que estaban aferrando a las otras dos
secciones de la compañia. Las teníamos a 100 metros y ellos no nos habían descubierto.
ALLI se planteó la siguiente situación (inolvidable para mi): "Todos mis soldados y
suboficiales que llegaron hasta ese lugar, me miraban para ver que decisión y orden daba". Se
cruzaron entonces en mi mente una gran cantidad de sensaciones en muy pocos segundos:
Ante la impotencia de ver que nos íbamos del lugar dejando a ese grupo de soldados aún bajo
el fuego, tomé una ametralladora MAG que llevaba el soldado Bordieux (actual oficial médico
psiquiatra del ejército) y me quedé abriendo el fuego hacia las ametralladoras enemigas que
tenían aferrados a aquellos grupos. Estaba fuera del alcance eficaz del arma, pero arriba mío
había una posición de ametralladoras 12,7mm del Batallón de Infantería de Marina 5 quienes al
ver lo que sucedía, también abrieron el fuego contra ese enemigo. Al tener ellos mayor alcance
y eficacia que el fuego mío, se logró neutralizarlas permitiendo que los grupos pudieran salir de
la zona batida, replegarse y reunirse luego con nosotros.
Llegamos a Puerto Argentino con la angustia de saber que se había firmado la rendición
incondicional. Comenzaron entonces a sobrevolar los helicópteros Sea King Ingleses la ciudad,
comenzábamos a verlos a ellos conduciendo nuestros vehículos, algunos depósitos de víveres
con mucha mercadería, y finalmente se nos ordenó dirigirnos hacia el aeropuerto donde
permanecimos prisioneros hasta que se organizó nuestra repatriación.
Esta se produjo en el barco de pasajeros Camberra que habían adaptado los ingleses para el
transporte de su personal. En la marcha para embarcarnos, tuvimos que entregar nuestros
fusiles, pistolas, sables bayonetas y cascos siendo este OTRO DE LOS MOMENTOS MAS
AMARGANTES - SEGUNDA FRUSTRACION.
Hasta producido el desembarco en San Carlos, nuestro espíritu era alto pues los partes de
guerra decían que la situación era favorable a nuestras fuerzas, escuchábamos por la radio
Cardel los daños que la Fuerza Aérea Argentina le iba produciendo a la flota inglesa y la
creencia era que íbamos obteniendo importantes éxitos que impedirían a los ingleses llegar a
Puerto Argentino.
La realidad la supimos cuando tomamos contacto con un compañero nuestro que integró las
fuerzas de Comandos que se dirigió a San Carlos ( el teniente Juan Elmiger). El nos contó a
Dobroevic y a mi la realidad de lo sucedido en ese lugar (características del combate, el número
real de tropas y medios desembarcados allí y del verdadero plan Ingles a partir de ese
momento).
Mientras nosotros subíamos la munición de morteros a pie a la posición, los Ingleses hacían un
cambio de posición de artillería en helicópteros.
Equipos de visión nocturna. Solo tuve UNO yo en mi sección para visión general cuando fuimos
a ocupar la posición de bloqueo,o sea casi AL FINAL DE LA GUERRA !!!. Los ingleses tenían
provisto un visor para casi todos los tiradores. Muestra de ello es la precisión del fuego de sus
armas livianas sobre nuestros heridos.
Ellos tenian organizados por cada grupo de tiradores una ametralladora y un lanza cohetes.
Nosotros solo dos ametralladoras y dos lanza choetes obsoletos antitanques por seccion, estos
últimos no funcionaban.
Se hizo muy difícil para los oficiales jóvenes, mantener el orden y la disciplina en la guerra por
diversas causas: el intenso frío, el hambre, los permanentes bombardeos, la lluvia que
mantenía todo mojado, los pozos de zorro llenos de agua, etc. Todo esto quebraba la moral de
algunos soldados. Una noche un soldado se acercó a mi puesto comando y me dice: " Mi Tte
tengo frío me voy al pueblo". Intenté disuadirlo de que no lo hiciera que vuelva a su puesto,
que si hacia eso cometería abandono de la posición y/o deserción y a eso en la guerra le
correspondería una severa pena, que era muy peligroso porque había campos minados y podría
tener algún accidente como el de un compañero suyo de otra sección que hizo lo mismo, etc.
Lo mismo se fue volviendo al día siguiente.
Cuando empezó el hambre los soldados se encolumnaban como las gallinas cuando llegaba la
hora de comer, buscando hacerlo rápido para volver y repetir (era muy difícil mantener el orden
- a veces era incontrolable). En muchos casos todo el que podía hacerse de algo para comer, lo
hacía ( un pedazo de carne, pollos, corderos y hasta una vaca se faenó en nuestro sector).
Una noche, el Grl BALZA "Caradura que vivió la guerra en una casa con baño, cocina, camas,
etc, etc, etc", me llamó para observarme porque un soldado mío se comió una gallina de una
Kelper.
Dadas las características del terreno, hacer nuestras necesidades fisiológicas a la vista de todos
era muy denigrante, "Para mi era horrible", pero nos adaptamos.
Nos bañamos muy poco; 1 sola ves en baños de campaña con agua caliente y salada antes del
inicio del bloqueo (01 de mayo), luego solo pudimos hacer 1 o 2 baños polacos en charcos de
agua helada y al aire libre "Solo quienes se animaban".
Compartí los 65 días de la guerra en el terreno a la par de mis soldados y recorriendo sus
posiciones hasta el último día de la guerra. Convivimos y dormimos juntos todo el tiempo con el
encargado de sección Sargento 1ro conductor motorista Felix Nuñez , el soldado radioperador
Ramon Sosa y el soldado estafeta Hector Cuccelli en una misma posición primero y luego
refugiados entre las piedras en el monte Tumbledown durante el bloqueo. En una de las
recorridas por las posiciones de mis soldados, la noche previa al contraataque, casi soy abatido
por un proyectil que cayó a mis espaldas (afortunadamenbte y en virtud a lo blando del terreno
donde estaba, la onda expansiva fue en forma de cono hacia arriba).
Un recuerdo muy triste fue cuando un avión Mirage de nuestra Fuerza Aerea cuyo piloto era el
capitán Post Morten Garcia Cuerva, luego de realizar un ataque a buques ingleses que nos
estaban bombardeando, fue alcanzado por el enemigo. Garcia Cuerva ante la imposibilidad de
volver al continente, decidió intentar aterrizar en el aeropuerto de la Isla. Antes de hacerlo soltó
los tanques de combustible suplementarios al aproximarse a nuestras posiciones; nosotros al
ver esto y no haberlo podido identificar como avión propio creimos que nos atacaban; se
comenzó entonces a tirarle con nuestra artilleria antiaérea y el fuego reunido de los fusiles FAL,
siendo alcanzado por los mismos y cayendo al mar sobre la costa.
Cuando el avión estaba arriba nuestro y pudimos ver su cola pintada de amarillo (era lo que
identificaba a nuestras aeronaves), Dobroevic me dice "Che boludo ese avión era
nuestro"...........¡¡¡ La desazón, angustia y amargura que nos agarró fue terrible !!!... Para peor
de males luego nos enteramos de que Garcia Cuerva había solicitado autorización para aterrizar
pero la comunicacion no nos llegó a nosotros a tiempo dado lo precipitado de las acciones.
También supimos que antes de caer pedía que por favor no le tiren mas con los fusiles. Su
muerte finalmente se produjo precisamente por el fuego de las armas livianas antes de caer al
mar. Nos costó mucho recuperarnos de ese dolor.
"Como paradoja del destino, luego de la guerra me tocó tenerlo como cadete a su hijo, en el
Liceo Militar General Paz".
CONCLUSIONES Y REFLEXIONES
Hubo en el País una idea generalizada de que no existió una efectiva resistencia argentina al
ataque Ingles por parte de las fuerzas terrestres "Propio de la idiosincrasia de nuestro pueblo,
como cuando se pierde un partido de fútbol". Sin embargo, serían los propios Ingleses los
primeros en reconocer que la guerra de Malvinas "No fue un Pic Nic". Tuvieron muchas bajas de
personal y medios, y no esperaban nunca la resistencia que se les opuso.
Los Argentinos, mas allá de las erróneas decisiones políticas, estratégicas y tácticas que se
tomaron, combatimos y enfrentamos a una de las mayores potencias militares del mundo que
además fue apoyada logísticamente y militarmente por nada mas y nada menos que los EEUU,
con la complicidad de nuestros vecinos los chilenos.
La guerra de Malvinas la hicimos ¡¡TODOS!! los que participamos de ella (civiles, soldados,
suboficiales y oficiales). Cada uno de acuerdo a su grado de responsabilidad y empeñamiento.
Si creo que merecen un reconocimiento especial, los pilotos de la Fuerza Aérea Argentina por
las agallas y eficicacia que pusieron de manifiesto en sus ataques. Los éxitos y derrotas (con
errores o no) no son patrimonio de nadie en particular; ellos son el conjunto de acciones que
motivaron una importante resistencia a los Ingleses con los medios que teníamos.
Esta instalada en la sociedad argentina la idea de que Malvinas parece que solo fue ""Los
pobres chicos de la guerra"" .
PRIMERO: El relacionar a los Pobres Chicos de la Guerra (con el hambre y el frío únicamente),
es no reconocer el verdadero valor y coraje que esos chicos opusieron a un enemigo
netamente superior.
SEGUNDO: Hubo y hay un trato discriminatorio y desigual por parte de los gobiernos y
autoridades nacionales y provinciales a los Veteranos de Guerra oficiales y suboficiales. Prueba
de ello es que quienes teníamos las jerarquías mas bajas en la guerra (tenientes, subtenientes
y cabos) y estábamos a la par de los soldados en la primera línea, seremos los últimos en ser
reconocidos HONORIFICAMENTE por La Nación, de acuerdo a la Ley 23.848 y sus
modificatorias (Ley 24.892 / 97 y el Decretos PEN 1.357/04 y 886/05)TERCERA GRAN
FRUSTRACION Y TAL VES LA MAS GRANDE.
La guerra de Malvinas fue uno de los conflictos mas transparentes de los últimos tiempos en el
mundo. La Honorabilidad de las fuerzas enfrentadas fue la que dictan los reglamentos militares
y tratados internacionales. Ejemplo de ello es el trato dado a los prisioneros de guerra tanto por
parte nuestra a los Ingleses como el de ellos a nosotros. O también los honores que le rindieron
los Ingleses a los restos del 1er Teniente piloto de la Fuerza Aérea Argentina Jorge Casco
sepultado recientemente en Malvinas, para lo cual bajo desde el Reino Unido una comisión de
miembros de la Fuerza Aerea de ese pais, para rendirle un sentido homenaje a su familia.
REFLEXIÓN FINAL.
FIRMADO