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FORMULA DENUNCIA POR MAL DESEMPEÑO.

Señor Presidente

del Consejo de la Magistratura

Dr. Alberto Lugones.

Diego Marías, en carácter de Consejero del Consejo de la


Magistratura de la Nación, con domicilio real en la calle Humboldt 2060 6º
“A”, CABA y constituyendo domicilio en , CABA, me presento y
digo:

El objeto:

Conforme lo establece el art. 1° de la ley 24.937 (t.o 1999) y sus


modificatorias, son funciones del Consejo de la magistratura ejercer la
competencia prevista en el artículo 114 de la Constitución Nacional y
aplicar sanciones disciplinarias sobre magistrados, decidir la apertura del
procedimiento de remoción, ordenar la suspensión y formular la acusación
correspondiente.

En consecuencia, vengo a formular denuncia por mal desempeño


contra la Dra. Karina Zucconi, titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y
Correccional n° 15, en virtud de la información expuesta públicamente a
través de distintos medios de comunicación, que de corroborarse
importaría la realización de actos de manifiesta arbitrariedad en el ejercicio
de sus funciones (art. 25 inc. 4 de la ley 24.937 y sus modificatorias).
Por los fundamentos que expondré a continuación, solicito a la
Comisión de Disciplina y Acusación de este Consejo de la Magistratura que,
de corroborarse la información expuesta, disponga la apertura del
procedimiento de remoción de la juez denunciada, ordene su suspensión y
en su caso, formule la acusación correspondiente ante el Jurado de
Enjuiciamiento en los términos de los arts. 53, 114 inc. 5 y 115 de la
Constitución Nacional.

II.- Los hechos


En el marco de las funciones que vengo cumpliendo como
integrante del Consejo de la Magistratura de la Nación en representación de los
abogados de la matrícula federal de la Capital Federal, resulta necesario poner
en conocimiento del Sr. Presidente del Consejo de la Magistratura los hechos
que han sido expuestos públicamente a través de distintos medios de
comunicación los días miércoles 27 y jueves 28 de enero de 2021 a través del
portal Infobae (“abuso a la joven venezolana: el calvario de una mujer a la que
confundieron con la jueza que liberó al acusado”, “La jueza procesó al acusado
de violar a la joven venezolana pero seguirá libre: qué declaró la víctima”; “Las
razones de la justicia para dejar libre al acusado de drogar y violar a la joven
venezolana en su primer día de trabajo”); Perfil (“Quien es la jueza que liberó al
violador de Balvanera; antecedentes, fallos y clases en Devoto”); Clarín (“Quien
es la jueza que dejó en libertad al comerciante acusado de drogar y violar a una
joven venezolana”), entre muchas otras publicaciones.

De acuerdo a la información difundida públicamente y


aquella que el suscripto ha podido recopilar hasta el momento, la Juez Karina
Zucconi (titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional n° 15)
otorgó la libertad (excarcelación bajo caución juratoria) del imputado Irineo
Humberto Garzón Martínez, a quien se le imputa haber abusado sexualmente –
con acceso carnal- de una joven de 18 años de edad que habría sido hallada en
el interior de un local de ropa vinculado al imputado, bajo los efectos de alguna
sustancia psicotrópica (los estudios periciales tendientes a corroborar la
existencia e identificar la sustancia aún se encuentran en proceso), que habría
sido suministrada por el imputado en forma subrepticia para vencer toda
resistencia de la víctima.

La grave imputación conlleva una pena en expectativa de


cumplimiento efectivo y se sustentaría en numerosas pruebas de cargo. Sin
embargo la juez decidió otorgar la libertad al imputado bajo caución juratoria
(omitiendo otras alternativas –como una caución real- que garanticen
efectivamente el sometimiento del imputado al proceso), soslayando las
contradicciones y dudas existentes, entre otras cosas, sobre su verdadero
domicilio.
En efecto, la propia juez advirtió que el imputado mintió al
señalar que vivía en el domicilio de esta ciudad, cuando señaló “…
teniendo en cuenta que su arraigo resulta dudoso ya que señaló que vivía en
de esta ciudad (del sumario surge que su hermana al presentarse en la
Seccional preventora dijo que ella vive allí pero no el imputado), pero que
también lo hace en el local sito en de esta Ciudad, como regla que asegure
su efectiva vinculación a los avatares de la causa se le impondrá que asuma el
compromiso previsto en el art. 210 inc. “a” del CPPFed, y se presente
periódicamente –aún de modo virtual- ante el tribunal (inc. “c” de la misma
norma”)” (el subrayado me pertenece).
Y lo que resulta más grave aún: si el local se encuentra
cerrado (conforme consignaría el acta policial de fs. 1) y las llaves secuestradas
(dato que debe ser corroborado una vez que se pida el expediente) corresponde
que nos preguntemos ¿dónde vive Irineo Humberto Garzón Martínez?. O dicho
de otra forma, al día de hoy no se cuenta con un domicilio donde el imputado
pueda ser localizado.
En síntesis, la presente denuncia no se sustenta en una
divergencia de criterios, sino en el desprecio por parte de la magistrada de
circunstancias objetivas que, conocidas efectivamente (resultan de la causa e
incluso son mencionadas por la Juez en sus resoluciones) tornaban inviable la
libertad del imputado en las condiciones en que fueron resueltas.
Concretamente, advirtiendo que “... la escala penal prevista
para el delito que se le atribuye a Garzón Martínez, esto es abuso sexual
agravado por haber sido con acceso carnal… no permitiría su soltura conforme
lo dispuesto en los arts. 316 y 317 del CPPN, y de resultar condenado no podría
gozar de una pena de ejecución condicional y se encontraría enmarcado dentro
de las disposiciones previstas en la Convención Interamericana para prevenir,
sancionar y erradicar la violencia contra la mujer (Convención de Belém do
Pará)” la Sra. Juez opta por otorgar la libertad al afirmar que “… la pena en
expectativa de efectivo cumplimiento por sí sola no es obstáculo para que el
nombrado no obtenga su libertad, sino que es necesario analizar los riesgos
procesales contemplados en el art. 319 del ordenamiento de forma y arts. 221 y
222 del CPPF” y que “… no hay de momento elemento alguno que lleve a
presumir que el acusado intentará eludir el accionar de la justicia, ni que su
detención se erija como necesaria para neutralizar el entorpecimiento del
trámite del proceso…” y para ello tiene en cuenta “… las condiciones
personales del imputado, en cuanto a que se ha identificado correctamente…”.

Y es precisamente aquí donde debe analizarse el "mal


desempeño" de la magistrada, pues entre las condiciones personales del
imputado –que la juez pretende fueron brindadas correctamente, dato
que valora para otorgar su libertad- su domicilio era la más relevante a
los efectos de corroborar la existencia de arraigo; cuando –de manera
auto contradictoria- la Juez ya había advertido que el imputado mintió
sobre ese punto (afirmó que vivía en de esta ciudad, cuando su
hermana explicó que ella vive allí pero no el imputado).
Dicho de otra forma, la Juez soslayó un dato objetivo que
verifica el riesgo de fuga en este caso, y omitió otras circunstancias
fundamentales, como el hecho de que el imputado intentó retirarse del
lugar cuando los preventores ingresaron al local y que no abrió la puerta
del inmueble cuando la policía llamó, manifestando que “estaba
trabajando”. Estos datos objetivos afianzan la existía de riesgo procesal.

III. Los fundamentos:

El Poder Judicial, pilar fundamental del sistema


democrático, se encuentra compuesto por personas con un claro compromiso
con la protección de los derechos de quienes se encuentran imputados de haber
cometido un delito y de las víctimas, quienes poseen las concretas expectativas
reconocidas en la ley 27.372.

Consecuentemente, resulta necesario analizar los hechos aquí


relatados a la luz de las prescripciones contenidas en Ley N° 27.372 de Derechos y Garantías de
las Personas Víctimas de Delitos, la cual obliga al Estado en su conjunto a reconocer y
garantizar los derechos de las víctimas de delitos y de violaciones a los derechos humanos, y a
establecer acciones y medidas necesarias para hacer respetar y proteger los derechos de las
víctimas. Puntualmente se establece la obligación por parte de todas las autoridades de
adoptar un enfoque diferencial en favor de la protección de la víctima, debiéndose atender al
grado de vulnerabilidad que ella presente y garantizar su no revictimización: la víctima no será
tratada como responsable del hecho sufrido, y las molestias que le ocasione el proceso penal se
limitarán a las estrictamente imprescindibles.

En este sentido, existe una directa relación entre la composición


del Poder Judicial y la solidez de nuestro sistema de justicia.

El artículo 16 de la Constitución Nacional establece: “La Nación


Argentina no admite prerrogativas de sangre ni de nacimiento: no hay en ella
fueros personales ni títulos de nobleza. Todos sus habitantes son iguales ante la
ley, y admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad. La
igualdad es la base del impuesto y de las cargas públicas”.

La idoneidad es la aptitud, capacidad o eficiencia que se integra


por una pluralidad de elementos, entre ellos la idoneidad técnica, la física y la
ética o moral.

El requisito de idoneidad es una condición permanente que se


requiere tanto para los empleos públicos como para los cargos electivos.
Decimos que es permanente porque tiene que existir y permanecer en cualquier
etapa, desde la postulación para el cargo hasta el ejercicio del mismo. Así lo
exige la Constitución Nacional y las leyes que de ella derivan, en particular, el
ya nombrado artículo 16 de la Constitución Nacional y la Ley de Ética Pública
Nacional. Es decir que el que accede al cargo debe reunir las condiciones
técnicas, físicas y morales —preexistentemente al ejercicio del mismo— y
mantenerlas en forma permanente mientras dure en él.

Formuladas estas aclaraciones, corresponde analizar si el


otorgamiento de la libertad a un imputado por abuso sexual agravado, sin
haber establecido que vive en el domicilio proporcionado (es decir, existirían
dudas sobre los datos aportados y, consecuentemente, sobre la existencia de
arraigo) excarcelándolo bajo caución juratoria (declinando una caución real u
otros medios que garanticen su sometimiento al proceso) constituye un
supuesto de mal desempeño en los términos del art. 53 de la Constitución
Nacional que torna procedente su remoción del cargo.

Sobre los alcances y contenido de la alusión "mal


desempeño del cargo" consignada en el art. 53 de la Constitución Nacional,
Bielsa afirma que: "la expresión mal desempeño tiene una latitud considerable y
permite un juicio discrecional amplio pues se trata de una falta de idoneidad no
sólo profesional o técnica, sino también moral, que ocasiona un daño a la
función público, o sea a la gestión de los intereses generales de la Nación".'

Bidart Campos sostiene que mal desempeño es “...lo


contrario de ‘buen desempeño...”, que “...la fórmula tiene latitud y flexibilidad
amplias”, es decir “el mal desempeño carece de un marco definitorio
previamente establecido...” (Tratado Elemental de Derecho Constitucional
Argentino, T. II, Ed. Ediar, 1986, pág. 187).-

El concepto de "mal desempeño" guarda estrecha relación


con el de "mala conducta" en la medida que, en el caso de los jueces, el art. 53 de
la Constitución Nacional debe ser armonizado con lo dispuesto en el art. 110 de
la Carta Magna para la permanencia en el cargo. De este modo, la inamovilidad
de los jueces -garantía de los justiciables y no privilegio de sus titulares- debe
ceder ante el supuesto de mal desempeño, pues en un sistema democrático es
esencial que los magistrados resguarden los intereses públicos a ellos confiados.
En efecto, "en el régimen constitucional argentino el
propósito del juicio político no es el castigo del funcionario, sino la mera
separación del magistrado para la protección de los intereses públicos contra' el
riesgo u ofensa, derivados del abuso del poder oficial, descuido del deber o
conducta incompatible con la dignidad del cargo. De tal manera que se lo
denomina juicio "político" porque no es un juicio penal sino de responsabilidad,
dirigido a aquellos ciudadanos investidos con la alta misión del gobierno, en su
más cabal expresión" (doctrina del Jurado de Enjuiciamiento de magistrados
nacionales en "Brusa s/ pedido de enjuiciamiento", fallo del 30 de marzo de
2000, citado en Fallo del jurado de enjuiciamiento en causa Guillermo Juan
Tiscornia del 19/12/07.).
Asimismo, la doctrina sentada por la Corte Suprema de
Justicia en Fallos 316:2940 se desprende que el mal desempeño no requiere la
comisión de un delito, sino que basta para separar a un magistrado con la
demostración de que no se encuentra en condiciones de desempeñar el cargo en
las circunstancias que los poderes públicos le exigen, no es necesaria una
conducta criminal, es suficiente con que el denunciado sea un mal juez.
El Jurado de Enjuiciamiento ha señalado que pierde
la confianza pública el magistrado que "evidencia en su conducta designios
ajenos al recto ejercicio de la función jurisdiccional" (cfr. consid. 29 del voto
Mayoritario en el caso Herrera).
La determinación adoptada por la Sra. Juez -de
corroborarse las circunstancias expuestas en esta denuncia- podría importar un
apartamiento de la delicada misión confiada a los jueces, con daño evidente al
servicio de justicia y menoscabo de la investidura. En ese supuesto podría
existir una causal de mal desempeño que torna procedente su destitución.

IV.- El ofrecimiento de prueba

Como medidas de pruebas, solicito a la Secretaría


General de este Consejo tenga a bien disponer lo necesario para que:
1.Se requiera copia certificada de la causa en trámite
ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional n° 15, seguida a Irineo
Humberto Garzón Martínez por el delito de abuso sexual.
2.Se notifique a la víctima del delito investigado en
el proceso cuyas copias serán requeridas conforme el punto 1, sobre la
existencia de la presente denuncia para que, de ser su voluntad, se presente en
el sumario y declare sobre los hechos objeto del presente expediente.
3. Se constate e incorpore copia de las publicaciones
realizadas los días miércoles 27 y jueves 28 de enero de 2021 a través del portal
Infobae (“abuso a la joven venezolana: el calvario de una mujer a la que
confundieron con la jueza que liberó al acusado”, “La jueza procesó al acusado
de violar a la joven venezolana pero seguirá libre: qué declaró la víctima”; “Las
razones de la justicia para dejar libre al acusado de drogar y violar a la joven
venezolana en su primer día de trabajo”); Perfil (“Quien es la jueza que liberó al
violador de Balvanera; antecedentes, fallos y clases en Devoto”); Clarín (“Quien
es la jueza que dejó en libertad al comerciante acusado de drogar y violar a una
joven venezolana”).
4.Se requieran los dictámenes del Consejo en
relación a otras denuncias formuladas respecto de la Dra. Karina Zucconi.
Concretamente el expediente 23/2019 (denuncia de Juan Carlos Desolus) y el
expediente 148/2017 (denunciante Rubén Ángel Bres).
5. Se requieran copias de las actuaciones en las que
la Sra. Isabel Yaconis, madre de quien en vida fuera Lucila Yaconis (quien,
conforme el párrafo 3° del art. 82 del CPPN, posee legitimación para querellar
en la causa donde es investigado el homicidio de su hija) habría recibido la
negativa de la Juez Zucconi para la realización de un estudio de ADN, según
fuera expuesto en medios de comunicación; y a la fecha no se ha podido dar con
el autor de la violación y homicidio de Lucila Yaconis.
6. Se requieran copias de la causa donde se investiga
el homicidio de Marianela Rago Zapata. Conforme información difundida
públicamente, la Juez Zucconi había sobreseído en cinco oportunidades a
Francisco Amador, quien se encuentra imputado de haber cometido el
homicidio.

V.- Petitorio.
Por todo lo expuesto, solicito:
1) Se tenga por presentada, en debida forma, esta
denuncia respecto de la Dra. Karina Zucconi, titular del Juzgado Nacional en lo
Criminal y Correccional n° 15, por mal desempeño de sus funciones.
2) Se tenga presente la prueba ofrecida.
3) Se proceda a suspender a la magistrada
denunciada y a formular acusación ante el Jurado de Enjuiciamiento por la
causal de mal desempeño.

Proveer de conformidad
Es ajustado a derecho

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