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¿Por qué la conciencia corporal?

La Conciencia corporal aquí y ahora:

Reflexionar sobre sí mismos invita a una apertura, una mirada hacia el reencuentro en el contexto

personal, familiar, social, laboral, entre otros. Propiciar un estado de conciencia le lleva a detenerse

en el terreno del aquí y el ahora, justo ahora que lee éste texto surge la pregunta: ¿Cómo está mi

cuerpo?, en la postura que tengo, ¿Qué sensaciones experimento: cansancio, dolor, relajación,

comodidad? Como señala Le Breton (2010) “La condición humana es corporal. Materia de identidad

en el plano individual y colectivo, el cuerpo es espacio que ofrece vista y lectura, permitiendo la

apreciación de los otros.”[17]. Desde allí es preciso que se activen todos los sentidos: tacto, olfato,

vista, oído, gusto, propiciando una experiencia creativa, descubriendo cuan compleja es la condición

humana, lo diversa, distinta y única que puede ser. Desde los sentidos se descubre el entorno y el

mundo para incorporarlo en la memoria corporal, en la experiencia del vivir el día a día: escuchar,

ver, sentir, oler, degustar, en una experiencia ante el mundo “No son sus ojos los que ven, sus oídos

los que escuchan, o sus manos las que tocan, está todo él en su presencia ante el mundo y los

sentidos se mezclan en todo momento en el sentimiento que tiene de existir.”[62]. Los sentidos se
conectan de tal manera que llevan al individuo a percibir y vivir el mundo, es a través de ellos que

se le descubre y se le habita.

Es ese estado de auto referencia, de atención en sí mismo, el que favorece el silencio para

escuchar, a través del silencio el hombre comprende con mayor claridad quien es. En el silencio

activa la conciencia del cuerpo, porque desde allí establece un momento de mayor y mejor

atención de lo que sucede. Sentir, escuchar el cuerpo, es atender a la conciencia corporal. ¿Cómo

dinamizo esta experiencia? Existen caminos diversos para escuchar en el silencio, propiciando

una experiencia de atención y percepción del propio ser.

A través de la respiración adecuada se calman, se aquietan, las alteraciones emocionales y en

consecuencia escuchar, hace más consciente la corporeidad. “Corporeidad es tener conciencia

de nuestro cuerpo, es sinónimo de encontrarnos y enfrentarnos a nuestra propia realidad. Tomar

conciencia de mi cuerpo es la experiencia de lo que sentimos a través de él, y la experiencia de

lo que percibimos a partir de ese cuerpo al tiempo que lo asumimos como realidad eficaz de

comunicación.” Entonces, se entiende que las personas son distintas, desde el cuerpo y a partir de

la manera de vivenciar el mundo, es decir los individuos son particulares porque se expresan de

manera autónoma y única. Esta es la razón para el hombre procure una experiencia comunicativa

más eficaz consigo mismo que luego se revierta con el otro.


Cuando se asevera que la respiración hace más consciente el cuerpo, se afirma que en la

medida en que el hombres se permita escuchar cómo respira, en la medida en que haga más

consciente ese proceso de inhalación y exhalación y cómo a través de ella el cuerpo puede llegar

a estados de mayor tranquilidad, de mayor armonía y relajación, se está ejercitando la experiencia

de vivir. Respirar es vivir y si el individuo está atento a cómo lo hace, está atento a cómo vive:

logrando una mayor y mejor conciencia corporal.

Escuchar el cuerpo es también entender el cuerpo, a través del trabajo físico del cuerpo,

se empre un camino de conocimiento, activar los sentidos y reconocer el entorno. Establecer

una comunicación con el cuerpo a través su reconocimiento: una mirada introspectiva que se

favorece cuando se realizan acciones físicas desde el cuerpo: estirarlo, fortalecerlo, relajarlo;

movilizando los huesos, músculos, fibras, son opciones que favorecen de manera significativa
el proceso de escucha del cuerpo y por consiguiente la experiencia de la corporalidad. El

trabajo físico de activación del cuerpo sugiere de igual manera hidratar y alimentar el cuerpo

de manera adecuada. Escuchar el cuerpo es reconocer en el: hambre, sed, cansancio, tensión,

dolor, fatiga.

Esta experiencia se verá revertida en que favorece de manera significativa la calidad de vida,

la percepción del entorno y por consiguiente la experiencia comunicativa, fortaleciendo las

relaciones interpersonales. Si se establece una relación diaria desde su cuerpo, forjando el

silencio y contemplando su entorno, observando a las personas, los animales, los objetos, etc.

Contemplar significa aquietar y es un ejercicio al cual se está invitado a diario. ¿Se ha

preguntado Usted si realmente conoce su entorno? ¿Qué tanto se observa a sí mismo? ¿Qé

tanto reconoce a las personas que le rodean? Se ha detenido a contemplar el color de los ojos,

la forma de los labios, la textura de la piel, la forma del cabello. Estas pequeñas acciones son

poderosas y seguramente develaran grandes descubrimientos que le permitirán conocer y

apreciar el entorno.
Bibliografía:

Le Breton, D. (2010). Cuerpo Sensible. Santiago de Chile: Ediciones metales pesados

Le Breton, D. (2011) La sociología del cuerpo. Buenos Aires: Nueva visión.

Tolle, E. (2000) El poder del ahora. Un camino hacia la realización espiritual. Bogotá: Norma.

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