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ALEGATO EN LA VISTA PÚBLICA DE LA ACCIÓN DE

INCONSTITUCIONALIDAD DEL DECRETO DEL CONGRESO DE LA REPÚBLICA


QUÉ APROBÓ LA RATIFICACIÓN DEL TLC

Expediente de acción de inconstitucionalidad número 440-2006 oficial 3ro.

HONORABLE CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD:

CARLOS JOBITO ARREAGA LÒPEZ, de datos de identificación personal y


calidad conocidos en el expediente identificado en el epígrafe
respetuosamente,

EXPONGO:

1. Con fecha 24 de febrero del presente año interpusimos una acción de


inconstitucionalidad en contra del Decreto Legislativo 31-2005 del
Congreso de la República que contiene la aprobación del tratado por el
Congreso de la República; del Instrumento de Ratificación del Tratado de
Libre Comercio República Dominicana-Centroamérica-Estados Unidos de
América de fecha ocho de agosto del año dos mil cinco publicado en el
Diario Oficial de fecha 22 de diciembre de 2005; y del Tratado de Libre
Comercio República Dominicana-Centroamérica-Estados Unidos de
América (en adelante Tratado de Libre Comercio o TLC) publicado en el
Diario Oficial el 22 de diciembre de 2005;

2. La Corte de Constitucionalidad le dio trámite a dicha acción y dio


audiencia por quince días comunes al Ministerio Público, al Presidente de
la República, al Ministro de Relaciones Exteriores y al Ministro de
Economía. Aún cuando los interponentes solicitamos que se le diera
audiencia al Procurador de los Derechos Humanos, la Honorable Corte
de Constitucionalidad no le dio audiencia. Ignoramos la razón que tuvo
la Honorable Corte de Constitucionalidad para no hacerlo y con todo
respeto debemos afirmar que lo lamentamos y no estamos de acuerdo
con dicha decisión, ya que en este asunto consideramos que su opinión
es muy importante. Sabemos que el Procurador de los Derechos
Humanos se ha apersonado en el expediente correspondiente el día 9 de
mayo, solicitando que se admita su intervención dentro de la presente
acción de inconstitucionalidad, con el objeto de proteger los derechos
constitucionales que le han sido encomendados.

3. Habiendo las autoridades requeridas evacuado la audiencia por


quince días que le fuera concedida por la Honorable Corte de
Constitucionalidad, se ha fijado el día de hoy 11 de mayo de 2006 para
celebrar VISTA PUBLICA a las ocho horas con treinta minutos, a la que
comparecemos a exponer los argumentos finales que a continuación
resumimos.

ARGUMENTOS FINALES

1. Ratificamos en su totalidad el contenido de nuestro escrito inicial


que contiene ACCION DE INCONSTITUCIONALIDAD de fecha 23 de
febrero del presente año. Consideramos que contiene suficientes
argumentos, información y razonamientos para que la Honorable Corte
de Constitucionalidad pueda declarar la inconstitucionalidad total del
Decreto Legislativo 31-2005 del Congreso de la República que contiene
la aprobación del tratado por el Congreso de la República; del
Instrumento de Ratificación del Tratado de Libre Comercio República
Dominicana-Centroamérica-Estados Unidos de América de fecha ocho
de agosto del año dos mil cinco publicado en el Diario Oficial de fecha
22 de diciembre de 2005; y del Tratado de Libre Comercio República
Dominicana-Centroamérica-Estados Unidos de América publicado en el
Diario Oficial el 22 de diciembre de 2005;

2. Estamos en desacuerdo con los planteamientos del Presidente de


la República, del Ministro de Relaciones Exteriores, del Ministro de
Economía y del Ministerio Público que manifiestan en algunos puntos que
no se ha expresado en forma razonada y clara los motivos jurídicos en
que descansa la impugnación. Dicho argumento es la forma más
sencilla de evadir analizar y discutir a fondo los temas planteados en el
escrito de interposición de la acción de inconstitucionalidad ya
mencionado en el punto anterior. La Honorable Corte de
Constitucionalidad, al darle trámite a la acción interpuesta, no hace
ningún reparo y no ordena a los interponentes suplir algún requisito por
omisión (ver artículo 136 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
Constitucionalidad); por el contrario, consideró que sí se llenaron todos los
requisitos exigidos por la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
Constitucionalidad en su artículo 135; uno de estos requisitos es
precisamente expresar en forma razonada y clara los motivos jurídicos en
que descansa la impugnación;

1. Lamentamos la actitud del Ministerio Público, específicamente la


Fiscalía de Asuntos Constitucionales, Amparos y Exhibición Personal, ya
que en un tema tan serio y de tanta trascendencia para el país, en su
escrito no hace nada más que favorecer los intereses de las demás
autoridades, sin hacer el más mínimo esfuerzo para entrar al fondo de los
temas planteados en la acción de inconstitucionalidad. Esto demuestra
poca autonomía de criterio, falta de independencia de los demás
poderes del Estado y poco interés en lo que es su mandato: defender la
Constitución Política de la República;

2. Al evacuar la audiencia conferida por quince días, la otra parte


expresa que el Tratado de Libre Comercio o TLC no ha entrado en
vigencia y que, por lo tanto, no es susceptible de acción de
inconstitucionalidad. Al respecto cita doctrina de la Honorable Corte de
Constitucionalidad que fundamenta este argumento. Por este medio
expresamos nuestro desacuerdo con este punto. Cuándo entra en
vigencia el TLC? Si analizamos el artículo 22.5 Entrada en Vigor del TLC,
notaremos que no sólo es confuso, sino que permite que la entrada en
vigencia del TLC quede por decirlo de alguna forma “indefinida” o sujeta
a “la fecha que posteriormente ellos (las partes) acuerden”; o para
utilizar un lenguaje más claro que el TLC oculta intencionalmente, “sujeta
a condiciones impuestas por un Estado”, tal y como está sucediendo hoy
día en el Congreso de la República, con la aprobación de la Ley de
Implementación del TLC. De la lectura de todo el texto del artículo 22.5
del TLC la entrada en vigor fue acordada por las partes así: a) Entrará
en vigor el 1 de enero de 2005 siempre que los Estados Unidos y uno o
más de los otros signatarios notifiquen por escrito al Depositario para esa
fecha que han completado sus procedimientos jurídicos aplicables; b)
Como las partes sabían que en la fecha señalada sería imposible haber
cumplido “con los procedimientos jurídicos aplicables”, agregaron una
segunda posibilidad: “Si este tratado no entrase en vigor el 1 de enero
de 2005, este Tratado entrará en vigor una vez que los Estados Unidos y al
menos uno o más de los otros signatarios realicen dicha notificación, en
la fecha que posteriormente ellos acuerden.” (Subrayados propios). Esta
última frase que se encuentra subrayada, que no está contemplada en
la literal a) del artículo 22.5 del TLC, abre la puerta para que una de las
partes (Estados Unidos de América) “certifique” al otro u otros Estados, de
haber modificado su legislación nacional o de haber cumplido otras
condiciones (aparentemente, por la información reciente en el caso de
Guatemala, incluso para obligar a incorporar nuevos acuerdos
“verbales” al TLC); este proceso de “certificación”, totalmente anómalo y
contrario a lo establecido en la Convención de Viena sobre el Derecho
de los Tratados (artículo 24) y que viola el artículo 140 de la Constitución
Política de la República de Guatemala, confirma que quien manda en la
relación bilateral entre Estados Unidos de América y Guatemala en el
marco del TLC es el primero. c) Por último, el mismo artículo que estamos
analizando agrega una tercera posibilidad para la entrada en vigencia
del TLC, la cual que retoma una técnica jurídica aceptable (sin el vicio
de la literal b) anterior). Dice en el punto 2 del artículo 22.5: “De ahí en
adelante, este Tratado entrará en vigor para cualquier otro signatario 90
días después de la fecha en que el signatario notifique por escrito al
Depositario que ha completado sus procedimientos jurídicos aplicables.”
Por último agrega, que a menos que las partes acuerden otra cosa, la
notificación debe hacerse antes de los dos años de la entrada en vigor
del TLC. Cabe agregar, que en términos generales en todo proceso de
ratificación de una convención o tratado, la entrada en vigencia a nivel
nacional suele depender de haber cumplido con “los procedimientos
jurídicos aplicables”. Posteriormente, cada Estado Parte, debe revisar su
legislación nacional para armonizarla al contenido del tratado o
convención de que se trate. A nivel internacional, entra en vigencia
cuando se completen determinado número de ratificaciones. En el caso
de la entrada en vigencia del TLC existe una peculiaridad: el texto de la
literal b) le permite a Estados Unidos de América obligar a que cada país
modifique su legislación nacional para implementarlo con mayor
seguridad. Esto de ninguna manera significa que el TLC no esté vigente.
Unicamente le da mayor seguridad a los Estados Unidos de América para
lograr sus intereses y para la implementación sobre bases más sólidas
para dicho país. En conclusión, sostenemos que el Tratado de Libre
Comercio ya entró en vigencia tanto en el plano internacional, como
nacional. En el plano internacional porque Estados Unidos y El Salvador
por ejemplo, se encuentran implementando ya el TLC y según el artículo
22.5 1 (b) “Si este Tratado no entrase en vigor el 1 de enero de 2005, esta
Tratado entrará en vigor una vez que los Estados Unidos y al menos uno o
más de los otros signatarios realicen dicha notificación (se refiere a la
notificación por escrito al Depositario). En el plano nacional, el Estado
de Guatemala “ha completado sus procedimientos jurídicos aplicables”
(texto que utiliza el TLC en el citado artículo) y que se refiere a los
procedimientos jurídicos de aprobación por el Congreso de la República
y ratificación del Tratado de Libre Comercio por el Presidente de la
República y el TLC ha sido publicado en el Diario Oficial y se ha realizado
la notificación al Depositario (Secretaría General de la Organización de
Estados Americanos). Si la implementación del TLC está suspendida, es
gracias a la frase ya citada de la literal b) que permite que Estados
Unidos de América “certifique” a Guatemala hasta haber aprobado una
Ley de Implementación del TLC. Este sistema de “Entrada en Vigor” del
TLC contenido en el artículo 22.5 ya citado, contraviene también el
artículo 149 de la Constitución Política de la República de Guatemala
(De Las Relaciones Internacionales), ya que obliga al Estado de
Guatemala a “normar sus relaciones con otros Estados, de conformidad
con los principios, reglas y prácticas internacionales con el propósito de
contribuir al mantenimiento de la paz y la libertad, al respeto y defensa
de los derechos humanos, al fortalecimiento de los procesos
democráticos e instituciones internacionales que garanticen el beneficio
mutuo y equitativo entre los Estados.” Todo proceso de “certificación”
de un país a otro viola su soberanía. Pero aún más, cuando la
“certificación” está reconocida en el conjunto de normas de un Tratado,
tal y como sucede en el TLC; el hecho de estar vigente permite
mediante la acción de inconstitucionalidad expulsar del ordenamiento
jurídico interno al Decreto Legislativo 31-2005 del Congreso de la
República que contiene la aprobación del tratado por el Congreso de la
República; al Instrumento de Ratificación del Tratado de Libre Comercio
República Dominicana-Centroamérica-Estados Unidos de América de
fecha ocho de agosto del año dos mil cinco publicado en el Diario
Oficial de fecha 22 de diciembre de 2005; y al Tratado de Libre Comercio
República Dominicana-Centroamérica-Estados Unidos de América
publicado en el Diario Oficial el 22 de diciembre de 2005, para que
queden sin vigencia y dejen de surtir efectos;

3. Estamos de acuerdo con lo expresado por la otra parte en el


sentido de que el derecho a celebrar acuerdos internacionales es un
atributo de la soberanía estatal. En relación a dicho precepto no
tenemos ninguna objeción. Sin embargo, a lo que nos oponemos es a
que los órganos del Estado correspondientes hayan negociado,
aprobado y ratificado un tratado lesivo a los intereses de la mayoría de la
población y que viola la Constitución Política de la República de
Guatemala en diferentes ámbitos que hemos detallado en nuestro
memorial inicial que desarrolla la acción de inconstitucionalidad y en el
presente. Esto no lo podemos tolerar, ni aceptar y por eso hemos
acudido al Tribunal Constitucional. Es más, queremos dejar
expresamente señalado que no nos oponemos a la negociación,
aprobación y ratificación de ningún Tratado de Libre Comercio a ser
firmado con Estados Unidos de América o con cualquier otro Estado,
siempre y cuando sean para beneficio de las grandes mayorías y no
existan evidentes y claras violaciones a nuestro ordenamiento
constitucional, ni a convenios o pactos internacionales de Derechos
Humanos que tienen primacía constitucional según el artículo 46 de
nuestra Constitución. Los criterios que hemos expresado en nuestro
memorial inicial de acción de inconstitucionalidad desarrollan análisis
jurídicos y no, como lo afirma la otra parte, “que son criterios
eminentemente políticos”. Conocemos la doctrina constitucional citada
por la otra parte y por esa razón hemos tenido el cuidado de apartarnos
de argumentos políticos y ceñirnos a argumentos jurídicos. Asimismo,
hemos citado doctrina contenida en las Directrices de Maastricht y la
Doctrina de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas
para los Derechos Humanos únicamente para que pueda servir a la
Honorable Corte de Constitucionalidad para comprender nuestro
planteamiento y enriquecer las tesis que sustentamos. Sabemos que no
son vinculantes. Sin embargo, debemos insistir en lo siguiente: las
Directrices de Maastricht son muy útiles para que la Honorable Corte de
Constitucionalidad pueda desarrollar una doctrina de respeto a los
derechos económicos, sociales y culturales. Son además muy
importantes para comprender conceptualmente las violaciones al Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC).
Además de ratificar dichas directrices contenidas en nuestro memorial
inicial, debemos insistir en dos de los principios que desarrolla: A) “Las
acciones directas de los Estados o de otras entidades no reguladas
adecuadamente por el Estado pueden resultar en violaciones a los
derechos económicos, sociales y culturales. A continuación se
mencionan algunos ejemplos de dichas violaciones: … d) La aprobación
de cualquier legislación o política que sea claramente incompatible con
las obligaciones legales preexistentes relativas a estos derechos, salvo
cuando esto se hace con el propósito y efecto de aumentar la igualdad
y mejorar la realización de los derechos económicos, sociales y culturales
de los grupos más vulnerables.” B) “Las violaciones a los derechos
económicos, sociales y culturales también pueden resultar de la omisión
o incumplimiento del Estado en relación a la adopción de las medidas
necesarias derivadas de sus obligaciones legales. A continuación se
mencionan algunos ejemplos de dichas violaciones: j) Cuando el
Estado, al celebrar convenios bilaterales o multilaterales con otro Estado y
con organizaciones internacionales o empresas multinacionales, no
tenga en cuenta sus obligaciones legales internacionales en la esfera de
los derechos económicos, sociales y culturales.” Consideramos que
hemos sostenido y probado la siguiente tesis: El TLC aprobado y
ratificado por el Estado de Guatemala no tomó en cuenta sus
obligaciones legales internacionales en la esfera de los derechos
económicos, sociales y culturales contenidas en el PIDESC, lo cual
constituye una violación mediante un acto de omisión según las
directrices citadas. Por otro lado, de conformidad con la Publicación de
la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos (cuyo contenido sabemos que no es vinculante, pero
que orienta a los Estados que pretenden aprobar y ratificar un Tratado de
Libre Comercio), el Estado de Guatemala debió haber incorporado
cláusulas generales de excepción para proteger los derechos humanos
de las poblaciones más vulnerables. En la evacuación de la audiencia
que por quince días comunes diera la Honorable Corte de
Constitucionalidad, el Ministro de Relaciones Exteriores cita como
ejemplo de normas de excepción proyectos de leyes denominadas
“leyes compensatorias” (será que tienen dicho nombre porque
“compensan” el daño que les causará el TLC?) y considera que dichos
proyectos de ley serán, en el futuro, cuando sean aprobadas, una
especie de cláusula general de excepción. Sin embargo, dicho
argumento es débil y no resuelve la extrema necesidad en la que se
encontrarán las poblaciones más vulnerables, frente a los efectos nocivos
del TLC.

1. Al evacuar la audiencia por quince días, la otra parte expresa que


nuestra argumentación acerca de los efectos negativos que producirá el
TLC sobre la población, se basa en suposiciones y que más parece una
argumentación de carácter ideológico. Honorable Corte de
Constitucionalidad: estamos en total desacuerdo con dicha
aseveración. Dividiremos en sub párrafos este punto, para expresar con
mayor claridad nuestros argumentos.

a. Como la Honorable Corte de Constitucionalidad sabe, hemos


presentado desde el 14 de marzo del presente año, el informe del Relator
Especial sobre el Derecho a la Alimentación de la Organización de
Naciones Unidas, Sr. Jean Ziegler, sobre su misión oficial a Guatemala los
días 26 de enero al 4 de febrero de 2005, el cual contiene importantes
consideraciones en torno al Tratado de Libre Comercio República
Dominicana-Centroamérica-Estados Unidos de América. Si bien todo el
informe en su conjunto es muy importante para esta materia, nos
permitimos copiar textualmente los siguientes párrafos: a) “…En el
contexto de la creciente liberalización del comercio, el Relator Especial
teme que el Tratado de Libre Comercio de Centroamérica (CAFTA) haga
que aumenten el nivel de pobreza y la incidencia del hambre entre los
más vulnerables.” (página 2 tercer párrafo última frase del informe
citado, subrayados propios); b) “55. El modelo de agricultura orientada
a la exportación ha constituido por largo tiempo un obstáculo a la
realización del derecho a una alimentación adecuada. Guatemala es
un ejemplo claro de la manera en que la modernización agrícola ha
promovido el hambre y la pobreza, ya que se ha expulsado a los
campesinos de sus tierras para dejar espacio a las plantaciones en gran
escala. Hoy en día, la liberalización tiene efectos devastadores para los
campesinos que aún siguen en sus tierras y la competencia de las
importaciones baratas arrasa con la producción de alimentos básicos.
Desde 1990, la producción de granos básicos se ha reducido en todo el
país mientras que en el mismo período las importaciones de productos
básicos ha aumentado en un 170%. Actualmente, sólo un 20% de los
alimentos se producen en el país. Mientras los poderosos de Guatemala
pueden beneficiarse de las exportaciones y la liberalización del
comercio, para los pobres es cada vez más difícil subsistir, sobre todo
cuando faltan otras fuentes de trabajo. El Relator Especial considera que
lo más probable es que la concertación de otros tratados de libre
comercio como el Tratado de Libre Comercio de Centroamérica
exacerbe la pérdida de medios de vida y aumente la inseguridad
alimentaria de las comunidades indígenas y campesinas. Según un
estudio de las posibles repercusiones futuras de dicho acuerdo, aunque
es posible que éstas sean favorables para las zonas urbanas, es probable
que sean adversas para los hogares del medio rural. Mientras se prevé un
período de transición para el arroz y los frijoles (15 a 18 años), preocupa
que el maíz amarillo pueda desplazar la producción de maíz blanco.”
(páginas 24 y 25 del citado informe numeral 55. subrayados propios); c)
En las recomendaciones al Estado de Guatemala dice: “… l) Es preciso
velar por que las obligaciones emergentes del Tratado de Libre Comercio
de Centroamérica estén en armonía con las obligaciones de Guatemala
en materia de derechos humanos. Debería realizarse un estudio
exhaustivo de las posibles repercusiones del Tratado de Libre Comercio
de Centroamérica, y deberían establecerse redes de protección antes
de aplicar las medidas, a fin de proteger la producción nacional de
productos básicos (en particular el maíz y los frijoles) y el derecho a la
alimentación de las comunidades rurales que probablemente vayan a
resultar perjudicadas ya que, de lo contrario, el libre comercio hará
aumentar el fenómeno del hambre.” (página 27 del citado informe
recomendación l), subrayados propios). Consideramos que el informe
citado con anterioridad es muy importante, ya que demuestra
categóricamente los efectos negativos que traerá el TLC, efectos que la
otra parte no quiere ver. Estas conclusiones no provienen de “grupos de
izquierda”, ni son conceptos “de los años 50” (como lo señala el señor
Ministro de Economía), ni representan un “pensamiento ideológico”;
proviene ni más ni menos que de una persona versada sobre estos temas,
de muy alto nivel dentro de la Organización de las Naciones Unidas, que
integra un mecanismos de protección de derechos humanos (relatorías
temáticas) del más alto organismo internacional mundial como lo es la
ONU; se trata de una opinión totalmente autorizada que además ha
presentado varias recomendaciones al Estado de Guatemala que en
base al principio “pacta sunt servanda” tiene que cumplir de buena fe y
tiene obligación de tomar en cuenta en lo que respecta al TLC. (obra en
el expediente respectivo el Informe completo del SR. Jean Ziegler).

b. Por otro lado Honorable Corte de Constitucionalidad,


acompañamos en la misma fecha, copia del Acuerdo 16-2005 del
Congreso de la República de Guatemala, que fija un plazo para la
aprobación de iniciativas de ley destinadas a amortiguar los efectos del
Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica
y Estados Unidos de América, ya que éste constituye una aceptación
expresa de que el CAFTA afectará a determinados sectores de la
sociedad. En efecto, en su segundo considerando dice: “Que dentro
del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos de América, DR-
CAFTA, se plantean beneficios y ventajas económicas para entes
organizados del sector privado productivo de manera colateral para la
población que pueda estar involucrada, pero asimismo se vislumbran
riesgos y desventajas para sectores de la población que carecen de
capacidad, de eficiencia y competitividad.” (subrayados propios).
Posteriormente en el tercer considerando también se refiere a la
necesidad de “crear los normativos jurídicos que permitan amortiguar los
efectos del Tratado de Libre Comercio DR-CAFTA…” “…para evitar los
efectos negativos que conllevaría la implementación del DR-CAFTA”.
Consideramos que no sólo serán efectos negativos, sino gravísimos para
la población rural, para campesinos y pueblos indígenas de Guatemala y
que además adolecen, como ya lo hicimos ver en nuestro memorial
inicial, de graves inconstitucionalidades. Consideramos que este
acuerdo del Congreso de la República da más fundamento a la
Honorable Corte de Constitucionalidad para concluir que el TLC sí
causará gravísimos efectos sobre determinados sectores dela población;
el Congreso de la República en el punto primero del citado acuerdo
estableció lo siguiente: “Fijar como plazo perentorio antes que entre en
vigencia el Tratado de Libre Comercio, la aprobación de las siguientes
iniciativas de ley que permitirán crear los marcos legales
compensadores…” Según el Diccionario de la Real Academia Española
“perentorio” “se dice del último plazo que se concede o de la resolución
final que se toma en cualquier asunto”; significa también “concluyente,
decisivo, determinante, urgente, apremiante”. Quiere decir que se
acepta tácitamente que el TLC sí causará daños a la población y que
para “amortiguar” estos efectos hay que aprobar “leyes
compensatorias”. El señor Ministro de Relaciones Exteriores hace
mención a una serie de leyes que deberán ser aprobadas y argumenta
ampliamente en el sentido de que dichas leyes al ser aprobadas,
reducirán los efectos negativos del TLC; tanto el señor Ministro de
Relaciones Exteriores como el señor Ministro de Economía aceptan
tácitamente que se causarán efectos negativos, al mencionar la
necesidad de aprobar dichas leyes. No está demás hacer notar que
durante las últimas semanas, el Organismo Ejecutivo en lugar de analizar
el contenido de las leyes que el Congreso enumeró en el acuerdo
citado, ha estado analizando y discutiendo acerca de la necesidad de
aceptar nuevas imposiciones de Estados Unidos de América que
supuestamente fueron negociadas “en forma verbal” por la delegación
del Gobierno de Guatemala en su oportunidad. (obra en el expediente
copia del Acuerdo del Congreso de la República número 16-2005)

c. Además, acompañamos a este memorial copia de punto 4 del


Informe de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD) del año 2005 de reciente publicación (hace
aproximadamente un mes y medio), punto que se refiere a “El Tratado de
Libre Comercio y el Desarrollo Humano” que también hace
consideraciones muy importantes acerca de los efectos negativos del
TLC. Me permito citar únicamente el siguiente párrafo: “Sin embargo, la
experiencia del desarrollo mundial ha sido una mayor diferenciación y
ampliación de la brecha entre los países desarrollados y
subdesarrollados, ya que en lo económico, la globalización ha sido un
fenómeno concentrador a escala mundial y, por consiguiente,
excluyente y fuente de desigualdad económica. La convergencia en el
desarrollo ha sido la excepción en muy pocos países, como es el caso del
sudeste asiático. Por otro lado, los acuerdos de libre comercio, más allá
de sus intenciones, se dan a partir de la heterogeneidad productiva,
grandes diferencias en la investigación y desarrollo tecnológico, canales
de comercialización, organización de los mercados, entre otras cosas.
Las agendas que han acompañado los tratados de libre comercio han
sido incompletas. Los temas centrales han sido la reducción de los
aranceles, la libre movilidad de los capitales, la protección jurídica a la
propiedad intelectual y a la inversión. Otros temas económicos, de igual
importancia, han estado ausentes: la movilidad internacional de la
mano de obra, los acuerdos internacionales para garantizar una
adecuada tributación sobre el capital, incluidos aquellos contra la
evasión tributaria, la movilización de recursos financieros para compensar
a los países que tienden a quedarse rezagados en la dinámica global, el
establecimiento de normas antimonopólicas a escala mundial y de un
código de conducta para las grandes empresas multinacionales. El
tratado de libre comercio negociado entre Centroamérica y los Estados
Unidos –TLC- no ha sido la excepción.” (subrayado nuestro. Informe de
Desarrollo Humano, 2005, Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo, PNUD página139 y 140). Acompañamos fotocopia de esta
parte de dicho informe. Al respecto debemos reiterar que no se trata de
una opinión de un Partido Político, ni son criterios “ideológicos” o
“conceptos trasnochados de los años 50”. El texto anterior es parte de un
informe de las Naciones Unidas, avalado por las Naciones Unidas,
específicamente del organismo especializado para promover el
desarrollo en el mundo como lo es el PNUD. Creemos que por su
seriedad, debe ser analizado en su totalidad por la Honorable Corte de
Constitucionalidad, ya que con su presentación al expediente de acción
de inconstitucionalidad, estamos comprobando que nuestra acción gira
en torno a algo muy serio, que traerá efectos nefastos para la población
si no se hacen las modificaciones correspondientes al texto del TLC.

d. Citamos además en nuestro memorial inicial que contiene la


acción de inconstitucionalidad (página 5 al final) que en los Estados
Unidos de América, con la aprobación del TLCAN, el Congreso de dicho
país también aprobó una ley especial que crea un programa de
beneficios para quienes puedan certificar haber perdido sus trabajos,
debido al TLCAN. Según David Ranney, “TLCAN a diez años: una
evaluación en EEUU”, hasta el 30 de julio del 2002, el número de casos
registrados de desempleo era de 413,123. Debido al TLCAN, existe
además otro programa de ajuste comercial más amplio mediante el cual
los desempleados pueden solicitar apoyo. Nos permitimos volver a citar
este dato tan importante en nuestro alegato final, ya que como la
Honorable Corte de Constitucionalidad comprenderá, el número de
desempleados en Guatemala y Centro América debido al TLC se espera
que sea mayor. Estas no son especulaciones. Sucedió en EEUU con el
TLCAN y los Estados Unidos de América saben que sucederá con el TLC
en Centroamérica. Probablemente esa es una de las razones por las
cuales han endurecido su política en contra de migrantes y han
construido el muro de la vergüenza. El flujo migratorio aumentará al
aumentar el desempleo en Guatemala y el resto de países de
Centroamérica. Precisamente por esa razón también, el artículo 11.1
(Ámbito de aplicación) punto 5 del TLC expresa que dicho capítulo del
TLC, “no impone a una Parte ninguna obligación respecto a un nacional
de otra Parte que pretenda ingresar a su mercado de trabajo o que
tenga empleo permanente en su territorio, ni de conferir ningún derecho
a ese nacional, respecto a dicho acceso o empleo.” Si bien el Ministro
de Relaciones Exteriores ha expresado que los interponentes de la acción
de inconstitucionalidad hemos interpretado errónea y antojadizamente
este artículo, podemos reafirmar que éste es quizá uno de los pocos
artículos que tienen una redacción clara en el texto del TLC: los
trabajadores migratorios y su protección queda excluida del TLC.

e. Por último, tenemos conocimiento que el Procurador de los


Derechos Humanos se presentó ante la Honorable Corte de
Constitucionalidad el día de ayer 9 de mayo en memorial de fecha 17 de
abril de 2006, con el objeto de que se admita su intervención “dentro de
la presente acción de inconstitucionalidad con el objeto de proteger los
derechos constitucionales que me han sido encomendados”. En el
fundamento de derecho de su memorial, el Procurador de los Derechos
Humanos considera lo siguiente: “En el presente caso, es necesario
realizar los actos para preservar y defender los derechos de los
ciudadanos guatemaltecos y con base en ello, solicito que se me
confiera intervención dentro de la presente acción de
inconstitucionalidad para que se permita presentar argumentos a efecto
de cumplir con mis funciones constitucionales de defensa de los intereses
difusos de la población.” Es importante citar esta petición del Procurador
de los Derechos Humanos, ya que expresa su preocupación por la
defensa de los derechos humanos de las personas.

2. Con respecto a la consulta a la población, previo a la aprobación


y ratificación del TLC según el artículo 173 de la Constitución Política de la
República de Guatemala y la consulta a los pueblos indígenas según el
Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre
Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes (artículo 6), el señor
Ministro de Economía y el señor Ministro de Relaciones Exteriores,
argumentan que no era necesaria ya que “la función de sometimiento a
procedimiento consultivo es puramente discrecional de los órganos
facultados para el efecto (Presidente de la República o Congreso)
quedando a elección de ellos determinar qué acontecimientos son
meritorios de ser sometidos a consideración popular. Tal criterio de los
diputados constituyentes fue motivado precisamente para evitar que el
procedimiento consultivo se constituyese en un mecanismo de
entorpecimiento de qué hacer público.” Por otro lado, el Ministro de
Economía afirma que sí hubo un procedimiento de consulta, habiendo
participado incluso algunos de los interponentes, sin citar nombres y
fechas. Sobre este último aspecto, nos permitimos expresar
categóricamente a la Honorable Corte de Constitucionalidad que dicha
afirmación no está apegada a la realidad, ya que en todo momento
hemos expresado nuestra oposición a la aprobación de un TLC que viola
la Constitución. Si en algún momento participamos en uno de los pocos
espacios de discusión que hubo, fue para manifestar nuestra oposición a
un TLC que viola diferentes artículos de nuestra Constitución. Reiteramos
que el supuesto proceso de consulta no fue amplio, ni representativo.
Como prueba de ello nos permitimos acompañar el artículo del Diario
Prensa Libre de fecha 18 de abril d 2005 que publica los resultados de
una encuesta llevada a cabo por dicho diario, acerca de la necesidad
de la consulta a la población sobre el TLC y otros aspectos relacionados.
Un 86% considera que el TLC debería consultarse a la población. Los
resultados de la encuesta son muy importantes y la Honorable Corte de
Constitucionalidad al analizarlos podrá darse cuenta de dos aspectos: a)
El TLC no fue consultado, ni difundido ampliamente; b) La población
encuestada consideraba que era deber del Estado llevar a cabo un
proceso formal de consulta y para el efecto, el Congreso de la República
o el Presidente de la República debieron haber realizado la
convocatoria. Si bien argumentan las autoridades del Estado de
Guatemala al evacuar la audiencia por quince días, que la calificación
de trascendencia queda a cargo de los poderes públicos instituidos para
el efecto (Congreso o Presidente de la República), consideramos que
cuando se puede deducir de los hechos que el criterio del Congreso de
la República o del Presidente de la República no son correctos (como no
lo son en este caso) es obligación de la Corte de Constitucionalidad
enmendar estos actos de omisión violatorios de la Constitución,
decretando con lugar la acción de inconstitucionalidad planteada. Mas
aún, la actividad principal de este Tribunal es la defensa de la
Constitución. Con este fundamento, consideramos que aún cuando no
se hubiese planteado la acción de inconstitucionalidad, sería
procedente poner en funcionamiento la actividad de la justicia
constitucional a fin de asegurar el régimen de derecho. Este fue el
criterio establecido en la sentencia del 24 de marzo de 1992 de la Corte
de Constitucionalidad. Dice así: “Esta Corte ha declarado que
conforme al artículo 267 de la Constitución, el control de
constitucionalidad no se limita a la ley estrictu sensu, como producto de
la potestad legislativa del Congreso de la República, sino que también
comprende las disposiciones de carácter general que dicte el Organismo
Ejecutivo, así como las demás reglas que emitan las instituciones públicas,
lo que trae aparejada, como consecuencia, la invalidez de las normas y
disposiciones emitidas por el Poder Público que contraríen lo dispuesto en
la ley fundamental. Para hacer efectiva esta garantía, la Constitución,
en el artículo 268 otorga a esta Corte la función esencial de la defensa
del orden constitucional.” Al respecto, la Corte de Constitucionalidad
también ha establecido lo siguiente: “Cuando los actos del Poder
Público se realizan fuera de la competencia prevista en la Constitución,
es procedente poner en funcionamiento la actividad de la justicia
constitucional, a fin de asegurar el régimen de derecho. El artículo 272
inciso i) de la Constitución asigna a esta Corte la función de “actuar,
opinar, dictaminar o conocer de aquellos asuntos de su competencia
establecidos en la Constitución” y la actividad principal de este Tribunal
es la defensa de la Constitución.” (párrafo citado en la Resolución de la
Corte de Constitucionalidad del 25 de mayo de 1993). El Tratado de
Libre Comercio sí debió de haber sido sometido a consulta popular, de
conformidad con el artículo 173. Con respecto al concepto de “especial
trascendencia”, el Diccionario de la Real Academia define la palabra
trascendencia como: “Resultado, consecuencia de índole grave o muy
importante.”; la palabra “especial” la define el Diccionario de la Real
Academia Española como: “Singular o particular; que se diferencia de lo
común o general”. Efectivamente, el TLC no es un tratado común o
general. Por el contrario, tiene muchas características especiales, que
incluso sostenemos que muchas de dichas características son
inconstitucionales. Por otro lado, la trascendencia del TLC radica en las
consecuencias de índole grave o muy importantes que producirán su
implementación. Al respecto hemos abundado en argumentos en
nuestro primer memorial de interposición y en este alegato final. Consta
también en el artículo de Prensa Libre que acompañamos al presente
memorial. Si ni el Congreso de la República, ni el Presidente de la
República consideraron que dicho tratado era de “especial
trascendencia” en el momento de aprobar y ratificar el TLC
respectivamente, quizá se debió a su desconocimiento del contenido, a
una valoración incorrecta o a cualquier otra razón. En este caso, lejos de
importar la razón o causa que provocó ese mal juicio, lo importante y
fundamental es que la Corte de Constitucional enmiende dicho juicio,
declarando inconstitucional el TLC. Prueba de la especial trascendencia
también lo es que en este caso muchas personas, periodistas,
profesionales, etc. se han expresado. La presentación del memorial
inicial estuvo acompañada por una marcha de más de dos mil personas
y son más de treinta organizaciones sociales, sindicales y campesinas las
que han interpuesto la acción de inconstitucionalidad. Por último, la
preocupación del Procurador de los Derechos Humanos se ha hecho
manifiesta al solicitar el día de ayer 9 de mayo que se admita su
intervención dentro de la presente acción de inconstitucionalidad. Todo
esto refleja objetivamente que la aprobación y ratificación e
implementación del TLC es de especial trascendencia para el país y por
lo tanto debió de haberse sometido a consulta popular. Además, la
información y los datos de nuestro memorial inicial abunda en
información que comprueba la especial trascendencia de este caso.
Por otro lado, igual gravedad reviste el hecho de que no se haya
consultado a los Pueblos Indígenas. En este caso, la violación al
Convenio 169 provoca automáticamente la violación al artículo 46 de la
Constitución Política de la República de Guatemala que establece la
preeminencia de los Convenios y Tratados en Derechos Humanos que
han sido ratificados por el Estado de Guatemala. El Convenio 169 es uno
de estos tratados o convenios de derechos humanos, y por lo tanto
tienen preeminencia sobre el TLC y legislación interna.

3. La otra parte considera al evacuar la audiencia por quince días


que el TLC no viola el artículo 150 de la Integración Centroamericana. Al
respecto, los interponentes expresamos nuestro total desacuerdo. En
nuestro memorial inicial de interposición de la acción de
inconstitucionalidad mencionamos el hecho confuso y anómalo de que
el TLC aparentaba ser un tratado multilateral, pero que en realidad era
bilateral entre cada país de Centroamérica y República Dominicana con
Estados Unidos de América. El señor Ministro Marcio Cuevas afirma
también lo siguiente: “El Tratado de Libre Comercio es un Tratado
bilateral entre Guatemala y Estados Unidos de América y en tal forma se
aplica en cada país Centroamericano, toda vez que el efecto
multilateral no puede darse habida cuenta que Centroamérica no
cuenta con una autoridad supranacional que pudiera haber negociado
un Tratado en forma de un bloque unilateral, son cinco países
independientes y con su propia soberanía, por lo que cada país
individualmente considerados negociaron un Tratado en conjunto con
otro país que en este caso fue Estados Unidos de América.” Partiendo de
este punto, el Sistema de Integración Centroamericana se mantiene
incólume, en ese orden los argumentos que hacen los interponentes en
este apartado son meras especulaciones o interpretaciones personales,
no constituye un punto de derecho que vulnere el artículo 150 de nuestra
Constitución Política de la República.” (Página 36 punto 4 de su
memorial). Siendo un tratado bilateral, que menciona en su título a
“Centroamérica” únicamente como una referencia geográfica, existe
aún mayor fundamento para objetar que el artículo 1.3.2 del TLC
pretenda regular aspectos de la integración centroamericana. Como ya
fue expresado en nuestro memorial inicial, si bien en dicho artículo no se
limita que los Estados puedan perfeccionar los instrumentos de la
integración, si se limita sus facultades en toda aquella materia que sea
inconsistente con el TLC; de esta forma no sólo se viola el artículo 150
Constitucional, sino que también el artículo 35 del Protocolo de
Tegucigalpa que tiene preeminencia sobre el TLC.

4. Con respecto al principio “in dubio pro legislatoris” que cita la otra
parte, en este caso no puede aplicarse ya que sí existen bases suficiente
para declarar la inconstitucionalidad total del Decreto Legislativo 31-2005
del Congreso de la República que contiene la aprobación del tratado
por el Congreso de la República; del Instrumento de Ratificación del
Tratado de Libre Comercio República Dominicana-Centroamérica-
Estados Unidos de América de fecha ocho de agosto del año dos mil
cinco publicado en el Diario Oficial de fecha 22 de diciembre de 2005; y
del Tratado de Libre Comercio República Dominicana-Centroamérica-
Estados Unidos de América publicado en el Diario Oficial el 22 de
diciembre de 2005. Todos estos argumentos constan en el escrito de
interposición de la acción de inconstitucionalidad y en el presente
memorial, así como en los documentos que hemos acompañado y
analizado. De aplicar el principio “in dubio pro legislatoris” se estaría
violando seriamente la Constitución. La Corte ha reiterado en varias
ocasiones que la actividad principal de este Tribunal es la defensa de la
Constitución y darle el beneficio de la duda a los legisladores en este
caso, cuando abundan las pruebas y argumentos que demuestran las
reiteradas violaciones a la Constitución, sería apartarse de su mandato
principal.
5. En lo que respecta a los vicios de procedimiento, la falta del
referendo consultivo previsto en el artículo 173 de la Constitución en un
caso tan grave como el del TLC, que lo hace absolutamente
indispensable, es vicio de inconstitucionalidad en el procedimiento de
adopción de ese TLC. Por tal razón, el Decreto Legislativo 31-2005 y el
Instrumento de Ratificación por medio del cual el Presidente de la
República ratifica dicho tratado son nulos ipso-jure. Además, en el
procedimiento para aprobar el TLC los organismos del Estado
guatemalteco debieron observar lo dispuesto en el artículo 46 de la
Constitución Política sobre la preeminencia del Derecho Internacional de
los Derechos Humanos ratificados por el Estado de Guatemala y por lo
tanto, debieron analizar entre otros, si el texto del TLC afectaba uno de
los tantos convenios y pactos de Derechos Humanos ratificados por el
Estado de Guatemala, tal y como lo es el Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC). Sostenemos que el
TLC sí afecta dicho pacto, así como otros convenios y pactos tales como
el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo y otros
convenios o pactos internacionales de Derechos Humanos ratificados por
el Estado de Guatemala. En el escrito de interposición de la acción de
inconstitucionalidad señalamos en forma detallada las violaciones del
TLC al PIDESC y en lo que respecta a la consulta a Pueblos Indígenas,
señalamos violaciones al Convenio 169 de la OIT ya mencionado. Por
último existen vicios de procedimiento en la aprobación por el Congreso
de la República y la ratificación por el Presidente, al haberse efectuado
desatendiendo la obligación constitucional de velar para que no se
menoscabe la soberanía del Estado consagrada en los artículos 140 y 141
de la Constitución en el momento de la aprobación y ratificación. En
otras palabras, la violación de la soberanía del Estado por el TLC conlleva
además que exista un vicio de inconstitucionalidad en el momento de la
aceptación y la ratificación del TLC en nuestro país.

6. Para finalizar, creemos conveniente y necesario caracterizar la


zona de libre comercio que se crea a través del TLC para identificar las
contradicciones que existen. En efecto, el artículo 1.1 del TLC afirma:
“Las Partes de este Tratado, de conformidad con lo dispuesto en el
Artículo XXIV del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y
Comercio de 1994 y el artículo V del Acuerdo General sobre el Comercio
de Servicios, establecen una zona de libre comercio.” Veamos en forma
muy resumida algunos aspectos o características de esta zona de libre
comercio que tal y como lo indicamos en nuestro memorial inicial, entran
en contradicción con el régimen constitucional:

a. Qué territorio abarca la zona de libre comercio (capítulo Dos


Definiciones Generales) Anexo 2.1 del TLC: para Guatemala incluye el
espacio terrestre, marítimo y aéreo bajo su soberanía; para Estados
Unidos de América excluye el espacio marítimo y aéreo; este es un trato
desigual y discriminatorio para nuestro país ya que beneficia a Estados
Unidos de América;

b. La zona de libre comercio deja afuera a trabajadores migratorios,


tal y como ya indicamos anteriormente. (artículo 11.1 (Ámbito de
aplicación) punto 5. Esto contradice la legislación laboral contenida en
la Constitución al desproteger a los trabajadores;

c. La zona de libre comercio (que como dijimos abarca todo el


territorio nacional e incluye el espacio terrestre, marítimo y aéreo)
restringe los derechos laborales de los trabajadores y trabajadoras. El
capítulo 16 (Laboral) artículo 16.1 (Declaración de Compromisos
compartidos) punto 2 y artículo 16.2 punto 2 y el artículo 16.3.1 , así como
el artículo 16.8 restringen o disminuyen los derechos reconocidos as favor
de los trabajadores en la Constitución;

d. La zona de libre comercio tal y como está concebida en el TLC


promoverá monopolios y privilegios. Afectará la economía nacional, la
producción en uno o más ramos industriales o de una misma actividad
comercial o agropecuaria. En lo que respecta al sector agropecuario
debemos recordar que la Honorable Corte de Constitucionalidad ha
estimado en varios fallos en relación al principio de igualdad lo siguiente:
“El principio de igualdad plasmado en el artículo 4 de la Constitución
Política de las República de Guatemala impone que situaciones iguales
sean tratadas normativamente de la mis a forma, pero que para que el
mismo rebase un significado puramente formal y sea realmente efectivo,
se impone también que situaciones distintas sean tratadas desigualmente
conforme sus diferencias.” Entendido el artículo 4 constitucional según
esta interpretación de la Honorable Corte de Constitucionalidad, el
tratamiento de iguales que da el capítulo citado del TLC en lo que
respecta al sector agrícola, entre desiguales, produce una violación a
dicho artículo y producirá enormes efectos negativos. Según dicho
artículo, las situaciones distintas que existen entre Guatemala y Estados
Unidos de América en el sector agrícola, debieron merecer un trato
desigual, conforme sus diferencias;

e. Mediante la creación de la zona de libre comercio en el TLC se


violan los artículos 93, 94 y 95 de la Constitución Política de Guatemala,
referentes al derecho a la salud, porque el artículo 9.14 del TLC acepta el
libre comercio como valor supremo, por encima incluso de la vida
humana, limita el acceso a medicinas baratas y otorga beneficios
desmedidos a los productos farmacéuticos; se prohibe el uso de
medicamentos genéricos;

f. La entrada en vigencia del Tratado para que la zona de libre


comercio inicie está sujeta a condiciones, las cuales únicamente
benefician a los Estados Unidos de América ya que permiten que dicho
país “decertifique” a Guatemala y demás países de Centroamérica, tal y
como fuera explicado anteriormente en el punto 4) de este memorial;
g. La zona de libre comercio creada en el TLC hará más grande la
brecha entre ricos y pobres, produciendo más hambruna tal y como lo
estableció el Sr. Jean Ziegler, Relator de la ONU para el Derecho a la
Alimentación. Así podríamos seguir enumerando una serie o lista de
características negativas de esta zona de libre comercio; sin embargo
creemos que esta enumeración nos da una idea de la magnitud del
problema y de las normas que viola en nuestra Constitución, argumentos
que reiteramos se encuentran más desarrollados en nuestro memorial de
interposición.

h. Finalizamos diciendo que la zona de libre comercio creada en el


TLC contradice los artículos 118 y 119 de nuestra Constitución, que
contemplan el régimen económico y social de nuestro Estado. Para
implementarla, hubiese sido necesario modificar primero la Constitución,
convirtiéndola en una Carta Magna de corte neoliberal.

FUNDAMENTO DE DERECHO:
El artículo 139 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
Constitucionalidad en su parte conducente dice: “... La vista será
pública si lo pidiere el interponente o el Ministerio Público. La sentencia
deberá pronunciarse dentro de los veinte días siguientes al de la vista.”

Por todo lo expuesto, ante la Honorable Corte de Constitucionalidad


respetuosamente.

PEDIMOS:

1. Que se incorpore a sus antecedentes el presente memorial y


documentos adjuntos;

2. Que al resolver se declare CON LUGAR la presente ACCION DE


INCONSTITUCIONALIDAD GENERAL TOTAL EN CONTRA DEL TRATADO DE
LIBRE COMERCIO REPUBLICA DOMINICANA-CENTROAMERICA-ESTADOS
UNIDOS DE AMERICA, DEL DECRETO 31-2005 DEL CONGRESO DE LA
REPUBLICA Y DEL INSTRUMENTO DE RATIFICACIÓN POR PARTE DEL
PRESIDENTE DE LA REPUBLICA DE FECHA 8 DE AGOSTO DE 2005.

3. Como consecuencia que las mismas quedan sin vigencia dejando


de surtir efecto desde el día siguiente al de la publicación del fallo en el
Diario Oficial.

CITA DE LEYES: Fundamentamos nuestra petición en el artículo citado y


en el artículo 4, 28 30, 152, 153, 154, 267, 269 y 272 inciso a) de la
Constitución Política de la República de Guatemala y 143, 145, 146 y 149
de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad.

Acompaño doce copias del presente memorial y documentos adjuntos.

Guatemala, 11 de mayo de 2006

Cortesía: FNL

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