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1. ¿Qué es un producto?

En el mundo de la economía y los negocios, un producto es el bien o


servicio obtenido al final de la cadena productiva, o sea, a partir de
la transformación de materias primas en bienes elaborados o en
servicios que prestar.

Todo a nuestro alrededor ha sido producido de una manera u otra,


natural o artificial, gracias a la intervención humana. Incluso si esto
último se limita a la recolección o la extracción. Y por ese motivo, hoy en
día, prácticamente todo es un producto, equiparable a un bien.

En el circuito comercial, los productos son elaborados, distribuidos y


finalmente consumidos por las personas naturales y personas
jurídicas que los necesiten, a cambio del pago de su precio en dinero o
crédito.

Para ello debe competir con los demás productos de otras empresas.


Por eso, la mercadotecnia o marketing se encarga de visibilizarlo,
considerándolo uno de sus “cuatro P” o aspectos fundamentales:
producto, plaza, precio y promoción.

Ahora bien, los productos como tal pueden ser objetos de muy diversa
naturaleza, tangibles o intangibles, desde bienes, servicios, ideas,
experiencias, eventos, derechos de propiedad o acciones en una
empresa, por citar apenas algunos ejemplos.

Tipos de Productos.- Clasificación General:


En primera instancia, todos los productos se dividen en tres grandes categorías
que dependen de las intenciones del comprador, el tipo de uso y su durabilidad y
tangibilidad. En ese sentido, se clasifican de la siguiente manera:

1. Productos de consumo: Están destinados al consumo personal en los


hogares [1].

2. Productos de negocios: La intención de los productos de negocios es la


reventa, su uso en la elaboración de otros productos o la provisión de servicios
en una organización [1].

3. Productos según su duración y tangibilidad: Este tipo de productos está


clasificado según la cantidad de usos que se le da al producto, el tiempo que
dura y si se trata de un bien tangible o un servicio intangible.

Otros Tipos de Productos:
Según Laura Fischer y Jorge Espejo, otras clasificaciones de productos
trascendentes en la formulación de estrategias [4], son las siguientes:

 Productos de consumo popular: Son productos fabricados y destinados a


consumidores finales sin la necesidad de un proceso industrial adicional. Se
encuentran en lugares accesibles al público en general y se compran regularmente
para satisfacer una necesidad; son productos destinados al mercado masivo [4].

 Productos gancho: Estos productos no reditúan una ganancia


considerable a la empresa, pero sirven para vender otros o para dar una imagen al
consumidor de que la empresa cuenta con todo lo necesario [4].

 Productos de impulso: Furgen como base para dar a conocer otros


productos de reciente creación y características similares; en ocasiones se hacen
modificaciones a su diseño antes de su decadencia [4].

 Productos de alta rotación: Son los que se producen en gran cantidad,


rápidamente y para una temporada corta (por ejemplo, esferas navideñas, trajes de
baño, tiendas de campaña, impermeables, etcétera) [4].

 Productos de media y baja rotación: éstos no tienen una producción


masiva. La producción es baja o intermedia de acuerdo con el pedido de cada una
de las empresas. Entre otros, pueden citarse mosaicos, materiales eléctricos,
estambres y tornillos [4].

 Productos de temporada: Son aquellos que se producen como respuesta


a la demanda en las diferentes épocas del año (por ejemplo, juguetes, útiles
escolares, etcétera) [4].

 Productos importados: Son productos elaborados en el extranjero, cuyo


precio a veces es muy alto [4].

Características de un producto
 Formulaciones e ingredientes. Aquellas sustancias y materiales a
partir de los cuales están hechos, y que normalmente deben verse reflejados
en el empaque, para que el consumidor pueda saber lo que consume. Esto
es particularmente cierto en el caso de los bienes de consumo, ya que en
otro tipo de bienes no resulta tan importante, como en los productos
siderúrgicos.

 Dimensiones y características físicas. Los productos poseen un


conjunto de características físicas (tamaño, densidad, espesor, etc.) que los
caracterizan, sobre todo aquellos producidos en serie, y que obedecen
normalmente a estandarizaciones como las normas ISO, por ejemplo.

 Componentes y funciones. Todos los productos sirven para algo, es


decir, satisfacen alguna necesidad, ya sea gracias a sus componentes
específicos (como en el caso de las medicinas y sus principios activos), o de
su formulación general.

 Empaquetado y presentación. Todo producto se ofrece en algún


tipo de empaquetado o envase, es decir, en un contenedor que lo protege
hasta su llegada al consumidor final. En algunos casos, dichos empaques o
envases pueden ser en sí mismos el producto.

 Finitud y escasez relativa. Todos productos son finitos, es decir,


requieren de un proceso continuo y constante de elaboración, sin el cual,
simplemente, se acabarían. Esto significa que son relativamente escasos,
aunque la necesidad que tengamos de ellos pueda ser, en general, infinita.

4. Ejemplos de producto
Virtualmente todo a nuestro alrededor es un producto: desde los
enlatados y la comida procesada que consumimos, los limpiadores y
detergentes que usamos para asear nuestros hogares y los fármacos
con que combatimos la enfermedad, hasta los utensilios con que
cocinamos y comemos, las herramientas y los muebles de nuestro
hogar.

Incluso los servicios básicos (electricidad, telefonía, Internet, agua


servida y recolección de basura) son productos que algún proveedor nos
suministra. Todo aquello por lo que pagamos es, de una forma u otra, un
producto.

Pasos del desarrollo de productos

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