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Diez claves para valorar una pintura

1. Autoría

¿Hemos logrado identificar al autor? Una obra de arte identificada como perteneciente a un
artista concreto se valora en relación a la producción y cotización de ese artista en particular.
Si no podemos identificar al pintor, la valoración que se le dará es la de la escuela a la que
pertenezca, que siempre es muy inferior a la individualizada. No se valora igual por ejemplo
un paisaje de Eliseo Meifrén que uno atribuido a la escuela catalana del siglo XIX, aunque
ambos pertenezcan a la misma época y movimiento.

2. Autenticidad

Basándonos en las características pinacológicas de la obra hemos identificado al artista, pero


¿estamos completamente seguros de su atribución? Aunque esté firmada, en ocasiones la
obra puede resultar falsa. Una de las principales garantías de autenticidad la tendremos al
comprar la obra en una sala de subastas de pintura que cuente con expertos en el artista o
movimiento, que pueda atribuir con total certeza la obra a su autor.

También podemos contar con un profesional externo que emita un dictamen sobre la autoría
de la obra, y nos emita un certificado de autenticidad. Siempre hay que tener en cuenta a
quién se solicita este dictamen, para que su opinión tenga peso en el mercado. Por ejemplo,
un óleo sin firma, certificado por un miembro de la sucesión de Pablo Picasso, vale
exactamente lo mismo que valdría si tuviera estampada la firma del genio.

3. Época en la trayectoria del pintor

Hay etapas dentro de la trayectoria de un artista que gozan de especial interés para el
coleccionista, ya que tienen una relevancia especial dentro de su producción, o bien son más
decorativistas y por tanto más del gusto del público, o simplemente hay menos ejemplos de
su producción en ese momento determinado y por tanto son más difíciles de obtener, y por
consiguiente, se pagan más caras. Un paisaje figurativo de primera época de Picasso no
alcanzará nunca el mismo precio que un paisaje cubista del mismo autor, ya que este
movimiento fue el que le consagró como genio de la pintura.
4. Temática

Por el mismo motivo que el punto anterior, que no es otro que el gusto de los coleccionistas,
hay temáticas mucho más populares que otras a la hora de decidirse por comprar una pintura
u otra, y por tanto, esto tiene una repercusión en la valoración económica de una obra. No se
valora de la misma manera un paisaje de un acantilado mallorquín que un retrato de la abuela
de Joaquim Mir, por ejemplo, aunque ambos pertenezcan al mismo artista e incluso puedan
estar realizados en el mismo año.

5. Técnicas y materiales

El criterio esencial en la cotización de un cuadro es considerarlo una obra única, por lo que
todas las técnicas artísticas que permitan la realización de obras en serie, como el grabado,
cotizarán muy por debajo del precio de una obra singular. Paralelamente, la técnica escogida
por el artista para producir la obra también influirá a la hora de fijar un precio: Un óleo
siempre se valorará por encima de una acuarela o pastel, que a su vez, al tener color, siempre
tendrán una estimación superior a otros dibujos monocromos, como los realizados al
carboncillo, lápiz plomo o la sanguina.

6. Soporte

Dependiendo del soporte donde se realice la obra, ésta resistirá mejor o peor el paso del
tiempo. Por tanto, un lienzo o tabla siempre tendrá más valor que un papel o cartón.

7. El dominio de la composición

La habilidad y eficacia plástica en la realización de una obra es un punto muy importante a


la hora de valorarla, y es el principal motivo por el que unos artistas se cotizan más que otros.
Por poner un ejemplo, la superioridad técnica de Joaquim Mir elaborando paisajes es una de
las causas por las que su obra se considere muy por encima de la mayoría de paisajistas
contemporáneos.
8. Estado de conservación

Aunque es evidente que una obra fechada en el siglo XVII no puede conservarse intacta e
inmune al paso del tiempo como si hubiera sido elaborada en el siglo XXI, su estado de
conservación puede variar muchísimo. Es importante que la obra no haya sufrido grandes
restauraciones, ya que en ocasiones un cuadro ha sufrido tantos repintes que ya poco o nada
queda del trabajo original del artista. Los barnices agresivos, roturas y otras agresiones
externas restan valor a una obra de arte.

9. El tamaño de la obra

No es un factor decisivo a la hora de valorar una obra de arte, pero sí tiene su importancia a
la hora de valorar una pintura. Las obras muy pequeñas o excesivamente grandes tienden,
salvo excepciones, a alcanzar precios comparativamente más bajos en la venta.

10. Demanda

Por último, el contexto internacional tiene la última palabra: el arte no deja de ser un mercado
económico más, por lo que la valoración de un artista siempre dependerá del momento
cultural y económico que se viva en el momento de su adquisición. La misma obra de arte
puede ver devaluado o aumentado su precio con el paso del tiempo, dependiendo de las crisis
financieras y sobre todo de la demanda: la atracción que un determinado artista despierte
sobre los coleccionistas de arte en cada momento.

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claves-para-valorar-una-pintura/

Aclaraciones sobre el contenido se debe tener en cuenta que esta valoración esta sujeta a la
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¿Cuándo y quiénes fundan Balclis? En 1979, Antonio Climent Benaiges, pionero en la importación de
antigüedades en el ámbito nacional, y Juan Baldrich deciden fundar una sala de subastas pionera. Como
curiosidad, el nombre Bal-cli-s proviene del neologismo surgido de la fusión de estos apellidos. Si quieres
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