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LOS HURACANES, EL CAMBIO CLIMÁTICO Y EL

CALENTAMIENTO GLOBAL
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El gobierno estadounidense dice que el calentamiento global no existe, pero la mayoría de los científicos
están convencidos de lo contrario. Varios investigadores han dicho que fue un factor importante en la serie
de huracanes y ciclones que devastó el Caribe, Centroamérica y Estados Unidos este año.

En una cumbre internacional sobre cambios climáticos realizada en Montreal (la primera desde la de Kioto
de 1997), los representantes estadounidenses siguieron negando los peligros e inclusive la existencia del
calentamiento global, a pesar de que un científico inglés dijo que es tan peligroso para el futuro de la
humanidad como las armas de destrucción masiva. Los observadores de la cumbre, a la que asistieron 190
países, no tenían esperanzas de que llegara a acuerdos internacionales para controlar las emisiones de los
gases de invernadero: el principal causante del rápido aumento de las temperaturas globales. Aunque las
metas de reducción de emisiones pactadas en Kioto son criminalmente inadecuadas (reducir en el año 2012
las emisiones al 5% por debajo del nivel de 1990), en realidad han aumentado; ni la Unión Europea, que
apoyó el acuerdo de Kioto, ha reducido las emisiones como prometió.

¿Cuál es la conexión entre el calentamiento global y las tormentas tropicales? ¿Cuáles son las causas del
calentamiento global? ¿En qué medida es el resultado de las actividades de los seres humanos? ¿Qué se puede
hacer para pararlo? ¿Qué tan peligroso es? ¿Por qué los gobiernos de Estados Unidos y las demás grandes
potencias no hacen nada serio para combatirlo, a pesar de que presagia un desastre para la humanidad?
Este artículo examinará esos interrogantes. Lo presentaremos en cinco entregas.

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La revista internacional científica Nature escribió hace poco que los posibles vínculos


entre la formación de los huracanes y el calentamiento global son un tema polémico en el
campo de la climatología. La división entre los partidarios y los escépticos se vio en enero,
cuando el meteorólogo estadounidense Chris Landsea renunció del Grupo
Intergubernamental sobre Cambios Climáticos (IPCC), una organización que trabaja con el
Programa Ambiental de la ONU. Landsea renunció como protesta contra las declaraciones
de un colega, Kevin Trenberth, quien dijo en una rueda de prensa que esos vínculos
existen.

El artículo de Nature dice: "El punto de vista de Trenberth cuenta con el apoyo del análisis
más reciente y sólido de la destructividad de los huracanes en los últimos 30 años,
realizado por el investigador Kerry Emanuel del Massachusetts Institute of Technology de
Cambridge, Massachusetts". Emanuel concluyó que "el calentamiento futuro podría llevar
a una tendencia ascendente del potencial de destrucción de los ciclones tropicales, y… a un
aumento sustancial de las pérdidas relacionadas con ellos en el siglo 21".

En un informe de 2001, mucho antes del huracán Katrina, el IPCC decía: "Hay evidencia
de que la frecuencia regional de los ciclones tropicales podría cambiar… Además, hay
evidencia de que la máxima intensidad podría aumentar de 5% a 10% y de que la
precipitación podría aumentar de 20% a 30%. Se necesita mucha más investigación en esta
esfera para obtener resultados más sólidos". En agosto de 2005, la temperatura del golfo
de México era de 2 a 3 grados centígrados más alta que lo normal en esa temporada. La
energía del agua cálida es el motor que impulsa los huracanes; Katrina absorbió tanta
energía del agua del Golfo que después la temperatura del mar bajó dramáticamente, en
algunas regiones de 30 a 26 grados C.
Julian Heming, experto en huracanes del Met Office de Exeter, Inglaterra, dice que habrá
que reunir datos de un período más largo para establecer un vínculo firme entre el
calentamiento global y la mayor fuerza de los huracanes: "Este informe confirma el punto
de vista generalizado de la comunidad científica de que, aunque es posible que el
calentamiento global no haya afectado la frecuencia de los ciclones tropicales ni la
proporción de ellos que llegan a ser huracanes, podría tener un impacto en la pequeña
proporción de ciclones tropicales que llegan a ser de categoría 4 ó 5". (Katrina fue uno de
ellos).

Aunque el vínculo entre el calentamiento global y los huracanes es un nuevo tema de


discusión polémica y se necesita más investigación, la mayoría de los científicos está de
acuerdo sobre ciertos aspectos del cambio climático y el calentamiento global que ya se han
establecido.

Cambios climáticos naturales

La atmósfera de la Tierra ha cambiado dramáticamente desde que se formó el planeta hace


4.5 mil millones de años. Los científicos se han dado cuenta de que el cambio climático no
es un fenómeno unidimensional que cambia de una vez para siempre. Grandes sucesos
geológicos han moldeado la atmósfera en que vivimos hoy. La corteza de la Tierra empezó
a solidificarse hace 4.0 mil millones de años. Hace unos 3.5 mil millones de años
empezaron a habitarla una diversidad de organismos, empezando con organismos
unicelulares primitivos, de los cuales evolucionaron los organismos multicelulares. Esos y
otros seres vivos han desempeñado un papel dinámico en los cambios de la atmósfera y de
la Tierra en sí.

Hace 2.5 mil millones de años ocurrió una revolución de oxígeno. Los organismos
unicelulares primitivos utilizan la luz solar para dividir las moléculas de agua
(fotosíntesis); así producen los nutrientes que necesitan y, como producto secundario, se
forma oxígeno. Esa producción de oxígeno cambió profundamente la atmósfera e hizo
posible la evolución de organismos aeróbicos (que respiran aire): otros tipos de
microorganismos, y luego plantas y animales, que utilizan el oxígeno para extraer energía
de los alimentos. No fue una adaptación fácil ni rápida. El proceso duró casi todos los 2 mil
millones de años que los organismos unicelulares dominaron la Tierra. Después, la
interacción entre las plantas (que absorben dióxido de carbono) y los animales (que
respiran oxígeno y exhalan dióxido de carbono) ha mantenido el equilibrio de estos dos
gases durante millones de años.

Otro suceso que cambió dramáticamente el clima global fue la deriva continental del
supercontinente Pangea. Hace unos 250 millones de años, Pangea, que era toda la tierra
del planeta, se dividió en dos continentes: Laurasia (el norte) y Gondwana (el sur). Estos se
separaron y con el tiempo se formaron los actuales continentes. India chocó con Eurasia
hace unos 10 millones de años, y así se formaron los montes Himalaya, la cordillera más
alta y más joven de la Tierra. Esas montañas cambiaron drásticamente el clima porque
capturan una gran cantidad de humedad e impiden que los vientos soplen de un continente
a otro.

Además, ciertas fuerzas externas han afectado enormemente la atmósfera. Hace unos 65
millones de años, un asteroide o cometa chocó en lo que hoy es el Caribe, cerca de Yucatán
(México), y creó un enorme cráter de forma de herradura. En unos pocos minutos el
impacto mató la mayoría de las plantas y animales de Norteamérica. Una nube de vapor
caliente y escombros bloqueó los rayos del Sol; eso llevó a cambios atmosféricos y produjo
la extinción de animales y plantas terrestres por todo el globo. Posiblemente fue uno de
una serie de accidentes que contribuyeron al enfriamiento global en esa época.

La Tierra ha alternado entre períodos relativamente fríos, cuando gran parte de los
hemisferios norte y sur están cubiertos de glaciares, y períodos relativamente cálidos,
cuando los glaciares se retiran hacia los polos. El actual período interglacial, llamado
Holoceno, empezó hace unos 10,000 años y es un ejemplo de las raras temperaturas
cálidas que ocurren entre los períodos de glaciación. En menos de 4,000 años la
temperatura global subió 6 grados C, el nivel del mar subió 120 metros, la cantidad de
carbono en la atmósfera aumentó un tercio y la cantidad de metano se duplicó. En
respuesta a esos cambios climáticos, los seres humanos empezaron a domesticar animales
y a sembrar. También aparecieron por primera vez la propiedad privada y la explotación, y
las sociedades se dividieron en clases con intereses opuestos. La humanidad pasó a ser un
instrumento de cambio climático sin igual en toda la historia del planeta. Más tarde, con el
ascenso del capitalismo y la expansión explosiva de la industria a comienzos del siglo 19,
los seres humanos empezaron a cambiar el ambiente más rápida y dramáticamente.

Segunda parte: Cambios climáticos provocados por el ser humano

Los gases del efecto invernadero son gases que absorben el calor del sol de la misma
manera que el vidrio en un invernadero. Permiten el paso de la radiación solar a la
atmósfera terrestre y absorben el calor que la Tierra refleja. Algunos de estos gases existen
en la naturaleza, como el vapor de agua, el gas metano (generado por la descomposición de
animales y plantas y gases animales) y el CO2. Este último es un producto de la
combustión de sustancias que contienen carbón: los árboles y los energéticos fósiles, tales
como carbón, petróleo y gas. El metano absorbe 20 veces más calor que el CO2; también se
produce en la agricultura, la minería y la industria. El incremento de estos gases en los
últimos 150 años fue de aproximadamente 25%. Además se incrementaron otros gases que
contribuyen al efecto invernadero en la atmósfera: los gases elaborados por el ser humano,
tales como los aerosoles. La tala de bosques y otros cambios de uso del suelo también han
perjudicado el proceso natural de los árboles y plantas de absorber el CO2 del aire.

Además de los estudios de la atmósfera de la Tierra, otros factores cosmológicos indican


que el aumento de la temperatura atmosférica está directamente relacionado con la
concentración de CO2. Por ejemplo, el planeta Marte es pequeño, por lo que su fuerza de
gravedad también lo es y no puede retener una atmósfera densa. La atmósfera de Marte es
cientos de veces menos densa que la de la Tierra. La pequeña cantidad de CO2 que tiene
Marte está congelada en el suelo y la temperatura promedio de la superficie es de
aproximadamente -50°C. Venus, que tiene casi la misma masa que la Tierra, tiene una
atmósfera mucho más densa, formada en un 96% de CO2. Este elevado porcentaje de CO2
genera un fuerte calentamiento global y la superficie de Venus presenta temperaturas de
+460°C.

La información de abajo se sacó de datos del IPCC que enumeran cuatro de los siete gases
que contribuyen al efecto invernadero y que aún se utilizan. La concentración de estos
químicos, asociados a la vida moderna, se ha incrementado considerablemente en la
atmósfera desde los tiempos preindustriales y muy marcadamente en las últimas décadas.

El diagrama de abajo muestra el aumento de la concentración de estos gases desde la revolución industrial.

Indicadores del efecto humano en la atmósfera de la época industrial


Leyenda para la gráfica:

Arriba izquierda: Concentración de bióxido de carbono


Abajo izquierda: Concentración de metano
Arriba derecha: Concentración de óxido nitroso
Abajo derecha: Aerosoles de sulfato depositados en la capa de hielo groenlandesa (emisiones de Estados Unidos y Europa)

Los gases del efecto invernadero no son el único factor de calentamiento global. Como se
dijo antes, la Tierra pasó por largos períodos de enfriamiento y calentamiento mucho antes
de que la humanidad produjera suficientes gases de invernadero como para ejercer un gran
efecto, y en los últimos 150 años se han producido ciclos de calor y frío. Se sigue
estudiando la relación entre los gases de invernadero y otros factores. Pero las
investigaciones han llevado a la mayoría de los científicos a la conclusión de que la energía
solar atrapada por el efecto invernadero está jugando el principal papel de incrementar
rápidamente la temperatura de laTierra como lo estamos viendo en la actualidad.

Tercera parte: ¿Qué tan peligroso es el calentamiento global?

Según informa el Grupo Intergubernamental sobre Cambios Climáticos (IPCC), el


calentamiento global está calentando y expandiendo el agua de los océanos, y está
haciendo derretir los glaciares y las enormes capas de hielo que cubren Groenlandia y
Antártida; como consecuencia el nivel promedio del mar está subiendo. En general, ha
subido de 4 a 14 cm en los últimos 100 años. El siguiente diagrama muestra los cambios
que se han medido en la costa de Holanda, Alemania y Polonia.

La mayoría de los científicos creen que los fenómenos actuales del clima (aumento de la
temperatura y del nivel del mar, grandes lluvias, inundaciones en unas partes y sequías e
incendios en otras) son un preludio de cambios abruptos del clima mundial. Los modelos
del IPCC predicen un aumento de 20 cm a 88 cm del nivel del mar a finales de este siglo.
En la primera mitad del siglo, el aumento de la temperatura tendrá consecuencias
relativamente menores porque se requiere mucha energía inicial para iniciar un aumento
significativo en el sistema océano-hielo-atmósfera del clima. Sin embargo, si las capas de
hielo se derriten completamente, su contribución sería: glaciares montañosos = 0.3
metros; capa de Hielo de Antártica Occidental = 8.5 metros; Groenlandia = 7 metros; capa
de Hielo de Antártica Oriental = 65 metros. En total, el nivel del mar subiría 80.8 metros, o
sea, a un punto al que no podría responder ninguna nación ni la humanidad.

El permafrost (tierra congelada permanentemente) de las regiones árticas es otro gigante


dormido con el potencial de causar repentinos cambios climáticos. Las más de dos mil
millones de hectáreas de permafrost del mundo son más sensibles a la temperatura que
ninguna otra zona. Por ejemplo, en Fairbanks, Alaska, donde las calles, los edificios y los
céspedes han trastornado el permafrost, gran parte ya se ha deshelado. Debajo, el suelo se
desploma, las casas se derrumban y los caminos requieren reparaciones constantes. En
Rusia las consecuencias son más dramáticas. Si el permafrost sigue derritiéndose, el
material orgánico congelado desde hace miles de años se deteriorá y producirá dióxido de
carbono o metano, que es un gas invernadero muy fuerte. Se calcula que hay 450 mil
millones de toneladas de carbono almacenado en el permafrost por todo el mundo, y
liberarlo podría desencadenar una reacción en cadena sin precedentes y un efecto dominó
en el calentamiento global.

Otro peligro igualmente importante e inminente del cambio climático afecta las corrientes
profundas del mar (la circulación termohalina). La corriente del Golfo lleva el agua tibia y
salada de la superficie del golfo de México al otro lado del Atlántico y al mar Nórdico. Se ha
calculado que en el Atlántico la corriente del Golfo lleva 27,000 veces más energía que
todas las centrales eléctricas de Gran Bretaña. Si las capas de hielo y los glaciares depositan
suficiente agua dulce al Atlántico, la corriente del Golfo se acabará debido al equilibrio de
la salinidad y la temperatura del agua del Golfo y del Atlántico del Norte. Una disminución
de la circulación en las profundidades causaría cambios climáticos repentinos en Inglaterra
y Europa Occidental: veranos cortos e inviernos largos y fríos, muy parecidos al clima de
Moscú, que no queda mucho más al norte que Manchester, Inglaterra (a pesar de que en
general el calentamiento global llevará a temperaturas más altas). Tales cambios afectarían
la agricultura y la vida diaria por todo el mundo.

Otro fenómeno muy peligroso que preocupa a los científicos son los maremotos de gas
hidratado. Los gases hidratados son gases (principalmente dióxido de carbono y, sobre
todo, metano) atrapados en una forma parecida al hielo debajo de los mares y lagos. Hay
10,000 gigatoneladas de gases hidratados almacenados debajo de la superficie terrestre, en
comparación con solo 180 gigatoneladas de dióxido de carbono en la atmósfera. Hay claras
pruebas de que la liberación violenta de gases hidratados ha causado grandes desplomes de
la plataforma continental y, como consecuencia, maremotos. Hace 8,000 años, un
maremoto de 15 metros de altura destruyó muchas aldeas de la costa de Escocia.

Cuarta parte: ¿Qué hacer al respecto?

La investigación científica, especialmente durante los últimos 30 a 40 años, ha demostrado


que el futuro de la Tierra está en peligro si los seres humanos continúan conduciéndose
como hasta ahora. A pesar de que la actividad humana de los últimos 150 años puede tener
resultados funestos, Mark Maslan (del Centro de Investigación del Cambio Ambiental,
Departamento de Geografía, University College de Londres) ha dicho que el calentamiento
global no es necesariamente el "fin del mundo".

El calentamiento global es un problema multidimensional que pone en peligro la existencia


de la civilización humana, pero hay soluciones multifacéticas que podrían ser efectivas si
contaran con la voluntad, creatividad y fuerza organizada de miles de millones de
personas. Es cierto que algunos elementos que contribuyen al calentamiento global, tales
como los gases invernadero que permanecen largo tiempo en la atmósfera, continuarán
teniendo efectos adversos sobre el medio ambiente, aunque se tomaran de inmediato
medidas para eliminar nuevas emisiones. Algunas emisiones han causado daños
irreversibles, por ejemplo, los glaciares antárticos y partes de la capa de hielo de
Groenlandia ya están perdidos, si no para siempre, al menos hasta la próxima edad de
hielo. La biodiversidad está gravemente amenazada. Pero asumir una actitud fatalista sería
tan malo como ignorar el problema y esperar el desastre.

Las soluciones técnicas y el desarrollo de medidas que beneficien al medio ambiente se


encuentran al alcance humano, tales como disminuir la cantidad de gases invernadero, y
especialmente reducir y terminar la emisión de bióxido de carbono completamente, tal
como se hizo con los gases fluorados utilizados en productos industriales y domésticos.
¿Por qué no se están dedicando grandes recursos a la investigación y desarrollo de energía
renovable limpia, tal como la energía hídrica, solar y eólica? Incluso un simple reajuste de
las plantas de energía a carbón, la peor fuente individual de gases invernadero, podría
cortar las emisiones de bióxido de carbono a la mitad inmediatamente.

Un problema es que lo que se puede hacer y lo que no se puede hacer depende del sistema
global imperialista basado en la ganancia. A causa de la competencia entre los distintos
capitalistas, la ley fundamental es expandirse o morir. Obtener ganancias instantáneas sin
importar cómo (sin importar el costo para los seres humanos y su entorno) es el modo
fundamental de operar del capitalismo. Los costos de resolver problemas versus la
necesidad de obtener ganancias inmediatas ponen obstáculos gigantescos a las soluciones
de largo plazo.

Ninguna compañía, y en último término ningún país capitalista, quiere destinar vastos
recursos a algo cuyo costo reduciría la rentabilidad general, con el objetivo de abordar un
problema que solo se está perfilando en el horizonte. Es cierto que los países, y en
particular los países imperialistas gobernados por un puñado de capitalistas monopolistas,
gastan gigantescas cantidades de dinero en empresas improductivas como el armamento y
la guerra, pero tienen que hacerlo debido a la competencia entre sí y a la esperanza de
ganar (o perder) ventajas competitivas con relación a otros grupos de capitalistas. Del
modo como Estados Unidos y países semejantes prefieren verlo, la inversión masiva para
lidiar con el calentamiento global perjudicaría sus economías con relación a la
competencia, es decir, los demás países imperialistas. Por eso los demás países
imperialistas no quieren tomar medidas a menos de que Estados Unidos lo haga y por eso
justifican su propia pasividad bajo el pretexto de la inacción estadounidense.

El diagrama del IPCC que se encuentra a continuación ilustra la correlación entre la


emisión de bióxido de carbono y la producción económica (el producto interno bruto, o
PIB) de Estados Unidos, de la anterior Unión Soviética (un país imperialista desde los años
50, mucho antes de que colapsara) y Japón.
Correlación del PIB y las emisiones de bióxido de carbono (CO2) de países selectos
Emisiones de CO2 (línea delgada) 
PIB (línea gruesa) 
Miles de millones de dólares EU de 1990
Estados Unidos
Anterior Unión Soviética
Japón
Crisis de petróleo

Por ende, Estados Unidos ha rechazado y saboteado (y en el mejor de los casos, la Unión
Europea le ha dado una aprobación tibia) el débil protocolo de Kioto, el cual pide reducir
apenas un 8% las emisiones de gases invernadero a su nivel de 1990 para 2012, y que hasta
ahora no ha sido implementado.

El que no se hayan tomado más medidas acerca del calentamiento global y el que algunos
gobiernos, como el de Bush, hayan negado el problema, tiene otra causa. Primero, el
capital se basa en estados nacionales, y segundo, el mundo está dividido entre los países
imperialistas y los países del tercer mundo a los cuales oprimen. Aceptar que esta situación
es eterna, es un obstáculo fundamental a la solución de un problema global.

Por ejemplo, Estados Unidos ha señalado que no se comprometerá a reducir las emisiones
de gases invernadero a menos que los países del tercer mundo lo hagan. Otros países
imperialistas se han escudado en la falta de voluntad de China, India y Brasil como
pretexto para su propia renuencia a tomar medidas más fuertes. Eso es hipocresía por dos
razones. La primera, obviamente, es que Estados Unidos lleva la batuta como mayor
contaminador del mundo, seguido del resto de los países imperialistas, especialmente en
vista de su responsabilidad por el desarrollo de la situación del mundo durante el último
siglo y medio. Pero la segunda razón, más sustantiva, es que el gigantesco traspaso de la
manufactura mundial a los países del tercer mundo (con China como el mayor y principal
ejemplo) no se debe a un desarrollo de las economías de esos países que pudiera beneficiar
al pueblo. En ningún lugar esto es más obvio que en China, donde se restauró el
capitalismo tras el golpe de estado reaccionario posterior a la muerte de Mao Tsetung, y
donde el llamado "desarrollo" la ha transformado en la mayor maquiladora de mano de
obra barata del mundo. Docenas de millones de proletarios chinos trabajan días de 12 e
incluso 16 horas, siete días a la semana, con salarios de subsistencia para fabricar
productos para los mercados japonés, norteamericano y europeo que rinden enormes
ganancias para los capitalistas de esos países. El capital financiero imperialista es el que
dicta el desarrollo acelerado, sin importar el bienestar del pueblo de China ni del mundo.
Eso ha contribuido en gran medida a traspasar la contaminación del oeste al este y del
norte al sur. El problema de la contaminación industrial en el tercer mundo no radica solo
en esos países; en un mayor grado radica en la red mundial de relaciones capitalistas que
hay que derrocar y arrancar de raíz para salvar al planeta.

Quinta parte: Conclusión: Un desafío histórico

Esto nos conduce al tercer aspecto de la situación: resolver esta clase de catástrofe en
potencia requerirá la experiencia, las ideas, la creatividad, los esfuerzos y en ocasiones los
sacrificios de miles de millones de seres humanos de todo el mundo. Tal cosa ni siquiera es
concebible bajo el actual sistema global político, económico y social.

Los gases invernadero no acompañan necesariamente al desarrollo. Muchos científicos y


activistas ambientales han explorado el concepto de desarrollo sustentable: una economía
que puede satisfacer las necesidades humanas sin destruir el planeta en que vivimos. Si se
dirigiera la sociedad, y con el tiempo toda la sociedad humana, conforme a los principios
del socialismo (y no los del capitalismo), ¿por qué no se podría crear una economía
planificada con el objetivo fundamental de la emancipación y el bienestar de la humanidad
y del medio ambiente? ¿Por qué tendría la humanidad que continuar el derroche y la
destrucción impuestos por el capitalismo? ¿Qué impediría que la sociedad destinara los
recursos necesarios para prevenir o al menos aminorar el impacto de las catástrofes
naturales?

Por la época en que el capitalismo ponía a la humanidad en el camino hacia el


calentamiento global que contemplamos hoy, Carlos Marx y Federico Engels escribieron en
elManifiesto Comunista:"Las relaciones burguesas de producción y de cambio, las
relaciones burguesas de propiedad, toda esta sociedad burguesa moderna, que ha hecho
surgir tan potentes medios de producción y de cambio, se asemeja al mago que ya no es
capaz de dominar las potencias infernales que ha desencadenado con sus conjuros".

La naturaleza puede traer catástrofes predecibles e impredecibles de todas las magnitudes


y a todos los niveles en el curso de la interacción humana con la naturaleza. Los desastres
golpean a las sociedades socialistas al igual que a las capitalistas. Algunos desastres se
deben a las fuerzas destructivas de la naturaleza; otros a las actividades humanas. Sin
embargo, la sociedad socialista puede aminorar o sobrellevar el impacto de los desastres de
un modo muchísimo mejor que el capitalismo. Es cierto que las sociedades socialistas del
futuro tendrán que abordar desafíos ambientales muy serios. Pero para reducir y combatir
las calamidades naturales, las decisiones conscientes tomadas colectivamente a nivel de
toda la sociedad, y tan pronto como sea posible a nivel global, darán soluciones mucho más
eficaces que las decisiones tomadas en las salas de juntas de las corporaciones y en el
puñado de burocracias estatales capitalistas. Los recientes huracanes Katrina y Rita que
devastaron los estados del golfo de México en Estados Unidos son un caso claro. El sistema
capitalista estadounidense, encabezado por la mayor burocracia estatal capitalista y con la
maquinaria de guerra más poderosa del mundo, no tomó las más elementales
precauciones, que podrían haber ahorrado mucho sufrimiento humano. Para colmo,
cuando las masas de pobres de Nueva Orleáns y otros lugares intentaron solucionar los
problemas de modo colectivo, las autoridades les echaron encima la policía y la Guardia
Nacional, y transformaron una catástrofe natural en un crimen de tremendas
proporciones. ¿Quién puede negar que un sistema social basado en las necesidades de los
pueblos del mundo manejaría la situación mucho mejor desde el comienzo?

Hace 150 años Carlos Marx escribió en El capital:"Considerada desde el punto de vista de
una formación económica superior de la sociedad [el socialismo y el comunismo], la
propiedad privada de algunos individuos sobre la Tierra parecerá algo tan monstruoso
como la propiedad privada de un hombre sobre su semejante. Ni la sociedad en su
conjunto, ni la nación ni todas las sociedades que coexistan en un momento dado, son
propietarios de la Tierra. Son, simplemente, sus poseedoras, sus usufructuarias, llamadas a
usarla… y a transmitirla mejorada a las futuras generaciones".

En pocas palabras, aunque es necesario librar toda batalla posible para obligar a las
compañías y especialmente a los gobiernos a tomar medidas que den resultados concretos,
lo único que puede desatar completamente las fuerzas de la humanidad para solucionar
este problema es hacer la revolución en todo país donde surja la oportunidad y derrocar al
sistema imperialista mundial. La magnitud del calentamiento global cruza todas las
fronteras geográficas, nacionales, culturales y sociales, y la solución radica en una ruptura
política y social radical con el mundo como está organizado hasta ahora.

El desafío es grande, así como la fuerza potencial de los seis mil millones de personas cuyo
futuro está en juego. Las masas populares de la Tierra debemos dar un paso adelante para
derribar esta locura imperialista y su destrucción innecesaria del medio ambiente, y crear
un nuevo mundo libre de explotación y opresión y de la imprudente destrucción del
ambiente que conlleva.

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El calentamiento global: Qué es y por qué le debe importar a la


gente
El calentamiento de la tierra es una emergencia mundial y muchas personas
esperan que algo bueno salga de la reunión internacional sobre el calentamiento
global en Copenhague (7-18 de diciembre). Pero los protagonistas dominantes en
esta cumbre están más preocupados con la preservación del sistema capitalista y
la obtención de ventajas competitivas que salvar el planeta. Las diferentes fuerzas,
incluyendo a poderosas figuras políticas, difunden mentiras y niegan la realidad
sobre el calentamiento global. Otros admiten que el calentamiento global existe,
pero ponen respuestas tibias a modo de retazos que no abordan seriamente la
magnitud del problema. Así que es muy importante dar un paso atrás y lograr un
entendimiento científico de lo que realmente es el calentamiento global... de cómo
esto es una emergencia ambiental extrema... y por qué a la gente le debe importar
esta crisis.

*****

El calentamiento de la tierra tendrá un impacto negativo a los sistemas vivientes


de la tierra y a cada ser humano en las generaciones venideras. Si las cosas no
son cambiadas dramática y rápidamente, el calentamiento global combinado con
otras formas de destrucción ambiental muy probablemente cambiarán el mundo a
uno en el que muchas formas de vida queden fuera de existencia, a un mundo en
el que nadie quiera, y tal vez pueda, vivir.

Así que entremos en alguna de ciencia en esto. Piensa que la atmósfera que
rodea la tierra y actúa como un invernadero. La luz del sol fluye a través de los
cristales, pero algunos de los rayos del sol que rebotan del suelo son atrapados
por las paredes de vidrio, y así calientan el invernadero. La atmósfera de la tierra
funciona de forma similar. La luz del sol pasa a través de la atmósfera y golpea la
tierra y ciertas partes de la luz rebotan hacia el cielo. Parte de esta energía es
atrapada por los gases en la atmósfera de la tierra. Esta acción de capturar parte
del calor del sol por los gases es lo que mantiene nuestro planeta relativamente
caliente, es decir, a un promedio de 14 grados Centígrado en todo el planeta.
Estos gases de "efecto invernadero", o sea, el dióxido de carbono (CO2), el
metano, los vapores de agua y varios otros, están presentes naturalmente en la
atmósfera y hacen que el planeta sea habitable. Si no existieran, la tierra sería una
bola de hielo.

Durante los últimos 150 años, desde el comienzo de la era industrial, las
cantidades de gases de efecto invernadero se han ido acumulando en la
atmósfera. Mientras más aumente las cantidades de los gases, más la energía del
sol es atrapada y más calientan a la tierra. El crecimiento de las cantidades o
concentraciones de estos gases es principalmente el resultado de las formas de
desarrollo económico que el sistema capitalista imperialista ha desarrollado y de
las cuales depende, tales como la combustión de carbón, gas, petróleo, etc. La
combustión de estos combustibles emite CO2 a la atmósfera, el principal gas del
efecto invernadero. La tala y quema de bosques y otras prácticas también están
incrementando la acumulación de CO2 y de metano en la atmósfera.

Los científicos han medido la cantidad de gases del efecto invernadero en la


atmósfera y encontraron que por ejemplo, la cantidad de CO2 ha pasado de 280
partes por millón (ppm) en la década del 1800, a 386 ppm hoy. Lo que esto
muestra es que a medida que aumenta el CO2, también lo hace la temperatura de
la tierra; cuando el monto de CO2 cae, la temperatura también cae. Se han
encontrado pruebas de que en la historia del pasado de la tierra, el calentamiento
ha derretido el hielo en los polos norte y sur, y esto ha cambiado las corrientes
oceánicas las cuales transformaron radicalmente el clima.

La historia del clima de la tierra está llena de cambios dinámicos. Ha habido


épocas mucho más cálidas y períodos también mucho más fríos, incluyendo
periódicas edades de hielo, en la historia de la tierra. Algunas de estas variaciones
climáticas son causadas por cambios periódicos en la órbita de la tierra y su
inclinación. Otros cambios naturales han causado el calentamiento climático, que
es quizá, en ciertos puntos, una causa probable de las extinciones en masa de las
especies en la historia de la tierra. Hoy las actividades humanas están causando
el calentamiento de la tierra — principalmente la quema de combustibles fósiles y
la deforestación. Pero un vistazo a la historia pasada de grandes cambios nos
enseña que cosas verdaderamente catastróficas pueden ocurrir por causa del
cambio climático.

La ciencia del clima es compleja. El calentamiento del planeta no es lineal ni


uniforme. A veces la gente dice: "La tierra no puede estar calentándose, el
invierno pasado hizo mucho frío". Un invierno frío en una zona o incluso toda una
región no prueba que el calentamiento global no esté ocurriendo, porque el
calentamiento no sucede en una línea recta ni de manera uniforme. Cuando los
científicos hablan del calentamiento global, están hablando acerca de las
tendencias a lo largo de muchos años, y esto también se basa en las mediciones
en las estaciones climáticas del mundo entero, las cuales luego se promedian. El
clima no es estático. Hay variaciones naturales. Pero ahora los gases del efecto
invernadero producidos por la actividad humana están llevando las cosas en una
dirección determinada. El calentamiento global no está ocurriendo mediante el
calentamiento del planeta en todas las zonas por igual a la misma velocidad. Pero
la tierra como un todo se está calentando a lo largo de los años y décadas, con
diferentes regiones afectadas de manera diferente.

La "prueba" de que el calentamiento global es real viene de muchos tipos de


diferentes pruebas. El hielo polar y los glaciares se están derritiendo a un ritmo
acelerado. Los estudios de medición de temperatura durante las últimas décadas
muestran una clara tendencia al calentamiento. La década del 1990 fue más cálida
que la del 1980, y la del 2000-2009 también fue más cálida que la del 1990. Once
de los últimos 14 años son los más cálidos jamás registrados. Hay una gran
cantidad de evidencia que, en promedio, la primavera se produce cada más
tempranamente en el planeta como un todo, lo que afecta a muchas especies
vegetales y animales. Y también existe una creciente evidencia de que los
fenómenos climáticos extremos, tales como más inundaciones devastadoras en
algunas regiones, severas sequías en otras, las olas de calor y huracanes más
fuertes en algunas regiones, se han venido produciendo en la medida que se
cambian los patrones climáticos a través de este proceso.

Mientras el calentamiento global continúa, cada vez hay más peligro de ciertos
"puntos críticos", donde los cambios mucho más dramáticos hacia un planeta
irreconocible se vuelven no sólo una probabilidad, sino inevitables si los gases del
efecto invernadero no son recortados de forma rápida y drástica. Si "la vida de
costumbre" continúa, el planeta experimentará enormes cambios tales como el
derretimiento de los glaciares que surten agua dulce para decenas de millones de
personas, lo que haría mucho, mucho peor una situación ya difícil (donde mil
millones de personas en el mundo no tienen acceso a agua potable). Incluso
podría darse el posible colapso de las sociedades humanas lo que generaría
mucho más sufrimiento y mayor caos del que ya existe a causa del calentamiento
y otra destrucción ambiental. Estas cosas y muchas más son muy posibles e
incluso probables si los recortes dramáticos en los gases de efecto invernadero no
se hacen con relativa rapidez. Estos gases se deben cortar en un 80% en el año
2050 y en un 25-40% para el año 2020 en todo el mundo, a fin de evitar lo peor del
calentamiento global. Algo del calentamiento ya es inevitable y "una parte
inherente al sistema", porque los gases que ya están en el aire seguirán causando
el calentamiento por un largo tiempo, incluso si la cantidad puesta en el aire se
recorta ahora.

*****
Ya existen la tecnología y los conocimientos para realizar los cambios dramáticos
y radicales que se requieren para revertir todo esto. El tipo de cambios necesarios
para abordar este problema significaría enormes trastornos del sistema capitalista
imperialista. Sería necesario socavar el carácter y el funcionamiento de un sistema
capitalista imperialista que trata a la naturaleza como uno más de los recursos
para ser explotados e invertidos en la producción con fines de lucro. Y la
interminable competencia dictada por el "expandirse o morir" pone uno de los
objetivos fundamentales por encima de todo lo demás: la maximización de la
ganancia. Por ello, este sistema no hará y no puede hacer lo que realmente se
necesita para abordar el problema del calentamiento global.

Para salvar el planeta, necesitamos la revolución, para forjar sociedades


socialistas que se dirijan a un mundo comunista, donde es posible movilizar, dirigir
y desencadenar a miles de millones de personas en todo el mundo, con sus
formidables conocimientos y su creatividad potencial, para construir una sociedad
que verdaderamente salvaguarde la humanidad y la propia vida del planeta
mismo.

-----------------------------------

La ciencia del clima es compleja. El calentamiento del planeta no es lineal ni


uniforme. A veces la gente dice: "La tierra no puede estar calentándose, el
invierno pasado hizo mucho frío". Un invierno frío en una zona o incluso toda una
región no prueba que el calentamiento global no esté ocurriendo, porque el
calentamiento no sucede en una línea recta ni de manera uniforme. Cuando los
científicos hablan del calentamiento global, están hablando acerca de las
tendencias a lo largo de muchos años, y esto también se basa en las mediciones
en las estaciones climáticas del mundo entero, las cuales luego se promedian. El
clima no es estático. Hay variaciones naturales. Pero ahora los gases del efecto
invernadero producidos por la actividad humana están llevando las cosas en una
dirección determinada. El calentamiento global no está ocurriendo mediante el
calentamiento del planeta en todas las zonas por igual a la misma velocidad. Pero
la tierra como un todo se está calentando a lo largo de los años y décadas, con
diferentes regiones afectadas de manera diferente.

La "prueba" de que el calentamiento global es real viene de muchos tipos de


diferentes pruebas. El hielo polar y los glaciares se están derritiendo a un ritmo
acelerado. Los estudios de medición de temperatura durante las últimas décadas
muestran una clara tendencia al calentamiento. La década del 1990 fue más cálida
que la del 1980, y la del 2000-2009 también fue más cálida que la del 1990. Once
de los últimos 14 años son los más cálidos jamás registrados. Hay una gran
cantidad de evidencia que, en promedio, la primavera se produce cada más
tempranamente en el planeta como un todo, lo que afecta a muchas especies
vegetales y animales. Y también existe una creciente evidencia de que los
fenómenos climáticos extremos, tales como más inundaciones devastadoras en
algunas regiones, severas sequías en otras, las olas de calor y huracanes más
fuertes en algunas regiones, se han venido produciendo en la medida que se
cambian los patrones climáticos a través de este proceso.

Mientras el calentamiento global continúa, cada vez hay más peligro de ciertos
"puntos críticos", donde los cambios mucho más dramáticos hacia un planeta
irreconocible se vuelven no sólo una probabilidad, sino inevitables si los gases del
efecto invernadero no son recortados de forma rápida y drástica. Si "la vida de
costumbre" continúa, el planeta experimentará enormes cambios tales como el
derretimiento de los glaciares que surten agua dulce para decenas de millones de
personas, lo que haría mucho, mucho peor una situación ya difícil (donde mil
millones de personas en el mundo no tienen acceso a agua potable). Incluso
podría darse el posible colapso de las sociedades humanas lo que generaría
mucho más sufrimiento y mayor caos del que ya existe a causa del calentamiento
y otra destrucción ambiental. Estas cosas y muchas más son muy posibles e
incluso probables si los recortes dramáticos en los gases de efecto invernadero no
se hacen con relativa rapidez. Estos gases se deben cortar en un 80% en el año
2050 y en un 25-40% para el año 2020 en todo el mundo, a fin de evitar lo peor del
calentamiento global. Algo del calentamiento ya es inevitable y "una parte
inherente al sistema", porque los gases que ya están en el aire seguirán causando
el calentamiento por un largo tiempo, incluso si la cantidad puesta en el aire se
recorta ahora.

Las mentiras y tonterías ilegítimas de Scott Pruitt sobre el dióxido


de carbono y el cambio climático
| Periódico Revolución | revcom.us
La semana pasada, Scott Pruitt, el jefe de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por
las siglas en inglés) nombrado por Trump, afirmó que el dióxido de carbono no es una
causa principal del calentamiento global. En una entrevista en el programa de televisión
Squawk Boxdel canal CNBC, Pruitt dijo: “Creo que medir con precisión la actividad
humana sobre el clima es un reto muy difícil y hay un tremendo desacuerdo sobre el grado
del impacto. Por lo tanto, no, no estoy de acuerdo en que sea un principal contribuyente al
calentamiento global que vemos”.

Primero, Pruitt miente. Sí que es un reto medir el impacto de la actividad humana sobre el
clima, pero los científicos lo hacen con cada vez mayor precisión. Y entre los climatólogos
que han estudiado “la actividad humana sobre el clima”, hay un 97 por ciento de acuerdo,
una unanimidad básica o lo que los científicos consideran un consenso, que no sólo el
cambio climático se produce como resultado de la actividad humana, sino que está claro
que su causa es la quema de combustibles fósiles y otras actividades humanas que producen
CO2 y otros gases de efecto invernadero.1

Y en segundo lugar, ¿por qué creeríamos a usted, Pruitt? ¿Usted que tiene absolutamente
cero conocimiento y experiencia para determinar esto? ¿En vez de creer a los miles de
climatólogos que han estudiado esta cuestión desde muchos ángulos, durante décadas, y
han concluido que el cambio climático causado por el hombre es real, la evidencia del cual
es abrumadora? ¿De dónde viene su autoridad o legitimidad para hablar como un experto
en esto, cuando toda su carrera y posición ha sido como un lacayo de los conglomerados de
combustibles fósiles, cuando usted ha copiado servilmente los memorandos escritos por las
compañías de energía en sus comunicados de prensa, compañías que pueden ganar millones
de dólares, con el descarado fin de tapar esfuerzos para destrozar las normas sobre el clima
y el agua limpia que darían una cierta protección a la gente y la naturaleza?

¿Y qué tiene usted con que respaldar su conclusión? ¿Qué evidencia puede aportar para
explicar lo que el planeta está experimentando? Cuéntenos, ¿cómo explicaría la causa del
aumento del nivel del mar y la desaparición de las islas y costas en todo el mundo? ¿Cómo
explicaría el derretimiento y el encogimiento de las masas de hielo polar del Ártico y
Groenlandia que se mide año tras año?2 ¿Cómo explicaría que los récords de temperatura
promedio mundial se batieron en 2016 y antes en 2015 y 2014? ¿Y de los 17 años más
calurosos de la tierra en la historia registrada, 16 han ocurrido desde el año 2000?3 ¿Y que
estas temperaturas están aumentando en estrecho paralelo con el aumento de los niveles de
dióxido de carbono medidos independientemente por 40 sitios por la Administración
Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA)?4 ¿O el hecho de que el efecto invernadero —
la relación entre los niveles de ciertos gases como el CO2 en la atmósfera con el
calentamiento de la Tierra— es un hecho científico bien establecido que se ha entendido
desde finales de los 1800?5,6
¿Cómo, Pruitt, explica usted las tormentas cada vez más graves que han destruido la vida
de la gente, como aquellas alimentadas por los océanos cálidos que mataron a miles y
desplazaron a millones de personas en las inundaciones de 2010 en Pakistán o los
huracanes más poderosos de la historia registrada en los últimos años, como Haiyan en
Filipinas en que 10.000 personas se ahogaron o se arrastraron al mar?7 ¿O los estudios
recientes que documentan que el calentamiento disminuye el oxígeno en los mares,
amenazando con interrumpir la vida oceánica crítica para toda la vida en este planeta?8

La idea de que cualquiera le crea a usted —o a lunáticos como Trump que niega la realidad
y afirma que el cambio climático es un engaño— y la confusión y mentiras que usted
divulga de que la producción de gases de efecto invernadero por parte de la producción de
energía capitalista no tiene relación con el calentamiento global, serian de risa si no fueran
tan peligrosas. Usted quiere que no creamos montañas de evidencia, miles de estudios
científicos y una realidad patente. La verdad es que sí, la actividad humana— y su
producción de gases de efecto invernadero junto con otras actividades— está calentando el
planeta, cambiando el clima y ayudando a destruir la base de gran parte del mundo natural
de la Tierra, así como la base para que los seres humanos sigamos existiendo en este
planeta.

Un régimen que otorgaría a un hombre como Pruitt la autoridad para dirigir una agencia
gubernamental que supuestamente tiene toda su razón de ser la protección de la naturaleza
y la seguridad y la salud de la gente es un régimen totalmente ilegítimo. El hecho de que el
presidente de el país supuestamente “lo más avanzado” del mundo nombraría a un hombre
así, y que ese presidente mismo afirmaría que el cambio climático es un engaño,
demuestran, junto con muchas otras cosas, la completa ilegitimidad de este régimen. ¿Y
qué dice de este sistema capitalista-imperialista que, debido a su impulso inexorable por las
ganancias y su dinámica competitiva de expandir-o-morir, ahora haya generado un
“Trump” y se precipite a empeorar las cosas?

Este régimen está decidido a eliminar los programas que investigan o monitorean el cambio
climático. Planea erosionar o eliminar programas enteros y secciones de organismos
gubernamentales que limitarían el cambio climático. Está en una misión para eliminar las
protecciones y límites sobre el saqueo del medio ambiente mediante la eliminación de todo
tipo de normas y reglas. Este régimen ha lanzado una salvaje guerra total contra el mundo
natural en aras de un ilimitado e irrestricto festín y saqueo por parte de los monopolios
capitalistas de Estados Unidos. Si se permite que se desarrolle plenamente, se garantizará y
se intensificará aún más la erosión acelerada de los ecosistemas. Pondrá a la humanidad —
especialmente los más pobres y oprimidos de la humanidad que han hecho lo menos para
causarla— en la mira de la eco-catástrofe.
La cábala de Trump y Pence no sólo niega el cambio climático y su conexión con la
actividad humana, sino que se esfuerza para paralizar la capacidad de la gente para evitar
una catástrofe abrumadora de que ya estamos experimentando los comienzos, lo que debe
sonar otra alarma aguda —junto con todos los otros ultrajes que este régimen comete— de
que hay que expulsar del poder a este régimen fascista a la mayor brevedad posible.
1. Climate Change 2014 Synthesis Report Summary for Policymakers, IPCC [Resumen del Informe de
Síntesis del Cambio Climático 2014 para los encargados de formular políticas] [regresa]
2.  Arctic Sea Ice & News Analysis, National Snow & Ice Data Center [Banquisas árticas y análisis de
noticias, Centro Nacional de Datos sobre nieve y hielo] [regresa]
3. “Earth Sets a Record Temperature for Third Straight Year,” [“La Tierra establece una temperatura
récord por tercer año consecutivo”, New York Times, 8 de enero de 2017 [regresa]
4. Carbon dioxide levels rose at record pace for 2nd straight year  [Los niveles de dióxido de carbono
subieron a un ritmo récord por segundo año consecutivo], NOAA [regresa]
5. What Is the Greenhouse Effect? [¿Qué es el efecto invernadero?] Livescience.com [regresa]
6. Greenhouse effect [Efecto invernadero], Wikipedia [regresa]
7. “Los costos humanos del cambio climático”, www.revcom.us [regresa]
8. “It’s official: the oceans are losing oxygen, posing growing threats to marine life”  [“Es oficial: los
océanos están perdiendo oxígeno, planteando amenazas crecientes a la vida marina”, Washington
Post, 15 de febrero de 2017 [regresa]

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Una inversión millonaria

A la subida de la demanda energética el país que más sumará es India, cuya


participación en el consumo de energía se elevará al 11% en 2040 (aún muy por
debajo de su 18% de participación en la población), apunta la AIE. También se
sumará con fuerza a la demanda el Sudeste de Asia. En general, los países en
desarrollo de Asia representan dos tercios del crecimiento de la energía mundial, y
el resto proviene principalmente de Medio Oriente, África y América Latina.

Más demanda implicará más necesidades de inversión. China necesitará agregar


a su infraestructura eléctrica el equivalente a todo el sistema eléctrico actual de los
Estados Unidos para 2040. India precisará agregar un sistema de energía del
tamaño del que tiene la Unión Europea actual. "La escala de las futuras
necesidades de electricidad y el desafío de descarbonizar el suministro de energía
ayudan a explicar por qué la inversión global en electricidad superó a la del
petróleo y el gas por primera vez en 2016 y por qué la seguridad eléctrica se está
situando con firmeza en las agendas políticas".
El carbón pierde la batalla, el petróleo sigue

El carbón sí que perderá la batalla, según las previsiones de la AIE. "Las fuentes
de energía renovables cubrirán el 40% del aumento en la demanda primaria y su
explosivo crecimiento en el sector energético marca el final de los años de auge
del carbón. Desde el año 2000, la capacidad de generación de energía a base de
carbón ha crecido en casi 900 gigavatios (GW), pero las adiciones netas de hoy a
2040 son solo 400 GW y muchas de estas son plantas que ya están en
construcción", La demanda de petróleo continúa creciendo a 2040, aunque a un
ritmo cada vez menor.

El uso de gas natural aumenta en un 45% hasta 2040, según las últimas
proyecciones. Y con un espacio más limitado para expandirse en el sector
eléctrico, la demanda industrial se convierte en el área más grande para el
crecimiento. En cuanto a as perspectivas de la energía nuclear, se han atenuado
desde e informe del 2016, pero China continúa liderando un aumento gradual en la
producción, "superando a los Estados Unidos para llegar en 2030 a convertirse en
el mayor productor de electricidad basada en la energía nuclear", apunta la AIE
Pero el escenario que pinta la Agencia Internacional de la Energía para 2040, con
las políticas que en estos momentos los países del mundo tienen sobre la mesa,
alejan al planeta de ese objetivo. En concreto, llevarían a un aumento de la
temperatura de 2,7 grados a final de siglo, que según los científicos haría que el
calentamiento entrase en una fase inmanejable. Además, la Agencia Internacional
de la Energía también advierte de que las muertes prematuras derivadas de la
contaminación producida por el uso de combustibles fósiles crecerán un 40%,
pasarán de los 2,9 millones anuales actuales a los 4,2 millones en 2040.

Cumbre del Clima de Bonn (COP23), donde los representantes de casi 200 países
debaten sobre las normas de aplicación del Acuerdo de París contra el cambio
climático. Y las noticias no son buenas, porque las emisiones mundiales de CO 2,
el principal gas de efecto invernadero, volverán a crecer en 2017 hasta llegar a las
41,5 gigatoneladas, el mismo dato que en 2015, cuando se alcanzó el pico
máximo histórico.
Dentro de esas 41,5 gigatoneladas se incluye el CO2 expulsado por el ser humano
ligado a la quema de combustibles fósiles, la industria y los cambios en el uso del
suelo (como la deforestación). En ese último apartado, en el de los cambios en el
uso de la tierra (que suponen alrededor del 10% del dióxido de carbono de la
actividad humana), los investigadores no han encontrado grandes cambios
respecto a 2016, con lo que los datos de 2017 serán similares a los del pasado
año.
Donde sí se produce un incremento notable es en las emisiones relacionadas con los combustibles fósiles y la
industria, que acumulan casi el 90% de todo el dióxido de carbono que genera la actividad humana en el planeta y
que este año crecerán un 2% respecto a 2016, hasta llegar a las 36,8 gigatoneladas y marcar un nuevo récord
histórico. Y lo harán después de tres años seguidos (desde 2014) en los que se había apreciado un esperanzador
estancamiento de esas emisiones.
Mientras que los investigadores pronostican para este 2017 que las emisiones industriales y de los combustibles
fósiles caerán en Estados Unidos y la Unión Europea un 0,4% y un 0,2% respectivamente, para China e India prevén
subidas significativas del 3,5% y del 2%. Solo estos cuatro grandes bloques acumulan casi el 60% del CO2 de todo el
planeta. En el resto de países del mundo, los científicos pronostican un incremento del 1,9%.
Un 3,5% más en China
China es el primer país emisor de CO2del mundo: acumula el 28,5% del dióxido de carbono ligado a los combustibles
fósiles y la industria, y el incremento de sus emisiones un 3,5% en 2017 empuja las de todo el planeta.
Pep Canadell, director del Global Carbon Project y que participa en los dos estudios publicados este lunes, detalla que
el incremento en China "se debe a un aumento en la demanda energética, particularmente del sector industrial".
Además, la disminución en las lluvias ha hecho también que caiga la energía hidroeléctrica producida y el "hueco
energético ha sido cubierto con el carbón, cuyo uso aumenta un 3%". El empleo del petróleo crecerá un 5% y el gas
natural un 12% en China.

El uso del carbón se había adentrado en una trayectoria descendente en el mundo, con una caída media anual en
los últimos cinco años del 0,7%. Sin embargo, este 2017 volverá a crecer empujado en gran medida por China.
CAMBIO CLIMÁTICO GLOBAL: los cambios climáticos podrían ocurrir en un cronograma de años y
décadas o de siglos afecten la tierra como un todo. Si bien los cambios climáticos varían de una región a
otra, el cambio climático global supone cambios en el promedio de la temperatura global sobre la tierra y el
océano; cambios en la temperatura regional; cambios en el patrón global de precipitaciones, la intensidad o
frecuencia de tormentas; cambio en las corrientes marinas, en el nivel de los océanos, en los vientos y en los
patrones del tiempo meteorológico, etc. El clima varia naturalmente de acuerdo a muchos factores pero hoy
sobre la tierra el cambio se está operando mucho más rápidamente que la mayor variación natural o de los
cambios climáticos anteriores en la historia de la tierra y es principalmente el resultado de la actividad
humana. La causa de este cambio es principalmente el calentamiento del planeta por la acumulación de los
gases del efecto invernadero (dióxido de carbono, metano, el vapor de agua y otros), y se ha iniciado
durante los últimos 200 años con la producción capitalista y hoy se acelera como resultado de la quema de
combustibles fósiles: carbón, petróleo, gasolina, además de la deforestación y otras causas.

El peligro catastrófico del calentamiento global

Las selvas tropicales no sólo contienen la más grande diversidad de especies, también sacan
del aire las enormes cantidades de dióxido de carbono que están causando el calentamiento
global. En cambio estas selvas emiten enormes cantidades de oxígeno que los organismos
necesitan para respirar. Se han llamado estas selvas “los pulmones del planeta”. La tala y
quema de estas selvas libera más carbono en enormes cantidades en la atmosfera, lo que
incrementa más el
Se ha comparado las especies en los ecosistemas con los
calentamiento del planeta.
remaches de las alas de un avión. Quite uno y no
Las selvas tropicales afectan
necesariamente será un problema (a menos que éste sea
el clima. Éstas absorben
un tornillo central o de control), pero retire unos cuantos
agua del suelo y la usan
más y el ala se debilita y pierde el equilibrio. Y otros más
para crecer y luego liberan
  y la estructura entera colapsa… Los seres humanos
grandes cantidades de vapor
dependen del funcionamiento de ecosistemas vivientes
de agua. La selva
para nuestra propia supervivencia… El colapso del
amazónica, la más grande
ecosistema potencialmente podría amenazar hasta
extensión de selva tropical
lapropia existencia humana.
que queda sobre el planeta,
Tenemos que confrontar esta realidad.
tiene un tremendo impacto
sobre el clima. Esta selva interactúa con los vientos alisios, lo que genera sistemas
meteorológicos que afectan grandes regiones y regulan las temperaturas de los océanos.
Pero cerca de una quinta parte del Amazonas ha sido completamente destruida y más del
20% más ha sido dañado por la industria maderera. En algunos años recientes con el
calentamiento del planeta, las sequías han golpeado el Amazonas y hay un temor real que
más años de sequías con mayores cambios climáticos causen un punto de inflexión donde el
Amazonas empiece a ir muriendo y que hasta se convierta en praderas o en un desierto.
Esta deforestación y la quema de petróleo, carbón y gasolina (combustibles fósiles) están
causando que la tierra se caliente. La quema de estos combustibles y la tala y quema de
bosques libera dióxido de carbono que es el principal “gas de efecto invernadero”. La
acumulación del dióxido de carbono y otros gases invernaderos en nuestra atmosfera está
calentando el planeta, lo que hace que cambie el clima. El hielo polar y los glaciares se
están derritiendo a un ritmo acelerado. Naciones isleñas enteras y los litorales costeros
donde viven cientos de millones de personas podrían correr peligro en las próximas décadas
con la elevación del nivel de los océanos por el derretimiento de los glaciares y las capas de
hielo. En conjunto, el promedio de las temperaturas sobre el planeta está subiendo y
algunas regiones, sobre todo en las regiones oprimidas de Asia, África y América Latina,
están más afectadas que otras. Once de los últimos 14 años han tenido las temperaturas más
elevadas que se han registrado. Existen evidencias que ya se están dando los extremos
climáticos —inundaciones más devastadoras en algunas regiones, severas sequías en otras,
olas de calor y huracanes más poderosos en ciertas regiones— y los modelos del clima
mundial predicen que esas cosas se tornarán mucho peores a medida que continúe
calentándose el planeta.
El clima es un factor clave que afecta los ecosistemas, tal como la posibilidad de que una
planta o animal pueda vivir en un lugar particular. A medida que se calienta el planeta,
muchas especies se están mudando hacia las zonas de los polos y a alturas más elevadas
donde pueden sobrevivir. En las zonas de los polos, las especies no tienen un lugar más frio
a donde ir. En períodos “normales”, el clima suele cambiar a través de miles y aun millones
de años — y las especies se pueden adaptar. Pero ahora, Anthony Barnosky dice que el
cambio climático causado por los seres humanos “ha estado acelerándose más rápidamente
que nunca antes durante la evolución de las especies y ecosistemas — muchas especies
simplemente no tienen la capacidad biológica de adaptabilidad de su rango geográfico a la
velocidad que se requiere para poder sobrevivir”.
Además de eso, cuando muchas especies responden modificando su rango, se estrellan con
las ciudades y el desarrollo donde no pueden sobrevivir y a través de la cuales no pueden
desplazarse. El desarrollo urbano, la expansión urbana descontrolada y otras destrucciones
del hábitat natural han estado fragmentando y hasta erradicando los rangos naturales de las
especies. A menudo, ni siquiera existe más hábitat hacia el cual migrar. El cambio
climático combinado con la destrucción del hábitat implica un golpe doble que amenaza no
sólo a las especies sino a ecosistemas enteros. Barnosky dice: “Como resultado,
comunidades y ecosistemas enteros podrían dejar de operar tal como su evolución ha
dictado durante miles y millones de años”.

CALENTAMIENTO GLOBAL: LA CATÁSTROFE DESDE LOS MONTES HIMALAYA


HASTA LA BAHÍA DE BENGALA

Mientras la cumbre de Copenhague continuaba, un ejemplo impresionante de los efectos


mortíferos y devastadores que el calentamiento global y el cambio climático ya están
teniendo en la humanidad salió en la historia del periódico Guardian del Reino Unido.
Reporteros del periódico escribieron una historia sobre un viaje de 1.600 km que habían
emprendido desde las montañas del Himalaya en Nepal, a la Bahía de Bengala, en
Bangla Desh, donde los ríos que nacen en el Himalaya desembocan. Estos periodistas
querían observar y atestiguar los efectos reales del calentamiento global en la población y
los ecosistemas en esta región.
Su viaje comenzó en los Himalayas, el techo del mundo, un mundo de picos nevados y
glaciares que inspiran asombro. Pero encontraron algo más, evidencia de grandes
cambios que están ocurriendo. Vieron el glaciar Thulagi con un lago lleno de agua
proveniente del derretimiento del glaciar que se ha duplicado en tamaño en unos pocos
años y está detenido por sólo una barrera baja de hielo muerto y tierra. Si el glaciar
continúa derritiéndose como lo ha hecho, miles de millones de galones de agua se
romperán esta represa y devastarán pueblos y cultivos. Thulagi es uno de los 20 lagos
glaciares en Nepal. La temperatura promedio en Nepal ha aumentado 1,6 grados C en 50
años. Sin embargo, en las montañas de Nepal, las temperaturas han aumentado 4 grados
C y se espera que aumenten 8 grados C para el año 2050 de acuerdo a la tasa actual.

La historia dice que los habitantes de la zona sienten como que “viven bajo una sentencia
de muerte”. Un funcionario local de una ciudad de la región del valle del Everest dice:
“Dicen que no están seguros de que habrá un mañana... la nieve solía llegarles hasta la
cintura en el invierno. Ahora los niños no saben lo que es la nieve. Tenemos más moscas
y mosquitos, más enfermedades de la piel. Las comunidades se están adaptando
cambiando de cultivos, pero las enfermedades se están trepando las montañas”.

Más abajo desde las montañas los pobladores ya no pueden sembrar sus cultivos debido
a que las nieves del invierno no son tan abundantes; siempre han confiado en la nieve y el
deshielo de los glaciares para regar sus campos. A medida que el viaje continúa en otras
regiones de Nepal, la precipitación es cada vez más impredecible y errática. En algunas
zonas hay sequía, en otras, las lluvias torrenciales del monzón. El río más grande de
Nepal, el Khosi, inundó cientos de kilómetros cuadrados de tierras de cultivo, causando la
muerte de 1.500 personas y el desplazamiento de tres millones de personas en Nepal y la
India. Cuando el agua bajó, las tierras de cultivo estaban enterradas en 1,8 m de arena, lo
que lo hizo imposible cultivar nada.

A lo largo de este viaje en la India, es la sequía la que ha ido creciendo cada vez más. En
el estado pobre de Bihar, sólo ha caído aproximadamente 22 por ciento de la precipitación
normal de lluvia. Como resultado de eso, se espera que 63 millones de personas pasen
hambre el año entrante. Las sequías solían ocurrir cada 4-5 años, pero ahora las cosas
son mucho más erráticas; las lluvias son impredecibles y, a veces muy fuertes y muy
destructivas, mientras que algunas de las zonas vulnerables a inundaciones se enfrentan
a la sequía. En las ciudades de la India como Kolkata, las temperaturas han aumentado
de manera significativa y hay más casos de enfermedades como el dengue y la malaria.

Cuando el viaje concluye en la Bahía de Bengala, se encontraron problemas de doble


envergadura. Un aumento del nivel del mar está destruyendo a los poblados en algunas
zonas, y ciclones más potentes y frecuentes están inundando a las islas y los pueblos
costeros con mareas tormentosas. Bangla Desh perderá un 20 por ciento de sus tierras
por el aumento de los niveles del mar en los próximos 80 años si no se revierte el
calentamiento global.

Piensa en todo esto, en los efectos en toda la región en la que una de cada cuatro
personas en el mundo viven, en que todos dependen del agua de los Himalayas para
beber, para regar sus tierras de cultivo, para el saneamiento. ¿Qué significarán décadas
más de calentamiento global, del derretimiento de los glaciares hasta que no existan
más? La eliminación de la belleza natural de estas estructuras, pero los efectos aún más
devastadores y destructivos para la vida, donde vive una cuarta parte de la humanidad. Y
piensa en todos los demás cambios traídos por la sequía, inundaciones y tormentas de
gran alcance debido al calentamiento global que ya afectan a tantas personas. Y de allí
multiplique esto de nuevo ya que lo mismo se repite en todo el planeta, y los más pobres y
oprimidos sufren mucho más y lo peor. La tierra y la humanidad necesitan la revolución.

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Acuerdo sobre el clima en la cumbre de Copenhague: Un crimen contra el planeta

Orpheus

Muchas personas esperaban que la cumbre de la ONU sobre el cambio climático en


Copenhague abordara en serio la crisis del calentamiento global que amenaza el planeta
y de la humanidad. Pero el acuerdo suscrito en Copenhague no hace nada para reducir
las emisiones de los gases del efecto invernadero que constituyen la principal causa de
esta amenaza. Tampoco representa un plan serio para siquiera empezar a hacer eso. Al
contrario, las mayores potencias del mundo, sobre todo Estados Unidos, dejaron en claro
que su mensaje a la tierra y la humanidad es: ¡Vete al demonio!

La administración de Obama y algunos otros dirigentes de los países imperialistas ricos


han declarado que el acuerdo es un avance importante. Los medios alegaron que Barack
Obama llegó de último momento y metió candela al proceso, de modo que ahora puede
seguir adelante. Pero eso es engañar a la gente, precisamente en un momento en que es
necesario que la gente tome conciencia de la urgencia de esta crisis. Eso es peor que no
hacer nada en Copenhague.

La cumbre de Copenhague nunca fue una reunión urgente de científicos y de la gente de


buena voluntad de alrededor del mundo para resolver la emergencia global. Ésta fue una
reunión dominada por los líderes de los países poderosos del mundo, con los Estados
Unidos de mandamás. Ahí las potencias trataban de sacar ventajas sobre sus rivales. Ahí
los poderosos países imperialistas imponían sus propios intereses sobre los países
pobres y la gente del mundo, a la vez que trataban de “adjudicarse una nueva cara” como
eco-salvadores amistosos del planeta. Ahí crearon nuevos mercados, como el mercado
del comercio del carbono, como una nueva forma de usar los derechos de contaminar
para generar más ganancias. Las negociaciones ilustraron que lo único del que son
capaces las potencias capitalistas es promover con vileza sus propios intereses mientras
ardan el planeta y su gente.

El padrino de Estados Unidos manda

Desde el comienzo, la cumbre fue muy tendenciosa y contenciosa. Afuera, los


manifestantes irrumpían en el ambiente y bajo los reflectores internacionales.

Adentro, Estados Unidos, la Unión Europea (EU) y China trabajaban para extraer
concesiones unos a otros, en torno a metas de reducciones de emisiones, procedimientos
de monitorear que los gobiernos cumplieran dichas metas y otros asuntos. EE.UU. y la
UE, que juntos son responsables de la gran mayoría de la acumulación de gases del
efecto invernadero en la atmósfera que ya están causando cambios devastadores,
trabajaron para presionar y sobornar a los países pobres para que aceptaran las
condiciones impuestas.

En cierto momento, los países pobres abandonaron la cumbre, con la demanda de que la
meta de cualquier acuerdo fuera un aumento de la temperatura de un máximo de 1,5ºC,
porque las temperaturas más altas podrían causar la muerte de continentes enteros,
sobre todo África. Obama, quien pasó solamente ocho horas en la cumbre, respondió
amenazando que si estos países no aceptaran, les iría peor. Primero, Estados Unidos
ofreció la promesa de miles de millones de dólares a los países pobres para lidiar con la
devastación ya causada por el calentamiento global. Luego, encabezó la imposición de un
acuerdo de no hacer nada que estipula que no habrá ayuda para los países que no
suscriben el acuerdo.

El último día, las charlas estaban al borde de venirse abajo, lo que representó un
problema para los EE.UU. Pero no se debe a que le preocupa el planeta sino a que la
situación amenazaba lo que quería sacarle a la cumbre. Se han generalizado las
condenas a EE.UU. por ser, hasta hace poco, el mayor contribuyente de emisiones de
carbono, y se conoce en general que los EE.UU. es el mayor obstáculo a la resolución de
este problema. Obama esperaba revertir esta dinámica en la cumbre y rebautizar a los
EE.UU. como un líder en la salvación del planeta. Los EE.UU. también quería
institucionalizar un enfoque hacia el calentamiento global en conformidad con sus
intereses imperialistas, tal como la propagación de los mercados del comercio de
carbono. Y quería aprovechar las charlas para pasarle la culpa a uno de sus rivales,
singularizando a China por ser un “emisor imprudente” y no jugar según las reglas que
EE.UU. quiere imponer.

Se montó y orquestó desde la cúpula la entrada al último momento de Obama para


“salvar las charlas”. En lo estratégico, así los EE.UU. podía afirmar su hegemonía,
dejando en claro que es el que manda en acuerdos internacionales.

Se informa que Obama y Hillary Clinton irrumpieron en una reunión sostenida por China y
otros países y anunciaron que ¡las negociaciones no se darían en secreto, sin los Estados
Unidos! Dijeron eso los representantes de un imperio sin rival en la historia del mundo en
materia de operaciones encubiertas militares y de la CIA y su declarado derecho unilateral
de atacar e invadir a cualquier país que se interponga contra sus intereses. Luego, ¡de los
cinco países presentes (EE.UU., China, India, Brasil y Sudáfrica), ellos fraguaron el
acuerdo! Otras potencias de peso subieron a abordo. Únicamente en ese momento fue
que se anunció el acuerdo al resto de los 192 países, a quienes les dieron una hora para
decidir si suscribirlo o no. El jefe de Tuvalu, un país-isla en el Pacífico que se están
quedando sumergido por el aumento del nivel del mar causado por el calentamiento
global, se negó a suscribirlo y dijo: “Parece que nos están ofreciendo treinta monedas de
plata con la finalidad de traicionar a nuestra gente y nuestro futuro”.

Lumumba Stanislaus Di-Aping, un diplomático sudanés que representa al Grupo de los 77


países en desarrollo, comparó la decisión al holocausto nazi, porque eso es lo que el
calentamiento global traería concretamente a África por la sequía, escasez de agua y
colapso de la producción de alimentos.

De negocios como de costumbre de cara a la crisis ecológica


El “Acuerdo de Copenhague” que emergió no contiene ningún compromiso
vinculante que obligue a reducir las emisiones los gases del efecto invernadero
por quemar combustibles fósiles o la deforestación que están calentando al
planeta. El acuerdo incluso abandonó metas de reducción alcanzadas en previos
acuerdos. Y esos acuerdos eran ya una farsa porque no contenían un método de
hacer cumplir esas reducciones. El acuerdo dice que las temperaturas mundiales
no deben subir más de 2 grados C, pero no dice nada de cómo se llevará a cabo.
No fija fechas para cuando supuestamente se suscribiera un acuerdo “legal y
vinculante”.

Pese a lo que digan esas potencias, sus planes concretos demuestran que no
tienen ninguna intención seria de hacer nada salvo extraer y quemar más carbón,
petróleo y gas. Siguen minando y perforando para sacar de la tierra más de éstos
e incluso formas más “sucias” de combustibles fósiles. Además, muchos países,
incluidos los Estados Unidos y China, tienes planes de construir más plantas
generadoras de electricidad a base de la combustión de carbón que representan
los contaminadores más grandes y más peligrosos. La cumbre de Copenhague no
trató ninguna de estas cuestiones decisivas.

Los países que suscriban el acuerdo supuestamente deberían declarar qué tanto
van a reducir las emisiones. Pero, un grupo de climatólogos
(www.climateinteractive.org) que se reunió para analizar las propuestas en
consideración durante la cumbre informó que aun si se cumplieran todas las
promesas de reducir las emisiones de los gases del efecto invernadero, la
temperatura del planeta todavía subiría 3.9º C (7 grados Fahrenheit) para el 2100.
El consenso entre los científicos dice que el aumento de las temperaturas deben
ser mantenido por debajo de 1.5 a 2 grados C o habrá un desastre ecológico.

Vil competencia de un vil sistema

George Monbiot, escritor sobre el medio ambiente, comparó la cumbre de Copenhague a


las reuniones de 1884 en Berlín donde las potencias coloniales repartieron el mundo. Esta
vez, dijo él, es la atmósfera la que están repartiendo.

Estados Unidos salieron con una propuesta patética de reducir sus emisiones a un 17%
debajo de los niveles del 2005 para el 2020. Eso significaría solamente una reducción de
un 3-4 por ciento debajo de los niveles del 1990. La ciencia aceptada dice que los países
industrializados deben reducir las emisiones de 25 a 40 por ciento debajo de los niveles
del 1990 para el 2020 y el 80% debajo de los niveles de 1990 para el 2050. (Es necesario
reducir las emisiones en todo el mundo en un 50% debajo del nivel del 1990 para el
2050).
Obama fue a Copenhague recién salido de escalar la guerra en Afganistán y de recoger
un premio Nóbel de la Paz. Esta es una doble hipocresía, porque el sucio secreto es que
las fuerzas armadas estadounidenses son constituyen el mayor usuario institucional de
petróleo en el mundo y uno de los mayores productores de emisiones de gases del efecto
invernadero.

Mientras tanto, los países europeos posaban como “capitalistas verdes”, mientras la
policía danesa golpeaba y arrestaba preventivamente al menos unas 1.500 personas por
luchar por salvar el planeta. Estos “capitalistas verdes” dieron a entender que podrían
aceptar reducir las emisiones de gases del efecto invernadero en un 20% o tal vez más
para el 2020, si sus rivales de Estados Unidos y los países en desarrollo también
aceptaran reducirlas más. Los países de la Unión Europea tratan de mostrarse como los
verdaderos paladines de la tierra. Pero la pura realidad es que desde el Tratado de Kyoto
de 1997 (que establece límites vinculantes sobre las emisiones de los países
desarrollados), ¡el total de las emisiones en los países europeos ha incrementado en un
5% (Guardian del Reino Unido)!

Mientras tanto, China y la India, países que siguen bajo el dominio de las potencias
imperialistas pero que buscan desarrollarse en importante potencias capitalistas con
alcance global, también se rehúsan a cumplir cualquier reducción vinculante en las
emisiones, precisamente por su necesidad de expandirse y competir con las grandes
potencias que están tratando de impedir que hagan esto. Si bien China ha rebasado a
Estados Unidos en cuanto a emisiones globales, un aspecto toral es que esto se debe en
gran medida a que China hoy es el taller y la maquiladora del mundo, integrada a una red
global de producción capitalista. Una tercera parte de las emisiones de China está
vinculada a la producción para la exportación, abrumadoramente los productos hechos
por las masas explotadas de proletarios y su mano de obra barata para el consumo en los
países imperialistas ricos. Lo que esto significa es que todas las inversiones en China
hechas por los países imperialistas que sacan ventaja de los míseros salarios y la falta de
normas de seguridad y ambientales simplemente representan la exportación de la
contaminación de los países ricos a China.

Y esta producción alimentada por el capital internacional ha llevado a una situación donde
7 de las 10 ciudades más contaminadas del mundo están en China. El 80% de los ríos
más grandes de China están tan contaminados que no tienen vida acuática y el 90% de
todos los sistemas de agua subterránea de las ciudades principales están contaminados.
Incluso con el aumento de emisiones de China, el 75% del dióxido de carbono que ya está
en la atmósfera todavía es el resultado de las emisiones de los países capitalistas
avanzados. Los Estados Unidos con el 5% de la población del mundo, todavía produce el
25% del dióxido de carbono del mundo. Esta cifra es el 30% cuando se agreguen las
emisiones de las fuerzas armadas estadounidenses que no se encuentran incluidas en los
cálculos. Y los Estados Unidos producen 4 veces más gases del efecto invernadero por
persona que China.

Copenhague y el camino por delante

Algunos grupos ambientalistas se han tragado la asesina lógica de que Copenhague al


menos sea un “paso en la dirección indicada”. Es necesario refutar ese argumento con
muchísima firmeza, pues tales aspiraciones reducidas conducen a abandonar a una
buena parte de la humanidad y vastas extensiones del mundo y sus ecosistemas a la
destrucción. Otros grupos han condenado el acuerdo pero siguen canalizando sus
esfuerzos para presionar a los dirigentes del mundo a “hacer lo correcto”.

Copenhague no “fracasó” debido a “la falta de voluntad” de parte de los participantes o


simplemente porque hay “demasiadas divisiones” que estos líderes podrían superar si
simplemente decidieran poner el planeta primero. Sí, las fuerzas dominantes en el poder
están enfrentando algunos extremos problemas ambientales también, pero solamente son
capaces de abordarlos en los confines de sus sistemas de producción, lo que en primer
lugar es donde está el problema.

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El calentamiento global: Los hechos y el debate

Obrero Revolucionario

A finales del siglo 18, empezaron a operarse grandes cambios en la organización


de la producción debido al surgimiento del capitalismo; eso creó la llamada
"revolución industrial" en unos cuantos países de Europa y Norteamérica. La
industria moderna se expandió y esos primeros países capitalistas dominaron a
los pueblos del mundo. Durante dos siglos el capitalismo se extendió por todo el
planeta y creó concentraciones urbanas cada vez mayores, donde se explota a
centenares de millones de obreros en las fábricas capitalistas. La nueva
producción industrial necesita enormes cantidades de energía, así que los
capitalistas mandaron a los obreros a las entrañas de la Tierra a trabajar en minas
de carbón y a construir pozos para sacar petróleo.
El aumento de gases invernadero

El dióxido de carbono (CO2) es uno de los llamados "gases invernadero" que


conservan el calor de la Tierra, evitando su dispersión al espacio. Sin esos gases,
el planeta sería muy frío y sin vida.

Estudios geológicos demuestran que durante 10.000 años el nivel de CO2 no se


alteró, pero hace 200 años eso cambió: la cantidad de CO2 en el aire ha
aumentado en un 30% desde finales del siglo 18 a causa de la industrialización
capitalista de la producción. (Véase el cuadro.)

Los seres humanos siempre han producido CO2 al cocinar con leña, pero la
industrialización provocó un gran aumento repentino de la cantidad de CO2.
Según estudios científicos, las emisiones de CO2 se multiplicaron de manera
exponencial de 1800 a 1974 debido a la combustión de carbón en las centrales
eléctricas, de gasolina en vehículos y de diesel en trenes.

Por otra parte, el capitalismo ha provocado la deforestación del planeta: las


compañías madereras han talado los bosques y la agricultura capitalista ha dejado
sin tierra a una enorme cantidad de campesinos, quienes tumban bosques para
limpiar nuevas parcelas de cultivo. Como los árboles absorben el CO2, la tala de
los bosques ha resultado en mayores concentraciones en el aire. Además, la
industria y agricultura capitalistas producen grandes cantidades de otros gases
invernadero, como metano (CH4), óxido nitroso (NO2) y los clorofluorocarbonos
(CFC).

Se piensa que en el futuro el aumento de los gases invernadero causará profundos


cambios en el clima. Inicialmente la temperatura promedio subirá poco, pero a la
larga ese pequeño aumento creará más vapor y nubes, y eso aumentará el proceso
de calentamiento. El informe del Consejo Intergubernamental de Cambio
Climático de la ONU (IPCC) concluyó que cuando la cantidad de CO2 llegue
al doble de la época preindustrial, la temperatura global subirá de 1 a 3,5 grados
centígrados.

Ese cambio sería relativamente pequeño comparado a las fluctuaciones normales,


pero sería suficiente para provocar grandes cambios en el clima del mundo. Eso
queda demostrado por la historia de la Tierra; por ejemplo, durante la última
época glaciar, cuando una capa de hielo de 1,5 kilómetros de altura cubría lo que
hoy son los Grandes Lagos en Estados Unidos, la temperatura promedio de la
Tierra era apenas 3 a 5 grados centígrados menos que hoy.
El IPCC dice que las tendencias actuales de la industrialización capitalista y las
emisiones de gases harán que el CO2 se duplique para finales del próximo siglo.
Es posible que los gases invernadero se lleguen a triplicar o inclusive
cuadruplicar debido a la expansión de la producción industrial y a la absoluta
incapacidad del sistema capitalista de controlar la contaminación. Eso traería con
seguridad una catástrofe climática.

El cambio climático y los seres humanos


"Se preve que el cambio climático será más rápido que el tiempo necesario para
que los ecosistemas se adapten y se restablezcan".

Consejo Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU

Si el nivel de CO2 llega al doble de los niveles preindustriales, se predice que la


temperatura promedio de la Tierra subirá marcadamente. De ser así, habría
grandes cambios en el clima. Por ejemplo, los científicos calculan que la zona
tórrida y las zonas templadas podrían desplazarse hacia los polos de 150 a 600
kilómetros. Las lluvias y tormentas aumentarían. Los cambios tendrían
consecuencias distintas para diferentes regiones. Algunas regiones podrían ser
más húmedas, otras más secas. Los glaciares y los casquetes polares se
derritirían, y el nivel del mar subiría unos 95 centímetros e inundaría muchas
islas y zonas a nivel del mar.

El clima y la vegetación de grandes regiones del mundo se alterarían y mucha


gente tendría que trasladarse. Las tierras que producen buena parte de los
alimentos del planeta serían menos productivas debido a inundaciones o a
grandes cambios en la temperatura y las lluvias.

Los bosques no se adaptan ni "se trasladan" tan rápidamente como el


calentamiento. Se predice que habría consecuencias graves para la tercera parte, y
posiblemente hasta las dos terceras partes, de los bosques del mundo, y para los
animales y plantas que viven en ellos. Ciertos organismos se extinguirían.

Las mayores concentraciones de CO2 favorecen la vegetación; también es cierto


que el calentamiento podría mejorar el clima de algunas regiones. Sin embargo,
para los pobres del mundo que viven al borde del desastre en tiempos
"normales", habría un gran peligro de hambruna y enfermedades. Por ejemplo, se
calcula que el aumento de la temperatura reduciría la cosecha de trigo en India en
un 20%.
Las marejadas provocadas por tormentas afectan a 46 millones de personas cada
año. Si los mares subieran un metro, los afectados serían casi 100 millones.
Muchos países islas perderían gran parte de su territorio, por ejemplo Kiribati, las
islas Marshall, Tonga, Palau, Nauru, Niue, Micronesia y Tuvali (todos en el
océano Pacífico) y las Maldivas (océano Indico). Se calcula que un aumento de
un metro del nivel del mar desplazaría a 70 millones en China y a 32 millones en
Bangladesh.

Se han estudiado el impacto de los cambios climáticos sobre el agua potable y las
enfermedades. Actualmente un billón de habitantes del planeta carecen de agua
potable y muchos más dependen de represas chicas, pozos y otros sistemas poco
confiables, por lo que los afectarían mucho cambios en las lluvias.

Un debate financiado por las corporaciones

La "Coalición del Clima Global" (GCC), financiada por más de 50 compañías y


asociaciones gremiales de las industrias petrolera, carbonífera, química y
automotriz, además de empresas de electricidad y gas, se dedica a refutar las
predicciones de calentamiento global. Las corporaciones gastaron más de 13
millones de dólares el año pasado para publicitar que "las propuestas de limitar
las emisiones de CO2 son precipitadas, la evidencia científica no las justifica". La
GCC tiene un pequeño grupo de científicos llamados "climatólogos escépticos" y
la prensa burguesa les ofrece muchas oportunidades de exponer su punto de vista.

Dichos "escépticos" afirman que no se puede comprobar que el aumento de


CO2 causó el aumento simultáneo de temperatura ni que la actividad humana
puede causar calentamiento global. Sostienen que el clima de la Tierra es
relativamente estable y que los cambios que observamos se deben a un
calentamiento natural después de la última época glaciar. Dicen que un pequeño
aumento de temperatura no produciría mayores cambios y, a lo mejor, sería
benéfico. Además, sostienen que las innovaciones tecnológicas del próximo
siglo, especialmente la mejora y difusión de la energía nuclear, resolverán
cualquier problema y que por eso no es necesario tomar medidas ahora.

En el fondo, plantean que debido a los enormes gastos que implica la reducción
de emisiones de gases invernadero para las corporaciones, y sobre todo para
Estados Unidos, no se justifica tomar medidas sin tener pruebas irrefutables de
que la actividad humana esté provocando calentamiento global. Dicen que el
debate acerca del calentamiento global es un invento de oponentes del
capitalismo y el desarrollo industrial.
Esos "expertos" pro-capitalistas nos recuerdan a otros "expertos" a sueldo de las
corporaciones que sostienen que no hay prueba de que fumar causa cáncer. En el
pasado, clínicas médicas financiadas por las corporaciones "demostraron" que el
polvo de carbón no causaba las enfermedades respiratorias de los mineros.

Por una parte, podemos decir que los argumentos de los "climatólogos
escépticos" no son científicos, pues los motivan los intereses de clase de los
capitalistas y en esta sociedad siempre será posible encontrar "expertos"
dispuestos a defender el statu quo.

Pero, por otra parte, los "escépticos" aprovechan un dilema muy real: solo
tendremos evidencia abrumadora del cambio climático cuando empiece, y
entonces será demasiado tarde para evitar el desastre. El CO2 no se puede sacar
de la atmósfera. Se puede evitar el calentamiento global, pero no será posible
revertirlo (con ningún medio que conozcamos) una vez que haya causado
grandes cambios climáticos.

Los científicos consideran que para evitar el calentamiento global habrá que
frenar el aumento de CO2 antes de que llegue a niveles críticos. Dado el ritmo
actual de aumento, solo tenemos unas décadas para tomar medidas.

Información disponible, conclusiones lógicas


"No estoy 99% seguro pero estoy seguro 90%. ¿Por qué necesita uno estar 99%
seguro cuando no se tiene tanta seguridad en nada más? Si hubiera una
probabilidad de apenas 5% de que el cocinero haya envenenado su postre, ¿se lo
comería?"

Stephen Schneider, climatólogo

Es difícil hacer predicciones a largo plazo acerca de cambios climáticos porque el


clima de la Tierra es sumamente complejo y cambiante, y la ciencia de la
climatología es relativamente nueva. El tiempo y la temperatura fluctúan de año
en año y de siglo en siglo por causas totalmente naturales.

Sin embargo, ciertos hechos bien documentados no se disputan:

1) Las leyes de la física que causan el "efecto invernadero" se conocen muy bien:
los "gases invernadero", como CO2 y especialmente el vapor, aumentan la
retención del calor de la Tierra.
2) La temperatura promedio de la Tierra ha aumentado unos 0,3 a 0,6 grados
centígrados desde 1860.

3) El aumento de la temperatura promedio causa mayor evaporación del agua y


ese vapor, a su vez, sube la temperatura. Exactamente cuándo sucederá eso a
nivel global es un tema de mucho debate.

4) El nivel de CO2 en el aire ha aumentado 30% durante los últimos 200 años. El
nivel de metano, otro gas invernadero, se ha duplicado. Según el New York
Times (12/1/97): "Estudios rigurosos de las concentraciones de dióxido de carbón
desde los años 50 revelan un aumento constante". Está claro que dicho aumento
es consecuencia de la actividad humana, es decir, de quemar combustibles y
madera.

5) El mar ha subido de 10 a 25 centímetros durante el mismo período, mucho


más del promedio de los miles de años anteriores.

Es sumamente difícil comprobar que el aumento de CO2 ha causado el aumento


de temperatura, pero la evidencia es fuerte y muchos científicos creen que si bien
la sociedad industrial todavía no ha causado grandes cambios climáticos, sí ha
alterado ligeramente la temperatura promedio. Según el Programa Ambiental de
la ONU: "la pauta de los cambios indica la influencia humana en el clima, como
se proyecta en los modelos climáticos, y el efecto es mayor que lo que darían
fluctuaciones naturales". Sin embargo, no se sabe con certeza si el "tiempo tan
extraño" que se ha experimentado durante los últimos diez años se debe a la
actividad humana.

Existen discrepancias en las proyecciones de cuándo los gases invernadero


causará cambios climáticos y cuál será su magnitud, dependiendo del "modelo
climático" que se emplee. Dichos modelos se refinan constantemente conforme a
los avances en ese campo científico, pero todavía no están comprobados. A pesar
de las discrepancias, muchos científicos están convencidos de que de seguir
aumentando los niveles de CO2 en el aire, tarde o temprano, se producirán
cambios climáticos desastrosos, posiblemente durante el próximo siglo o un poco
después, si no se altera radicalmente la forma en que la industria moderna
explota y consume la energía.

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El peligro del cambio climático global

¿Por qué el calentamiento global, y en términos más generales el cambio climático


mundial, constituye una amenaza tan urgente a la vida en este planeta?
El clima en la Tierra varía naturalmente de acuerdo a muchos factores. Pero hoy el
cambio climático se da con mucho más rapidez que en la mayoría de los casos de
variación natural o los cambios climáticos anteriores en la historia de la Tierra, lo que
sobre todo es el resultado de la actividad humana. El cambio climático se debe
principalmente al calentamiento del planeta por la acumulación de gases del efecto
invernadero (dióxido de carbono, metano, el vapor de agua y otros) durante los últimos
200 años de producción capitalista y que hoy se acelera como resultado de la quema de
combustibles fósiles: carbón, petróleo y gasolina, además de la deforestación y otras
causas.

Las selvas pluviales no solo tienen la mayor diversidad de especies, también sacan del
aire grandes cantidades de dióxido de carbono, el cual causa el calentamiento global. A
su vez esas selvas emiten grandes cantidades de oxígeno que los organismos necesitan
para respirar. Esas selvas pluviales se han llamado "los pulmones del planeta". La tala y
quema de las selvas libera enormes cantidades más de carbono a la atmósfera, lo que
incrementa más el calentamiento del planeta. La industria maderera ha destruido por
completo cerca de una quinta parte del Amazonas, la más grande extensión de selva
tropical que queda sobre el planeta, y ha dañado más de otro 20%.

El calentamiento global que resulta de la destrucción masiva de las selvas pluviales y la


quema de combustibles fósiles ya ha tenido un gran impacto en el planeta. El hielo polar y
los glaciares se están derritiendo a un ritmo acelerado. Naciones isleñas enteras y los
litorales costeros donde viven cientos de millones de personas podrían correr peligro en
las próximas décadas con la elevación del nivel de los océanos por el derretimiento de los
glaciares y las capas de hielo. En conjunto, el promedio de las temperaturas sobre el
planeta está subiendo y algunas regiones están más afectadas que otras. Pero el
calentamiento global y el cambio climático han azotado con el impacto más devastador a
las sociedades humanas y las vidas en el tercer mundo, debido a las relaciones existentes
de opresión económica y social. El año 2010 terminó en un empate para ser el año más
caluroso desde que se tiene constancia, y la última década fue la más calurosa desde los
años 1800, cuando se comenzó a documentar tales fenómenos. Hay evidencias de que
los extremos climáticos —inundaciones más devastadoras en algunas regiones, severas
sequías en otras, olas de calor y huracanes más poderosos en ciertas regiones— ya se
están dando, y los modelos del clima mundial predicen que esos fenómenos se tornarán
mucho peores a medida que continúe calentándose el planeta.

El clima es un factor clave que afecta los ecosistemas, incluida la posibilidad de que una
planta o un animal pueda vivir en un lugar particular. A medida que se calienta el planeta,
muchas especies se están mudando hacia las zonas de los polos y a alturas más
elevadas donde pueden sobrevivir. En las zonas de los polos, las especies no tienen un
lugar más frío a donde ir. En períodos "normales", el clima suele cambiar a través de
miles y aun millones de años — y las especies se pueden adaptar. Pero ahora Anthony
Barnosky, profesor de biología integral de la Universidad de California en Berkeley, dice
que el cambio climático causado por los seres humanos "está acelerándose más
rápidamente que nunca antes durante la evolución de las especies y ecosistemas —
muchas especies simplemente no tienen la capacidad biológica de modificar su
distribución geográfica con la velocidad que se requiere para poder sobrevivir".

Además, cuando muchas especies responden cambiando de territorio, se estrellan con las
ciudades y la urbanización, donde no pueden sobrevivir ni desplazarse. La urbanización,
la expansión urbana descontrolada y otras destrucciones del hábitat natural han
fragmentado y hasta erradicado la distribución natural de las especies. A menudo, ni
siquiera existe más hábitat hacia el cual migrar. El cambio climático combinado con la
destrucción del hábitat implica un golpe doble que amenaza no sólo a las especies sino a
ecosistemas enteros. Barnosky dice: "Como resultado, es posible que comunidades y
ecosistemas enteros dejen de funcionar tal como su evolución ha dictado durante miles y
hasta millones de años".

Nuevo informe de los científicos del clima y la lucha por salvar al


planeta
Orpheus Reed | 8 de septiembre de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

La semana pasada, sonó fuerte otra alarma sobre la destrucción acelerada del planeta.
Un filtrado proyecto de informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el
Cambio Climático (IPCC por las siglas en inglés), un grupo de los científicos climáticos
más destacados del mundo, pronostica que “la continua emisión de gases de efecto
invernadero provocará un mayor calentamiento y cambios a largo plazo en todos los
componentes del sistema climático, aumentando la probabilidad de impactos graves,
generalizados e irreversibles para el pueblo y los ecosistemas”. El informe dice: “El riesgo
de cambios abruptos e irreversibles aumenta a medida que aumente la magnitud del
calentamiento".

Los climatólogos informan que la fusión completa de la capa de hielo de Groenlandia


elevaría los niveles del mar unos 7 metros, sumergiendo terrenos costeros y naciones
insulares donde viven cientos de millones de personas. Arriba: Bangladesh inundado
durante la temporada de monzones. Foto: AP

Estas advertencias de los científicos del clima más importantes del mundo ponen de
relieve la urgente necesidad de que la gente se movilice e intensifique la lucha para salvar
el planeta. También subrayan la importancia de la Marcha Climática de los Pueblos que
tendrá lugar el 21 de septiembre en la Ciudad de Nueva York. La marcha, y otros eventos
y formas de resistencia, están programados para coincidir con una reunión de líderes
mundiales en una cumbre climática de la ONU el 23 de septiembre.

Dos graves advertencias de los científicos del clima

El proyecto de informe de los científicos contiene dos advertencias graves. En primer


lugar, señala el peligro de cambios irreversibles en el sistema climático y los ecosistemas
si las cosas continúan en su rumbo actual. En segundo lugar, el informe dice que es muy
posible que se avecine un punto de inflexión en el que esté garantizada e imparable la
fusión completa de la capa de hielo de Groenlandia, cual fusión elevaría los niveles del
mar unos siete metros.

La fusión de Groenlandia, junto con otras fusiones, sumergiría terrenos costeros y países
insulares donde viven cientos de millones de personas. Es posible que esto tarde siglos,
pero el ritmo de estos cambios está más rápido que las anteriores predicciones científicas.
También puede influenciar el ritmo de la fusión, positiva o negativamente, el que la
sociedad humana siga inyectando, o deje de inyectar, masivas cantidades de gases de
efecto invernadero en la atmósfera, cuales gases calientan el planeta. Pero sea lo que
sea el tiempo que se requiera, una vez que se alcance este punto de inflexión, la fusión
sería imparable. Además de sumergir vastas extensiones de tierras costeras, entre ellas
algunas de las principales ciudades del mundo, la fusión de estas capas de hielo
probablemente alterará aún más el sistema climático — lo que puede causar aún más
cambios climáticos cualitativos.

He aquí la realidad de la situación que recalca el proyecto de informe del IPCC. De 1970 a
2000, las emisiones globales de gases de efecto invernadero se incrementaron en 1,3 por
ciento al año. Pero de 2000 a 2010, ese ritmo saltó al 2,2 por ciento al año, y parece que
el ritmo sigue acelerando esta década. Si continúa así, el calentamiento podría llegar a 8
grados (Fahrenheit) para el año 2100. Tal calentamiento daría lugar a “cambios
catastróficos”. Frente a esto, los gobiernos imperialistas que dominan la economía y la
política mundiales no han hecho nada real para lidiar con el problema del cambio climático
global.
Los líderes imperialistas mundiales tocan el violín mientras el planeta arde

A pesar de lo que la ciencia pronostica y el daño que el calentamiento global ya está


causando en el planeta — los “expertos climáticos” citados en el New York Times dicen
que cuando los líderes pronuncien sus discursos en la cumbre climática de la ONU del 23
de septiembre en la Ciudad de Nueva York, que ni siquiera se espera que vayan a
anunciar metas ambiciosas para la reducción de emisiones. Y todos los gobiernos saben
que aunque establezcan metas, no hay ningún poder ni autoridad vinculante que podría
obligarlos a cumplirlas.

Todo esto es completamente escandaloso y criminal. Frente a un inminente cataclismo


global que amenaza la vida humana, la civilización y las especies y ecosistemas a nivel
mundial, el capitalismo continúa y hasta acelera su dependencia de los combustibles
fósiles como la base energética de las economías mundiales. Al mismo tiempo, las varias
potencias capitalistas principales hacen declaraciones inútiles sobre la amenaza del
cambio climático y emiten frases melosas sobre sus intenciones de tomar en serio la
reducción de las emisiones — todo con el fin de engañar al pueblo. Mientras tanto el
planeta arde, y están echando a un abismo el futuro de la vida en la tierra.

Ahora, los principales voceros del imperialismo estadounidense —y por desgracia algunos
activistas sobre el clima también— nos están diciendo que “Estados Unidos debe asumir
el liderazgo acerca del cambio climático”. Pero la verdad: bajo Obama, Estados Unidos ha
expandido enormemente la perforación y producción de petróleo y gas de los nuevos
yacimientos en el esquisto y en los océanos profundos, y al mismo tiempo ha
incrementado la exportación de carbón a otros países para que lo quemen. (Véase, por
ejemplo, un nuevo artículo del autor Michael Klare, “Global Warming President Presides
Over Drill-Baby-Drill America” [El presidente del calentamiento global preside un Estados
Unidos de perforar-a-toda-máquina]) El único “liderazgo” que pueden proveer Estados
Unidos y Obama con respecto al cambio climático es seguir por el camino de perpetuar
aún más la economía y la política que están destruyendo la vida en este planeta.

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El calentamiento global: El futuro del planeta está en juego

Mientras el huracán Katrina devastaba la costa del Golfo, mucha gente se


preguntaba si tenía relación con el calentamiento global. Debido a las grandes
variaciones climáticas, es difícil saber si una tormenta en particular (o incluso
una serie de tormentas u otros sucesos climáticos extremos en cierto lugar) es
una consecuencia del calentamiento global. Pero sí se sabe que existe un
vínculo entre el clima global y la cantidad e intensidad de las tormentas, y los
científicos dicen que el calentamiento del planeta aumentará la severidad de
las tormentas y demás fenómenos climatológicos.

Sea cual fuere su relación con Katrina, el calentamiento global es un gran


peligro para el planeta. Al comienzo del siglo 21, hay enormes concentraciones
de riqueza y de fuerzas productivas, y ha habido avances tecnológicos y
científicos sin precedente. Pero todo esto lo monopoliza un puñado de
imperialistas para acumular más ganancias y poder a costa de la vida de las
masas. Esta ciega búsqueda de ganancias está causando grandes daños al
medio ambiente y a los ecosistemas del planeta.

No hay ejemplo más marcado que el calentamiento global.

El calentamiento global es una consecuencia de la quema de combustibles


fósiles (como el petróleo y el carbón) y de la madera, que liberan dióxido de
carbono (CO2) y otros “gases de invernadero”.

Estados Unidos produce la mayor cantidad de esos gases. Con el 4% de la


población mundial, produce un cuarto del CO2 del mundo. Pero a pesar de la
enorme amenaza a la humanidad que representan esas emisiones, el gobierno
de Bush planea ampliar enormemente la quema de combustibles fósiles y se
opone a una resolución científica a este problema.

El calentamiento del planeta


Un estudio de 2001 del Equipo Intergubernamental sobre Cambios Climáticos dice que sin una reducción
significativa de los gases de invernadero, el planeta se calentará de 2.5 a 10.4
grados F (de 1.4 a 5.8 grados C) entre los años 1990 y 2100. Otros estudios
predicen que el calentamiento será mayor, hasta de 19.7 grados F.

El calentamiento global ya está causando cambios ambientales inquietantes,


por ejemplo: se están derritiendo los glaciares y las capas de hielo; los mares
y las marejadas están hundiendo las islas y los pueblos costeros del mundo; y
las zonas de distribución de muchas especies de plantas y animales se están
desplazando hacia el norte y a mayores altitudes.

La investigación científica indica que el calentamiento global ha llevado a un


clima con más extremos. Un informe de 2003 de la Organización Meteorológica
Mundial dice: “Cada año se establecen nuevos récords climatológicos en alguna
región del mundo, pero en los últimos años la cantidad de tales sucesos
extremos está creciendo”. Un estudio de la revista científica Nature dice que la
fuerza de los huracanes ha aumentado un 50% y que esto está vinculado al
calentamiento global.
Cambios climáticos en el Ártico y la subida del nivel del mar
La Evaluación del Impacto de Cambios Climáticos del Ártico de noviembre de
2004 dice que la temperatura de la región ártica está subiendo dos veces más
rápidamente que en el resto del mundo. En los últimos 30 años, el hielo del
mar ha disminuido un 8%, o sea, una zona mayor que Texas y Arizona. El
estudio predice que por lo menos la mitad de la capa de hielo de verano, y
gran parte de la capa de hielo de Groenlandia (la segunda del mundo), se
derretirán este siglo.

Los científicos no están de acuerdo sobre el ritmo de estos cambios. Un


científico de NASA predice que la capa de hielo de Groenlandia empezará a
desintegrarse en unas décadas si no se controlan las emisiones. Otros dicen
que tardará más tiempo. Si se derrite toda la capa de hielo, el nivel del mar
subirá casi 7.5 metros y causará inundaciones catastróficas por todo el mundo
que afectarán a docenas de millones de personas. Grandes extensiones de los
países bajos, como Bangladesh, y muchas grandes ciudades terminarán debajo
del agua.

El nivel del mar ya ha subido, y esto está causando y causará más


inundaciones y la sumersión de varias islas (entre ellas naciones enteras) y
zonas costeras donde viven millones de personas.

Por ejemplo, Tuvalu, una isla-nación del Pacífico donde viven 11,000 personas,
podría desaparecer bajo el agua. La población se está trasladando poco a poco
a Nueva Zelanda.

La pérdida de las capas de hielo y los glaciares del norte es una consecuencia
del calentamiento global, pero también puede acelerarlo y acelerar otros
cambios climáticos.

Un ejemplo de esto es el “efecto albedo”. La nieve y el hielo reflejan el calor


del Sol mucho más que el agua. Así que al derretirse grandes extensiones de
hielo y nieve, la energía del Sol se absorbe más y la temperatura de los
océanos y la Tierra sube.

Además, el hielo atrapado en las capas permanentes expulsa la sal, y el agua


salada se hunde al fondo del mar. Este proceso en el Ártico es la principal
fuente de la “circulación termohalina”, un proceso que crea una corriente
transportadora en los océanos que lleva el agua más caliente del ecuador hacia
el norte y modera el clima. Si las capas de hielo se derriten, el proceso de
“circulación termohalina” se acabará o disminuirá, y esto causará cambios
climáticos impredecibles.

El calentamiento del Ártico ya ha afectado a las plantas y los animales de la


región. Los inuit han visto por primera vez especies que normalmente viven
más al sur (como los petirrojos) para las cuales ni siquiera tienen nombre en
su idioma.
Muchas especies solo pueden sobrevivir en una estrecha zona de
temperaturas. Así que los cambios climáticos llevarán a grandes cambios
impredecibles en la supervivencia de especies y difusión a otras regiones

Cuanto más saben los científicos acerca de los peligros del calentamiento
global, tanto más dan la alarma. No cabe duda de que está acelerando y que
tendrá consecuencias catastróficas en los ecosistemas y la humanidad a nivel
mundial. El futuro del medio ambiente del planeta está en juego, y el sistema
capitalista que produce esos cambios es fundamentalmente incapaz de
responder a esta amenaza.
(Se puede encontrar una buena discusión del calentamiento global, en inglés, en la serie de la revista New Yorker
“The Climate of Man”, de Elizabeth Kolbert,  pt1,  pt2,  pt3)

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