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RENE GUENON LA TUMBA DE HERMES Anticulo IV,3 de Formes traditionnelles et eycles cosmiques, Gallimard, Paris 1970 ‘Lo que ya hemos dicho sobre ciertas empresas "pseudoiniciaticas puede hacer comprender con facilidad cuales son las razones por las que nos sentimos muy poco tentados a abordar cuestiones que toquen, mas 0 menos directamente, a la antigua tradicién egipcia. A lo anterior, también podemos afiadir esto: el hecho mismo de que los actuales egipcios no se preocupen en absoluto de las investigaciones relacionadas con esta civilizacién desaparecida bastaria para mostrar que no puede haber en ello, desde el punto de vista que nos interesa, ningi beneficio efectivo; si en realidad fuese de otra manera, es muy evidente que no habrian abandonado en cierto modo su monopolio a unos extranjeros, para quienes ademds nunca se ha tratado de otra cosa que de simple erudicién, La verdad es que entre el Egipto antiguo y el actual, no hay sino una coincidencia geogréfica, sin la menor continuidad historica; por eso la tradicién de la que se trata es todavia més completamente extrafia en ese pais en el que en otro tiempo existié, que lo es el Druidismo para los pueblos que habitan hoy los antiguos paises célticos; y el hecho de que all subsistan muchos més monumentos no cambia en nada esta situacién. Nos parece conveniente precisar esto de una vez por todas, a fin de poner coto a todas las ilusiones que con demasiada facilidad se hacen en este sentido aquéllos que nunca han tenido la oportunidad de examinar las cosas més de cerca; y, al mismo tiempo, esta observacién destruird ain mAs completamente las pretensiones de los "pseudoiniciados" que, remitiéndose al antiguo Egipto, querrian dar a entender con ello que se vinculan con algo que subsistiria en Egipto mismo; sabemos por otra parte que esto de ninguna manera es una suposicién puramente imaginaria, y que algunos, contando con la ignorancia general, cosa en la que desgraciadamente no estan totalmente equivocados, llevan efectivamente hasta ahi sus pretensiones. Sin embargo, a pesar de todo esto, ocurre que nos encontramos casi en la obligacién de dar, en la medida de lo posible, algunas explicaciones que se nos han pedido en estos iiltimos tiempos desde distintos lados, a consecuencia de la increible multiplicacién de ciertas historias fantasticas de las que hemos tenido que hablar algo al resefiar unos libros a los que aludiamos hace poco. Hay que decir, por otra parte, que estas explicaciones no se referirdn en realidad a la tradicién egipcia misma, sino solamente a lo que a ella se refiere en la tradicién arabe; hay por lo menos en ésta, en efecto, algunas indicaciones bastante curiosas, y que quiz son susceptibles de contribuir pese a todo a aclarar algunos puntos oscuros, aunque de ninguna manera querriamos exagerar la importancia de las conclusiones que pueden sacarse de ellas. Hemos observado anteriormente que, de hecho, no se sabe realmente para qué ha podido servir la Gran Pirdmide, y exactamente lo mismo podriamos decir de las Pirdmides en general; es cierto que la opinién més comin quiere ver en ellas tumbas, y, sin duda, esta hipétesis no tiene nada de imposible en si misma; pero, por otro lado, sabemos también que los arquedlogos modemos, en virtud de ciertas ideas preconcebidas, se esfucrzan de buena gana en descubrir tumbas por todas partes, incluso alli donde jams hubo la menor traza, y esto no deja de despertar en nosotros cierta desconfianza, En cualquier caso, hasta ahora no se ha encontrado ninguna en la Gran Pirdmide; pero, incluso si hubiera alguna, no por eso quedarfa el enigma totalmente resuelto, pues evidentemente ello no excluiria que hubiese podido tener al mismo tiempo otros usos, quiz hasta mas importantes, como también lo pueden haber tenido otras Pirimides que, éstas si, han servido de tumbas; y también es posible que, como algunos han pensado, la utilizacién funeraria de estos monumentos haya sido més o menos tardia, y que no fuera éste su primitivo destino, cuando el momento mismo de su construecién. Si a pesar de todo se objetara que ciertos datos antiguos, y de cardcter mas 0 menos tradicional, parecieran confirmar que efectivamente se trata de tumbas, diremos lo siguiente, que puede parecer extrafio a primera vista, pero que sin embargo es precisamente lo que tenderian a hacer admitir las consideraciones que van a seguir: las tumbas en cuestién, no han de entenderse en un sentido puramente simbélico? En efecto, hay quien dice que la Gran Pirdmide seria la tumba de Seyidna Idris, 0 dicho de otra manera: del profeta Henoch, mientras que la segunda Pirdmide seria la de otro personaje que habria sido el Maestro de éste, y sobre el cual habremos de volver; pero, presentada de este modo y tomada en un sentido literal, la cosa contendria un absurdo manifiesto, pues Henoch no murié, sino que fue Hevado vivo al cielo; {cémo pues podria tener una tumba? No obstante, no habria que apresurarse demasiado a hablar aqui, segdn la moda occidental, de “leyendas" desprovistas de fundamento, pues la explicacién que de ello se da es la siguiente: no es el cuerpo de Idris lo que fue enterrado en la Piramide, sino su ciencia; y, por ella, hay quien entiende que se trata de sus libros; pero {qué verosimilitud hay en que unos libros se hubieran sepultado asi pura y simplemente?, y {qué interés hubiera podido presentar esto desde el punto de vista que fuere?4 Seria mucho mas probable, seguramente, que el contenido de esos libros hubiese sido grabado en caracteres jeroglificos en el interior del monumento; pero, desgraciadamente para una suposicién asi, no se encuentran precisamente en la Gran Pirdmide ni inscripciones ni figuraciones simbélicas de ninguna especie.? Asi pues, no queda ya mds que una sola hipétesis aceptable: y es que la ciencia de Idris se halla verdaderamente oculta en la Pirdmide, pero porque se encuentra incluida en su estructura misma, en su disposicién exterior e interior y en sus proporciones; y todo lo que puede haber de valido en los "descubrimientos" que los modemos han hecho o creido hacer a este respecto no representa en suma mas que algunos fragmentos infimos de esta antigua ciencia tradicional, Esta interpretacién concuerda por otra parte bastante bien, en el fondo, con otra versién Arabe del origen de las Piramides, que atribuye su construcci6n al rey antediluviano Surid: éste, habiendo sido advertido por una sefial de la inminencia del Diluvio, las hizo edificar segin el plano de los sabios, y ordené a los sacerdotes que depositaran en ellas los secretos de sus ciencias y los preceptos de su sabiduria, Ahora bien, se sabe que Henoch o Idris, asimismo antediluviano, se identifica con Hermes 0 Thoth, quien representa la fuente de la cual el sacerdocio egipcio recibia sus conocimientos y, por extensién, a este sacerdocio mismo en tanto que continuador de idéntica funcién de ensefianza tradicional; asi pues, se trata nuevamente de la misma ciencia sagrada, la cual, en este caso también, habria sido depositada en las Pirdmides.4 Por otro lado, este monumento destinado a asegurar la conservacién de los conocimientos tradicionales, en previsién del cataclismo, recuerda ain otra historia bastante conocida, la de las dos columnas levantadas, segin unos precisamente por Henoch, segiin otros por Seth, y sobre las que habria sido inscrito lo esencial de todas las ciencias: la mencién que aqui se hace de Seth nos conduce a aquél personaje de quien se dice que la segunda Pirdmide fue su tumba. En efecto: si éste fue el Maestro de Seyidna Idris, no puede haber sido otro que Seyidna Shith, es decir Seth, hijo de Adan; es cierto que autores érabes antiguos le designan con los nombres, en apariencia extrafios, de Aghatimiin y Adhimiin; pero estos nombres no son visiblemente més que deformaciones del griego Agathodaimén, que, refiriéndose al simbolismo de la serpiente considerada bajo su aspecto benéfico, se aplica perfectamente a Seth, segiin lo hemos explicado en otra ocasién4 La particular conexién que de este modo se establece entre Seth y Henoch es a su vez muy notable, tanto mds cuanto que por otra parte también a uno y a otro se les pone en relacién con ciertas tradiciones relacionadas con un retorno al Paraiso terrestre, es decir al "estado primordial", y, consecuentemente, con un simbolismo "polar" que no deja de tener cierto vineulo con la orientacién de las Piramides; pero esto también es otra cuestién, y sefialaremos solamente al pasar que este hecho, implicando con bastante claridad una referencia a los "centros espirituales", tenderia a confirmar la hipétesis que hace de las Pirdmides un lugar de iniciacién, cosa que, por otra parte, no habria sido al fin y al cabo mas que el medio normal de mantener "vivos" los conocimientos que en ellas se habian incluido, por lo menos durante tanto tiempo como esta iniciacién subsistiera. Afiadamos atin otra observacién: se dice que Idris 0 Henoch escribid numerosos libros inspirados, después de que el propio Adan y Seth ya hubieran escrito otros;S estos libros fueron los prototipos de los libros sagrados de los egipcios, y los Libros herméticos mas recientes no representan en cierto modo mas que una "readaptacién”, igual como tambign los distintos Libros de Henoch que han llegado con este nombre hasta nosotros. Por otra parte, los libros de Adan, Seth y Henoch debian expresar naturalmente, de manera respectiva, diferentes aspectos del conocimiento tradicional, implicando una relacién mds especial con tales © cuales ciencias sagradas, como sucede siempre con la ensefianza transmitida por los distintos Profetas, Podria ser interesante preguntarse, teniendo esto en cuenta, si no habria algo que correspondiera en cierta manera a estas diferencias, por lo que respecta a Henoch y Seth, en la estructura de las dos Pirdmides de las que hemos hablado, e incluso también, si es que entonces la tercera Pirémide no podria tener igualmente alguna relacién con Adan, pues, aunque no hayamos encontrado en ninguna parte una alusién explicita a ello, seria en resumen bastante légico suponer que debiera completar el ternario de los grandes profetas antediluvianos. Desde luego, no pensamos de ninguna manera que estas cuestiones sean de aquellas susceptibles de resolverse actualmente; al fin y al cabo, todos los "investigadores" modernos estan por asi decirlo casi exclusivamente "hipnotizados" con la Gran Piramide, pese a que, después de todo, esta no sea en realidad tanto mas grande que las otras dos como para que la diferencia sea muy Ilamativa; y cuando aseguran, para justificar la excepcional importancia que le atribuyen, que es la nica que est orientada exactamente, tal vez cometan el error de no reflexionar en que ciertas variaciones en la orientacién podrian muy bien no deberse simplemente a alguna negligencia de los constructores, sino estar reflejando precisamente alguna cosa relacionada con distintas "épocas" tradicionales; pero gedmo podria esperarse que unos occidentales modernos dispongan, para dirigirlos en sus investigaciones, de unas nociones minimamente justas y precisas sobre cosas de este género?? Otra observacién que tiene también su importancia, es que el nombre mismo de Hermes esta lejos de ser desconocido para la tradicién arabe® y, «no hay que ver mas que una "coincidencia" en la similitud que presenta con la palabra Haram (en plural Ahram), designacién arabe de la Pirdmide, de la que no difiere més que por el simple afiadido de una letra final que no forma parte de su raiz? A Hermes se le llama El muthalleth bil-hikam, literalmente "triple por la sabiduria,2 lo que equivale al epiteto griego Trismegistos, aun siendo més explicito, pues la "grandeza" que expresa este iiltimo no es, en el fondo, sino la consecuencia de la sabiduria que es el atributo propio de Hermes.12 Por otra parte esta "triplicidad” tiene ain otro significado mas, pues se la encuentra desarrollada en ocasiones bajo la forma de tres Hermes distintos: al primero, llamado "Hermes de los Hermes" (Hermes El- Hardmesah), y considerado como antediluviano, es al que se identifica propiamente con Seyidna Idris; los otros dos, que serian postdiluvianos, son el "Hermes babilénico" (EI-Babeli) y el "Hermes egipcio" (El- Micri); esto parece indicar con bastante claridad que las tradiciones caldea y egipcia se habrian derivado directamente de una sola y misma fuente principal, la cual, dado el cardcter antediluviano que se le reconoce, apenas puede ser otra que la tradici6n atlante. Sea lo que fuere que pueda pensarse de todas estas consideraciones, que seguramente se hallan tan lejos de las opiniones de los egiptélogos como de las de los modernos investigadores del "secreto de la Piramide", puede decirse que ésta representa verdaderamente la "tumba de Hermes", pues los misterios de su sabidurfa y de su ciencia han sido ocultados de tal modo en ella que es ciertamente bien dificil descubrirlos.12 Traduccién: J. M. R. NOTAS £ Publicado originalmente en la revista Etudes Traditionnelles, diciembre 1936, 1 Apenas es necesario observar que el caso de libros depositados ritualmente en una verdadera tumba es enteramente distinto a éste, Continuando con lo mismo, se encuentra uno a veces con asertos singulares y ms o menos completamente fantasiosos; por ejemplo, en el Occult Magazine, érgano de la H. B. of L., hemos hallado una alusién a las "78 laminas del Libro de Hermes, que yace enterrado en una de las Pirimides" (n’ de diciembre 1885, p. 87); se trata aqui manifiestamente del Tarot, pero éste nunca ha representado un Libro de Hermes, de Thoth o de Henoch mis que en ciertas concepeiones muy recientes, y s6lo es "egipcio” del mismo modo que los bohemios [gitanos, zingaros, ete.] a quienes también se ha dado este nombre, Sobre la /I. B. of L., ef. nuestro libro sobre El Teosofi 3 Otra versién més, ya no drabe, sino copta, relaciona el origen de las Pirdmides con Shedid y Sheddad, hijos de Ad; no sabemos muy bien qué consecuencias podrian sacarse de ello, y no parece que haya que otorgarle una importaneia muy grande, pues, aparte del hecho de que se trata aqui de "gigantes", no se ve qué intencidn simbélica pudiera recubrir realmente. 4 Ver nuestro estudio sobre Sheth, capitulo XX de Simbolos fundamentales de Ia Ciencia sagrada. Al Agathodaimén de los griegos también se lo identifica a menudo con Kneph, representado igualmente por la serpiente, y en conexidn con el "Huevo del Mundo", cosa que se refiere siempre al mismo simbolismo; en cuanto al Kakodaimén, aspecto maléfico de la serpiente, evidentemente es idéntico al Set-Typhon de los egipcios. 4 Las cantidades que se indican para esos libros varian, y, en muchos casos, puede que se trate Ginicamente de niimeros simbélicos; este punto no tiene por otra parte sino una importancia bastante secundaria. Va de suyo que de ninguna manera quiere esto decir que la construccién de las Pirdmides deba atribuirseles literalmente, sino solamente que ha podido constituir una "fijacién" de las ciencias tradicionales con las que respectivamente se les relaciona. La idea de que la Gran Pirdmide difiere esencialmente de las otras dos parece ser muy reciente; se dice que el califa El-Mamiin, queriendo saber lo que contenian las Pirimides, decidié hacer abrir una de ellas; result que fue a Gran Pirdmide, pero no parece que hubiera pensado que debiera tener un cardcter absolutamente especial Junto a la forma correcta Hermes se encuentra también en algunos autores la forma Armis que evidentemente es una alteracién, Hikam es el plural de hikmah, pero tanto el singular como el plural se emplean igualmente con el sentido de "sabiduria" Puede que sea curioso observar que la palabra muthalleth también designa el tridngulo, pues, sin forzar demasiado las cosas, podria encontrarse en ello alguna relacién con la forma triangular de las earas de la Pirémide, que ha debido de ser determinada también "por la sabiduria" de quienes establecieron sus planos, sin contar con que el tridngulo se relaciona por otra parte con el simbolismo del "Polo", y, desde este tiltimo punto de vista, es bien evidente que la misma Pirémide no es en suma més que una de las, imagenes de la "Montaiia sagrada". Ficilmente se comprende que, en cualquier caso, todo esto se sittia ya bastante lejos de la Tradicién primordial; y por otra parte muy poco itil seria designar especialmente a ésta como ja fuente comin de dos tradiciones particulares, puesto que lo es necesariamente de todas las formas tradicionales sin excepcién. - Por otra parte, podria concluirse del orden de ‘enumeracién de los tres Hermes, en tanto que parece tener alguna significacién cronologica, en una cierta anterioridad de la tradi con relacién a la tradicién egipeia. mn caldea Ya que estamos con este tema, sefialemos atin otra fantasia moderna: hemos constatado que algunos atribuyen una importancia considerable al hecho de que la Gran Pirdmide nunca hubiese sido acabada; falta en efecto la cispide, pero todo lo que puede decirse con seguridad es que los autores mas antiguos de quienes se tiene testimonio, y que son aiin relativamente recientes, siempre la han visto truncada como lo est hoy. De ahi, a pretender que esa céispide que falta corresponde a la "piedra angular" de la que se habla en diversos pasajes de la Biblia y el Evangelio, hay verdaderamente mucho trecho, tanto mas cuanto que, segtin datos mucho mis auténticamente tradicionales, la piedra en cuestién seria, no un “piramidion", sino desde luego una "clave de baveda" (Keystone), y, si fue “rechazada por los constructores", es porque éstos, al no estar iniciados mas que en la Square Masonry, ignoraban los secretos de la Arch Masonry. - Cosa bastante curiosa, el sello de los Estados Unidos figura la Piramide truncada, por encima de la cual hay un tridngulo radiante que, aun separado de ella ¢ incluso aislado por el efculo de nubes que lo rodean, parece en cierto modo reemplazar su etispide; pero hay también en este sello, del cual algunas organizaciones pseudoinicidticas pretenden por otra parte sacar partido de manera algo sospechosa, otros detalles que son por lo menos extravagantes: asi, se dice del mimero de gradas de la Pirdmide, que son trece, que corresponde al de las tribus de Israel (contando separadamente las dos semi-tribus de los hijos de José), y quizé esto no carezca totalmente de relacién con los auténticos origenes de ciertas divagaciones contemporaneas sobre la Gran Pirdmide, que tienden, como ya hemos dicho anteriormente, a hacer de ella, con fines ms bien oscuros, una especie de monumento "judeocristiano” + . dios Publicados Home Page

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