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Es importante, en tiempos donde no tenemos control de muchas de las cosas que pasan a nuestro

alrededor, porque hemos perdido el sentido de las palabras, las simplificamos a simples
construcción culturales dotados de nada más que de banalidades, para la muestra de un botón,
propongo observemos la palabra innovación detona “renovar o mejorar” sin embargo, en las
sociedades capitalista , se le otorgar a esta palabra un significado que es funcional al
mantenimiento del sistema y que si mucho, ayudará a que sea menos voraz -sostenibilidad-, en la
práctica, innovar es la apertura de un nuevo mercado o los ajustes para el funcionamiento de uno,
y algo particular del asunto, es que de miles de “innovadores” solo unos cuantos lo logran
–“puesto que en todo ámbito de la vida se debe competir”- posterior a masivo fracaso de estos
“innovadores” los posición en un lugar de “perdedores” puesto que dicen “el sistema da
oportunidad a todo mundo, si no puedes es por tu culpa” pero he ahí contradicción, ¿porque
existen perdedores si el sistema da oportunidad a todo el mundo? todos son innovadores en el
nombramiento, pero no todos innovan. De igual forma ese denominado emprendedor que es el
sujeto que “emprende” que traduce “empezar hacer o iniciar algo” pero el prefijo “em” “in” (hacia
dentro) pone en plano un sujeto que emprende por algo que desea; pero se ha establecido
hegemónicamente que “emprender” es esa acción por la cual genero enriquecimiento, poniéndolo
en un plano igual al mencionado anteriormente –“todos tienen oportunidad”- donde ya la persona
está aparentemente libre de ataduras para la libre competencia, sin embargo, no es una persona
per se la que compite, es una persona poseedora de un contexto, del cual se esboza la
construcción subjetividad de la realidad, y que al mismo tiempo condiciona el desenvolvimiento de
ser en el plano material -no es lo mismo tener y no tener necesidades- por tanto este sujeto, es
estafado con la idea de que el “emprende” cuanto invierte en su vida, en lugar de vivir su vida,
puesto en este sistema depredador mercantiliza lo aspectos más mínimos de la existencia
humanos, ya no se estudia para aprender, ni se trabaja para vivir, ni se hace nada por el deseo, se
actúa con base en la inversión; aquí el sujeto no emprende para su felicidad, porque es su deseo,
se emprende para sobrevivir.

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