La aventura de las clases en línea con preescolares.
Durante las jornadas de prácticas correspondientes a mi quinto semestre de la carrera viví
diversas situaciones, algunas muy reconfortantes, otras no tanto. Una de las primeras cosas que me sucedieron fue el que parecía que no iban a asignarme escuela de prácticas, he de decir que a mis compañeras, que habían quedado en otro Jardín de niños, con bastante anticipación les dijeron cuál sería y hasta tenían fechas y enlaces para contactar con las educadoras ¿y yo? Nada. Bueno casi nada, faltando ya un día para que se diera inicio a la primera semana de prácticas en línea, por fin me comunicó la maestra de prácticas cuál sería el preescolar y en qué momento nos deberíamos reunir a junta. Me sentí emocionada, expectante y temerosa a la vez. Cuando por fin me conecté en sesión con la directora y maestras después de las presentaciones correspondientes, poco a poco me fui sintiendo más confiada, relajada, aunque los nervios no desaparecerían hasta el final de las dos jornadas, eso era bueno, en parte, pues me mantenía alerta y con el reto de hacer bien las cosas.