ANÁLISIS Y PERSPECTIVAS
Desprotección Social
y Estrategias
Familiares
Coordinación
Comité Técnico de la Fundación FOESSA
Editorial
• El proceso de naturalización de la pobreza y exclusión social ...... 1 ©
www.foessa.es
Analizamos Cáritas Española
©
• Las redes de protección de los hogares y las familias en la Embajadores, 162
poscrisis ..................................................................................................... 3 28045 Madrid
publicaciones@caritas.es
Profundizamos www.caritas.es
• La crisis se lleva la capacidad de resistir de muchas familias Preimpresión e impresión
en España ................................................................................................ 23 Arias Montano Comunicación
• Nuevas pobrezas o nuevos riesgos sociales ............................... 29 www.ariasmontano.com
• Etiquetas para la discriminación ..................................................... 33 ISBN: 978-84-8440-735-5
Depósito legal: M-17135-2017
Debatimos
• Querer no es poder. La brecha entre fecundidad deseada
y alcanzada revela un déficit de bienestar
individual y social ................................................................................. 39
• La lucha contra la pobreza y la exclusión social desde un
punto de vista jurídico ........................................................................ 46
• Marcos interpretativos sobre la exclusión, en tiempos de
crisis. Avanzar hacia un paradigma transformador .................. 57
E Desprotección Social y Estrategias Familiares Editorial E índice
E
Editorial
El proceso de naturalización de la pobreza
y exclusión social
El modelo social en el que vivimos se fundamen- base de medición fallida, sino que deja atrás a
ta en una gran medida en el crecimiento econó- muchas personas. Además, en un marco donde el
mico como condición para poder sostenerse. Es concepto de crecimiento en lo tangible ya ha des-
además la base del aumento del empleo y por velado sus límites, no solo desde el punto de vista
lo tanto de los ingresos de los hogares depen- de la sostenibilidad, sino desde la propia finitud
dientes del mercado de trabajo. La mejor herra- de los recursos materiales. El concepto y realidad
mienta para acabar con la pobreza y exclusión de la huella ecológica han transformado el con-
social, es por tanto, el empleo. Y este, se puede cepto de crecimiento en un mito.
obtener, sobretodo, a través del esfuerzo y del
emprendimiento personal. Debemos ayudar a Sabemos que el empleo es una herramienta
las personas que se encuentran en el espacio de fundamental en el proceso de integración so-
la exclusión social a través de herramientas que cial. Pero su debilidad, tanto cuantitativa como
les activen en su responsabilidad de incorporar- cualitativa, le está convirtiendo en una estrate-
se socialmente. gia cada vez más relacionada con el sobrevivir y
menos con el bienestar. Cuando las personas van
Estas ideas se encuentran muy extendidas no perdiendo cada vez más su capacidad de manio-
solo en el imaginario social, sino en el político y brabilidad en el mercado de trabajo (elección,
en el de la intervención profesional de una forma control del tiempo, carrera profesional, cualifi-
natural. A medida que el proceso de transforma- cación…) el empleo tiende a ser para las capas
ción de nuestro paradigma social se va desarro- de población más precarizadas, más superviven-
llando, vamos adquiriendo mayor conciencia de cia y menos desarrollo. La sociedad española es
que esas afirmaciones no se corresponden con ya consciente de la existencia de trabajadores
toda la realidad que viven las personas con ma- y trabajadoras pobres, que antes de la crisis es-
yor riesgo de exclusión o vulnerabilidad. taban muy vinculadas a la temporalidad y a la
economía sumergida, y que ahora han aumenta-
Sabemos desde hace más de cuarenta años que do también sus vínculos con la parcialidad y los
crecimiento económico y bienestar se relacionan, cambios en la regulación laboral.
pero que a partir de determinado punto cada vez
se alejan más entre sí. El Producto Interior Bruto Sabemos, además, que la pobreza y exclusión
como medida de progreso social no solo es una social se crea y reproduce con un gran peso de
1
E Desprotección Social y Estrategias Familiares Editorial E índice
los factores estructurales. Sin embargo, el dis- ¿Podemos seguir permitiéndonos estas cifras?
curso dominante pone la carga de la prueba en ¿Será el estancamiento de estas cifras favorece-
el individuo. No solo eres víctima, sino que eres dor de que las clases medias de este país tomen
responsable. Sin negar los factores individuales, partido por las clases más populares? ¿O acaso
que existen y son reales, desde la Fundación nos encontramos ante un fenómeno estructural
FOESSA, nos gustaría reflexionar conjuntamen- de normalización de la exclusión que ya deviene
te con los actores sociales y grupos políticos en en naturalización?
nuevos modelos, nuevas iniciativas que llamen
la atención sobre los componentes estructurales En el presente Informe de coyuntura tratamos de
del desarrollo social. El esfuerzo personal es ne- analizar, principalmente, cómo se encuentra la
cesario, cómo no, pero si no se dan las condicio- red de seguridad de las familias españolas, pre-
nes adecuadas en el entorno social, la igualdad cisamente con el objetivo de poder dimensionar
de oportunidades continuará siendo un proyec- si esos apoyos, esos mecanismos de protección,
to en retroceso. son más fuertes o más débiles en la poscrisis. Las
estrategias que las familias han tenido que tomar
Sabemos también que determinados colectivos para soportar la crisis las han colocado en una
se encuentran sobrerrepresentados en el espa- posición diferente frente al futuro. La sociedad
cio de la pobreza y la exclusión y que, por tanto, de hoy no es la misma de la del 2008, ni las fuer-
predominan más entre los perceptores de pres- zas de las familias tampoco.
taciones sociales. Y, sobre ellos, desde determi-
nados discursos aparece la sombra de la duda Me gustaría que afrontáramos el futuro con la
sobre su voluntad de incorporación social y por esperanza de que, ahora que la recuperación de
ende si se merecen la ayuda económica que se los parámetros macroeconómicos es un hecho,
les pueda mostrar. ¿No será que tienen un mayor fuéramos capaces de pensar iniciativas reales,
volumen de necesidades y sus apoyos son más duraderas y sostenibles para aquellos que to-
débiles o inexistentes, y que esa es la razón por davía no tienen lo necesario para vivir, aquellos
la que necesitan de más ayuda? que tienen hoy un empleo precario y aquellos
cuyas sus necesidades básicas no están cubier-
Queremos recordar cada vez que nos dirigimos tas.
a la sociedad que dos de cada tres personas que
se encontraban en la pobreza y exclusión social Creo que nuestro país tiene el inmenso reto por
durante la crisis ya lo estaban antes de que co- delante de reducir la desigualdad.
menzara, y que, en mayor o menor medida, eran
invisibles para la sociedad. La tasa de riesgo de Ojalá que con este informe, y los que vendrán,
pobreza y exclusión social (AROPE) se encuentra seamos capaces de sentar las bases para dar con
hoy todavía en niveles superiores a los del año claves y propuestas que ayuden a pensar en mo-
2013 al igual que los principales indicadores de delos diferentes y realistas, para que todas las
desigualdad. La tasa de riesgo de pobreza re- personas puedan alcanzar la plenitud de sus de-
lativa está en su nivel más alto desde el 2008. rechos.
2
A Desprotección Social y Estrategias Familiares Analizamos A índice
A
Analizamos
Las redes de protección de
los hogares y las familias
en la poscrisis
Comité Técnico de la Fundación FOESSA
1. Introducción
La sociedad española está comenzando a vivir 648.300 hogares que no tienen ningún ingreso
bajo los efectos de un nuevo ciclo económico por salario o prestación pública (sin contar las
después de un largo periodo recesivo. Esta afir- rentas mínimas autonómicas). Son datos que nos
mación se encuentra avalada por los datos de ubican en un escenario de estancamiento o ba-
evolución del cuadro macroeconómico de nues- jadas insuficientes para compensar las pérdidas
tro país. En nuestro actual modelo de sociedad, del período de crisis.
esta es una condición necesaria pero no suficien-
te para la reducción de la pobreza y la exclusión Los datos ofrecidos por las principales encuestas
social. En trabajos anteriores la Fundación FOES- públicas que se realizan en España son suficien-
SA ya ha mostrado el carácter contracíclico de temente conocidos y retratan una parte de lo que
la pobreza, que ante periodos de recesión eco- le ocurre a la sociedad. La Fundación FOESSA, en
nómica aumenta rápidamente pero en fases de este informe, incorpora más elementos a esa fo-
crecimiento no desciende en la misma medida, e tografía, profundizando en lo que está sucedien-
incluso, permanece estancada. do en los hogares españoles, preguntándonos
acerca de su capacidad para volver a la situación
Los datos de la última Encuesta de Condiciones anterior a la gran recesión. Específicamente y de
de Vida (2016) así lo muestran. La tasa de pobre- una forma más amplia, pone también su mirada
za se incrementa ligeramente del 22,1% al 22,3%, en aquellos que se encuentran bajo el umbral de
los hogares que tienen dificultades para llegar a la pobreza.
fin de mes pasan del 33,7% al 33,9%, la tasa de
riesgo de pobreza y exclusión europea (AROPE) Para ello aporta al campo de la investigación
baja del 28,6% al 27,9%, la privación material social una nueva encuesta que se ha centrado
severa se estanca en el 6,4%. Los hogares sin in- en la capacidad de los hogares y de las familias
gresos que nos ofrece la Encuesta de Población en España para afrontar el futuro. La Encuesta
Activa, que son un buen indicador complemen- sobre la Resiliencia de los Hogares en España de
tario, han descendido en el último año un 9,8%, la Fundación FOESSA (ENREFOESSA 2017) se ha
pero han repuntado en este último trimestre en llevado a cabo durante el primer trimestre de
más de 18.000, lo que nos coloca en una cifra de 2017. En ella se busca, por un lado comprender
3
A Desprotección Social y Estrategias Familiares Analizamos A índice
que las decisiones tomadas por las familias a lo frente a otros colectivos sociales que, en su opi-
largo de la gran recesión les colocan en una po- nión, reciben mucha más ayuda y protección
sición diferente en el escenario poscrisis, y por del Estado».
otro, ahondar en los recursos y en los apoyos
con los que cuentan los hogares y las familias
(ahorros, apoyo de familia extensa, amistades,
vecindad, organizaciones sociales e institucio- Igual o peor: la red de
nes públicas) de cara a enfrentar posibles ries-
gos de futuro.
protección de las familias
ha empeorado o se
Observaremos sus fortalezas, debilidades, y su mantiene estancada
capacidad para afrontar las contingencias de
la cotidianeidad. En este análisis se va a pres-
tar una especial atención a los hogares en peor Un ritmo de recuperación excesivamente lento,
situación. Solo un 9% de los hogares bajo el que no contempla el conjunto de dimensiones de
umbral de la pobreza percibe, en estos mo- la cohesión social, resulta insuficiente para aque-
mentos, la recuperación económica en sus llos hogares con una situación de vulnerabilidad
condiciones de vida. El Informe FOESSA sobre elevada, pues su capacidad de espera es clara-
Exclusión y Desarrollo Social en España de 2014 mente limitada. De igual forma, aquellos que se
ya demostraba que las clases más populares encuentran en el «trapecio» de la precariedad
de este país, aquellas que se encontraban en requieren de una red de seguridad fuerte o el
los percentiles de renta más bajos, eran las que riesgo asumido estará resultando excesivo.
más habían sufrido los embates de la crisis. Y es
este colectivo, como veremos a continuación, La red de seguridad de los hogares se ha medi-
el que continúa ubicándose en la peor de las do a través de diecisiete indicadores que mues-
situaciones para mejorar en el futuro. Esta evi- tran la capacidad de los hogares para afrontar
dencia no puede ser ocultada por otros análisis situaciones adversas futuras, y se ha observado
que ponen más su mirada en la precarización la evolución de estas condiciones, desde el mo-
de las clases medias o en resaltar la desigualdad mento precrisis hasta nuestros días. La situación
en términos muy polazados, y que ahondan en para afrontar períodos de crisis sería el indicador
lo que el Informe FOESSA del 2014 denominó sintético que resumiría ese conjunto de capaci-
el círculo del sentimiento del desamparo, «la dades.
recomposición del discurso ciudadano sobre
el Estado de bienestar parece estar siendo im- Para la mitad de las familias la «red de segu-
pulsada por unas clases medias que se sienten ridad» que tienen a día de hoy es peor que en
maltratadas por el poder político y agraviadas la situación precrisis. Es decir, si la experiencia
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A Desprotección Social y Estrategias Familiares Analizamos A índice
de estos últimos años ha demostrado que en cipal se encuentra en paro (72%), y entre las fami-
2008 gran parte de nuestra sociedad no tuvo lias numerosas en las que siete de cada diez tie-
capacidad ni apoyos suficientes para evitar las nen a día de hoy menos capacidad para afrontar
consecuencias de la crisis, la situación de partida situaciones adversas.
de hoy es aún más precaria que la que teníamos
entonces. La red de seguridad con la que cuentan
las familias españolas se ha debilitado
Por su parte, para el 42% de los hogares, esta red en más de la mitad de los hogares espe-
se ha mantenido igual. Y únicamente ha mejora- cialmente, en la capacidad de ahorrar, el
do para el restante 8%. ahorro acumulado, la capacidad para ha-
cer frente a una reforma necesaria de vi-
La mitad de las familias se encuentran peor que vienda, la capacidad de comprar cosas y
antes de la crisis, aunque el empeoramiento ha la capacidad para resistir una nueva crisis
sido más intenso para los hogares pobres (78%), económica en general.
hogares monoparentales o monomarentales
(74%), aquellos cuya persona sustentadora prin- La capacidad para ahorrar y el ahorro acumulado
0,2
La capacidad para ahorrar 7,5 32,9 59,5
0,5
El ahorro acumulado 6,8 37,7 54,9
En general, la capacidad de su hogar para resistir una nueva crisis
1,7
económica por la que nos viéramos afectados
6,6 38,1 53,7
1,5
Capacidad para hacer frente a una reforma necesaria en la vivienda 6,9 38,2 53,4
Hacer frente al pago de recibos energéticos (luz, gas…) 6,0 53,9 39,9
2,3
6,3
0,8
Personas a las que acudir para pedir ayuda si lo necesitara 58,4 34,5
0,1
Capacidad para comprar las medicinas que necesita 6,7 65,7 27,4
Posibilidad de comer carne o pescado tres veces en semana 6,2 67,7 26,1
1,4
Las relaciones personales entre los vecinos de su barrio, pueblo o zona 6,8 70,3 21,5
5
A Desprotección Social y Estrategias Familiares Analizamos A índice
han empeorado para seis de cada diez hogares, Este empeoramiento en algunos de los indicado-
mientras que cinco de cada diez hogares han res y estancamiento en otros nos lleva a la nece-
visto como se hacía cada vez más difícil el llegar sidad de entender que las familias han tomado
a fin de mes, el comprar cosas, el hacer frente a una serie de decisiones durante los últimos años
una reforma de la vivienda necesaria, o el poder que las ubican en un diferente escenario a la hora
tener una semana de vacaciones al año en un de poder afrontar las contingencias actuales.
lugar diferente al de su domicilio. Por ejemplo,
en números absolutos, en el caso de necesidad Para ello es necesario que observemos cuáles
de reforma de vivienda más de 9,8 millones de han sido esas decisiones. Y específicamente tres
hogares habrían empeorado en su posibilidad aspectos que nos ubican en clave de futuro, las
de realizarlo. estrategias de cambio, cómo ha evolucionado su
capacidad de ahorro y cómo es su percepción de
Por otro lado, cuatro de cada diez hogares han la salida de la crisis.
visto como empeoraba la estabilidad de sus in-
gresos económicos, su capacidad de acceder a
necesidades de salud no cubiertas por el sistema
público de salud, o su capacidad para pagar los Las estrategias utilizadas para
refuerzos educativos de los hijos o los suminis-
tros del hogar. Más de 5 millones de personas ha-
el afrontamiento de la crisis
brían empeorado su capacidad de hacer frente a
la compra de medicinas que necesitan. La crisis económica y sus efectos directos en la vida
de los hogares españoles han empujado a muchas
En ninguno de los 17 indicadores se supera el familias a tomar decisiones o dar pasos que les per-
10% de hogares que hayan experimentado una mitieran salir adelante. Se han puesto en práctica
evolución positiva respecto del periodo precrisis, diferentes estrategias para hacer frente a una situa-
sin embargo hay tres elementos en los que la si- ción de dificultad sostenida en el tiempo.
tuación parece haber registrado menores cam-
bios, y son los relativos a la relación personal en- Se han analizado un conjunto de catorce estra-
tre los vecinos, el comer proteínas tres veces en tegias generadas para la reducción de los gastos
semana, y la capacidad para comprar medicinas. o para el incremento de los ingresos, y aunque
GRÁFICO 3. Variación anual real del consumo por percentiles (diferencias respecto a la media)
5,00%
0,00%
-5,00%
-10,00%
-15,00%
-20,00%
1
4
7
10
13
16
19
22
25
28
31
34
37
40
43
46
49
52
55
58
61
64
67
70
73
76
79
82
85
88
91
94
97
100
6
A Desprotección Social y Estrategias Familiares Analizamos A índice
en todas ellas las personas o familias han dado Los resultados continúan apuntando, ahora en el
un paso adelante para su realización, no siempre 2017, en el mismo sentido que lo hace la Encues-
han sido ejecutadas «voluntariamente», puesto ta de Presupuestos Familiares (EPF) del INE, en la
que en bastantes ocasiones la situación de nece- que se observa una reducción del gasto medio
sidad ha presionado de manera tan intensa que por hogar en diversos conceptos, desde el año
dichas estrategias se han convertido en la única 2011 sostenida hasta el año 2015 (último dato
posible respuesta y no tanto en la libre elección disponible).
de los ciudadanos.
La EPF muestra una reducción constante del gas-
Las medidas que se han tomado de forma más to relacionado con «vivienda, agua, electricidad,
generalizada frente a la crisis son las que tienen gas y otros combustibles», y «transportes». La re-
que ver con la reducción del consumo de energía, ducción del gasto acumulado en cada uno de los
seguidas de las relacionadas con la aceptación grupos ha sido del 5% en el apartado de vivien-
de condiciones más desfavorables en el trabajo, da y suministros, y del 10% en los transportes (in-
la renuncia al uso del coche y otras estrategias cluido uso del coche propio).
relacionadas con la vivienda, encaminadas a re-
ducir los gastos o acoger a alguien sin capacidad Esta reducción del consumo se ha producido de
de pagar su vivienda. una forma notable en las tres decilas inferiores de
GRÁFICO 4. Estrategias desarrolladas por los hogares para el afrontamiento del período
de crisis
0,3
70,7 29
de calefacción o A/A, apagando luces, etc.)
Han invertido dinero para reducir su gasto energético (cambio de
0,7
56,8 42,5
bombillas, aislamiento térmico, ventanas, etc…)
3,6
40,3 56,2
Alguien del hogar ha aceptado algún trabajo sin contrato 28,8 67,7 3,5
15,6 83,2
14,5 82,5
pagando
Se vieron forzados a compartir casa con algún familiar para afrontar 11,4
1,0
87,7
los gastos y/o aumentar los ingresos
1,5
Han tenido que compartir piso con alguien no familiar 9,5 89,1
9,3 88,1
afrontarlos y/o protestar
Se ha venido a vivir a casa algún hijo/hija que no podía seguir
8,2 77,2 14,7
viviendo independiente
90,6
Sí No No procede
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A Desprotección Social y Estrategias Familiares Analizamos A índice
la distribución, en los hogares más pobres. Pero no da, como el haber cambiado a una vivienda más
solamente se ha acumulado más, sino que la bre- barata (15,6%), el compartir casa con algún fa-
cha ha ido incrementándose de forma progresiva. miliar para afrontar los gastos o incrementar los
ingresos (11,4%), compartir piso con alguien no
La ENREFOESSA muestra que las familias han familiar (9,5%) y la vuelta a casa de algún hijo/
reducido el consumo de energía y han acep- hija que no podía seguir viviendo independien-
tado empleos irregulares o mal pagados para te que se ha producido en más de 1,5 millones
superar la crisis: siete de cada diez hogares ha de hogares.
reducido horas de calefacción o aplicado otras
medidas para gastar menos energía. En tres de Otra de las estrategias utilizada, ha sido la de in-
cada diez hogares han aceptado trabajos irre- vertir en formación para mejorar la empleabilidad
gulares y en cuatro de cada diez han soportado de algún miembro del hogar. Aunque el 14,6%
empleos mal pagados. de los hogares la han practicado, parece una cifra
relativamente baja si se toma en cuenta el por-
Un análisis más detallado nos describe una ex- centaje de hogares en los que hay alguien des-
periencia diversa, aunque con cierta regulari- empleado (27%) y la elevada tasa de desempleo
dad en el número de estrategias desarrolladas, de larga duración (54%) que todavía se mantiene
ya que la inmensa mayoría de los hogares ha en España. Lógicamente la estrategia supone un
llevado a cabo tres estrategias de cambio y en esfuerzo económico inicial en dicha formación, y
bastantes ocasiones, estas corresponden con es probable que éste haya sido uno de los frenos
una de cada uno de los bloques principales: la a un desarrollo más generalizado de esta prácti-
reducción del consumo de energía, la acepta- ca. De hecho esta estrategia ha sido más utilizada
ción de condiciones laborales poco deseables y (21%) por aquellos hogares en los que la persona
la reducción de gastos en el pago de vivienda. sustentadora principal dispone de un trabajo le-
gal y estable, y menos empleada entre aquellas
Entre las estrategias más desarrolladas, encon- personas desempleadas (10%), evidenciando el
tramos que siete de cada diez hogares (70,7%) recorrido que le queda a las políticas activas de
han adoptado medidas de reducción del consu- empleo si pretenden establecerse como un factor
mo de energía durante la crisis y algo menos de clave en la integración laboral.
seis de cada diez (56,8%) ha realizado algún tipo
de inversión para reducir el gasto energético
mediante el acondicionamiento de los hogares,
aunque en ocasiones esa inversión se limite al La evolución de la
cambio de bombillas.
capacidad del ahorro
El segundo grupo de estrategias más utiliza- como un recurso
das, son las que tienen que ver con el trabajo. propio del hogar
En cuatro de cada diez hogares alguno de sus
miembros ha aceptado algún trabajo mal pa-
gado (40,3%) y en algo menos de tres de cada El ahorro familiar es la diferencia entre el ingreso
diez alguno de los miembros ha aceptado algún disponible de una familia y su consumo, es decir,
trabajo sin contrato (28,8%). Dentro de este gru- la diferencia entre los ingresos globales de un ho-
po de estrategias puede incluirse también la de gar y los gastos efectuados. El ahorro constituye
quienes aluden que en su hogar alguno de sus una práctica de vital importancia, ya que permite
miembros ha marchado al extranjero a trabajar afrontar gastos inesperados, o periodos de reduc-
(5,9%) circunstancia que se ha producido en un ción de ingresos. El ahorro proporciona una ma-
millón de hogares. yor seguridad de cara al futuro, siendo el ahorro
de hoy el que permitirá atender las necesidades
Un tercer grupo de estrategias frente a la crisis futuras. En definitiva el ahorro constituye una de
es el de las que aparecen vinculadas a la vivien- los recursos propios de los hogares españoles que
8
A Desprotección Social y Estrategias Familiares Analizamos A índice
caracterizan su mayor o menor capacidad para marentales, o tiene estudios primarios o inferio-
afrontar coyunturas menos desfavorables y con- res (69%), y aquellos que afrontan mes a mes la
diciona su capacidad de planificación. carga económica del pago por vivienda (63%),
completan la imagen de los hogares con mayor
Más allá de la opción que las familias puedan vulnerabilidad respecto a la incapacidad y/o in-
tomar según la importancia que le concedan al suficiencia del ahorro.
ahorro, la realidad de una importante parte
de los hogares españoles, dos de cada tres,
es la incapacidad de generar ahorro, ya que
tienen dificultades para llegar a fin de mes, y por La percepción de los
tanto no disponen del excedente que podrían
dedicar a este fin.
efectos de la recuperación
económica como indicador
Tal y como avanzábamos anteriormente la mayor de la evolución
parte de la sociedad española, el 60% de los ho-
gares viven sin tener nada ahorrado, o con un
nivel de ahorro tan pequeño que no le permitiría Los hogares españoles han transitado en un perio-
resistir sin tener ingresos más de uno o dos meses. do inferior a los 10 años de una situación económi-
En otros términos, una gran parte de los hogares ca de bonanza a otra de profunda crisis económi-
disponen de una debilidad considerable en la ca- ca y una más reciente de poscrisis. Los indicadores
pacidad de adaptación ante situaciones adversas. macroeconómicos señalaron el año 2014 como el
momento del cambio económico y del inicio de la
La evolución del ahorro como fortaleza propia recuperación económica, aunque esta evolución
de los hogares ha seguido una senda negativa en las grandes cifras sigue sin trasladarse de una
en el último período. Las familias tienen muchas manera clara a los hogares españoles.
dificultades para generar ahorro, y de hecho, casi
6 de cada 10 hogares no han ahorrado nada du- Tres años después del inicio del nuevo ciclo eco-
rante el último año. La mayoría los hogares (56%) nómico el 70% de los hogares no ha percibido
no han ahorrado nada el último año, el 36% no que los efectos de la recuperación económica
ha observado cambios en su ahorro con respec- les hayan llegado. En cambio el 27% sí declara
to al año anterior, y solo el 7% de las familias han haber experimentado los efectos de la misma.
conseguido ahorrar más que el año anterior. Más La evolución en las condiciones de vida no está
de 7,7 millones de familias consideran que sus in- siendo lo positiva que cabría esperar.
gresos se han vuelto más inestables.
Los hogares que menos están percibiendo
La falta de reservas económicas en forma de los efectos del nuevo ciclo económico, son
ahorro y la incapacidad para generarlo, es una precisamente aquellos que más sufrieron los
debilidad en los recursos propios del hogar que efectos de la crisis. En los hogares en situación
está afectando especialmente a los hogares de pobreza, en aquellos con dificultades para
más vulnerables, aquellos con mayores dificul- llegar a fin de mes, y cuando no hay ingresos de
tades económicas, ya sea por carecer de unos trabajo o pensión, son nueve de cada diez, los
ingresos suficientes o por tener unas cargas que no han sentido ningún efecto de la recupe-
económicas más grandes y descompensadas. ración económica. Cuando se trata de una fami-
Los hogares que están perdiendo capacidad lia numerosa y cuando la persona sustentadora
de ahorro, con mayor intensidad (ocho de cada principal tiene estudios primarios o inferiores,
diez) son aquellos que sufren situaciones de la recuperación no es sentida por ocho de cada
pobreza, las familias numerosas, aquellos en diez hogares.
los que la persona sustentadora principal está
parada o es extranjera (71%), en siete de cada En la dinámica opuesta, aquellos hogares con una
diez de las familias monoparentales o mono- evolución más positiva en sus condiciones de vida,
9
A Desprotección Social y Estrategias Familiares Analizamos A índice
y que están percibiendo más intensamente la recu- estrategias para afrontar el presente y futuro co-
peración económica, son los que sufrieron en me- locan a las mismas en una situación de partida
nor medida el impacto de la crisis económica. Los diferente para aprovechar, en el caso de poder,
hogares que no tienen dificultad para llegar a fin los beneficios del crecimiento económico, y fi-
de mes (36%), en los que la persona sustentadora nalmente en una situación de debilitamiento del
principal tiene trabajo legal y estable (39%), y estu- ahorro como palanca de cambio y de no percep-
dios superiores (46%), son lo que reflejan de forma ción de la recuperación económica. ¿Cuál es en-
más extendida la etapa de crecimiento económico. tonces la capacidad de los hogares para afrontar
entonces el futuro? Necesitamos completar este
El análisis de los diecisiete indicadores utilizados diagnóstico con los principales círculos de pro-
nos indica que la red de seguridad de las familias tección del hogar y la familia y cuál es su estado
españolas ha empeorado o se ha estancado. Las en el inicio de la poscrisis.
La hipótesis principal de la investigación es que la Para llevar a cabo este análisis se han definido
gran recesión ha generado una serie de cambios en tres indicadores que describen las fortalezas y
los hogares que les hacen ubicarse en situaciones debilidades de los hogares españoles a través de
diferentes para afrontar el período de recuperación los recursos con los que cuentan para afrontar
actual. Pero también que «la red de seguridad» con las consecuencias de la gran recesión: el Indica-
la que cuentan de cara a estar prevenidos ante el dor de Recursos Propios del Hogar (IRPH), el Indi-
afrontamiento del futuro y enfrentarse a posibles cador de Apoyo de la Familia y Amigos (IAFA) y el
cambios concretos, es básica y de ella dependen Indicador de Apoyos Formales e Institucionales
en gran medida sus posibilidades de mejora. (IAFIE).
0 20 40 60 80 100
10
A Desprotección Social y Estrategias Familiares Analizamos A índice
Estos tres indicadores describen los tres princi- el nuevo contexto serían: no tener más de dos
pales ámbitos de protección de los hogares: los personas, ni menores a cargo, tener una persona
recursos propios del hogar, la familia y los ami- sustentadora principal mayor de 60 años, con es-
gos, y las instituciones formales y la solidaridad tudios superiores, y vivienda en propiedad. Son
informal en los entornos locales. hogares que no tienen dificultad para llegar a fin
de mes. Son ese 31% de hogares por encima del
umbral de pobreza que perciben los efectos de
la recuperación económica.
A) Los recursos propios
del hogar La capacidad de un hogar para hacer frente en el
corto plazo a situaciones de dificultad viene muy
determinada por los dos factores que se tienen
Este indicador trata de medir los recursos pro- en cuenta en este indicador, la vivienda y el volu-
pios con los que cuentan los hogares de cara a men de ahorro. España es un país que presenta
enfrentar posibles dificultades socioeconómicas. un diferencial en la vivienda en propiedad con el
resto de Europa. La burbuja inmobiliaria ha sido
Se construye a partir de la información de las va- un tema exhaustivamente tratado como factor
riables que se refieren al régimen de tenencia de clave en la crisis. Sin embargo no se ha tratado
la vivienda familiar y la que se refiere a la capaci- tanto el efecto de la propiedad de la vivienda
dad de resistencia del hogar con los ahorros aho- en la protección del hogar ante la falta, o la des-
ra disponibles en el supuesto de que se quedara igualdad de acceso, a los ingresos por trabajo.
sin ingresos. La propiedad (ya pagada) es un factor altamen-
te protector en los tres indicadores definidos.
Representan dos de cada diez los hogares (20,6%) Incluso en circunstancias de hogares pagando
que son propietarios de su vivienda (ya pagada) hipotecas, su situación es más positiva que los
y que disponen de ahorros para resistir al menos hogares en régimen de alquiler.
tres meses sin ingresos. Suponen más del doble
(43,6%) los hogares incluidos en el nivel débil de El 63% de los hogares cuya persona sustenta-
este indicador que refleja situaciones de caren- dora principal tiene estudios primarios o no tie-
cia de ahorros y situaciones menos estables de ne estudios tiene la vivienda ya en propiedad y
vivienda. Como era esperable los hogares por pagada. Este soporte, fundamentalmente en el
debajo del umbral de pobreza relativa presentan ámbito de las personas mayores, ha sido clave
una debilidad cercana al 60%. Dos de cada tres para paliar la gravedad de la crisis y se ha conver-
hogares con esa situación de debilidad presen- tido en última barrera de defensa para muchas
tan gran dificultad para llegar a fin de mes. familias. La potenciación de políticas de acceso a
la vivienda es vital en la reducción del riesgo de
En el espacio de la mayor debilidad se en- pobreza y exclusión social. Ante la dificultad para
cuentran el 68% de los hogares con menores, el acceso al mercado de vivienda en propiedad
el 62% de las familias monoparentales o mo- para los sectores más precarizados de la socie-
nomarentales, siendo especialmente grave dad, no se puede obviar la fuerza que ha tenido
la situación de las familias numerosas (81%). este factor en las últimas décadas. Si tiende a de-
Desde el punto de vista de la persona sustenta- bilitarse la posibilidad de acceso a la propiedad a
dora principal del hogar, predominan en este es- las capas más humildes de la sociedad, o se abre
pacio las personas entre 18 y 39 años (65%), con un nuevo pilar de nuestro Estado de Bienestar
estudios secundarios (52%). La debilidad aumen- en relación a cubrir la necesidad de vivienda, o
ta en gran medida si la misma es una persona veremos aumentar la importancia en este factor
extranjera de fuera de la UE (81%). en el aumento de la pobreza, como ya venimos
observando desde hace 10 años a través de las
Hoy en día las principales características de los diversas oleadas de la Encuesta sobre Integra-
hogares con mayor capacidad para enfrentar ción y Necesidades Sociales de FOESSA.
11
A Desprotección Social y Estrategias Familiares Analizamos A índice
Tampoco se suele tener en cuenta, por falta de cinco podrían resistir uno o dos meses (21,0%)
información, aspectos de la vivienda como el y algo menos de cuatro de cada diez de tres a
realquiler, o la ocupación y su impacto en deter- seis meses (18,7%) o incluso un plazo superior
minados grupos de población. Cada una de ellas (18,9%). La falta de ahorro se encuentra muy
supone en números absolutos 110.000 hogares asociada a personas sustentadoras principal-
realquilados y 73.500 hogares ocupados. Si to- mente mujeres o con menor formación o en
mamos como ejemplo de máxima exclusión en paro o buscando empleo o pensionistas y ex-
el ámbito residencial vivir en una vivienda ocu- tranjeros no UE. El patrón de dificultad de aho-
pada, podemos observar que esta situación es rro se profundiza en hogares monoparentales o
muy llamativa entre los hogares de más de cinco monomarentales, con mayor número de miem-
personas (3,7%), hogares monoparentales o mo- bros y familias numerosas.
nomarentales (2,3%) y hogares con de familias
numerosas (6,7%). La atención a este tipo de situa-
ciones debería ser prioritario en la acción de las
políticas públicas. B) El apoyo de la familia
El segundo factor que contemplamos en este
y los amigos
indicador es la capacidad de resistencia del ho-
gar a través del ahorro. Prácticamente cuatro El segundo bloque de recursos para afrontar los
de cada diez hogares (39,9%) no tienen nada cambios a que se presta atención es el de los re-
ahorrado para hacer frente a una situación de lacionados con el entorno social próximo: la fa-
carencia de ingresos, en tanto que uno de cada milia y las amistades.
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
12
A Desprotección Social y Estrategias Familiares Analizamos A índice
0 20 40 60 80 100
Este indicador se ha construido con la informa- mayor nivel de estudios es más probable pres-
ción recogida a propósito de los aspectos en que tar y que te presten apoyo.
los hogares esperan poder recibir ayuda de sus
familiares y amistades en caso de necesidad. Por último, las ayudas que uno esperaría reci-
bir en caso de necesidad por parte de familia
Para siete de cada diez hogares (70,5%) el nivel y amistades son ligeramente superiores en
del indicador de los recursos que los familiares general a las que uno estaría dispuesto a dar,
y amistades podrían prestarles es fuerte, para salvo en las relacionadas con los niños que sería
algo más de uno de cada cuatro (26,1%) es dé- a la inversa.
bil. La primera conclusión que obtenemos es de
polarización ante la posibilidad de apoyarse en En este caso se encontrarían muchos hogares que
este círculo de ayuda. Más allá de la intensidad aun no habiendo menores, sí podrían ayudar a
en los diferentes tipos de ayuda disponible, la otro que sí los tuviera. Por otro lado existe mayor
percepción subjetiva de apoyarnos en la familia probabilidad de ayuda si la que se necesita o se
y los amigos es poco sensible a la gradación. O se presta es en especie y no monetaria, salvo en el
dispone o no se dispone. ámbito de la salud. Como anteriormente la ayuda
en el caso de menores, es menos probable dado
La segunda es que existe un grupo social im- el volumen existente de hogares sin menores.
portante que no cuenta con el apoyo de la
familia o las amistades, lo que no le permite
tener el mismo nivel de protección que otros
hogares. Solo la mitad de los hogares bajo el C) El apoyo formal e
umbral de pobreza contarían con familia y
amigos que respondieran ante la necesidad
institucional
de ayuda.
En el tercer nivel de los recursos de los hogares
En tercer lugar, en todas las respuestas plan- para afrontar situaciones de cambio se encuen-
teadas el umbral de pobreza es determinante, tran los recursos institucionales.
incrementándose aún más las diferencias en las
ayudas más monetarizadas, tanto si se plantea Este indicador trata de reflejar la situación de los
en términos de apoyar o de ser apoyado. El ca- hogares en cuanto a su disponibilidad real de
pital social va decreciendo a medida que en recursos para afrontar situaciones de necesidad
el hogar se debilitan las principales fuentes más allá de los propios y los del entorno social
de ingreso económico. La variable nivel de inmediato establecidos en función de los lazos
educación es significativa en esta tendencia, a familiares y de amistad.
13
A Desprotección Social y Estrategias Familiares Analizamos A índice
La distribución de los hogares según su IAFI Estos apoyos formales van más allá de los más
puede considerarse bastante equilibrada. institucionalizados realizados desde los SS.SS
Representan algo más de tres de cada diez públicos o desde las organizaciones sociales. En
(32,4%) los que se encuentran en un nivel fuer- los lugares de vida cotidiana, en el barrio o en el
te, mientras que los que se sitúan en un nivel pueblo existen pequeños entramados asociati-
medio representan un porcentaje ligeramente vos y de apoyo vecinal que también constituyen
inferior (29,3%) y los de quienes se inscriben una malla relevante de apoyo social. El 38,7%
en el nivel débil se aproximan a cuatro de cada de los encuestados considera que en su barrio
diez (38,3%). hay grupos y asociaciones que se preocupan
por los demás. Una cifra ligeramente superior
La asociación de este indicador con el de los al nivel de asociacionismo general en España
recursos propios es elevada. Aquellos hoga- que estaría en el 29,2%. Esta mejor sensación
res que presentan un mayor nivel de apo- puede ser debida al aumento que se ha venido
yos formales e institucionales muestran desarrollando de las experiencias solidarias en
simultáneamente mayor fortaleza en los los ámbitos locales más cercanos y que ya venía
recursos propios del hogar. Esta relación nos destacando la reciente investigación en este te-
indica que los hogares con mejores recursos y rreno(1). También uno de cada tres encuestados
capacidades cuentan con mejores apoyos for- destaca que la ayuda entre vecinos se desarrolla
males e institucionales. A la inversa, la proba- con frecuencia.
bilidad de los hogares con menos recursos de
contar con esos apoyos es inferior. La necesi- Los tres ámbitos de apoyo descritos tienen rele-
dad de tener en cuenta las debilidades en esta vancias diferentes en función de su capacidad de
relación es clave para entender el largo reco- evitar que los hogares se acerquen o se alejen del
rrido que queda en el desarrollo de los apoyos espacio de la exclusión social. Las variables que
más institucionalizados. mejor describen las transiciones hacia la exclu-
sión social son la actividad económica del hogar,
La percepción de los hogares en relación a la los ingresos por protección social y el tipo de nú-
capacidad de ayuda por parte de los ámbitos cleo familiar (algún persona discapacitada en el
más institucionales es diferente. Ante situacio- hogar, tamaño del hogar, la etnia y nacionalidad,
nes de gravedad se confía más en la respuesta la edad de la persona sustentadora principal, y
de las organizaciones sociales que de los Servi- si es un núcleo monoparental). Es relevante por
cios Sociales Públicos. Un 57,8% de los encues- ello relacionar los círculos de apoyo con la eco-
tados dan una mayor capacidad a aquellas de nomía del hogar a efectos de medir la fortaleza
ayudarles ante problemas graves que a los Ser- de los mismos.
vicios Sociales 46,3%. Esta mayor valoración
podría estar influenciada por dos factores. Por ¿Cuál es el grado de confianza en los tres círculos
un lado la mayor flexibilidad de las organiza- de apoyo ante una dificultad económica que no
ciones sociales para adaptarse a los cambios puede ser solventada con los recursos propios
planteados por las necesidades ciudadanas, y del hogar?
por otro por una mayor capacidad de respues-
ta rápida ante las situaciones de emergencia
social. No es tanto un tema de volumen, dado
que los SS.SS Públicos atienden a un gran nú-
mero de ciudadanos, más que las organizacio-
nes sociales, sino a su dependencia de los pro-
(1) «Junto con el refuerzo de la sociedad comunitaria y el
cedimientos administrativos poco adaptados a empobrecimiento del capital cultural y asociativo, nos en-
las situaciones de emergencia y a las limitacio- contramos en España una intensa movilización colectiva
nes presupuestarias en las partidas de ayudas y y creación de iniciativas cívico- comunitarias que constru-
yen redes innovadoras de ayuda mutua, descubren nue-
prestaciones más urgentes ante el incremento vos valores ciudadanos y buscan regenerar las institucio-
de la demanda. nes» (VII Informe FOESSA).
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A Desprotección Social y Estrategias Familiares Analizamos A índice
Sí NO NS/NC
Fuente: ENREFOESSA 2017
100
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10
0
Familia Amigos/Vecinos Servicios Cáritas y Cruz Otras ongs o A nadie/A nadie
sociales Roja grupos de más
Públicos ayuda
La familia es mayoritariamente el recurso de res por debajo del umbral de la pobreza obser-
apoyo en el que más se confía. Amigos y vecinos, vamos dos diferencias clave. Por un lado su me-
Servicios Sociales Públicos y Cáritas y Cruz Roja nor riqueza de capital social. Las posibilidades de
a continuación y a mayor distancia otras ONG o apoyo en la familia son menores y significativa-
grupos de ayuda. Cuando analizamos los hoga- mente más bajas en los amigos o vecinos. Estos
15
A Desprotección Social y Estrategias Familiares Analizamos A índice
déficits son compensados desde los espacios de futuro y sus contingencias? De los tres círculos
ayuda más formales como los Servicios Sociales de seguridad descritos, los recursos propios del
Públicos, Cáritas y Cruz Roja, con una confianza hogar se encontrarían en la mayor situación de
ligeramente superior en estas últimas, como ya debilidad. La familia y amigos se consideran en
se apuntaba de forma más general cuando se este momento como el gran compensador de
preguntaba por la capacidad de ayuda de las esa debilidad. El círculo de apoyos más formales
instituciones. se encontraría más fuerte para aquellos hogares
en mejores condiciones de recursos propios y a
¿Cómo se encuentran entonces los recursos de la inversa en peor situación para los hogares más
las familias y de los hogares para hacer frente al débiles.
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A Desprotección Social y Estrategias Familiares Analizamos A índice
Una vez vistas las condiciones objetivas, pase- Nuestra hipótesis parte de que esta misma pre-
mos al tema de la hipótesis antes formulada. La gunta, formulada hace unos pocos años hubiera
encuesta nos ofrece como indicador la expecta- dado un porcentaje de esperanza en la mejoría
tiva de mejora en las condiciones económicas mucho más elevado, en cuanto, culturalmente, la
del hogar. aspiración a crecer y la idea de progreso estaban
enraizadas en la opinión pública. A esto habría
Como tónica general, el conjunto social se si- que añadir el hecho de que el significado de per-
túa mayoritariamente en la hipótesis de que los manecer igual también ha variado con la crisis,
próximos cinco años les permitirán quedarse y ya no es equiparable a niveles de calidad de
como están (47,1%) tan solo el 19,9% cree que vida previos. Bástenos recordar el término mileu-
mejorara la situación económica de su hogar. Un rista, que hace tan solo diez o doce años desig-
26,4% de la población entrevistada cree que em- naba a trabajadores precarios, y hoy constituye
peorará. un salario anhelado para una buena parte de la
población. La valoración de las personas susten-
Como se puede observar en la tabla, esta tónica tadoras principales sobre sus condiciones en el
se agudiza en todos los supuestos de malestar: empleo abunda en esta dirección.
hogares bajo el umbral de la pobreza; aquellos
que no perciben los efectos de la recupera- Así, junto al hecho objetivo de la instalación de la
ción; con bajo nivel de estudios y los hogares precariedad como forma habitual y mayoritaria
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A Desprotección Social y Estrategias Familiares Analizamos A índice
Un primer comentario de carácter general, apun- Los datos obtenidos en cuanto a la utilidad de la
ta que, comparando los tres supuestos entre sí, participación en asociaciones o en movilizacio-
si bien en ninguno de ellos gana la opinión fa- nes no son mucho más positivos, 38,8% y 35,4%
18
A Desprotección Social y Estrategias Familiares Analizamos A índice
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A Desprotección Social y Estrategias Familiares Analizamos A índice
Desde la Fundación FOESSA venimos insistien- Si bien hemos mencionado que las estrategias
do que la realidad de la pobreza y la exclusión desarrolladas por los hogares para afrontar la
no es algo que se deba exclusivamente al efec- crisis se basaban en «reducir, perder, empeorar,
to de la crisis. De hecho dos de cada tres per- dejar de» los hogares en situación de pobreza
sonas en situación de exclusión social ya lo es- tiene un porcentaje superior o muy superior a la
20
A Desprotección Social y Estrategias Familiares Analizamos A índice
media, y en consecuencia, su margen para repe- un porcentaje de casi la mitad, siendo un 31%
tirlas es mucho menor. el que solo aspira a quedarse igual, asumiendo
en mucho mayor grado la naturalización de la
Los hogares pobres confían menos que el con- precariedad.
junto social en que la participación sociopolíti-
ca sea una herramienta apropiada en ninguno En definitiva, el proceso de recuperación en las
de sus tres componentes, el voto, el asociacio- familias y hogares españoles se muestra todavía
nismo y la movilización. Y han renunciado a reducido en su extensión, débil en su fortaleza e
creer que en los próximos años mejorarán en inestable en su duración.
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A Desprotección Social y Estrategias Familiares Analizamos A índice
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P Desprotección Social y Estrategias Familiares Profundizamos P índice
P
Profundizamos
La crisis se lleva la capacidad de
resistir de muchas familias en España
Los mensajes que anuncian el fin de la crisis inun- recuperación económica no están llegando a su
dan muchos titulares de prensa desde hace más hogar.
de dos años. Estos son presentados como brotes
verdes que constatan el fin de una mala época. Distintos informes vienen analizando, desde los
«La crisis ya es historia», «creamos empleo de primeros síntomas de la crisis, su impacto en las
manera incontestable» o «la recuperación está familias españolas (Laparra y Pérez, 2012; Mo-
en marcha» son algunas de las frases señaladas reno y Mari-Klose, 2013; Martínez Virto, 2015).
por el presidente del Gobierno o la ministra de Estos estudios han puesto sobre la mesa el pa-
Empleo. Sin embargo, la pregunta que se hacen pel que ha jugado la solidaridad familiar como
muchas personas, trabajadoras o en desempleo, amortiguador incuestionable de la crisis, funda-
jóvenes o adultas, es: ¿cómo ello va a mejorar mí mentalmente ante los primeros síntomas. Del
día a día?, ¿en qué voy a notarlo?, ¿podré encon- mismo modo, aunque con algunas barreras de
trar trabajo?, ¿podré emanciparme y formar mi acceso para algunos colectivos, el sistema de
hogar?, ¿me sentiré mejor?, ¿llegan, por fin, tiem- prestaciones de ingresos mínimos ha ayudado
pos mejores? a compensar la falta de ingresos en muchas fa-
milias. A pesar de ello, la crisis, por su impacto
Aunque estas preguntas inundan las mentes de y extensión, ha puesto en evidencia los propios
una buena parte de los hogares en España, lo límites de nuestro sistema de protección social.
cierto es que los informes sobre pobreza econó- Algunos resultados de estos informes alertaban
mica, calidad del empleo, oportunidades labora- de los riesgos que tendría extenuar a las familias.
les, salud física y mental o convivencia constatan Y años después, con una situación de crisis asen-
que la crisis económica deja presupuestos fami- tada en muchos hogares, podemos identificar
liares muy debilitados, reducida estabilidad vital, algunos síntomas y consecuencias de ello.
a presente y futuro, peor salud, mayor conflicti-
vidad y escasas oportunidades para alcanzar los Las formas de resistir a la crisis en las familias han
niveles de bienestar perdidos. Dan buena fe de sido muy diversas, debido a que se han definido
ello los resultados de la última encuesta Foessa por el tipo de necesidades a las que hacer frente,
(ENREFOESSA 2017), en la que 7 de cada 10 per- pero, sobre todo, por las capacidades para en-
sonas entrevistadas señalan que los efectos de la frentarlas. En este sentido, tan solo atendiendo
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P Desprotección Social y Estrategias Familiares Profundizamos P índice
Las respuestas de las familias a la crisis han pues- tación de que las estrategias no están exentas de
to de manifiesto los esfuerzos por sobrevivir y las costes. El desarrollo de estas acciones ha frenado
estrategias por contrarrestar el impacto. Ello des- los procesos de exclusión y compensado muchas
tierra la habitual sospecha de que las personas de las dificultades mencionadas. No obstante,
desempleadas no buscan suficiente trabajo, o no estas han tenido también importantes implica-
hacen los suficientes esfuerzos para sobrevivir ciones cotidianas que han podido culminar en
de manera autónoma. Sin embargo, uno de los el desarrollo de nuevos procesos de exclusión,
resultados más significativos del anterior estudio fundamentalmente, si las estrategias se han ex-
sobre las estrategias en la crisis ha sido la consta- tendido en el tiempo.
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P Desprotección Social y Estrategias Familiares Profundizamos P índice
A nivel económico, algunas alternativas como el rental inciden negativamente en el plano fami-
agotamiento de ahorros, la venta de propieda- liar e individual. Entre estos efectos destaca el
des o la negociación de facilidades financieras incremento del estrés, el empeoramiento de la
han contribuido a la descapitalización familiar y salud física y mental, la desmotivación o la pér-
el aumento de las deudas, cuestionando incluso dida de autonomía personal, la frustración juve-
su estabilidad económica futura. Por tanto, son nil o la baja autoestima. Todo ello ha generado
alternativas útiles a corto plazo pero insosteni- situaciones de tensión y conflictividad familiar,
bles desde una perspectiva de futuro. A nivel e incluso violencia, o desprotección de meno-
social, el pluriempleo, la reducción del gasto en res, por la existencia de necesidades vitales no
ocio o el desarrollo de actividades económicas cubiertas. El impacto de estas consecuencias en
de exclusión o muy precarias han incrementa- el desarrollo vital y educativo de los menores
do las situaciones de conflictividad familiar y son realmente dramáticas. A modo de ejemplo,
reducido la frecuencia de contactos de los ho- el pluriempleo de los adultos o compartir piso
gares con otras redes, limitando el espacio re- con otros núcleos implica para los menores un
lacional de estas personas y contribuyendo a su menor espacio de desarrollo o la convivencia
aislamiento social. Por último, a nivel personal con distintos adultos, dando lugar a un clima de
y relacional, las medidas de reducción del gas- inestabilidad familiar, de pérdida de referentes,
to en alimentación o sanidad, las convivencias confusión de roles o menor acompañamiento
múltiples no deseadas o la vuelta al hogar pa- parental.
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P Desprotección Social y Estrategias Familiares Profundizamos P índice
En el año 2013, tres de cada cuatro hogares en participación previa en el mercado de trabajo.
España señalaba encontrar ayuda cuando la ne- Para el acceso a las prestaciones más genero-
cesitaba. Este resultado alertaba, por un lado, de sas, las contributivas, es importante contar con
que una de cada cuatro personas no encontraba trayectorias laborales continuadas. Para las pres-
ayuda y de que las personas sin apoyos aumen- taciones no contributivas, sujetas a requisitos
taban ligeramente en comparación a los datos de edad o cargas familiares, personas jóvenes,
de 2009 (Foessa, 2014). Por tanto, este resulta- sin cargas o que viven en casa de sus padres
do desterraba el mito de que todas las familias encuentran limitadas oportunidades de acceso.
encontraban apoyo y constataba que, a medida Además de ello, ninguna de estas prestaciones
que la crisis se alargaba, el apoyo se iba debili- contempla que sus beneficiarios, pobres, traba-
tando muchos hogares españoles. jen. Las prestaciones autonómicas, por su heren-
cia benéfica, presentan un acceso más flexible,
Si bien la tasa de personas ocupadas se ha in- pero en su mayoría se encuentran fuertemente
crementado en el último año (EPA, 2016), buena condicionadas y resultan difícilmente compa-
parte del empleo que se ofrece no permite supe- tibles con el desarrollo de un empleo a jornada
rar las situaciones de pobreza. El informe Foessa completa que no permita superar la pobreza. Por
(2016) elevaba casi al 15% la tasa de trabajadores tanto, también la estructura de protección a esta
pobres en España. Eurostat (2015), a través de su contingencia presenta fisuras para las personas
indicador «in-work poverty», constataba que la con empleo precario.
tasa de pobreza entre las personas ocupadas se-
guía una tendencia creciente y alcanzaba ya en La precarización del empleo y la devaluación
ese año al 18% de estas personas. La falta de opor- salarial tiene serios efectos en la capacidad eco-
tunidades laborales para las personas jóvenes, a nómica de las familias a presente, pero también
pesar de contar con elevados niveles educativos, en la capacidad para resistir a una nueva crisis.
es especialmente intensa. Según Eurostat (2016) La encuesta Foessa (ENREFOESSA 2017) constata
España sigue a la cabeza en desempleo juvenil que el 56% de las personas entrevistadas no aho-
junto a Grecia (44,4% y 47,2%, respectivamente). rraron nada en el año anterior. Como resultado
de ello, en el caso de quedarse sin empleo, 4 de
Las barreras de acceso al empleo tienen im- cada 10 señalan no tener dinero ahorrado para
portantes costes vitales, y entre los colectivos resistir a periodos sin ingresos, y el 21% tendrían
con más dificultades de acceso destacan, entre capacidad de hacerlo solo uno o dos meses. Esta
otras, las personas de más de 45 años, mujeres pérdida de capacidad de resistencia afecta tam-
con cargas familiares, personas extranjeras, de bién a las redes familiares cercanas, ya que el
etnias minoritarias, o las personas jóvenes. En 51% de las personas entrevistadas señalan que si
este caso, el último informe sobre emancipación un familiar requeriría ayuda económica para pa-
juvenil en España (2016) señala, a partir de datos gar el alquiler o la hipoteca durante tres meses
de Eurostat, que 1 de cada 3 jóvenes que ha lo- no podrían dárselo.
grado emanciparse vive en riesgo de pobreza o
exclusión social. Por tanto, entre las bajas opor- Por tanto, las estrategias de los hogares para so-
tunidades de empleo en los jóvenes, las condi- brevivir a esta extensión de las dificultades y de-
ciones laborales precarias han multiplicado por bilitamiento de los mecanismos de integración
tres la tasa de trabajadores pobres de entre 18 y tradicional han reducido de manera alarmante
24 años desde 2007 a 2014 (de 7,1% a 21,3%). Si su capacidad de resistencia. La pobreza eco-
bien esta ha sido una realidad que se ha incre- nómica, el ajuste de la alimentación, la falta de
mentado en toda Europa, en España este dato se oportunidades de mejora, las barreras de acce-
sitúa 12 puntos por encima de la media europea so al empleo, la reducida autonomía familiar, el
(8,9%). agotamiento de los ahorros o la falta de estabili-
dad han instaurado en muchos hogares la mala
Una buena parte de las prestaciones en España, salud física y mental, los consumos, el aumento
incluso en los niveles asistenciales, precisa de la de tensión y conflicto o la ruptura de vínculos.
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P Desprotección Social y Estrategias Familiares Profundizamos P índice
Todo ello hace menos «empleables» a las perso- Financial Times (1 de marzo de 2016) alertaba de
nas activas de una familia. Es decir, aleja más a es- la «devastación personal» de los españoles me-
tos hogares de las vías de inclusión tradicionales, nores de 30 años, debido a que la precariedad
engrosa los obstáculos de acceso al empleo y da laboral y la incertidumbre sobre su futuro esta-
lugar a que hogares que en un primer momento ban minando psicológicamente a este colectivo.
tenían una dificultad económica o laboral, tras el
paso del tiempo acumulen muchas dificultades En relación a la violencia familiar, la fundación
(salud física, mental, familia, vivienda) que hacen ANAR de ayuda a niños y adolescentes en riesgo
más difícil, compleja y costosa la intervención (2015) constató que la violencia sufrida por los
social. Veamos algunos datos que constatan esta menores se había multiplicado por 2,3 de 2012
realidad. a 2015. En el informe de 2014 habían aumenta-
do tres puntos en las llamadas relacionadas con
El incremento de la obesidad y el sobrepeso en la violencia entre adultos. La fundación, en ese
los hogares con más dificultades es una de las año, también detectó que el 15,3% de los meno-
consecuencias de vivir situaciones de pobre- res que llamaban tenían en casa una situación de
za. La última encuesta Europea de Salud (2014) violencia, y el 21,1%, dificultades relevantes en las
constata que la obesidad afecta al 21,5% de las relaciones familiares. Por otro lado, igualmente
personas con empleos no cualificados, mientras subrayan que en el 37,1% de los casos detectados
que solo el 8,78% de las personas con los em- algún miembro padecía problemas psicológicos,
pleos más cualificados y remunerados la padece. en el 8,6% existía un proceso de separación o di-
vorcio y en el 6,5% había problemas de adicción.
Igualmente, la encuesta Foessa (2014) subraya-
ba que dos de cada diez hogares con todos los Todos estos desajustes entre las situaciones de
activos en paro sufrían enfermedad mental. En necesidad y las estructuras de protección o las
este sentido, tanto la presencia de consumos de nuevas formas de pobreza derivadas de los cam-
psicofármacos o alcohol en los hogares como la bios en el empleo, sumadas a las consecuencias
presencia de conflictos familiares se incrementa de las estrategias de supervivencia, presentan
por cinco en las familias con algún miembro en familias con estructuras de resistencia tremen-
paro y por diez en las que tenían a todos sus ac- damente débiles. La sociedad que nos depa-
tivos en paro. ra el futuro es difícil de vislumbrar, sobre todo,
porque va a depender de las decisiones que se
Por otro lado, Gili et al. (2014) apuntan que en tomen. ¿Se reforzarán las políticas de protección
cuatro años los casos de depresión intensa han y se adaptarán a las nuevas formas de pobreza?
aumentado un 2,34% (2006-2010). Según este ¿El mercado de trabajo ofrecerá oportunidades
estudio, desde los primeros síntomas de crisis, la de inclusión? ¿Se crearán vías de inclusión al mar-
depresión fue el trastorno mental que más au- gen del empleo para todas aquellas personas sin
mentó, solo por detrás del abuso de alcohol. Este oportunidades? ¿Seremos capaces como socie-
mismo estudio también señalaba que los colec- dad de frenar los discursos punitivos y criminali-
tivos que más la sufrían eran fundamentalmente zadores que hablan de las personas paradas sin
mujeres, empleados a tiempo parcial, mayores oportunidades de empleo? Son muchos los retos
de 55 años, etc. Es decir, a los colectivos más a los que nos enfrentamos, y las decisiones que
vulnerables a la destrucción del empleo. En esta se tomen en relación a estas preguntas serán de-
misma línea, el reciente análisis publicado en el terminantes en la sociedad que construyamos.
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estrategias de los hogares en dificultad. Barcelona:
Ediciones Bellaterra. ISBN-13: 978-84-7290-662-4 Foessa (ENREFOESSA 2017). Encuesta 2017
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P Desprotección Social y Estrategias Familiares Profundizamos P índice
P
Profundizamos
Nuevas pobrezas o nuevos riesgos
sociales
La gran recesión ha dejado tras de sí no solamente miradas necesarias que nos hacen descubrir cau-
un corolario de víctimas, la mayoría de las cuales sas, efectos y presupuestos ideológicos. Precisar
en el período poscrisis continúan en situación si- de esta manera nuestra visión nos ayuda a com-
milar o peor, sino también la explosión de nuevas prender una de las características de la pobreza y
adjetivaciones en relación a la pobreza. la exclusión: su heterogeneidad. La pobreza es
poliédrica, tiene muchas caras, y las miradas espe-
Así, cada vez que en los últimos años se ha abor- cíficas nos muestran cada una de ellas. Sin embar-
dado la cuestión social, se ha hecho mención a la go este tipo de enfoques pueden generar algunos
aparición de «nuevas pobrezas», bien en aspectos efectos no queridos: la invisibilización de otros
relacionados con necesidades poco cubiertas, factores, o un impacto inadecuado en el desarro-
como la energía, la alimentación, bien poniendo llo de un conjunto de medidas de política pública
el acento en elementos sociodemográficos como (no por la intencionalidad de la investigación, sino
la edad, el género, la nacionalidad, bien sobre pi- por perseguir exclusivamente el legítimo objetivo
lares de nuestro sistema de protección social, edu- de la incidencia política).
cación, sanidad. De ahí emanan conceptos como
pobreza alimentaria, pobreza energética, pobre- Para responder a la cuestión relativa a la nove-
za infantil, feminización de la pobreza, el compo- dad del fenómeno, quizá debamos plantear otra
nente étnico de la pobreza y un largo etcétera. cuestión previa: ¿las «nuevas pobrezas» surgi-
das a lo largo de la crisis nos remiten a causas
A partir de aquí surgen dos preguntas concretas: claramente distintas a las que han generado si-
la primera hace referencia a si lo ocurrido es tan tuaciones de vulnerabilidad y pobreza en otros
novedoso o en realidad hemos asistido a distin- momentos?
tas manifestaciones de un mismo fenómeno. La
segunda es mucho más pragmática y plantea si Planteándolo de forma un tanto provocadora, ¿el
estas visiones diferenciadas nos ayudan a com- hecho de que las familias en riesgo de pobreza ten-
prender lo ocurrido. gan serias dificultades para pagar sus recibos de la
luz es tan novedoso como para que esta situación
Comenzando por esta segunda cuestión, con- sea rebautizada como pobreza energética? Como
cluimos que sí nos ayudan, sin duda alguna. Son fenómeno, ¿en qué se diferencia la pobreza infantil
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P Desprotección Social y Estrategias Familiares Profundizamos P índice
de la pobreza general? ¿La utilización de estas nue- Es por este motivo por el que la pobreza, tal y
vas terminologías es consecuencia de la aparición como hemos mostrado en estudios recientes(2),
de realidades realmente novedosas o de estrate- de alguna forma se hereda, pues nuestras políti-
gias comunicativas sectoriales? cas públicas no parecen estar diseñadas para ata-
jar esta cuestión.
Si acudimos a los datos para tratar de respon-
der a estas cuestiones, parece evidente que Nuestro modelo de protección social está dise-
la extensión de los efectos de la crisis ha sido ñado para proteger especialmente a los mayores
considerable a lo largo de los últimos años. Sin con largas carreras de cotización y parece aban-
duda alguna, los afectados han sido (y en mu- donar a su suerte a aquellos hogares con meno-
chos casos aún siguen siendo) más de los que res, lo que conlleva, junto con la vulnerabilidad
eran antes de 2008. Sin menospreciar, eso sí, el experimentada en el momento presente, un ele-
hecho de que antes de la crisis y tras años de vado riesgo de futuro.
crecimiento económico el 50% de la población
se encontraba afectado por indicadores de pri- Como ya hemos señalado, no nos referimos a nue-
vación material, el 44% había experimentado vos fenómenos, pues, también tienen que ver con
episodios puntuales de pobreza relativa, el 51% la realidad laboral, con el nivel de estudios, con las
estaba afectado por alguno de los indicadores redes de apoyo, con la existencia o no de políticas
de exclusión social y nuestra tasa de pobreza públicas, es decir, con lo mismas cuestiones que
parecía estancarse en torno al 19,5%(1). Es de- aparecen como recursos o como causas de la ex-
cir, a pesar de ser fenómenos con los que con- clusión social y de la pobreza tradicional (si es que
vivíamos en épocas anteriores (lo que apunta el es pertinente la utilización de este adjetivo).
carácter estructural de los mismos), sus efectos
parecen haber alcanzado a más personas de las Ya hemos mencionado que parcializar el fenóme-
afectadas antes de que se iniciara la crisis. no nos obliga a correr un doble riesgo: invisibilizar
la globalidad (dicho de forma un tanto provoca-
Pero, ¿en qué medida el hecho de afectar a más dora, ya no hay pobres de los de antes, solo nuevos,
personas implica hablar de nuevos fenómenos? infantiles, energéticos…) y el de entrar en compe-
¿No se trata en realidad del mismo fenómeno con tencia con otros agentes sociales (dicho en el mis-
el que venimos conviviendo históricamente? mo tono, la vulnerabilidad de unos colectivos no es
comparable a la de aquellos a los que yo represento).
Dado que las causas (y en gran medida las conse-
cuencias) coinciden, parece obvio que el carácter Otro de los riesgos de este tipo de enfoques es su
novedoso es relativo. Ahora bien, no podemos adaptabilidad al marketing social. La heterogenei-
dejar pasar lo que estas manifestaciones con- dad de la pobreza y la exclusión social, su carácter
cretas ponen sobre la mesa. Así, si nos referimos dinámico y procesual, su multidimensionalidad,
a la tan citada cuestión de la pobreza infantil, son características que no se pueden condensar
debemos incidir en que la escasez de políticas en un titular. Su explicación nos remite a nuestro
adecuadas dirigidas a proteger a la familia y la in- modelo de sociedad, a conceptos éticos y mora-
fancia en nuestro país, conlleva que aquellos ho- les, a conceptos culturales, a mediciones comple-
gares en los que se da la presencia de menores jas. Reducir, como en ocasiones se realiza, la po-
tienen un mayor riesgo de estar bajo el umbral breza a sus consecuencias o adjetivaciones acaba
de pobreza. generando un efecto boomerang que tiende a
(1) En 2008 la Fundación FOESSA publicó un extenso in- (2) En 2016 la Fundación FOESSA publicó una investiga-
forme en el que advertía de los riesgos que habíamos ción sobre cómo la pobreza puede ser heredada a
asumido con nuestro modelo de integración precaria. través de distintas generaciones. R. Flores (coord.), La
V. Renes (coord.), VI Informe FOESSA sobre exclusión y transmisión intergeneracional de la pobreza: factores,
desarrollo social en España, Madrid, Cáritas Editores, procesos y propuestas para la intervención, Madrid, Cá-
2008. ritas Editores, 2016.
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P Desprotección Social y Estrategias Familiares Profundizamos P índice
asistencializar el pensamiento social. Podríamos ir Los focos de prioridad social e institucional están
más allá afirmando que los perfiles de la pobre- cambiando al menos en los siguientes ámbitos:
za están desapareciendo, porque cada vez más,
cualquier persona de nuestras protegidas socie- • En las relaciones laborales, donde el concepto
dades de bienestar, puede verse involucrada en la trabajo se está transformando desde los pará-
pobreza. Que se lo pregunten a las clases medias metros de la mercantilización, donde el obje-
precarizadas de nuestras sociedades, en las que tivo de la productividad prima y desequilibra
parte han desplazado su voto hacia partidos de el sentido de convenio social de las relaciones
carácter populista. entre capital y trabajo.
Es cierto que la gran recesión ha hecho eclosio- • En el sistema educativo, que ve vencer poco a
nar consecuencias de la pobreza y exclusión que poco el equilibrio entre humanización y ade-
sin ser nuevas han generado una gran alarma cuación a las necesidades del mercado hacia
por su volumen e intensidad. Es verdaderamente este segundo polo.
necesario acometer las medidas que contengan,
palíen y en último caso (no con nuestro actual • En la legitimidad de la protección social que
modelo social) eliminen dichas consecuencias. va desplazando y diluyendo su base en los de-
Pero lo verdaderamente relevante se encuentra rechos en beneficio de una concepción cada
en otro lugar. vez menos relacionada con las condiciones de
vida.
Como hemos mencionado, el fenómeno es el
mismo y sus causas son estructurales. Las interco- • En la política social donde tiende a primar la
nexiones entre grupos, territorios, e incluso entre atención de lo rentable y la asistencialización
aspectos de cada persona son innumerables. No de lo no rentable.
hay casi nada de nuevo en todo esto. Ahora bien,
de esas manifestaciones concretas sí se pueden • En las prestaciones, donde esa dilución de los
obtener aprendizajes concretos. derechos va dejando sitio cada vez más al me-
recimiento en su percepción y a la sospecha
Llevamos décadas reformando nuestros Estados sobre los perceptores.
de Bienestar en Europa para que den respuesta a
las sociedades posindustriales y los nuevos ries- • En el derecho a la salud, donde existe una in-
gos que llevan asociadas. La emancipación juve- tencionalidad manifiesta para desplazar el rol
nil, la conciliación de la vida laboral y personal, la que se nos asigna a las personas, donde tran-
diversificación de los tipos de hogar, la dependen- sitamos del ser ciudadanos y sujetos del dere-
cia y los cuidados de larga duración, las nuevas cho a ser asegurados y valedores individuales
formas de exclusión laboral; muchos de ellos nos de la participación en el sistema.
acompañan desde hace siglos, otros son fruto de
este proceso de transición. • En el derecho a la vivienda donde la necesidad
de tener un techo se concibe como un bien de
Ya señalamos en su momento cuáles a nuestro inversión con las consecuencias a largo plazo
entender eran los principales cambios en la es- que esto conlleva.
tructura del bienestar y no solo en el marco espa-
ñol, sino en el de los países europeos que compar- • En las políticas de dependencia donde los Ser-
timos un proyecto común(3). vicios Sociales quedan poco a poco relegados
para las personas sin independencia econó-
mica y se extienden las empresas de seguros
dualizando los sistemas de atención.
(3) Fernández Maíllo, G y Renes, V. (2014) Capítulo 1 del VII
Informe FOESSA sobre Exclusión y Desarrollo Social • En la propia gestión del bienestar donde la ren-
en España. tabilidad social deja cada vez más espacio a la
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P Desprotección Social y Estrategias Familiares Profundizamos P índice
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P Desprotección Social y Estrategias Familiares Profundizamos P índice
P
Profundizamos
Etiquetas para la discriminación
Las preguntas
De aquí en adelante la pregunta que hay que des- La segunda cuestión que vamos a abordar es es-
pejar en todos y cada uno de los informes sobre tratégica y dice así: ¿nuestro modelo migratorio,
la situación social de España es la de si hay que (que es una parte del modelo social), empuja a
considerar a los inmigrantes como una población los inmigrantes al extrarradio o los incorpora a la
aparte o constituyen una pieza de la estructura sociedad? Entendiendo por sociedad un esfuerzo
social. En otras palabras, si es necesario dedicarles continuado por tejer lazos y establecer vínculos
un capítulo por separado, o si por el contrario hay entre las personas. Y por modelo migratorio un
que integrarlos en el análisis general. Esta duda es conjunto de modos de hacer que ofrece más li-
razonable, dado que la vista nos dice una cosa y bertad y prosperidad a los foráneos. No hablamos
en la estadística nos aparece otra. Pues ocurre que aquí de modelo como aspiración ideal, sino de un
cuando paseamos por las calles vemos a las muje- embudo que los canaliza hacia dentro o hacia fue-
res inmigrantes salir de los portales con una per- ra de la cohesión social. Lo que queremos saber
sona mayor cogida del brazo. En cambio, lo que es si la mayoría de los 6 millones de personas que
aparece en las encuestas son nuestros presenti- han nacido en el extranjero, y que actualmente
mientos hacia la inmigración. Entonces, ¿dónde se viven en España, están siendo conectados o des-
encuentran? ¿Dónde vemos a la persona o dónde conectados del compromiso colectivo que es ne-
presentimos que está ese concepto? cesario para organizar la vida en común.
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P Desprotección Social y Estrategias Familiares Profundizamos P índice
el castigo ha sido mayor, así que han tenido que No es difícil deducir de lo anterior que los inmi-
tomar una decisión. Al principio aguantaron con grantes tienen menos conocidos en el entorno
la esperanza de que la crisis fuera breve, pero se y poca herencia acumulada. Menos recomen-
prolongó, y han tenido que decidir si quedarse daciones, menos dinero y menos derechos. De
aquí, volver al país de origen o emigrar a otro país. modo que tienen en su contra la fragilidad de la
red social y su desamparo institucional, si bien
En las crisis se achica la cartera de las oportunida- tienen a su favor la actitud ante las adversidades
des individuales y se amplía la influencia de los y la experiencia de saber vivir entre dificultades.
patrimonios y de las relaciones familiares. Por eso, La emigración es, por así decirlo, un máster en
la función principal de las redes de parentesco y flexibilidad. Se aprende a superar las barreras
de amistad cuando el empleo abunda es la de se- administrativas, adaptarse a la situación y des-
leccionar aquello que resulta más adecuado, y evi- cifrar las claves culturales del entorno. Es tam-
tar la precipitación en la incorporación al mercado bién una escuela de ánimo y de carácter. Por
de trabajo. Son redes que sirven para encaminar eso los inmigrantes que han resistido los golpes
y filtrar las ofertas. Mientras que la tarea de la red de esta gran recesión están en disposición de
familiar cuando la dificultades aumentan, es la de afrontar una cuarta fase. Ya no son recién lle-
proteger de la intemperie laboral, y de otras cala- gados, ni el paisaje humano les resulta extraño;
midades afectivas que refuerzan el hundimiento son personas que, aunque no han nacido aquí,
emocional. En estas situaciones difíciles es dónde han vivido aquí los buenos y los malos tiempos,
las estructuras muestran toda su influencia y su y finalmente han elegido este lugar para cons-
poder. truir su futuro.
El significado de modelo para el ciudadano común país después de trabajar aquí un tiempo. De tal
puede ser el de un desiderátum, una construcción modo que la etiqueta de la extranjería sirve para
social con ánimo de perfección. Un conjunto de alejarles culturalmente, y la de flujo les convierte
modos de hacer y de organizarse que nos propor- en reversibles. El nuestro es un modelo migrato-
cione más felicidad y prosperidad colectiva. Pero rio que hace hincapié en el conflicto cultural, en
modelo también puede ser una descripción de lo la temporalidad de la estancia, y en la legitimidad
que acontece y la herramienta que se utiliza para de su inferioridad laboral. Y a partir de ese este-
fabricar un molde social. Es decir, un modelo mi- reotipo se les asigna un lugar subordinado res-
gratorio (MM) es un conjunto de prescripciones pecto de los españoles. En la pirámide social los
que alimenta la integración o la discriminación so- inmigrantes extranjeros son los trabajadores que
cial. En definitiva es un mecanismo que conduce están abajo del todo. De modo que si juntamos la
a un terreno extramuros o un camino que lleva al inferioridad cultural con la laboral tenemos ya las
interior de la sociedad. vigas maestras del modelo migratorio.
El modelo migratorio tiene como tarea asignar Un modelo de beneficio económico rápido que
una posición en la escala social al que viene de se sostiene con la explotación intensiva de mano
fuera. Sus fundamentos son la imagen y el con- de obra en la construcción y la restauración, pero
cepto que se tiene de la inmigración. En el caso que además ha acentuado la mercantilización del
español esos dos pilares son la imagen del inmi- compromiso social. Es decir, de todas aquellas
grante como extranjero y de la inmigración como tareas que nos socializan en la dependencia hu-
flujo. Es decir, el inmigrante es un intruso con cos- mana. Ese es, por ejemplo, el caso de los cuidados
tumbres contrarias a las nuestras que volverá a su y atenciones a las personas mayores y a los niños
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P Desprotección Social y Estrategias Familiares Profundizamos P índice
que son deberes sociales a los que el modelo mi- ni para incentivar su participación política. El
gratorio ha puesto precio y sujeto, a saber: ese es vendaval de la Gran Recesión con su impacto
un trabajo para mujeres inmigrantes sin contrato en la destrucción de empleo ha resquebrajado
laboral. Se trata de duras pero nobles obligacio- los cimientos de derechos sociales básicos, y ha
nes familiares y comunitarias que nos educan en determinado un escenario de desregulación la-
lo que es la responsabilidad entre generaciones, y boral con su correlato de vulnerabilidad socio-
en el compromiso con la sociedad, y que no están política.
adscritas necesaria ni teóricamente a un género.
La mercantilización de los cuidados se apoya en la ¿Qué resultado ha obtenido este «modelo migra-
ideología de la conciliación y en la fragilidad de las torio» de trabajador extranjero barato y ocasio-
formas familiares (Del Olmo, 2013). nal? El modelo migratorio de exclusión se ha cons-
truido sobre la ideología de la emigración como
Extranjero es el extraño cultural pero también una vergüenza. Y se ha cimentado en la idea de
el que extraña el lugar. Y en ese sentido no ha que se trata de un trasiego de trabajadores solos,
habido políticas que facilitaran la incorporación sin familia, y con un nítido proyecto de retornar a
a la sociedad y suavizaran el desarraigo de los su país. Si el modelo de exclusión lo que preten-
venidos de fuera, aunque con dos excepciones día era la estancia temporal del foráneo el resul-
notables. La primera y principal ha tenido un tado ha sido un fracaso. Si por el contrario el eje
carácter netamente integrador. Nos referimos al del modelo era la explotación intensiva en secto-
empadronamiento como ancla para la inserción res de mano de obra abundante y de bajo coste,
social. La segunda, escasa y contradictoria, ha entonces el éxito ha sido sobresaliente. El balance
sido la naturalización por residencia, es decir, el final de esta crisis en términos migratorios ha sido
discriminatorio acceso a la ciudadanía política la de privatizar los beneficios que produjo la fuer-
según cual sea la nacionalidad del extranjero. za de trabajo foránea y socializar los costes de su
Hasta ahora ambas medidas han servido para permanencia. Con este modelo se ha debilitado el
evitar el conflicto abierto pero no para impul- Estado de Bienestar y se alimenta el rechazo hacia
sar la movilidad social de los venidos de fuera, los inmigrantes.
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P Desprotección Social y Estrategias Familiares Profundizamos P índice
socializa en la dependencia mutua, y la segunda dos. Es decir, los hijos de esos nuevos españoles
nos fortalece en la voluntad colectiva. La una nos que son los inmigrantes extranjeros que han ob-
muestra la fragilidad del ser que crece y la otra la tenido la nacionalidad por voluntad propia.
fortaleza de la vida en común. Sabemos que la fa-
milia es una escuela de dependencia, y que la co- Ese es, precisamente, el segundo pilar de esta
munidad política está pensada como una fábrica conversión de la inmigración en estructura an-
de cooperación. Ambas, natalidad y nacionaliza- tes demográfica y ahora política. Puesto que si el
ción, son prueba de implicación y de inclusión en aporte de la natalidad era una contribución a la re-
una sociedad. Cuando una persona extranjera se producción natural de la población, la adquisición
decide a procrear y a solicitar la nacionalidad del de la nacionalidad española lo que hace es produ-
país donde vive, es que piensa formar parte de él, cir ciudadanos. Es decir, los inmigrantes de hecho
quedarse a vivir, y criar ahí a su prole. Y los datos revitalizan la sociedad y, si tuvieran el derecho de
de natalidad y de naturalización en lo que lleva- hacerlo, también contribuirían a renovar la demo-
mos del siglo XXI nos indican que la mayoría de la cracia. Apenas 12 mil extranjeros se convertían en
población inmigrante ya ha entrado a formar par- ciudadanos españoles en el año 2000, 84 mil en
te de la estructura de la realidad social española. 2008 y 78 mil en 2015. El promedio anual durante
estos tres lustros ha sido de 77 mil extranjeros que
Cuando el siglo despuntaba, es decir, en el año se han naturalizado, lo que acumula un total de
2000, se produjeron 397 mil alumbramientos en 1.250 mil españoles por voluntad propia.
España. Algo más de medio millón (520 mil) cuan-
do irrumpió la crisis en 2008 y 420 mil en 2015 una Ese millón y cuarto de extranjeros nacionalizados
vez superada la fase más crítica de la recesión. españoles no sigue un crecimiento continuo, sino
Pues bien, las madres extranjeras fueron las pro- que se quiebra siguiendo los avatares administra-
ductoras de 24 mil nacimientos en el 2000, 108 tivos en la resolución de los expedientes. Lo que sí
mil en 2008 y 75 mil en 2015. En otros términos, se ha producido es una meseta que supera los 100
su aportación a la natalidad del país representó el mil nacionalizados por año entre 2010 y 2013, es
6, 21 y 18 por ciento del total de nacidos en esas decir en plena gran recesión. La cúspide de conce-
tres fechas. Si añadimos la contribución a la nata- siones en un solo año se alcanzó en 2013 con más
lidad de los padres extranjeros, es decir si suma- de 260 mil naturalizaciones. En otras palabras, la
mos todos aquellos alumbramientos en los que producción anual de nuevos españoles no se co-
uno de los dos progenitores es extranjero, crece rresponde con el flujo de solicitantes de ese año,
3 o 4 puntos el peso que tienen en el total de na- sino con el quehacer resolutorio de funcionarios,
cimientos. notarios y registradores. Pero lo que aquí nos inte-
resa es que, cada año del nuevo siglo, la máquina
Ciñéndonos ya al período de la crisis, nada menos estatal genera, produce y convierte a casi 80 mil
que el 24% de los nacidos en España en 2008 era extranjeros en ciudadanos españoles. Otro signo
de madre o padre extranjero, y tras la dura prueba de estructura que nos obliga a renegociar nues-
de resistencia que ha supuesto la gran recesión, su tros hábitos civiles y nuestra vida democrática.
peso en el total sigue siendo muy notable, el 22%,
según el último dato de 2015. El número medio Está claro que para procrear y naturalizarse hace fal-
de hijos de las mujeres extranjeras ha caído desde ta deseo y tiempo. Y a tenor de lo que miden varias
los 2 a principios de siglo a 1,7 en 2015. Ya hemos fuentes estadísticas, los inmigrantes ya tienen sufi-
dicho que con el termómetro de la fecundidad se ciente experiencia de vida en España. Si hacemos
mide la seguridad de las parejas y la confianza en caso de la Encuesta Continua de Hogares (ECH) el
el futuro del país. Disminuye la fecundidad cuan- 44% de las personas nacidas en el extranjero llevan
do aumenta la incertidumbre. En conclusión, al más de 10 años residiendo en el país. Y según nos
menos una cuarta parte de la estructura natalicia muestra Miyar, tres de cada cuatro hace más de 6
de España es de origen inmigrante. Decimos al años que vive aquí. Por otra parte, la Encuesta de la
menos porque no hemos agregado el aporte de Población Activa del III Trimestre de 2016 nos dice
nacidos que procede de progenitores naturaliza- que la antigüedad media es de 13 años de residen-
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P Desprotección Social y Estrategias Familiares Profundizamos P índice
cia. Por último, y por si estos indicadores no fueran Aquí van los datos que lo confirman. Sucede, en
suficientes, tanto según la Encuesta de Presupues- efecto, que a lo largo de la recesión todos los tra-
tos Familiares (EPF) como la ECH, crece el número mos salariales han perdido poder adquisitivo en
de inmigrantes que son propietarios de su vivien- España. El 10% que más cobra ha perdido el 3%,
da. La conclusión es que uno no se compra, con di- mientras que el 10% que menos cobra ha visto
ficultad y esfuerzo, una casa si sus planes no son los reducido su salario real en un 25%. El 30% de los
de quedarse a vivir un largo período en ese lugar. trabajadores (4,3 millones de personas) tiene una
Le pido al lector que conozca a españoles que lle- nómina mensual que no llega a los 950 euros bru-
ven más de 10 años viviendo en un país extranjero, tos. Es decir, 1 de cada tres asalariados no llega a
y que además tengan la nacionalidad de ese país e ser “mileurista”. Ocurre que entre ese 10% de per-
hijos que hayan nacido allí, si consideraría que son sonas que tienen los salarios más bajos (411 euros/
población fija o circunstancial, es decir, estructura o mes) el 73% son españoles, el 23% extranjeros y
emigrantes temporales. el 4% tiene doble nacionalidad. En términos abso-
lutos 3 de cada 4 pobres son españoles, pero en
términos relativos, y teniendo en cuenta que los
extranjeros representan el 10% de la población en
El foso social se ensancha general, son los inmigrantes los que más sufren la
y el puente levadizo pobreza y a los que ha golpeado la crisis primero
y con mayor intensidad. El resultado de todo ello
se queda corto es que el foso social es más ancho y profundo. Y lo
que ocurre es que el puente levadizo que llama-
La crisis nos ha impregnado a todos, autóctonos mos Estado de Bienestar se ha quedado corto, y
y foráneos. Nos ha rebajado, moral y socialmente. no llega a tocar la otra orilla. Por ese motivo, aque-
Somos también más pobres en lo económico y en llos que se han quedado extramuros no tienen
lo político porque se han recortado los salarios y los modo de cruzar al otro lado para incorporarse a
derechos. En definitiva, la prolongada y profunda la sociedad.
reestructuración que se ha operado en el entrama-
do social ha encadenado a una parte significativa De modo que si bien no somos los de antes lo
de la población a la precariedad y ha acercado a cierto es que cada día que pasa nos parecemos
otros muchos a esa zona de exclusión. Ha conver- más. Si antes de la recesión los inmigrantes eran
tido en vecinos y hasta en gemelos en la vulnera- los recientes, los menos aclimatados, los que es-
bilidad a autóctonos y foráneos. Esta crisis nos ha taban solos y vivían aislados, ahora, es evidente
igualado por abajo y su superación consiste en in- que después de la crisis somos todos extraños
teriorizar una gramática social de rebajas, es decir, en medio de un paisanaje desabrido y un paisa-
más individualismo y menos vínculo social. je descompuesto. La versión pesimista es que la
crisis nos ha vencido y la optimista es que la ma-
Es una paradoja que cuando la desigualdad y la yoría ha resistido. Por en medio hay que recordar
pobreza aumentan, el resultado sea que nos pa- que algunos españoles y bastantes foráneos se
recemos más. La explicación reside en que la so- han ido. Se han marchado para no volver; o quizás
ciedad española se ha reducido. Por un extremo para volver pero siendo distintos. A estas alturas
se han desentendido de ella los ricos; y por el otro de la crisis ha de quedar claro que los inmigrantes
lado se han desenganchado los pobres. Los seg- que han resistido las duras condiciones dominan
mentos intermedios se resquebrajan y se achican. las asignaturas troncales de la cultura española y
Jesper Roine explica bien cuál ha sido la evolución conocen de primera mano cual es la constitución
que ha seguido el 1% de los acaparadores en los real del país. Han aprobado el examen de la nueva
países más desarrollados y cómo se han distan- gramática social.
ciado del resto de la población en las últimas tres
décadas. Por su parte, y para el caso de España, Así que ya no se trata solo de acoger a gentes
Manuel Lago nos describe el empobrecimiento que vienen de otros países, sino también, y sobre
de los desahuciados durante la gran recesión. todo, de incluir (o excluir) a los asentados. De ver-
37
P Desprotección Social y Estrategias Familiares Profundizamos P índice
los y considerarlos como unos ciudadanos más, san que los inmigrantes no son unos ciudadanos
como estudiantes, como policías y funcionarios. más, sino que lo que están es demás; que sobran
Siempre habrá flujos y nunca dejarán de entrar y que nadie les ha llamado. Y esos ciudadanos tie-
nuevos alumnos en las escuelas pero la puerta nen sus razones para sentirlo así porque son los
que hay que abrir en la ley, en el trato y en las más afectados por la falta de trabajo y de ayudas
mentalidades es la de que forman parte del no- sociales y, por lo tanto, los que peor lo pasan en
sotros común. Es cierto que somos un puzle en el su día a día. Sin embargo he ofrecido datos y ar-
que las piezas no encajan sin hacer un esfuerzo. gumentos para sostener que los inmigrantes aun-
Eso es precisamente la sociedad: un compromiso que no sean hermanos de sangre, sí que lo son de
en común. Y ciertamente hay personas que pien- sudor y de lágrimas.
4. Bibliografía
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Miyar Bustos, M.ª. Presentación del nº 24 de la re- Roine, J. Piketty esencial. Ed. Ariel, 2017.
vista Panorama Social y FuncasBlog-boletín se-
manal 6-1-2017.
38
D Desprotección Social y Estrategias Familiares Debatimos D índice
D
Debatimos
Querer no es poder. La brecha entre
fecundidad deseada y alcanzada revela
un déficit de bienestar individual y social
Teresa Castro Martín
Departamento de Población, IEGD, CSIC
5,0
4.71
4,5
4,0
3,5
nº de hijos por mujer
3,0
2,5
2,0
1,5 1.33
1,0
0,5
0,0
1900
1905
1910
1915
1920
1925
1930
1935
1940
1945
1950
1955
1960
1965
1970
1975
1980
1985
1990
1995
2000
2005
2010
2015
Fuente: Carreras y Tafunell (Coord.), Estadísticas Históricas de España, siglos XIX-XX; INEbase
Todos los países europeos han experimentado un en España la tasa de fecundidad lleva ya casi tres
importante descenso de su tasa de fecundidad en décadas por debajo de 1,5 hijos por mujer y desde
el último medio siglo. Sin embargo, mientras que 2011 en torno a 1,3 hijos, un nivel que se sitúa en-
en un buen número de países del norte y oeste tre los más bajos del mundo (Gráfico 1).
de Europa, la tasa de fecundidad parece haberse
estabilizado en un nivel próximo a los 2 hijos(1), La persistencia de un nivel tan bajo de fecun-
didad durante un periodo prolongado conlleva
un ritmo de envejecimiento demográfico relati-
(1) En Bélgica, Francia, Holanda, Irlanda, Reino Unido y vamente rápido y tendrá importantes repercu-
los países nórdicos, la tasa de fecundidad se sitúa en siones en la organización futura de la sociedad
el rango de 1,7-2,0 hijos por mujer. Son los países del española. Dado que el sistema de bienestar está
sur y del este de Europa los que presentan en la ac-
tualidad unas tasas de fecundidad más bajas (1,3-1,4 en gran parte estructurado sobre la base de la
hijos por mujer). solidaridad intergeneracional, la estructura de
39
D Desprotección Social y Estrategias Familiares Debatimos D índice
edad de la población –y, en particular, la relación tiva distinta: como un indicador del bienestar de
numérica entre cotizantes y receptores de pres- una sociedad. Es decir, en lugar de centrarnos
taciones– es un elemento clave para su sosteni- en las repercusiones que puede tener la muy
bilidad. De ahí que el debate sobre las causas y baja fecundidad de España para el futuro de su
consecuencias de una fecundidad muy baja ten- Estado de Bienestar o de las pensiones, vamos
ga cada vez una mayor presencia en la agenda a reflexionar sobre qué nos revela esta baja fe-
política internacional (Comisión Europea, 2005; cundidad de la situación actual de la sociedad
Naciones Unidas, 2015). española. Nuestro argumento es que cuando la
tasa de fecundidad se sitúa muy por debajo de
Sin negar la importancia que tiene la tasa de fe- las preferencias y aspiraciones reproductivas de
cundidad como factor condicionante de la orga- las personas, esta brecha refleja la existencia de
nización social futura, en este documento vamos un déficit de bienestar individual y colectivo (Es-
a abordar la baja fecundidad desde una perspec- ping-Andersen, 2013).
Los datos sobre deseos e intenciones reproducti- mujeres nacidas en 1940 al 19,4% entre las nacidas
vas que recoge el Eurobarómetro de 2011 confir- en 1970 (Gráfico 3). Esta tendencia ascendente no
man que la preferencia por los dos hijos es ma- parece haber tocado techo. Un estudio reciente
yoritaria en toda Europa (Sobotka y Beaujouan, estima que una de cada cuatro mujeres nacidas
2014). No obstante, España es uno de los países en 1975 no tendrá descendencia cuando alcance
europeos donde se observa una mayor distancia los 50 años de edad (Esteve, Devolver y Domingo,
entre el número medio de hijos deseados (2,1) y 2016). Para algunas personas, no tener hijos es fru-
el número medio de hijos que realmente se tie- to de una elección deliberada y el estigma social
nen (1,3) (Gráfico 2). que conllevaba en épocas pasadas prácticamente
ha desaparecido. Sin embargo, las encuestas so-
También ha aumentado de forma importante la bre intenciones reproductivas muestran que la
proporción de mujeres que finaliza su etapa re- proporción de personas que declaran no desear
productiva sin descendencia: del 8,2% entre las hijos sigue siendo relativamente pequeña –ge-
GRÁFICO 2. Número medio de hijos deseados y tasa de fecundidad alcanzada, OCDE 2011
2,5 2.3
2.1
2
1.6
1,5 1.3
0,5
0
Bé o
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Fuente: Eurobarometer 2011 (Fertility and Social Climate); OECD Family Database
40
D Desprotección Social y Estrategias Familiares Debatimos D índice
GRÁFICO 3. Número final de hijos según cohorte de nacimiento de las mujeres
100
10,2
80
60,7 41,4
3+
60 2
%
40 1
29,0
23,6
20 0
7,4 19,4
8,2
0
1940 1950 1960 1965 1970
Año de nacimiento de la madre
neralmente por debajo del 5%– (Seiz, 2013). Para de 30,1 a 34,1 años entre los hombres. El Gráfico
el resto de personas, la decisión de tener hijos se 4 muestra cómo el calendario de la fecundidad
va aplazando hasta reunir unas condiciones per- se ha ido desplazando progresivamente hacia
sonales, familiares y laborales óptimas, pero ese edades cada vez más avanzadas durante las tres
aplazamiento inicialmente transitorio se puede últimas décadas. Aunque el aplazamiento de la
transformar en definitivo si las condiciones apro- maternidad fue inicialmente un fenómeno pro-
piadas no se alcanzan o tardan demasiado en al- tagonizado por mujeres con alto nivel educativo,
canzarse (Tanturri et al., 2015). en la actualidad el retraso del primer hijo es ha-
bitual en todos los estratos sociales. En 2015, la
España se encuentra actualmente entre los paí- edad media al primer hijo era de 33,7 años entre
ses del mundo en los que la transición a la ma- las mujeres con estudios universitarios, 31,6 años
ternidad y a la paternidad es más tardía. En el pe- entre las mujeres con bachillerato y 29,6 años
ríodo 1980-2015, la edad media al primer hijo ha entre las mujeres que solo completaron los estu-
aumentado de 25 a 31,3 años entre las mujeres y dios de secundaria obligatorios.
180
160
Nacimientos por 1000 mujeres
140
120
1980
100 1990
80 2000
2015
60
40
20
0
15
16
17
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20
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22
23
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30
31
32
33
35
36
37
38
39
40
41
42
43
45
46
47
48
49
24
34
44
Edad de la mujer
Fuente: INEbase
41
D Desprotección Social y Estrategias Familiares Debatimos D índice
En resumen, una proporción creciente de muje- fecundidad alcanzada se aleje tanto de la fecun-
res y hombres no tienen hijos, y aquellos que sí didad deseada apunta a la existencia de barre-
los tienen, han sido madres y padres a una edad ras que impiden hacer realidad las aspiraciones
tardía y han tenido menos hijos que los que as- reproductivas (Castro-Martín y Martín-García,
piraban a tener. El hecho de que en España la 2016).
42
D Desprotección Social y Estrategias Familiares Debatimos D índice
4,5
4,0
Desgravaciones fiscales
3,5 Servicios
Transferencias monetarias
3,0
2,5
2,0
1,5
1,0
0,5
0,0
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más en años recientes como consecuencia de las los costes asociados a la crianza de los hijos.
políticas de austeridad en el gasto público y los Numerosos estudios constatan una correlación
recortes en servicios públicos. positiva entre el grado de igualdad de género
de una sociedad y su tasa de fecundidad (Neyer,
El número de escuelas infantiles ha aumentado Lappegård y Vignoli, 2013). La distribución de
de forma importante desde mediados de los roles y responsabilidades dentro del hogar, aun-
años 90, pero la demanda todavía excede a la que comience siendo bastante igualitaria, suele
oferta y los costes resultan elevados para mu- volverse más asimétrica cuando llega el primer
chas familias. Mientras que de 3 a 5 años la es- hijo (González y Jurado, 2015), y esto puede con-
colarización es prácticamente universal –supera dicionar la fecundidad posterior. Varios estudios
el 95%–, las tasas de atención educativa en las han documentado que cuanto mayor es la impli-
edades de primer ciclo de Educación Infantil (0-2 cación del padre en los cuidados del primer hijo,
años) eran de 31,8% en el curso 2012-2013. Baizán más probable es que una pareja tenga un segun-
(2009) muestra que la disponibilidad de plazas do hijo (Broadmann, Esping-Andersen y Güell,
en escuelas infantiles tiene un impacto favorable 2006). Esping-Andersen y Billari (2015) sostienen
en la fecundidad, que es visible tanto en la transi- que cuando la igualdad de género pase a ser la
ción al primer hijo como en los sucesivos. norma en la sociedad, es probable que asistamos
a una recuperación de la fecundidad.
43
D Desprotección Social y Estrategias Familiares Debatimos D índice
3. Conclusiones
La diversidad existente en el mapa europeo de género –que hace recaer en la mujer una gran
la fecundidad sugiere que en algunas socieda- parte de los costes de la reproducción–, y la es-
des se dan unas condiciones más favorables para casez de políticas públicas que redistribuyan la
tener hijos que en otras. En general, la fecundi- responsabilidad privada y pública en la crianza
dad tiende a ser más elevada en aquellas socie- de los hijos.
dades donde los jóvenes no tienen dificultades
de acceso al empleo, donde la responsabilidad Aunque no es previsible que España remonte el
del cuidado de los niños se comparte entre las umbral de reemplazo generacional (2 hijos por
familias y el Estado –y también equitativamente mujer) a medio plazo, sí debería ser posible pa-
entre ambos progenitores– y donde las políticas sar de un nivel de fecundidad muy bajo a otro
sociales promueven la igualdad de género y la moderadamente bajo, y así reducir la brecha
conciliación de la vida laboral y familiar (Castro- entre fecundidad deseada y real, facilitando que
Martín y Martín-García, 2013). las personas puedan llevar a cabo con éxito sus
proyectos reproductivos. Para ello, las políticas
En el caso de España, las mujeres (y los hom- públicas deberían abordar de manera eficaz el
bres) tienen pocos hijos, a una edad tardía, y su problema del desempleo, la precariedad laboral
descendencia final está por debajo de sus aspi- y la dificultad de compaginar trabajo y familia,
raciones personales, lo que refleja un déficit de evitando centrar el debate de la conciliación en
bienestar. Un nivel tan bajo de fecundidad no las mujeres e incorporando a los hombres. A tra-
solo condiciona la evolución colectiva de la so- vés de las políticas públicas también se tendrían
ciedad, sino también el curso de vida de los in- que redefinir las responsabilidades privadas y
dividuos. Recordemos que una de cada cuatro colectivas con respecto a la infancia, fomentar la
mujeres nacidas en 1970 ya ha finalizado su eta- corresponsabilidad en los cuidados de hombres
pa reproductiva sin hijos, pero que para muchas y mujeres –por ejemplo, promoviendo los permi-
no ha sido una decisión deliberada. Entre las ba- sos de paternidad intransferibles–, y redistribuir
rreras que impiden tener el número deseado de de forma más equitativa los costes asociados a
hijos hemos destacado tres: el mercado laboral la crianza de los hijos, sobre todo en las primeras
–caracterizado por alto desempleo, alta tempo- edades.
ralidad y falta de flexibilidad–, la desigualdad de
4. Referencias
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D Desprotección Social y Estrategias Familiares Debatimos D índice
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45
D Desprotección Social y Estrategias Familiares Debatimos D índice
D
Debatimos
La lucha contra la pobreza y la
exclusión social desde un punto de
vista jurídico
José Luis Rey Pérez
Universidad Pontificia Comillas
1. Introducción
El estudio sobre la pobreza y la exclusión social En la práctica, si observamos la variada norma-
debe hacerse de forma multidisciplinar: no se tiva que se produce por parte de los distintos
trata únicamente de un fenómeno económico órganos del Estado, el Derecho en ocasiones se
con aspectos sociológicos ni es resultado exclu- limita a reflejar el sentir mayoritario, y, en otras,
sivamente de la opción por determinadas po- cumple una cierta función pedagógica para
líticas públicas o de determinadas visiones de impulsar un cambio social. Si esto segundo no
la justicia social; es, además, un fenómeno jurí- fuera posible, ciertamente tendríamos que re-
dico porque el Derecho, el conjunto de normas nunciar a cambiar (para mejor) nuestras socie-
con las que nos dotamos las sociedades demo- dades.
cráticas, es el instrumento a través del cual se
articulan esas políticas públicas y se ponen en La exclusión social es exclusión de la ciudadanía
marcha a nivel institucional las concepciones y del ejercicio de los derechos. Por eso, los re-
sobre la justicia. presentantes políticos que normalmente quie-
ren captar los votos de una mayoría para llegar
Lo jurídico, sin embargo, muchas veces pasa al poder prestan poca atención a las personas
inadvertido quizá porque el Derecho tiene un que están en esa situación. La democracia, la
carácter, casi por esencia, conservador. O qui- política, no toma en igual consideración los
zá porque los juristas prácticos se aferran a la intereses de todos (esto es algo que ya sabía-
norma que existe, a su análisis, a su estudio, sin mos) pero es que ni los introduce en la agenda
proponer cambio alguno o sin entrar en las con- política si se trata de personas en situación de
secuencias prácticas que esas normas tienen exclusión.
para los que van dirigidas. Esto no siempre es
así: en la Sociología del Derecho hay una vie- La pobreza en España lleva siendo un elemen-
ja discusión entre aquellos que piensan que el to estructural de nuestra economía desde hace
sistema jurídico debe limitarse a reflejar los va- años. Ni siquiera en la época del boom económi-
lores compartidos por una sociedad y aquellos co, donde parecía que nadábamos en la abun-
otros que creen que el Derecho puede servir dancia, las tasas de pobreza se lograron reducir.
para promover determinados cambios sociales. En algunos países los pobres participan menos
46
D Desprotección Social y Estrategias Familiares Debatimos D índice
en política (votan menos) pero en España pa- otros, pero incluso dando un poco igual cuál
rece que no hay una diferencia sustancial, qui- sea su signo ideológico, hayan incorporado la
tando quizá los casos de pobreza más severa y pobreza a sus discursos. Hoy, prestar atención a
dejando a un lado el desencanto con el sistema los pobres da votos. Aunque quizá lo que sería
político que se ha acentuado con la crisis. Que necesario no es una actitud paternalista como
la participación sea similar sean cuales sean los la de «prestar atención», sino un enfoque más
ingresos del votante en principio es positivo democrático que dé voz directa en el diseño de
para que los intereses de las personas con me- políticas a los que se vean afectados por ellas.
nos recursos lleguen a los políticos que toman Una democracia, en definitiva, más participati-
decisiones y a los legisladores que hacen las va.
normas. De hecho, uno de los rasgos de la crisis
económica ha sido su carácter «democratiza- Como decía al principio, el Derecho juega aquí
dor» porque muchas personas que no conocían un papel importante porque toda medida
la pobreza, que pertenecían a la clase media, debe articularse a través de normas jurídicas
de repente se han visto en esa posición. Y eso que logren que la lucha contra la pobreza sea
ha ayudado a que los partidos, unos más que efectiva.
47
D Desprotección Social y Estrategias Familiares Debatimos D índice
La Constitución de 1978, en materia de dere- realizar una reforma constitucional de las agra-
chos, se ha quedado algo obsoleta precisamen- vadas, las que siguen la vía del 168, camino este
te por la categorización que hace de los mismos que exige tan amplio acuerdo, que es probable
no entendiendo que forman un todo indivisible que no se consiga en el medio plazo. En segun-
y que no se pueden establecer jerarquías entre do lugar, habría que replantear la estructura
ellos: difícilmente estaremos en condiciones de misma de las garantías pasando de una lógica
ejercer nuestras libertades si no vemos satisfe- vertical en la que el Estado ofrecía una serie de
chas las necesidades básicas que los derechos prestaciones, servicios y bienes, y los ciudada-
sociales tratan de asegurar. nos los recibían, en una posición casi de consu-
midores, a una horizontal donde la ciudadanía
Cuando examinamos la pobreza y la exclusión tenga un papel activo a la hora de gestionar, de-
social desde la teoría de los derechos, habría cidir y administrar los servicios públicos.
una serie de reformas que serían necesarias: en
primer lugar, acabar con la distinción artificial Pero a nivel infraconstitucional, ¿qué normas ju-
de la Constitución del 78 para que todos los rídicas es necesario crear o reformar en la lucha
derechos tengan la máxima protección y sean contra la pobreza? Me voy a referir a alguna de
igualmente importantes. Para ello habría que ellas en relación a los principales problemas.
Carecemos de una política robusta de protec- Llama la atención que la reciente Ley Orgáni-
ción a la infancia. Ya el último Informe FOESSA ca 8/2015 no haya dedicado mayor atención a
ponía de manifiesto que lo que reducía la po- la pobreza infantil. Es verdad que, al menos, el
breza eran las pensiones que recibían los abue- hecho de que una familia carezca de recursos
los y no programas destinados específicamente no se considera como situación de desamparo:
a la infancia (FOESSA, 2014). «la situación de pobreza de los progenitores,
tutores o guardadores no podrá ser tenida en
En materia de infancia recientemente se ha cuenta para la valoración de la situación de
aprobado la Ley Orgánica 8/2015 de modifi- desamparo» (art. 18.2). No se hace otra cosa que
cación del sistema de protección a la infancia recoger aquí lo indicado por el Comité de los
48
D Desprotección Social y Estrategias Familiares Debatimos D índice
49
D Desprotección Social y Estrategias Familiares Debatimos D índice
escala a la hora de adquirir determinados pro- modelo sueco se ha basado en tres pilares: la
ductos o aprovechar la ropa, pero son testimo- existencia de un servicio público de cuidado a
niales, y estamos hablando de un derecho de los menores, una baja por maternidad y pater-
cada niño; como tal derecho individual, la asig- nidad prolongada y, atendiendo al lado de los
nación, que es su garantía, también lo debe ser. ingresos, en un sistema impositivo individual y
no familiar. En España habría que extender la
Otro elemento clave para evitar la pobreza in- definición legal de educación básica a edades
fantil es el desarrollo de políticas de protección más tempranas, casi desde el nacimiento, para
a la familia. Es conveniente desarrollar unos que su gratuidad se extendiera también a las
servicios públicos de calidad que liberen a las guarderías y prolongar las bajas de maternidad
mujeres, poner recursos para poner en mar- y paternidad. Otro elemento importante en el
cha realmente la Ley de Dependencia, cons- modelo sueco es la fiscalidad individualizada
truir guarderías públicas a un coste reducido que «favorece la existencia de hogares con las
que permita la integración de la mujer en el dos personas trabajando y aportando ingresos
mercado de trabajo, etc. En mi opinión resulta medianos o bajos frente a hogares con un solo
interesante estudiar el caso sueco, donde las trabajador que aporta ingresos más elevados»
tasas de pobreza infantil son muy reducidas. El (Ferrarini y Duvander, 2010: 379).
50
D Desprotección Social y Estrategias Familiares Debatimos D índice
implica utilizar las capacidades y aptitudes físi- del Estado aquellos salarios más bajos para que
cas e intelectuales a través de la cual mediata o al menos, los hogares pobres donde hay traba-
inmediatamente se interacciona con el grupo jadores, dispongan de los ingresos fijados por
social. Empleo es solo una parte de estas acti- el umbral de la pobreza. El Estado así vendría
vidades, aquellas que el mercado valora. Hay a abonar la diferencia entre el salario pagado y
mucho más trabajo que empleo y el objetivo el que se debería pagar. Esta solución no pare-
de los derechos sociales consiste precisamente ce justa. El problema de la pobreza laboral no
en detraer del mercado determinados bienes deja de ser un problema de injusticia porque se
o valores. Cuando se constitucionalizó el dere- está pagando al trabajador un salario indigno,
cho al trabajo se hizo para proteger la inser- muy por debajo del que debería recibir. Que
ción social, todas aquellas actividades que se el Estado abone la diferencia es una subven-
realizan en la sociedad y que aportan un valor ción al capital que se ve liberado de remune-
añadido, al margen de cómo las valore el mer- rar adecuadamente el trabajo, con lo que es la
cado (Rey Pérez, 2007). Porque probablemen- comunidad la que viene a pagar lo debido por
te el trabajo de cuidado aporta mucho más al las compañías. Esto resulta injusto y extiende la
grupo social que otras ocupaciones muy es- pobreza laboral.
timadas por el mercado. No hay que eliminar
por tanto el derecho al trabajo del catálogo de Por último, el objetivo de una nueva reforma
derechos humanos, sino entender el valor mo- laboral debe ser acabar con la dualidad de
ral que está protegiendo y buscar las maneras nuestro mercado de trabajo entre aquellos que
de garantizarlo en su integridad. tienen un contrato laboral con buenas condi-
ciones, y aquellos otros que forman parte de
La solución debe enfocarse desde una pers- lo que Standing (2011) ha denominado preca-
pectiva global. No basta con derogar la refor- riado. Las reformas laborales que se han venido
ma laboral. Derogar una norma se puede ha- haciendo no tienen como objetivo acabar con
cer de dos formas: recuperando la anterior o la dualidad mejorando las condiciones de los
sustituyéndola por una nueva. Lo primero no que están peor, sino ir haciendo un grupo cada
solucionaría nada, porque hay que adaptar la vez más residual aquellos que gozaban de un
regulación a un contexto y unas circunstan- grueso de derechos laborales. El camino a se-
cias económicas para las que el marco teórico guir debe ser el contrario: hacer las reformas ne-
de la normativa de la posguerra mundial está cesarias para crear empleo de calidad, empleo
obsoleto. Lo segundo parece lo adecuado pero con derechos, empleo con salarios dignos. Esto
contemplando el problema del empleo en toda es algo que no se puede hacer en el corto pla-
su complejidad, partiendo de un enfoque de zo. Porque el empleo de mejores condiciones es
derechos y entendiendo que, sea cual sea la aquel que se da en sectores competitivos que
evolución del mercado de trabajo, las personas requieren una cierta especialización y cualifica-
tienen derecho a tener sus necesidades bási- ción profesional. La educación juega un papel
cas cubiertas, de ahí la necesidad de que exis- muy importante y para atajar el fenómeno de
ta un sistema de garantía de ingresos fuerte y la pobreza laboral, la precariedad y el desem-
robusto. Además, haciendo efectivo el principio pleo, deberían diseñarse políticas formativas
según el cual el empleo debe ser digno y uno que miren en el medio plazo qué sectores de la
de los elementos de esa dignidad es un salario economía van a desarrollarse y van a necesitar
decente, parece necesario elevar el salario mí- mano de obra para hacer planes de formación
nimo vinculándolo legalmente a los índices de que cualifiquen a esos trabajadores para des-
pobreza o a la tasa AROPE de forma que se es- empeñarse en esos sectores estratégicos. No se
tablezca un mínimo por encima del umbral de trata de dar formación generalista a los desem-
la pobreza. Una de las soluciones que se suele pleados que no sirve para nada, sino diseñar un
proponer (y que en España Ciudadanos incluyó plan de actividad económica a medio plazo que
en su programa electoral y en el acuerdo de in- permita la creación de empleo especializado y
vestidura) consiste en complementar por parte de calidad.
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D Desprotección Social y Estrategias Familiares Debatimos D índice
52
D Desprotección Social y Estrategias Familiares Debatimos D índice
imposibilitó que fuera abordada. Cáritas (2015) en estos momentos en España está en torno a
lleva tiempo alertando de la necesidad de re- 665 euros. Por ello, siendo importante la idea
ordenar el conjunto de las prestaciones no de lograr un sistema de garantía de ingresos a
contributivas «reduciendo su fragmentación y nivel estatal que asegure la cobertura a todas
aumentando su cobertura» y reclamando el re- las personas que tengan el derecho a percibirlo,
conocimiento de un derecho subjetivo a la ren- la propuesta de los sindicatos sería escasa para
ta mínima, independientemente del municipio solucionar la pobreza.
o de la Comunidad Autónoma donde se resida.
En esta línea ha estado también la ILP que los En la agenda política está también el desarrollo
dos principales sindicatos, UGT y CCOO, han de medidas legislativas contra la pobreza ener-
presentado para crear una nueva prestación gética (una ley, el desarrollo de un reglamen-
dentro del régimen de la Seguridad Social, al to…). Creo que cuando la pobreza se observa de
amparo del artículo 149.1 17ª de la Constitución, forma fraccionada, el resultado es que los siste-
y que ha llegado al Congreso de los Diputados. mas de ayudas públicas que creamos no tienen
Sin embargo, la propuesta de los sindicatos es un enfoque de derechos sino uno asistencialis-
escasa ya que establece la cuantía en el 80% del ta y los hacemos excesivamente complejos. Un
IPREM vigente en cada momento, que en 2016 sistema de garantía de ingresos fuerte en su fa-
vendría a ser 426 euros, esto es, una cuantía cilidad de acceso y su cuantía previene también
muy por debajo del umbral de la pobreza que la denominada pobreza energética.
6. Fiscalidad justa
Las políticas sociales, aquellas que tratan de el efecto redistributivo que debería tener no se
garantizar y hacer efectivos los derechos, ne- debe a que este sea imposible de alcanzar, sino
cesitan recursos para financiarse. Tendemos a más bien al hecho de que se encuentra mal di-
fijarnos en el lado del gasto, pero las políticas señado.
fiscales son uno de los principales instrumen-
tos para llevar a cabo políticas sociales. De he- El IRPF es, junto con el IVA, el principal impues-
cho, la justicia de nuestro sistema solo puede to que sirve para financiar las instituciones de
evaluarse si se toman en consideración los dos bienestar. Las reformas que se han llevado a
lados de la ecuación. Pese a que nuestra Cons- cabo desde el comienzo de la crisis lo han hecho
titución en su artículo 31 habla de la progre- un impuesto más regresivo que no ha abando-
sividad como uno de los principios de justicia nado su estructura dual: el tipo de gravamen no
económica, lo cierto es que las sucesivas y cons- es el mismo para los rendimientos del trabajo
tantes reformas que se han venido haciendo de que para los rendimientos del capital, cuyas alí-
los principales impuestos han ido aumentando cuotas son significativamente más reducidas.
la regresividad del sistema. La reducción de la Además, algunas de sus deducciones acentúan
desigualdad, después de los impuestos, es muy su carácter regresivo como las relativas a los
baja si la comparamos con otros países de la UE. planes de pensiones privados. Todo ello lleva a
Quizá por ello, en un sector de la doctrina, de que sea imprescindible afrontar una reforma de
corte liberal, se ha extendido la idea de que los este tributo (tanto de la Ley 35/2006 como de
impuestos tienen una escasa capacidad redis- los distintos RD que la desarrollan) encaminada
tributiva y que la mejor política económica que a lograr incrementar su progresividad y su sim-
puede seguirse es su reducción, lo que permiti- plicidad. Es necesario hacer desaparecer su es-
ría disponer de más dinero en los bolsillos de las tructura dual, que beneficia a aquellos que dis-
familias, incrementar el consumo y así generar ponen de rendimientos del capital y perjudica a
dinamismo en la economía. Sin embargo, esto los trabajadores con escasa o nula capacidad de
no es así. Que nuestro sistema fiscal no tenga ahorro, y eliminar todas aquellas deducciones y
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desgravaciones que favorecen a los grupos con manera mucho más valiente de como se ha ve-
rentas más elevadas. nido planteando hasta el momento. En un con-
trato de hipoteca, como en cualquier negocio
Por otra parte, el IVA, como impuesto indi- jurídico, el riesgo lo corren las dos partes y las
recto que es, tiene un diseño regresivo. No dos deberían asumirlo en el caso de que no se
obstante, este diseño regresivo se podría ma- pueda llevar a buen puerto. La Ley hipotecaria
tizar atendiendo al tipo al que se gravan los española está hecha para beneficiar y asegurar
diversos productos y la población que tiende la posición de las entidades financieras que son
a consumirlos. Habría que intentar introducir la parte más fuerte en esa relación. Parecería
en el tipo reducido los bienes que cubren las más equitativo distribuir mejor la asunción del
necesidades básicas, así como la luz y el gas, y riesgo o incluso compensar de alguna forma la
en cambio, introducir en el tipo general otros debilidad que tiene el prestatario. Para seguir
bienes o servicios que solo están al alcance de incidiendo en esta tendencia de no querer re-
las rentas más altas, como son los servicios del conocer el derecho a la vivienda como auténti-
turismo y del transporte de largo recorrido. Se co derecho, ni de cumplir lo que pone nuestro
trata de lograr una cierta coherencia en este texto constitucional, en España se ha producido
impuesto a la vista de los datos estadísticos de un aumento del IBI que, al ser un impuesto real,
los que se dispone sobre los patrones de con- parece que es menos susceptible de evasión
sumo en función de la renta. Para ello habría fiscal. Pero no se ha tenido en cuenta el nivel
que reformar la Ley 37/1992 sobre el IVA. Las de endeudamiento de las familias ni que la pro-
reformas que se han hecho sobre los tipos en piedad inmobiliaria es el principal, sino el único
este impuesto más bien responden a la presión activo con el que cuentan las familias españo-
de determinados lobbies de ciertas actividades las. De nuevo aquí se podría haber producido
económicas o a la no disimulada intención del una reforma del IBI que viniese inspirada por el
legislador de beneficiar a los sectores de renta principio de progresividad creando un recargo
más elevadas. para las viviendas de mayor valor económico,
aplicando un tipo de gravamen superior en
La vivienda, el acceso a la misma y la burbuja función del valor de la vivienda o gravando pro-
creada como consecuencia de la especulación porcionalmente más la tenencia de la segunda
con este bien primario han sido los principales y sucesivas viviendas.
problemas a los que se ha enfrentado nuestro
Estado de bienestar en los últimos quince años. La complejidad de los sistemas impositivos hace
Aunque el derecho a la vivienda viene recono- que las grandes empresas tributen a un tipo
cido en el texto constitucional de 1978 dentro efectivo menor del que lo hacen las pequeñas
de los principios rectores de la política social y y medianas empresas(2). Se hace necesario una
económica, se trata de un derecho que nunca revisión en el texto de la Ley 27/2014 que impida
se ha hecho efectivo porque los distintos legis- este efecto dualizador en el Impuesto de Socie-
ladores han regulado el acceso y el mercado dades para evitar discriminaciones contrarias al
de la vivienda atendiendo a los intereses de las principio constitucional de equidad horizontal
empresas constructoras y de las entidades fi- y precisamente para que se evite que personas
nancieras, y no a la necesidad de disponer de físicas tributen a un tipo menor del que les co-
un lugar donde vivir. El nivel de endeudamien- rrespondería al hacerlo a través de sociedades
to de las familias españolas responde en gran y no a través del IRPF, quizá habría que hacer
medida a las hipotecas que han tenido que con- converger los tipos de los dos impuestos.
tratar para poder pagar su vivienda, hipotecas
que se dieron con gran alegría en la época de
bonanza económica y que, llegada la crisis, se
tradujeron en el triste fenómeno de los desahu- (2) «La gran empresa solo paga un 5,3% a Hacienda a
pesar de las alzas fiscales», Expansión, 13 de agos-
cios. Una reforma legislativa que tendría que to de 2014, disponible en http://www.expansion.
abordarse es la del derecho hipotecario de una com/2014/08/12/economia/1407874668.html
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En resumen, se puede concluir que, a día de disimulada de, aun con el discurso del esfuer-
hoy, el sistema tributario español es injusto, zo fiscal necesario para mantener la sagrada
todo su peso recae sobre las clase media tra- estabilidad presupuestaria, repartir ese esfuer-
bajadora y eso hace que el reparto de los cos- zo de manera desigual de forma que la mayor
tes del Estado de bienestar sea poco equitati- parte del mismo recaiga sobre los hombros
vo, y así sea difícil defender políticamente la de los menos afortunados. La lucha contra la
necesidad y la conveniencia de mantener las pobreza, a través de instrumentos jurídicos, re-
instituciones y prestaciones propias de socie- quiere reformas normativas en los impuestos
dades de bienestar. Se aprecia por parte del que estén orientadas a la justicia social.
legislador y de los gobiernos una intención no
Las normas jurídicas tienen un carácter instru- lugar, una reforma de la Ley de Protección de la
mental. Los sistemas jurídicos contemporáneos Infancia para introducir un derecho del menor
son muy complejos con profusión de normas a un ingreso que prevenga y solucione el pro-
de distinto rango, diverso ámbito competencial, blema de la pobreza infantil; en segundo lugar,
etc. Es a través de esas normas como se pueden abordar una nueva reforma de la legislación la-
poner en práctica los principios de justicia social boral con el objetivo de crear empleo de calidad
y hacer efectiva la lucha contra la pobreza y la y eliminar el fenómeno de la pobreza laboral; en
exclusión. En este artículo he intentado hacer un tercer lugar, habría que hacer una ordenación de
repaso de algunas normas que sería necesario nuestro sistema de garantía de ingresos a partir
revisar para lograr reducir las tasas de pobreza de una norma estatal básica que luego pudiera
tan elevadas que presenta España. La economía ser complementada por las CCAA; por último,
no es un fenómeno natural, no evoluciona por es necesaria una reforma fiscal que aumente la
causas azarosas, sino que responde a determina- progresividad de los principales tributos, porque
das formas de regulación. El crecimiento econó- la política fiscal es un instrumento privilegiado
mico que parece que va a vivir España este año para la lucha contra la pobreza. Obviamente, se
puede repartirse de una manera justa o injusta. pueden hacer muchas más cosas, como una Ley
Y eso depende del marco normativo con el que estatal de Servicios Sociales o la reforma de la
contemos. La distribución de esa riqueza no legislación hipotecaria. Las normas jurídicas, no
tiene por qué ser igualitaria, debe ser desigual, son axiológicamente neutrales, sino que reco-
pero no para beneficiar a los que están en una gen y ponen en práctica una serie de valores y de
mejor posición, sino a aquellos que están en una concepciones acerca de lo que es la justicia. De
peor para así lograr reducir las desigualdades. ahí la importancia que puede jugar el Derecho
En resumen, cualquier legislación puede tener en la lucha contra la pobreza y la exclusión social
un efecto positivo o negativo en la reducción y la responsabilidad que tienen los legisladores
de la pobreza y la desigualdad. En estas páginas (representantes políticos y funcionarios del Es-
he tratado de exponer las reformas normativas tado) de hacer un Derecho que sea correcto en
que, en mi opinión, son más urgentes: en primer sentido técnico y justo en sentido moral.
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8. Referencias
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Ferrajoli, L. (1999): Derechos y garantías. La ley del Rocha, F., Aragón, J. y Cruces, J. (2008): Cambios
más débil. Madrid: Trotta. productivos y empleo en España. Madrid: Minis-
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Ferrarini, T. y Duvander, A. (2010): Earner-Career
Model at the Crossroads: Reforms and Outcomes Rey Pérez, J. L. (2007): El derecho al trabajo y el in-
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pective. International Journal of Health Services, bajo? Madrid: Dykinson.
40 (3), 373-398.
Standing, G. (2011): The Precariat. The New Dange-
FOESSA (2014): VII Informe sobre exclusión y desa- rous Class. London: Bloomsbury.
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SA. Tuñón, I. y González, Mª. S. (2013): Aproximación a
la medición de la pobreza infantil desde un en-
Marx, I. y Nolan, B. (2013): Trabajadores pobres. foque multidimensional y de derechos. Revista
Papeles de Economía Española, 135, 99-118. Sociedad y Equidad, 5, 30-60.
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D
Debatimos
Marcos interpretativos sobre la exclusión,
en tiempos de crisis. Avanzar hacia un
paradigma transformador(1)
Fernanda Caro Blanco
Universidad de las Islas Baleares
(1) El contenido de este artículo es parte del trabajo ganador en el III Concurso FOESSA de investigación realizada 2016
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de cuatro distintos paradigmas, a los que hemos te; la psicologización y despolitización de esta,
denominado Moralizante, Activador, Reflexivo y desde el paradigma activador; la búsqueda de
Alternativo-Transformador. una actitud social crítica que permita generar
procesos de integración, para el paradigma re-
Como idea central que caracteriza cada uno de flexivo, y la recuperación de la centralidad de
los paradigmas proponemos: la criminalización la vida humana para el paradigma alternativo-
de la exclusión para el paradigma moralizan- transformador.
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Otro aspecto que diferencia los distintos para- dual el eje nuclear de las intervenciones, y por
digmas son las soluciones que cada uno de ellos tanto parte del problema.
propone.
Las soluciones que propone el paradigma reflexi-
Las medidas específicas que plantea el paradigma vo están referidas a mejorar el capital humano y
moralizante están sujetas a la obligatoriedad de social e introducir reformas institucionales, labo-
las personas a obtener un empleo, sacando a las rales, educativas y de protección social con el fin
personas de los circuitos asistenciales, propiciando de reforzar la capacidad inclusiva de la sociedad.
un rápido regreso al mercado laboral. Sus medidas Pero esto debe hacerse a partir de una labor re-
referidas específicamente a la inserción son, por flexiva y crítica en las que participen todos los
tanto, puntuales y temporales, porque desde la vi- actores. Los y las profesionales deben de introdu-
sión de este paradigma, el mercado de trabajo es el cir la evaluación en su práctica profesional con el
verdadero generador de oportunidades y el único objetivo de focalizar con mayor precisión en los
contexto desde el que las personas pueden hacerle objetivos que deben de ser planteados y en las es-
frente a una situación de vulnerabilidad. Comple- trategias que deben ser utilizadas. Por otro lado, la
mentariamente, gran número de sus prácticas de comprensión multidimensional de la exclusión in-
intervención van dirigidas a la vigilancia y control vita, desde el discurso reflexivo, a reclamar y pro-
del demandante de prestaciones sociales, a fin de poner la puesta en marcha de políticas de carácter
sondear su actitud frente al mercado de trabajo. integral, desde las que se configuren y consoliden
los distintos sistemas de protección social, dando
Las soluciones que se proponen desde el paradig- una cobertura amplia a las necesidades sociales,
ma activador conceden prioridad a la formación desde una perspectiva universalista.
y la inserción laboral de personas desempleadas
y beneficiarias de ayuda social. La intervención En cuanto a las soluciones que propone el para-
del Estado debe estar guiada a ajustar las com- digma alternativo-transformador se refieren a la
petencias del trabajador/a y las regulaciones del horizontalidad reticular como forma de demo-
mercado de trabajo a las nuevas circunstancias cratizar la sociedad, y a la participación como un
económicas, asegurando las condiciones que eje de reflexión y acción. Sus propuestas giran en
permitan producir sujetos adaptados a las nue- torno a la creación de dinámicas y vínculos entre
vas condiciones productivas, promoviendo las los seres humanos que fomenten nuevas estra-
competencias individuales y educativas que faci- tegias y les devuelvan el control de su vida y su
liten la gestión personal de cada proyecto profe- dignidad. Se trata, en definitiva de construir una
sional, a través de la promoción de un espíritu de sociedad participativa, dialogante, horizontal y
búsqueda activa. Así, el objetivo del paradigma reticular, en las que las redes de reciprocidad y
activador serán las competencias, motivaciones la organización comunitaria sean el principal ins-
y actitudes individuales, siendo el sujeto indivi- trumento de protección.
3. Paradigmas hegemónicos,
contradictorios y en conflicto
Flexibilidad, individualización del riesgo, incerti- de los derechos, son algunas de las directrices
dumbre asociada a la precariedad como nueva impuestas por un discurso liberal-conservador
ética del trabajo, negación-invisibilización de la hegemónico propio del capitalismo de esta nue-
existencia de la explotación (cuya comprensión va era, forman parte del discurso hegemónico
es sustituida por un concepto que puede ser des- representado por los paradigmas moralizante y
politizado como es el de exclusión), negación de activador. Prevalece la idea del disciplinamiento
las políticas universalistas y contractualización y la rehabilitación a través del trabajo, de la em-
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Llegado a este punto, nos planteamos: ¿cómo nosotras nos coloquemos en el centro de nues-
propiciar una mayor hegemonía de los discursos tras propias vidas. Sin embargo, y por esta razón,
y estrategias reflexivas y transformadoras? se hace imprescindible negar el concepto de in-
dividualización. Porque la individualización par-
Algunas propuestas invitan a recuperar la visión te de despolitizar la vulnerabilidad y la desigual-
que parte de entender el carácter multidimen- dad, moralizándola y/o psicologizándola; crea
sional de la exclusión, eliminando la centralidad un mundo en el que lo social desaparece (como
de la dimensión económica para recuperar el mucho se reduce a una mera interacción entre
valor de la dimensión política y social-relacional individuos asociales y despolitizados); transfiere
en la generación de procesos de inserción. Con- los riesgos sociales a los individuos, que deben
siderando, además, que los procesos de integra- gestionarlos desde el aislamiento; responsabiliza
ción deben realizarse desde una perspectiva que a cada persona, no de su propia vida, sino de las
signifique redistribución en lo económico, reco- dificultades sociales que padece, con lo que aca-
nocimiento en lo social-cultural y representación ba construyendo una identidad negativa, desca-
en lo político. lificante y estigmatizadora.
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cepto de explotación para asociarlo más estrecha- tintos actores, e incorporando actores nuevos,
mente al concepto de exclusión. como las propias personas vulnerabilizadas,
que adquieran la suficiente legitimidad como
Quizás es hora de empezar a cambiar el cur- para ser partícipes de los cambios instituciona-
so de la historia de la acción social, de manera les y políticos.
que los servicios sociales puedan definitivamen-
te romper con la herencia que liga la interven- Convendrá entonces repensar las estrategias.
ción social al merecimiento, la rehabilitación y Nuestra propuesta gira en torno a rediseñar el
el castigo, para considerarse depositarios de la acompañamiento, la formación en competen-
responsabilidad de generar procesos de articula- cias y la intermediación; incorporar el empode-
ción, cohesión y empoderamiento en lo social y ramiento en todos los ámbitos de intervención,
en lo individual. Cambiar esa cultura invita a po- individual, grupal y comunitaria; y fortalecer el
ner en marcha políticas no estigmatizadoras que trabajo en red.
recuperen el discurso, y la práctica efectiva de la
defensa de los derechos. Un acompañamiento que parta del compro-
miso con la persona con la que se trabaja, y
Esto obliga a instaurar una permanente actitud no del ejercicio de una tutela fiscalizadora y
crítica hacia las pautas institucionales y hacia las descalificante; desde el que se establezca un
prácticas profesionales que permita generar ver- vínculo sincero que comprenda el respeto a su
daderos procesos de integración social. Y para dignidad humana y a su plena autonomía; y en
que los y las que tienen la responsabilidad de el que el ideal del empoderamiento sustituya
trabajar en favor de la integración social no se a la capacitación y la formación en competen-
vean asimismo aislados, esto debe hacerse pro- cias.
moviendo espacios de deliberación, que posi-
biliten el aprendizaje colectivo y el intercambio, En el mismo sentido, se hace necesario incorpo-
sin eludir el conflicto, sino que bien al contrario, rar una nueva, o distinta, visión de la emplea-
convertir este en un instrumento creativo de de- bilidad, que represente una mayor justicia des-
sarrollo social y comunitario, reforzando los es- de el reconocimiento del recorrido vital de la
pacios de proximidad y fortaleciendo la partici- persona como aspectos valiosos, considerando
pación de la ciudadanía. en la misma medida el tiempo en el que se ha
estado ocupando un empleo, como el tiempo
Tal y como proponen algunas voces, convertir en formación, y aún el tiempo dedicado a ta-
a la economía en una herramienta de transfor- reas reproductivas, de cuidado, de trabajo en
mación social, una economía al servicio de las la comunidad o de activismo social. Así, la ciu-
personas, introduciendo cambios en la produc- dadanía puede dejar de ser considerada consu-
ción y en el consumo, desde criterios éticos y midora pasiva de servicios para convertirse en
de justicia social. Las personas vulnerabiliza- agente activo de la comunidad, y desde esta
das deben ser también partícipes de este tipo visión, ser reconocida.
de economía, y así está ocurriendo, a través de
diversas iniciativas de economía social y solida- La intermediación, si es necesaria, debe partir
ria. La auto-organización y el trabajo colectivo, del respeto a la dignidad de la persona. En ese
como formas de apoderarse de esos espacios sentido, empezar a recuperar el concepto de
de nuestra vida que hemos delegado, y que de- explotación, como forma de sustitución progre-
ben ser recuperadas. siva del binomio inclusión/exclusión, puede ser
ciertamente facilitador. No olvidemos el riesgo
Porque solo de manera colectiva se podrá dar que puede entrañar el concepto de exclusión en
respuesta a lo que hemos identificado como tanto en cuanto tienda a individualizar las cau-
problemas sociales, de carácter colectivo. Y eso sas de la vulnerabilidad, diluyendo la respon-
implica también repolitizar la exclusión, reubi- sabilidad política y económica que comporta
cando y redefiniendo la actuación de los dis- entender que las personas vulnerabilizadas son
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