Está en la página 1de 4

Coro

Gloria al bravo pueblo que el yugo lanzó la Ley respetando la virtud y honor (Bis)
I
¡Abajo cadenas! (bis)
Gritaba el Señor (bis)
Y pobre en su choza
Libertad pidió:
A este santo nombre
Tembló de pavor
El vil egoísmo
Que otra vez triunfó. (bis)
Coro
II
Gritemos con brío: (bis)
"¡Muera la opresión! (bis)
Compatriotas fieles,
La fuerza es la unión;
Y desde el Empíreo
El Supremo Autor,
Un sublime aliento
Al pueblo infundió. (bis)
Coro
III
Unida con lazos (bis)
Que el cielo formó (bis)
La América toda
Existe en nación;
Y si el despotismo
Levanta la voz,
Seguid el ejemplo
Que Caracas dio. (bis)
Coro

Gloria al Bravo Pueblo


El Himno «Gloria al Bravo Pueblo» es una composición musical patriótica venezolana de 1810, la cual fue establecida como Himno Nacional de
Venezuela el 25 de mayo de 1881 por el presidente Antonio Guzmán Blanco.

En cuanto a su composición, la letra y música han sido históricamente atribuidas, respectivamente, a Vicente Salias y Juan José Landaeta, fue
escrito originalmente alrededor de 1810 como un himno patriótico.1Posteriores modificaciones oficiales han sido las de Eduardo Calcaño (1881),
Salvador Llamozas (1911) y Juan Bautista Plaza (1947). Esta última es la usada oficialmente en la actualidad.

Se ha dicho que la melodía ya era conocida como «La marsellesa venezolana» desde 1840. En los últimos años, algunas investigaciones han
sugerido que el verdadero autor de la letra podría haber sido Andrés Bello, y que la música habría sido compuesta por Lino Gallardo. Sin embargo,
esta teoría no ha podido ser comprobada del todo; aunque lo cierto es que tanto Juan José Landaeta como Lino Gallardo pertenecían a la «Escuela
de Música de Caracas», actividad central del «Oratorio Arquidiocesano de Caracas», fundado por el Padre Sojo.

Historia

Revolución del 19 de abril de 1810

Constituida la Sociedad Patriótica en Caracas a raíz de los sucesos del 19 de abril de 1810, sus miembros, durante una de sus reuniones,
entusiasmados por el éxito de la primera canción patriótica ("Caraqueños, otra época empieza"), con letra de Andrés Bello y música de Cayetano
Carreño, sugirieron la proposición de que la Sociedad lanzara también una canción que estimulara el ánimo de médico y poeta Vicente Salias,
improvisó allí mismo las primeras estrofas del Himno Nacional: Gloria al Bravo Pueblo.

Establecimiento como Himno Nacional de Venezuela

Pasado el período de la Independencia, este canto siguió prendido en la mente del pueblo y se convirtió, por común aceptación, en la «canción
nacional» aunque careciese de sanción oficial. El manuscrito de su música más antiguo que se conoce data de mediados del siglo XIX, según el
historiador José Antonio Calcaño, quien lo reproduce en su libro La ciudad y su música. En él no se menciona autor, pero figura como título lo
siguiente: «Núm. 1.- Violín. Canción Nacional: Gloria al Bravo Pueblo. Paso redoblado».

En su número del 18 de abril de 1868, el periódico caraqueño El Federalista reprodujo la letra del Gloria al Bravo Pueblo. El mismo periódico, al
reseñar el día 20 de abril de ese mismo año las fiestas con que fue conmemorado el día anterior en la capital el 58º aniversario del 19 de abril de
1810, mencionaba que "en los salones de la Universidad y en presencia de numeroso público, antes de los discursos, una «música marcial» ejecutó
varias piezas, entre ellas el Himno Nacional".

Por encargo del Presidente Guzmán Blanco, el Dr. Eduardo Calcaño, valioso compositor y músico, cumplió idóneamente la tarea de fijar el texto
musical del Himno, lo cual hizo conservando la brillantez marcial de la melodía, sin pretender alterarlo ni darle otra expresión.

El 25 de mayo de 1881, el Gloria al Bravo Pueblo quedó consagrado definitivamente como Himno Nacional de Venezuela, por medio de un decreto
emitido por el entonces Presidente, Antonio Guzmán Blanco. Después de este decreto y de las publicaciones del Himno Nacional que se hicieron
en 1883, se elaboró en 1911 una nueva edición oficial en conmemoración del centenario de la independencia, que fue encomendada a Salvador
Llamozas. En 1947, otra edición oficial fue confiada a Juan Bautista Plaza, «...quien -escribe José Antonio Calcaño- hizo una buena labor de
revisión del texto y le suprimió una introducción que le habían añadido antes y que no tenía razón de ser...»

El artículo 13 de la Ley de Bandera, Escudo e Himno Nacionales del 17 de febrero de 1954 determina del modo siguiente los casos en que debe ser
tocado el Himno Nacional:

«1º: Para tributar honores a la Bandera Nacional.

2º: Para rendir homenaje al Presidente de la República.

3º: En los actos oficiales de solemnidad.

4º: En los actos públicos que se lleven a efecto en los Estados Unidos y Territorios de la República para la conmemoración de las fechas históricas
de la Patria, y en aquellos que determine el Reglamento de la presente Ley.

5º: En los casos que prevean otras leyes de la República».

En algunos actos de carácter cultural o cívico, el Himno, en vez de ser ejecutado musicalmente, es cantado por un conjunto coral. Las estaciones
de radio y televisión deben reproducir el Himno Nacional a las 6 de la mañana, a las 12 del mediodía (en las fechas patrias) y a las 12 de la
medianoche, así como en el primer minuto de su transmisión luego de iniciado el primer día del nuevo año. Ello por disposición de la Ley
RESORTE.

INTERPRETACIÓN Grande fue el prestigio de esta canción patriótica, de cuyo impacto en los españoles se hace eco el Intendente del Ejército y
Real Hacienda, quien informa al Supremo Ministerio de Hacienda- por documento fechado en Cádiz el 4 de julio de 1810-, lo siguiente: "pero lo más
escandaloso fue que en las canciones alegóricas que compusieron e imprimieron de su independencia, convidaban a toda la América Española
para hacer causa común, y que tomasen a los caraqueños por modelo para dirigir revoluciones". (Documento en el Archivo General de Indias,
España). Dichos conceptos constituyen una atinada interpretación del sentido de la tercera estrofa del Gloria al Bravo Pueblo:

«Unida con lazos que el cielo formó, la América toda existe en Nación, y si el despotismo levanta la voz seguid el ejemplo que Caracas dio».

Era ya por entonces el Gloria al Bravo Pueblo un canto patriótico. Durante el transcurrir de la contienda emancipadora las demás canciones
patrióticas fueron perdiendo vigencia y poco a poco fueron olvidadas. Solo esta, con su síntesis de historia y visión del futuro, persistió.
«¡Abajo cadenas! Gritaba el señor, Y el pobre en su choza Libertad pidió».

Era el señor allí aludido, el rico, el emparentado o descendiente de condes y marqueses, el mantuano de vastas posesiones. Tanto ellos como el
pobre ansiaban y pedían libertad. Era el pueblo todo, con su multitud de ricos y su muchedumbre de esclavizados pobres. Todos clamaban por la
entonces inexistente libertad, a cuyo "santo nombre" se estremecían de terror los tiranos y los déspotas:

«A este santo nombre tembló de pavor el vil egoísmo que otra vez triunfó».

El egoísmo, la ambición de unos cuantos y poderosos representantes de la Monarquía; la explotación de la tierra y de sus hombres a lo largo de
más de trescientos años de extorsión y coloniaje, la trata de negros, las distinciones de castas y todo un mundo de injusticias. Ante la libertad
conquistada desaparecerían las opresoras cadenas.

Expresa la canción: «Y desde el Empíreo, el Supremo Autor un sublime aliento al pueblo infundió». Aquí, la admirable visión futurista de Vicente
Salias anticipó que, en aquel ejército de héroes que más tarde comandaría Simón Bolívar y que realizaría inauditas proezas, latía una inspiración
sublime y vibraba el fuego de la Libertad, supremo don del Creador.

En cada estrofa se repiten los dos primeros versos y los dos últimos.

La frase que en el coro dice: «Gloria al Bravo Pueblo que el yugo lanzó» rinde homenaje y evoca a Caracas, la ciudad donde se fraguó y culminó el
movimiento revolucionario que inició el fin de la dominación extranjera, a la vez que glorifica a su gente.

Ya afianzada la vida republicana, se la denominó "Canción Nacional", demostrándose así la aspiración del pueblo por tenerla como símbolo de la
patria, pues ninguno de los otros cantos podría ser tan apropiado como éste, que había vivido toda la epopeya de la gesta independentista.

VALORES

Sobre los valores del ser humano y las virtudes hemos hablado bastante en el blog porque para nosotros es importante  promover
actitudes y capacidades positivas que nos ayudan a vivir en sociedad y que nos permiten empatizar, preocuparnos y ser solidarios con
el resto de las personas.
Si quieres saber más sobre valores humanos, te recomendamos que visites nuestra sección dedicada a la educación en
valores, donde encontrarás desde recursos educativos para niños hasta una explicación sobre la importancia de estos y cómo pueden
ayudarnos a establecer un compromiso con las dificultades que nos rodean.

¿Qué son los valores humanos?

Los valores del ser humano son ideas que conforman una ética y una moral compartida por gran parte de las culturas que existen en
el planeta sobre lo que es bueno y correcto. Por supuesto, eso no significa que no haya costumbres y tradiciones distintas a lo largo y
ancho del globo, pero aceptamos que existen una serie de valores que son universales y que es necesario promoverlos.
Los valores del ser humano son positivos en sí mismos por varias razones:
• Los valores humanos nos permiten reconocernos a nosotros mismos y aspirar a ser mejores personas.
• Configuran la forma en la que relacionamos nuestra forma de pensar con nuestra forma de actuar, y te ofrecen medios a través de la
que vivir conforme piensas.
• Saber qué valores humanos te mueven también te ayuda a establecer prioridades en tu vida: qué trabajo elegir, cómo educar a tus
hijos, qué actividades te llenan más…
¿Pero cuáles son aquellos valores humanos más importantes dentro de esa larguísima lista cuya extensión es difícil de acotar? ¿La
bondad?, ¿la aceptación?, ¿el altruismo?, ¿la solidaridad?
Si sigues el blog de Ayuda en Acción, quizá ya has leído el artículo sobre los diez valores humanos que consideramos más
importantes, pero hoy vamos a ir un paso más allá y hablar sobre aquellos cinco valores que nos hacen humanos y por qué. ¿Te
animas a descubrirlos junto a nosotros?

Los cinco valores que nos hacen humanos

 Muchos de estos valores están interrelacionados entre sí: ¿se puede entender la gratitud sin la empatía?, ¿o la empatía sin la sensibilidad? Quizá
la humildad es el germen de la paciencia, ¿o a la inversa? Por lo tanto, te pedimos que acojas esta pequeña lista de valores del ser humano como
un medio y no como un fin en sí mismo.
Y ahora sí. Aquí están los cinco valores que creemos que caracterizan a un ser humano:
Honestidad
Ser honestos lleva dentro la semilla de la bondad, del respeto, del ser dentro de un grupo mucho más grande que uno mismo. La honestidad nos
obliga a ser sinceros con las personas de nuestro alrededor, a tender puentes y descubrir que siempre nos une más de lo que nos separa, y, sobre
todo, a ser honestos con nosotros mismos.
La honestidad también nos abre muchas de las vías que nos vinculan a la ayuda social, a las acciones de solidaridad con nuestra comunidad o con
otras, y a comprender cuál es nuestro lugar en el mundo y qué podemos hacer para ayudar a otras personas. Desde Ayuda en Acción, vinculamos
la honestidad a los cimientos o el motor de muchas de los retos que enfrentamos con nuestro trabajo en pobreza, desigualdad, vulnerabilidad,
exclusión y cambio climático.
Sensibilidad
Trabajar la sensibilidad es defender la importancia de la empatía, de ponerse en los pies del otro, de ser sensibles ante los problemas que sienten y
padecen otras personas en el mundo entero. A través de este valor que nos hace humanos podemos establecer estrategias para ayudar a terceros,
pero antes de todo esto, poder decirles a esas personas que sufren: “No sé si puedo entender todo lo que estás pasando, pero siento que lo estés
pasando mal y quiero ayudarte.” Sin sensibilidad, el trabajo humano que nace en el seno de nuestra entidad o cualquier otra ONG no podría ser
efectivo, y tampoco ninguna relación humana, que son la base a través de las que tratamos de conseguir los éxitos en Ayuda en Acción.
Gratitud
Si bien el amor es un valor más universal, la gratitud es el sentimiento a través del que canalizamos gran parte del primero. Las personas que se
hacen conscientes de la necesidad de agradecer y ser agradecidos, también son aquellas que más amor desprenden. El porqué quizá no es
sencillo, pero sí comprensible: nos quejamos demasiado de todo aquello que no tenemos y no agradecemos todo aquello por lo que sí que
deberíamos sentir alegría. El voluntariado a terreno es una experiencia maravillosa para comprobar todas aquellas cosas que damos por supuestas
y no valoramos además de para entender que no necesitamos tanto para ser felices y que debemos ser más agradecidos.  
Humildad
Es aprender de los errores, saber que no somos perfectos; humildad es reconocer que nos hemos equivocado y que somos humanos. Para el
equipo de Ayuda en Acción, humildad es el valor humano que mueve nuestro trabajo, que nos permite tratar de ser mejores personas cada día, que
nos empuja a sacar una lección tras cada experiencia y a acoger el cambio como algo natural en nuestras vidas.
Responsabilidad
Por último, la responsabilidad es, sin lugar a duda, el quinto valor más importante de un ser humano: aquel que nos permite comprometernos con
personas y con causas, a intentar actuar de forma coherente con nuestro pensamiento, a cumplir las obligaciones que nos hemos puesto y a tomar
decisiones coherentes. Para nosotros, la responsabilidad acoge en su interior también solidaridad, sinceridad y un fragmento de todos los valores
del ser humano presentados en este artículo: una parte de honestidad, sensibilidad, gratitud y humildad; por esto, la responsabilidad es parte
fundamental de la filosofía de Ayuda en Acción: comprometernos y ayudar a personas y colectivos en situación de desamparo.
Estos son los principales valores que nos hacen humanos y desde Ayuda en Acción que cada uno de nosotros tiene el deber de a través de
estos valores fundamentales, aportar algo al mundo para que sea cada día un poco mejor.

También podría gustarte