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Autobiografía

Los dolores de mi parto


El pronombre Ella, hará referencia a mi madre.

Parece tan normal, es la descarga del arsenal más pesado con el que la vida
cada día golpea a unos cientos de mujeres en el mundo.

Pero esa vez la hecatombe inició y parecía que no se iba a terminar pronto...
Estaba programado para el 9 o 10 de junio de ese año, pero no llegué, en
cambio llegaron varios, muchos… demasiados de aquellos, que no pararon
desde ese día de acosarla, emocional y físicamente; sin clemencia iban y
venían, y esa dolorosa misión de avisar el alumbramiento se extendió por
quince días… al fin el martes 23 de junio de 1987, después de lo que
tentativamente habrían sido 15 días de retraso, Ella, llegó con aquel
bombardeo de dolores en la zona baja del abdomen; y el vómito más constante
que nunca, desde varias horas antes de su ingreso, evidenciaba, según
Barreto, (ya diremos quién era), el anhelo natural de expulsar un ser que
estaba completo, listo y demorado, para atravesar el túnel de la vida.

Un camello encontrar un carro

Eliecer Leguizamón y Miguel Ávila, almas benditas que Dios los tenga en
buena parte, dice en tono agradecido mi abuelita materna, Bárbara Sastre,
eran los que su tío y su abuelito contrataban para que llevaran a su mamá al
hospital o a Tunja cuando tenía recaídas porque se deshidrataba de tanto
vomitar,

Ella me cuenta que cuando tenía siete meses de embarazo, don Eliecer fue
quien la llevó a un examen especializado en Tunja, porque el doctor Barreto ya
no sabía qué hacer con tanta vomitadera, pero también porque llevaba unos
días sin moverme. En Tunja, me hicieron la primera y única ecografía, me
preguntaron si quería saber qué iba a ser, y yo les dije que no, que lo que fuera
estaba bien, que lo importante era que naciera bien de salud, yo no pensaba en
si iba a ser niña o niño, como había sufrido tanto, sólo quería que naciera bien.
Así, contrario a mi papá que quería un niño, y que de hecho ya sabía que lo
sería por un sueño, según me cuenta, a Ella sólo le importaba mi bienestar.

En mi pueblo, en esa época era muy difícil encontrar un vecino con carro, o que
hiciera una carrera era un camello. Alguna vez mi padrino de bautismo Eusebio
Jiménez, hermano de mi mamá, al no haber más, contrató para esas
sencilleces al P900, imponente bus tipo pulman, para que la llevara al hospital
cuando ya no sabían qué hacer en una recaída causada por la deshidratación.
No era que el recinto médico gquedara fuera del pueblo, sí un poco distante de
la casa, pero era más porque como Ella asegura no podría llegar hasta el
hospital en ese estado… según mis tías también era para evitar una demora
que alargara el estado de alarma y preocupación de la familia, pues cuando
empezaba a vomitar era una agonía tremenda, Ella dice que la fuerza del dolor
en la boca del estomago antes de vomitar era tenaz, insoportable, descansaba
cuando expulsaba… así, les dejo a su imaginación, el show totalmente
justificado que mi madre protagonizó casi todo su embarazo.

No sé si sufrí por las ganas inconscientes e incansables que Ella tenía de de


explusarme, lo que si se, es que para mi tía Nidia Jiménez era un calvario ir
con Ella al hospital, porque se quejaba mucho al punto que tal vez por la
atmosfera enferma, pesada y y siempre parecía estar

Sin posibilidad de describir más que con gritos salidos de lo ordinario, Ella los
recibió al principio cada dos días, unas pocas veces durante el día, después
cada día, y así se reducía el tiempo en que aparecían los bombardeos,
aquellos, que nadie soportaría, posiblemente sólo Ellas, pues a ningún hombre
de la historia le ha tocado ser tan valiente y osado… ser madre que pare, para
conocer en carne viva y propia, los dolores de un parto.

El miércoles 24 de junio el médico cirujano Alfredo Barreto, buena persona y


muy apreciado por mi familia gracias a su bondad, vigilaba el trabajo de parto
de mi mamá, a pesar de mi retraso de quince días mi mamá no dilataba lo
suficiente y esa noche no nacería según el médico; los dolores continuaban
cada vez más fuertes por lo que se decidió esperar a la madrugada para ver si
las drogas hacían que dilatara.

¡Sáquenlo ya que no me aguanto más!

Cerca de las tres de la mañana Ella no soportó la impiedad de los dolores, dice
que es como si se desgarraran muchos músculos al tiempo, como si
reacomodaran a lo palurdo y sin anestesia la posición de todos los huesos de
la zona de las caderas... el médico se quedó esa noche en el hospital, cerca a
Ella, al ver la situación, mando preparar la sala de parto; Ella pedía que me
sacaran como fuera, pero Barreto al observar que la dilatación seguía intacta,
volvió a examinar y se dio cuenta de que Ella tenia los huesos de la pelvis
cruzados y uno no dejaba que el otro se estirara por lo que el túnel de la vida
se había sellado parcialmente, lo suficiente para no dejarme pasar… ¿por qué
la naturaleza no quería que naciera, por lo menos de manera normal? otra
incógnita de mi vida.

Prepárenla para la cesárea… nacía o nacía, los riesgos eran tremendos, de


hecho fueron tremendos.

Decidido como el mío, o en su defecto obligadas por el descuido, me pongo a


pensar cuál es el motivo que les permite y las sostiene para experimentar y
soportar tan terrible e incomparable experiencia… anónima seguirá siendo la
razón, irreconocible y posiblemente ontológica o metafísica, pero desde las
humanidades altruista, única y por lo mismo inconmensurablemente llena de
amor por la vida. Exclusivamente y para honor suyo, únicamente una que ha
sido madre logra entenderlo.

Les aseguro que no fue por descuido, ELLA me lo confirmó con asidua
obstinación después de un buen rato de terca insistencia de mi parte

_...no mamá ustedes se casaron por mi culpa, no se aguantaron las ganas y


les figuró_

_¡que noooo!, que ya habíamos planeado la fecha de matrimonio_

_ja conociendo a mi papá, no lo quedá más remedio que creerle y calló


redondita_

_no me hable así Jhon, nosotros duramos de novios tres años; su papá fue el
primero y el último_

_me tocó esperar como tres años, tres años de novios, hasta antes de
casarnos, su mamá fue dura_

y para traer a sufrir hijos al mundo como la mayoría afirma sino para darle la
alegría de respirar el aire de la vida que esta llena de

Todo empezó en el año 1986 . Mis padres Néstor Arévalo y Odila Jiménez
llevaban tres años de novios y decidieron hacer un hogar, por lo que en
diciembre de ese año se casaron por la Iglesia Católica y en junio de 1987 más
exactamente el 25 a las cuatro de la mañana, nací; mi nombre es Jhon Heiber
Arévalo Jiménez, y Garagoa fue la cuna de mi nacimiento, pueblo que queda
ubicado al suroriente del departamento de Boyacá, de clima templado,
ambiente tranquilo y mujeres bonitas; considerada la capital del Valle de Tenza.

En cuanto a mi nacimiento, fue muy complicado, me pasé 15 días de la fecha


proyectada y por este motivo estuve en incubadora casi un mes; mi progenitora
tuvo trabajo de parto muy doloroso y además yo no podía nacer normalmente
por un problema de caderas que ella tiene, así que tuvieron que practicarle una
cesárea, esta intervención se realizó en el hospital municipal de Garagoa.

Durante mi infancia tuve varios traslados de domicilio por el trabajo que


desempeña mi padre; pero a los siete años mi familia se domicilió en Garagoa
y ese mismo año, ingresé a las escuela pública de primaria, anexa al Colegio
Nacionalizado San Luis, entonces ya no veía a mi papa con mucha frecuencia
por sus viajes, y así fui llegando a la pre adolescencia, terminé la primaria e
ingresé al bachillerato el cual cursé en el Instituto Técnico Industrial Marco
Aurelio Bernal de Garagoa. Puedo decir que toda mi labor académica
transcurrió sin inconvenientes y siempre me he sentido agradecido con Dios,
pues me dotó con: voluntad, constancia, disciplina y una mente más o menos
ágil lo cual me permitió destacarme en los estudios básicos.

No voy a escribir mucho sobre ella, pero quiero contar que tengo una hermana
de 21 años que tiene una hija, una bendición para la familia, sin embargo, al
saber que quedó embarazada a tan corta edad y apenas con el bachillerato,
que acababa de terminar, fue complicada la aceptación de tal situación al
principio, además por la educación que mis padres inculcaban y por ser la niña
consentida de mi papá, su nombre es Loren Dayana, en este momento trabaja
y vive con el padre de la bebe.

Ahora bien, por un lado, uno de los recuerdos que todavía tienen eco en mi
mente, fue crecer con ignorancia emocional frente a un padre alcohólico, y
aunque su labor le daba bastante dinero y suplía todas nuestras necesidades,
hubo muchos altercados y disputas con mi madre lo cual hasta cierto punto me
afectó, me sentía triste, a veces confundido, y con ira hacia mi madre tal vez
porque no era capaz de convencer a mi papá para que dejara el trago (mucha
ingenuidad) y vacíos emocionales. Por otro lado, sin dejar de ser buen
estudiante, tenía problemas con la agresividad y era demasiado activo
(exagerada hiperactividad), esto en la primaria, y en la secundaria, tuve
problemas de autoestima, mucha vergüenza, y demasiado reservado e
introvertido, sin embargo exceso de energía (igual que en la niñez) que se
acumulaba y a veces explotaba en mi casa o con mis amigos de manera
improvista. Tenía pocos amigos y la mayor parte de tiempo sólo me dedicaba
a estudiar para adquirir buenas notas y pasar los años sin recuperar materias y
quedar en los primeros puestos además de cumplir con las exigencias
académicas de mis padres.

Durante el bachillerato me vinculé al equipo de baloncesto del colegio, y entre


otros, practiqué natación y ciclismo para tratar de manejar la constante y
exagerada fuerza interna que me movía, gracias a esto me considero un buen
deportista y pienso que el deporte es necesario para estar en armonía física,
mental y emocional. Cuando estaba cursando el grado noveno empecé a leer
mucho, especialmente libros de superación personal y con esto logré mejorar
algunos aspectos discordantes de mi psicología; en esta misma época por
mediación de un tío aprendí Hatha Yoga y algunas formas de meditación, las
cuales me ayudaron y enseñaron a manejar mi energía vital.

Mi música favorita en esa época fue el rock de los ochenta, mis mejores
amigos: Leandro, Álvaro y Alex, con los que hacíamos “mil” actividades en
compañía. Me gustaba el color negro, gris y azul, era un poco malgeniado y
desordenado como ya mencioné, comía de todo y era más gordito, me gustaba
el plátano habano y el chocorramo, aprendí a fumar pero nunca fue ni será un
hábito, jugaba billar con mis primos y parqués con mi abuelita materna y no
tomaba trago, ni consumía drogas, ni salía a rumbas; estos últimos son hábitos
que aun mantengo.

Al poco tiempo de cumplir los catorce años, un sacerdote del pueblo, que
conocí mientras pertenecí a la Infancia Misionera, _esto por mi familia de
creencias católicas_ me regaló una guitarra, ingresé a un curso y sin mucho
interés aprendí un poco, pues yo quería una organeta, pero una guitarra fue lo
que me envió el destino y terminó por gustarme. Además estuve en juventud
misionera, di catequesis a niños del pueblo y gracias a esto conocí a jóvenes
de todo el país en diferentes encuentros nacionales de carácter religioso. En el
año 2004, último año de bachillerato, decidí pertenecer al grupo de danza
tradicional colombiana de la casa de la cultura del municipio, allí encontré
nuevos amigos tanto de otros colegios como de otros pueblos y mi vida social
se fue ampliando cada vez más; a mitad de este año conocí una niña del otro
colegio de secundaria que había, me gustó mucho, me arriesgué y fue mi
primera novia, su nombre es Karen y la quise mucho, duramos un año y no
tuve sexo con ella. Con respecto a la parte sentimental, soy monógamo 100%,
muy sensible frente a las necesidades de mi pareja, detallista, honesto y me
gusta que ella crezca estando conmigo: mental, física, emocional y
espiritualmente.

Seis meses después de graduarme como bachiller técnico especializado en


Mecánica Industrial, tuve que enlistarme en el glorioso, pero desconsiderado,
poco objetivo e insensible Ejército de Colombia, presté servicio durante un año
en el BIGUP (Batallón de Infantería No 37, Guardia Presidencial) en Bogotá,
una experiencia donde adquirí más disciplina, orden, madurez y además
aprendí a interpretar la vihuela(instrumento musical de cuerda, que acompaña
a un grupo de música tradicional mexicana), pues por tener bases musicales en
la guitarra, pertenecí al grupo mariachi del batallón, esto lo desempeñaba junto
con las demás labores militares. Por ser un batallón que se encuentra en la
capital del país, conocí a gente de muchos lugares de nuestra patria,
nuevamente.

Después del servicio militar (que terminé a mediados del año 2006), viví en
Bogotá con un tío por parte de mi familia paterna (Yamel Arévalo Roa), quien
fue como un segundo padre, un mentor, “disciplinador” y un guía en muchos
aspectos, el me enseñó a meditar y Hatha Yoga, como ya lo mencioné, me
inculcó valores espirituales y morales; es una persona que admiro mucho y con
la cual estoy muy agradecido pues además de lo anterior, me ayudó cuando
mis padres pasaban por una crisis económica. Finalizando el año 2006
comenzó mi experiencia laboral en Pastelerías Guernica, después di clases de
yoga en un gimnasio, trabajé como auxiliar de oficina, repartí volantes para una
empresa de perfumería y caí, como la mayoría de todo buscador de trabajo, en
un par de empresas de multinivel muy exigentes, una experiencia
exageradamente idealista de mi parte, pues apenas era un “bebe” en el ámbito
laboral. En febrero del año 2007 hice un diplomado como Auxiliar Bancario en
una academia privada y a mediados de ese mismo año ingresé al SENA,
donde me gradué de una carrera técnica y recibí el titulo de: Administrador de
Productos y Servicios Financieros, trabajé con el Banco de Bogotá y con el
Banco Colpatria, desempeñé cargos como ejecutivo de ventas y asesor de
servicios financieros, trabajé en servicio al cliente y como asesor comercial de
gerencia comercial, estos cargos fueron desarrollados en oficinas de Bogotá,
por esto mismo conocí muchos sectores de Bogotá e igualmente mucha gente.

En esta etapa (mientras viví en Bogotá) conocí una comunidad Espiritual, una
iglesia (La Iglesia Universal Triunfante o como se conoce tradicionalmente, por
ser una iglesia de origen estadounidense, “The Summit Lighthouse” en español
“El Faro en la Cima”) que le ha aportado mucho a mi vida (física, mental,
emocional y espiritualmente) con la cual estoy comprometido; así mismo, allí
conocí otras personas, otros jóvenes, amigos con creencias, pensamientos y
actitudes que ante los ojos de muchas personas pueden llegar a ser diferentes
o controvertidas, pero para mí fue llegar como a mi segundo hogar, en este
lugar conocí mi segunda novia y la última hasta ahora, ella se llama Mariana,
duramos dos años y con ella tuve relaciones sexuales (coitales) por primera
vez, además viví otras experiencias que hasta ahora no se han repetido con
una mujer (pareja), pues ella era mayor 9 años y tenía más experiencia y más
creatividad en el aspecto sentimental, gracias a ella considero que maduré en
ese aspecto y sexualmente. En total fueron cinco años en Bogotá; una
experiencia inolvidable y muy enriquecedora; continué con la meditación y el
yoga y un nuevo estilo de vida que ya venía formando y que por supuesto
apoya mi iglesia, pero más importante que apoyo y que me gusta… a mi
familia no mucho, pero soy consciente de que estas prácticas y conocimientos
me han ayudado y desde luego pienso pasarlos a mi próxima generación.

A principios de este año (2010) decidí viajar para vivir y estudiar aquí en Tunja
por recomendación y consejo de mi papá; ahora estudio Comunicación Social
en la Universidad de Boyacá, voy en segundo semestre; vivo con mi abuelita,
dos primos y desde luego mi papá, además de tres gatos, un perro, muchos
pollos y conejos; estos animales, menos los gatos y el perro, son para hacer
cenas de cumpleaños de la familia y para celebraciones de fin de año.
Estudio comunicación porque pienso que el objeto de estudio de esta carrera
da mucho poder (MCR, Medios de Comunicación Masiva) y abre muchas
puertas, quiero decir diferentes contextos y oportunidades; estudio
Comunicación Social porque me gustaría trabajar para enseñar a través de los
medios, porque todavía idealizo un país pacífico, con paradigmas y actitudes
de fraternidad, voluntad para hacer el bien, amor en el más alto sentido de la
palabra y justicia, y sé que un poco de eso se puede llevar a la gente a través
de los medios y en equipo.

En este momento tengo 23 años, me gusta por un lado y principalmente la


música clásica, la ópera, andina, celta, llanera, tradicional colombiana y nueva
era y por otro, en un segundo plano, un poco de “pop” y toda la de “rumbear”,
continuo leyendo los temas de mi preferencia junto con los de la universidad;
ahora leo mucha poesía, prensa escrita y digital, la revista “Muy Interesante”,
literatura propuesta en la universidad como ya mencioné y libros de mi iglesia.
Mi mejor amigo en la UB (Universidad de Boyacá) es William Rodríguez,
continuo en contacto con mis antiguos mejores amigos; me gusta el color
verde, azul y el violeta, me sigue gustando el plátano habano y el arroz con
atún, trato de ser ordenado y disciplinado, no fumo, ni tomo trago, ni drogas y
casi nada de rumba, no como carne roja, hago ejercicio y me gusta el campo,
estoy comprometido con mi vida y mi integridad.

Ahora bien, con respecto a mi futuro y mi proyecto de vida, quiero continuar mis
estudios después de esta etapa, quiero escribir más de un libro, incluido uno
de poesía, trabajar para ayudar al país (emisoras, tv, prensa), conocerlo y
conocer Suramérica, quiero empezar a entrenarme en atletismo para ganar la
media maratón de Bogotá, buscaré la oportunidad para dar conferencias sobre
realidad colombiana y las herramientas para salir del trancón en que vivimos, o
para mejorar las condiciones individuales y colectivas, quiero también viajar a
Montana EU, donde queda la sede central de mi iglesia(el único lugar de
Estados Unidos que quiero conocer), en conclusión desde donde sea y como
sea, quiero trabajar para ayudar a Colombia a crear conciencia y armonía
(desde luego trabajando primero sobre mi), así mismo quiero conformar igual
que mi papá y mi mamá, una familia que perdure en el tiempo: estable a pesar
de los inconvenientes y desafíos, sólida, prospera y “guerrera”, quiero
patrocinar máximo dos hijos aunque con uno estaría feliz; pienso vivir mínimo
hasta los 99 años.

Quiero terminar mi biografía citando algunas de mis frases favoritas y que trato
de manifestar con mis acciones:

“Planea tu vida como si fueras a vivir para siempre; pero vive tu vida como si
fueras a morir mañana” Anónimo

“Si lo que hiciste ayer te parece algo grande es que no has hecho nada hoy”.
Lou Holtz
“Solamente hay una esquina del universo que tú puedes mejorar, y esa esquina
eres tú mismo”. Aldous Huxley

Tres frases de Confucio:

"Cometer un error y no corregirlo es otro error."

“Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás


disgustos."

"La sabiduría se preocupa en ser lenta en sus discursos y diligente en sus


acciones."

Gracias.

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