La materias primas cerámicas se unen mediante un aglutinante sin necesidad de
quemado o sintetizado, en un proceso conocido como cementación. Una reacción química convierte una resilia líquida en un sólido que une las partículas. En el caso del silicato de sodio, la introducción del gas CO2 actúa como catalizador para deshidratar la solución de silicato de sodio, formando un material vítreo:
xNa2O · ySiO2 · H2O + CO2 → vidrio (no balanceado)