Está en la página 1de 1

San Lc 11.

2 felicitaciones.
1. Dichoso el vientre que te llevo y los pechos que te alimentaron
2. Dichosos los que cumplen la voluntad de Dios y la practican.
Son dos felicitaciones.
La primera se centra en una sola persona, la Virgen María. La alegría de aquella que
alimento a Jesús.
La segunda se enfoca a todos, porque todos tenemos la posibilidad de ser dichosos,
de ser fecundados por la Palabra dichosos los que se dejan alimentar por la Palabra.
La verdadera alegría es dejarnos abrazar por la Palabra de Dios.
Todos tenemos la bendición de abrirnos a esa Palabra que tiene fuerza en sí misma.
La invitación de Jesús es que seamos de aquellos que escuchan la Palabra, que
estemos atentos a su palabra para apreciarla, para vivir la Palabra de Dios.
Hace unos días escuchábamos en la visita a Martha y María, es la misma experiencia.
María ha escogido la mejor parte, Martha atendía a Cristo, María se dejaba atender
por la Palabra de Cristo. Lo que Cristo quiere es que nos dejemos atender por El, que
nos alimentemos de Él.
San Beda el venerable dijo: date cuenta que nosotros somos alimentados por Cristo a
través de su Palabra y su sacramento. Y el santo se pregunta, y nosotros como
alimentamos a Cristo y su respuesta es que Cristo se deleita en el amor con el que
nosotros acogemos su Palabra, su gracia, lo que El nos ofrece, ahí se sacia Cristo de
nuestro amor, en cuanto tanto nos dejamos atender y transformar por Cristo, por su
Palabra.

También podría gustarte