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Kerigma y catequesis

Kerigma

Catequesis: fin de la catequesis es comunicar y llevar a la a comunión con


Jesucristo.

El sustantivo “Catequesis” proviene del verbo griego neotestamentario


“catequizar” (Kat-echein), que significa hacer resonar una palabra en el oído de
un oyente y suscitar una respuesta. El verbo simple “Echein”, que significa
resonar se une a “Kerusso” que equivale a anuncio o proclama (1Cor 14,19;
Hch 18,25; Gál. 6,6).

El verbo Katechein significa hablar desde arriba. Más exacta mente significa
“hacer eco”, “resonar”. En la Biblia, el sustantivo “Catequesis” es una palabra
tardía y raramente usada en el griego profano; en sentido derivado, el verbo
Katecheo, en el griego, quiere decir informar, contar, comunicar una noticia
(Hch 21,21-24; Lc 1,4). En sentido estricto significa dar una instrucción
cristiana: Hch 1 8,25; Rom 2,1 8; Gál 6,61 (Cf. Nuevo Diccionario de
Catequesis. Catequesis Pág. 296-297) La Catequesis existe desde los
orígenes de la Iglesia (Cf. CT 10-13) como una de las formas de la predicación
cristiana o del ministerio de la Palabra.

En el Nuevo Testamento la predicación cristiana tiene dos momentos diferentes


y, a la vez complementarios entre sí: el primero de ellos es el anuncio o
proclamación del mensaje cristiano, con el fin de suscitar la fe y la conversión
inicial; el segundo es el de la instrucción, orientado a comprender el centro del
mensaje evangélico y las consecuencias para la vida. Este último momento es,
precisamente, el de la Catequesis. En el inicio del “catecumenado” (El
“catecumenado” fue una institución eclesial, de carácter catequético litúrgico-
moral, al servicio de la iniciación cristiana de los adultos que se preparaban
para recibir el bautismo. Inició en el siglo II y tuvo su decadencia en el siglo V y
VI. Su época de esplendor es considerada como la “edad de oro” de la
Catequesis.) a finales del siglo II y a principias del siglo III, la predicación a los
catecúmenas toma el nombre de Catequesis, la cual es comprendida como
enseñanza fundamental de la fe y aprendizaje de la vida cristiana.

Ya en el siglo V el término Catequesis desaparece y se introduce el término


“catecismo” y el verbo “catequizar”, entendido como enseñanza de la doctrina
cristiana, un tanto nocionista e intelectualista (Catequesis = enseñanza de la
doctrina cristiana). En los comienzos del siglo XX, aparece nuevamente el
término “Catequesis”.

Hoy por hoy en el conjunto de las acciones pastorales de la comunidad


eclesial, la acción catequística es considerada como un ministerio fundamental
e imprescindible. Sin embargo, siempre existe el riesgo de no comprender lo
específico de esta actividad pastoral y de confundirla con otras acciones
eclesiales.
Prueba de ello es que algunas personas ven a la Catequesis en todas partes y
frecuentemente hablan de este ministerio refiriéndose a actividades eclesiales
que no lo son.

Por eso, trataremos ahora de clarificar la identidad y el carácter específico de la


Catequesis teniendo en cuenta que hacer una descripción definitiva de la
Catequesis es difícil, pues existen muchas formas de presentarla. Para ello,
nos valdremos de algunas definiciones o descripciones de la acción
catequizadora, tanto de los documentos oficiales del Magisterio de la Iglesia
como de algunos catequetas. Después explicaremos los elementos que
describen la esencia de la Catequesis, y por último, haremos anotaciones y
precisiones sobre este importante ministerio pastoral.

El kerigma es Trinitario por la acción del Espíritu es el donación del espíritu


santo que se dan en forma de lenguas.

Catequesis Tradendii de Juan Pablo II nos presenta la catequesis como


una etapa en la evangelización tarea encomendada en el principio a los
apóstoles a los ministros a los diáconos y a los demás fieles dela Iglesia

El nº 14 de la Exhortación Apostólica E.G. De S.S. Francisco. La catequesis


es un deber sagrado y un derecho imprescriptible.

En nº 18 catequesis es una etapa de la evangelización no es toda la


evangelización.

En nº la finalidad específica de la catequesis se trata de hacer, de durar


de crear, de conocimiento de vida.

El Papa Pablo VI en su Exhortación Apostólica “Evangelii Nuntiandi (EN) (“La


Evangelización del Mundo Contemporáneo”) del 8 de diciembre de 1975,
introduce una perspectiva nueva en el modo de concebir la evangelización
como la misión esencial de la lglesia (cf. EN 14) “enseñanza religiosa
sistemática de los datos fundamentales de la fe”

La Catequesis es aquella actividad “que consiste en la educación ordenada y


progresiva de la fe y que está ligada estrechamente al permanente proceso de
maduración de la misma fe” (MPD 1). También señala que la Catequesis es al
mismo tiempo Palabra, Memoria y Testimonio (cf. MPD 7-10).

La tercera Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Puebla el


23 de marzo de 1979, en el numeral 977 cita el Mensaje del Sínodo de
Catequesis en 1977 No. 1: La Catequesis “consiste en la educación ordenada
y progresiva de la fe”, y en el numeral 984 hace ver que en América Latina se
constata una “mayar toma de conciencia de que la Catequesis es un proceso
dinámico, gradual y permanente de educación en la fe”. Los métodos de la
catequesis deben ser de acuerdo a la edad y personas específicas.

El 12 de octubre de 1979, la Catechesi Tradendae (Catequesis de Nuestro


Tiempo) de Juan Pablo II, Catequesis:

Un concepto restringido: la Catequesis “es la simple enseñanza de las fórmulas


que expresan la fe, sentido al que, por la común, se atienen las exposiciones
didácticas” (CT. 25).

Y un concepto amplio o pleno: la Catequesis, “es la educación de la fe de los


niños, de los jóvenes y adultos, que comprende especialmente una enseñanza
de la doctrina cristiana, dada generalmente de modo orgánico y sistemática,
con miras a iniciarlos en la plenitud de la vida cristiana” (CT. 18). El sentido
amplio incluye el sentido restringido (cf. CT 25).

La Catequesis es un proceso de educación comunitaria, permanente,


progresiva, ordenada, orgánica y sistemática de la fe. Su finalidad es la
madurez de la fe en un compromiso personal y comunitario de liberación
integral, que debe acontecer ya aquí y culminar en la vida eterna feliz.

El Catecismo de la Iglesia Católica, dado en 11 de octubre de 1992, en el


trigésimo aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, al referirse a lo que
es Catequesis dice que: “En un sentido más específico, se puede considerar
que la Catequesis es una educación de la fe de los niños, jóvenes y adultos
que comprende especialmente una enseñanza de la doctrina cristiana, dada
generalmente en modo orgánico y sistemático con miras a iniciar- los en la
plenitud de la doctrina cristiana (CT 1 8, CIC, 1992, Prólogo, pág. 14).

El Directorio General para la Catequesis, dado el 15 de agosto de 1 997 Este


documento ubica a la Catequesis dentro del proceso total de la evangelización
(cf. DGC. 63, 64) y la vinculo al primer anuncio (cf. DGC. 4, 61, 62); después
hace una distinción entre Catequesis de iniciación y Catequesis permanente
(cf. DGC. 65-72). Al tratar el tema de la identidad de la Catequesis, señala que
su tarea es la educación de la fe (cf. DGC. 62) y su carácter propio es la
iniciación a la fe y a la vida cristiana (cf. DGC. 66).

La Catequesis, por tanto, tiene un carácter iniciático, fundante y estructurante,


ya que lo específico de ella es iniciar a la fe, fundamentar la conversión,
estructurar la adhesión inicial a Jesucristo, poner los cimientos del edificio de la
vida cristina del creyente (cf. DGC. 57,, 62-64).

• La Exhortación Apostólica Postsinodal Ecclesia in América, del Papa Juan


Pablo II, dada el 22 de enero de 1 999 presenta la siguiente definición en el
numeral 69: “La Catequesis es un proceso de formación en la fe, la esperanza
y la caridad que informa la mente y toca al corazón, llevando a la persona a
abrazar a Cristo de modo pleno y completo. Introduce más plenamente al
creyente en la experiencia de la vida cristiana que incluye la celebración
litúrgica del misterio de la redención y el servicio cristiano a los otros”.

El Papa Pablo VI en su Exhortación Apostólica “Evangelii Nuntiandi (EN) (“La


Evangelización del Mundo Contemporáneo”) del 8 de diciembre de 1975, el
anuncio se hace cada vez más necesario pues las personas inician con el
bautismo pero viven al margen de la vida cristiana.

El Papa Juan Pablo II en la encíclica RM de 1992 nº 46 afirma: el


anuncio esta ordenado a la conversión

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