Está en la página 1de 87

TEORÍA DE LA DELINCUENCIA Y DE

LA PENA

Lic. Gustavo Juan Proleón Ponce

1
Pá gina
CONTENIDOS

Pág.

Introducció n…………………………………………………………………………………….4

Capítulo 1
La Delincuencia

Definiciones……………………………………………………………………………………………………….8
Evolució n del concepto de infracció n…………………………………………………………………..8
Formas de delincuencia……………………………………………………………………………………10
Origen……………………………………………………………………………………………………………..10
Causas de la
delincuencia………………………………………………………………………………….11
Urbanismo……………………………………………………………………………………………………….13
Seguridad y percepció n de la seguridad…………………………………………………………….15
Familia…………………………………………………………………………………………………………….17
Moralidad………………………………………………………………………………………………………..18
Disciplina…………………………………………………………………………………………………………25
Sociedad…………………………………………………………………………………………………………..29
Desempleo……………………………………………………………………………………………………….29

Capítulo 2

Teorías Predominantes de la Delincuencia

Introducció n…………………………………………………………………………………………………….31
Historia de la criminología………………………………………………………………………………..32
La escuela clá sica……………………………………………………………………………………………..37
La escuela positiva…………………………………………………………………………………………...40
Inteligencia y delincuencia………………………………………………………………………………..42
Teoría de la sexualidad de los niñ os y psicoaná lisis…………………………………………..42
Criminología clínica………………………………………………………………………………………….44
La teoría del aprendizaje…………………………………………………………………………………..46
Escuela ecléctica………………………………………………………………………………………………47
Escuela social…………………………………………………………………………………………………..48
2
Pá gina

Escuela anommica……………………………………………………………………………………………49
Escuela ecoló gica……………………………………………………………………………………………..50
Capítulo 3
El Delincuente

El delincuente…………………………………………………………………………………………………..51
Teoría del delincuente nato………………………………………………………………………………51
Habitualidad…………………………………………………………………………………………………….52
Identificació n del delincuente…………………………………………………………………………...53

Capítulo 4
Teoría de la Pena

Introducció n…………………………………………………………………………………………………….57
La pena……………………………………………………………………………………………………………58
Funció n de la pena…………………………………………………………………………………………...60
El fundamento de la pena en las teorías modernas…………………………………………….61
Las teorías absolutas………………………………………………………………………………………..61
Teorías relativas (De la prevenció n)………………………………………………………………….62
Teorías mixtas (De la unió n)……………………………………………………………………………..66
Las teorías funcionales……………………………………………………………………………………..66
Conclusiones……………………………………………………………………………………………………69
Características de la pena…………………………………………………………………………………73
Fines de la pena………………………………………………………………………………………………..74
Clasificació n…………………………………………………………………………………………………….75
Individualizació n de la pena……………………………………………………………………………..78
Indeterminació n de la pena………………………………………………………………………………80
Ejecució n de la pena…………………………………………………………………………………………80
Medidas de seguridad………………………………………………………………………………………81
Readaptació n…………………………………………………………………………………………………...81
Extinció n de la acció n penal……………………………………………………………………………...81

Las teorías de la pena y su aplicación en el código penal…………………………….83


3
Pá gina
INTRODUCCIÓN

La delincuencia no es un fenómeno espontáneo. Siempre existen factores


que la causan o la desencadenan. La exacerbación delictiva puede
considerarse como la expresión de un serio y complicado malestar social
con repercusiones en la ley penal. En todos los países del mundo y en
todas las épocas de la historia ha habido crímenes. La delincuencia es una
conducta exclusivamente humana que no se observa en otros seres vivos,
en los que la agresión se limita a la necesaria para alimentarse y defender
a la especie y el territorio.

En las grandes ciudades del mundo entero las tasas de delincuencia han
aumentado en forma drástica; la violencia juvenil es un fenómeno
corriente y cada vez más de ciudadanos, especialmente mujeres y
ancianos, se sienten inseguros.

¿Cómo se puede explicar este panorama tan sombrío? Hay dos factores
que contribuirían a esta situación. En primer lugar, no nos dimos cuenta a
tiempo de las limitaciones de la justicia penal tradicional (la policía, los
tribunales, las cárceles) para responder a la delincuencia. En segundo
lugar, prestamos un apoyo mínimo a las medidas preventivas que tienen
por objeto reducir la cantidad de víctimas y de delincuentes atacando las
causas subyacentes de la delincuencia y la inseguridad.

Cada vez hay más consenso con respecto a que la seguridad pública tiene
una gran influencia en la calidad de vida y en el desarrollo económico y
social de las comunidades. Personas de todos los sectores de la sociedad,
incluidos los más pobres de los centros urbanos, están exigiendo más
seguridad pública. La seguridad pública se debería considerar un bien
público, que todas las instituciones y la sociedad civil en general deberían
instituir y promover. Ya no puede dejarse en manos exclusivas de la
policía y del sistema de justicia. Para prevenir el delito será necesario
formar una nueva alianza urbana con todos los interesados directos.

El fenómeno de la delincuencia puede considerarse desde una perspectiva


4

social y desde otra jurídica. Desde el punto de vista jurídico se considera


Pá gina

delincuente quien comete una acción o una omisión contraria a la ley


vigente. Desde un punto de vista social se puede decir que el delincuente
es quien comete actos dañosos para con uno mismo, para sus semejantes
o para los intereses morales y materiales de la sociedad.

Existen varias teorías que tratan de explicar y en cierto modo predecir la


delincuencia haciendo hincapié en sus causas y consecuencias (no todas)
en la sociedad.

La primera teoría es la sociológica. La figura máxima de esta teoría es


Durkheim. Este sociólogo francés contribuyó eficazmente a la
constitución de la sociología como ciencia independiente. Su aportación a
esta ciencia consistió en la manera de enfocar el estudio de los hechos
sociales como algo objetivo, independiente de la conciencia individual.

La teoría sociológica interpreta la conducta delincuente como una


respuesta normal ante un ambiente malo. El factor desencadenante de las
conductas delictivas es la misma sociedad. Es decir, para acabar con la
delincuencia y la criminalidad hay que hacer una reforma social profunda
del entorno. La teoría sociológica parte de que el delincuente se hace y no
nace, los rasgos constitutivos no son heredados, la experiencia es un
factor que juega en contra. Todos los ciudadanos pueden ser o
delincuentes sangrientos o personas ejemplares (esto va muy parejo al
anarquismo ya que esta ideología sostiene que todos somos iguales y es la
circunstancia la que nos modifica). Un ejemplo puede ser el mismo joven
que se desenvuelve en un medio hostil y se define como una persona
violenta y agresiva dado que su circunstancia es negativa. Sin embargo, la
misma persona que crece y es educado en los valores de la tolerancia y la
comprensión podrá convertirse en alguien generoso y que beneficie a la
sociedad tanto como a sí mismo.

En suma, los delincuentes son miembros sanos que crecen en una


comunidad enferma, en una comunidad en la que el estilo de vida
delictivo es más accesible y se aprende con más facilidad que las normas
de convivencia ética y social. Otra teoría es la que arguye que la
contestación es la causa principal de la delincuencia.

La relación reside en que un grupo de jóvenes contestan y se enfrentan a


la sociedad en forma de grupos y que se apartan o rechazan positivamente
la moralidad de la mayoría. La máxima figura de este movimiento es
5
Pá gina

Albert Cohen. Defendía que la clase baja, sobretodo la juventud, se


encuentra en desventaja respecto al resto de los componentes de la
sociedad. Esto es por lo siguiente: su educación no está a la altura de la de
los demás, sus medios económicos son pobres y no tienen influencias
familiares para poder aspirar con cargos importantes. Si no pueden unirse
a otras clases se enfrentan a ellas, conscientes de su impotencia. Forman
una subcultura para ridiculizar la cultura a la que no pueden incorporarse
y la convierten en una antítesis de esta cultura. La subcultura se
caracteriza por su rebeldía y agresividad. Y esto es lógico porque una
característica común a las personas violentas es su inseguridad, se juntan
en pandillas o bandas juveniles para protegerse. Manifiestan una actitud
conjunta con desprecio a las autoridades que, según ellos, les han
rechazado. Esto significa que la conducta delictiva no responde a un afán
de lucro, muchos delincuentes corren grandes riesgos por objetos de
escaso valor o por cualquier gamberrada. Se explica este comportamiento
antisocial con el placer maligno de molestar a las personas que
representan lo respetable. Una manera, en suma, de liberar su
frustración.

La teoría de la constitución física sostiene que algunas constituciones son


más propensas al delito que otras. Sheldon y Glueck fueron primero uno y
luego otro quienes defendieron esta postura. Sheldon aplicó su cuadro
clasificador de los tipos somáticos al estudio de la delincuencia. Según él
había tres constituciones distintas:

 La endomórfica: las vísceras de la digestión están muy desarrolladas


mientras que las estructuras corporales no lo están. Los miembros son
cortos y el abdomen prevalece sobre el tórax. Son obesos en su
mayoría.

 La mesomórfica: las estructuras corporales prevalecen, el tronco es


largo y musculoso, el tórax es superior al del abdomen en cuanto a
volumen. En general el organismo es robusto y regular en su
estructura.

 La ectomórfica: aspecto delgado y flaco. Las piernas y brazos son


alargados y delgados, musculatura débil y hombros estrechos.

Sheldon obtuvo que entre los delincuentes de Boston prevalecieran los


mesomórficos y había pocos ectomórficos. Glueck comparó
posteriormente 500 delincuentes de dos correccionales de Massachussets
6
Pá gina

y los resultados confirmaron las tésis de Sheldon: había doble número de


mesomórficos entre los delincuentes y los ectomórficos eran clara
minoría. Los delincuentes mesomórficos eran, ateniéndose a un estudio
psicológico, más activos, vitales y poco inhibidos y sumisos a la autoridad.
Estos rasgos predisponían a la agresividad y a la delincuencia. Los
ectomórficos mostraron rasgos más pasivos sumisos e inhibidas. No hay
que olvidar, no obstante, que los ectomórficos también pertenecían al
grupo de delincuentes, por ello, no cabe afirmar que existe un
determinismo rígido de tipo constitucional.

Otra teoría es la behaviorista sobre los rasgos del criminal. Eysenck, el


máximo exponente de esta teoría, dijo haber aislado un grupo de rasgos
de conducta asociados con la delincuencia. Eysenck fue un psicólogo
británico de origen alemán. Investigó sobre la teoría de la personalidad y
sobre el tratamiento de la neurosis.

Según él el rasgo más significativo que guarda relación con la delincuencia


es la extraversión. Los extrovertidos son sujetos expansivos, impulsivos y
no inhibidos, amantes de la aventura y de la acción. La introversión es
propia de gente retraído y en general opuesto en personalidad a los
extrovertidos. Las sensaciones fuertes no son de su agrado y llevan una
vida ordenada.

Dice que cuando los individuos extrovertidos son inestables emocionales


(con tendencia neurótica) son más propensos a la delincuencia. El mismo
rasgo en los introvertidos se traduce en conformismo. Otros rasgos que
pueden significar atracción hacia la delincuencia son la torpeza
psicomotriz y la escasa condicionabilidad.

La teoría psicoanalítica cree que por el contrario los rasgos distintivos


más importantes del carácter criminal son los adquiridos en la primera
infancia. Acorde a esta teoría el delincuente tiene un súper−ego muy débil
e inconsistente. Esto origina individuos caprichosos, incapaces de
controlar sus instintos o necesidades. Los padres juegan un papel
fundamental en esta teoría, si dan excesiva libertad darán rienda suelta a
sus deseos y a sus impulsos. Una característica que no es mencionada e
las demás teorías y sí en esta es que aquellos sujetos cuyo súper−ego sea
débil no presentaran síntomas de culpabilidad.

El hombre es responsable de sus actos: nace y se hace, pero también tiene


la posibilidad de transformarse a sí mismo y a su entorno y es totalmente
7
Pá gina

consciente de ello.
CAPÍTULO 1

LA DELINCUENCIA

DEFINICIONES

Dicho en términos vulgares, carentes de rigor científico, infracción de


cualquier obligación social. Término empleado en los tribunales de
menores de Estados Unidos para definir los delitos de los menores
sometidos a su jurisdicción. En la Criminología norteamericana la
distinción jurídicamente aceptada, entre acto criminal y acto delictivo va
implícita en la teoría de que sobre los jóvenes delincuentes no pesan las
mismas consideraciones responsabilistas que se supone actúan sobre los
adultos. Jurídica y sociológicamente la distinción estaría fundada en el
reconocimiento de la necesidad de un trato diferencial con respecto a los
menores delincuentes.

En términos más precisos y generalmente recibidos, el término


Delincuencia corresponde a la calidad de delincuente, a la capacidad de
delinquir y por ende a la infracción de deberes jurídicamente establecidos,
que dan lugar a la atribución de responsabilidad criminal y es sancionada
penalmente o sinónimo de criminalidad. Sociológica y estadísticamente,
conjunto de delitos, expresados en general o referidos a determinado
criterio espacial, temporal o categorial.

También se define como el conjunto de infracciones de fuerte incidencia


social cometidas contra el orden público. Esta definición permite
distinguir entre delincuencia (cuyo estudio, a partir de una definición
dada de legalidad, considera la frecuencia y la naturaleza de los delitos
cometidos) y criminología (que considera la personalidad, las
motivaciones y las capacidades de reinserción del delincuente).

Evolución del concepto de infracción


8
Pá gina

Según Émile Durkheim, aunque la delincuencia parece ser un fenómeno


inherente a cualquier sociedad humana, el valor que se le atribuye
depende de la naturaleza y de la forma de organización de la sociedad en
cuestión.
En un principio, la infracción fue valorada en función de criterios
religiosos o mágicos, y la transgresión de lo prohibido producía, por lo
general, la exclusión de la sociedad, ya fuera por muerte o por
alejamiento, para el violador de la norma. Más tarde, la dominación
ejercida por las grandes religiones monoteístas (véase Monoteísmo) en
sus respectivos ámbitos derivó en materia de derecho y un acto se
consideraba infracción cuando violaba una prohibición expresa de los
textos sagrados o de su interpretación.

La progresiva separación entre lo religioso y lo temporal, iniciada en la


edad media, no consiguió sin embargo hacer desaparecer el carácter
religioso de la infracción. Esta visión justificó, por ejemplo, el
reconocimiento en diferentes épocas de la historia de la responsabilidad
penal de los niños e incluso de los animales. En el siglo XVII, en la mayor
parte de los países europeos, el derecho penal se basaba en el principio de
la responsabilidad individual, favoreciendo la aplicación de penas
intimidantes de gran severidad, como la rueda, el látigo o las galeras.

En el Siglo de las Luces se produjo una ruptura con lo anterior a través de


la búsqueda de una definición legal y universal de lo permitido y lo
prohibido, con la idea de fundar una “legalidad de delitos y de penas”
según fue formulada por el italiano Cesare Beccaria en su obra Ensayo
sobre los delitos y las penas, publicada en 1764. Esta búsqueda se
inscribía en el marco de una nueva definición más general del hombre
como ser social, con derechos y obligaciones, que evolucionaba en una
sociedad donde, sin tener que buscar su legitimidad en la religión, podía
cuestionarse la naturaleza de las infracciones y las escalas de sanciones
aplicables a todas las personas, cualquiera que fuera la calidad del
delincuente. Este principio fue retomado en la Declaración de los
Derechos del hombre y del ciudadano (1789), en cuyo artículo 7 puede
leerse: La ley sólo puede establecer penas estricta y evidentemente
necesarias y nadie puede ser castigado salvo en virtud de una ley
establecida y promulgada anteriormente al delito y legalmente aplicable.

En el transcurso del siglo XIX se hizo hincapié en la vertiente social de la


acción criminal y se estudió el libre albedrío del delincuente, observando
que resultaba posible modificar su conducta a través de su educación y de
9
Pá gina

las condiciones de vida. Estos trabajos abrieron el camino a los estudios


sobre la readaptación de las penas y la reinserción del delincuente. Por su
parte, la abolición de la pena capital (véase Pena de muerte) en
numerosos países supuso el abandono del valor “mágico” del castigo y,
aunque la toma de conciencia del delincuente sigue siendo uno de los
objetivos del encarcelamiento, éste tiene como primera finalidad la de ser
eficaz en lo social.

Formas de Delincuencia

Las formas de la delincuencia son variadas y han ido cambiando en gran


medida según los periodos de la historia y los tipos de sociedad.
Actualmente se observa un desarrollo general de formas de delincuencia
organizada basadas en el modelo de la mafia siciliana o de la camorra
napolitana, dedicadas principalmente al tráfico de drogas y de materias
nucleares (especialmente en Rusia) facilitado por la evolución de los
medios de comunicación.

Los países occidentales tienen actualmente formas comunes de


delincuencia, tanto en su frecuencia como en el tipo de infracciones. El
término genérico de delincuencia abarca varios tipos básicos de
comportamiento delictivo con criterios combinables: sin pretender ser
exhaustivos, puede citarse la delincuencia cotidiana o delincuencia
menor, la delincuencia juvenil, la delincuencia por imprudencia, el crimen
organizado, la delincuencia económica y financiera, los atentados a
personas, que comprenden básicamente los abusos sexuales, los
atentados a las normas y al orden público y, finalmente, el terrorismo.
Cada una de estas categorías presenta características propias, aunque a
largo plazo se observa un crecimiento de la delincuencia económica y
financiera y de la delincuencia cotidiana con atentados a bienes y a
personas, generalmente de gravedad limitada.

Origen

El comportamiento delictivo comienza a menudo en los primeros años de


la adolescencia con pequeños hurtos y asaltos. En gran medida, esta
delincuencia es de carácter ocasional, es decir, que rara vez es
premeditada y que puede surgir del deseo de divertirse con los amigos. La
mayoría de los jóvenes no pasa de ahí, pero algunos van más allá y
10

cometen delitos más graves. Del porcentaje relativamente numeroso de


Pá gina

los delincuentes ocasionales se destaca el porcentaje reducido de los que


serán reincidentes. Estos a menudo han pertenecido a bandas y, a través
de un proceso de socialización, se han habituado a un modo de vida
criminal.
Un grupo muy reducido de delincuentes es responsable de una gran parte
de delitos. Esto es así, especialmente, en delitos tales como las violencias y
robos con fuerza en las cosas en los que se distingue un núcleo de
reincidentes múltiples cuyas actividades delictivas no guardan proporción
con el número de individuos que los componen. Los delincuentes que
pertenecen a esta categoría son en general bien conocidos por los
servicios sociales y las fuerzas del orden desde su primera infancia. La
manera más eficaz de prevenir el gran número de delitos cometidos por
estas personas es impedir que este tipo de delincuencia consiga adeptos.

Cuanto más se permita perpetuar este tipo de conductas delictivas, más


difícil será frenarlas mediante medidas sociales o de intervención con
fines preventivos. Por ello, resulta decisivo impedir lo antes posible que
los niños y adolescentes se dejen atraer por la delincuencia grave. Para
impedir que las normas de las bandas sustituyan a las de la sociedad es
importante romper esas bandas tan pronto como sea posible. La sociedad
debe reaccionar contra estas conductas erróneas en una fase precoz.

Desarrollo

Como podemos ver en el planteamiento de este problema son muchas las


causas que generan la delincuencia, tenemos que estudiarlas a fondo para
llegar a un análisis completo y así encontrar una buena solución a cada
una y prestarles a cada causa atención para poder eliminarlas desde la
raíz. Debido a una mala educación por parte de los padres a los hijos,
estos pueden desviarse, irse del lado del libertinaje, no respetar la
moralidad y la ética.

Causas de la delincuencia

La delincuencia forma parte integrante de nuestra sociedad y la mayor


parte de los delincuentes se comportan en lo esencial como el resto de la
población. Una consecuencia de esto es que la forma que adopte la
existencia cotidiana −es decir, la sociedad en que vivimos todos nosotros,
criminales o no− será la que más influya en el desarrollo y pautas de la
11

delincuencia. La tarea de la lucha preventiva contra las causas y las


Pá gina

condiciones de la delincuencia y de los comportamientos socialmente


indeseables compete a todas las instituciones sociales.
La amplitud y la distribución de la delincuencia en una zona dependen en
gran medida del tipo de personas que residen o la frecuentan; lo que
podríamos denominar genéricamente "usuarios". En un medio rural, las
personas que frecuentan una zona son a menudo las mismas que la
habitan, pero en un medio urbano el número de personas que frecuentan
una zona es mucho mayor que el número de habitantes. Por "usuarios" se
entiende, pues, además de los habitantes, a las personas que trabajan en
una ciudad sin residir en ella. A esas personas hay que añadir en tanto que
personas que frecuentan una zona, a los turistas nacionales y extranjeros,
así como a los "amantes de las distracciones", es decir, quienes se
desplazan desde zonas periféricas de la ciudad en busca de distracción.

Existen determinados tipos de ciudades que tienen más "usuarios" que


otras, por ejemplo, las capitales, las ciudades industriales, las ciudades
turísticas y las capitales regionales. Para comprender los problemas de
delincuencia y de inseguridad de las diferentes ciudades o regiones, hay
que hacerse una idea clara, no solo del número de habitantes, sino
también de quiénes son sus usuarios. Ello reviste una importancia
decisiva cuando se trata de evaluar las diferentes intervenciones posibles.

Las explicaciones relativas a las causas de la delincuencia buscan su


origen en teorías que se basan en el individuo, en las circunstancias que le
rodean, o en una combinación de ambos tipos de elementos. Sin embargo,
las diferencias de orden cultural no son suficientemente importantes para
poder esperar que las causas "individuales" varíen en gran medida.

Cuando se estudia la delincuencia en las ciudades hay que tener en cuenta


el aspecto urbanístico. Las estructuras socioeconómicas pueden explicar
igualmente la existencia de diferencias dentro de una ciudad o de una
región dada. Conviene también examinar la función de la ciudad en la
región, por ejemplo, como lugar de trabajo, lugar de aprendizaje, lugar de
distracción, etc.

Las grandes aglomeraciones urbanas constituyen un excelente campo de


acción para la delincuencia, tanto si se trata de procurarse bienes que
tengan un valor comercial como de encontrar salidas para venderlos. En
una gran ciudad pueden encontrarse muchas viviendas, muchos
12

automóviles, muchos visitantes y muchas empresas. Hay un flujo


Pá gina

constante de personas y de acontecimientos. El ciudadano es más


anónimo para su entorno que en las zonas rurales.
La ciudad es también, hablando en sentido figurado, un buen "centro de
reclutamiento" para la delincuencia.

Existe una amplia categoría de personas marginales que, por diversas


razones, toman el camino de la ciudad.

Los inmigrantes ilegales pueden vivir con mayor anonimato que en la


gran ciudad. En una localidad rural es más fácil que sean descubiertos
quienes se dedican a actividades delictivas y los inmigrantes ilegales.

Aunque en criminología existen diversas teorías, el enfoque que se ha


dado en llamar teoría de la actividad rutinaria, afirma que son tres los
elementos que influyen en la génesis del acto delictivo:

 Un individuo con tendencias delictivas,


 Objetos interesantes para un acto delictivo,
 Ausencia de protección suficiente.

El acto criminal se produce cuando un individuo inclinado a la


delincuencia entra en contacto con un objeto interesante para un acto
delictivo que carece de la protección suficiente.

Prevenir la delincuencia implica actuar sobre cualquiera de los elementos


mencionados. Una prevención eficaz de la delincuencia no supone que se
pueda o que se deba eliminar la totalidad de dichos elementos.

El volumen y la forma que adopta la delincuencia vienen dados por la


estructura de la población. Los grupos presentes en determinadas zonas
serán más propensos a la delincuencia, mientras que en otras otros
grupos tenderán a denunciar los delitos o estarán expuestos en mayor
grado a convertirse en víctimas de la delincuencia.

Urbanismo

En lo que concierne al urbanismo, la función más importante de la


prevención de la delincuencia se refiere a la presencia de una protección
adecuada. Los debates sobre protección adecuada se centran por lo
13

general en soluciones técnicas, refiriéndose, por ejemplo, a dispositivos de


Pá gina

alarma y de vigilancia.
Sin embargo, el concepto de protección adecuada debe ampliarse también
a otras soluciones. Una casa que nunca está vacía corre menos riesgo de
ser asaltada que una casa que quede vacía periódicamente. El mismo
razonamiento podría aplicarse a cualquier entidad geográfica. Los
"usuarios" de una ciudad (quienes residen, trabajan, visitan la ciudad, van
a divertirse, etc.) ejercen una vigilancia indirecta de la ciudad. De este
modo, constituyen una protección adecuada contra la mayoría de los tipos
de delincuencia. Además, hay razones de sobra para pensar que la
composición de los usuarios de la ciudad desempeña un importante papel
en el efecto de la protección.

El urbanismo desempeña un importante papel cuando se trata de saber si


las personas que pertenecen a las diferentes categorías que frecuentan
una ciudad constituyen un grupo uniforme durante las veinticuatro horas.
Un barrio que acoge de día a gente que trabaja y que, por la noche, no es
frecuentado más que por noctámbulos no está protegido con la misma
eficacia que el barrio en que conviven las diversas categorías (residentes,
trabajadores, personas que buscan distracciones, etc.) Mediante lugares
de encuentro de carácter social donde los ciudadanos pueden reunirse se
refuerza el control social y, de ese modo, la sensación de seguridad en el
ciudadano.

Para los urbanistas debe ser importante tratar de remediar aquellas


situaciones estructurales que generan inseguridad como, por ejemplo, la
degradación urbana. Los barrios deteriorados o degradados acogen a
menudo a ciudadanos que padecen diversos problemas. El desempleo, la
pobreza, los malos tratos y la delincuencia son en ellos fenómenos
corrientes y la proporción de inmigrantes entre quienes residen en estas
zonas suele ser elevada.

Tanto en las nuevas construcciones como en la renovación de zonas


deterioradas de la ciudad es preciso tener en cuenta desde la fase de su
concepción los aspectos de prevención de la violencia. Esto se puede
realizar mediante una estrecha colaboración entre las autoridades
responsables en materias urbanísticas, los propietarios de bienes
inmobiliarios y las autoridades encargadas de la seguridad de la
comunidad.
14

En los Estados miembros de la Unión Europea hay diversos proyectos en


Pá gina

curso para estudiar y poner a prueba formas de urbanismo que tengan un


efecto preventivo en la delincuencia.
Seguridad y percepción de la seguridad

En lo que respecta a las actividades relacionadas con la seguridad, tanto


en el ámbito nacional, regional, local y en Europa, a escala de la unión,
conviene señalar que puede existir una diferencia entre seguridad objetiva
y sensación de seguridad y el modo en que se refleja en los medios de
comunicación.

La sensación de seguridad no puede medirse de modo objetivo. Las


experiencias vividas por una persona, su situación vital personal y el tipo
de interacción que elige tener con su entorno influyen en la sensación de
seguridad. Reviste una gran importancia que los habitantes puedan
identificarse con su ciudad.

En varias ciudades se trata de operar sobre los datos relativos a la


inseguridad, y no solamente sobre la delincuencia. Se ha podido constatar
una discrepancia considerable entre esos datos en relación con
determinadas situaciones en las que la gente experimenta una sensación
de inseguridad y a la inversa. Ha quedado demostrado en algunos
estudios nacionales que las personas menos expuestas a la delincuencia
son aquellas que se inquietan más de verse eventualmente afectadas por
ella, y que las categorías que son víctimas de la delincuencia −en gran
medida los jóvenes− sienten escasa inquietud.

Prevenir la sensación de inseguridad es algo completamente distinto que


prevenir la delincuencia. Se trabaja también sobre la necesidad que existe
en el ser humano de sentir que puede confiar en las instancias encargadas
de asegurar y de hacer que se perciba la seguridad. Una reacción negativa
de esas instancias respecto al ciudadano contribuye a dañar gravemente el
sentimiento de comodidad y de confianza. Existen ejemplos de cursos de
formación en este ámbito destinado al personal de la policía.

Estructuralmente, la delincuencia visible y los desórdenes públicos son las


modalidades que más afectan a la percepción de la seguridad. Los delitos
y desórdenes públicos que son visibles en el contexto urbano y afectan
aparentemente a una minoría de una manera aleatoria −por ejemplo, las
agresiones sexuales, las agresiones con robo a personas en la vía pública−
son fenómenos criminales que influyen fuertemente en la sensación de
15

seguridad. Incluso los ruidos, gritos y actitudes agresivas y amenazantes,


Pá gina

así como los asaltos influyen negativamente en la sensación de seguridad.


Los delitos "invisibles" (como la violencia doméstica) y los delitos
respecto a los cuales una persona puede controlar el riesgo que corre (la
violencia entre personas que se conocen) rara vez se perciben como algo
amenazador para la comunidad. Este hecho resulta paradójico puesto que
este tipo de delitos (en especial, la violencia doméstica), a pesar de su
invisibilidad y de la falta de conocimiento por parte de la comunidad,
representan un gran problema social.

Una de las razones de que se perciba la seguridad de este modo es quizá el


hecho de que, para los medios de comunicación, por ejemplo, la violencia
absurda y aleatoria de la calle tiene más interés, desde el punto de vista
informativo, que las tragedias ordinarias que se producen en las familias.
Cuando los medios tratan de una manera repetida un determinado tipo de
delincuencia, tienden a exagerar el riesgo de encontrarse con
comportamientos criminales. El tratamiento que den los medios a esas
noticias puede afectar a la sensación de seguridad de tal manera que la
percepción no corresponda al riesgo de seguridad objetivo. Los medios de
comunicación no sólo describen la realidad, sino que tratan también de
mostrar en qué clima social se producen. Pero al hacerlo, influyen en el
contexto que tratan de describir. De este modo la prensa en todas sus
formas contribuye a la vez sobre el modo en que se presentan los hechos e
influye en el contexto social.

En la sensación de seguridad e inquietud repercuten también otros


factores aparte de la delincuencia. Es evidente que todas las instituciones
sociales influyen también en la percepción fundamental de la seguridad
por parte del individuo. El hecho de saber que cuando se ha sufrido la
humillación que implica siempre un acto delictivo se puede obtener una
reparación económica o moral repercute en el sentimiento de la propia
seguridad. El saber que el culpable será juzgado por su acto criminal
puede tener un efecto terapéutico para la víctima y, de ese modo, atenuar
posteriormente la inquietud. Una compensación financiera ayudará a la
víctima a seguir adelante con más facilidad impidiendo que se suma en la
inquietud. El acceso rápido y seguro a una asistencia y a cuidados
profesionales y apropiados cuando se ha sido víctima de un acto delictivo,
reviste también una gran importancia en relación con la sensación
fundamental de seguridad. Del mismo modo, es importante procurar que
cuando se hayan producido daños, asaltos o actos de vandalismo, por
16

ejemplo, se limpien las pintadas dejadas en las paredes y se reparen los


Pá gina

cristales rotos. Esto es importante para el sentimiento de seguridad de las


personas.
Se ha podido constatar que la delincuencia organizada y transnacional
influye menos en la percepción de la seguridad que la delincuencia
ordinaria que se produce en un entorno inmediato.

En determinados casos, la percepción de inseguridad es falsa, dado que


no existe un riesgo proporcional de verse afectado por actos delictivos. El
hecho de que el ciudadano perciba una inseguridad representa algo
negativo en nuestra sociedad, y por ello conviene no pasar por alto este
factor. Por tanto, en las intervenciones destinadas a mejorar la seguridad
de los ciudadanos, es importante tomar en consideración el factor de la
seguridad tal como es percibida.

FAMILIA

La educación que los padres les den a sus hijos así como la atención que
les pongan juegan un papel muy importante en este problema social ya
que puede suceder que aunque haya una familia relativamente unida, las
preocupaciones y ocupaciones de los padres hacen que dejen a los hijos
con muchos ratos libres y una libertad que muchas veces hace que
pierdan la vergüenza y se vuelve libertinaje.

El niño que ve a sus padres disputar entre sí, juzga a la sociedad en su


conjunto sobre el mismo modelo y llega a creer que el también debe
defender violentamente su punto de vista. Más importante como causa
social es la llamada subcultura delincuente. Aunque sus detractores dicen
que esta hipótesis carece de evidencia experimental, hay comunidades,
barrios y colonias en donde niños y jóvenes saben que para pertenecer al
grupo y formar parte de su comunidad necesitan pasar algunos ritos de
iniciación, entre los que se encuentran robar, asaltar o quizá cometer una
violación. La falta de medición requiere de estudios, sí, mas no de
desestimar lo que obviamente es un factor de formación de conductas y
conceptos sociales.

Todos saben hasta qué punto las malas lecturas y el mal cine pueden
desviar a los jóvenes del camino. El cine ejerce una verdadera fascinación,
sobre todo para los que asisten a él varias veces a la semana, esto basta
para falsear su sentido de la realidad. Los filmes peligrosos son los que
17

representan las manifestaciones de malos rasgos del carácter,


Pá gina

especialmente cuando la acción se desenvuelve en medio del lujo y la vida


fácil.
Los adolescentes que se han hecho culpables de delitos graves asisten a
más de seis sesiones por mes, lo cual no quiere decir que el cine sea el
único responsable de la delincuencia juvenil.

En la familia, los dos factores que con más frecuencia se asocian al


desarrollo de violencia es tener familiares directos que también sean
violentos y/o que abusen de sustancias. Un entorno familiar disruptivo
potencia las predisposiciones congénitas que algunos individuos tienen
frente a la violencia (i.e. síndrome de alcohol fetal) y por sí mismo
produce individuos que perciben a la violencia como un recurso para
hacer valer derechos dentro de la familia. La severidad excesiva
demuestra que cuando los padres son muy exigentes o estropean al niño a
fuerza de quererlo hacer perfecto, o hacen nacer la rebeldía en vez de
favorecer la honradez y la delincuencia. Y así vemos a estas víctimas de la
disciplina fría o brutal como aprovechen la primera ocasión favorable
para liberarse de toda tutela y hacer lo que les da la gana.

Hay padres demasiados débiles. La disciplina personal, especialmente el


poder de retenerse, de actuar o de privarse de una cosa deseada, debe ser
inculcado al niño en el curso de los dos primeros años de su existencia.

MORALIDAD

Moralidad deriva de la palabra latina moralis; Quiere decir "costumbre,


maneras o pautas de conducta que se conforman a las normas del grupo".
En toda edad, se juzga al individuo por el grado en que se aproxima a las
normas del grupo; la mayor o menor conformidad hace que se lo tilde de
"moral" o "inmoral". Las expectativas del grupo están definidas en sus
reglas y leyes; ambas de basan en las costumbres que prevalecen en el
grupo.

Si el adolescente se conforma a las reglas y leyes de la sociedad, el medio


lo considera una persona moral. Incluso cuando está en desacuerdo con
tales prescripciones, a menudo se adecua a ellas porque se da cuenta que
es la actitud más cuerda.

La persona inmoral es aquella que deja de conformarse a las costumbres,


reglas y leyes del grupo porque no está de acuerdo con los estándares de
18

este o porque se siente poco obligada a su respecto. Principios de la


Pá gina

transición a la moralidad adulta.


Para alcanzar la moralidad adulta se requiere de dos hechos esenciales:
primero, el adolescente debe cambiar las actitudes y valores que
componen sus conceptos morales de manera que satisfagan las exigencias
más maduras de una sociedad adulta. Y segundo, él mismo, debe asumir
el control de su conducta.

Cambios en los conceptos morales

De sus padres, de los adolescentes y de otras personas revestidas de


autoridad el niño aprende lo que se considera correcto y lo que se tiene
por incorrecto. Los adultos interpretan para él los códigos morales de la
comunidad y le aplican castigos cuando los viola. Los principales
cimientos de los códigos morales se echan en el hogar, si bien la escuela y
la iglesia también contribuyen.

No importa cómo se forman los códigos morales del niño − en el hogar, la


escuela, en la iglesia o en los cursos dominicales −, ellos no son adecuados
para satisfacer las necesidades más maduras del adolescente.

Deben ser revisados para conformarse a los códigos que guían las vidas de
los miembros adultos de la comunidad. Esto es especialmente cierto en lo
que respecta a los códigos morales que tienen fundamentos religiosos. Por
ejemplo: el niño aprendió que Dios lo observa y le dice que hacer y qué no
hacer, y que luego lo recompensa si obedece sus directivas y lo castigó si
las desobedece, ya no aceptara este concepto cuando comience a dudar de
sus creencias religiosas infantiles.

Clases de cambio

Los conceptos morales de la infancia deben modificarse de muchas


maneras para adecuarse a las necesidades del adolescente. Entre otras
cosas, se espera que el joven generalice sus primeros conceptos.

La generalización de conceptos morales específicos y su incorporación a


un código practicable de uso en cualquier situación es un proceso gradual
que continua durante los años de la adolescencia.

Cuando el adolescente evalúa diferentes clases de conducta en función de


19

conceptos morales, es probable que para él algunos tipos sean menos


Pá gina

desagradables que otros. Las cosas que eran malas en sus días infantiles
ya no lo son tanto. Ahora atribuyen grados de importancia a diferentes
acciones; algunas de las cosas, que cuando era niño, aprendió a ver como
incorrectas, las ve ahora con mayor tolerancia.

Finalmente, los conceptos morales deben cambiar si han de adecuarse a


las necesidades adolescentes en el sentido de que debe haber una mayor
preocupación por los motivos que impulsan a una acción. Los niños
tienden a considerar un acto como bueno o malo sin tener en cuenta a qué
razón obedece. Ejemplo: Si creen que mentir es reprobable condenan
todas las mentiras y se niegan a reconocer que en ciertas ocasiones podría
justificarse no decir la verdad.

Control interno de la conducta

El adolescente debe asumir el control de su propia conducta de modo tal


que la disciplina externa ya no sea necesaria. Este cambio redunda en
beneficios del individuo y también beneficia al grupo social. Cuando
llegue al estado adulto, el adolescente será considerado responsable de
sus actos; Ya no contara con padres y docentes para que le digan que
hacer y qué no hacer. Habrá de decidir por sí mismo y luego actuar de
conformidad con su decisión.

El Individuo Violento

En los individuos violentos vemos la interacción de los trastornos


descritos. Por ejemplo, en los delincuentes crónicos se encuentran varios
o todos los siguientes rasgos.

1. Socialización pobre como niños: pocos amigos, no los conservaban, sin


ligas afectivas profundas, etc.

2. Poco supervisados o maltratados por sus padres: los dejaban solos, a


su libre albedrío, y cuando estaban presentes, los maltrataban.

3. Buscan sensaciones en forma continua: desde chicos son "niños


problema," y los mecanismos de control social no tienen gran
influencia sobre ellos.

4. Manejan prejuicios como base de su repertorio: "todos los


20

blancos/negros/mujeres/hombres son así".


Pá gina

5. Abusan del alcohol.


6. Nunca han estado seriamente involucrados en una religión principal.

7. Carecen de remordimientos, o aprenden a elaborar la culpa y así


evitarlos.

8. Evitan asumir la responsabilidad de sus actos: construyendo casi


siempre una pantalla o justificación que suele ser exitosa para
librarlos.

Efectos de la Violencia

La violencia tiene un efecto muy dañino en las sociedades, dado que éstas
dependen de la presunción de que los demás se comportarán en una
forma decente y confiable. Conforme crece el crimen, hay que sustituir la
cooperación por la coerción, y de este modo, la primera víctima es la
libertad. No sólo eso, sino que la comunidad en sí se vuelven menos
atractivos, y deja de ofrecer estímulos para permanecer en ella.

Además, la violencia genera desesperanza, la que alimenta un círculo


vicioso difícil de romper: a más violencia, más desesperanza, y con ésta,
aumenta la violencia.

Y a pesar de su asombrosa frecuencia, la comprensión, estudio y


prevención de la violencia se dificulta por ser un problema
eminentemente social.

La crisis es, ante todo un periodo de inseguridad, una encrucijada que


pone al sujeto en la necesidad de decidirse para una dirección u otra.

El adolescente vive esta crisis que empieza con una serie de conflictos, con
los padres. No soporta más que se le trate como a un niño, que no se le
tenga confianza, que no se le dé dinero y libertad. No soporta, sobre todo,
que se le controlen sus amistades, sus lecturas, sus diversiones, su tiempo
libre.

Los padres que quieren prolongar su niñez con actitudes educativas


hiperprotectoras y paternalistas, se encuentran frente a una resistencia.
En realidad, se ponen en contra de una exigencia de espacio libre. El
21

adolescente siente que tiene que tomar él las decisiones sobre su porvenir.
Pá gina

La fuerza que le impide esta libertad aumenta su rebeldía que terminará


por romper las relaciones de sumisión y dependencia.
Estos adolescentes, a los que no se ayuda a superar un tipo de vida
hedonista y se les abandona a sí mismos cuando todavía son incapaces de
auto controlarse, un día, al enfrentarse con la seriedad de la vida, serán
incapaces de aceptar autoridades o tendrán tendencias irracionales hacia
los demás, y obraran como si no existieran normas morales.

Función de la disciplina en el desarrollo moral

Disciplina quiere decir enseñanza o instrucción, y su principal objeto es


enseñar al individuo a conformarse a las expectativas sociales hasta un
grado razonable. Además, le enseña que el mundo responde a sus
acciones personales de una manera ordenada, que ciertos
comportamientos siempre son seguidos de castigos y que otros son
elogiados por la sociedad.

La disciplina ayuda a los adolescentes a controlarse y dirigirse con el


objeto de tomar decisiones prudentes.

Elementos esenciales de la disciplina

Si el adolescente tiene que aprender lo que la sociedad espera de él, y


sentirse motivado a controlar su conducta para conformarla con las
expectativas, la disciplina tiene que incluir cuatro elementos esenciales:
enseñanza de los conceptos morales, recompensa por la conducta
aprobada socialmente, castigo por actos perversos intencionales y
coherencia de las expectativas sociales.

Enseñanza de los conceptos morales

Muchos adolescentes creen, que cuando uno llega a la adolescencia ya ha


aprendido lo que el correcto e incorrecto y que no necesita una
preparación moral adicional. Esta opinión está muy alejada de la verdad.
A medida que los horizontes sociales del adolescente se amplían, los
adolescentes deben conocer cuáles son los límites en muchas nuevas
situaciones y hasta donde llega la tolerancia de la sociedad. La función de
las reglas y leyes es la de instruir al adolescente acerca de esos límites, no
solo la de restringir una conducta indeseable.
22

Si el adolescente aprende que no se puede fumar dentro de la escuela, que


Pá gina

está obligado a llegar a su casa antes de las 11 cuando va a la escuela


nocturna y que hay cierto límite de velocidad para conducir un auto
dentro de la ciudad, sabe entonces que es lo que se espera de él. Es posible
que no esté de acuerdo con estas normas legales y que intente violarlas,
pero es consciente de que va a tener que enfrentar algunas consecuencias
si lo hace.

Recompensa por la conducta socialmente aprobada

Las recompensas tienen dos fines: son instructivas, porque informan al


adolescente que su conducta ha tenido la aprobación social y que se la
considera "buena"; y afirman el yo porque estimulan al adolescente para
que continué actuando de la misma manera.

Algunos adultos creen que las recompensas hacen sentir vanidosos y otros
piensan que las amenazas de castigo, más bien que los premios, son una
motivación más poderosa para el mantenimiento de la buena conducta.

Pero de acuerdo con las evidencias, las recompensas no traen malas


consecuencias, por el contrario, proporcionan una fuerte motivación para
conformarse a las expectativas de la sociedad. Sin embargo, las
recompensas deben ser adecuadas a la etapa evolutiva.

Las recompensas materiales (ropa, dinero, música, etc) son aceptables en


general para el adolescente si tienen un valor prestigioso para el grupo de
pares. La mejor recompensa para los adolescentes es el elogio. Muchas
veces los comentarios de los padres y adultos sobre los adolescentes son
más críticos, por lo tanto, una actitud amable es un alivio para el
adolescente. La alabanza no solo afirma al yo sino que tiene un gran valor
educacional.

Castigo de las malas acciones

El castigo tiene dos funciones principales: disuade de repetir acciones


socialmente indeseables y muestra al adolescente que es lo que el grupo
social considera una mala acción. Si el castigo ha de incitar al adolescente
a evitar una conducta que la sociedad no aprueba, el debe considerar el
castigo como justo y merecido. De otra manera, su resentimiento
debilitara su deseo de no reincidir en el futuro. La severidad del castigo,
debe ser coherente con la gravedad de la mala acción, por ejemplo, el
23

castigo no debe ser tan severo por llegar tarde a clase como por cometer
Pá gina

fraude.
Con demasiada frecuencia, el castigo es impuesto por un adulto que está
enojado por la acción del adolescente. En tal caso, la severidad de la pena
refleja más el estado emocional del adulto que la gravedad de la acción.
Además, los adultos suelen juzgar las malas acciones en función de sus
propios valores (no de los del grupo de pares) y aplican castigos de
conformidad con ellos.

Si se desea que el castigo ayude al individuo a obtener el autocontrol,


entonces debe reunir determinadas características:

 Debe tener relación con la mala acción.


 Ha de ser cierto y coherente.
 Ha de ser limpio y justo a juicio del adolescente.
 Debe ser impersonal.
 Tiene que ser constructivo y llevar al control interno.
 Debe ser demorado hasta que se comprenda el motivo del infractor.
 No debe suscitar un indebido acceso de temor.

No debe significar la imposición de trabajos extraordinarios no


relacionados con el acto que provoca el castigo.

El castigo se aplica con menor frecuencia a medida que los adolescentes se


acercan a la madurez legal. Los varones de toda edad sufren más castigos
que las chicas y también tienden a ser más rebeldes que estas respecto de
las normas legales y los reglamentos.

Cuando el adolescente piensa que el castigo es justo y merecido tienden a


aceptarlo y no guarda rencor ni interpreta que el correctivo es una señal
de desamor por parte de sus mayores, tampoco busca vengarse aunque
muchas veces el adolescente rebelde e inmaduro mientras más se le
castigo más desobediente es.

Coherencia de las expectativas sociales

La importancia de la coherencia en la disciplina reside en que el


adolescente se informa cuáles son sus límites y libertades. Proporciona al
adolescente una sensación de seguridad y elimina la confusión. Le enseña
que existe un ordenamiento moral en el mundo.
24
Pá gina

La falta de coherencia hace que el joven pierda el respeto tanto a quienes


lo disciplina como a sus reglas.
DISCIPLINA

Los métodos para el control de la conducta juvenil pueden ser


distribuidos en tres sistemas generales: el autoritario, el democrático, el
permisivo. Difieren por la forma en que tratan de controlar la conducta y
actúan de manera distinta sobre el adolescente.

La elección de algunos de los sistemas de control depende en gran parte


del empleado cuando el adolescente era un niño. Ejemplo: Si sus padres
estuvieron convencidos de que el control autoritario era el mejor método
para educar a los niños o también si concurrió a una escuela donde las
normas eran severas, hay probabilidades de que sea sometido a un control
análogo como adolescente.

Los métodos disciplinarios varían según el lugar de residencia de la


familia, su composición, su status socioeconómico y muchos otros
factores.

a) Disciplina autoritaria:

Poco o ningún intento se hace de explicar al adolescente el fundamento de


la regla que debe obedecer. Se supone que la violación de reglas es
intencional y que el adolescente no tiene oportunidad de explicar su
conducta. El castigo es casi siempre corporal, a menudo riguroso y a veces
cruel. No se dan recompensas (ni siquiera palabras de elogio) por la
buena conducta.

b) Disciplina democrática:

Existe el convencimiento de que el adolescente tiene derecho a saber


porque se le impone determinada regla. Antes de la administración de un
castigo, el adolescente tiene la oportunidad de explicar porque ha actuado
contra la norma. La pena tiene relación con el acto cometido y su
severidad iguala la gravedad del acto. En los casos de buena conducta el
adolescente recibe recompensas, principalmente en forma de elogios.

c) Disciplina permisiva:
25

Los padres o los docentes no establecen regla alguna; se permite que el


Pá gina

adolescente haga lo que considera correcto. El castigo es raro porque no


existen reglas que puedan violarse. Existe el convencimiento de que el
infractor aprenderá de las consecuencias de su proceder que este es
incorrecto.

No se dan recompensas por las buenas conductas; se cree que la


aprobación social será suficiente recompensa.

El adolescente deja de seguir una moral impuesta y recibida, para llegar a


una libre aceptación de aquellas normas morales que él piensa justas y
necesarias.

Su capacidad de razonamiento y de comprensión, que le hacen inteligibles


las normas abstractas y generales, permiten al adolescente ser más
independientes en sus juicios.

El proceso de independencia de los padres y de los adultos hace que


asiente sobre nuevas bases, los valores morales y la conducta
correspondiente.

Pero, en correlación con las experiencias sociales de grupo, el adolescente


tiende en los primeros tiempos, a asemejarse a los amigos o compañeros y
a compartir la escala de valores que el grupo vive.

Progresando más, da el paso, de una regla impuesta por el ambiente


social, a una regla interna que brota de la conciencia autónoma.

La conciencia de obediencia y obligación del niño, se convierte en


conciencia del deber.

El adolescente no llega de improviso a una moral personal. Tres son las


fases de este proceso:

 Rechazo de la moral familiar.


 Conformismo con la moral del grupo.
 Coherencia con su propia escala de valores.

Al desarrollarse la imagen ideal de sí mismo, el adolescente desarrolla


también una conciencia moral que no se mantiene por el miedo al castigo,
sino que se funde con el deseo de realizar un ideal propio.
26
Pá gina

Si ha elegido una carrera, sabe que ha de esforzarse para seguirla, sabe


que si falla en esto, está actuando en contra del estilo de vida que él
mismo ha escogido. El centro de gravedad de la conciencia moral se ha
centrado finalmente en el Yo: "Yo obedezco únicamente a mi propia
conciencia".

Significado de los valores:

Un valor es parte del comportamiento de la persona que lo ayuda a


portarse bien o mal.

En la vida existen valores como por ejemplo:

· Lo bueno y lo malo
· La verdad y la mentira
· Lo honesto y lo deshonesto, etc.

¿Cómo se forman los valores?

Los valores se van formando desde la niñez paso a paso hasta llegar a la
adolescencia, para eso es necesario orientar mediante:

* Mensaje a los padres.


* Educación en la casa.
* Educación en la escuela.
* Relación con los amigos.

El adolescente como parte de su crecimiento y aprendizaje cuestiona y


rechaza algunos valores que padres, profesores y personas mayores le
inculcan y enseñan. Es una forma de encontrar independencia y es
precisamente en esta etapa que trata de imitar otras formas o modelos de
comportamiento que ve en los artistas, líderes, y donde muchas veces se
ve influenciado equivocadamente. Por tal motivo es que es necesario
formar estos valores desde etapas iniciales de la vida.

¿Que desea, que espera, que sueña el adolescente? Las esperanzas de los
adultos y de la sociedad, el influjo del ambiente, las oportunidades que se
les ofrecen, los valores e ideales del grupo en que se siente identificado,
explican solo en parte lo que él sueña.
27

"Durante la infancia el niño actúa imitando los modelos que se les


Pá gina

ofrecen. Más tarde, asume una importancia extraordinaria él estimulo que


viene de las recompensas prometidas o esperadas".
Pero el adolescente es capaz de ampliar este estrecho horizonte. Es él
quien se construye ahora otra escala de valores, se ve distinto de cómo lo
ven los padres o maestros y educadores.

Espera hallar un camino que le conduzca a la conquista de su propia


identidad y le capacite para realizarse según un plan o un proyecto suyo
propio.

El adolescente quiere ser "él" mismo.

El idealismo es una cualidad frecuente y elogiable, pero muchos de los


adolescentes son tan elevados que forzosamente han de terminar en una
amarga desilusión.

Cuando sea más maduro, pondrá la imagen o ideal de sí mismo y sus


aspiraciones, más al nivel de la realidad encontrara el equilibrio entre lo
real y lo ideal, cuando aprenda, de los fracasos y las desilusiones lo que le
es realmente posible.

Hasta los niños en la edad escolar, sueñan con ser pilotos, exploradores,
campeones de fútbol o capitanes de navío, etc. Pero, solamente en el
adolescente mayor, estos proyectos empiezan a aterrizar y orientar la
personalidad todavía inmadura.

Se puede concluir que la delincuencia es el producto de crisis en el hogar,


la escuela y la sociedad.

Los actos delictivos de los jóvenes son manifestaciones de venganza


contra la autoridad, el egoísmo, la intransigencia.

Esta forma de manifestarse en contra de lo que le parece injusto se debe a


que el adolescente no posee dominio de sí, le atraen las emociones fuertes
y el grupo influye poderosamente sobre él.

El joven generalmente, rechaza los consejos de los padres y demás adultos


por considerarlos anticuados, por estas en el "viejazo", sin embargo, tiene
una gran necesidad de cariño, comprensión, ayuda y comunicación con
sus padres u otras personas mayores.
28
Pá gina
SOCIEDAD

En la mayoría de los filmes las proporciones esenciales de los personajes


se relacionan con el erotismo y el crimen. Se diría que la mayor parte de
las películas están destinadas a enseñar al espectador la técnica de la
seducción o de los asesinatos.

Debido a la gran fuerza de sugestión de las imágenes en movimiento, las


personas que verán esas películas difícilmente escaparan a pesar de que
las acciones representadas (por exageradas que sean) son un índice de lo
que sucede en la vida corriente y que, al fin y al cabo, se puede uno
inspirar un poco en esa realidad

La exclusión social, debida a la cesantía o a la marginación prolongada; lo


que se esconde tras esto es un profundo sentimiento de frustración que
puede derivar en conductas violentas y otros delitos.

El abandono escolar, el analfabetismo y las deficientes cualidades


intelectuales que impiden una inserción laboral digna.

La carencia de un ambiente adecuado al interior de la familia que permita


formar personas sociables; hay cambios en los valores sociales inculcados
a los hijos y las formas de comunicación giran en torno a la violencia y a la
poca tolerancia o desinterés.

También está la violencia intrafamiliar, que también es una causa


importante de violencia en la calle: los niños y jóvenes maltratados serán
personas más violentas y con alto riesgo de delincuencia. La ruptura de
vínculo social en los barrios, es decir, la desaparición de la vida de
vecindario.

DESEMPLEO

El desempleo es una enfermedad política. Este y la consiguiente pérdida


de autoestima surten efectos en la salud mental y física de los jóvenes
29

trabajadores. Además, el tener mala salud impide también que los jóvenes
Pá gina

trabajadores encuentren empleo.


La falta de ingresos provenientes de la situación de desempleo significa
que los jóvenes trabajadores no pueden asumirse bien por sí mismos. Los
jóvenes desempleados viven en la pobreza y cuando se enferman no
tienen medios para costear un tratamiento. El desempleo crea asimismo
un sentimiento de falta de control sobre la vida, lo cual lleva a situaciones
de estrés y depresión, lo cual en ocasiones lleva al círculo vicioso de
drogas para saciar la depresión− robar para conseguir las drogas −
delincuencia.

Este sentimiento provoca reacciones diferentes entre los jóvenes


trabajadores: enfadarse con sus amigos o con su familia, echarse a la
droga o pensar en el suicidio

Asimismo, es importante que las inversiones se orienten a proyectos que


permitan incrementar las capacidades productivas del país en
correspondencia con las necesidades de la población. Dado el proceso
irreversible de globalización y la creciente integración comercial de la
economía con otros países industrializados y en desarrollo, la elevación de
la competitividad del aparato productivo nacional constituye un factor
estratégico fundamental para el logro de los objetivos de empleo. Esta
competitividad será resultado de los mayores niveles de productividad,
calidad e innovatividad que puedan generarse en los diferentes sectores
productivos; proceso para el cual se requiere, entre otros factores, de un
mejor aprovechamiento de los recursos humanos.

Las decisiones de inversiones privadas y públicas dependerán tanto de las


expectativas de estabilidad macroeconómica, expansión de los mercados y
certidumbre jurídica, como de la disponibilidad de recursos.

En este sentido, deberá mantenerse un marco macroeconómico estable,


consolidar al sistema financiero, alentar el ahorro interno, generar
recursos de largo plazo para proyectos de maduración prolongada,
además de utilizar el ahorro externo como complemento y no sustituto de
los recursos internos.
30
Pá gina
CAPÍTULO 2

TEORIAS PREDOMINANTES DE LA DELINCUENCIA

INTRODUCCION

La conducta del hombre como todos sabemos, desde tiempos remotos


siempre ha preocupado a los estudiosos y siempre ha sido de estudio y
criticas. De ahí es que intervienen las Escuelas Jurídico Penales, según
Jimenes de Asua. El término de causal-explicativas, normativas y
aplicativas provienen del estudio de la naturaleza de la conducta humana.

El desenvolvimiento humano y el origen del hecho humano son objeto de


estudio de la ciencia causal - explicativa y su única limitación radica en su
propio radio de estudio. Los comportamientos que están basados o
regulados en las normas legales, son los que estudia la ciencia normativa;
y su campo de estudio es menos amplio que el de la ciencia causal-
explicativa porque no pasan del marco normativo.

Por último tenemos las ciencias aplicativas que son un conjunto de


técnicas, que utilizan el material científico de que las otras ciencias
aportan, para ayudar al desenvolvimiento de las interrogantes que en ellas
se podrían plantear.

Tenemos que la criminología nos ayuda a estudiar el delito, sin que esto
signifique que este sea de objeto exclusivo de estudio de la criminología.
La ciencia causal - explicativa trataría de explicar al delito en sus orígenes
y desarrollo dentro de la sociedad que lo produce; La ciencia normativa
estudiaría los modelos de comportamiento humano que la ley describe
31

como delito y todas las sanciones que se podrían aplicar para cada
comportamiento establecido y la ciencia aplicativa se ocuparía en indagar
Pá gina

las circunstancias temporo - espaciales, instrumentales y personales en


que se realizo el hecho punible. Así tenemos que la criminología es una
ciencia causal - explicativa, el derecho penal es una ciencia normativa y la
criminalística es una ciencia aplicativa.

DESARROLLO Y EVOLUCIÓN

Historia de La Criminología. Escuelas jurídico penales.

 Escuela Clásica
 Escuela Positiva
 Inteligencia y Delincuencia
 Teoría de la Sexualidad de los niños y psicoanálisis
( SIGMUND FREUD)
 Criminología Clínica
 Teoría del Aprendizaje
 Escuela Ecléctica
 Escuela Social
 Escuela Annommica
 Escuela Ecológica.

HISTORIA DE LA CRIMINOLOGIA

La lucha del delito y la preocupación científica de este fueron objetivos


que las ciencias normativas trataron alcanzar y se dio durante la
antigüedad y la edad media. Tal fue la importancia que se dio a esos
problemas que ilustres filósofos de la época dieron su opinión al respecto
del problema de los delincuentes y el castigo que a estos se le debieran de
aplicar, para mencionar algunos de los filósofos tenemos por ejemplo a
HESIODO, PITAGORAS, HERACLICO, PROTAGORAS, SOCRATES,
PLATON Y ARISTOTELES. Lo que si falto en esta época fue el sentido
científico realista que es un presupuesto para la investigación
criminología, por falta de este sentido científico realista no se pudo
coleccionar sistemáticamente las experiencias.
32

Tenemos que las bases de la filosofía del derecho penal dadas por TOMAS
Pá gina

DE AQUINO en la escolástica le paso lo mismo que a la anterior, solo que


esta se dio en la época medieval. Damos comienzo en la edad moderna,
estimuladas por la ilustración, pero con una verdadera intensidad solo en
el siglo XIX, es aquí que los fenómenos reales entran en investigación,
estos fenómenos abarcaban tanto el plano físico y psíquico que están en
conexión con el delito.

En estas ilustraciones tuvo su mejor influencia la obra del jurista milanes


CESARE BECCARIA, Trattato dei delitti e delle pene, 1764; En alemán:
Uber Verbrechen und strafen, 1870; [En español hay varias traducciones:
la primera de 1774; otras en1820, 1821, 1822, 1851, 1879 (por PASCUAL
VICENT, siguiendo la versión de 1862, de CESAR CANTU: De los delitos y
de las penas), 1945 (Buenos Aires)]. La criminología, como podemos
observar no se exterioriza de una manera independiente,
sistemáticamente cultivada. Sino que se deriva de diversas ramas de la
investigación humana, hasta que al final se llega a reunir todas estas
piezas dispersas y con ello se desarrolla una disciplina propia, llamada
criminología. Ahora como ramas más importante de la criminología
podemos mencionar: Las investigaciones medicas, con importancia en la
Medicina Legal; La Antropología, Psiquiatría, Biología hereditaria, de las
llamadas Psicología médica y de la caracterología.

Ya en la antigüedad se ocuparon los médicos de cuestiones medico legales


aisladas y fueron llamados n algunos casos como expertos. En 1249 se
tomo juramento s H. v. LUCCA en Bolonia para la redacción de
dictámenes medicolegales y B. de VARIGNANA (muerto en 1318) practico
la primera autopsia para la comprobación de un envenenamiento.

En su mayoría tenemos que LOMBROSO es siempre o en la mayoría de


los casos nombrado como fundador de la criminología científica. Claro
está que al hacerlo no es justo dejar en lo oculto el que antes de él ya
habían sido elaborada la materia en los decenios anteriores a el por
mucho investigadores de numerosas ramas.

Tenemos por ejemplo a MOREL, que con investigaciones propias, hizo


reflexiones como las de LOMBROSO pero con la diferencia que se
permaneció en la oscuridad. También, llevado por la fuerte intensión
33

político - criminal, JEREMIAS BENTHAN, propuso reformas al sistema


legal y penal inglés, mientras su compañero de ciencia, HOWAR con su
Pá gina

obra States of Prisons in England and Wales de 1777, impulso a los


movimientos de reformas. (El Estado de las prisiones en Inglaterra y
Gales). Los intentos de implicar al hombre en la criminología científica
era la primordial importancia de esta. Como ejemplo de estos intentos
tenemos a LAVATER, con sus primeras publicaciones el 1775 de
Fisonomía y los trabajos de GALL cuya obra principal apareció en 1882,
llamada Les fonctions du cerveau (Las funciones del cerebro). GALL es
señalado como el verdadero fundador de la antropología criminal, el cual
anteriormente se ocupo de la Frenología, a la cual se le aplico el medio de
prisiones Lauvergne en 1841. El crimen era una determinada forma de
degeneración hereditaria en el individuo o incluso en su familia, esta
teoría está apoyada por MOREL. Los cráneos de los criminales tenían
particularidades, y estas fueron halladas por el neurólogo y patólogo
BROCA. En 1869 se hizo investigaciones sobre 464 cráneos de criminales
las cuales las hizo WILSON, y el médico de prisión escocés THOMSOM en
1870 publicó en el Journal of Mental Science el resultado de sus
observaciones sobre más de 5,000 presos.

La tesis de la locura moral (Schwachsinn), fue publicada por PRICHARD


en 1835. NICOLSON entre 1873 y 1875 publico sus trabajos sobre la vida
psíquica del criminal y su tendencia a la locura, imbecilidad y ausencia de
sensibilidad. Otros que proporcionaron fundamento para la doctrina de
LOMBROSO fueron obras como las de P. J. CABANIS, Ph. PINEL,
ESQUIROL, GRIESINGER, J. J. MOREAU de TOUR y sobre todo,
MOREL, quienes entre otros se ocuparon de los problemas de la
psiquiatría forense.

GUERRY para el estudio de la criminalista partió de unos principios


completamente distintos a los conocidos. Fue en 1833 en su obra ESSAI
SUR LA STATISTIQUE MORALE DE LA FRANCE y en la principal de
QUETELET, SUR L'HOMME ET LE DE VELOPPEMENT DE LA
FACULTES OU ESSAI DE PHAYSIQUE SOCIALE, 1836. Por parte de
Alemania VON MAYR, fue conocido particularmente con su obra
Estadística de la Policía Judicial en el Reino de Baviera, dada esta obra en
el ano de 1867, y su posterior obra llamada la regularidad en la vida social,
en 1877.
34

Tenemos que las ciencias del espíritu eran las que dominaban la toma de
Pá gina

posición ante hechos criminológicos, aunque también se dio el caso que


en los cien años anteriores a LOMBROSO también se daba una
importancia, aunque de una manera menos expresiva de la toma de
posición de los hechos criminológicos, pero con aspiraciones por un
camino Empírico. Gracias a los investigadores de Antropología Médica,
Psiquiatría, como Psicología Temprana y Sociología, se ocuparon de los
planteamientos criminológicos.

En la sociedad siempre se busca el estudio del crimen y los criminales y


esto le concierne a la criminología, buscando la delincuencia juvenil y las
causas del delito. Hasta llegar a la teoría de que la interrelaciones de las
personas, grupos y la sociedad en la cual viven y funcionan son las
principales causas de que se cometa un delito.

Como decíamos anteriormente en la antigüedad se pensaba que el delito,


se le atribuían a los defectos físicos y mentales y que era l producto de los
rasgos hereditarios. Pero no hay de qué preocuparse puesto que tales
afirmaciones hoy en día no son tomadas como positivas sino mas bien son
rechazadas. Llegada a esta conclusión porque el delito, por que el delito se
aprende y no se hereda. Las explicaciones sociológicas son las que se
oponen a la creencia del delito hereditario.

La criminología es una ciencia muy nueva y de la cual podemos ver que se


basa en dos áreas de búsquedas, que son distintas pero están relacionadas
entre sí, la primera esta el estudio de la naturaleza del delito dentro de la
sociedad y la segunda es el estudio de los delincuentes desde un punto de
vista psicológico. Ambas de estas teorías son más descriptivas que
analíticas.

Los eruditos de la materia estudian el comportamiento humano desde


una perspectiva clínica y sino desde una perspectiva legalistica por esa
razón es una ciencia que no es exacta. La ley utilizando estas perspectiva
llegan a la conclusiones que conductas son criminales y cuáles no, de allí
es que los científicos tratan de formular sus razones de porque ciertas
personas violan la ley.
35

De acuerdo con las creencias y sus necesidades, hablando de la sociedad,


Pá gina

podríamos decir que es legal o ilegal. Aunque tenemos que el código penal
posee nociones firmes del mal y del bien, observando que no todo lo malo
en sentido moral es criminal y algunos actos que por lo general no se
consideran malos pueden ser penalizados.

Se ha llegado a comparar el estudio d un delito con el de la moda o hasta


con algo mucho más siniestro como por ejemplo el poder económico. Pero
hay que tener en cuenta que dependiendo de los diferentes
comportamientos, así serán las diferentes causas del delito.
En Hispanoamérica, podemos mencionar como gran un gran criminólogo
a JOSE INGENIEROS, puesto que fue el primero en Hispanoamérica.
También en Cuba se han impreso libros de criminología, aunque su valor
científico sea escaso podemos mencionar a RICARDO A. OXAMENDI y el
de J. MORALES COELLO.

Bueno, después del congreso de criminología celebrado en París en el año


1950, proliferan los libros de criminología en estos países con
características apuntadas, teniendo en cuenta que son en realidad la
transcripción de los libros de otros autores. Pero aun falta para que la
verdadera criminología del hombre hispanoamericano se haga, pero
tenemos que anunciar a LUIS CARLOS PEREZ, utiliza datos sobre la
criminalidad de menores y mujeres en Colombia, de los bolivianos,
HUARCAR CAJIAS, que divide su obra en una sección d biología criminal
y sociología criminal y HUGO CESAR CADIMA que hasta ahora solo tiene
en su primer tomo la introducción y la antropología criminal; y el muy
conocido profesor venezolano JOSE RAFAEL MENDOSA, que expuso un
libro con gran mérito expositivo.

Para una mejor comprensión de la criminología entraremos al estudio de


las escuelas jurídico penales, puesto que los conceptos puramente
jurídicos van entrelazados con los criminológicos y de allí se parte del
análisis de los problemas normativos.

Para JIMENES DE ASUA, las escuelas jurídico penales son: "El cuerpo
orgánico de concepciones contrapuestas sobre la legitimidad del derecho
de pensar sobre la naturaleza del delito y sobre el fin de las sanciones". El
rápido desarrollo de las escuelas jurídico penales en el siglo XX, se debió a
las continuas confrontaciones, algunas de violencia, de las diversas
36

escuelas jurídico penales.


Pá gina

Unos de los avances más importante que se obtuvo de la lucha de las


escuelas jurídico -penales consistió en la delimitación de los campos, en la
precisión de métodos y en la colaboración entre profesionales, puesto que
anteriormente trabajaban dispersos. SAINZ CANTERO nos define escuela
jurídico penales en un sentido más amplio "LA DIRECCION DE
PENSAMIENTO QUE TIENE UNA DETERMINADA DIRECCION,
TRABAJA CON UN METODO PECULIAR Y RESPONDE A UNOS
DETERMINADOS PRESUPUESTOS FILOSOFICOS-PENALES". Una de
las corrientes que están actualmente en desprestigio son las "jurídico-
criminológica" que pretende hacer de la criminología una ciencia auxiliar,
que se dediquen a estudiar dogmas y códigos penales.

LA ESCUELA CLASICA

En los siglos XVII y XVIII surgieron nuevas clases sociales, como por
ejemplo los mercaderes, banqueros y los hombres de negocio (los
burgueses), llamada esta época como la Era de las Luces. El esfuerzo de
mucho trabajo, el pensamiento racional fueron causas que hizo que la
Ética Protestante despertara para que las personas alcanzaran su éxito
personal. Comenzaron a surgir nuevos cambios en la manera de pensar,
alcanzando un auge las ciencias en la búsqueda de las normas legales y
desplazando los erróneos caminos de Dios. Gracias a esto se dieron
cuenta que el hombre a través de la razón experimento los dolores y
placeres, por tal motivo el Estado dejo de ser observado como una entidad
divina, que imponía sus castigos y reglas para todos los ciudadanos, sino
que se exigió que siguiera los dictados de la razón.

La reforma clásica tuvo sus inicios en la última mitad del siglo XVIII en
Inglaterra e Italia y se extendió a Europa Occidental y ha EUA de allí en
adelante. Teniendo en cuenta que lo más importante es que la Escuela
Clásica no existió como tal desde el punto de vista histórico, sino que
gracias a ENRRICO FERRI, que comenzó a llamarle clásicos a los juristas
prepositivistas y posteriores a BECCARIA. BECCARIA en 1764 escribió
una obra con el nombre de De Delitos y Castigos, esta obra fue escrita tan
solo cuando el constaba con 26 años de edad. El trataba de encontrar la
igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, Escribir las leyes para que
pudiera ser comprendida por todos los individuos y no solo por máximos
37

juristas y sobre todo que la interpretación de esta no se pudiera dar de


una forma desviada a la moral por los juristas o jueces y por último el de
Pá gina

limitar el ámbito de las leyes penales al mínimo necesario para minimizar


el delito. Podemos decir que gracias a la Escuela Clásica se dio la
terminación de la barbarie y la injusticia que el derecho penal
representaba, procuro la humanizaron por medio del respeto a la ley, del
reconocimiento a las garantías individuales y de la limitación al poder
absoluto del Estado. Al hablar de los representantes de la Escuela Clásica
todos estamos de acuerdo con que fue gracias a BECCARIA, sentando los
principios de esta gran corriente el "DIVINO MARQUEZ". BETHAM,
aporto con su obra "TEORIA DE LAS PENAS Y DE LAS RECOMPENSAS"
escrita en 1840 y ROMAGNOSI, con "GENESIS DEL DIRITTO PENALE"
en 1837.

El profesor de Bolonia, Ginebra y París que es asesinado por sus


pensamiento políticos, fue el que escribió el primer gran clásico
reconocido por todos, fue el, profesor PELLEGRINO ROSSI (1787-1848).
ROSSI consideraba que existía un orden moral que todos los seres libres e
inteligentes debíamos de seguir, pensando así que estos ordenes debían
aplicarse en la sociedad, puesto que todos los individuos estamos hechos
para vivir en sociedad. Dando así que gracias a esto surja un orden
obligatorio para toda una sociedad y del cual se derivarían todos los
derechos y obligaciones.

Otro ilustre representante tenemos a GIOVANNI CARMIGNANI, que nos


trata de explicar que el castigo que se le impone a un criminal por el delito
que cometió no se hace con el ánimo de tomar una venganza sino la de
prevenir a que en un futuro no se realice otros delitos semejantes, este
ilustre representante fue profesor de Pisa, y en sus Elmenta iuris
criminalis hace la necesidad del orden social como la fuente y de la ley
moral como el limite.

Hay otro autor que piensa que la capacidad de juzgar le pertenece al


superior pero no niega que todo hombre al ser tal es inteligente y puede
juzgar por igual, para ROSINI el fundamento del derecho de castigar es el
eterno principio de la justicia. Y este autor el que sienta bases para la
Escuela Clásica, con su obra Filosofía del Diritto escrita en 1839 por
ANTONIO ROSINI.
38

Dentro de los escritores clásicos más destacados tenemos a FRANCISCO


Pá gina

CARRARA (1805-1888), que en 1859 escribió Programa di Diritto


Criminale, lo cual llevo a su verdadera esencia jurídica al Derecho Penal y
son tan importantes porque cuando se hace referencia a la Escuela Clásica
son las doctrinas de CARRARA las que se someten a exámenes.

CARRARA, nos confiesa "No me ocupo de cuestiones filosóficas:


presupongo aceptada la doctrina del libre arbitrio y de la imputabilidad
moral del hombre, y sobre esta base edificada la ciencia criminal, que mal
se construiría sin aquella". Según carrara delito es "la infracción de la ley
del estado, promulgada para proteger la seguridad de los ciudadanos,
resultante de un acto externo del hombre, positivo o negativo,
moralmente imputable o políticamente engañoso". No tenemos que
olvidar a otros autores que dieron luz y brillo a la Escuela Clásica, que son
BRUSA, TOLOMEI, PESSINA, MITTERMAINER, BERNER,
HALSCHNER, BIRKMEYER, ORTOLAN Y TYSSOT. Esta Escuela Clásica
tiene por postulados:

1. El encontrar sus bases filosóficas en el Derecho Natural.

2. Un respeto absoluto al principio de legalidad.

3. Ver al delito como un ente jurídico y no como un ente filosófico.

4. El libre albedrío.

5. La aplicación de las penas a los individuos moralmente


responsables.

6. Los que carezcan de libre albedrío como por ejemplo los locos y los
niños quedan excluidos del Derecho.

7. La pena es la retribución que se hace al criminal por el mal que hizo


en la sociedad.

8. La retribución debe ser exacta.


39

9. "Las penas son sanciones aflictivas determinadas, ciertas,


ejemplares, proporcionales, deben reunir los requisitos de
Pá gina
publicidad, certeza, prontitud, fraccionabilidad y reparabilidad, y
en su ejecución deben ser correctivas, inmutable e improrrogables".

10.La finalidad de la pena es restablecer el orden social externo que ha


sido roto por el delincuente.

11. El Derecho de castigar pertenece al Estado titulo de tutela jurídica.

12. El Derecho Penal es garantía de libertad, ya que asegura la


seguridad jurídica ante la autoridad.

13. Se considera que el método debe ser lógico-abstracto, silogístico y


deductivo.

LA ESCUELA POSITIVA

LA ESCUELA POSITIVA. Esta es todo lo contrario a la Escuela Clásica, la


Escuela Positiva si tuvo una existencia real, con un grupo de juristas que
retaron a otros juristas del campo para poder imponer sus ideas. Una
clase de intelectuales que hacen de LOMBROSO un jefe y sus
conocimientos una doctrina.

FERRI nos dice que "La escuela positiva consiste en lo siguiente: estudiar
al delito, primero en su génesis natural, y después en sus efectos jurídicos,
para adaptar jurídicamente a las varias causas que lo producen los
diversos remedios, que por consiguientes serán eficaces". Debido a los
excesos de la Escuela Clásica, nace la Escuela Positiva. Todo se debió al
abuso de la dogmática, al olvido del hombre delincuente a sus creencias
de haber de haber agotado la problemática jurídico-penal. El principal
medio de difusión de esta escuela fue la revista "Archivi di psichiatria,
scienze penali e antropologia criminale".

La vida de esta escuela ha sido agitada y fecunda, llena de aciertos y de


40

errores también, así como ha tenido muchos que la apoyan también están
los que la contradicen. Otra conocimiento que FERRI nos explica es: "La
Pá gina

escuela criminal positivano consiste únicamente, en el estudio


antropológico del criminal, pues constituye una renovación completa, un
cambio radical de método científico en el estudio de la patología social
criminal, y de los que hay de más eficaz entre los remedios sociales y
jurídico que nos ofrece. la ciencia de los delitos y de las penas era una
exposición doctrinal de silogismos, dados a luz por la fuerza exclusiva de
la fantasía lógica; nuestra escuela ha hecho de ello una ciencia de
observación positiva, que, fundándose en la antropología, la psicología y
la estadística criminal, y así de como el derecho penal y los estudios
penitenciarios, llega a ser la ciencia sintética que yo mismo la llamo
sociología criminal, y así esta ciencia, aplicando el método positivo al
estudio del delito, del delincuente y del medio, no hace otra cosa que
llevar a la ciencia criminal clásica el soplo vivificador de las ultimas e
irrefragables conquistas hechas por la ciencia del hombre y de la sociedad,
renovada por las doctrinas evolucionistas".

Dentro de los representantes e esta escuela, tenemos a LOMBROSO,


FERRI Y GAROFALO, esto no quiere decir que sean todos sino que con
ellos son con los cuales se marca el principio de una corriente que llegaría
con fuerza hasta nuestros días. Los postulados de esta escuela son:

- La Escuela Positiva se caracteriza por su método científico. - El delito es


un hecho de la naturaleza y debe estudiarse como un ente real, actual y
existente. - Su determinismo, es totalmente determinista esta escuela. -
Sustituye la responsabilidad moral por la responsabilidad social, puesto
que el hombre vive en sociedad y será responsablemente social mientras
viva en sociedad. - El hecho de que si no hay responsabilidad moral, no
quiere decir que se pueden quedar excluido del derecho. - El concepto de
Pena se sustituye por el de sanción. - La sanción va de acuerdo a la
peligrosidad del criminal. - Estas deben durar mientras dure la
peligrosidad del delincuente, y por eso son de duración indeterminada. -
La ley penal no restablece el orden jurídico, sino que tiene por misión la
de combatir la criminalidad considerada como fenómeno social. - El
derecho a imponer sanciones pertenece al Estado a titulo de defensa
social. - Más importante que las penas son los substitutivos penales. - Se
acepta "tipos" criminales. - La legislación penal debe estar basada en los
estudios antropológicos y sociológicos. - El método es inductivo -
experimental.
41
Pá gina
INTELIGENCIA Y DELINCUENCIA

HARRY GODLAND, indico que la incapacidad mental es la principal


causa única de la criminalidad. GODLAND, realizó un estudio entre los
años 1910 y 1914 dentro de los cuales, estudió a 150 mil reclusos
condenados. Y encontró que un 50% de estos tenía deficiencia mental. Los
postulados de esta Teoría son:

1. El débil mental sería un tipo de delincuente.

2. Las personas nacen débil mental o con una inteligencia normal.

3. En la mayoría de las ocasiones estas personas conocen los delitos


peligrosos de asalto y los delitos sexuales.

4. Los débiles mentales cometen estos delitos por la falta de los factores
inhibitorios sociales; sobre todo este no puede exteriorizar los que esta
descrito como bueno o como malo.

5. No tienen la capacidad de prever la consecuencia de sus actos y por lo


tanto la amenaza penal no tiene efecto sobre esta clase de individuo.

6. Son personas muy sugestionables y cualquier criminal más inteligente


que él lo puede llevar a cometer un delito.

7. Por ser débil mental, en los barrios donde existe una criminalidad alta,
lo hace por imitación.

Los inteligentes tienen la capacidad para ocultar la criminalidad pero los


débiles mentales carecen de ella.
42

TEORIA DE LA SEXUALIDAD DE LOS NINOS Y PSICOANALISIS


(SIGMUND FREUD).
Pá gina
La teoría de la sexualidad de los niños fue entendida cuando se desarrollo
la teoría de la sexualidad humana. Donde dice que hay un "yo" un "ello" y
un "súper-ello". El ego viene de la realidad pero se relaciona con el ello y
el súper-ello. Según esto, muestra relaciones infantiles con nuestros
padres. Vivimos del pasado, puesto que somos susceptibles a este ya que
la niñez influye en nuestra vida adulta. Sin embargo ofrece una libertad de
esclavitud infantil del pasado pero debemos tratar de salvar el yo
individual de nuestras fuerzas salvajes y de la sociedad.

La explicación de la teoría: Tenemos que el ser humano en su comienzo


fue o era solo instinto, de allí el va creando otros instintos psíquicos; el
"ello" (ID) lo más primitivo y el "yo" (ego) creado después, sobre la base
que primero solo éramos animales y después se desarrollo, pero nunca se
dejo de tener instintos solo que lo teníamos en forma inconsciente.
Hay otra instancia psíquica que se confunde con el "yo" y el "ahora", que
es el punto del momento del "ya" y el "ahora".

El "yo" se relaciona con la voluntad pero a lo interno, pero tiene otra


instancia psíquica que es el "súper yo" que es formado desde que el niño
nace y es sometido a la autoridad de sus padres primero, y después por
otras personas. Allí podemos encontrar las reglas y pautas de lo bueno, lo
que se debe hacer y lo malo, lo que no se debe hacer.
En lo interno del "yo" donde está la memoria y el "súper-ego", se puede
llegar a la conciencia. Es decir que al preconciente, donde solo se logra
llegar con el psicoanálisis u el inconsciente.

Tanto los principios que están en el "ello" y las normas el "súper-ello"


como nuestra conciencia y las exigencias del mundo exterior, se da la
influencia en la conducta humana que es la realidad de un proceso
complejo.

La fuerza que lleva el instinto es el LIBIA, que es placer físico, que FREUD
lo llama placer sexual y nos plantea que el ser humano desde el momento
43

que nace tiene experiencia sexual. Las cuales se muestran en tres fases: a)
Pá gina

la fase moral, b) la fase de agresión y c) la fase fálica.


Los sueños son el mensaje del subconsciente, este expresa siempre la
realización de un deseo, si estos sueños producen angustias las personas
se despiertan a manera de protección y estas angustias afectan al
desarrollo de las personas. El sueño es el resultante de un compromiso
entre las ideas del yo y las ideas latentes que se expresan en el sueño.

La explicación de la criminalidad, dice que los delincuentes carecen de


"súper-ego", pero esto es ilógico ya que si alguien tuviera solo instinto
actuaría como animal y sería imposible vivir con él. Más adelante se
realiza otro planteamiento, que dice que el problema de la criminalidad,
se da por deficiencia, producto del "súper-ego”, la cual se da por una
deficiencia educativa. Ese niño al crecer no podrá formar un "súper-yo"
adecuado y esta instancia no cumplirá su función. Hoy en día es
considerada la sexualidad como algo normal gracias a FREUD.

CRIMINOLOGIA CLINICA

BENIGNO DI TULLIO la define como la ciencia de las conductas


antisociales y criminales basadas en la observancia y el análisis profundo
de casos individuales, normales, anormales o patológicos. Esta corriente
intenta dar una explicación integral a cada caso, considerando al ser
humano como una entidad biológica, psicológica, social y moral. Se dice
que proviene de LOMBROSO. Sus antecesores son por ejemplo
MAUCDESEY, Londres en 1888; FRANCISCO GINER, Madrid en 1899 y
DE LOS RIOS, Buenos Aires en 1907.

Se le denomina Criminología Clínica porque proviene del griego CLINE:


Lecho, cama. El médico clínico tiene como labor la de observar,
diagnosticar, pronosticar al paciente en la cama. Estos son los grandes
objetivos de la criminología clínica.

La premisa es la de que la conducta humana está condicionada por


múltiples factores biológicos, psicológicos y sociales. Hay que averiguar
en cada caso, cuáles de estas circunstancias hacen que la persona cometa
un delito. Dentro de los métodos tenemos:
44

1. Entendimiento directo con el delincuente.


Pá gina

2. Examen médico.
3. Exámenes psicológicos para obtener datos sobre la personalidad del
individuo.

4. Encuesta social en donde el trabajador social investiga el medio en que


se desarrollo la persona.

El trabajo clínico debe ser interdisciplinario, en términos generales se ha


vinculado con el funcionamiento de las prisiones. Este trabajo da
respuesta al que hacer con el individuo, realizado así el diagnostico
pronostico y tratamiento.

La peligrosidad es un concepto clave de la escuela clínica, que se basa en


el supuesto (que causa llevar a la persona al delito) se puede determinar si
los va a seguir cometiendo y en qué medida. Este concepto tiene dos
aspectos:

a) La Capacidad Criminal: Que es la cantidad de delito que puede


cometer el criminal.

b) Adaptabilidad: La capacidad de adaptación al medio en que vive. La


escuela clínica trata de analizar al delito para establecer un
diagnostico, pronostico y tratamiento. Este es el central de esta
escuela. Un diagnostico se utiliza para determinar el grado de
peligrosidad de un individuo, entrando en juego los dos aspectos antes
mencionados. Lo más importante es el paso al acto y existe 4 fases
importantes:

1. Consentimiento Mitigante: Concibe y no rechaza la posibilidad


del delito del delincuente.

2. Consentimiento Formulado: Donde la persona decide cometer el


delito.

3. Estado de Peligro.

4. Paso al Acto: La comisión del delito.


45

SUTHRERLAND, elaboro en la criminología clínica, EL DELITO DE


Pá gina

CUELLO BLANCO y la definió: "Es un delito cometido por una persona


de respetabilidad y estrato social alto en el curso de su ocupación". Las
conclusiones:

1. La delincuencia de las empresas y los ladrones de cuello blanco son


reincidentes.

2. Tiene miedo a la denuncia.

3. Los hombres de negocios expresan el mismo despreció a la ley que los


otros.

4. Son crímenes bien organizados. A diferencia del ladrón común, el de


cuello blanco no se ve como delincuente.

5. Expresa públicamente adhesión a la ley, aunque en privado la viole.

6. Es un delito oculto, Una manera de lograr la imputabilidad es a través


de expertos abogados.

7. En términos históricos se dio cuenta que muchas de las grandes


fortunas se deben a, la practica ilícita.

Esta investigación de SUTHERLAND cambia toda la criminología, ya que


como frecuentemente se decía que el delito debía explicarse con los
problemas psicológicos y no es así. Además la criminología no se basa, ni
en dinero ni en promesa. Concluye señalando que hay que incluir a las
clases medias y altas en el fenómeno de la criminología.

LA TEORIA DEL APRENDIZAJE

Pasan a un rígido plano, las consecuencias biológicas para centrarse en las


experiencias que tiene el individuo y por lo tanto para entender la
criminalidad, hay que ver la criminalidad que rodea la persona.
CHRISTIE, realizo un experimento para confirmar una hipótesis que se
dio en Noruega a final de la segunda guerra mundial. En 1942 se llevan a
Noruega prisioneros de distintas nacionalidades y los ponen en cárceles
46

con carceleros noruegos, más de la mitad murieron por causa del hambre
Pá gina

y la tortura en menos de un ano. Los torturaron porque entre el carcelero


y los prisioneros no existían una relación afectiva.
En 1952 CHRISTIE, hace una investigación sobre estos carceleros para
determinar su conducta, encontrando los resultados de:

a) En las características personales entre guardia torturador y no


torturador no existía gran diferencia.

b) Todos los guardias tenían características comunes a todo el resto


de la población en Noruega. Las características del grupo de los
prisioneros era: a) El hambre extremo daba por resultado que
cualquier cortada o herida despidiera un mal olor. b) Esto causaba
alteraciones en la conducta, por lo que hacía que los carceleros
vieran a los prisioneros como personas de carácter no humano y
por eso los torturaban.

En conclusión tenemos la posibilidad de actuar con crueldad, sin


considerarse asesinos. Pero de esta consideración de que no había
diferencia entre torturadores y no torturadores se hizo el experimento en
donde se intento ver la obediencia a la autoridad bajo la responsabilidad
de otra persona, es decir muchas personas son capaces de hacerle daño a
otra, siempre y cuando ese daño no se defina como prohibido, perjudicial
o dañino.

ESCUELA ECLECTICA

Esta escuela tiene su fundamento teórico basado en el mismo que el de la


Escuela Clásica, que es el contrato social. Esta escuela no es una escuela
en sí, sino la reunión de varias escuelas reunida en esta corriente. La
diferencia entre la escuela Clásica y Positiva está en que estas tenían una
serie de normas que si no estabas de acuerdo con una, rompías todas las
demás. Era un esquema casi perfecto y el objetivo de la escuela Ecléctica
era la de romper con esas reglas o esquemas monolíticos y crear algo
diferente.

El presupuesto operante de esta es la igualdad material y como en la


Escuela clásica, radica su responsabilidad en lo individual, pero le agrega
47

el concepto de situación, referente al medio físico y social. Como


consecuencia de la introducción del concepto situación en la
Pá gina

responsabilidad individual, la escuela ecléctica logra la atención punitiva


por razones subjetivas, y conserva, dicha disminución por razones
objetivas.

La integración entre derecho penal y criminología requiere entre todo una


gran madurez en ambas disciplinas., se recalca sobre la madurez de estas
ciencias, porque el derecho penal en aquella época estaba falto de
madurez y la criminología empezaba sus primeros pasos.

ESCUELA SOCIAL

Esta apoyada por el filosofo DURKHEIM, esta escuela no tiene su


fundamento en el contrato sino en la dialéctica. Esta escuela tiene
antecedentes en la Lyon, en especial en Lacassagne, en la cartográfica y en
la de intersicologia con Tarde. Son famosas las sentencias lapidarias de
Lacassagne: "Las sociedades tienen los criminales que se merecen y el
medio social es el caldo del cultivo de la criminalidad mientras que el
microbio es el criminal".

Para la escuela social, el presupuesto operante es el de la desigualdad


material y la división del trabajo, y no el de la igualdad del contrato.
La responsabilidad penal es individual, pero requiere una depuración de
las fuerzas sociales.

Su sistema jurídico busca ante todo una justicia social y tiene un criterio
político que busca la comprensión y mejoras sociales. Tratándose del
delincuente, la escuela social realiza los estudios de estos bajo un enfoque
sociológico, la patología se desplaza del campo individual al social. Esta
escuela introduce el estudio de la motivación en el delincuente y hace la
medición punitiva con base en factores objetivos y subjetivos., desde
luego la lista de factores subjetivos la amplia, y a mas de esto, no solo
reconoce la atenuación punitiva derivada de ambas factores sino que llega
también a admitir la exclusión de responsabilidad. La escuela social fue la
primera en hacer la distinción entre lo patológico y lo no patológico, con
énfasis en lo no patológico.
48

La clasificación de delito y delincuente, Esta escuela nos dice que es


Pá gina

normal, quedando a salvo la anormalidad biológica y sicología del


delincuente. Tiene una interpretación legal sicosociojurídica. Esta escuela
permite un fuerte avance de la criminología, y con el favorece la
maduración de la misma hacia una ulterior integración, todavía
inexistente, con el derecho penal.

El mérito principal de la escuela social radica en introducir el concepto de


"función social del derecho”, en el cual, la ley aparece como el mejor
mecanismo para lograr una justa composición y un equitativo desarrollo
de la sociedad. Este concepto de función social a su vez introdujo cambios
de la mayor importancia en el derecho privado y en el derecho público,
por ejemplo, con las figuras del abuso del derecho y de la expropiación,
respectivamente y dio comienzo a la eliminación de la arraigada
separación tajante entre lo privado y lo público, división sobre la cual se
basan todos los sistemas jurídicos.

ESCUELA ANOMMICA

Su fundamento teórico está basado en la anomia, situación en la cual el


desarrollo social desborda al control institucional. El presupuesto
operandi está fundamentado en la desigualdad material y una mayor
división del trabajo. Sigue la responsabilidad en el campo individual pero
aparece la tendencia a socializarla.

La finalidad del sistema jurídico está basada en el hallazgo del nivel


natural en la meritocrasia. El enfoque es sociológico y se dirige a la
contracultura, pero no a la cultura. Solo el proletario aparece
representado en las estadísticas de criminalidad. Desde luego la escuela
anómica no hace caso omiso de la motivación en el delincuente, pero, en
verdad, tampoco hace de este aspecto su principal punto de meditación,
puesto que la motivación importante no está en el individuo sino en la
sociedad.

Al centrar el foco eruptivo de la delincuencia en la sociedad y no en el


49

individuo, la medición punitiva en si pierde importancia pues resulta de


poca utilidad en el tratamiento de la delincuencia mantenida
Pá gina

erróneamente dentro de rigurosos esquemas individuales. Empieza otro


tipo de cuestionamiento en derredor de la facultad punitiva. El principal
aporte fue el punto víctima de las peores criticas y rechazos:
interpretación de la delincuencia proletaria, estadísticamente muy
representada en las cifras.

ESCUELA ECOLOGICA

Su fundamento teórico es el que la formación de la sociedad es orgánica y


no contractual. El presupuesto operandi está basado en la desigualdad
material y muy grande división del trabajo. Su responsabilidad deja de ser
individual y se convierte en social y grupal. El hallazgo del equilibrio bio-
psico-social es la finalidad del sistema jurídico.

El principal aporte de esta Escuela Ecológica, con sede en Chicago y


producto de las inmigraciones incontroladas de europeos, es la
interpretación de la delincuencia de la mafia.

50
Pá gina
CAPÍTULO 3

EL DELINCUENTE
 
 
Se dice cuando el derecho penal gira en torno a la ley, el delito, el
delincuente y la pena, no se puede pasar por alto al protagonista del
crimen.
 
El delincuente.- Quiroz Cuáron, decía: “No hay enfermedades sino
enfermos, igualmente no hay delitos sino delincuentes.
 
Noción del delincuente.- El delincuente es la persona física que lleva a
cabo una conducta delictiva, pero también la persona jurídica o moral,
puede serlo. Antiguamente existió la llamada pena de efigie, era cuando se
hacía un muñeco que ocupaba el lugar del delincuente, muñeco que era
colgado o quemado.
 
Diversas denominaciones.- Las denominaciones empleadas en el
derecho penal y procesal penal respecto al sujeto son las siguientes:

ANTES DE DICTARSE SENTENCIA SON: Acusado, Denunciado,


Indiciado, Procesado, Presunto, Responsable, Querellado, Inculpado,
Enjuiciado, Encausado.

AL DICTARSE SENTENCIA ES: Sentenciado.

DURANTE EL CUMPLIMIENTO DE LA SENTENCIA ES: Reo, Convicto,


Preso.

YA CUMPLIDA LA SENTENCIA ES: Delincuente, ex reo, liberto o


libertado (Ex convicto), tutelado.
 
TEORÍA DEL DELINCUENTE NATO
 
Según Lambroso llegó a la conclusión: de que el delincuente es el “eslabón
51

perdido” pues en la evolución de la especie, el simio se convierte en


hombre pero queda el espacio, que según él corresponde al “hombre
Pá gina

delincuente” es decir a un ser que no llegó a evolucionar adecuadamente y


que se quedó en la etapa intermedia, entre el simio y el hombre; no es
propiamente ni uno ni otro. Algunos aspectos psicológicos y
antropológicos corresponden al hombre y al mono.
 
Frecuencia del comportamiento delictivo.- No hay una regla, ya
que hay sujetos que en toda su vida cometen un delito otros cometen
varios y otros que hacen del ilícito su forma de vida.
 
Primodelincuencia.- Para aplicar la pena, el juez debe tener en cuenta
esta circunstancia.
 
Reincidencia.- Hay dos tipos de reincidencia: la genérica y la
específica.-

 La reincidencia Genérica: Se produce cuando el agente delinque por


segunda vez, al cometer un delito de naturaleza diferente a la del
primero.

 La Reincidencia Específica: Se presenta cuando el primero y el


segundo delito son de la misma naturaleza.

 
HABITUALIDAD
 
Existe la habitualidad cuando el sujeto comete dos veces más de un delito
igual. Si el reincidente en el mismo género de infracciones comete un
nuevo delito procedente de la misma pasión o inclinación viciosa, será
considerado como delincuente habitual.

La reincidencia y la habitualidad se prueban legalmente por medio de los


antecedentes judiciales y registros penales. Tanta es la importancia de
unos y de otros que todos los países que desarrollan una política criminal
eficaz los tienen organizados con acuciosa solicitud; y hasta en varios
Congresos Penales y Penitenciarios (Estocolmo, 1878; San Petesburgo,
1890; Mónaco, 1914), se ha tratado de organizar un registro internacional
al servicio de todas las naciones.

Por DELITO HABITUAL se entiende, al decir de Eusebio GOMEZ, aquel


52

constituido por diversos actos cuya comisión aislada no se juzga


Pá gina

delictuosa. MAZINI expresa que son los que exigen, como elemento
constitutivo, la reiteración habitual de hechos que, considerados en forma
aislada, no serían delictuosos. De lo anterior inferimos que en EL DELITO
HABITUAL EXISTE UNA PLURALIDAD DE HECHOS QUE SOLO EN
forma conjunta integran un delito. Excelente la definición dada por
PORTE PETIT al decir: “Existe un solo delito habitual cuando el elemento
objetivo está formado de varios actos habituales de la misma especie y que
no constituyen delitos por sí mismos”. De ahí se saca que como elementos
de delito habitual son los siguientes: a) Una acción formada por una
repetición habitual de varios actos; b) cada uno de los actos realizados no
constituyen un delito; y d) la suma de todos los actos son los que
constituyen un delito.
 
Ocasionalidad.- Es cuando el sujeto comete un delito en función de
haberse presentado la Ocasión.
 
Delincuencia profesional.- Es un personal que requiere de una
capacidad intelectual superior a la común; además de toda una
organización para ser un Delincuente Profesional.
 

IDENTIFICACIÓN DEL DELINCUENTE


 
Fundamentalmente hay varios sistemas de identificación, los cuales a
continuación son:

EL DACTILOSCOPIO: Es mediante el examen de las impresiones


dactilares se puede identificar un sujeto.

ANTROPOMÉTRICO: Consiste en una serie de medidas, proporciones y


características del cuerpo humano que sirven para distinguir a las
personas y lograr su identificación.

EL RETRATO HABLADO: Es cuando la víctima o testigo aporta los datos


o características del delincuente mientras que un dibujante especializado
en este ramo realiza la descripción gráfica, conforme a los datos
aportados.

LA QUÍMICA Y BIOLOGÍA FORENSE: Esta se desarrolla mediante el


análisis de sangre, semen, cabello, ropas y diversas sustancias orgánicas e
53

inorgánicas, etc., para poder identificar a un sujeto.


Pá gina
CONCURSO DE PERSONAS: Igual que un delito, se puede presentar el
concurso, respecto a las personas también ocurre el fenómeno de la
concurrencia, esto es, la reunión de dos o más personas como sujetos
activos del delito.
 
DELITO PLURISUBJETIVO: Es aquel en el que la propia norma exige la
concurrencia o participación de dos o más sujetos, en la ejecución de un
delito sin que lo exija la norma.

La participación ha sido tratada por diversas teorías, a fin de explicar su


naturaleza, las cuales a continuación relaciono:

 La Teoría de la Casualidad.
 La Teoría de la Accesoriedad.
 La Teoría de la Autonomía.

La Teoría más adecuada es la de casualidad y se debe hacer un análisis


profundo de cada elemento del delito, considerando los objetivos y los
subjetivos. En la participación existen varios grados según la forma y
medida en que participan cada sujeto:

La AUTORÍA. Es la persona física que realiza la conducta típica y puede


ser material o intelectual.

EL AUTOR MATERIAL. Es quien de manera directa y material ejercita la


conducta.

EL AUTOR INTELECTUAL. Es quien anímicamente dirige y planea el


delito.

LA COAUTORÍA. Es cuando intervienen dos o más sujetos en la comisión


del delito.

LA COMPLICIDAD. Es cuando las personas ayudan de manera indirecta a


otras a ejecutar un delito.

LA AUTORÍA MEDIATA. Es cuando un sujeto se vale de un inimputable


para cometer un delito.
54
Pá gina

LA INSTIGACIÓN. Consiste en determinar a otra persona a cometer el


delito.
LA PROVOCACIÓN O DETERMINACIÓN. Consiste en utilizar y
aprovechar la idea que otra persona tiene, propiciando el reforzamiento
para que lo cometa.

EL MANDATO. Consiste en ordenar a otros para que cometan el delito.

LA ORDEN. Es una especie de mandato, en el que el superior ordena al


inferior la realización de un delito en abuso de autoridad.

LA COACCIÓN. Es cuando se ordena hacer un delito pero con amenaza al


sujeto.

EL CONSEJO. Se instiga a alguien para cometer un delito en beneficio del


instigador.

LA ASOCIACIÓN. Es un convenio que celebran varios sujetos para


cometer un delito con beneficio a todos.
 
ENCUBRIMIENTO. Es cuando no hay participación en el delito, sino que
se ayuda posteriormente al delincuente para evitar la acción de la Justicia.
Hay tres diferentes situaciones las cuales a continuación se detallan:

EL ENCUBRIMIENTO DE OTRO DELITO. Este consiste en la ayuda


posterior a la ejecución del delito que se da al delincuente, previa promesa
de hacerlo. Aquí se ayuda en el delito cometido.

EL ENCUBRIMIENTO COMO DELITO AUTÓNOMO. Contempla el del


delito de encubrimiento, que abarca varias hipótesis y también considera
como se mencionó en la parte relativa, varios casos de excusas
absolutorias.

LA COMISIÓN DE UN DELITO DISTINTO DEL CONVENIO. Es cuando


los delincuentes están de acuerdo de (robar) y algunos de los
participantes cambian de opinión y (viola) todos serán responsables del
segundo delito, aunque no hayan tenido nada que ver en la violación.
 
ASOCIACIÓN DELICTUOSA. La Asociación Delictuosa se integra por un
grupo o banda de tres o más personas que se organizan para delinquir
55

 
Pá gina
PANDILLA. Es la reunión habitual ocasional o transitoria de tres o más
personas que, sin estar organizadas con propósito de cometer delitos,
cometen en común algo. 

MUCHEDUMBRE DELINCUENTE. Es la reunión de individuos en forma


desorganizada y transitoria que, en ciertas condiciones, cometen algún
delito.

Mientras la asociación delictuosa se caracteriza por su reflexiva


organización para ciertos fines delictuosos, las muchedumbres
delincuentes actúan espontáneamente, carecen de organización y se
integran de modo heterogéneo y tumultuario de que forman parte; los
sentimientos buenos desaparecen y quedan dominados por los perversos
y antisociales; se produce un proceso de sugestión de miembro miembros,
por lo que la idea del delito termina por triunfar; de aquí que los
participes, según Sighele, ya que han sido inducidos a cometer el delito en
circunstancias excepcionales, deben ser estimados como menos temibles
que el delincuente aislado o asociado.
 
SECTA CRIMINAL. Es una especie de muchedumbre delincuente,
además de una forma crónica de actuar para lograr el fin que ellos
persiguen, por ejemplo; Las Sectas Narco satánicas.
 

56
Pá gina
CAPÍTULO 4

TEORÍA DE LA PENA

INTRODUCCIÓN

La imposición de las penas y medidas de seguridad durante la larga


trayectoria de la vida humana, ha tenido diversidad de aplicaciones, en los
tiempos primitivos se imponían con tanta barbarie, recordemos que esta
se inicia con la venganza privada, después la ley del Talión,
posteriormente en el periodo humanitario, encontramos que se trata de
eliminar a la dureza de la pena, tratando de hacer un estudio del
delincuente para saber el porqué del crimen y de esta forma llevarlo a su
readaptación.

Ahora bien no basta con tener un estudio pormenorizado sobre las


circunstancias que llevaron al sujeto a delinquir también es
preponderante que el juzgador haga una justa y adecuada valoración de
las pruebas, al momento de individualizar la pena, para que la medida de
seguridad o pena que se imponga sea la más acorde al caso concreto.
No pueden existir penas indeterminadas toda vez que el juez, debe de
precisar la duración de la misma. La pena tiene diversas características
que permiten a la sociedad vivir en armonía, segregando a los
delincuentes en penitenciarias y reformatorios.

Las penas y medidas de seguridad se extinguen con el transcurso del


tiempo, es decir cesa el ejercicio de la acción penal o la potestad de
ejecutar las penas y medidas de seguridad. La readaptación del
delincuente es sin duda, la finalidad última de la aplicación de la norma,
para que el delincuente, pueda reincorporarse de nueva cuenta a la
sociedad.
57
Pá gina
OBJETIVO
 

 Entender la diferencia que existe entre las penas y las medidas de


seguridad, debiendo precisar cuáles son unas y las otras.
 Precisar cuáles son las características, fines de la pena y como se
clasifican.
 Diferenciar la libertad preparatoria de la libertad condicional.
 Aprender cuales son las consideraciones que el juzgador debe observar
para individualizar la pena.
 Estudiar cómo se puede extinguir el ejercicio de la acción penal o
persecutoria.
 Entender que es la prescripción.
 Diferenciar entre penas determinadas y las indeterminadas.
 Ser sabedor de la finalidad de la readaptación social.

LA PENA
 

La pena es la consecuencia última de todo delito. A este respecto es


necesario hacer la aclaración que existen excepciones, en virtud de que en
algunos casos, cuando se ha cometido una conducta delictiva y los delitos
son de querella o a petición de parte, no se llega a esta ultima
consecuencia ya que puede ser de que se extinga el ejercicio de la acción
penal con el perdón del ofendido antes de que se llegue a esta etapa
procesal.

NOCIÓN DE PENA
 

Pena es el castigo que el estado impone, con fundamento en la ley al


responsable de un delito. Para castellanos la pena es el castigo legalmente
impuesto por el estado al delincuente, para conservar el orden jurídico.
Para Villalobos la pena es un castigo impuesto por el poder público al
delincuente, con base en la ley, para mantener el orden jurídico.

ANTECEDENTES
58

 
Pá gina

Durante su evolución la pena a tenido diferentes etapas, en sus orígenes


surge como “venganza” en su transcurrir histórico adquiere diversos
caracteres y objetivos, de acuerdo a las necesidades de la sociedad y al
pensamiento de cada época.

El derecho penal surge como una necesidad de regular la conducta del


hombre en la sociedad debido a que desde sus orígenes este siempre ha
manifestado conductas que afectaban a los demás, como es el hecho de
apoderarse de los animales que eran cazados por otros, de ahí la
necesidad de regular su conducta.

Dentro de la “venganza” encontramos que el ofendido encuentra su


satisfacción mediante un acto violento.

Dividiéndose esta etapa en venganza privada, también llamada de sangre


consistente en que el agraviado se hace justicia por su propia mano
teniéndose que el afectado le causa a su agresor un daño similar o igual al
daño que se le ocasiono; esta fase se identifica como la ley del Talión (ojo
por ojo y diente por diente).

La venganza familiar, en este periodo un familiar del afectado le causa al


activo un daño como un acto de justicia.

La venganza divina, es la organización teocrática, todos los problemas se


proyectan a una divinidad, de tal modo que encontramos los rituales y
hechiceros entrelazados, quienes imponen el castigo son los
representantes de los dioses.

Venganza pública, aun cuando se trato todavía un acto de venganza, en


esta etapa ya existe la represión por medios públicos implicando ya la
distinción de delitos públicos y delitos privados, según lesionaran los
intereses de particulares o de la colectividad; los tribunales juzgan en
nombre de la colectividad y para salvaguardarla imponen penas cada vez
más crueles e inhumanas; en esta etapa los jueces tenían facultades para
incriminar hechos no previstos por la ley como delitos, es por ello que este
tipo de justicia represiva estuvo al servicio de los tiranos.

Posteriormente encontramos a la etapa humanitaria, en ella se trata de


eliminar la dureza del castigo, surgen grandes pensadores como lo son
César Beccaria y John Howard el primero de los mencionados da una
59

nueva concepción de la actividad represiva y el segundo representa la base


Pá gina

de los nuevos sistemas penitenciarios ya que describe con objetividad el


horroroso estado de las prisiones de Europa.
Etapa científica, en esta etapa es importante saber el porqué del crimen,
debiéndose saber cual el tratamiento adecuado para readaptar el sujeto, la
pena debe ser completada con un tratamiento de readaptación en los que
se adquieran los hábitos de disciplina, trabajo y moralidad.

En la antigüedad era importante el castigo, con la finalidad de reprimir,


eliminando al delincuente y que esto sirviera de escarmiento para los
demás. Mientras más severa y cruel fuera la pena se pensaba que esta era
más eficaz. La pena mayor que a aplicar era la pena de muerte, ya que
eliminaba al delincuente teniéndose como resultado que este ya no
volvería a delinquir.

FUNCIÓN DE LA PENA

Justificación

En un primer término y en sentido amplio habría que considerar a la pena


como un mal. Este sufrimiento inflingido ha llevado a juristas y filósofos a
encontrar una justificación moral. La presentación que aquí hacemos
adentra al tema a partir de las discusiones sobre su justificación moral y
las consideraciones propiciadas por los grandes filósofos como Kant y
Hegel. La lectura inicia con la valoración moral del Derecho. Sin
embargo, nuestro tema pretende alcanzar el debate contemporáneo sobre
la función que debe cumplir la pena en las sociedades actuales que reviven
el cuestionamiento hacia el Derecho como forma de convivencia. Para este
objetivo nos acercamos a las teorías alemanas del delito bajo la
concepción de Gunther Jakobs y su discípulo Heiko H. Lesch. La ayuda
que ofrece Santiago Mir en su obra “Función de la Pena y Teoría del
Delito en el Estado Social y Democrático de Derecho” resulta
esclarecedora ya que analiza la pena en función del tipo de Estado en la
cual se desarrolla. La guía del profesor Enrique Peñaranda a través de su
obra citada es imprescindible para darle un cauce a este complejo
problema, principalmente en su estudio sobre la influencia del
funcionalismo en la teoría de la pena.
60
Pá gina
EL FUNDAMENTO DE LA PENA EN LAS TEORIAS
MODERNAS

El fundamento de la pena ha sido una tema tratada no solo por juristas,


sino también por filosofos, psicólogos, sociólogos. Los varios puntos de
vista se han agrupados en las teorias de la pena.

1. LAS TEORIAS ABSOLUTAS

Para la concepción moral utilitarista la pena no se justifica moralmente


por el hecho de que quien la recibe haya hecho algo malo en el pasado,
sino para promover la felicidad general, haciendo que mediante las
distintas funciones de la pena (desanimar a otros y al propio penado a
volver a delinquir, incapacitar físicamente a éste para hacerlo, reeducarlo,
etc.), en el futuro se cometa menos delitos, lo que constituye un beneficio
social que puede compensar el sufrimiento implícito en la pena. De
manera opuesta Kant no ve en la pena justificación como medio para
minimizar los males sociales futuros, sino como respuesta a un mal
pasado. Afirma que:

“La pena jurídica... no puede nunca aplicarse como un simple medio de


procurar otro bien, ni aun en beneficio del culpable por la sola razón de
que ha delinquido; porque jamás un hombre puede ser tomado por
instrumento de los designios de otros ni ser contado en el número de las
cosas como objeto de Derecho real...”

Recordemos que para Kant “El hombre no es una cosa, y por tanto no es
algo que pueda ser usado como mero instrumento, sino que tiene que ser
tenido en todas sus acciones siempre como fin en sí mismo”. Para Kant la
pena no podía servir a la protección de la sociedad ni, por tanto, a la
prevención de delitos, porque ello supondría que se castiga al delincuente
en beneficio de la sociedad, lo que encerraría una instrumentalización del
individuo. Esta concepción Kantiana es tildada de “absolutista” en cuanta
exigencia absoluta de la justicia. Lesch la situaría dentro de las teorías
absolutas en la llamada teoría de la retribución, las cuales asignan a la
pena su sentido fuera del campo de la realidad social. La pena, no es otra
cosa que el restablecimiento del orden, un orden extraestatal, metafísico,
el resultado racionalmente necesario a la transgresión de la ley. Se
61

descarta una función preventiva dado que la acción ya ha tenido lugar.


Contiene pues una función atendiendo al estado jurídico ideal, en tanto el
Pá gina

injusto daña este estado en su exactitud ideal y con ello marca en


definitiva la perturbación que ha de ser eliminada mediante la pena. En
Hegel se define la pena como réplica, como reacción ante lo sucedido. “La
negación de la negación”. El Derecho efectivo es la superación de esa
lesión. Hay que “mostrar expresamente que el delito no tiene vigencia”.
Conforme a esto Hegel justifica la imposición de la pena en el
consentimiento que el autor del delito ha expresado al declarar con su
acción la imposición de su ley particular. Cuando el delincuente por
ejemplo mata, “declara como general, que está permitido matar”.
Formulado de distinta manera: “El que un asesino estatuye como ley que
no hace falta respetar la vida. El declara lo general mediante su hecho;
pero con ello declara su propia sentencia”. El idealismo racionalista de los
filósofos alemanes llevó a considerar la pena en su carácter retribucionista
interesados en la confirmación de los valores ideales del hombre-razón,
desde su dignidad como ser racional autónomo, hasta la exigencia de
justicia. Esta aportación fue significativa y en conjunto con la concepción
utilitarista se incluyó bajo del Derecho Penal liberal. Nos dice Santiago
Mir Puig:

“...se atribuyó a la pena tanto una función de prevención de delitos,


como la de retribución por el mal cometido. La fundamentación del
Estado y del Derecho liberales en el contrato social, concebido como
pacto que los hombres suscriben por razones de utilidad, conducía a
asignar a la pena la función utilitarista de protección de la sociedad a
través de la prevención de delitos, cuya esencia se veía, en un principio,
en constituir un “daño social...”.

2. TEORÍAS RELATIVAS (DE LA PREVENCIÓN)

Las teorías relativas, cualquiera de ellas tienen como rasgo en común


considerar la pena como una reacción, una respuesta a algo que ya ha
sucedido; por ello, el fundamento real de la pena (la culpabilidad) reposa
en el pasado, aunque su fundamento final (aquello, que con ella se intenta
alcanzar y se logra) se encuentre referido al futuro. Fines de la pena son
pues el efecto intimidatorio (prevención general negativa), la corrección
(prevención especial positiva) así como hacer al autor inofensivo
(prevención especial negativa). El nuevo Estado social ha de intervenir de
forma activa en la vida social para la defensa ante peligros y se atribuyó a
la pena una forma de lucha contra el delito como fenómeno.
62
Pá gina

El programa de las teorías relativas se encuentra anunciado desde Platón:


“Nadie impone una pena y se dirige contra quienes han cometido un
delito porque hayan cometido un delito, a no ser que se quiera vengar de
forma poco razonable como un animal. Quien, en cambio, pretenda
penar a otro de forma razonable, no le impondrá la pena por el injusto
cometido, puesto que él no puede deshacer lo ya hecho, sino en razón del
futuro, para que no vuelva a cometer ni el mismo injusto ni otro
parecido

Las teorias relativas han conocidos dos corrientes :

 Prevención general;
 Prevención especial.

La prevención general;

Las teorias de la prevención general concibe la pena como medio de


prevenir los delitos en sociedad. El Derecho puede tener en la sociedad
dos efectos :

 Un efecto intimidatorio (la prevención general negativa);


 Un efecto integrador (la prevención general positiva).

La prevención intimidatoria concibe la sociedad como un cúmulo de


delincuentes y la pena como una amenaza para los ciudadanos. Pero el
concepto moderno de prevención general ha sido introducido por
Feurbach con su teoria de la “coacción psicológica”. Con esta teoria se
trata de inhibir determinados conductas consideradas delictivas.

La pena opera como coacción psicológica en el momento abstracto de la


incriminación legal. La ejecución de la pena debe confirmar la seriedad
de la amenaza legal. Entonce la pena no corresponde siempre a el mal
sufrido de la victima. Ella es proporcional con el mal amenazado: cuanto
más grave sea el mal amenazado, mas grave sea el efeto intimidante.

Un coriente doctrinal sostiene que la prevención general no significa


solo intimidación positiva del Derecho Penal, el respeto por la ley.
Mientras que la prevención intimidatoria se llamó tambien “prevención
negativa”, el aspecto de confirmación del Derecho Penal se denomina
63

“prevención general positiva” o “integradora”.


Pá gina
La prevención general positiva debe ser entendido como una forma de
limitar el efecto puramente intimidatorio de la prevención general. La
teoria de la prevención general es criticable desde el punto de vista
empirico porque no se ha demonstrado que puede pevenir el delito por
el temor que puede infundir la pena.

Tambien es criticable porque es incompatible con la dignidad de la


persona. No es ético castigar a una persona por la que puedan hacer los
demas, utilizarla como ejemplo para los demas. La persona no es un
medio para lograr un fin. La persona es un fin en si misma.

La prevención especial;

A diferencia de la pevención general que usa como sujeto la colectividad,


la prevención especial tiende a prevenir los delitos de una persona
determinada. Por eso, la prevención especial opera en el momento de la
ejecución de la pena y no de la conminación legal como la prevención
especial.

El fundamento de la pena es evitar que el delincuente vuelva a delinquir


en el futuro. Las principales tendencias en la prevención especial ha
sido:

 La Escuela positiva en Italia;


 La Escuela de von Liszt en Alemania.

En Italia, la Escuela Positiva ha cambiado la imagen promovida en el


sistema del Derecho Penal y Criminologia porque ha puesto en el centro
de atención al delincuente. Su principales representantes Lombroso,
Ferri y Garofalo han echo un estudio completo del delito como un hecho
natural y social y han conclusionado que el delincuente es como un
enfermo o inadaptado social, que no tiene libero arbitre.

Porque el delincuente no tiene responsabilidad, la pena es ineficaz,


razón para que ella debe ser recambiada con las medidas de seguridad.

En Alemania la Escuela Sociológica conducida de Franz von Liszt ha


establecido que la finalidad de la pena debe investigarse en función de
64

las distintas categorias de delincuentes y no de manera uniforme para


Pá gina

cualquier autor.
Von Liszt en su “Programa de Marburgo” ha echo un programa politico-
criminal:

 Para el delincuente de ocasión la pena constituye un


“recordatorio” que le inhiba ulteriores delitos;

 Frente al delincuente no ocasional pero corigible debe perseguirse


la corrección y resocialización por medio de una adecuada
ejecucion de la pena;

 Para el delincuente habitual incorregible la pena puede ser


perpetua.

La dirección iniciada por van Liszt ha sido continuada en Italia por


Filippo Gramatica que propone la substitución de Derecho Penal con la
“defensa social” y con linea mas moderado de Marc Ancel “La defénse
sociale nouvelle”.

Pero un grande eso ha tenido la teoria de van Liszt en los años sesenta
de este sieglo en Alemania en que se vivio “retorno a von Liszt” y
cuando han aparecindo una serie de institucionés que permiten
substituir la pena en delitos pocos graves cuando la permiten las
condiciones del delincuente – por ejemplo: la condena condicional, la
libertad condicional, etc.

Pero las teorias de prevención especial que paracen a una vista que han
encontrado soluciones muy buenas para los delincuentes no explican
tampoco el fundamento de la pena. La prevención especial no puede
justificar por si sola el recurso a la pena:

1. En algunas situaciones la pena no seria necesaria para la


prevención especial porque los delincuentes primarios y
ocasionales no manifestan peligro de volver a delinquir – por
ejemplo los delitos cometidos con culpa;

2. En otros casos no se puede resocializar usando la pena porque el


delincuente habitual no puede a veces ser resocializado;
65

3. En otros casos la resocialización puede no resultar licita – por


Pá gina

ejemplo los delincuentes por convicción politicos, terroristas, con


quien no se debe intentar persuasión por la fuerza de un
tratamiento porque en un Estado democratico la resocialización
no debe ser obtenida contra la voluntad del delincuente.

3. TEORÍAS MIXTAS (DE LA UNIÓN)

Se presenta con la pretensión de aunar los aspectos acertados de las


diferentes teorías de la pena en una concepción superadora. Los fines de
la pena son pues los diferentes aspectos de la prevención general y
especial. Sin embargo de ello mismo deviene su inconsistencia. Lesch
observa que “...no se resuelven satisfactoriamente las contradicciones
entre los fines de la pena preventivos y el principio de culpabilidad...”.

Para autores como Roxin, se remienda una teoría de la unión mediante el


principio de culpabilidad como factor limitador, propio de las teorías de la
retribución. En especial no se resuelven las contradicciones entre los fines
de la pena preventivos y el principio de culpabilidad.

La segunda dirección de las teorías mixtas es la utilidad pero a diferencia


de las teorías preventivas, se busca soluciones con razones utilitaristas
pero que no sean injustas. Porque la utilidad es el fundamento de la pena
solo es legitima la pena que opere preventivamente.

El autor alemán Roxin ha propuesto una concepción “dialéctica” (teoría


dialéctica de la unión) en la medida en que acentúa la oposición de los
diferentes puntos de vista y trata de alcanzar una síntesis. En el momento
de la amenaza el fin de la pena es la protección de los bienes jurídicos. En
la aplicación (individualización judicial) la pena no sirve para prevención
general, sino para confirmar la seriedad de la amenaza legal, pero sin
sobrepasar la culpabilidad del autor. En el momento de la ejecución, la
pena sirve para la resocialización del delincuente como forma de
prevención especial.

4. LAS TEORÍAS FUNCIONALES

Hablar del funcionalismo podría remontarse desde los sistemas


66

teleológicos inspirados en el neokantismo y, abarcando un espectro


Pá gina

amplio, en el pensamiento penal de la ilustración hasta Jakobs y su


“funcionalismo normativista” hasta la escuela de Frankfurt. Jakobs
autocalifica su concepción de funcionalista ya que en ella la prestación del
Derecho consiste en garantizar la identidad normativa, la constitución
misma de la sociedad. Siguiendo al profesor Enrique Peñaranda, nos dice
que en Jakobs el elemento central de la concepción funcionalista es la
función que se atribuye a la pena. Jakobs sostiene que el Derecho penal
encuentra su fundamento en su necesidad para garantizar la vigencia de
las expectativas normativas esenciales frente a aquellas conductas que
expresan una máxima de comportamiento incompatible con la norma
correspondiente y ponen a ésta, por tanto, en cuestión como modelo
general de orientación en el contrato social. Podríamos suscribir la
concepción de Jakobs en la prevención general que este autor caracteriza
como “prevención general a través del ejercicio en el reconocimiento de la
norma”.

Ya que no se trata de una concepción basada en la intimidación la


calificamos de prevención general positiva. De esta manera la pena sirve
para:

 Confirmar la confianza en la vigencia de las normas pese a su


ocasional infracción (“ejercicio de confianza en la norma”;

 La pena se orienta al “ejercicio de la fidelidad del Derecho” que es el


aprendizaje de no aceptar los comportamientos contrarios a las
normas dadas sus consecuencias desfavorables;

 Mediante la imposición de la pena se aprende la conexión existente


entre la conducta que infringe la norma y la obligación de soportar
sus costes, sus consecuencias penales (“ejercicio en la aceptación de
las consecuencias”)

Este planteamiento de Jakobs mantiene una primacía de la primera


característica sobre las otras dos. Esto se explica por que rechaza una
concepción de la pena fundada en un modelo de orientación de la
conducta, antes, sostiene un modelo institucional de establecimiento y
estabilización en una sociedad vista como redes con capacidades
comunicativas. “...la pena no se dirige principalmente a influir sobre los
potenciales autores de futuras infracciones, sino que tiene más bien por
destinatarios a todos los ciudadanos para confirmar en ellos la vigencia de
67

la norma infringida...” Sin embargo, acepta que la pena conlleva además


Pá gina

otros efectos: “...ciertamente puede que se vinculen a la pena ciertas


esperanzas de que se produzcan consecuencias de psicología social o
individual de muy variadas características como, por ejemplo, la
esperanza de que se mantenga o fortalezca la fidelidad al ordenamiento
jurídico. Pero la pena significa ya algo con independencia de estas
consecuencias: significa una autoconformación de la sociedad...”.

Heiko Lesch, discípulo de Jakobs, dentro de esta línea funcional asigna un


carácter retributivo a la pena en lugar de prevención general positiva:

“...en efecto, no se trata aquí de fines preventivos, esto es, no se


trata de la evitación futura de determinadas formas de
comportamiento. Se trata por el contrario de una teoría funcional
retributiva y compensadora de la culpabilidad, que supera la oposición
entre la fundamentación absoluta y la relativa, en donde el fundamento
y fin de la pena se unifican y adquieren no sólo una dimensión
dialéctico-hegeliana, sino también práctico-utilitarista. Es absoluta, por
que se pena “quia peccatum es” y no “ne peccetur” Es relativa, porque
esa punición no es “absoluta ab effectu” no es fin en sí misma, sino que
tiene una función, a saber, el mantenimiento de las condiciones
fundamentales de la coexistencia social, de la identidad normativa de la
sociedad. Esto es lo único que respeta el principio de culpabilidad: el
autor responde sólo por su culpabilidad. Esta culpabilidad se encuentra
en la perturbación del orden...”

Para Jakobs el fundamento de la pena reside en la necesidad social de


impedir que el hecho contrario a la norma pueda ser entendido como
máxima alternativa de conducta hacia el futuro. En particular, bajo esta
concepción la pena no previene la comisión de delitos. Lo que prevendría
es que estos se dejen de concebir como tales en el futuro. Más aún: “la
sanción no tiene un fin, sino que es en sí misma la obtención de un fin, la
constatación de la realidad inmodificada de la sociedad”.

El pensamiento de Jakobs se salvaría de la trágica imputación que se hace


a la prevención positiva que infringe la neutralidad moral por parte del
Derecho y que no respeta la autonomía personal. Para el esta no sería la
función a cumplir por parte de la norma.

La concepción de Jakobs guarda parentesco con la exposición de


Francesco Carrara, de la scuola clásica italiana, según el propio autor lo
68

expresa, nos dice Carrara sobre el delito que: “...más allá del daño
Pá gina

material que pueda ocasionar a un individuo particular, provoca un daño


de otra naturaleza, “un daño mediato o reflejo” sobre el orden externo de
la sociedad, que explica el “carácter político” esto es, público, de todos los
delitos, y legitima con ello la intervención del Derecho penal. Ese daño
intelectual consiste en que “por una ofensa causada a la seguridad de uno
solo, todos los demás sufran por la disminución de la confianza en la
propia seguridad”. La función de la pena sería, pues, reparar no aquel
daño material, sino éste intelectual, restaurando el orden conmovido por
el delito (la vigencia de la norma, se dice ahora). La pena por tanto se
dirige a actuar más sobre los otros que sobre el culpable del delito...”.

A continuación intentaremos en la medida de lo posible, que sin embargo


no es mucha, hacer una crítica general con más planteamientos que
respuestas.

CONCLUSIONES

La pena desde cualquiera de sus planteamientos resulta un mal. Por más


que se quiera “humanizar” y justificar, la privación de la libertad hacía
seres iguales que nosotros termina por hundir cualquier construcción
teórica. Sin embargo, mientras suceda como fenómeno eso que
caracterizamos como delito y el Derecho sea el árbitro social, el intento de
hacer que funcione la pena nos puede conducir a un estado más deseable
que si no lo hubiera. Quizá lo más palpable y donde reside nuestra
impotencia es el hecho que la pena jamás podrá prevenir los delitos. La
pena no tiene retrospectivamente un papel de salvaguarda, de ahí el giro
en la consideración de que es un bien tutelado por el Derecho. Como
señala Lesch: “...Esperar que se produzca un hecho es verdaderamente
un mal comienzo desde el punto de vista preventivo...”

La violación al Derecho y el desprecio por las normas de convivencia en


nuestras sociedades no escapa por tratarse de sociedades con mayor nivel
de progreso económico, así la violencia doméstica amenaza con no parar,
y la inseguridad por la propia vida sigue estando a estas alturas de la
historia en gran escala en la mayoría de los países del mundo, ya sea por
muerte violenta o por la insuficiencia alimentaría. El delito y la pena se
han convertido en un escaparate de combate. Como hemos señalado,
“...es el sufrimiento implícito en la pena lo que ha movido a filósofos y
juristas a buscar una justificación moral de ella que sea suficientemente
69

convincente...” El retribucionismo ha fallado en su “hipotética necesidad


Pá gina

ético-jurídica”. Ofrece una concepción limitada tal como señala Mir:


“...una concepción puramente retributiva podría negar que las normas
penales tuviesen frente a los ciudadanos otra función que la meramente
sancionadora y de realización de la justicia...”. Sin embargo la función
que desarrollan las teorías preventivas no se salvan de la
instrumentalización de las personas. La prevención general negativa
adolece teóricamente: “...si de lo que se trata es de eliminar los estímulos
hacía el delito, el mal tiene que ser de mayor entidad que la ventaja que se
obtenga con el hecho; esto es, empero, independientemente de los daños
sociales que ha causado el hecho. Por ello puede surgir una gran
desproporción entre el daño social y el quantum de la pena...”. La
prevención general positiva en su enfoque de autor “...mediante la
punición ejemplarizante para el mantenimiento de la confianza en la
norma de otras personas no es tratado como sujeto, sino como objeto de
un interés definido heterónomamente, como un simple “instrumento de
un mecanismo de motivación...” Lo mismo sucede con la prevención
especial. Como nos dice Lesch en palabras contundentes “...una
concepción de resocialización que sea consecuente no puede ser seguida
como teoría de la pena, sino que, antes bien, en el fondo conduce a la
abolición del Derecho penal y su sustitución por un sistema de medidas
terapéuticas – que si se lleva a cabo consecuentemente resultaría de
tendencia totalitarista --. No por casualidad se plantean críticas al
Derecho penal precisamente desde perspectivas resocializadoras. La
teoría de la “pena” de la prevención especial positiva es pues una especie
de caballo de Troya del Derecho penal...”

Sin embargo Lesch, en su teoría retribucionista funcional, me


parece que es bastante hipotético. Su posición es neocontractualista. Tal
como Hegel, justifica la intervención estatal ya que el mismo autor del
hecho ha aceptado la pena previamente, “lo mismo que él ha hecho, le
debe suceder a él...es su voluntad, su ley” Sobretodo esta concepción
resulta bastante irreal en sociedades donde es insuficientemente
legitimada la pena. Señala Zarffaroni que el “...retribucionismo no
enfrenta la crisis de legitimidad del sistema penal, sino que la soslaya sin
resolverla” y cita de ello a Hart “... para quien la pena se legitima en
función de dos principios: el de igualdad y el de libertad...el “principio de
libertad”, por su parte, implica que quien elige violar el Derecho ya
cuenta con la pena en su cálculo, de modo que al elegir la violación del
Derecho ya está eligiendo la pena...” Nos muestra su escepticismo al
considerar que aquel contractualismo no explica “...cuál es la razón por
70

la cual debe retribuírsele en lugar de compelerlo a reparar el daño


Pá gina

material y moral que ha causado, que sería una manera más efectiva de
resolver el conflicto que genera la violación del Derecho,
particularmente porque tomaría en cuenta el interés de la persona
directamente afectada...”

Consideramos pues la pena como un mecanismo complejo. Teóricamente


parece imposible superar las inconsistencias que esto supone. Sin
embargo la capacidad comunicativa atribuida a la pena resulta ser
primordial en las sociedades modernas. Es importante en la función de la
pena resaltar la capacidad de aseguramiento de las expectativas. Cumplir
el Derecho toda vez que se está cumpliendo por el resto de la sociedad nos
suministra mayores razones para su cumplimiento. Al producirse un fallo
en la alteración de la normas debe ser correspondido con un medio que
supere ese quebrantamiento. La pena aquí cumple su cometido. Quizá
albergar menos esperanzas en el Derecho penal -como lo ha mencionado
en clase el profesor Peñaranda - sea la principal aportación de esta
caracterización. Resulta preciso aclarar que la pena también adquiere un
papel de dirección de conductas aunque en un plano secundario. Toda vez
que ninguna sociedad es suicida, es necesario mantener una serie de
mandatos prohibitivos que de no existir desbordarían el sistema social. El
Derecho protege al que espera cierto comportamiento del otro.

Una vez aplicada la pena que garantiza la vigencia de las normas, se han
de asignar consecuencias negativas a su infractor como motivo
complementario para su cumplimiento. Parece imposible rechazar la
crítica sobre la instrumentalización de la persona. El tipo de prevención
general que aquí se presenta no se salva de ello. Sin embargo, parece
superable esta crítica si el mandato constitucional de “re”educación y
“re”inserción van aparejados de una disposición voluntaria y conciente
del propio autor del hecho delictivo. El estado social democrático debe
ofrecer esta oportunidad, nunca imponerla.

Por desgracia en la actualidad el problema del terrorismo ha conducido a


planteamientos insospechados y la reinserción aparece como una falla
inminente del sistema jurídico. Esto me parece ser parte del retorno a la
inocuización. Al uso del concepto de “Derecho Penal del enemigo”: “...un
Derecho penal que trata a los infractores en alguna medida no como
ciudadanos, es decir, como sujetos que no han respetado los mínimos de
convivencia condensados en las normas penales y que deben ser
desautorizados mediante la pena, sino como enemigos, como meras
71

fuentes de peligro que deben ser neutralizadas del modo que sea, cueste
Pá gina

lo que cueste. Mediante este tipo de normas – ya existentes en el


ordenamiento jurídico actual (señala Manuel Cancio citando a Jakobs)
– el “Estado no habla con sus ciudadanos, sino amenaza a sus
enemigos...” Ojalá y esto pase a la excepcionalidad, sin embargo merece
un tratamiento serio en consideraciones y por su excepcionalidad no deja
de ser trascendente.

Lo que aquí queremos concluir es que las razones de la obediencia deben


dejarse al arbitrio de cada uno. Sin que esto se traduzca en dejar de
recurrir a la fuerza o amenaza para garantizar un mínimo de obediencia
del Derecho. La pena otorga razones para desistir de la realización del
hecho penal apoyadas también sobre razones prudenciales. Para llegar a
ello, es necesario la no caracterización al delincuente como ser ajeno, el
“otro”, el que “delinque”. Más bien parece ser necesaria la conciencia de
que nadie es ajeno a la tragedia. Es importante considerar el diseño de
ciudadanos libres para regular su propia conducta. Como señala en sus
conclusiones Enrique Peñaranda, en Sobre la influencia del
funcionalismo y la teoría de sistemas en las actuales concepciones de la
pena y del concepto del delito: “...Mejor sería decir, probablemente, (...),
que la pena se dirige a los seres humanos en cuanto seres inteligibles y
sensibles a la vez, aunque con predominio de la primera de estas dos
perspectivas...”.

Quizá nuestra percepción peca de ilusa en un mundo conflictivo y


pareciera no tomar en cuenta las sociedades donde el Derecho penal
resulta ser un derecho para los pobres y donde el ser pobre te convierte en
sospechoso. Es de aceptarse que las funciones que aquí se asignan a la
pena pertenecen más a una sociedad ordenada. Como acepta el propio
Lesch “...en una sociedad insegura, decadente, que en sí misma ya no se
encuentre plenamente definida, en la que se cuestione el ordenamiento
en general, rigen otras máximas...” Si ha resultado complejo y
problemático atribuir a la o las funciones de la pena una respuesta
acabadamente satisfactoria, resulta imposible desarrollar una teoría de la
pena válida universalmente. Esto es lo que tenemos a nuestro alcance
para nuestra seguridad y en una sociedad posible.
72
Pá gina
CARACTERÍSTICAS DE LA PENA
 

La pena tiene las siguientes características:

1) INTIMIDATORIA, es decir, evitar la delincuencia por el temor de su


aplicación.

2) AFLICTIVA, la aflicción penal debe recaer especialmente sobre la


libertad, lo cual explica la gran difusión de las penas privativas y
restrictivas de la libertad en los códigos que se inspiran en este
principio.

3) EJEMPLAR, al servir de ejemplo a los demás y no solo al delincuente,


para que todos adviertan la efectividad de la amenaza estatal. Evitar la
delincuencia por el temor de su aplicación.

4) LEGAL, porque debe encontrarse establecida en la ley y aplicarse con


arreglo a sus prescripciones.

Esta legalidad se limita al dogma, “nullum crimen, nulla poena sina


lege”, de aquí de cómo dice soler, no se puede castigar un hecho no
prohibido, por su semejanza con uno prohibido; ni admitir una
agravación especifica no enumerada, por su semejanza con una
enumerada, ni imponer una pena extra legal por su analogía con otra
legal.

5) CORRECTIVA, porque debe producir en el penado la readaptación a la


vida normal, mediante los tratamientos curativos y educacionales
adecuados, impidiendo así la reincidencia.

6) JUSTA, la pena no debe ser la mayor ni la menor sino la que el caso


amerita, no debiendo ser excesiva en dureza o duración, ni menor sino
la justa.

El juez deberá tomar conocimiento directo del procesado, de la victima


u ofendido y de las circunstancias de los hechos en lo posible y en la
medida requerida para cada caso, impondrá la punición que estime
justa y procedente, dentro de los límites de punibilidad del delito.
73
Pá gina
FINES DE LA PENA
 
La pena debe servir para determinados fines:
 
A) DE CORRECCIÓN, la pena para quien se aplica debe ser para
corregirlo, es por ello que los centros penitenciarios deben de
proporcionar la readaptación de los delincuentes para que estos no
vuelvan a delinquir.

Esta finalidad en muy pocas se ocasiones se logra complementar en


virtud de que nuestros centros penitenciarios que se encuentran en la
nación en muy contadas ocasiones cuentan con el material humano y
material para readaptar a los delincuentes que en ellos se encuentran
recluidos, razón por la que cuando son liberados e incluidos de nueva
cuenta a la sociedad para su convivencia, estos vuelven en su mayoría a
delinquir.

B) DE PROTECCIÓN, porque debe encaminarse a la protección de la


sociedad, al mantener el orden social y jurídico.

Bien las leyes penales tienden a proteger a los integrantes de la


colectividad, en razón a los demás fines que lleva implícita la propia
pena, es decir si tenemos conocimiento de que al cometer un delito se
nos impondrá la pena correspondiente ello sirve para que los
integrantes de ese grupo social se intimiden ante el temor de que la
pena señalada para esa conducta o hecho se le pueda aplicar
manteniendo así el orden social, y en caso de que una de las personas
integrantes de esta colectividad sobrepasara esta esfera, realizando el
acto que la ley contempla como delito, será menester para mantener el
orden jurídico, aplicarle la pena con que se sancione el mismo.

C) DE INTIMIDACIÓN, debe cumplir una función de amenaza hacia los


demás integrantes de la sociedad, con el objetivo de que no delinquir.
Obrar no solo sobre el delincuente, sino también sobre los demás
ciudadanos pacíficos mostrándoles mediante su conminación y
ejecución, las consecuencias de la conducta delictuosa, vigorizando así
sus sentimientos de respeto a la ley y creando en los hombres el
74

sentido moral escaso, por razones de propia convivencia, motivos de


inhibición para el porvenir.
Pá gina
D) EJEMPLAR, la pena debe servir de ejemplo tanto a quien la sufre,
como a la colectividad.

CLASIFICACIÓN
 

Existen varios criterios a través de los cuales podemos clasificar a la pena:


 
1) POR SUS CONSECUENCIAS:
 
Existen varios criterios a través de los cuales podemos clasificar a la pena:

Reversible, el efecto dura el tiempo que dure la pena, después de ello el


sujeto, recobra su situación anterior, y las cosas vuelven al estado en el
cual se encontraban. En este ámbito de ideas, debemos entender que la
pena no afecta la integridad física del delincuente.

Irreversible, esto es lo contrario de lo anterior, porque su efecto impide


que las cosas vuelvan al estado en el cual se encontraban anteriormente,
aquí podemos citar la pena corporal o bien la pena de muerte.
 
2) POR SU APLICACIÓN:
 
Principal, es la que resulta del juzgador en consecuencia a una
sentencia, también se le denomina pena fundamental.

En esta consecuencia la finalidad primordial es la segregamiento del


delincuente o bien aplicarle un castigo por su acción.

Accesoria, es la que resulta a consecuencia de la directa y es necesaria


de la principal.

En esta consecuencia podemos citar como ejemplo: en un asunto en el


cual se haya condenado al activo del delito a la reparación del daño, cuyo
objetivo es la restitución de la cosa obtenida por el delito con sus frutos y
accesiones cuando fuere posible y si no fuere posible el pago del precio
correspondiente.
75

Refiramos el delito de apropiación ilícita, en donde se condena al


Pá gina

delincuente a entregar el bien inmueble del cual despojo al pasivo del


delito, o bien cuando se siguió un proceso por el delito de daño en la
propiedad y se le condena al pago de los daños que se cuantificaron en ese
asunto o proceso.

Bien, no en todos los casos se tiene la presencia de este principio ya que


mucho tiene que ver la comparecencia e interés que el ofendido tenga en
el juicio para el efecto de que acredite la reparación de daños y perjuicios
con medios probatorios idóneos, ya que la reparación de daños y
perjuicios será fijada por el juzgador de acuerdo con las pruebas
obtenidas en el procedimiento para su cuantificación, tratándose del daño
moral se considera la capacidad económica del obligado a pagarla.

Complementaria, esta viene aparejada con la pena principal y también


se encuentra contemplada en la ley.

 
3) POR LA FINALIDAD QUE PERSIGUE:
 
Correctiva, trata de readaptar al sujeto activo mediante un tratamiento.
Vemos que este es el sentido humanitario que le dan a la pena, becaria y
sobre todo Howard, al hacer su estudio sobre los centros penitenciarios de
Europa, en donde se dio cuenta del estado inhumano en que se
encontraban las prisiones en esa época.

Intimidatoria o preventiva como ya se dijo a través de la pena se


trata de que los integrantes de la sociedad no delincan al ver que por sus
actos se imponen sanciones que se encuentran previstas en la ley.
 
4) POR EL BIEN JURÍDICO QUE AFECTA:

Capital en nuestro estado este tipo de pena no se encuentra contemplada,


ya que está prohibida la imposición de la pena de muerte.

La pena de muerte no es la solución a la inmensidad de delincuencia que


existe en nuestro país, ya que en algunos en donde se ha aplicado, ha
traído como consecuencia de que la delincuencia aumente, además de que
se ha demostrado que esta no inhibe ni atemoriza a la sociedad para no
delinquir, la cual no está preparada para que se aplique tan drástica pena.
76
Pá gina

Ahora viendo del lado de los administradores de justicia estos en


ocasiones, aplican penas a personas inocentes lo que traería como
resultado que también privarían de la vida a personas de igual
circunstancia. La pena capital o pena de muerte consiste en privar de la
existencia, por razón del delito al condenado a ello por sentencia de
tribunal competente, ejecutoriada.

Desde tiempos primitivos, se aplicó ésta pena, con excesiva frecuencia y


durante la edad media cuando se aplicó con saña y ferocidad.

En el siglo XVIII surgió el movimiento abolicionista de la pena de muerte,


movimiento encabezado por Beccaria, quien contó entre sus seguidores a
Carmignani y a Carrara en Italia; a Homel en Alemania; a Sonnefels en
Australia, etc., moralistas, sociólogos, juristas, filósofos, etc., apoyaron el
movimiento abolicionista de la pena de muerte; Solovietff, Leipman,
Huberlin Sutherland, Laurent, tarde, con importantes trabajos han
contribuido a la abolición de la pena de muerte en casi todo el mundo
civilizado.

Entre los partidarios de la pena de muerte pueden mencionarse a tomas


de Aquino, Garófalo, Khal, Hoche, Dino, Cavalinuovo etc.

En general se ha impuesto el abolicionismo de la pena de muerte la que se


ha reservado para los delitos más graves en situación emergente:
espionaje y traición a la patria en tiempos de guerra.

Pecuniaria. Consiste en el pago que hace el delincuente al estado,


siendo un menoscabo en el patrimonio del sujeto activo del delito, puede
ser la multa o bien el decomiso, aunque en esta clasificación también
tenemos a la reparación del daño.

Laborales. Bien nuestra Constitución prohíbe la imposición de trabajos


forzados, como pena. Pero en el sistema penitenciario para la
readaptación del delincuente se recomienda la imposición de trabajos y
educación.

Infamantes. Nuestra Constitución también prohíbe la imposición de


este tipo de penas ya que estas consistían en la exhibición pública del
delincuente con ropajes no habituales, o bien en condiciones estrafalarias
o ridículas, penas que les causaban descrédito y deshonor, afectando la
77

dignidad de las personas.


Pá gina
Restrictivas privativas de libertad. Este tipo de penas afectan
directamente la libertad de las personas, el ejemplo por excelencia es la
pena de prisión, que consiste en la privación de la libertad física.

Esto según las reformas que entraron en vigor en el estado, haciendo un


poco de remembranza acerca de la prisión encontramos que el emperador
Constantino, establece por primera vez en la civilización nuestra, la
separación de los sexos en las prisiones, suprime todos los rigores
penitenciarios que no fueran absolutamente precisos.

Determinan las causas, que excluyen y atenúan la responsabilidad y


reglamentan la tentativa, la complicidad y la prescripción. Durante la
edad media particularmente la pena de prisión fue cruel.

INDIVIDUALIZACIÓN DE LA PENA
 

La individualización de la pena consiste en imponer y aplicar la pena


según las características y peculiaridades del sujeto, para que la pena se
ajuste al individuo y sea eficaz.

El juez al dictar una sentencia condenatoria, impondrá la punición que


estime justa y procedente, dentro de los límites de punibilidad para cada
delito y en su caso habiéndosele considerado los aumentos o reducciones
que resulten de la aplicación, de acuerdo al grado de reprochabilidad de la
conducta del sentenciado, para lo cual deberá tomar en consideración:
 
La magnitud del daño causa al bien jurídicamente tutelado o del peligro a
que hubiere sido expuesto;

Las circunstancias de tiempo, lugar, u ocasión de la comisión del delito y


las demás circunstancias especiales que determinen la gravedad del hecho
punible;

La forma y grado de responsabilidad del acusado en su caso, los motivos


determinantes de su conducta;
78

Las particulares de la víctima u ofendido;


Pá gina
La culpabilidad del sujeto y las demás condiciones especiales y personales
en que se encontraba al momento de cometer el delito, siempre y cuando
sean relevantes para determinar la posibilidad de haber ajustado su
conducta a las exigencias de la norma.
 
La cuantificación de la pena corresponde exclusivamente al juzgador,
quien goza de plena autonomía para fijar el monto que su amplio arbitrio
estime justo dentro de los máximos y mínimos señalados en la ley y sin
más limitación que la observancia de las reglas normativas de la
individualización de la pena.

La peligrosidad del sujeto activo constituye uno de los fundamentos del


arbitrio judicial en la adecuación de las sanciones, el que no solo debe
atender al daño objetivo y a la forma de su consumación, sino que deben
evaluarse también los antecedentes del acusado, pues el sentenciador, por
imperativo legal, debe individualizar los casos criminosos sujetos a su
conocimiento y con ellos las sanciones que al agente del delito deben de
ser aplicadas, cuidando que no sean el resultado de un simple análisis de
las circunstancias en que el delito se ejecuta y de un enunciado más o
menos completo de las características ostensibles del delincuente, sino la
conclusión racional resultante del examen de su personalidad en sus
diversos aspecto y sobre los móviles que lo indujeron a cometer el delito.

Sabido es que pueden concebirse tres formas de individualización de la


pena estudiadas magistralmente por Saleilles en su obra clásica: la legal,
la judicial y la administrativa. La primera hecha por la ley, la segunda por
el juez, y la tercera durante el cumplimiento de la pena por la autoridad
administrativa o ejecutora.

La individualización legal no es más que la organización de la


individualización judicial, porque fija los límites de la actuación del juez
trazando el campo de su arbitrio.

Un Código atento a la individualización de las penas es el Código penal; y


esto presupone que el juez puede escoger de la lista de las sanciones la
que estime más conveniente, siendo su sentencia indeterminada. Un
verdadero Código penal implicaría, en lugar de clasificación de delitos,
clasificación por delincuente: por dolo lucrativo, por dolo libidinoso, por
79

dolo homicida, etc.


Pá gina
INDETERMINACIÓN DE LA PENA
 
En las escuelas positivista y ecléctica se decía que era necesario que la
pena fuera indeterminada, entendida esta, como la ignorancia por parte
del delincuente a la duración que debiera tener esta. Decían que la pena
debía durar el tiempo necesario para que el delincuente se readaptara.

Siendo congruente pensar que la pena debía ser indeterminada, ya que se


debería equiparar a la medicina en la que el tratamiento debe durar el
tiempo que fuese necesario para lograr la cura del paciente.

Nuestra legislación contempla únicamente penas determinadas, ya que el


sujeto sabe desde cuando empieza a cumplirlas y cuando terminara de
hacerlo. En las sentencias condenatorias deberá precisarse las penas y las
medidas de seguridad impuestas.

La individualización judicial dice Saleilles, constituye solo un diagnóstico


y en materia de tratamiento moral, como en terapéutica, el diagnóstico
no basta, es preciso aplicar el remedio, el cual varía de acuerdo a la
persona que se aplica. Este remedio, comenta Cuello Calón, no lo aplica el
que pronuncia la pena sino el que la ejecuta; es decir la administración
penitenciaria.

Por tanto, es preciso que la ley deje suficiente iniciativa y elasticidad para
que esta pueda individualizar la aplicación de la pena a las exigencias de
cada caso. Y más adelante agrega el mismo autor “no se puede precisar
con anticipación el tiempo que un individuo tardara en reformarse, como
no puede tampoco precisarse a día fijo el tiempo que el médico tardará en
curar la enfermedad”. Aunque hablando propiamente, según observa
Saleilles, no se trata de curar una enfermedad, sino de rehacer un
temperamento.

La analogía entre enfermos y delincuentes no pasa de eso: analogía, y aun


la reclusión para fines exclusivamente médicos, casos de locos por
ejemplo, encuentra resistencia en el público, que invoca las garantías
individuales.

EJECUCIÓN DE LA PENA
80

 
Pá gina

No se ejecutará pena o medida de seguridad sino después de que la


sentencia que la imponga haya causado ejecutoria.
El Instituto Nacional Penitenciario, tendrá a su cargo la ejecución de las
penas y medidas de seguridad. Es obligación del Poder Judicial y del
Ministerio Público, vigilar y promover lo conducente, a fin de que las
sentencias sean estrictamente cumplidas, para tal efecto, gestionará ante
las autoridades administrativas correspondientes lo que legalmente
proceda.

El sistema de ejecución de penas y medidas de seguridad se organizará


sobre la base del tratamiento penitenciario, tomando como base el
trabajo, la educación y las acciones de los profesionales de tratamiento
como medios para la readaptación del delincuente y la prevención del
delito.
 
MEDIDAS DE SEGURIDAD
 
Las medidas de seguridad, intentan evitar la comisión de nuevos delitos,
en tanto que las penas llevan en sí mismas la idea de la expiación u en
forma de retribución.

No deben confundirse las medidas de seguridad con los medios de


prevención de la delincuencia: las primeras se aplican a las personas
determinadas que han cometido alguna infracción a las leyes penales, en
tanto que los medio de prevención se aplican en general.

READAPTACIÓN
 
La readaptación del delincuente es el objetivo primordial de la aplicación
de la norma. El idealismo es readaptar a los sujetos, mediante la
educación, el trabajo y la educación para el trabajo, para que una vez que
hayan dado cumplimiento a la sentencia, se reincorporen a la vida con la
sociedad después de haber estado segregados.

EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL


 
Acción penal. Es una atribución que tiene el Ministerio Público de
solicitar a la autoridad competente se aplique la norma penal al caso
concreto.
81

Extinción de la acción penal. Es el medio por el cual termina el ejercicio


Pá gina

de la acción penal.
Son causas de extinción de la acción penal y de la potestad de ejecutar
penas y medidas de seguridad las siguientes:
 
1)         Cumplimiento de la pena o medida de seguridad;
2)         Muerte del delincuente;
3)         Amnistía;
4)         Rehabilitación;
5)         Reconocimiento de la inocencia;
6)         Indulto;
7)         Extinción de las medidas de tratamiento de inimputables;
8)         Prescripción:

A) Prescripción del derecho de formular querella;


B) Prescripción de la acción penal;
C) Prescripción de la potestad de ejecutar las penas y medidas
de seguridad.

El cumplimiento de la pena o medida de seguridad impuesta, así como el


de la que sustituya o conmute, la extingue para todos sus efectos.

La muerte del delincuente extingue la acción penal y la potestad de


ejecutar penas y medidas de seguridad, excepto lo relacionado con el
decomiso, destrucción y pérdida de objetos, instrumentos y productos del
delito y la reparación de daños y perjuicios.

La amnistía extingue la acción penal y la potestad de ejecutar las penas


impuestas, a excepción del decomiso, destrucción de los objetos,
instrumentos y productos del delito y la reparación de daños y perjuicios
en los términos de la ley que la conceda. Esta se concede en caso de
delitos políticos.

La rehabilitación tiene por objeto restituir al sentenciado en el goce de sus


funciones, derechos, cargos o empleos, comisiones o profesiones de cuyo
ejercicio se le hubiere inhabilitado por sentencia ejecutoriada.

El reconocimiento de la inocencia del sentenciado extingue las penas y


medidas de seguridad impuestas. Esta procede cuando la sentencia se
funde exclusivamente en pruebas que posteriormente, se declaren falsas
82

por resolución ejecutoria; cuando se condene a una persona por


Pá gina

homicidio de que otra hubiere desaparecido y se presentare prueba


irrefutable de que vive; cuando dos reos hayan sido condenados por el
mismo delito y se demuestre la imposibilidad de que los dos lo hubieren
cometido y cuando el mismo reo haya sido condenado dos veces por los
mismos hechos en dos juicios diversos.

El indulto extingue la potestad de ejecutar las penas impuestas, con


excepción de la reparación de daños y perjuicios y las medidas de
seguridad.

La prescripción es personal y consiste en la extinción de la acción penal o


de la potestad de ejecutar las penas y medidas de seguridad, por el
transcurso del tiempo señalado por la ley. No correrá la prescripción
cuando exista algún impedimento legal para el ejercicio de la acción penal
o para ejecutar las penas impuestas.

Los plazos para la prescripción de la acción penal serán continuos y se


contaran: a partir del momento en que se consumó el delito, si fuere
instantáneo; a partir del día en que se realizó el último acto de ejecución u
omisión, si se tratare de tentativa de delitos; desde el día en que se realizo
la ultima conducta tratándose de delitos continuados y desde la cesación
de la consumación en el delito permanente.

LAS TEORIAS DE LA PENA Y SU APLICACION EN EL CODIGO


PENAL

1.- Concepto de Pena

La palabra pena proviene del latín poena, que significa castigo, tormento
físico, padecimiento, sufrimiento. Para el desarrollo del presente ensayo,
el concepto de pena se plantea como un concepto formal del derecho, en
tal sentido, la pena es la sanción jurídica aplicable a quien viola la norma
jurídica prohibitiva. Es un “mal” que debe imponerse al culpable o
responsable de la comisión de un delito. Es una figura previamente creada
por el legislador, en forma escrita y estricta, al amparo del “principio de
legalidad”, donde toda persona debe ser castigada si el hecho está previsto
83

en la ley como delito con anterioridad a la comisión del mismo. Este


principio, es el pilar del Derecho Penal, representado por el apotegma
Pá gina

latino: nullum crime, nulla poena sine lege.


En tal sentido, la pena “es un castigo consistente en la privación de un
bien jurídico por la autoridad legalmente determinada a quien tras un
debido proceso, aparece como responsable de una infracción del Derecho
y a causa de dicha infracción”

2.- Introducción

El Código Penal vigente desde 1991, implanta un sistema dualista, ya que


mantiene como consecuencias personales del delito, las penas y medidas
de seguridad, aplicándolas alternativamente. Si el sujeto es imputable se
aplica la pena; y, si el sujeto adolece de algún trastorno casual de
inimputabilidad se aplican las medidas de seguridad.

Sin embargo, sobre cuál es la naturaleza de la pena o por qué o para qué
se impone, es cuestión de amplios debates que se han dato a través de la
historia del derecho penal, desbordando incluso los límites jurídicos, para
convertirse en un tema de interés general para otras ciencias.

Así, la sanción nace debido a que, las relaciones entre los miembros de la
sociedad no siempre son pacíficas; en toda sociedad existe la cuota
necesaria de violencia entre los individuos que no pueden ser controladas
con medios de control natural. Entonces, es necesaria la intervención de
un orden jurídico “violento” como lo es el Derecho Penal; que, luego de
haber señalado como delitos ciertas conductas proscritas en la sociedad,
sanciona a su autor con la imposición de una pena o medida de seguridad.
No es otra cosa que un medio de “control social” que emplea la violencia
sometida a ciertas normas jurídicas y constitucionales.

Todo sistema social, incluso toda relación humana, necesita de


instrumentos de control para evitar que los abusos de unos afecten o
frustren las expectativas o los derechos de otros. Esto resulta lógico, ya
que todo grupo social aspira a una mínima homogeneización que haga
posible la connivencia y se logre una paz social. En este contexto aparece
la sanción como medio de control, que es aplicado a los que atentan los
84

intereses establecido por la sociedad o el orden social.


Pá gina

“El derecho penal moderno ha humanizado sus penas, desapareciendo


con ello la afectación de la integridad corporal (torturas, azotes,
mutilaciones), o las pena infrahumanas como la de la picota (el rollo) del
sentenciado, y ha reemplazando este tipo de penas, por la de privación de
la libertad personal, para delitos graves y fórmulas alternativas de
punición a la privación de la libertad, como multas u otras privativas de
variados derechos, para delitos menores o faltas”. En el derecho penal
moderno, como hemos visto, existe una reserva del uso legítimo de la
violencia en los poderes públicos, ya que el Estado es el único que utiliza
las penas como un medio de control social legítimo. Es un instrumento de
control formalizado que debe ser aplicado a la persona en forma
proporcional y legal.

La pena, entonces, es el medio tradicional y más importante, dada su


gravedad, de los que utiliza el derecho. La pena existe para mantener el
orden jurídico que ha establecido la sociedad como indispensable para
desarrollarse armónicamente en un ambiente de paz social. “Aplicar una
pena implica disminuir la capacidad de actuación dentro de la sociedad e
incluso pueden darse casos que se anula totalmente. La pena es la
disminución o anulación del bien jurídico libertad perteneciente a una
persona; en otras palabras, la pena ataca el bien jurídico más preciado por
el hombre -su libertad- pero, esto sólo se puede dar cuando la sociedad se
siente amenazada o lesionada por el comportamiento del individuo.”

3.- Justificación, fundamento y fines de la pena

Para entender con claridad este asunto, es necesario distinguir tres


aspectos importantes de la pena: su justificación, su fundamento y su fin;
desarrollo que nos ocupa a continuación.

La pena se justifica por su necesidad como medio de represión


indispensable para mantener las condiciones de vida fundamentales para
la convivencia de personas en una comunidad. Sin la pena, la convivencia
humana en la sociedad actual sería imposible. Su justificación no es, por
consiguiente, una cuestión religiosa ni filosófica, sino una amarga
necesidad. Más discutidos son los problemas sobre el fundamento y fines
85

de la pena. Estos han constituido el objeto de la llamada "lucha de


Escuelas", que durante muchos años ha sido el punto de quiebre de
Pá gina

discusiones y polémicas en la Ciencia del Derecho Penal. Aquí expondré


sucintamente los tres puntos de vista principalmente mantenidos,
distinguiéndose tradicionalmente, las teorías absolutas, teorías relativas y
teorías eclécticas o de la unión.

4.- Aplicación en el Código Penal Peruano

Cuando se hace referencia al aspecto teleológico de la pena, nos referimos


a la finalidad de la misma; en tal sentido, tenemos que el Código Penal de
1991 , en su artículo IX del Título Preliminar señala que la pena tiene fines
de prevención, protección y resocialización.

Esto se debe a la humanización de las penas, que a lo largo de los años ha


evolucionado, desde la perspectiva que el delincuente ya no es visto como
un individuo, culpable y sin derechos, que luego de haber quebrantado la
ley debe piar su culpa. Por el contrario, las nuevas tendencias del Derecho
Penal lo consideran como una persona a la cual pese haber cometido un
acto antijurídico, debe tener las posibilidades necesarias de tomar
conciencia de su acto, y en cuanto esto suceda, alcanzar una
resocialización que le permita una vez cumplida su sanción integrarse a la
sociedad como un elemento de bien.

Aquí hay que distinguir que, el sistema de penas preponderante, durante


la vigencia del abrogado Código Penal de 1924, contemplaba una
diversidad de sanciones, de las cuales la más privilegiada era la privación
de la libertad (prisión, relegación, internamiento o penitenciaria). Sin
embargo, el avance contemporáneo de la ciencia penal, influido con
criterios garantistas, democráticos y humanitarios, determinaron un
replanteamiento del sistema punitivo, que, privilegia las penas
alternativas a la privación de la libertad. Estos sustitutos constituyen un
acierto útil, desde una perspectiva previsionista y resocializadora, donde
existe –en teoría- un total respecto a los derechos fundamentales de la
persona.

El sistema penal en el Perú, determina que los fines de la pena, deben de


cumplirse en diferentes esferas (Policía Nacional, Ministerio Público,
86

Poder Judicial, INPE) sin embargo por cuestiones de presupuesto,


Pá gina

ineficacia, burocracias y demas defectos del sistema esto no se cumple a


cabalidad. Es por ello que la prevención no debe quedar en un aspecto
romántico, sino que debe existir una buena política criminal que incluya
medidas legislativas acertadas con el objetivo de realizar unos buenos
programas preventivos sostenidos en el tiempo.

En conclusión la finalidad de la pena en el sistema penal peruano,


específicamente lo plasmado en el Código sustantivo de 1991, resulta la
prevención, ya sea de manera general o especial conforme se ha
mencionado.

87
Pá gina

También podría gustarte