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All content following this page was uploaded by Isidro Sole Navarro on 22 July 2020.
Abstract: The article locates the Quaternary period. Specifically, the main objective is to
analyze the climate in the Calabrian su period (1.8 Ma-0.781Ma ), during which the arrival of
hominins to Europe is evident. For this purpose, the calculations of the Milankovitch Cycles
have been applied, as well as the various stratigraphic studies to check the correlation of the
calculated data. Precisely in this stage, the probable climate and some glacial and interglacial
periods are analyzed, since it is an indispensable element to analyze the human mobility in
that period.
1. El Cuaternario.
Superior
Medio
Inferior
Fig. 1 Cuadro de las diferentes etapas del Cuaternario establecidas en 01-2020 por la IUGS Fuente: https://stratigraphy.org/timescale/
Siguiendo la estructuración de la Fig 1, se observa cómo el Pleistoceno Inferior se divide en la
etapa Gelasiense y el Calabriense. Estas son muy extensas en el tiempo, la Gelasiense dura 780
mil años (Ka), mientras que la Calabriense un poco más de un millón de años (Ma). Durante la
etapa Calabriense se observan las migraciones de homininos desde África hacia Asia y Europa.
2. El Clima.
Los factores que determinan el clima general en un momento determinado son varios, se
puede decir que uno sólo de ellos no es suficiente para poder interpretar cualquier secuencia
climática. De este modo hay factores propios del globo terráqueo como erupciones y
explosiones volcánicas, así como las provocadas por movimientos en las placas continentales
con la apertura y/o cierre de pasos marítimos o el levantamiento de cordilleras, etc. También
el equilibrio de los gases atmosféricos tiene gran importancia como el caso del oxígeno, el
ozono, el anhídrido carbónico, etc. Pardo (2010), afirma que también hay factores muy
importantes de origen externo como son las variaciones en las manchas solares, la irrupción de
polvo estelar en la trayectoria terráquea, el choque de meteoritos, la fuerza gravitatoria de la
luna en las mareas, etc.
Según el autor los ciclos orbitales son básicamente tres: Oblicuidad, Precesión y Excentricidad.
Son movimientos del planeta adicionales a la rotación y traslación apenas perceptibles ya que
sus ciclos oscilan entre los 440 Ka y los 22 Ka.
Analicemos cada uno de ellos y luego el
conjunto:
Precesión: Debido a que nuestro planeta tiene repartidas desigualmente las masas
continentales y marítimas, el giro de rotación experimenta un bamboleo circular igual el giro
de una peonza, como puede verse en la figura 3:
Fig 3. Elocuente representación gráfica del concepto de precesión. Fuente: Martínez, Lorenzo y Álvarez. 2017
Así la incidencia solar puede ser muy diferente en un punto determinado del globo según la
precesión que éste presente. La estrella Polar se alinea con nuestro polo Norte, pero en la fase
contraria el polo apuntará hacia la estrella Vega.
Este movimiento tiene un efecto colateral en su propia génesis y es que las estaciones varían
su posición respecto a la eclíptica de tal manera que las estaciones van cambiando su inicio
respecto a su distancia del sol en la trayectoria eclíptica. La precesión tiene un ciclo total de
22.000 años y el ángulo que forma el giro está en los 47º, lo que significa una notable
reconfiguración climática. Su incidencia global ronda el 3,5% en las temperaturas tanto
aumentando las cálidas como bajando las frías en este porcentaje.
Excentricidad: La órbita de la Tierra alrededor del Sol no es circular sino elíptica, con un radio
menor llamado perihelio y otro mayor llamado
afelio. Aunque no es una trayectoria
exageradamente dispar, la diferencia es sólo
de 5 millones de kilómetros y el impacto en la
radiación es de un 7% aproximadamente. Esta
variable viene dada por el efecto gravitacional
de Júpiter y también, aunque en menor
medida, por Saturno lo que ocasiona
Fig 4 Fuente: https://infogeologia.files.wordpress.com/2011/07/milank2-1.jpg diferentes episodios de excentricidad que
van de los 93000 a los 420000 años.
Cuando la excentricidad es pequeña la distancia del sol es casi igual en toda la órbita y
ocasiona cambios estacionales suaves, mientras que al contrario los cambios son más
acentuados, (Martínez-Santana, Lorenzo & Álvarez, 2017).
Con la estratigrafía y los análisis del subsuelo marino se puede comprobar el vaivén climático
del pasado y también el análisis del oxígeno y su relación entre los isótopos de O16 y O18 que se
pueden inferir de las conchas foraminíferas fosilizadas en diversos estratos del subsuelo,
(Martín-Chivellet, Palma, Domingo & López-Gómez, 2015).
Ya se sabe que el clima afecta a la proliferación de cierto tipo de fauna más adaptada así como
flora propia de espacios fríos; ambos elementos suelen dejar su rastro en las diferentes capas
del subsuelo donde se suele encontrar un registro aproximado del hábitat que ayudará a
comprobar que las hipótesis climáticas surgidas de los ciclos de Milankovitch son correctas.
También en el mar las capas sedimentarias son un testigo del tiempo, pero el estudio está
basado en el análisis de foraminíferos, (organismos protozoicos tipo ameba con una protección
calcárea). Hay una clasificación de unos 10.000 especímenes diferentes y más de 40.000
extintos, que ayuda a analizar la etapa evolutiva de la capa sedimentaria donde se encuentran
fosilizados.
Parece que antes del Pleistoceno inferior hubo una etapa muy
cálida durante el Neógeno, en la que el mar llegó a tener un
nivel muy superior al actual, hasta 70 m.s.n.m., y el clima era
tropical con especies propias de dicho clima. Al terminar dicho
periodo tuvieron lugar dos acontecimientos importantes que
Fig. 6 Estadios Isotópicos durante el ayudan a entender parte del cambio climático que se dio en el
Calabriense. Extraído de la tabla
“Global chronostratigraphical Pleistoceno Inferior. Por un lado el cierre definitivo del istmo de
correlation table” de IUGS Panamá que provocó un cambio radical de las corrientes
(International Union of Geological
Sciences). marinas en el Atlántico y Pacífico en 2,7 Ma y por otro lado la
formación de los casquetes polares a partir de 3,2 Ma que absorbieron gran cantidad del agua
marina, reduciendo, en consecuencia los niveles de costa incluso muy por debajo de los
actuales.
Así, además de los ciclos de Milankovitch se disponen los registros de estratigrafía tanto
marinos como terrestres y la correlación a nivel de isótopos de oxígeno. También hay otros
niveles de análisis interesantes como son, por ejemplo, los depósitos de löess en China, que
pueden ilustrar en algún momento la relación entre glaciar e interglaciar.
Como se puede observar en cada una de ellas se suceden varios elementos clave para
determinar aproximadamente
unos valores climáticos concretos
a cada etapa. Estos elementos
son:
-MIS36 una excentricidad del 0,02 lo que significa poca variabilidad estacional; una Oblicuidad
del 22,8º con una estacionalidad suave y una precesión muy centrada. En este caso tal y como
se puede observar en la figura 8, el Frente Polar de la banquisa de hielo de los polos tiene unos
límites poco claros hacia el ecuador donde se concentran los extremos climáticos.
-MIS 46 aparece un escenario similar con algunas diferencias a destacar: una mayor
excentricidad que en el caso de la inclinación del eje es de 23,2º lo que compensa el máximo
de excentricidad.
En todos los casos se observa un periodo estacional bien distinto con veranos más cortos.
Con el fin de observar con mayor precisión la escala de insolación, precesión y oblicuidad se
muestran unas ilustrativas imágenes que pueden dar una idea para cada OIS/MIS mostrados
en la figura 8. La línea horizontal señala el paralelo de Gibraltar para una mayor claridad.
Asimismo se calcula la temperatura en función de la cantidad de meses bajo 0º y, si los hay,
meses por debajo de -10º y de -20º en el paralelo 36º N.
La estratigrafía fue precisamente la ciencia que permitió demostrar la validez de los estudios
que varias décadas antes había formulado Milankovitch. Al observar diferentes especies fósiles
en las capas inferiores del subsuelo en las prospecciones pudieron constatar desde moluscos
tropicales en tiempos interglaciares hasta especies árticas en los tiempos glaciares y, siguiendo
los patrones de los estudios isotópicos así como análisis de diversos elementos, las cronologías
coincidían con las previsiones de Milankovitch.
36
Fig 10. Niveles de polen en las prospecciones en la región helena de Tenaghi Philippon. Extraído del artículo de Pross, et al.(2015)
También en los análisis polínicos se evidencia una cronología similar ya que alternan pólenes
de vegetación fría con los de vegetación clásicamente cálida. En este sentido hay que remarcar
que en periodos fríos el volumen de polen fósil es muy inferior.
En la figura 10 se observa que durante los diferentes episodios fríos prácticamente deja de
haber vegetación, o muy escasa. Destaca, en este caso el MIS36 y el MIS22 dejando un paisaje
de tundra o directamente vacío de vegetación. Estas anomalías pueden ser también
ocasionadas por procesos eruptivos o choques de asteroides que crean una capa de cenizas y
polvo que impiden una insolación correcta y como consecuencia un crudo invierno de varios
decenios. Aunque en esta figura no se observa el MIS42 podría ser aproximadamente como el
MIS34 ( Pross, et al., 2015).
Mención especial tiene la baja cantidad de polen durante los periodos fríos, ello se debe a que
la polinización acaece en primavera pero si en la estación se registran temperaturas cercanas
al 0º se reduce mucho. Ni que decir tiene que por debajo de esta temperatura, simplemente
no se da la polinización.
En los episodios fríos se evidencia una vegetación tipo taiga en que los bosques aún pueden
mantener una mínima actividad, en los estadios MIS36 y MIS22 aparece una vegetación tipo
tundra propia de paisajes polares, pero en el Mediterráneo ya que la estratigrafía polínica
mostrada corresponde a Grecia.
Esta estratigrafía se traduce en una dinámica muy característica del periodo Calabriense del
Paleolítico Inferior; es decir alternancia de periodos fríos y cálidos bruscos y de poca duración,
comparado con los del Paleolítico Medio y Superior. En el caso concreto se sabe que su
duración es de entre 20.000 y 60.000 años.
Los diferentes ciclos dejan rastro en su desarrollo tales como las secuencias loëss que son
acumulaciones de silicatos de origen eólico y que evidencian, según tamaño y peso un periodo
con climatología muy dinámica, (cálida normalmente), o muy tenue o inexistente tal y como
afirman Leonard & Mikkel (2008). Estos limos que contienen, además, algunos carbonatos y
restos orgánicos, son un registro muy Susceptibilidad magnética Tamaño grano Loess Contenido en sílice fondos
evidente del clima de la época.
Secuencias en el Loess en China Lago Baikal (Siberia- Rusia)
Fig. 11 análisis de Loëss en China y lago Baikal. Fuente: “Global Chronostratigraphical correlation table”. University of Cambridge and others.
Se puede observar que en los periodos gélidos, en las secuencias loëss de China, ( 37º40’ N), el
tamaño del grano se reduce y se ven los valores más bajos de peso/tamaño. Simultáneamente
se percibe cómo se acumulan en los fondos del lado Baikal, (53º41’ N), grandes cantidades de
dicho grano, (que es muy fino), depositado por las banquisas de hielo a partir de la erosión
glaciar.
3. Discusión
Las circunstancias climáticas de cada periodo ofrecen pocas evidencias fósiles de las
glaciaciones por dos motivos principales:
1. Hay que situarse más de un millón de años y, desde entonces varias etapas de
glaciaciones y climas cálidos han barrido literalmente los pocos rastros que
dejaron, (morrenas glaciares movidas por otras glaciaciones, grandes
inundaciones, etc.)
Sabemos por los estudios de Hines et al., (2019), que en momentos glaciares las corrientes
pierden mucha fuerza y modifican su trayectoria en algunos casos. También la circulación
termohalina baja por la saturación salina en aguas frías. ¿Qué corrientes hubo en el Estrecho
de Gibraltar en estas condiciones?. Es una evolución diferente, sin duda, como afirma Huybes
(2007).
La concentración de masas heladas retrae mucha agua de los océanos bajando el nivel del mar
en varias decenas de metros, por ejemplo, en la última glaciación se han observado hasta 120
metros de descenso de nivel. El equilibrio eustásico e isostático, en función de los niveles del
mar y el peso de las gruesas banquisas heladas sobre determinados territorios, define un
nuevo mapa topográfico de cada punto del planeta.
Desde este punto de vista cabe preguntarse si en el ecuador geográfico actual se instaló la
gran banquisa de hielo en varias etapas, circunstancia fundamental para forzar la emigración
de los homíninos residentes en esta área. Presumiblemente fue uno de los detonantes de las
diferentes oleadas de migraciones hacia zonas
más estables climáticamente.
El periodo correspondiente al Paleolítico Inferior sigue siendo todavía muy desconocido por las
pocas evidencias encontradas, aún así se sabe que los ciclos glaciales e interglaciares se
sucedieron a intervalos de unos 20.000 a 40.000 años. Cuando se llega al Paleolítico medio
esta frecuencia se amplía a unos 100.000 años.
Y los que sí que emigraron ¿qué criterio siguieron si no sabían dónde iban?.
4. Conclusiones
Vistos los polos térmicos en las gráficas, se puede interpretar un escenario hostil en la zona
ecuatorial que obliga a sus pobladores a un desplazamiento forzado por la falta de
habitabilidad. En esta hipótesis se ha de tener en cuenta que previamente se habían producido
procesos similares que quizá marcaron las sucesivas oleadas de migración y/o extinción de
especies no adaptadas.
Los vaivenes climáticos tienen una incidencia notable sobre todos los seres vivos, desde los
vegetales hasta los animales. Si los homininos recolectaban frutos y semillas, además de
alimentarse de carroña y caza, está clara la relación entre un nicho ecológico y la presencia de
animales, racionales o no.
Las evidencias encontradas en tecnología lítica hasta hoy en Fuente Nueva y Barranco León, en
España demuestran por similitud a las encontradas en los asentamientos norteafricanos y que
pertenecen a la cultura olduwayense, según estudios de Titton et al. (2020). Todas ellas están
datadas entre 1,4 Ma y 1 Ma , tal y como apuntan Ferrández-Canadell et al., (2014).
Aún más clarificador es el hallazgo de fauna netamente africana en yacimientos hispanos, tal y
como afirma Hernández (2001), además de los diferentes hallazgos en Cueva Victoria como
evidencian Gibert et al. (2016). Destacan los hallazgos de Theropithecus Oswaldi en Cueva
Victoria y los Equus Altidens y Hippopotamuus atiquus en el complejo de Orce. (Arribas et al.
2001).
Siguiendo las pautas climáticas analizadas y las evidencias materiales de los yacimientos
mencionados, es muy posible que el paso por el Mediterráneo se pudo realizar a pie en las
zonas más accesibles como el Estrecho de Gibraltar. Igualmente se puede desprender que el
acceso por este mismo medio pudo producirse en varias etapas diferentes separadas por
cientos de miles de años.
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