Transcurría el año de 1987, un médico y científico
venezolano llamado Jacinto Convit, descubría la vacuna
contra la terrible enfermedad de la lepra. Una enfermedad tan antigua, que hasta la misma Biblia la menciona. Y hoy, daremos respuesta a dos preguntas ¿Qué aprendemos en la Ley mosaica sobre la lepra? ¿Cómo nos ayudan las leyes sobre la lepra a proteger nuestra salud espiritual? Por favor, tenga la amabilidad de buscar en la Biblia, Levítico 13:4, 5 “Pero si la roncha es blanca en la piel de su carne, y su apariencia no es más profunda que la piel, y su pelo no se ha vuelto blanco, entonces el sacerdote tiene que poner la plaga en cuarentena por siete días. Y el sacerdote tiene que mirarlo al séptimo día, y si por el aspecto que presenta se ha detenido la plaga, no se ha extendido la plaga por la piel, entonces el sacerdote tiene que ponerlo en cuarentena por otros siete días”. Si se sospechaba que alguien tenía lepra, se le ponía en cuarentena por 14 días, para descartar cualquier sospecha y así evitar que la enfermedad se propagara. De modo que obedecer sus instrucciones, protegía literalmente la vida de los israelitas en la antigüedad. Pero ¿qué pasaba si la enfermedad avanzaba? Los versículos 45, 46 de este capítulo 13 de Levítico señalan que todo el tiempo que estuviese la plaga en la persona sería inmunda. Y debía morar aislada. Fuera del campamento era su morada y tanto su casa como cualquier prenda de vestir o bien material que estuviesen contaminados debían destruirse como lo muestran los versículos 52, 57. Habiendo analizado esto, podemos dar respuesta a la primera pregunta ¿Qué aprendemos en la Ley mosaica sobre la lepra? De estos textos, aprendemos la sabiduría infinita de Jehová, así como su cuidado protector. Él, les enseñó a los sacerdotes levitas, 3500 años antes de descubrirse la vacuna contra la Lepra, cuáles eran las medidas que bebían de tomar para protegerse. ¿Cómo nos ayudan las leyes sobre la lepra a proteger nuestra salud espiritual? Así como Jehová les enseñó a los sacerdotes a reconocer la lepra rápidamente. Hoy día, Jehová mediante su organización, instruye y capacita a los ancianos para que atiendan lo más pronto posible a cualquiera que necesite ayuda espiritual. Y así como los israelitas tenían que destruir cualquier objeto contaminado por la lepra para evitar que se extendiera. Hoy los cristianos debemos estar dispuestos a renunciar a cualquier cosa, aunque sea valiosa, que nos pueda hacer pecar. Esto puede incluir hábitos, compañías o diversiones.