La especie caprina está considerada como una gran transformadora de recursos
forrajeros pobres, en proteínas de calidad (carne y leche), pero debe tenerse en
cuenta que para que ello ocurra lo animales deben cubrir sus requerimientos nutricionales, los cuales varían de acuerdo a sus características genéticas (raza), a su estado fisiológico y a la edad (cabrillas, cabras, etc.). (de la Rosa, 2011)
A pesar de que estos animales se domesticaron hace miles de años, nos
encontramos con que la información referente a estos es escasa, debido a la poca investigación que se lleva a cabo, comparada con aquella realizada en ganado de leche, ganado de carne, cerdos y aves. (Elizondo, 2008)
La crianza y explotación de cabras es una actividad que incrementa la producción
de proteínas de alto valor biológico por medio de su carne y leche, y además puede ser una fuente de ingresos para muchas familias, ofreciendo una serie de ventajas: como una baja inversión de capital, poco espacio, capacidad reproductiva alta y son de fácil manejo. (Elizondo, 2002)
En cuanto a su anatomía, el estómago de los rumiantes (bovinos, ovinos,
caprinos) se caracteriza por poseer cuatro divisiones. Dadas estas características, a diferencia de los no rumiantes las cabras son capaces de aprovechar los carbohidratos estructurales presentes en las plantas (celulosa, hemicelulosa y pectina, los dos primeros constituyentes de la fibra) teniendo así una fuente de energía adicional y basando su alimentación en el consumo de forraje. La calidad dada por la composición de este forraje va a determinar el estado nutricional de los animales. (de la Rosa, 2011) BIBLIOGRAFÍA
De la Rosa Carbajal, Sebastián. Manual de producción caprina. 1a ed. Formosa,
2011.
Elizondo J. Estimación lineal de los requerimientos nutricionales del NRC para
cabras. Agronomía Mesoamericana. 2002, 13(2): pp. 159-163.
Elizondo J. Requerimientos nutricionales de cabras lecheras. Energía
metabolizable. Agronomía mesoamericana. 2008, 19(1): pp. 115-122.