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 Ciudades de derecho romano: Inicialmente, en la primera etapa republicana,

durante la expansión de Roma por Italia, algunas ciudades itálicas recibieron el


derecho completo de ciudadanía romana (civitas óptimo jure), especialmente
las antiguas ciudades aliadas de la Liga Latina, las ciudades sabinas y gran
parte de las ciudades volscas. A ellas se añadieron otras colonias
romanas y municipios  cum suffragio, que disfrutaban del derecho de
ciudadanía, esparcidos por toda la península itálica y, tra la guerra social y
la Lex Plautia Papiria, la ciudadanía romana se otorgó a todos los habitantes
de Italia. Posteriormente, y sobre todo en época imperial, la ciudadanía
romana empezó a ser otorgada a determinadas colonias y municipios de
los territorios provinciales, es decir, de los territorios fuera de Italia.19

 Ciudades de derecho latino: Las ciudades sujetas al derecho latino fueron


inicialmente las de Liga Latina que no habían recibido el derecho de
ciudadanía romana. Más tarde, siempre durante la primera etapa republicana,
las colonias de derecho latino (es decir, las colonias que no tenían derecho de
voto y participación a la vida política), siguieron un procedimiento parecido al
de las colonias de de derecho romano, esparciéndose inicialmente por Italia y,
posteriormente, en las provincias; desapareciendo por completo dentro de
Italia cuando todos los itálicos adquirieron la ciudadanía romana y
difundiéndose, principalmente en época imperial, en específicos lugares de los
territorios provinciales.20

 Ciudades sin voto: Estaban en tercer lugar las ciudades con derecho de
civitas pero sin voto (civitas sine suffragio), que aunque podían llamarse
ciudadanos, debían soportar todas las cargas cívicas (reclutamiento militar,
impuestos ordinarios, servicios y contribuciones especiales) sin compensación
(sin derecho a votar). Estas ciudades estaban administradas para los asuntos
judiciales por un Prefecto anual designado por el Pretor de Roma. Su
administración civil estaba en manos de sus propios magistrados locales,
generalmente de la aristocracia. Estas, de la misma manera que las colonias
de dercho latino, abundaban, sobre todo durante el Imperio, en las provincias,
es decir, en los territorios fuera de Italia.

 Ciudades confederadas : Inicialmente, al principio de la etapa republicana, se


conocían como municipios de socii (aliados) y foederati (confederados) todas
las ciudades itálicas desprovistas de ciudadanía romana, cuyos derechos
quedaban establecidos por los tratados particulares concertados con cada una
de ellas. Estas ciudades suministran contingentes al ejército en cuantía
prefijada de antemano e integrando las alae sociorum (tropas aliadas),
diferentemente a los demás itálicos provistos de ciudadanía romana (los
cuales integraban las legiones), siendo el equipamiento del contingente a
cargo de la ciudad confederada. Estaban gobernadas por magistrados locales
surgidos de la aristocracia. Esta categoría desapareció por completo en época
republicana, cuando todos los itálicos adquirieron la ciudadanía romana (y
convirtiéndose todos en integrantes de las legiones); siendo reemplazada por
una nueva categoría, la de los auxiliares, reclutados entre indígenas
provinciales desprovistos de ciudadanía.21

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