Está en la página 1de 2

Estimado Pablo, he recibido tu carta, mediante la cual presentas tu renuncia a la UDI, me

duele profundamente esta decisión y, estoy seguro, será igualmente sentida por todos
nuestros dirigentes y militantes.

Sin embargo, aunque la respeto, me cuesta comprender las razones que te llevan a tomar
una decisión tan radical, dejando un proyecto del que eres parte desde su fundación y al
que pretendías encabezar hasta hace apenas unas pocas semanas.

Compartimos que nuestro país vive un momento muy especial, en buena medida
equivalente al que existía cuando se creó nuestro partido, el futuro de Chile se jugará en la
capacidad que tengamos de representar a todos los que queremos una sociedad que pueda
progresar en un ambiente de libertad. La extrema izquierda se ha fortalecido, al punto que
este objetivo plantea un desafío mayor que requerirá sostener nuestras convicciones con
toda la fuerza de que somos capaces, pero también de alcanzar acuerdos con toda la
flexibilidad y generosidad que el momento demanda.

Por ello, porque la tarea no es fácil, es que hemos hecho un esfuerzo gigantesco para
convocar, primero, a nuestros mejores candidatos y luego convenir un pacto electoral lo
más amplio posible. En este contexto, frente a tu petición el día jueves 7 de enero, días
antes de cerrar la inscripción de las listas de constituyentes, de que como presidente del
partido refrendara tu solicitud ante el SERVEL, en el sentido de que se declarara nula tu
afiliación a la UDI, te pedí algo tan simple y obvio como una conversación telefónica para
poder coordinar nuestros esfuerzos y pudieras transmitirme todos los antecedentes que
justifican que hoy reclames como nula la militancia en virtud de la cual presentaste
públicamente tu reciente candidatura a encabezar nuestra directiva y luego votaste en la
elección que acaba de verificarse.

Esa solicitud te la formulé reiteradamente, entendiendo que somos parte de un proyecto


común. Saber por qué querías ser independiente del partido de toda tu vida, en que distrito
querías competir, si dentro o fuera de pacto. Información mínima que consideraba
necesaria para firmar una carta que declarara como independiente a un militante histórico
como tú. Ello no fue posible, lo que lamento y, hasta ahora, también es incomprensible para
mi.

Estoy cierto que nadie conoce mejor que tu la responsabilidad que entraña la presidencia
de un partido político tan relevante como la UDI, siempre ha habido un lugar destacado
para tu invaluable aporte, canalizarlo de la manera más eficaz al proyecto superior de
construir un país mejor forma parte de nuestros deberes como Directiva.
Nada más que eso es lo que he intentado como presidente de la UDI, pero nada menos te
puedo pedir, por respeto y consideración a nuestros militantes, dirigentes, así como a todos
los que han estado dispuestos a integrar nuestra lista de manera generosa y sin condiciones.

Estimado Pablo, cualquiera sea lo que nos depare el futuro, en nuestro partido siempre
conservaremos el aprecio a todo lo que hiciste por este proyecto, la valentía con la que te
jugaste en momentos muy difíciles, la generosidad con la que te entregaste a él como un
verdadero proyecto de vida, de manera honesta y asumiendo enormes sacrificios. Por ello,
esperamos que los Tribunales de Justicia ratifiquen tu absoluta inocencia, tal como planteas
en tu carta, lo que no solo comparto, sino he sostenido así en todos los lugares y
oportunidades en que he podido.

Finalmente, espero que en el incierto futuro que tenemos por delante, volveremos a sumar
esfuerzos, por el bien de Chile y de la UDI.

Javier Macaya Danus


Presidente Unión Demócrata Independiente

También podría gustarte