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CORRECTAS EXPECTATIVAS

Introducción
 En la película El discurso del rey, Eduardo VIII decide abdicar porque se enamora de una mujer
estadounidense divorciada y prefiere casarse con ella. Esto provoca que el trono pase a Jorge,
su hermano, quien además sufría mucha inseguridad a causa de su tartamudez.
 Tuvo que tomar el reino como Jorge VI en plena Segunda Guerra Mundial, pero ¿cómo le haría
si ni siquiera podía hablar bien? Todos sus enemigos se burlarían de él. Era un hombre
“imperfecto” para desempeñar ese cargo, pero esto no lo detuvo y creyó más en sí mismo; y a
pesar de su imperfección, tomó el papel que le correspondía: el de legítimo heredero al trono.
 La fe no tiene nada que ver con nuestra perfección ante Dios, sino con la confianza que
depositamos en Él. Podremos ser imperfectos, pero no dejamos de ser sus hijos y coherederos
con Cristo.

Cuando no conocías a Dios ¿Cómo estaba tu autoestima?

1. SOMOS SUS HIJOS

 Sabemos que al primer Adán Dios le dio un huerto y un espíritu que le permitía una comu-
nicación directa con Él. Al pecar perdió todos estos privilegios: ya nunca más podría hablarle a
Dios de frente y para alimentarse de los frutos del huerto tendría que trabajar.

 Fue entonces cuando apareció Jesucristo, el segundo Adán, quien vino a decir a los
descendientes del primero que no se afanaran sobre lo que habrían de comer y vestir; que
vieran a las aves del cielo como ejemplo, las cuales no trabajaban y, sin embargo, Dios las
alimentaba. ¿Acaso para nuestro Padre no valemos nosotros más que las aves?

Mateo 6:25-26 "Por eso les digo: no se preocupen por la comida ni por la bebida ni tampoco por la
ropa que se van a poner. Ciertamente la vida es más que la comida y el cuerpo más que la ropa. V.26
Miren a las aves, ellas no cultivan ni cosechan ni tampoco guardan nada en graneros. Sin embargo,
su Padre que está en el cielo les da alimento. ¿No son ustedes más importantes que ellas?

¿Consideras importante observar la fecha de caducidad en los productos que compramos? ¿Por qué?

2. NUESTRAS GENERACIONES

 Las promesas de Dios no pierden vigencia de una generación a otra.

Salmos 89:34 ni romperé el pacto que hice con él, nunca cambiaré lo que prometí.

 Los israelitas pasaron 40 años en el desierto comiendo maná, pero Dios no se olvidó de ellos y
cumplió su promesa, pues llegó el día en que comieron de la mejor miel, las mejores uvas, el
mejor pan, las mejores hierbas y la mejor carne.
Deuteronomio 7:9 »Entonces reconoce ahora que el Señor tu Dios es el único Dios. Es un Dios fiel
que mantiene por mil generaciones su pacto y fiel amor hacia todos aquellos que lo aman y obedecen
sus mandamientos,

 ¡Cree por mejores tiempos para tu familia!

¿De qué manera podemos mostrarle nuestra fe a Dios?

3. BUSCANDO SU REINO, PRIMERAMENTE

Mateo 6:33 Así que, primero busquen el reino de Dios y el bien que Dios quiere que hagan, y se les
dará todo lo que necesitan.

 Jesús ordenó que lo que pidiéramos de ahora en adelante lo hiciéramos con la confianza en
nuestro Padre, buscando primeramente su reino. Si lo hacemos de esta forma desde el do-
mingo, el día del Señor, estaremos bendecidos el resto de la semana.

 Es cierto que todos pasamos por situaciones difíciles, pero cuando tenemos fe no podemos
sentirnos angustiados, desesperados, desamparados o destruidos.

2 Corintios 4:8-9 Por eso aunque tengamos toda clase de problemas, no estamos derrotados.
Aunque tengamos muchas preocupaciones, no nos damos por vencidos. V.9 Aunque nos persigan,
Dios no nos abandona. Aunque nos derriben, no nos destruyen.

 Dios bendecirá a nuestros descendientes a través de la fe legítima que encuentre en nosotros,


tal como lo hizo con Timoteo; así que vivíamos una fe viva, demos gracias al Señor por la medida
de fe que nos dio. Cuando no tenemos nada, la fe puede dárnoslo todo.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN

Jesús reestableció el valor que tenemos delante de Dios. Con el pecado original a la humanidad se le
dañó el amor propio, pero Jesús trajo de nuevo el sistema que funciona mediante la fe. Fuimos
adoptados y ahora debemos creer que tenemos un Padre misericordioso que escucha y atiende
nuestras peticiones.

Oremos a Dios con la fe de que es nuestro Padre que nos ama y escucha en todo momento.

Gálatas 6:7 No se engañen ustedes mismos, porque nadie puede hacerle trampa a Dios. Uno cosecha
lo que siembra.

Confiamos en que todo lo que sembramos en el reino de Dios producirá su respectiva cosecha.
Seamos pacientes en el tiempo de espera y estemos dispuestos a ofrendarle al Señor.

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