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‘A.LA MASANA SIGUIENTE DE LA CAIDA DEL muro de Berlin los periodistas corrieron a entrevistar a Julio Anguita, secretario general entonces del PCE, creo, Parecia haber pasado mala noche, tenia mal color de cara. «Ya se arrepentiran», dijo; era dificil distinguir lo que habia de amargura, despechoy maldicién gitana en esas palabras. Se referia, claro, alos alemanes orientales, Tras lal Guerra Mundial, los alemanes ‘comune asistieron espantados al descubrimiento de los campos de exterminio Al principio para exculparse adujeron que jams habian legado a su conocimiento tales atrocidades, pero acabiaron admitienda, todos, los mil pequefios indicios que los acusaban de ‘complices. Los crimenes soviétiens, por el contrario, se fueron conociendo gradual e inexorablemente desde les primeros afios de Ta Revolucion, La reaccién de buena parte de Ta izquierda mundial fue la contraria, nose sentian en ahsoluto concernidas por ellos, Primero dijeron que eran mentira, y luego que quienes los cometieron no eran verdaderas comunistas. Hubo incluso quienes se mofaron abiertamente de quienes Tas denunciaron “Archipiélago gulag fue el primer gran aldabonazo en las conciencias: los crimenes narrados en ese libro no sélo eran 8 riparablesa bs Lecci6nde steers Memoria rrazis, sino que los, es. euadruplicaban en para princi- — rimero,satay * z tiempo: duraron mis piantes de metio siglo, Recuerdo que en ri juventud se nos padi ‘los jévenes comuistas Senciarls, porque lo conirario era cher el juego a ranguismo y al imperialismon unto al libra de Solzheniteyn se conocieron ls de Evgenia Ginzburg El vertigo) y Nadezhda Mandelstam (Contra toda esperanza). El tltimo gran eslabén en esa cadena de relatos escalofrianes fue precisamente el de Grossman, Vida y destino, una obra maestra. Todos ellos narran hechos que sus autores conocieron de primera mano, y su condiciin autobiogratica y testimonial prepondera sobre a literati, de modo que los leemos un tiempo con admiracion sobrecogimiento Hoy renacer en Espafa los viejo partidos Jeninistas que omen por modelo el gue des:ruyé la vida de esos cuatro escritores y ddemillones de rusos, iteralmente. Fl secretario de uno de ess partidos se sienta hoy enel Consejo de Minitros. Es decarado auiniradorde Anguita y defensor de a anunciada Ley de Memoria Democttica Perfecto, Puede empezar por cualquiera de 80s libros, pore de Grossman, por ejemplo, que lleva en a eubiert Ia palabra novela al huallarseé aunen el nivel de as serie, su lecture resulardé més fae. Andrés Trapiello

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