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EL SILENCIO DE DIOS Y LA REBELIÓN DEL HOMBRE

Autor: Merino, José Antonio


Editorial: Biblioteca de autores cristianos (BAC)
Colección: Estudios y ensayos
Edición: 1ra año: 2011
Páginas: 128
Materia: Filosofía
INTRODUCCIÓN

Este libro del autor José Merino, está compuesto por seis capítulos, los cuales
cada uno se divide en subtitulo, abordando en cada uno de ellos, temas que
cuestionan la existencia de Dios.

José Antonio Merino, OFM, doctor en Filosofía y Letras y licenciado en


Teología, es actualmente catedrático de Historia de la filosofía contemporánea en
la Pontificia Universidad «Antonianum» de Roma, de la que ha sido rector. Es
autor de más de veinte libros, entre los que cabe destacar: Humanismo
franciscano (1982), historia de la filosofía medieval (2001), Juan Duns Escoto.
Introducción a su pensamiento filosófico-teológico (2007) y El mal y la aventura
de la libertad (2010). Algunos de sus libros están traducidos a unas quince
lenguas.

Dado que desde hace años el ateísmo se presenta en algunos ambientes


culturales y sociales como un fenómeno casi avasallador, este libro analiza sus
razones de ser y sus pretensiones de propaganda. Para comprender la actitud
actual de ciertas formas de ateísmo abiertamente agresivas, se afronta este
fenómeno desde sus raíces históricas y filosóficas. De este modo se podrá ver si
el ateísmo de nuestro tiempo es nuevo y original o es más bien reproducción de
formas ya expresadas y vividas pero con ropaje de la época vigente.

En este libro se expone no solo el pensamiento esencial de los más


destacados teóricos del ateísmo, sino también las afirmaciones teístas de
destacados científicos y psicólogos que consideran la existencia de Dios como un
hecho que pertenece a la esencia misma del ser humano.

DESARROLLO

Se inicia pues dando una introducción; en ella menciona una metáfora


acerca de la grandeza de las bibliotecas de estos tiempos, y no de una grandeza
en cuanto a magnitud, sino a una biblioteca con gran abundancia de libros sobre el
ateísmo, títulos con gran interés por la religión y sobre cuestionamiento sobre la
existencia de Dios.

Se tiene la impresión como si en estos últimos años hubiera surgido con


fuerza increíble u organizada un aguerrido número de profetas y monjes del
ateísmo que se presentan como misioneros del dios desaparecido y con evidente
fanatismo ateísta. La fe en Dios trascendente es sustituida y reemplazada por una
incondicional y exclusiva fe en el hombre y en el mundo como si las ciencias y la
tecnología hubieran exorcizado definitivamente lo divino.

Que el tema sobre Dios aparece abundante en las publicaciones actuales.


Muchos de los libros que de hoy en día vemos están escritos por agnósticos y
ateos militantes con clara intención de convertir a los lectores a la creencia de la
increencia.

Posterior a la introducción el primer capítulo presenta a los autores de los


últimos siglos que más decididamente han ofrecido los motivos y las razones de la
increencia.

Está Voltaire, el cual menciona que el progreso es la clave de la nueva


civilización, la finalidad de la nueva civilización consiste en mejorar las relaciones
humanas, hacer que los hombres sean menos ignorantes, mejores y más felices.

Trata de reemplazar con sus argumentos la providencia transformando la


esperanza cristiana en espera de un mundo mejor, fruto del progreso. Voltaire era
muy inteligente y ser percató de que no se puede extremar la importancia del
progreso creando de ella un nuevo ídolo o fetiche.
Un segundo autor nos muestra a Proudhon el cual sostiene que «es primer
deber de todo hombre inteligente y libre arrancarse implacablemente a Dios de la
cabeza y de la conciencia». Trata de demostrar que la esencia de la humanidad
no es divina y de convencerse de que la existencia de Dios es enemiga de la
existencia humana.

Por mencionar algún otro está Max Stirner, para él, el centro de la realidad
es el hombre, el «yo» en cuanto yo único. No se debe ser esclavo ni de Dios ni de
la Humanidad ni de los ideales. El Único es la única fuente del derecho y de las
obligaciones. Ni Dios ni la sociedad ni la revolución tienen legitimidad para
imponer reglas al individuo.

De esa manera continua el capítulo con muchos otros más autores.

En el segundo capítulo se hace un análisis del pensamiento de Dostoievski


el cual no era filósofo, sino novelista con ideas profundamente filosóficas e incluso
teológicas y, por ello, con gran incidencia en la filosofía y en el pensamiento
existencialista. En donde el tema religioso es muy importante e inspirador de
no pocos autores posteriores.

Este novelista ruso es capaz de abrir e iluminar zonas oscuras y brechas


imprevistas de la naturaleza humana y de la vida de cada individuo en sus
pensamientos y deseos más inconfesables.

Dostoievski se sitúa en el horizonte en el que es posible afirmar que el


cristianismo «nos ha revelado la divina profundidad del sufrimiento».

Se pasa luego al tercer capítulo; el cual nos lleva al mensaje y a la


actitud personal de Nietzsche frente a la religión. Lucha a brazo partido con Dios y
contra Dios con la agudeza de su pluma hasta la extenuación de su alma. Aquí se
muestra de pensamientos profundos y abismáticos, sigue siendo uno de los
inspiradores del ateísmo, pero su pensamiento más profundo aún está por
descubrir porque su fascinante ropaje literario encubre y oculta su mensaje
misterioso.
Se adentra en una de sus obras (así habló Zaratustra) y se explica de igual
manera su pensamiento acerca de Dios; toca desde sus raíces hasta el
superhombre. Aquí es donde culmina el capítulo.

Se continúa con el capítulo siguiente sobre el tema tan actual del nihilismo y
su incidencia religiosa. Después de analizar la cuestión religiosa en las novelas de
Dostoievski y en los escritos nietzscheanos se expone el Dios de los científicos,
para concluir en una visión antropológica y psicológica de la religión.

Estas páginas tratan de presentar y afrontar un tema complejo pero


sugestivo e importante para el hombre actual y de ofrecer un análisis
antropológico del espíritu humano y de su profunda intencionalidad. Pretenden
sobre todo inquietar y, tal vez, provocar al lector a una seria reflexión sobre la
dimensión religiosa de la persona y, de ese modo, intentar clarificar la
cuestión humana tan apasionante como es la de la creencia y la increencia, del
teísmo y del ateísmo que no dejan de afectar a la persona en momentos
determinantes de su vida. Pues lo peor que puede suceder al ser humano ante
el hecho religioso es que no suceda nada y se tenga la indiferencia por
respuesta.

Con frecuencia se tiene la impresión de que muchas personas en público


suelen aparcar el hecho religioso por prejuicios sociales, pero en la clandestinidad
de su vida privada no dejan de mirar de reojo y con cierta inquietud ese hecho que
a nadie puede dejar pasivo e indiferente.

CONCLUSIÓN

-Este libro la verdad es muy interesante, invito a su lectura profunda y meditativa.

-Darse cuenta de que en el mundo, siempre van a existir diferentes opiniones


acerca de Dios, diferentes opiniones sobre la religión, diferentes opiniones acerca
de la existencia, más sin embargo creo que cada persona deberá crear su propio
pensamiento.

-Es cierto que las ciencias y la técnica tan avanzada pueden resolver grandes
problemas y dar solución a cuestiones y situaciones que en tiempos pasados
pertenecían al campo de lo desconocido; pero también es cierto que no logran
resolver los problemas más profundos y vitales del ser humano.

- La realidad divina se parece a un inmenso iceberg que emerge solo un poco de


su grandiosidad. Únicamente buceando y yendo al fondo del océano de la
existencia es como podremos ver y experimentar la gran magnitud de ese iceberg
divino.

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