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Fideicomiso 

Un fideicomiso (del latín fideicommissum, a su vez de fides, "fe", y commissus, "comisión") es


un contrato o convenio en virtud del cual una persona, llamada fideicomitente o también
fiduciante, transmite bienes, cantidades de dinero o derechos, presentes o futuros, de su
propiedad a otra persona (una persona natural, llamada fiduciaria), para que ésta administre o
invierta los bienes en beneficio propio o en beneficio de un tercero, llamado fideicomisario. 

Cabe señalar que, al momento de la creación del fideicomiso, ninguna de las partes es
propietaria del bien objeto del fideicomiso. 

El fideicomiso es, por tanto, un contrato por el cual una persona destina ciertos bienes a un fin
lícito determinado, encomendando la realización de ese fin a una institución fiduciaria. 

Partes 

El fiduciante o fideicomitente, que es la parte que transfiere a otra bienes determinados. Tiene
que poseer el dominio pleno de los bienes dados en fideicomiso. 

El fiduciario, que es la parte a quien se transfieren los bienes, y que está obligada a
administrarlos con la prudencia y diligencia propias del buen hombre de negocios (administrar
lo ajeno como propio), que actúa sobre la base de la confianza depositada en él. Puede ser
cualquier persona física o jurídica. 

En México el Fiduciario debe ser una persona moral autorizada para ser Fiduciaria en los
términos de la Ley de Instituciones de Crédito. 

El beneficiario, que es la persona en cuyo beneficio se ha instituido el fideicomiso, sin ser el


destinatario final de los bienes. Pueden ser una o varias personas físicas o jurídicas. 

El fideicomisario, que es el destinatario final de los bienes. Normalmente, el beneficiario y el


fideicomisario son una misma persona. Pero puede ocurrir que no sea la misma persona,
puede ser un tercero, o el propio fiduciante. 

Ley general de títulos y operaciones de crédito

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