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El Reino de los Francos fue uno de los más destacados por su rey, Carlo Magno,
quien logró detentar bajo su autoridad grandes extensiones de territorios, pero sus sucesores
no lograron imitar esto y el reino junto con su poder se vieron debilitados. Los reyes poco a
poco fueron delegando la defensa del territorio y la protección de estos en funcionarios
locales. Poco a poco, los funcionarios dejaron de transferir los impuestos a la Corona y se
transformaron en señores feudales (propietarios de tierras). Estos podían ejercer libremente
su autoridad sobre los habitantes del territorio del que eran dueños.
Esta situación afectó directamente a la autoridad del rey y terminó por ser
reemplazada por la de señores más poderosos.
Con el tiempo, en las ciudades se fue consolidando un grupo social muy poderoso:
la burguesía, cuyas actividades diferían de los señores y de los campesinos. Pertenecían al
grupo no libre de la sociedad, y por tanto estaban sujetos al pago de rentas a los señores. A
diferencia de los campesinos, los burgueses vivían en las ciudades, y se dedicaban a la
industria y al comercio.
Lentamente se instauró la idea del hombre como ser individual, capaz de razonar
por sí mismo y aprender de su experiencia. Estas ideas se esclarecieron en tres movimientos
distintos: el Renacimiento, el humanismo y la Reforma religiosa.
Los artistas del renacimiento trabajaban por encargo, realizaban sus obras muchas
veces a pedido de un mecenas. Los mecenas eran personas que protegían y pagaban a los
artistas. Podían ser burgueses muy ricos como la familia Medici en Italia, o reyes y papas.
Los temas abordados por los artistas muchas veces eran: retratos, representaciones de
batallas o hechos históricos, figuras religiosas, paisajes, etc.
Entre los artistas más destacados pintores y escultores de este período podemos
nombrar a: los italianos Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel, Rafael, Giovanni Bellini y
Donatello. En arquitectura: Filippo Brunelleschi, Bramante de Urbino y Gian Lorenzo
Berninni.
Cambios en la religiosidad
Un monje alemán, Martín Lutero, cuestionó el poder temporal del papa, en especial
la llamada “venta de indulgencias”. El Papado como único dispensador del perdón
sacerdotal, otorgaba a algunos obispos y curas la autoridad de conceder perdones o
indulgencias a cambio de dinero1. En 1517, Lutero publicó sus 95 tesis, en las que criticaba
esas y otras prácticas del clero y exponía sus ideas para la reforma de la doctrina espiritual
de la Iglesia.
Su concepción se basaba en una frase de San Pablo: “el justo se salvará por la fe”.
Para Lutero la salvación y el perdón solamente se otorgaban a través de la fe y la gracia
eterna de Dios. Este proponía que la relación entre los fieles y Dios debía ser directa y
personal, desestimaba la intermediación del clero y sostenía la libre interpretación de la
Biblia.
Lutero colgó una copia de sus 95 Tesis en las puertas de la iglesia del Castillo de
Wittenburg, el mismo día que había redactado la carta que hoy se considera el origen de la
Reforma Protestante. En dos semanas, sus tesis recorrieron toda Alemania, y en un mes ya
se conocían en toda Europa. Esta Reforma Protestante no concluyó sino hasta la Paz de
Westfalia en 1648.
Muchos advirtieron a Lutero que se trataría de una trampa, pero Lutero estaba
decidido a acudir pese a todos los peligros. La Dieta se celebró y Lutero expuso su doctrina
ante el mismo Carlos V, pero este no quedó convencido por Lutero y, en cambio, hizo una
declaración de lealtad y fidelidad a los principios de la Iglesia católica. A partir de
entonces, la dinastía de los Habsburgo se convertirá en la primera defensora de la Iglesia
católica contra los protestantes. Como los Habsburgo eran también reyes de España, la
defensa del catolicismo se convertiría en una de las bases de la identidad española, durante
siglos.
Lutero apoyó desde un primer momento a la nobleza, ya que pensaba que su
autoridad era legítima y que su apoyo era indispensable para el triunfo de la reforma de la
Iglesia cristiana. Durante estos años, Carlos V no pudo intervenir en Alemania, pues debió
proseguir sus guerras contra Francia y sus campañas contra los turcos, pero en 1529
consiguió un periodo de paz con Francia que le permitió ocuparse de la situación religiosa
en Alemania.
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La Liga de Esmalcalda fue una liga de príncipes protestantes del Sacro Imperio Romano Germánico que se
creó en el siglo XVI para defender sus territorios y luchar contra el emperador y rey Carlos V.
Carlos V se proponía ahora encontrar una solución a la división religiosa de
Alemania, pero su triunfo había asustado a todos los nobles de Alemania, tanto a los
católicos como a los protestantes, que temían que el emperador se volviera demasiado
poderoso. Todos estos nobles van a formar posteriormente en secreto una alianza contra
Carlos V anulando las ventajas conseguidas por la victoria de Mühlberg.
Carlos V se vio obligado a aceptar las condiciones de los nobles rebeldes y en 1555
firmó la paz de Augsburgo. Según esa paz, cada príncipe alemán podía profesar la religión
que quisiera sin que el emperador lo pudiese impedir; sin embargo, todos los vasallos de un
noble tenían que tener la misma religión. Finalizaba así el anhelo de Carlos V de mantener
la unidad religiosa en sus dominios.
A todo esto, hay que sumarle la cuestión política ya que siempre existió: una lucha
entre los reyes y papas por ser los máximos representantes del poder. Carlos I de España y
V del Sacro Imperio Romano Germánico era quien debía mantener la cristiandad por
entonces, sin embargo, muchos de los príncipes alemanes se afiliaron al dogma luterano
para no depender del rey y conseguir tener más libertades ya que la Iglesia era la que
establecía la mayoría de los impuestos a pagar.
Otro suceso importante fueron las creaciones de nuevas órdenes religiosas que
constituyeron un papel importante en la Contrarreforma porque con ellas se defendía y
difundía la doctrina del Concilio de Trento.
Autoridad del papa: Los católicos romanos creen que el Papa es la cabeza de la
Iglesia en todo el mundo. Como “Vicario de Cristo”, el Papa toma el papel del
representante terrenal de Cristo y actúa en su lugar para dirigir la Iglesia en la
determinación de lo que es verdad, correcto y adecuado para todos los católicos. Los
protestantes, en cambio, no creen en una estructura jerárquica que culmina en una persona
que podría hablar de manera definitiva y proclamar la verdad sin error.
María la madre de Dios: María juega un papel diferente para los católicos y para la
mayoría de los protestantes. Porque María es el instrumento a través del cual Dios trajo a su
Hijo al mundo, los católicos honran a María con los títulos de “Madre de Dios” y “Madre
de la Iglesia”. Los católicos la consideran un ejemplo de fe y santidad. Según la tradición,
María fue concebida y nació sin la mancha del pecado original y permaneció sin pecado
durante toda su vida. Por diversas razones, aunque los protestantes pueden tener un alto
concepto de María, no la tienen en el mismo sentido. En general, no le rezan a María ni la
convierten en un punto focal de la obra artística o la iconografía.
Absolutismo
FRANCIA
Dinastía Vallois
Francisco I llega al trono en 1515, su reinado permitió a la nación francesa ejercer
un papel importante en los asuntos europeos y colocarse como una potencia económica de
primer orden. Es considerado como el monarca emblemático del período del Renacimiento
francés. Su reinado permitió un desarrollo importante de las artes y las letras en Francia. El
protestantismo en este reinado se introduce en Francia. Muere en 1547.
Asume Enrique III quien, en 1576, firmó el Edicto de Beaulieu, otorgando muchas
concesiones a los hugonotes. Su acción dio lugar a que el activista católico, Enrique de
Guisa, forme la Santa Liga Católica mejor conocida simplemente como la Liga. Después de
muchas negociaciones, Enrique se vio obligado a dejar sin efecto la mayor parte de las
concesiones que se habían hecho a los protestantes en el edicto. En 1584, su hermano y
futuro heredero, Francisco de Anjou, murió. Al no tener hijos, fue nombrado sucesor su
primo Enrique de Navarra, hugonote. Esta arriesgada elección abrió un conflicto sucesorio
que se conoce con el nombre de la guerra de los tres Enriques.
El gran problema es el religioso y las luchas que este genera. Enrique de Borbón
partidario del calvinismo, decide al llegar al trono convertirse al catolicismo (interesado por
conseguir adeptos del catolicismo) y sanciona el Edicto de Nantes a partir del cual los
calvinistas son libres en cualquier lugar de Francia (menos en París), autorizaba la libertad
de conciencia y una libertad de culto limitada a los protestantes calvinistas.
Enrique IV venía de visitar a Sully, su ministro de Finanzas que estaba enfermo, con
el que tenía una gran amistad. Salió en su carruaje, atravesó una calle pequeña, en la cual
había dos carretas que le impedían el paso; de una de las carretas salió el asesino, que le
asestó dos puñaladas mortales.
Fue sucedido por su hijo, Luis XIII de Francia, el cual, durante su minoría de edad,
hasta 1617, estuvo bajo la regencia de su madre, la reina María de Médici. Y se elige un
consejero, el cardenal Richellieu. La política interior de Richelieu consistió en reforzar el
poder de la Corona, sometiendo tanto a los protestantes franceses (hugonotes) como a los
nobles, no estaba de acuerdo con que tuvieran su ejército ya que sólo el rey debía tenerlo.
Acabó con las garantías políticas que Enrique IV había concedido a los protestantes por el
Edicto de Nantes. Protector de las artes y las letras tiene que ver también con el control del
poder simbólico, poniendo la creación cultural al servicio de la propaganda del poder
absoluto de la Monarquía.
Poco después moría Richelieu, y el rey (aquejado siempre de una salud delicada) le
seguía en 1643. Antes de morir, sin embargo, había nombrado ministro principal al
cardenal Mazarino, hechura y continuador de Richelieu, que habría de prolongar su política
en el reinado siguiente, en el cual culminaría la tendencia absolutista de Luis XIII.
Sucede su hijo Luis XIV, cuando el Delfín contaba cuatro años y ocho meses, Ana
de Austria se dispuso a ejercer la regencia y confió el gobierno del Estado y la educación
del niño al cardenal Mazarino.
Fue rey de Francia y de Navarra desde 1643 hasta su muerte, con 76 años de edad y
72 de reinado, en 1715. Incrementó el poder e influencia francesa en Europa, combatiendo
en tres grandes guerras: la Guerra franco-neerlandesa, la Guerra de los Nueve Años y la
Guerra de Sucesión Española. La protección a las artes que ejerció el soberano Luis XIV
fue otra faceta de su acción política.
Luis XIV, uno de los más destacados reyes de la historia francesa, consiguió crear
un régimen absolutista y centralizado, hasta el punto que su reinado es considerado el
prototipo de la monarquía absoluta en Europa. “El Estado soy yo”. Divide a Francia en 33
regiones para una mejor administración, en cada una de ellas había un gobernador que se
hacía cargo del cobro de impuestos.
Siendo pequeño en plena Guerra de los 30 años tuvo que mudarse con su familia y
huir de las ciudades por posibles ataques a su padre y a su madre, en consecuencia, Luis
XIV va a desconfiar siempre de la nobleza. Adopta como castillo Versalles (a 20km de
París) la idea era que en esa construcción enorme habitara toda la nobleza con el objetivo
de poder mantenerla controlada. Creó un protocolo estricto para toda la nobleza y las tareas
que debían hacer.
Estaba enamorado de María Masini (hija del cardenal Masini) su obligación de ser
rey hace que se case con María de Austria (unir coronas). Nunca la va a amar, la va a
engañar. Cuando fallece luego de vivir tanto no quedan en Francia el mismo poder militar y
económico.
Durante los últimos años de reinado lapida el sostén económico en guerras contra
Holanda (allí Francia llega a territorio holandés, pero como el territorio se inunda se
retiran), en guerras contra España, con los Habsburgo, entre otras.
Al morir Luis XIV, lo sucede Luis XV en 1715, este era su bisnieto. Tiene una
personalidad muy cercana a Luis XIII. Francia para este momento atraviesa un
estancamiento económico muy grande, mantener Versalles a cambio de ningún redito se
hace imposible. Con el objetivo de colonizar Canadá le pagan a una compañía privada, se
juntan millones en acciones, pero la persona a cargo de ello se lleva todo y el estado francés
sufre una estafa millonaria.
Cuando Luis XV asumió el poder, la corte pensó que ya era momento de concertar
el matrimonio del rey. Comenzó una carrera a contrarreloj para elegir a la candidata más
adecuada entre las jóvenes casaderas de Europa. Pronto fueron descartándose princesas por
ser demasiado mayores o demasiado jóvenes para un rey de quince años. Finalmente, la
elegida fue la princesa polaca María Leszczyńska, hija del destronado rey de Polonia. Al
pasar el tiempo, el rey, viendo como perdía encantos físicos debido a sus frecuentes
embarazos y partos, comenzó a alejarse de María, sustituyéndola en el gozo por un gran
número de amantes.
En 1745, entre otros festejos, se celebró un baile de máscaras por el matrimonio del
hijo de Luis XV; en este, el rey conoció a una hermosa burguesa casada de nombre Jeanne-
Antoinette Poisson, la cual luego fue instalada en Versalles. Luis la nombró Marquesa de
Pompadour y la separó legalmente de su marido.
INGLATERRA
Al morir Ricardo III durante la Guerra de las Rosas, fue coronado rey Enrique VIII
en el año 1485, quien se casó con Isabel de York, uniendo así la casta Lancaster con la de
York y dando fin al enfrentamiento. Comienza la dinastía Tudor.
Esta época está marcada por ser en la que nació la Iglesia de Inglaterra como un
ente separado a la iglesia católica, además, es en este tiempo en el que por primera vez una
mujer llega a ostentar en plenitud el cargo de Reina de Inglaterra, demostrando a su vez que
las mujeres sí podían gobernar, tanto así que, durante el periodo de gobierno de la última
jerarca de esta dinastía, Reina Isabel, Inglaterra era temida y respetada en el mundo entero.
Al tiempo que muere Jacobo lo sucede su hijo Carlos I en 1625. Decide casarse con
una mujer francesa, Enriqueta de Francia (hija de Luis XIII) el único problema es que era
católica. Su primer Parlamento, inaugurado por él en mayo, se opuso a su matrimonio con
la princesa francesa, una católica, porque temían que Carlos levantara las restricciones a los
católicos y minara el establecimiento oficial del protestantismo.
Su reinado es considerado como “los once años de tiranía” ya que Carlos I gobernó
sin recurrir al Parlamento, el cual llegó a disolverse hasta 3 veces. Tras el asesinato de
George Villiers, duque de Buckingham, quien se ocupaba de la política de exteriores de
Carlos, el Parlamento empezó a criticar con más dureza al rey. Carlos se dio cuenta que
siempre que pudiese evitar la guerra, podría gobernar sin Parlamento.
Existía por parte de la nobleza cierto descontento debido a los altos impuestos que
debían pagar al igual que los burgueses, es así que luego de largas conversaciones se
compromete a no sancionar impuestos a esta clase sin la aprobación del parlamento. Excusa
perfecta en este entonces es una rebelión en Escocia, el rey necesitaba dinero por lo cual
este va a aprovechar la situación no sólo para enviar soldados a sofocar la rebelión sino
también a saquearlos.
A partir de 1642 en Inglaterra se vive una Guerra Civil que comienza enfrentando
dos bandos, el de Carlos I integrado por la nobleza, la burguesía y el clero anglicano. Y en
el bando opuesto se encontraban los protestantes apoyados por el parlamento, pequeños
propietarios y puritanos; estos eran conocidos como “bando de cabezas redondas” el que
tenía como líder a: Cromwell. A diferencia de otras guerras civiles en Inglaterra, que se
referían a quien mandaba el país, esta era una disputa sobre cómo debe gobernarse el país.
Las guerras llevaron al juicio y ejecución de Carlos I, el exilio de su hijo Carlos II, y la
sustitución de la monarquía inglesa por la Mancomunidad de Inglaterra (1649–1653) y
luego un protectorado (1653–1659) bajo el gobierno personal de Oliver Cromwell. El
monopolio de la iglesia de Inglaterra sobre la religión cristiana en Inglaterra acaba, y una
nueva aristocracia protestante se estableció en Irlanda. Se sentó un precedente respecto al
gobierno de un rey, que no puede mandar sin consentimiento del Parlamento y de su
pueblo.
Ambicioso dictador para algunos, Oliver Cromwell fue un Lord que lideró la
república inglesa, fue un puritano radical y un gobernante lleno de contradicciones. A
finales de la década de 1630, un caballero inglés llamado Oliver Cromwell se disponía a
abandonar Inglaterra rumbo a América del norte. En torno a 1638 había experimentado una
profunda conversión religiosa que le había llevado a entrar en las filas del puritanismo, y
deseaba practicar su fe con libertad, algo que parecía difícil en una nación donde la iglesia
anglicana se deslizaba crecientemente hacia patrones católicos.
Para Cromwell, Carlos I ya no era un monarca sino un traidor a la patria y como tal
fue juzgado y ejecutado en enero de 1649. Cromwell intentó que el parlamento fijara una
regularidad para sus reuniones y que garantizara derechos elementales, pero sus miembros
se negaron. Frustrado, Cromwell lo disolvió en 1653. En los pocos años de gobierno que le
quedaban, derrotó a los holandeses, garantizando el dominio del mar para Inglaterra, y
venció a la flota española, alejando para siempre la amenaza de una invasión católica.
Cuando murió, en 1658, Inglaterra era una potencia de primer orden. Al producirse la
restauración monárquica, el cadáver de Cromwell fue profanado, decapitado y exhibido.
Hoy, sin embargo, frente al parlamento británico se alza una estatua en su honor recordando
su defensa de las libertades.
El lord Protector no tardó en hacer uso y abuso de su nuevo poder. A tan solo un
año de su nombramiento, Cromwell abolió una sesión del Parlamento, y más tarde se hizo
imponer los típicos atributos de la nobleza que acababa de derrocar: el color púrpura, cetro
y armiño, y el derecho de designar a un heredero. Tras cinco años de dictadura, murió
dejando a su hijo Ricardo como sucesor.
La Guerra de los Treinta Años es una de las guerras más conocidas y estudiadas de
la Edad Moderna en Europa. Es un conflicto bélico que se inicia en Bohemia (Sacro
Imperio Romano Germánico) en el año 1618, y que se extiende hasta el año 1648, cuando
termina con la Paz de Westfalia. Es una guerra que, aunque comienza siendo un conflicto
interno del Sacro Imperio., acaba siendo una guerra internacional entre católicos y
protestantes, participando en ella potencias europeas de ambos bandos, como España o
Holanda. Sin embargo, no es únicamente una guerra religiosa, sino que representa además
un conflicto político y económico.
Causas:
Durante varios años ningún bando dominio muy marcadamente la guerra de los 30
años, y ocurrió entonces un cambio de gobierno en los países beligerantes. En Alemania
ocupo el trono Fernando III, y en Francia subió al poder Luis XIV. Entonces la guerra pudo
terminar. Generales franceses metieron sus ejércitos hasta el corazón de Alemania, y
amenazaron con tomar Viena (capital del Imperio). Y ante tan grave peligro, el nuevo
Emperador Fernando III prefirió hacer la paz.
Consecuencias:
De este modo, el título de emperador del Sacro Imperio tenía más un valor
simbólico u honorífico que un poder político real. Por otro lado, el Imperio español veía
como su dominio hegemónico sobre Europa se veía sustituido por la Francia absolutista de
Luis XIV, primera potencia europea en la segunda mitad del siglo XVII. Además, España
tuvo que reconocer la independencia de las Provincias Unidas, con las que llevaba en
conflicto más de medio siglo.
Como la guerra había sido también contra España, fue necesario firmar con esta
nación un tratado aparte y esta fue la Paz de los Pirineos (1658). Según ella, España
devolvía a Francia las provincias de Rosellón y Artois, situadas en la frontera con los Países
Bajos. Terminó así la Guerra de los 30 años.
ESPAÑA
Carlos I, hijo de Felipe el Hermoso y de Juana I de Castilla, era nieto del emperador
Maximiliano I y María de Borgoña, y de los Reyes Católicos. Con apenas 17 años, tras la
muerte de su abuelo, Fernando el Católico, desembarcó en la Península para hacerse cargo
de la corona castellana sin apenas conocer el idioma español. Soñaba con levantar un
imperio universal cristiano.
Carlos contrajo matrimonio en 1526 con Isabel de Portugal, la cual falleció en 1539.
Pese a que el Emperador aún vivió veinte años más nunca volvió a casarse.
Después de tantas guerras y conflictos, Carlos entró en una fase de reflexión: sobre
sí mismo, sobre la vida y sus vivencias y, además, sobre el estado de Europa. Los grandes
protagonistas, que junto con él habían trazado la escena europea en la primera mitad del
siglo XVI, habían fallecido: Enrique VIII de Inglaterra y Francisco I de Francia en 1547,
Martín Lutero en 1546.
Leopoldo I gobernó entre los años 1658 hasta 1705, hijo del emperador Fernando
III. Fue conocido como un emperador más interesado por la música, las celebraciones
públicas y la cacería que, por la política, rasgos que seguramente heredó de su padre, quien
fue poeta y compositor apreciado en Italia, y autor, al menos, de una ópera y diversas obras
religiosas.
Su trono estuvo marcado por las guerras contra los turcos otomanos y los franceses.
El principado más importante en este momento va a ser Prusia que se encuentra dominado
por los Hohenzollern (protestantes).
El emperador Leopoldo I, en agradecimiento por el apoyo prestado por Federico
durante la Guerra de Sucesión Española, le concedió al margrave elector de Brandeburgo el
título de rey en Prusia (hasta entonces había sido duque de Prusia). Puesto que el territorio
prusiano estaba fuera de los límites del Sacro Imperio Romano Germánico. La condición
fue que la coronación se tenía que llevar a cabo personalmente por el emperador germánico
y no por un jerarca eclesiástico. De esta manera el 18 de enero de 1701 fue coronado y
Prusia se convirtió oficialmente en el primer reino de confesión religiosa protestante.
En orden cronológico los reyes que se sucedieron en este reino y medidas que los
caracterizaron:
Federico I (1701-1713)
María Teresa I de Austria, fue la primera y única mujer que gobernó sobre los
dominios de los Habsburgo. Dado que María Teresa y su canciller deseaban recuperar
Silesia, se aliaron con Francia y Rusia mientras Gran Bretaña hacía lo propio con Prusia y
Portugal.
Isabel I de Rusia, o Isabel Petrovna Románova fue emperatriz del Imperio ruso
entre 1741 y 1762. La oposición de Isabel a Prusia residía en la antipatía personal que la
zarina sentía por Federico II de Prusia. Isabel deseaba mantenerlo dentro de los límites
adecuados para que dejara de representar un peligro para el imperio.
A estas tres mujeres las va a unir el odio a Federico II de Prusia, ya que este escribía
versos que herían la femineidad de estas mujeres.
Las hostilidades estallaron en 1757, pero se trató de dos guerras simultáneas. Por un
lado, Francia e Inglaterra lucharon en el mar, en las colonias y en el oeste de Alemania. Por
otro, Prusia se enfrentó a Austria y a la coalición de aliados en el este de Alemania. En el
transcurso de esta guerra Inglaterra es quien va a llevar el mando.
RUSIA
Durante el reinado de Iván III, entre 1460 y 1500, en Europa cae Constantinopla y
la cúpula de la Iglesia ortodoxa se traslada a Moscú, de allí que este rey será conocido
como el protector de la iglesia ortodoxa.
Miguel va a ser conocido como un autócrata, ya que gobernaba sin ningún tipo de
limites e incluso su poder real estaba fusionado con el de la iglesia ortodoxa, ya que decían
que el Zar era un enviado de Dios. Se lo conoce como referente del nepotismo (trato de
favor hacia familiares o amigos, a los que se otorgan cargos o empleos públicos por el mero
hecho de serlo, sin tener en cuenta otros méritos.)
Los zares a pesar de contar con un gran ejército que lo apoya, no son reconocidos y
se sienten menospreciados.
A la llegada de Pedro I como zar, se encontró con un país atrasado, ignorante y que
tuvo lideres muy crueles. Necesitaba empapar sus costas de occidentalismo, por ello
buscaba una salida al Mar Báltico (conflicto con los suecos). Intenta enviar cartas para que
en países como Holanda, Inglaterra y Francia lo reciban, pero estos lo desprecian;
igualmente de esta situación, pedro va a sacar una victoria ya que va a comenzar a recorrer
sus calles y llevar un plan de modernización a su estado.
Para modernizar su estado, contrata ingenieros oficiales con el fin de asesorar a los
ingenieros rusos y crear nuevas universidades totalmente capacitadas para poner en marcha
el nuevo plan de modernización que este tenía. Pero al regresar a Rusia se encuentra con
que ocurre una rebelión y manda a cortar sus cabezas para implantar el terror y que no
vuelva a suceder.
Los rusos tenían una característica muy particular que era que su barba era muy
larga y podía llegar hasta el ombligo, razón por la cual obliga a cortársela a todos. Esto
afectaba la virilidad de los hombres y se resistían; a todos ellos se les aplicó un impuesto.
Crea la ciudad de San Petersburgo (luego Leningrado, Petrogrado y hoy San
Petersburgo). A partir de que los rusos derrotan a los suecos se les va a tener mayor respeto
en Europa. Entra en guerra con Turquía y ocupa la península.
Catalina I (1725-1727)
Pedro II (1727-1730)
Ana (1730-1740)
Iván VI (1740-1741)
Isabel I (1741-1762)
Pedro III (1762) se casa con una alemana, Catalina, ella va a envenenar a
Pedro y queda como zarina. Amiga de Diderot y Voltaire se convirtió en una
gran impulsora del despotismo ilustrado. Su reinado se centra en la
fisiocracia (explotación de la tierra) tiene muchos amantes. Obtiene
Rumania y enfrenta una guerra contra los turcos.
A partir de 1317, comenzaron a registrarse en Europa las primeras crisis cíclicas que
sacudieron las bases del sistema feudal. Malas cosechas, hambrunas y epidemias. Huida de
los campesinos de las tierras desgastadas. En 1348, la peste negra creó verdaderos vacíos
demográficos. El problema principal fue la falta de mano de obra.
La crisis del siglo XIV fue una crisis económica, la crisis de la “agricultura feudal”.
Y también social: el debilitamiento de los vínculos de servidumbre puso en jaque las bases
del poder de los señores feudales.
La búsqueda de nuevas rutas y áreas de influencia hizo que los circuitos económicos
cada vez se ampliaran más. Esto fue ayudado por un adecuado desarrollo en astronomía y
cartografía y una favorable posición geográfica sobre el océano Atlántico.
Tras una etapa de exploración, se dieron origen a dos imperios coloniales. Metales
americanos, pimienta desde Oriente, esclavos de África se transformaron en el trípode que
permitieron a la economía europea transformarse en una economía mundial.
El abandono de tierras producido anteriormente llevó a que esas tierras luego sean
usadas para el pastoreo, por ejemplo, en Inglaterra se encontraban allí ovejas para extraerles
la lana (principal abastecimiento de las manufacturas del continente). La roturación de
tierras y el estiércol mejoraron además la calidad de la tierra.
La crisis del siglo XIV había afectado menos a la economía de la manufactura que a
la agricultura. Se dedicaban a realizar productos de alto precio y calidad para un sector
social restringido. Pero el crecimiento demográfico ahora en el siglo XV registrado, ahora
había reactivado la cantidad de demandas junto con la demanda que nacía de los mercados
marítimos.
El ámbito por excelencia para este aumento fue la producción textil. El aumento de
la demanda y la diversificación de la sociedad permitió el desarrollo de las new draperies,
géneros relativamente más baratos hechos con lana cardada.
La expansión del siglo XVI, se daba dentro de marcos que aún eran
predominantemente rurales. La imposibilidad de romper con estos marcos llevó a este
proceso expansivo a encontrar sus propios límites. Como veremos, la crisis del siglo XVIII,
al borrar estos obstáculos creó las condiciones para el advenimiento del capitalismo.
Las concepciones habían cambiado, y ahora se consideraba que por encima del rey
sólo se encontraba Dios. Las monarquías encontraron un formidable instrumento en el viejo
derecho romano para legitimar su poder: la lex. El rey era soberano por su facultad para
hacer las leyes, y hacerlas cumplir. Mediante la ley podían modificar costumbres e imponer
nuevas condiciones. El rey personificaba al Estado y por ende su objetivo es alcanzar la
felicidad del Reino.
En Francia existían los Estados Generales, que constituía una fuerte resistencia al
poder absoluto del rey. También es cierto que en el siglo XVI las monarquías se impusieron
sobre esos cuerpos. Esta cuestión de la participación de la nobleza en el poder se hacía
evidente, sobre todo, en los períodos de minoría del rey: el reino quedaba a cargo de un
noble asesorado por un Consejo Real hasta que el rey alcanzara la mayoría de edad. Quitar
este poder que los nobles tenían por un tiempo era muy difícil.
Los límites al Estado Absolutista también se debieron a las resistencias que ofrecía
la sublevación de campesinos y burguesías que resistían a favor de las autonomías urbanas.
Los resultados de estas resistencias sociales señalaron caminos divergentes para las
monarquías en Francia y en Inglaterra. En Francia el movimiento conocido como La
Fronda, que estalló en París a partir de 1648, y que pronto se extendió a otras provincias,
sumó distintas protestas: desde las resistencias de la nobleza ante el aumento del poder
monárquico hasta el descontento generalizado de campesinos, burguesía y sectores
populares urbanos por los altos impuestos destinados a saldar las deudas contraídas durante
la Guerra de los Treinta Años.
¿Qué función cumplía entonces la corte? Dotaba a la monarquía del brillo necesario
para reforzar la idea del absolutismo. Alejaba a la nobleza de la función política. La vida en
la corte era un espectáculo que se desarrollaba como en un escenario: el público estaba
constituido por el resto de la sociedad. Constituía el símbolo más claro de la sociedad
estamental, en la que cada persona, por nacimiento o por privilegio, ocupaba un lugar en la
sociedad determinado por sus vínculos de poder.
Los hombres eran mayoría en estos grupos vagabundos, pero el número de mujeres
tampoco era bajo. En este nuevo orden social y político, sería necesario definir normas y
por primera vez se penalizaría toda una gama de comportamientos populares.
La división de la Cristiandad
Era aceptada la idea de que existía una instancia superior que unificaba en estos
tiempos la Cristiandad. Era una concepción heredada del Imperio Romano. Por el
Emperador en el plano político y por el papa en el plano religioso.
En 1515, Martín Lutero colocó en las puertas del castillo de Wittenberg sus célebres
95 tesis oponiéndose a la venta de indulgencias. Su pensamiento radicaba en la libre
interpretación de la biblia, la fe como único medio de salvación y el diálogo con Dios como
un acto directo e individual. Con el tiempo comenzó a llamarse este movimiento como
reforma.
Surgieron interpretaciones locales, una de las más difundidas fue la de Juan Calvino
en Suiza. Este sostenía que la fe o era un acto intelectual sino una conducta que se reflejaba
en la vida cotidiana, tanto en la esfera familiar como en la praxis estatal, el calvinismo
impulsó una vida comunitaria activa que impregnó todos los ámbitos.
Ante el avance de estos movimientos, la Iglesia romana decidió tomar una serie de
medidas que se conocen como Contrarreforma o Reforma Católica. Una de las principales
medidas fue la convocatoria del Concilio de Trento en 1545 este fijo al dogma y se propuso
reforzar la autoridad papal. También se creó la compañía de Jesús fundada por Ignacio
Loyola una comunidad caracterizada por su disciplina y obediencia al papa. Se reorganizó
el tribunal de la inquisición con el objetivo de vigilar a los fieles y controlar sus
desviaciones. Con este fin también se organizaron misiones para la conversión de los
infieles en Asia y en América.
En síntesis, tras la reforma, Europa había quedado dividida en dos grandes áreas
religiosas. Sin embargo, la ruptura de la unidad también se aceleró por una nacionalización
de las iglesias locales que quedaron cada vez más subordinadas a la autoridad del estado.
Las nuevas actitudes frente al conocimiento. Del desarrollo del pensamiento científico a
la Ilustración.
¿Cuáles fueron estas actitudes? Todos ellos pusieron en tela de juicio los
conocimientos eras del pasado y rechazaron la religión. Se oponían al dogma su confianza
radicado en la razón a la cual considera capaz de comprender el sistema del mundo sin
necesidad de recurrir a explicaciones teológicas. Compartían la conciencia de formar una
élite, pequeño grupo de hombres ilustrados capaces de influir en la sociedad y en la política
mediante la difusión de sus ideas.
Entre los pensadores qué vamos a exponer a continuación existía la idea de que si se
podía explicar con leche el funcionamiento del mundo físico también era posible conocer
las leyes de funcionamiento de la sociedad y la política. John locke por ejemplo tenía una
idea sobre la monarquía limitada y proponía un contrato entre Los Monarcas y sus súbditos.
Si el rey no lo cumple el pueblo tenía el derecho a romperlo.
Montesquieu planteó la idea de limitar el poder de la monarquía para evitar que el
poder absoluto se en transformarse en despotismo, mediante la división de poderes. Para
ello propuso la creación de cuerpos intermedios que sirvieron de control y de contrapeso al
absolutismo de la corona. A pesar de que Montesquieu se lo puede considerar como uno de
los teóricos del parlamentarismo su intención fue la defensa de los derechos de las
aristocracias frente a la monarquía.
A través de sus formas de difusión resulta Claro que las ideas de la ilustración
fueron primordialmente un fenómeno urbano del que los sectores populares había quedado
excluido. Debido al analfabetismo y al precio encarecido de los libros difusores de estas
ideas.