Está en la página 1de 40

EDAD MODERNA

Situación en la Edad Media

Luego de la caída del Imperio Romano de Occidente, Europa conoció la


fragmentación del poder político ya que el territorio se dividió en Reinos fusionándose de
esta manera características romanas con las de los Pueblos Germánicos que invadieron el
territorio.

El Reino de los Francos fue uno de los más destacados por su rey, Carlo Magno,
quien logró detentar bajo su autoridad grandes extensiones de territorios, pero sus sucesores
no lograron imitar esto y el reino junto con su poder se vieron debilitados. Los reyes poco a
poco fueron delegando la defensa del territorio y la protección de estos en funcionarios
locales. Poco a poco, los funcionarios dejaron de transferir los impuestos a la Corona y se
transformaron en señores feudales (propietarios de tierras). Estos podían ejercer libremente
su autoridad sobre los habitantes del territorio del que eran dueños.

Esta situación afectó directamente a la autoridad del rey y terminó por ser
reemplazada por la de señores más poderosos.

La gran mayoría de la población de la Edad Media era analfabeta, los centros de


saber eran las abadías y los monasterios. Durante este período la fuente de conocimiento
más importante eran los libros religiosos, especialmente la Biblia.

La Europa Occidental en pos de recuperar Tierra Santa (perdida porque estaba en


territorio en ese entonces del Imperio Romano de Oriente), allí donde había vivido Jesús y
en especial la ciudad de Jerusalén, donde se hallaba el Santo Sepulcro, ahora estaba en
manos de los musulmanes. Esas campañas conocidas como Cruzadas, movilizaron una
gran cantidad de personas motivadas por la fe religiosa.

Como consecuencia directa de estas expediciones, por un lado, tenemos la


reanudación del comercio entre Oriente y Occidente (interrumpido por el dominio
musulmán en el Mediterráneo); y por otro, muchos señores sacaron provecho y adquirieron
grandes riquezas y feudos, mientras que otros se empobrecían duramente.
Las ciudades medievales de la época eran centros comerciales, financieros y
manufactureros. Estas ciudades crecieron en importancia cuando gracias a las Cruzadas
comenzaron a llegar de Oriente bienes de lujo (especias, piedras preciosas, seda) y cuando
la expansión agrícola permitió una mayor circulación de dinero y alimentos.

Con el tiempo, en las ciudades se fue consolidando un grupo social muy poderoso:
la burguesía, cuyas actividades diferían de los señores y de los campesinos. Pertenecían al
grupo no libre de la sociedad, y por tanto estaban sujetos al pago de rentas a los señores. A
diferencia de los campesinos, los burgueses vivían en las ciudades, y se dedicaban a la
industria y al comercio.

La expansión de los siglos XI al XIII dio como resultado el aumento de la


población, la producción agrícola y la actividad comercial. Los señores feudales vivían a
costa de los impuestos y rentas cobradas a los campesinos, lo cual les permitía mantener sus
castillos y guerreros para dominar su territorio. La producción agrícola aumentó en pos de
implementar la roturación de tierras y esta expansión agrícola dio pie al aumento
demográfico, al haber excedente en alimentos, tierras antes sin cultivar ahora se poblaban
de personas dispuesta a trabajarlas.

Paso de la Edad Media a la Edad Moderna: primeros antecedentes

El problema vino cuando hubo un avance en cuanto a la integración de tierras para


el cultivo, pero el avance en las técnicas implementadas en este no tuvo modificaciones,
para la época eran muy precarias. Una helada o una lluvia fuera de época perjudicaban
fuertemente la producción. El proceso de expansión se detuvo así en la mitad del S. XIII, ya
no quedaban tierras para roturar y las mejores tierras dejaron de dar cultivos. La producción
agrícola comenzó a disminuir y, en consecuencia, las rentas señoriales. Las cosechas eran
cada vez más pobres y se conseguían menos alimentos por el mismo trabajo. La calidad de
la alimentación campesina disminuyó y padecieron hambrunas.

Sumado a esto, se vivió una fuerte epidemia de peste negra.

Los campesinos unidos en pos de reclamar la disminución de las rentas y de sus


obligaciones, se organizaron y sucedieron así rebeliones campesinas contra los señores
feudales.
Hacia fines de XV, los campesinos que habían sobrevivido a las epidemias y a las
hambrunas estaban en una situación comparativamente mejor. Después del despoblamiento
abundaba la tierra y escaseaban los habitantes, las zonas más fértiles se repoblaron y la
agricultura se recuperó. Cabe destacar también que se abrió paso a la utilización de tierras
para la cría del ganado, consecuentemente la gente incorporó a su dieta lácteos, carne que
mejoraron ampliamente la calidad de vida que llevaban y su nutrición.

Cambios económicos, políticos y sociales

Entre los siglos XV y XVI, aumentó la producción, se desarrolló el comercio y


creció la circulación monetaria. La recuperación agrícola y manufacturera activó el
comercio entre distintos puntos del mundo. El intercambio de productos era cada vez
realizado a mayores distancias. La mercadería se transportaba a través de caminos o se
embarcaba de un puerto a otro. Estas rutas comerciales tanto terrestres como marítimas se
revitalizaron y expandieron.

En el ámbito político, se fortalecieron las monarquías frente a la autoridad de los


señores y los reyes comenzaron a ejercer su autoridad de manera absoluta. La
concentración del poder público no fue a veces de manera pacífica y eso implicó que reyes
tuvieran que librar guerras contra los señores feudales de la época. Lentamente los reyes
recuperaron facultades como el cobro de impuestos y aduanas y la administración de la
justicia. Con este fortalecimiento de las monarquías, la fragmentación político-territorial
que caracterizó el feudalismo se terminó, prontamente se comenzaron a delinear los límites
de los Estados modernos. La aparición de una moneda única, acuñada por los reyes y la
eliminación de peajes dentro de estos Estados favorecieron el desarrollo del intercambio
comercial y las actividades financieras (motivo por el cual la burguesía apoyó la
reinstauración de las monarquías).

En cada país, la nueva institución formada por representantes de distintos sectores


sociales, recibía un nombre distinto: dieta, cortes, parlamento o estados generales. Era un
cuerpo convocado por el rey cada tanto para escuchar sus ideas y pedidos. Participaban en
él representantes de la nobleza, del clero y de las ciudades.
Cambios culturales y religiosos

A partir de las transformaciones sociales y económicas, comenzaron a aparecer en


Europa, especialmente en los centros urbanos, nuevas concepciones acerca de las ideas del
hombre, de la naturaleza, la sociedad, la vida terrenal y el conocimiento, que claramente se
diferenciaban de las concepciones medievales.

Lentamente se instauró la idea del hombre como ser individual, capaz de razonar
por sí mismo y aprender de su experiencia. Estas ideas se esclarecieron en tres movimientos
distintos: el Renacimiento, el humanismo y la Reforma religiosa.

Renacimiento: El movimiento artístico conocido como tal, se inició en Florencia,


Italia a comienzos del S. XV (por el importante desarrollo mercantil de sus ciudades).
Durante el siglo siguiente incluyó a las regiones de Francia, Alemania, Países Bajos e
Inglaterra. Tuvo 2 etapas diferenciales: El quattrocento, que corresponde a la primera etapa
del renacimiento, durante el siglo XV, y el cinquecento o segunda etapa, que tuvo lugar
durante el siglo XVI.

Su nombre hace referencia a un “renacer” de la cultura clásica, de las tradiciones


griegas y romanas. Los hombres del renacimiento buscaban recuperar las formas clásicas y
diferenciarse de los conceptos medievales. La pintura renacentista se caracterizó por el
interés en reproducir la figura humana y su ambiente, tanto el natural como el social.
Incorporó técnicas novedosas como la perspectiva, en busca de una representación más
cercana a la realidad.

En la escultura se recuperaron las líneas curvas de las estatuas griegas. El uso de


distintos materiales (piedra, madera, bronce, mármol) intentaban representar el cuerpo
humano y su capacidad expresiva.

Los artistas del renacimiento trabajaban por encargo, realizaban sus obras muchas
veces a pedido de un mecenas. Los mecenas eran personas que protegían y pagaban a los
artistas. Podían ser burgueses muy ricos como la familia Medici en Italia, o reyes y papas.
Los temas abordados por los artistas muchas veces eran: retratos, representaciones de
batallas o hechos históricos, figuras religiosas, paisajes, etc.
Entre los artistas más destacados pintores y escultores de este período podemos
nombrar a: los italianos Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel, Rafael, Giovanni Bellini y
Donatello. En arquitectura: Filippo Brunelleschi, Bramante de Urbino y Gian Lorenzo
Berninni.

Humanismo: Inspirada en todos estos cambios producidos, surge una nueva


corriente filosófica. Se inició en la península itálica y se extendió por toda Europa
Occidental entre los siglos XV y XVI.

Los humanistas eran intelectuales de formación universitaria que rescataron obras


filosóficas, históricas y literarias de la Antigüedad clásica como, por ejemplo, las de Platón
y Aristóteles. Todos ellos escribieron textos de carácter laico, es decir desprovisto de toda
inclinación religiosa.

La principal inquietud de esta época, el ser humano, lo distinguía ampliamente del


movimiento intelectual de la Edad Media, que allí era “lo divino” y las verdades
consideradas eternas, reveladas por Dios en la Biblia. Para los humanistas no existían
verdades indiscutibles. Proponían el debate de las ideas y la reflexión sobre todos los temas
a través de la observación y la experimentación. En su concepción las personas son libres,
capaces de conocer y modificar la realidad.

Algunos artistas destacados fueron, por ejemplo: Tomas Moro, en Inglaterra,


escribió Utopía una obra que proponía una sociedad ideal, en la que los hombres vivieran
con tranquilidad y felicidad. En ese libro se expresa los cambios económicos y sociales que
atravesaban en la época que consideraba negativos. En Italia, Nicolás Maquiavelo, escribió
El Príncipe quien reflexionó sobre las formas de ejercer el poder y hacer política; muchas
veces aquello que resultaba ser una virtud cristiana como la caridad decía Maquiavelo que
resultaba ser un defecto de los gobernantes ya que podía llevarlo a perder el poder y
desencadenar luchas por el poder.

Avances técnicos y científicos

Algunos de los muchos inventos de la época moderna fueron: La brújula; el


microscopio; el telescopio; el termómetro, el lápiz y por supuesto el motor de vapor, que
revolucionaría el mundo tanto en su forma de transporte como de industrialización.
Muchos de estos avances fueron importantes en la expansión de ultramar y entre
ellos tenemos a la brújula, el astrolabio, el cuadrante y los portulanos. Sumado a esto,
encontramos avances en los navíos, así surgieron la nao (usadas por los portugueses) y las
carabelas (usadas por los españoles) que eran naves mejor preparadas para la navegación en
aguas profundas y tormentosas, alejadas de las costas. Vale destacar también que en España
y Portugal existían navegantes expertos, muchos de ellos provenientes de la península
itálica (Génova).

Una invención sumamente importante para la época que no podemos dejar de


nombrar es la imprenta. Esta favoreció la expansión del humanismo ya que abarató los
costos de publicación de libros (antes copiados a mano) y así facilitó la difusión de las ideas
ente un público más amplio y variado.

Cambios en la religiosidad

La Iglesia medieval era, a la vez que un poder espiritual (emanaba de la fe


religiosa), era un poder temporal, es decir político, social y económico. Los obispados, los
monasterios y templos poseían tierras en las que ejercían derechos señoriales. En el S. XV,
el movimiento conocido como Reforma religiosa involucró dos dimensiones de la Iglesia:
criticaban su poder temporal, a la vez que proponían cambios en la religiosidad y, por lo
tanto, en lo espiritual.

Un monje alemán, Martín Lutero, cuestionó el poder temporal del papa, en especial
la llamada “venta de indulgencias”. El Papado como único dispensador del perdón
sacerdotal, otorgaba a algunos obispos y curas la autoridad de conceder perdones o
indulgencias a cambio de dinero1. En 1517, Lutero publicó sus 95 tesis, en las que criticaba
esas y otras prácticas del clero y exponía sus ideas para la reforma de la doctrina espiritual
de la Iglesia.

Lutero protestó por la práctica de la venta de indulgencias en un escrito enviado a


Alberto, arzobispo de Maguncia y Magdeburgo el 31 de octubre de 1517. Lutero adjuntó
una copia de las controversias que para él suscitaban dichas indulgencias, lo que luego se
1
En 1516 y 1517, Johan Tetzel, un fraile dominico que sirvió como comisionado de indulgencias papales, fue
enviado por la Iglesia Católica hasta Alemania con el fin de vender indulgencias para conseguir dinero para la
reconstrucción de la Basílica de San Pedro en Roma. Las indulgencias se referían a la reducción de la pena
por el perdón de los pecados.
convirtió en las famosas 95 Tesis. Su tesis 86 era toda una declaración de intenciones:
«¿Por qué no el Papa, cuya riqueza es hoy mayor que la de cualquier rico, no construye la
Basílica de San Pedro con su propio dinero en vez de con el dinero de los pobres
creyentes?».

Su concepción se basaba en una frase de San Pablo: “el justo se salvará por la fe”.
Para Lutero la salvación y el perdón solamente se otorgaban a través de la fe y la gracia
eterna de Dios. Este proponía que la relación entre los fieles y Dios debía ser directa y
personal, desestimaba la intermediación del clero y sostenía la libre interpretación de la
Biblia.

Lutero colgó una copia de sus 95 Tesis en las puertas de la iglesia del Castillo de
Wittenburg, el mismo día que había redactado la carta que hoy se considera el origen de la
Reforma Protestante. En dos semanas, sus tesis recorrieron toda Alemania, y en un mes ya
se conocían en toda Europa. Esta Reforma Protestante no concluyó sino hasta la Paz de
Westfalia en 1648.

La Reforma protestante dependió del apoyo político de algunos príncipes y


monarcas para poder formar Iglesias cristianas de ámbito estatal (posteriormente Iglesias
nacionales). Los principales exponentes de la Reforma protestante fueron Martín Lutero y
Juan Calvino.

En 1521, el recién elegido emperador Carlos V (Sacro Imperio Romano) (rey de


España como Carlos I) convocó una Dieta (asamblea de todas las autoridades del imperio)
en la ciudad de Worms e invitó a Lutero a que asistiera a la misma para explicar su postura.

Muchos advirtieron a Lutero que se trataría de una trampa, pero Lutero estaba
decidido a acudir pese a todos los peligros. La Dieta se celebró y Lutero expuso su doctrina
ante el mismo Carlos V, pero este no quedó convencido por Lutero y, en cambio, hizo una
declaración de lealtad y fidelidad a los principios de la Iglesia católica. A partir de
entonces, la dinastía de los Habsburgo se convertirá en la primera defensora de la Iglesia
católica contra los protestantes. Como los Habsburgo eran también reyes de España, la
defensa del catolicismo se convertiría en una de las bases de la identidad española, durante
siglos.
Lutero apoyó desde un primer momento a la nobleza, ya que pensaba que su
autoridad era legítima y que su apoyo era indispensable para el triunfo de la reforma de la
Iglesia cristiana. Durante estos años, Carlos V no pudo intervenir en Alemania, pues debió
proseguir sus guerras contra Francia y sus campañas contra los turcos, pero en 1529
consiguió un periodo de paz con Francia que le permitió ocuparse de la situación religiosa
en Alemania.

En 1529, Carlos V convoca una Dieta en la ciudad de Espira y en ella intenta


convencer a los nobles que se han convertido al luteranismo, para que se sometan a la
jurisdicción del papa, pero los príncipes y señores luteranos se niegan y protestan en la
convocatoria de la Dieta, y a causa de esta protesta los católicos comenzarán a llamarlos
con el nombre de protestantes.

En 1530, Carlos V convocó otra Dieta en la ciudad de Augsburgo y en ella intentó


conseguir que los luteranos y los católicos se pusieran de acuerdo para aceptar una doctrina
cristiana común que superase la división religiosa. Lutero fue invitado de nuevo a asistir,
pero se negó y envió en su lugar a su discípulo Philipp Melanchthon. Los esfuerzos de
Carlos V en la Dieta fueron inútiles, pues Melanchthon se negó a cualquier acuerdo y en su
lugar los protestantes redactaron la llamada Confesión de Augsburgo, en la que exponían
sistemáticamente los principios de su doctrina. Los católicos seguirían pronto su ejemplo,
redactando también su compendio doctrinal, de modo que la cristiandad occidental se había
dividido irremediablemente.

Lutero muere en 1546 mientras Carlos V preparaba en Alemania una campaña


contra la liga de Esmalcalda, defensora del protestantismo. Carlos V presentó su campaña
no como una guerra contra los protestantes, sino como un castigo contra los nobles que se
habían rebelado contra su emperador; en su ejército había, sobre todo, tropas españolas,
pero también nobles protestantes que no se habían unido a la liga y que permanecían fieles
a Carlos V. El ejército de Carlos V derrotó a la liga de Esmalcalda 2 en 1547 en la gran
batalla de Mühlberg. Parecía que el triunfo de Carlos V era total y toda Sajonia fue ocupada
por las tropas del emperador germánico.

2
La Liga de Esmalcalda fue una liga de príncipes protestantes del Sacro Imperio Romano Germánico que se
creó en el siglo XVI para defender sus territorios y luchar contra el emperador y rey Carlos V.
Carlos V se proponía ahora encontrar una solución a la división religiosa de
Alemania, pero su triunfo había asustado a todos los nobles de Alemania, tanto a los
católicos como a los protestantes, que temían que el emperador se volviera demasiado
poderoso. Todos estos nobles van a formar posteriormente en secreto una alianza contra
Carlos V anulando las ventajas conseguidas por la victoria de Mühlberg.

En un momento en que Carlos V se encontraba en Alemania sin tropas españolas,


los nobles alemanes se rebelan contra él y el emperador tuvo que escapar hacia Italia,
mientras su poder y autoridad se derrumbaban en Alemania.

Carlos V se vio obligado a aceptar las condiciones de los nobles rebeldes y en 1555
firmó la paz de Augsburgo. Según esa paz, cada príncipe alemán podía profesar la religión
que quisiera sin que el emperador lo pudiese impedir; sin embargo, todos los vasallos de un
noble tenían que tener la misma religión. Finalizaba así el anhelo de Carlos V de mantener
la unidad religiosa en sus dominios.

Contrarreforma: La Contrarreforma, o la también conocida como Reforma


Católica, es un movimiento que surgió en la segunda mitad del siglo XVI como respuesta
de la Iglesia Católica a la Reforma Protestante de Martín Lutero iniciada en los primeros
años del siglo XVI que consistió en la creación de nuevos dogmas basados en el
catolicismo. La figura puente entre la Reforma y la Contrarreforma fue Erasmo de
Rotterdam.

A todo esto, hay que sumarle la cuestión política ya que siempre existió: una lucha
entre los reyes y papas por ser los máximos representantes del poder. Carlos I de España y
V del Sacro Imperio Romano Germánico era quien debía mantener la cristiandad por
entonces, sin embargo, muchos de los príncipes alemanes se afiliaron al dogma luterano
para no depender del rey y conseguir tener más libertades ya que la Iglesia era la que
establecía la mayoría de los impuestos a pagar.

A fin de detener el avance del protestantismo se llevó a cabo el Concilio de Trento


para tratar de fijar claramente cuál era la doctrina de la Iglesia y reformar la estructura y
disciplina de la misma. Esta fue la reunión de todas las autoridades de la Iglesia Católica,
así como los obispos para tratar de parar las reformas protestantes dadas por Martin Lutero.
Se dividió en tres sesiones, la primera iniciada por Paulo III en 1545, la segunda por Julio
III entre los años 1550 - 1555 y concluye con la sesión de Pío IV en 1563.

Otro suceso importante fueron las creaciones de nuevas órdenes religiosas que
constituyeron un papel importante en la Contrarreforma porque con ellas se defendía y
difundía la doctrina del Concilio de Trento.

Entre ellas destacamos la Compañía de Jesús fundada en 1540 por Ignacio de


Loyola. Se trata de una orden de educadores pues los jesuitas tenían una gran capacidad
intelectual, ellos enseñan, crean colegios y no conventos, saben escribir y gracias a ellos se
van a reconocer todo lo que habían hecho tantos eruditos, traductores, humanistas. También
se caracterizaron por su difusión evangelizadora por América y Asia y su vida espiritual a
través de la meditación religiosa.

Las principales diferencias entre la doctrina protestante y la doctrina católica


radican en:

Autoridad del papa: Los católicos romanos creen que el Papa es la cabeza de la
Iglesia en todo el mundo. Como “Vicario de Cristo”, el Papa toma el papel del
representante terrenal de Cristo y actúa en su lugar para dirigir la Iglesia en la
determinación de lo que es verdad, correcto y adecuado para todos los católicos. Los
protestantes, en cambio, no creen en una estructura jerárquica que culmina en una persona
que podría hablar de manera definitiva y proclamar la verdad sin error.

María la madre de Dios: María juega un papel diferente para los católicos y para la
mayoría de los protestantes. Porque María es el instrumento a través del cual Dios trajo a su
Hijo al mundo, los católicos honran a María con los títulos de “Madre de Dios” y “Madre
de la Iglesia”. Los católicos la consideran un ejemplo de fe y santidad. Según la tradición,
María fue concebida y nació sin la mancha del pecado original y permaneció sin pecado
durante toda su vida. Por diversas razones, aunque los protestantes pueden tener un alto
concepto de María, no la tienen en el mismo sentido. En general, no le rezan a María ni la
convierten en un punto focal de la obra artística o la iconografía.

Sacramentos: Los sacramentos son signos visibles de lo invisible, lo espiritual. La


iglesia protestante celebra solo dos, el bautismo y la Sagrada Comunión, en respuesta a las
instrucciones de Jesús que se encuentran en la Biblia. Sin embargo, la Iglesia Católica tiene
siete en total.

Transubstanciación o transustanciación: es una doctrina católica de la Eucaristía,


se basa en el sentido literal e inmediato de las palabras de Cristo en la Última Cena: «Esto
es mi cuerpo... y mi sangre». Creen que la sustancia del pan cambia, por un milagro y por
las palabras de la consagración que pronuncia el sacerdote, y se convierte en la sustancia
del cuerpo de Cristo, el pan ya no tiene lo que lo hacía pan, ahora es el cuerpo de Cristo.
Las denominaciones protestantes la rechazan argumentando que, para obtener la vida
eterna, no es necesaria otra cosa que una fe verdadera en Jesús.

Imágenes litúrgicas: en el protestantismo se rechaza la veneración de imágenes y


reliquias, solamente se conserva la cruz. A diferencia del catolicismo que tiene imágenes de
santos, de Jesús, de María, entre otros.

Se elimina del protestantismo el purgatorio (estado de purificación de las almas de


los muertos en el que purgan sus pecados antes de alcanzar la gloria) y el celibato.

Absolutismo

La expansión europea en otros continentes, la incorporación de nuevos mercados,


los cambios económicos y sociales que conllevaron y las guerras entre los Estados
contribuyeron a acrecentar el poder del rey como representante y gobernador de la Nación.
A partir del S XVI, monarcas de países como España, Francia, Inglaterra concentraron cada
vez más la autoridad en sus manos y afirmaron que era absoluta, es decir que no debían
rendirle cuentas a nadie más que a Dios.

Los defensores reales de la autoridad absoluta sostenían que la única fuente de


poder legítimo era Dios, y que el rey ejercía la soberanía por mandato divino. Esta idea
colocaba al monarca en un lugar diferenciado del resto de la sociedad. Una monarquía
absoluta suponía el ejercicio de la autoridad indiscutida. El rey es el único legítimo del
poder.

FRANCIA

Dinastía Vallois
Francisco I llega al trono en 1515, su reinado permitió a la nación francesa ejercer
un papel importante en los asuntos europeos y colocarse como una potencia económica de
primer orden. Es considerado como el monarca emblemático del período del Renacimiento
francés. Su reinado permitió un desarrollo importante de las artes y las letras en Francia. El
protestantismo en este reinado se introduce en Francia. Muere en 1547.

Lo sucede en 1547 Enrique II, fue errático en la política de alianzas y, en un


principio, un ferviente defensor de la fe católica frente a la Reforma protestante. Combatió
y persiguió a los hugonotes, pero luego los toleró y se alió con los calvinistas. Condenó los
libros no católicos en 1551 prohibiendo su circulación y venta y mantuvo el enfrentamiento
contra Carlos V con una singular alianza con el Imperio otomano. Se casó en 1533 con
Catalina de Médici con la que tuvo diez hijos, a la vez que mantenía una relación amorosa
con Diana de Poitiers, que se hizo oficial en 1536.

En este momento, Enrique II decide volverse al protestantismo (por una cuestión de


intereses económicos, la mayoría de los nobles lo eran) y simultáneamente había otra
familia que aspiraba a llegar al trono, los Gisa quienes se van a embanderar con el
catolicismo. Y también estaban los borbones, que eran calvinistas.

A Enrique le va a suceder su hijo Francisco II luego de morir accidentalmente en


1559, este va a estar casado con María Estuardo, reina de Escocia. Tenía 16 años y, por
tanto, era mayor de edad y podía reinar. Pero su salud, tanto física como mentalmente era
tan débil que fue manejado por su mujer y sus tíos los Guisa partidarios de una política
represiva contra los protestantes. El reinado de Francisco II está inmerso en los disturbios
religiosos. Tras unos pocos meses de reinado falleció el 5 de diciembre de 1560 a causa de
una otitis que le produjo un absceso.

Asume Enrique III quien, en 1576, firmó el Edicto de Beaulieu, otorgando muchas
concesiones a los hugonotes. Su acción dio lugar a que el activista católico, Enrique de
Guisa, forme la Santa Liga Católica mejor conocida simplemente como la Liga. Después de
muchas negociaciones, Enrique se vio obligado a dejar sin efecto la mayor parte de las
concesiones que se habían hecho a los protestantes en el edicto. En 1584, su hermano y
futuro heredero, Francisco de Anjou, murió. Al no tener hijos, fue nombrado sucesor su
primo Enrique de Navarra, hugonote. Esta arriesgada elección abrió un conflicto sucesorio
que se conoce con el nombre de la guerra de los tres Enriques.

Enrique no es muy simpático entre el pueblo y vivía de placer en placer. Envía un


sicario a matar a Enrique de Gisa, acérrimo católico. Un seguidor de Enrique de Gisa lo
mata a Enrique III y se designa como sucesor a Enrique IV de Borbón (quien estaba casado
con Margarita de Valois, hija de Enrique II).

El gran problema es el religioso y las luchas que este genera. Enrique de Borbón
partidario del calvinismo, decide al llegar al trono convertirse al catolicismo (interesado por
conseguir adeptos del catolicismo) y sanciona el Edicto de Nantes a partir del cual los
calvinistas son libres en cualquier lugar de Francia (menos en París), autorizaba la libertad
de conciencia y una libertad de culto limitada a los protestantes calvinistas.

Durante su reinado las ciudades protestantes se van a fortificar, el Estado va a


centralizar todos los aspectos de la economía y las finanzas, suprime el abuso en cobranza
de impuestos y reduce el ejército. Sostiene que la base de la riqueza de la nación está en la
tierra y fortalece la vitivinicultura. Perfecciona el comercio, crea redes internas, edifica y
desecan pantanos y favorece la cría del gusano (comienzo de fábrica textil). Expediciones
al resto del mundo (Canadá). Francia se convierte de esta manera en el país más poderoso
de Europa.

Enrique IV venía de visitar a Sully, su ministro de Finanzas que estaba enfermo, con
el que tenía una gran amistad. Salió en su carruaje, atravesó una calle pequeña, en la cual
había dos carretas que le impedían el paso; de una de las carretas salió el asesino, que le
asestó dos puñaladas mortales.

Fue sucedido por su hijo, Luis XIII de Francia, el cual, durante su minoría de edad,
hasta 1617, estuvo bajo la regencia de su madre, la reina María de Médici. Y se elige un
consejero, el cardenal Richellieu. La política interior de Richelieu consistió en reforzar el
poder de la Corona, sometiendo tanto a los protestantes franceses (hugonotes) como a los
nobles, no estaba de acuerdo con que tuvieran su ejército ya que sólo el rey debía tenerlo.
Acabó con las garantías políticas que Enrique IV había concedido a los protestantes por el
Edicto de Nantes. Protector de las artes y las letras tiene que ver también con el control del
poder simbólico, poniendo la creación cultural al servicio de la propaganda del poder
absoluto de la Monarquía.

Poco después moría Richelieu, y el rey (aquejado siempre de una salud delicada) le
seguía en 1643. Antes de morir, sin embargo, había nombrado ministro principal al
cardenal Mazarino, hechura y continuador de Richelieu, que habría de prolongar su política
en el reinado siguiente, en el cual culminaría la tendencia absolutista de Luis XIII.

Sucede su hijo Luis XIV, cuando el Delfín contaba cuatro años y ocho meses, Ana
de Austria se dispuso a ejercer la regencia y confió el gobierno del Estado y la educación
del niño al cardenal Mazarino.

Fue rey de Francia y de Navarra desde 1643 hasta su muerte, con 76 años de edad y
72 de reinado, en 1715. Incrementó el poder e influencia francesa en Europa, combatiendo
en tres grandes guerras: la Guerra franco-neerlandesa, la Guerra de los Nueve Años y la
Guerra de Sucesión Española. La protección a las artes que ejerció el soberano Luis XIV
fue otra faceta de su acción política.

Luis XIV, uno de los más destacados reyes de la historia francesa, consiguió crear
un régimen absolutista y centralizado, hasta el punto que su reinado es considerado el
prototipo de la monarquía absoluta en Europa. “El Estado soy yo”. Divide a Francia en 33
regiones para una mejor administración, en cada una de ellas había un gobernador que se
hacía cargo del cobro de impuestos.

Siendo pequeño en plena Guerra de los 30 años tuvo que mudarse con su familia y
huir de las ciudades por posibles ataques a su padre y a su madre, en consecuencia, Luis
XIV va a desconfiar siempre de la nobleza. Adopta como castillo Versalles (a 20km de
París) la idea era que en esa construcción enorme habitara toda la nobleza con el objetivo
de poder mantenerla controlada. Creó un protocolo estricto para toda la nobleza y las tareas
que debían hacer.

Estaba enamorado de María Masini (hija del cardenal Masini) su obligación de ser
rey hace que se case con María de Austria (unir coronas). Nunca la va a amar, la va a
engañar. Cuando fallece luego de vivir tanto no quedan en Francia el mismo poder militar y
económico.
Durante los últimos años de reinado lapida el sostén económico en guerras contra
Holanda (allí Francia llega a territorio holandés, pero como el territorio se inunda se
retiran), en guerras contra España, con los Habsburgo, entre otras.

En política económica los ojos están puestos en promover la capacidad exportadora


de los países y aumentar su poder con grandes reservas de oro y plata. En ese enfoque
«mercantilista», Jean-Baptista Colbert tendría un papel destacado como responsable del
área económica con Luis XIV. Este trató de reorganizar la estructura económica de Francia
con el fin de incrementar los ingresos y crear un país autosuficiente. Mejoró las
comunicaciones, red de carreteras y flota mercante, para potenciar el comercio exterior e
interior (sostenía que sólo el comercio exterior enriquecía a un país). Mercantilista y
proteccionista.

Durante algunos años, el presupuesto era equilibrado; a partir de 1672, Versalles y


sus fiestas, las guerras y las pensiones concedidas a los cortesanos, provocaron el déficit.
Cuando murió Colbert, la deuda ya era enorme

Al morir Luis XIV, lo sucede Luis XV en 1715, este era su bisnieto. Tiene una
personalidad muy cercana a Luis XIII. Francia para este momento atraviesa un
estancamiento económico muy grande, mantener Versalles a cambio de ningún redito se
hace imposible. Con el objetivo de colonizar Canadá le pagan a una compañía privada, se
juntan millones en acciones, pero la persona a cargo de ello se lleva todo y el estado francés
sufre una estafa millonaria.

Aquí se logran percibir los primeros gérmenes de la Revolución Francesa; malestar


económico, indiferencia del rey, malestar social, entre otros.

Cuando Luis XV asumió el poder, la corte pensó que ya era momento de concertar
el matrimonio del rey. Comenzó una carrera a contrarreloj para elegir a la candidata más
adecuada entre las jóvenes casaderas de Europa. Pronto fueron descartándose princesas por
ser demasiado mayores o demasiado jóvenes para un rey de quince años. Finalmente, la
elegida fue la princesa polaca María Leszczyńska, hija del destronado rey de Polonia. Al
pasar el tiempo, el rey, viendo como perdía encantos físicos debido a sus frecuentes
embarazos y partos, comenzó a alejarse de María, sustituyéndola en el gozo por un gran
número de amantes.

En 1745, entre otros festejos, se celebró un baile de máscaras por el matrimonio del
hijo de Luis XV; en este, el rey conoció a una hermosa burguesa casada de nombre Jeanne-
Antoinette Poisson, la cual luego fue instalada en Versalles. Luis la nombró Marquesa de
Pompadour y la separó legalmente de su marido.

INGLATERRA

Al morir Ricardo III durante la Guerra de las Rosas, fue coronado rey Enrique VIII
en el año 1485, quien se casó con Isabel de York, uniendo así la casta Lancaster con la de
York y dando fin al enfrentamiento. Comienza la dinastía Tudor.

Esta época está marcada por ser en la que nació la Iglesia de Inglaterra como un
ente separado a la iglesia católica, además, es en este tiempo en el que por primera vez una
mujer llega a ostentar en plenitud el cargo de Reina de Inglaterra, demostrando a su vez que
las mujeres sí podían gobernar, tanto así que, durante el periodo de gobierno de la última
jerarca de esta dinastía, Reina Isabel, Inglaterra era temida y respetada en el mundo entero.

Isabel I va a ser considerada la reina virgen porque decide no casarse nunca y no


tiene hijos. Esto implica que la corona se quede sin herederos. Su pariente más cercano es
quien va a heredar el trono y lo va a ser su primo, Jacobo VI (o Jacobo I de Escocia) desde
1603. Da inicio a la dinastía Estuardo de Escocia.

Jacobo va a ser partidario del absolutismo, no es bienvenido popularmente.


Inmediatamente cuando asume une Escocia con Inglaterra. Es quien va a vender cargos de
nobleza y va a perseguir a los católicos. Durante su reinado va a darse el “complot de la
pólvora” un complot fallido organizado por un grupo de provinciales católicos ingleses para
matar al rey Jacobo I, a su familia y a la mayor parte de la aristocracia protestante.
Realizados los preparativos, el Gobierno descubrió la conjura, que acabó con la ejecución
de la mayor parte de los conspiradores y sirvió de pretexto para un endurecimiento de las
medidas anticatólicas.

Al tiempo que muere Jacobo lo sucede su hijo Carlos I en 1625. Decide casarse con
una mujer francesa, Enriqueta de Francia (hija de Luis XIII) el único problema es que era
católica. Su primer Parlamento, inaugurado por él en mayo, se opuso a su matrimonio con
la princesa francesa, una católica, porque temían que Carlos levantara las restricciones a los
católicos y minara el establecimiento oficial del protestantismo.

Su reinado es considerado como “los once años de tiranía” ya que Carlos I gobernó
sin recurrir al Parlamento, el cual llegó a disolverse hasta 3 veces. Tras el asesinato de
George Villiers, duque de Buckingham, quien se ocupaba de la política de exteriores de
Carlos, el Parlamento empezó a criticar con más dureza al rey. Carlos se dio cuenta que
siempre que pudiese evitar la guerra, podría gobernar sin Parlamento.

Existía por parte de la nobleza cierto descontento debido a los altos impuestos que
debían pagar al igual que los burgueses, es así que luego de largas conversaciones se
compromete a no sancionar impuestos a esta clase sin la aprobación del parlamento. Excusa
perfecta en este entonces es una rebelión en Escocia, el rey necesitaba dinero por lo cual
este va a aprovechar la situación no sólo para enviar soldados a sofocar la rebelión sino
también a saquearlos.

La preocupación principal de Carlos durante el inicio de su reinado fue la política


exterior. Federico V, Elector Palatino, marido de su hermana Isabel, había perdido sus
tierras hereditarias en el Palatinado a manos del emperador Fernando II de Habsburgo,
comenzando la llamada Guerra de los Treinta Años. Carlos se vio obligado a apoyar a su
cuñado para que recuperara el Palatinado, emprendiendo una guerra con el rey Felipe IV de
España, al cual esperaba poder forzar para que intercediera con el emperador en su favor.

A partir de 1642 en Inglaterra se vive una Guerra Civil que comienza enfrentando
dos bandos, el de Carlos I integrado por la nobleza, la burguesía y el clero anglicano. Y en
el bando opuesto se encontraban los protestantes apoyados por el parlamento, pequeños
propietarios y puritanos; estos eran conocidos como “bando de cabezas redondas” el que
tenía como líder a: Cromwell. A diferencia de otras guerras civiles en Inglaterra, que se
referían a quien mandaba el país, esta era una disputa sobre cómo debe gobernarse el país.
Las guerras llevaron al juicio y ejecución de Carlos I, el exilio de su hijo Carlos II, y la
sustitución de la monarquía inglesa por la Mancomunidad de Inglaterra (1649–1653) y
luego un protectorado (1653–1659) bajo el gobierno personal de Oliver Cromwell. El
monopolio de la iglesia de Inglaterra sobre la religión cristiana en Inglaterra acaba, y una
nueva aristocracia protestante se estableció en Irlanda. Se sentó un precedente respecto al
gobierno de un rey, que no puede mandar sin consentimiento del Parlamento y de su
pueblo.

Ambicioso dictador para algunos, Oliver Cromwell fue un Lord que lideró la
república inglesa, fue un puritano radical y un gobernante lleno de contradicciones. A
finales de la década de 1630, un caballero inglés llamado Oliver Cromwell se disponía a
abandonar Inglaterra rumbo a América del norte. En torno a 1638 había experimentado una
profunda conversión religiosa que le había llevado a entrar en las filas del puritanismo, y
deseaba practicar su fe con libertad, algo que parecía difícil en una nación donde la iglesia
anglicana se deslizaba crecientemente hacia patrones católicos.

El parlamento -disuelto en 1629 por el rey Carlos I- iba a ser nuevamente


convocado, ya que el monarca necesitaba dinero para reprimir la rebelión escocesa. A
juicio de los puritanos, Cromwell, que había sido parlamentario desde 1628, debía
presentarse a las nuevas elecciones. Cromwell aceptó, fue elegido y desempeñó un papel
activo en el impulso de normas que garantizaban la libertad de pensamiento y la no
disolución del parlamento. Sin embargo, el monarca no deseaba que el parlamento se
convirtiera en un organismo que pudiera limitar su poder regio y procedió a disolverlo.

Esta vez los parlamentarios no estaban dispuestos a consentir aquella manifestación


de despotismo y se alzaron en armas. No buscaban implantar una sociedad utópica, sino
que, por el contrario, pretendían que quedaran garantizados más allá de cualquier veleidad
algunos derechos elementales como la libertad de conciencia y expresión, o la propiedad
privada. Sustentado en la coherencia y en la igualdad social, el ejército de Cromwell logró
una victoria decisiva sobre Carlos I en Naseby (1645). La derrota del monarca llevó a los
puritanos a intentar forzar el reconocimiento de algunos derechos, como la regularidad de
las convocatorias para elegir el parlamento o la libertad de conciencia. Sin embargo,
aunque vencido en el campo de batalla, Carlos I no se veía derrotado. Hasta 1647 intentó
dividir a las fuerzas parlamentarias y entonces, de manera inesperada, huyó con la intención
de volver a encender la llama de la guerra civil ayudado por Escocia y, a ser posible, por
otras potencias extranjeras como Francia y la Santa Sede. La respuesta de Cromwell fue
fulminante. En 1648 derrotó a los escoceses en Preston, lo que les convenció de abandonar
a Carlos I a su suerte y entregarlo a los parlamentarios.

Para Cromwell, Carlos I ya no era un monarca sino un traidor a la patria y como tal
fue juzgado y ejecutado en enero de 1649. Cromwell intentó que el parlamento fijara una
regularidad para sus reuniones y que garantizara derechos elementales, pero sus miembros
se negaron. Frustrado, Cromwell lo disolvió en 1653. En los pocos años de gobierno que le
quedaban, derrotó a los holandeses, garantizando el dominio del mar para Inglaterra, y
venció a la flota española, alejando para siempre la amenaza de una invasión católica.
Cuando murió, en 1658, Inglaterra era una potencia de primer orden. Al producirse la
restauración monárquica, el cadáver de Cromwell fue profanado, decapitado y exhibido.
Hoy, sin embargo, frente al parlamento británico se alza una estatua en su honor recordando
su defensa de las libertades.

El lord Protector no tardó en hacer uso y abuso de su nuevo poder. A tan solo un
año de su nombramiento, Cromwell abolió una sesión del Parlamento, y más tarde se hizo
imponer los típicos atributos de la nobleza que acababa de derrocar: el color púrpura, cetro
y armiño, y el derecho de designar a un heredero. Tras cinco años de dictadura, murió
dejando a su hijo Ricardo como sucesor.

Tras la muerte de Cromwell, en 1649, se presentaba una nueva oportunidad para


resucitar los ideales de república sostenidos en 1649, sin embargo, la guerra civil pronto
volvió a amenazar la nación. La solución que pronto encontraron los ingleses fue el regreso
del rey a Londres, el hijo de Carlos I y heredero al trono, Carlos II, quien reinó desde
entonces hasta su muerte en 1685. Recuperada ahora la monarquía por los Estuardo, estos
mandan a desterrar a los Cromwell.

Guerra de los 30 años

La Guerra de los Treinta Años es una de las guerras más conocidas y estudiadas de
la Edad Moderna en Europa. Es un conflicto bélico que se inicia en Bohemia (Sacro
Imperio Romano Germánico) en el año 1618, y que se extiende hasta el año 1648, cuando
termina con la Paz de Westfalia. Es una guerra que, aunque comienza siendo un conflicto
interno del Sacro Imperio., acaba siendo una guerra internacional entre católicos y
protestantes, participando en ella potencias europeas de ambos bandos, como España o
Holanda. Sin embargo, no es únicamente una guerra religiosa, sino que representa además
un conflicto político y económico.

Causas:

- Orden religioso: El afán del Emperador Fernando II de Alemania por unificar


sus Estados, imponiendo el catolicismo y las luchas religiosas en Bohemia.
- Orden político: El deseo del mismo Emperador de transformar el Imperio
Alemán que era electivo, en Imperio hereditario, para dejarle la corona a su hijo.
La rivalidad entre el emperador y los varios Príncipes que gobernaban sus
Estados.
- Orden internacional: El plan de Francia para arruinar a la Casa de Austria,
restableciendo el equilibrio europeo. La rivalidad comercial de Alemania con
Dinamarca y Suecia en el Mar Báltico. Hay numerosas rivalidades por el control
del tráfico comercial de estas zonas, de las más importantes durante la Edad
Moderna. Suecia, Dinamarca y Holanda, que en principio eran aliadas por ser de
religión protestante, son rivales por el dominio económico de estas zonas.

Primer período: palatino (1618-1623)

La guerra comenzó en Bohemio (parte de Austria). Los bohemios estaban divididos:


unos eran protestantes y formaban la unión evangélica; otros eran católicos y formaban la
liga católica. Como los católicos destruyeron una iglesia protestante, los ánimos se
enardecieron y los protestantes atacaron el local donde trabajaban los funcionarios reales,
que eran católicos, tomaron a los secretarios y los arrojaron por las ventanas. Este hecho
histórico se llama la defenestración de Praga (23 de mayo de 1618). Los insurrectos se
adueñaron de la ciudad y establecieron un gobierno provisional, declarando que el
Emperador Fernando II no tenía derecho para gobernar en Bohemia. Llamaron, pues, a
Federico V, elector del Palatinado, para que se hiciera cargo del trono.

Como dicho elector aceptó la designación, se trasladó a Praga y asumió el poder. De


este modo la revolución que al principio fue religiosa, se transformó en revolución política
contra el emperador. Fernando II, envista de esta situación, envió un ejército a Bohemia y
por medio del terror, se apoderó de varias ciudades hasta llegar a Praga.

Como el Elector Federico V no había sabido aprovechado el tiempo para organizar


un ejército bohemio, fue completamente derrotado en la montaña blanca. Para castigar a
Bohemia, Fernando II prohibió la libertad de cultos, y para castigar a Federico V le quitó
todos sus dominios del Palatino.

Segundo período: danés (1625-1628)

Los electores alemanes en vistas de que Fernando II se apropiaba del Palatinado y


de Bohemia, se vieron preocupados debido a que sólo restaban dos electores protestantes
(Brandenburgo y Sajonia) siendo católicos todos los electores restantes. Así es que
tratándose de elegir Emperador los católicos estarían en mayoría y esto no podían
permitirlo. Entonces llamaron a Cristian IV. Rey de Dinamarca, que era, además, rival de
Alemania en el comercio del Mar Báltico. Pero el catolicismo derrota al rey Cristian.

Tercer período: sueco (1630-1635)

El Rey de Suecia Gustavo II Adolfo, era un experto guerrero. El armamento de sus


tropas era el mejor de la época. Su objetivo era convertir al Mar Báltico, en un mar sueco.
En el enfrentamiento entre Alemania y Suecia, los segundos triunfan, pero Gustavo Adolfo
muere en batalla.

Los suecos, después de la victoria, no supieron conservar sus posiciones y terminan


perdiendo contra los católicos y se los obliga a firmar la paz de Praga en condiciones
ventajosas para el Emperador y desastrosas para los suecos.

Cuarto período: francés (1635-1648)

Francia creyó llegado el momento de intervenir para arruinar a la Casa de Austria.


El Ministro de Luis XIII, Cardenal Richelieu, con gran visión, empujó a su país al
conflicto, seguro de la victoria final. Firmó alianzas con Bernardo de Sajonia, con los
Países Bajos y con algunos Príncipes de Italia y lanzó sus ejércitos contra Alemania y
España, que también estaban unidas. Al principio de la guerra, el Emperador Fernando II
invadió Francia y obtuvo algunas victorias; pero Richelieu puso al frente de sus ejércitos a
Bernardo de Sajonia y al temerario general Chatillón. El primero venció a los alemanes en
Alsacia. El segundo derrotó a los españoles en Arras y les quitó la provincia francesa de
Artois.

Durante varios años ningún bando dominio muy marcadamente la guerra de los 30
años, y ocurrió entonces un cambio de gobierno en los países beligerantes. En Alemania
ocupo el trono Fernando III, y en Francia subió al poder Luis XIV. Entonces la guerra pudo
terminar. Generales franceses metieron sus ejércitos hasta el corazón de Alemania, y
amenazaron con tomar Viena (capital del Imperio). Y ante tan grave peligro, el nuevo
Emperador Fernando III prefirió hacer la paz.

Consecuencias:

A partir de la Guerra de los Treinta Años, todos los procesos de resolución de


conflictos bélicos se harían mediante conferencias diplomáticas de paz, a través de
reuniones multilaterales donde se establecen los principios y acuerdos de la paz. Estos
acuerdos, por lo general, buscaban tres principios: la soberanía, la igualdad y el equilibrio.
El tercero de estos principios, el más importante, hacía referencia a las intenciones de que
no existiera ninguna potencia hegemónica sobre las demás, al menos territorialmente
hablando.

El tratado de Westfalia fue el más importante de los tiempos modernos, y cuyas


consecuencias se dejan sentir aún en la época actual. He aquí sus condiciones:

- El Emperador de Alemania reconoció que los príncipes de su país eran


soberanos en cada uno de sus respectivos Estados.
- Se estableció una completa libertad religiosa en Alemania.
- Alemania devolvió a Francia las provincias de Alsacia y Lorena.

De este modo, el título de emperador del Sacro Imperio tenía más un valor
simbólico u honorífico que un poder político real. Por otro lado, el Imperio español veía
como su dominio hegemónico sobre Europa se veía sustituido por la Francia absolutista de
Luis XIV, primera potencia europea en la segunda mitad del siglo XVII. Además, España
tuvo que reconocer la independencia de las Provincias Unidas, con las que llevaba en
conflicto más de medio siglo.
Como la guerra había sido también contra España, fue necesario firmar con esta
nación un tratado aparte y esta fue la Paz de los Pirineos (1658). Según ella, España
devolvía a Francia las provincias de Rosellón y Artois, situadas en la frontera con los Países
Bajos. Terminó así la Guerra de los 30 años.

La Paz de Augsburgo de 1555 establecía la libertad religiosa de los príncipes del


Sacro Imperio, pudiendo elegir entre la confesión católica o luterana, pero sin admitir otras
como la calvinista. Con la paz de Westfalia de 1648, la libertad establecida en este tratado
se amplió, y el calvinismo se convirtió en otra de las religiones reformadas permitidas.

Alemania va a quedar debilitada (por lo menos hasta 1870), Holanda y Suiza se


independizan (antes pertenecían al Sacro Imperio).

Triunfa la política de Richelieu, se agudiza la decadencia de los Habsburgo (casa


del Sacro Imperio). Final total de las tácticas medievales.

ESPAÑA

Carlos I, hijo de Felipe el Hermoso y de Juana I de Castilla, era nieto del emperador
Maximiliano I y María de Borgoña, y de los Reyes Católicos. Con apenas 17 años, tras la
muerte de su abuelo, Fernando el Católico, desembarcó en la Península para hacerse cargo
de la corona castellana sin apenas conocer el idioma español. Soñaba con levantar un
imperio universal cristiano.

A lo largo de su reinado, Carlos viajó de un extremo al otro de sus dominios y


combatió en innumerables campos de batalla. Permaneció poco tiempo en un mismo lugar
y nunca tuvo una Corte estable, pero supo rodearse de importantes pensadores, artistas y
hombres de ciencia.

Carlos contrajo matrimonio en 1526 con Isabel de Portugal, la cual falleció en 1539.
Pese a que el Emperador aún vivió veinte años más nunca volvió a casarse.

En 1519, al morir su abuelo paterno el emperador Maximiliano I de Austria, heredó


los estados de la casa de los Habsburgo. Fue coronado emperador del Sacro Imperio
Romano-Germánico en Aquisgrán, ante la tumba de Carlomagno, el 20 de octubre de 1520,
con lo que se convirtió en el soberano más poderoso de Europa. El carácter religioso del
título marcaría su política posterior. Lo que le importó fue hacer prevalecer una Europa
cristiana al frente de la cual había sido elegido él mismo, designado por la deidad.

A partir de este momento, Carlos V tuvo que hacer frente a la inmensa


responsabilidad de gobernar sobre los territorios más extensos de la Cristiandad. Acometió
la dirección de las conquistas en América y la regularización del comercio con el Nuevo
Continente, el cisma religioso planteado por los protestantes, la amenaza creciente del
poderío otomano, tanto en el Mediterráneo como en el este de Europa, encabezado por
Solimán el Magnífico; y, sobre todo, la pugna por la supremacía europea con Francisco I y
Enrique II de Francia.

Después de tantas guerras y conflictos, Carlos entró en una fase de reflexión: sobre
sí mismo, sobre la vida y sus vivencias y, además, sobre el estado de Europa. Los grandes
protagonistas, que junto con él habían trazado la escena europea en la primera mitad del
siglo XVI, habían fallecido: Enrique VIII de Inglaterra y Francisco I de Francia en 1547,
Martín Lutero en 1546.

En las abdicaciones de Bruselas (1555-1556), Carlos dejó el gobierno imperial a su


hermano Fernando I (aunque los electores no aceptaron su renuncia formalmente hasta el
24 de febrero de 1558) y la de España y las Indias a su hijo Felipe II. Finalmente, el 21 de
septiembre de 1558 falleció de paludismo tras un mes de agonía y fiebres.

ALEMANIA (no era llamada ni conocida como tal en ese momento)

El Sacro Imperio Romano Germánico luego de la guerra de los 30 años quedó


desintegrado, su comercio igualmente y se dividió en 300 estados independientes entre sí.

Leopoldo I gobernó entre los años 1658 hasta 1705, hijo del emperador Fernando
III. Fue conocido como un emperador más interesado por la música, las celebraciones
públicas y la cacería que, por la política, rasgos que seguramente heredó de su padre, quien
fue poeta y compositor apreciado en Italia, y autor, al menos, de una ópera y diversas obras
religiosas.

Su trono estuvo marcado por las guerras contra los turcos otomanos y los franceses.
El principado más importante en este momento va a ser Prusia que se encuentra dominado
por los Hohenzollern (protestantes).
El emperador Leopoldo I, en agradecimiento por el apoyo prestado por Federico
durante la Guerra de Sucesión Española, le concedió al margrave elector de Brandeburgo el
título de rey en Prusia (hasta entonces había sido duque de Prusia). Puesto que el territorio
prusiano estaba fuera de los límites del Sacro Imperio Romano Germánico. La condición
fue que la coronación se tenía que llevar a cabo personalmente por el emperador germánico
y no por un jerarca eclesiástico. De esta manera el 18 de enero de 1701 fue coronado y
Prusia se convirtió oficialmente en el primer reino de confesión religiosa protestante.

En orden cronológico los reyes que se sucedieron en este reino y medidas que los
caracterizaron:

Federico I (1701-1713)

Federico Guillermo I (1713-1740) nombra como capital a Berlín. Federico siempre


vestía uniforme militar y dedicó gran parte de sus recursos al desarrollo del ejército. La
creación de la Guardia de Potsdam fue su logro mayor en esta área. Para ella reclutó
(incluso secuestró) a soldados de gran estatura, procedentes de todas partes de Europa.

Federico II El Grande (1740-1786) Se mantiene como una figura admirada e


histórica después de la derrota del Imperio alemán en la Primera Guerra Mundial; así, el
nazismo le glorifica como el líder alemán que precede a la figura de Hitler. Tras acceder al
trono el 31 de mayo de 1740 y deseando obtener y controlar la próspera provincia austríaca
de Silesia, Federico se negó a ratificar la Pragmática Sanción de 1713, un mecanismo legal
que pretendía asegurar la herencia por María Teresa de Austria de los dominios de los
Habsburgo. Por tanto, a la muerte del emperador Carlos VI del Sacro Imperio Romano
Germánico, Federico disputó la sucesión de María Teresa y, en particular, de su dominio
sobre la provincia de Silesia. La Guerra de Sucesión Austriaca comenzó el 16 de diciembre
de 1740, cuando Federico invadió y rápidamente ocupó Silesia. En la guerra intervienen
Francia e Inglaterra. Consecuencia de la guerra: Prusia y Austria se odian por mucho
tiempo.

Federico Guillermo II (1786- 1797) fortalece el ejército, por ende, el nacionalismo


(nace ADN alemán).

Guerra de los 7 años (1756 – 1763)


Jeanne-Antoinette Poisson fue una rica dama de la alta sociedad burguesa de París,
que empezó a frecuentar los más importantes salones de la capital. Luis XV no quedó
impasible ante la belleza de la misteriosa dama y aquel mismo año consiguió un encuentro
privado con Madame d'Étiolles. Pocos meses después, su desolado marido tenía que aceptar
la separación legal de su esposa, a quien el rey había dado el título de Madame de
Pompadour y se instaló en Versalles. Durante todo el tiempo que estuvo al lado del rey,
Madame de Pompadour no dudó en ejercer como consejera política.

María Teresa I de Austria, fue la primera y única mujer que gobernó sobre los
dominios de los Habsburgo. Dado que María Teresa y su canciller deseaban recuperar
Silesia, se aliaron con Francia y Rusia mientras Gran Bretaña hacía lo propio con Prusia y
Portugal.

Isabel I de Rusia, o Isabel Petrovna Románova fue emperatriz del Imperio ruso
entre 1741 y 1762. La oposición de Isabel a Prusia residía en la antipatía personal que la
zarina sentía por Federico II de Prusia. Isabel deseaba mantenerlo dentro de los límites
adecuados para que dejara de representar un peligro para el imperio.

A estas tres mujeres las va a unir el odio a Federico II de Prusia, ya que este escribía
versos que herían la femineidad de estas mujeres.

En un principio, el conflicto se produjo debido al deseo de Austria, en concreto el


deseo de la reina María Teresa, de conseguir controlar Silesia y al enfrentamiento entre
Francia y Gran Bretaña en relación a la constitución de un imperio colonial en la India y en
América.

Las hostilidades estallaron en 1757, pero se trató de dos guerras simultáneas. Por un
lado, Francia e Inglaterra lucharon en el mar, en las colonias y en el oeste de Alemania. Por
otro, Prusia se enfrentó a Austria y a la coalición de aliados en el este de Alemania. En el
transcurso de esta guerra Inglaterra es quien va a llevar el mando.

Los rusos y los austríacos se unieron en la batalla de Kunersdorf en 1759,


derrotaron a las tropas prusianas y ocuparon Berlín. Federico II se salvó del desastre por la
ascensión al trono del emperador Pedro III de Rusia en 1762, quien firmó la paz por
separado con Prusia.
¿Por qué es importante? Los ingleses necesitan tropas, por ello retiran las de EEUU
y allí aumentan los impuestos (semilla de rebelión de los colonos norteamericanos). Este
estado gana nuevas rutas comerciales que antes pertenecían a los franceses. Atraviesan un
proceso de acumulación de material (puntapié a la revolución industrial, ¿cómo hacemos
más rentables los comercios? El primer rubro que se modifica es el textil).

RUSIA

Se encontraba dominada por mongoles en los principios de la Edad Moderna (eran


hábiles jinetes). El primer príncipe de este estado se comienza a destacar en el ducado de
Moscú. El comercio era rudimentario.

Durante el reinado de Iván III, entre 1460 y 1500, en Europa cae Constantinopla y
la cúpula de la Iglesia ortodoxa se traslada a Moscú, de allí que este rey será conocido
como el protector de la iglesia ortodoxa.

La palabra Zar es el título de los emperadores rusos. Etimológicamente proviene del


latín “Caesar” (César), es decir, dignidad imperial. La palabra ha derivado en otros idiomas
a distintos vocablos, como “Kaiser” (en alemán). El femenino es zarina, aplicable tanto a
las esposas de los zares como a las propias emperatrices rusas. (este título se extendió hasta
1917).

A Iván lo sucedieron zares destacados en la historia:

 Basilio III (1505-1533)


 Iván IV el terrible (1533-1584)
 Teodoro I (1584-1598)
 Borís Gudunov (1598-1605) muere si sucesor, último de la dinastía Rúrik
 Miguel I Románov (1613-1645) primer zar de la dinastía Románov.

Durante el reinado de Miguel se endureció la legislación sobre la servidumbre,


existían dos clases sociales: nobles (dueños de tierras) y esclavos o siervos (quienes
trabajaban la tierra). Este zar a va ser muy astuto, le da libertad a los cosacos de conquistar
territorios, siempre y cuando sea a nombre del zar, gracias a ello Rusia llega hasta Siberia y
en el S. XVII llega hasta Alaska. Soportan mucho el frío y llegaron a vivir en Siberia (60º
bajo cero).

Miguel va a ser conocido como un autócrata, ya que gobernaba sin ningún tipo de
limites e incluso su poder real estaba fusionado con el de la iglesia ortodoxa, ya que decían
que el Zar era un enviado de Dios. Se lo conoce como referente del nepotismo (trato de
favor hacia familiares o amigos, a los que se otorgan cargos o empleos públicos por el mero
hecho de serlo, sin tener en cuenta otros méritos.)

Los zares a pesar de contar con un gran ejército que lo apoya, no son reconocidos y
se sienten menospreciados.

 Alejo I de Rusia (1645-1676)


 Teodoro III (1676-1682)
 Iván V (1682-1696)
 Pedro I el grande (1682-1721)

A la llegada de Pedro I como zar, se encontró con un país atrasado, ignorante y que
tuvo lideres muy crueles. Necesitaba empapar sus costas de occidentalismo, por ello
buscaba una salida al Mar Báltico (conflicto con los suecos). Intenta enviar cartas para que
en países como Holanda, Inglaterra y Francia lo reciban, pero estos lo desprecian;
igualmente de esta situación, pedro va a sacar una victoria ya que va a comenzar a recorrer
sus calles y llevar un plan de modernización a su estado.

Para modernizar su estado, contrata ingenieros oficiales con el fin de asesorar a los
ingenieros rusos y crear nuevas universidades totalmente capacitadas para poner en marcha
el nuevo plan de modernización que este tenía. Pero al regresar a Rusia se encuentra con
que ocurre una rebelión y manda a cortar sus cabezas para implantar el terror y que no
vuelva a suceder.

Los rusos tenían una característica muy particular que era que su barba era muy
larga y podía llegar hasta el ombligo, razón por la cual obliga a cortársela a todos. Esto
afectaba la virilidad de los hombres y se resistían; a todos ellos se les aplicó un impuesto.
Crea la ciudad de San Petersburgo (luego Leningrado, Petrogrado y hoy San
Petersburgo). A partir de que los rusos derrotan a los suecos se les va a tener mayor respeto
en Europa. Entra en guerra con Turquía y ocupa la península.

 Catalina I (1725-1727)
 Pedro II (1727-1730)
 Ana (1730-1740)
 Iván VI (1740-1741)
 Isabel I (1741-1762)
 Pedro III (1762) se casa con una alemana, Catalina, ella va a envenenar a
Pedro y queda como zarina. Amiga de Diderot y Voltaire se convirtió en una
gran impulsora del despotismo ilustrado. Su reinado se centra en la
fisiocracia (explotación de la tierra) tiene muchos amantes. Obtiene
Rumania y enfrenta una guerra contra los turcos.

La época de la transición: de la sociedad feudal a la sociedad burguesa (siglos XV-


XVIII)

La expansión del siglo XVI

A partir de 1317, comenzaron a registrarse en Europa las primeras crisis cíclicas que
sacudieron las bases del sistema feudal. Malas cosechas, hambrunas y epidemias. Huida de
los campesinos de las tierras desgastadas. En 1348, la peste negra creó verdaderos vacíos
demográficos. El problema principal fue la falta de mano de obra.

La crisis del siglo XIV fue una crisis económica, la crisis de la “agricultura feudal”.
Y también social: el debilitamiento de los vínculos de servidumbre puso en jaque las bases
del poder de los señores feudales.

Los movimientos campesinos fueron expresión de esta crisis. También el ascenso de


las burguesías urbanas con gran cantidad de dinero. A pesar del fuerte impacto que para las
sociedades europeas significó la crisis del siglo XIV, sin embargo, trajo los gérmenes del
posterior desarrollo: las transformaciones de la producción agropecuaria y de las
manufacturas, la aparición de nuevas áreas comerciales y el desarrollo de los mercados
locales. El debilitamiento del poder feudal implicó la consolidación de las monarquías que
se transformaron en importantes agentes económicos.

La formación de los imperios coloniales

En el siglo XV se sintieron los primeros síntomas de reactivaciones que dieron


origen a un proceso de expansión económica. El fenómeno más notable fue el proceso de
expansión hacia la periferia iniciado por España y Portugal con la creación de dos inmensos
imperios coloniales. La economía europea se transformaba en una economía mundial.

La búsqueda de nuevas rutas y áreas de influencia hizo que los circuitos económicos
cada vez se ampliaran más. Esto fue ayudado por un adecuado desarrollo en astronomía y
cartografía y una favorable posición geográfica sobre el océano Atlántico.

Tras una etapa de exploración, se dieron origen a dos imperios coloniales. Metales
americanos, pimienta desde Oriente, esclavos de África se transformaron en el trípode que
permitieron a la economía europea transformarse en una economía mundial.

El imperio portugués en sus colonias imponía una extensa línea de puertos,


depósitos o factorías desde las cuales controlaba el comercio marítimo a diferencia del
imperio español que se dedicó a conquistar territorios y poblaciones. Ambas potencias
europeas consideraban que la riqueza de un país provenía de la acumulación (concepción
está tica de la riqueza, ej. Tierra).

Las transformaciones del mundo rural. Agricultura comercial y refeudalización.

Se comenzó a registrar un aumento de la población europea en el siglo XV, estó


implicó una mayor demanda de alimentos, principalmente de cereales lo que derivó en un
aumento de tierras dedicadas al cultivo.

El abandono de tierras producido anteriormente llevó a que esas tierras luego sean
usadas para el pastoreo, por ejemplo, en Inglaterra se encontraban allí ovejas para extraerles
la lana (principal abastecimiento de las manufacturas del continente). La roturación de
tierras y el estiércol mejoraron además la calidad de la tierra.

Este sistema tuvo un profundo impacto en el mundo rural: comenzó a transformar la


antigua estructura de aldea campesina con su antigua organización de campos abiertos
(open field). En efecto la rotación agropecuaria era sólo posible en campos cercados o
aislados. Para algunos campesinos esta situación sirvió para transformarse en arrendatarios,
pero lo cierto es que la gran mayoría se convirtió en trabajador asalariado. En síntesis, las
leyes del mercado comenzaban a modificar la sociedad agraria inglesa.

Para aumentar la producción y obtener los excedentes exportables multiplicaron


entonces los censos e intensificaron las cargas serviles sobre los campesinos. Este
reforzamiento de la servidumbre se dio dentro de un tipo de economía que se organizaba en
función del mercado de exportación. Se combinaban así viejos y nuevos elementos.

Las transformaciones de las manufacturas y el comercio. Capital mercantil y producción


manufacturera.

La crisis del siglo XIV había afectado menos a la economía de la manufactura que a
la agricultura. Se dedicaban a realizar productos de alto precio y calidad para un sector
social restringido. Pero el crecimiento demográfico ahora en el siglo XV registrado, ahora
había reactivado la cantidad de demandas junto con la demanda que nacía de los mercados
marítimos.

El ámbito por excelencia para este aumento fue la producción textil. El aumento de
la demanda y la diversificación de la sociedad permitió el desarrollo de las new draperies,
géneros relativamente más baratos hechos con lana cardada.

En las pequeñas ciudades, en el campo se afianzó el sistema de trabajo a domicilio.


Eran pequeños productores que dependían de un comerciante que les abastecía la materia
prima y que luego pasaba a recogerles el producto por su casa para distribuirlos en
mercados muy distantes. En síntesis, era el capital mercantil el que organizaba y dominaba
la producción.

La expansión del siglo XVI, se daba dentro de marcos que aún eran
predominantemente rurales. La imposibilidad de romper con estos marcos llevó a este
proceso expansivo a encontrar sus propios límites. Como veremos, la crisis del siglo XVIII,
al borrar estos obstáculos creó las condiciones para el advenimiento del capitalismo.

El estado absolutista y la sociedad


La formación del Estado Absolutista

La crisis del siglo XIV al debilitar el poder feudal, favoreció no sólo la


consolidación territorial de los reinos sino también el fortalecimiento del poder de los reyes,
poder que tendió a ser cada vez más hacia el modelo de la monarquía absoluta.

Las concepciones habían cambiado, y ahora se consideraba que por encima del rey
sólo se encontraba Dios. Las monarquías encontraron un formidable instrumento en el viejo
derecho romano para legitimar su poder: la lex. El rey era soberano por su facultad para
hacer las leyes, y hacerlas cumplir. Mediante la ley podían modificar costumbres e imponer
nuevas condiciones. El rey personificaba al Estado y por ende su objetivo es alcanzar la
felicidad del Reino.

Para un mejor funcionamiento del Estado fue necesario crear instrumentos


adecuados: organizar los impuestos, el aparato burocrático, los ejércitos y la diplomacia. Se
organizó un nuevo sistema fiscal y fundamentalmente, la recaudación de impuestos: la talla
(dedicada al mantenimiento del ejército) y los impuestos indirectos que gravaban el tabaco,
el vino y la sal. Esta situación siempre repercutía en un sector social más vulnerable: los
campesinos. Motivo de sublevaciones.

El aparato burocrático también fue organizado y se hizo mediante la venta de cargos


a pequeños nobles e incluso a burgueses que encontraron allí una forma de ascenso social.
La monarquía de esta manera se aseguraba con el ennoblecimiento obtener recursos y
además, romper con las viejas alianzas y asegurarse de la lealtad de funcionarios del rey
que sólo le debían a él las posibilidades de ascenso social.

Un gasto del estado era la necesidad permanente a mantener los ejércitos. El


objetivo de estos era mantener el orden interno, sofocar sublevaciones campesinas y
sostener las guerras externas. Los siglos XVI y XVII fueron épocas de constantes conflictos
entre los distintos Estados. (la forma más rápida y legitima de obtener recursos era
conquistar territorios y poblaciones sobre las que aplicar un fisco).

La diplomacia fue en este momento, el complemento pacífico de la guerra. El


objetivo era mediante alianzas matrimoniales incorporar tierras para la corona.
¿Qué papel cumplió el Absolutismo en este proceso de tránsito hacia el capitalismo?
El Estado Absoluto fue la última forma política que adquirió el feudalismo. Fue la
dominación de la nobleza feudal en la época de la transición al capitalismo. Su final
señalaría la crisis del poder de esa clase: la llegada de las revoluciones burguesas y la
aparición del Estado capitalista.

Las resistencias al Estado Absolutista: sublevaciones campesinas y revoluciones


burguesas.

En Francia existían los Estados Generales, que constituía una fuerte resistencia al
poder absoluto del rey. También es cierto que en el siglo XVI las monarquías se impusieron
sobre esos cuerpos. Esta cuestión de la participación de la nobleza en el poder se hacía
evidente, sobre todo, en los períodos de minoría del rey: el reino quedaba a cargo de un
noble asesorado por un Consejo Real hasta que el rey alcanzara la mayoría de edad. Quitar
este poder que los nobles tenían por un tiempo era muy difícil.

Los límites al Estado Absolutista también se debieron a las resistencias que ofrecía
la sublevación de campesinos y burguesías que resistían a favor de las autonomías urbanas.

Los resultados de estas resistencias sociales señalaron caminos divergentes para las
monarquías en Francia y en Inglaterra. En Francia el movimiento conocido como La
Fronda, que estalló en París a partir de 1648, y que pronto se extendió a otras provincias,
sumó distintas protestas: desde las resistencias de la nobleza ante el aumento del poder
monárquico hasta el descontento generalizado de campesinos, burguesía y sectores
populares urbanos por los altos impuestos destinados a saldar las deudas contraídas durante
la Guerra de los Treinta Años.

En Inglaterra, la monarquía y el parlamento vivían críticamente hasta la instalación


definitiva de un reglamento que imponía la monarquía limitada, sobre la que construyó su
teoría Jonh Locke y que se transformó en modelo.

Estos caminos divergentes que recorrieron Francia e Inglaterra puede encontrarse


una de las claves de la evolución posterior que configurará el carácter de las “revoluciones
burguesas”.

Aristocracia y burguesía. La corte y la ciudad


La monarquía en los lugares donde había resistencias y estas eran sofocadas, había
logrado fortalecerse. La nobleza en Francia, por ejemplo, sin sus viejas funciones políticas,
fue reducida a cumplir un papel ornamental en la corte del rey. Con Luis XIV cuando la
nobleza fue trasladada a Versalles, la vida de los nobles comenzó a girar en torno a la
persona del rey en una serie de ceremonias que regían la vida cotidiana.

¿Qué función cumplía entonces la corte? Dotaba a la monarquía del brillo necesario
para reforzar la idea del absolutismo. Alejaba a la nobleza de la función política. La vida en
la corte era un espectáculo que se desarrollaba como en un escenario: el público estaba
constituido por el resto de la sociedad. Constituía el símbolo más claro de la sociedad
estamental, en la que cada persona, por nacimiento o por privilegio, ocupaba un lugar en la
sociedad determinado por sus vínculos de poder.

Indudablemente cada estamento conocía una profunda diferenciación interna, a cada


estamento le correspondían símbolos sociales propios expresados en costumbres, moral,
indumentaria, sociabilidad, que mantenían su cohesión y los separaba de los demás.

Los nobles integraban el estamento dominante, el de los privilegiados. se


encontraba dividido entre la alta nobleza, nobles de sangre, una minoría estrictamente
limitada; por debajo podía situarse la nueva nobleza y la amplia capa de la baja nobleza, o
nobleza rural. En este último grupo se expresó lo que algunos historiadores llaman, la crisis
de la aristocracia. Muchas familias nobles se encontraban empobrecidas y endeudadas, lo
cual no significaba que no pudieran vivir de sus rentas, sino que su problema radicaba en el
imperativo de la ostentación. El honor para el noble era más importante que la acumulación
de riqueza.

Si el escenario de la nobleza era la corte, el escenario de la burguesía fue el mundo


urbano: en la ciudad procuró crear el ámbito donde disfrutar y hacer ostentación de su
riqueza.

Muchos compraban tierras y procuraban imitar la vida de la nobleza. En la cúspide


de la burguesía se encontraban antiguos patricios, las viejas oligarquías urbanas. Y en esa
sociedad se encontraban comerciantes, artesanos muy ricos. Además de que con el tiempo
se fueron incluyendo dentro de este grupo una minoría letrada de juristas y notarios.
Esta burguesía se podría decir entonces que adquiría consciencia de sí misma. Se
comenzaban a aceptar nuevas formas de vida, pero ante la búsqueda del goce y del placer
terrenal, también se impusieron límites. El tema de la dignidad del hombre se convertiría en
uno de los temas predilectos de los filósofos del “Renacimiento”; el hombre sabio y
educado era dueño de su conducta. Existe un “enmascaramiento” que ocultaba las últimas
implicaciones de las formas de vivir y de pensar. Por ejemplo, la advocación de los
sobrenatural que apenas ocultaba lo natural: la figura de la mujer sensual era una Virgen
amamantando al niño.

La ciudad fue el ámbito por excelencia para la difusión y la vivencia de este


movimiento. Pero la ciudad fue ámbito de desigualdad y marginalidad. En todos los
Estados existían pobres y marginados, que se vieron afectados por el cercamiento de tierras
en Inglaterra y en Francia por las guerras. Pero fue España el país de la vagancia y donde se
mostraría el más alto grado de tolerancia (el trabajo era denigrante y la limosna una
obligación).

Los hombres eran mayoría en estos grupos vagabundos, pero el número de mujeres
tampoco era bajo. En este nuevo orden social y político, sería necesario definir normas y
por primera vez se penalizaría toda una gama de comportamientos populares.

Las transformaciones del pensamiento.

La división de la Cristiandad

Era aceptada la idea de que existía una instancia superior que unificaba en estos
tiempos la Cristiandad. Era una concepción heredada del Imperio Romano. Por el
Emperador en el plano político y por el papa en el plano religioso.

Con la concentración del poder político en manos de las monarquías comenzó a


debilitarse esta idea, pero de igual manera sucedió en el plano religioso. Existía un
movimiento herético a la Iglesia que criticaba duramente la conducta corrupta de los
eclesiásticos. En el siglo XVI estos movimientos adquirieron la coherencia necesaria para
dividir a Europa en dos: la católica y la protestante.

En 1515, Martín Lutero colocó en las puertas del castillo de Wittenberg sus célebres
95 tesis oponiéndose a la venta de indulgencias. Su pensamiento radicaba en la libre
interpretación de la biblia, la fe como único medio de salvación y el diálogo con Dios como
un acto directo e individual. Con el tiempo comenzó a llamarse este movimiento como
reforma.

Surgieron interpretaciones locales, una de las más difundidas fue la de Juan Calvino
en Suiza. Este sostenía que la fe o era un acto intelectual sino una conducta que se reflejaba
en la vida cotidiana, tanto en la esfera familiar como en la praxis estatal, el calvinismo
impulsó una vida comunitaria activa que impregnó todos los ámbitos.

En Francia surgió el jansenismo como oposición a la influencia que tenían los


jesuitas en la Iglesia romana. Indudablemente elitista fue con el tiempo extendiéndose a
otras capas de la sociedad. En Inglaterra, Enrique VIII se había opuesto al movimiento
reformista. El conflicto estalló en 1527 cuando Enrique VIII le solicita al papa la anulación
de su matrimonio. La negativa del Papa le dio a Enrique el puntapié para romper los lazos
con Roma y controlar los bienes eclesiásticos. El rey se proclamó jefe de la Iglesia dando
origen a la Iglesia Anglicana, que se consolidó durante el reinado de su hija Isabel I.

El protestantismo, en particular le calvinismo, era la confesión de los sectores altos


de la sociedad, fundamentalmente urbanos. Ofrecía escasas posibilidades de participación a
los campesinos (aunque existían predicadores “evangelistas” que acercaban el
movimiento).

En Suiza se dividieron en católicos y protestantes y comenzó una guerra civil.


Surgieron también los llamados anabaptistas que sostenían que nadie debía ser bautizado
hasta no comprender realmente el contenido de la fe. Proponían para los adultos un
segundo bautismo, que también provocó conflictos. En ese momento quienes rechazaban el
segundo bautismo fueron expulsados de sus territorios.

Ante el avance de estos movimientos, la Iglesia romana decidió tomar una serie de
medidas que se conocen como Contrarreforma o Reforma Católica. Una de las principales
medidas fue la convocatoria del Concilio de Trento en 1545 este fijo al dogma y se propuso
reforzar la autoridad papal. También se creó la compañía de Jesús fundada por Ignacio
Loyola una comunidad caracterizada por su disciplina y obediencia al papa. Se reorganizó
el tribunal de la inquisición con el objetivo de vigilar a los fieles y controlar sus
desviaciones. Con este fin también se organizaron misiones para la conversión de los
infieles en Asia y en América.

También de hacer desaparecer prácticas como la brujería. En efecto, comenzó a


hacer con mayor frecuencia perseguidas y con particular ensañamiento. Muchísimas
mujeres fueron condenadas a morir en la hoguera acusadas de brujería. Claramente debe
afirmarse que todos estos condenados eran inocentes y los delitos de los que se los acusaba
inexistentes. Para esa época, la brujería constituía una realidad.

Entre los mismos vecinos, la misma persecución, permitir además consolidar la


imagen de las brujas como las responsables de sus catástrofes: no eran víctimas de Reyes y
señores si no quede algún vecino o vecina que practicaba sus malas artes.

En síntesis, tras la reforma, Europa había quedado dividida en dos grandes áreas
religiosas. Sin embargo, la ruptura de la unidad también se aceleró por una nacionalización
de las iglesias locales que quedaron cada vez más subordinadas a la autoridad del estado.

Las nuevas actitudes frente al conocimiento. Del desarrollo del pensamiento científico a
la Ilustración.

La expansión geográfica y del descubrimiento de América habían causado un


profundo impacto sobre el conocimiento, es decir un impacto sobre muchas concepciones
admitidas anteriormente. Ya no era suficiente la aceptación dogmática de la verdad, sino
que se hacía necesario observar eso, corregir y comparar. Se podía conocer y operar sobre
la naturaleza.

La nueva actitud ante el conocimiento resulta evidente en el desarrollo de la


astronomía. Copérnico y Galileo con sus innovaciones transformaron teorías y esto implicó
una revolución en este ámbito.

El conflicto radicaba en que comenzaba derribarse el edificio de la sabiduría


heredada, se ponían tela de juicio los conocimientos admitidos y el principio de autoridad.
Interrogantes como ¿Cuál es el lugar del hombre en el universo? y fundamentalmente ¿Cuál
era el lugar de Dios?
Comenzaron además a plantearse problemas de método: Era importante qué se
conocía, pero también como se lo conocía. Estos fueron los típicos problemas de la filosofía
moderna, Descartes, es quién fórmula las reglas del método y de, Francis Bacon, quién
estableció las bases del método experimental.

Finalmente, la construcción del pensamiento científico moderno culminó con Isaac


Newton. Ese es quién fórmula las leyes de gravitación.

Las transformaciones del pensamiento culminaron en el siglo XVIII es decir el siglo


de las luces en el que se dio un desarrollo del movimiento intelectual conocido como la
Ilustración, qué que abarcó distintas ramas del conocimiento: La filosofía, las ciencias
naturales, la física, la economía, la educación, la política. Los intelectuales de la Ilustración
fueron llamados "filósofos", terminó qué se originó en Francia donde estos eran más
activos e influyentes.

La enciclopedia fue el intento de coordinar todo el saber adquirido en la época: Un


balance o una suma que se consideró necesaria en un tiempo en el que se reconoció la
imposibilidad de dominar todas las ciencias en un solo pensamiento. El deseo de abril
perspectivas dominó la época. La enciclopedia no aporta una doctrina ya que, ante los
grandes problemas de la época que cotidianamente se discutían los filósofos no tenían una
postura común.

¿Cuáles fueron estas actitudes? Todos ellos pusieron en tela de juicio los
conocimientos eras del pasado y rechazaron la religión. Se oponían al dogma su confianza
radicado en la razón a la cual considera capaz de comprender el sistema del mundo sin
necesidad de recurrir a explicaciones teológicas. Compartían la conciencia de formar una
élite, pequeño grupo de hombres ilustrados capaces de influir en la sociedad y en la política
mediante la difusión de sus ideas.

Entre los pensadores qué vamos a exponer a continuación existía la idea de que si se
podía explicar con leche el funcionamiento del mundo físico también era posible conocer
las leyes de funcionamiento de la sociedad y la política. John locke por ejemplo tenía una
idea sobre la monarquía limitada y proponía un contrato entre Los Monarcas y sus súbditos.
Si el rey no lo cumple el pueblo tenía el derecho a romperlo.
Montesquieu planteó la idea de limitar el poder de la monarquía para evitar que el
poder absoluto se en transformarse en despotismo, mediante la división de poderes. Para
ello propuso la creación de cuerpos intermedios que sirvieron de control y de contrapeso al
absolutismo de la corona. A pesar de que Montesquieu se lo puede considerar como uno de
los teóricos del parlamentarismo su intención fue la defensa de los derechos de las
aristocracias frente a la monarquía.

Voltaire se oponía en su caso a los privilegios de la aristocracia. Sostenía que los


límites al poder de la corona no estaban en la creación de cuerpos intermedios, sino que en
la formación de monarquías ilustradas. Para este pensador era necesario desarrollar
políticas racionales que condujeron a la felicidad del reino.

Una perspectiva de análisis diferente se perfiló en Rousseau. Desde su perspectiva,


la igualdad se encontraba en el estado primitivo de la naturaleza, la pérdida de la igualdad y
la libertad se producía por la influencia corruptora de la sociedad. En síntesis, este pensador
sostenía una visión negativa de la sociedad, tal como también aparece reflejada el Emilio
sobre su libro sobre educación. Cómo los hombres pueden recuperar su libertad y su
igualdad. Sólo mediante un contrato a través del cual los hombres se unan para vivir en
sociedad puede conseguirse una mayor libertad y dignidad humana. Ese contrato debe
expresarse leyes que emanan no sólo del Rey sino de la voluntad general, es decir, de La
voluntad de los hombres reunidos en sociedad por medio del contrato. Las leyes debían
representar esa voluntad general y todos debían cumplirlas, tanto los monarcas como los
súbditos.

La principal oposición a este movimiento iluminista provino de la Iglesia Católica


debido a su principal carácter antirreligioso.

¿Entre quienes se difundieron las ideas de la Ilustración? Se propagaron entre cierta


burguesía letrada que comenzaba a crecer: Funcionarios, profesores, abogados, periodistas.
Se difundieron a través de la lectura de libros, pero también de periódicos y folletos que se
publicaban deliberadamente para la difusión de Estas ideas. Los ámbitos fueron las
academias científicas las sociedades literarias, las salas de lectura y los salones, una de las
formas de sociabilidad más características de la época. Además, existía una difusión de
boca en boca.
Un lugar clave para la difusión de las nuevas ideas lo constituyó la masonería.
Sociedad secreta que se remonta a orígenes corporativos medievales, caracterizada por ritos
iniciáticos y ceremoniales estrictamente reservadas a sus miembros que se difundió
rápidamente en Francia a medida que transcurría el siglo de las luces. Las principales
ciudades fueron Londres y París.

A través de sus formas de difusión resulta Claro que las ideas de la ilustración
fueron primordialmente un fenómeno urbano del que los sectores populares había quedado
excluido. Debido al analfabetismo y al precio encarecido de los libros difusores de estas
ideas.

También podría gustarte